INTRODUCCIÓN
A finales de la década de 1990 el eminente profesor cubano y precursor de la investigación en el aula, Ilizástigui Dupuy, señaló: “La relación entre la práctica docente, la práctica investigativa y la práctica médica deben responder a la integración, bajo la categoría principal por excelencia de la actividad humana: la práctica social transformadora.1
A través de diferentes eventos mundiales se ha reconocido el papel central que tienen los docentes en la elevación de la calidad de los procesos educativos en que participan, y se ha proclamado la necesidad de fortalecer su formación y superación.
El proceso enseñanza aprendizaje en la Universidad de las Ciencias Médicas posee características distintivas para convertir a los estudiantes en profesionales competentes y comprometidos con las necesidades sociales en materia de salud; sin embargo, es evidente que toda universidad debe tributar siempre a garantizar el interés social, el acceso pleno, formar profesionales capaces y comprometidos con la patria.2
La salud pública y la formación de sus recursos humanos han sido una prioridad durante los años de Revolución en Cuba; resultado de ello es la calidad académica y humanista que han tenido los médicos, enfermeras y demás profesionales de este sector en Cuba y en varios países del mundo.
Para formar los profesionales que necesita el país, el profesor debe dominar las características de sus alumnos y el colectivo, así como tener pleno conocimiento de los objetivos que debe trazarse, los contenidos a impartir, métodos a utilizar, medios seleccionados, las formas de organización empleadas y la evaluación que va a realizar para diagnosticar si los objetivos se han cumplido, precisando y aprovechando al máximo las potencialidades educativas brindadas por cada uno de ellos, para lograr la formación integral de los educandos bajo el principio de la educación a través de la instrucción. Para que un profesor haga una correcta orientación de la autopreparación debe poseer buena formación pedagógica pues el proceso se concibe como continuo, de adquisición y estructuración de conocimientos, habilidades y valores.
Esta necesidad es más acuciante en la educación médica superior cubana por varias razones, entre las cuales debe destacarse que sus carreras siguen un modelo pedagógico que la distingue de otras universidades, basado en el principio de la educación en el trabajo, y además, por la contribución que hace en la formación de recursos humanos para la salud de los países que más necesitan de estos servicios.3
La enseñanza médica en pregrado no puede obviar la formación de profesionales que fomenten la capacidad de autoaprendizaje, resolver problemas médicos y tomar decisiones clínicas y conciencia de integración en el sistema sanitario, así como educarse en actitudes correctas de responsabilidad, dedicación, pensamiento crítico y ética.4
La Otorrinolaringología como asignatura en la carrera de Medicina está situada en el noveno y décimo semestres del Plan de estudio, en quinto año con un total de 86 horas lectivas. Se aspira a crear en el médico general las habilidades propias de la especialidad que le permita manejar estas afecciones en el nivel de la atención primaria de salud y contribuir de esta forma a la promoción, prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de muchas de estas enfermedades, algunas de las cuales constituyen un serio problema de salud. Da respuesta a los requerimientos de la disciplina principal integradora. Se imparte en tres semanas por lo que su autopreparación y correcta orientación es fundamental.
El estudio y el trabajo independientes son efectivos para la formación del profesional de las ciencias médicas en el desarrollo de los conocimientos y las habilidades del estudiante porque se alcanza el nivel de actualización y profundización científica que la clase no puede ofrecer.5
En estos momentos en que la pandemia ha repercutido en la vida de la educación superior, es necesario aún más que el estudiante se vea bien orientado en su autopreparación.6
La Resolución 2 de 2018 en su artículo 149 define la autopreparación como una de las formas organizativas del trabajo docente en la que el estudiante realiza trabajo independiente sin la presencia del profesor. Tiene como objetivo el estudio de diferentes fuentes del conocimiento orientadas por el profesor que permite al estudiante prepararse para lograr un aprovechamiento adecuado en las distintas actividades docentes; así como para realizar las diferentes evaluaciones previstas.7
Los autores, ante la problemática constatada relacionada con la deficiente orientación de la autopreparación en la asignatura estudiada, se plantearon como objetivo: elaborar acciones metodológicas que den solución a las dificultades existentes en la orientación de la autopreparación de los estudiantes del 5to año de Medicina en la asignatura Otorrinolaringología.
MÉTODOS
Se desarrolló una investigación exploratoria y prospectiva, a partir de un proyecto de desarrollo. El universo de estudio lo constituyeron los 705 estudiantes de quinto año de la carrera de Medicina y se seleccionó una muestra intencional de 57 que rotaban por la asignatura en Hospital Clínico Quirúrgico Universitario “Arnaldo Milián Castro”, durante el mes de octubre del 2020.
Los métodos teóricos utilizados fueron: análisis-síntesis e inductivo-deductivo para la información teórica del tema estudiado y el empírico de recolección de datos utilizados fue el cuestionario para obtener información sobre puntos temáticos previamente delimitados.
Se exploró la opinión de los docentes; de 8 posibles se utilizó una muestra de 6 por ser los que se encontraban activos. Se les aplicó un cuestionario para indagar acerca de los siguientes aspectos: si es suficiente y actualizada la bibliografía, si se elaboran materiales de apoyo digitales y/o impresos, si se orienta la autopreparación y en qué tipo de actividad se hace con más frecuencia, así como sugerencias para elaborar un documento que oriente a los profesores para la autopreparación de los estudiantes.
El cuestionario aplicado a los estudiantes se aplicó para explorar el tiempo que dedican al estudio, aspectos relacionados con la bibliografía en la asignatura, si consideran que los profesores orientan las actividades de autopreparación y en cuáles de las actividades docentes ellos se apropian más de las orientaciones para la autopreparación.
Se realizó una triangulación entre los resultados de ambos cuestionarios en aquellos aspectos coincidentes.
Las acciones fueron valoradas por cinco especialistas con categoría docente principal y años de experiencia en la docencia, quienes expresaron su opinión acerca de la pertinencia, factibilidad y estructura metodológica de la propuesta y expresaron su valoración con una escala de 1-5.
Consideraciones éticas: la información obtenida y los resultados fueron tratados confidencialmente y atendidos solo por el personal docente de la investigación. Previo al estudio, los estudiantes y profesores dieron su aprobación para su participación, después de suministrarle toda la información requerida.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En el cuestionario aplicado a los estudiantes señalaron el tiempo que dedican al estudio para su autopreparación. Se constató que 16 (28,07 %) estudiantes refirieron no dedicar tiempo suficiente a esta actividad, 7 solo estudian menos de 30 minutos, 25 refirieron estudiar entre 30 minutos a 1 hora, (43,9 %); 6 de los alumnos estudian entre 1 y 2 horas para un 10,5 %. Los autores consideran insuficiente, de forma general, el tiempo que los estudiantes dedican al estudio para su autopreparación; solo 3 refirieron estudiar más de 3 horas para un 5,3 %.
La experiencia personal de los autores en la docencia médica permite plantear que cualquier estudiante universitario debe tener un promedio entre 4 y 6 horas de estudio individual tomando en consideración que la asignatura se desarrolla en 3 semanas de horas lectivas con un contenido bastante denso.
En la Tabla 1 se aprecia la distribución según disponibilidad de bibliografía de la asignatura; la mayoría de los estudiantes la consideran insuficiente y desactualizada y una minoría la considera suficiente. Los profesores, en su totalidad, también consideraron que es insuficiente la bibliografía que poseen los estudiantes.
Este resultado señala la necesidad de trabajar en función de lograr un texto básico actualizado para la asignatura que se corresponda con las exigencias derivadas del plan de estudios aprobado por el colectivo nacional de carrera. Actualmente el libro de la asignatura es el del Dr. Manuel Villar Suárez, publicado en 2004 por la Editorial Ciencias Médicas el cual ya está desactualizado.
Existen otros estudios relacionados con el tema donde los profesores encuestados (42,3 %) referían que orientaban el estudio independiente a los estudiantes para profundizar en el contenido de las asignaturas.8
El tiempo dedicado por los estudiantes a su estudio individual depende en gran medida de la capacidad individual para planificar, organizar y desarrollar estrategias y técnicas de estudio. Por ello, la planificación y orientación coherente de la autopreparación sobre la base de una bibliografía suficiente, completa y actualizada son claves en el aprovechamiento docente de los estudiantes.
La Tabla 2 ilustra la orientación adecuada de la autopreparación por los profesores. Se observa que el 57,9 % de los estudiantes considera que siempre es bien orientada y solo el 1,8 % refiere que nunca. Los profesores en su mayoría consideran que siempre o casi siempre orientan la autopreparación de forma adecuada.
La autopreparación es, sin dudas, un proceso de formación gradual de los estudiantes que se caracteriza por el establecimiento de metas y objetivos educativos personales, basados en el reconocimiento de las propias posibilidades y apoyado en un sistema motivacional que responda a necesidades y expectativas propias según el contexto grupal y social en que el individuo se desarrolla.8 De manera que no se logrará en el estudiante un aprendizaje significativo, ni que este lleve a cabo un estudio independiente fructífero, si no se ha propiciado en él una viva motivación, ni se ha realizado una adecuada orientación para la autopreparación. Hay una respuesta posible, concreta y completa al problema de la motivación, que al mismo tiempo no se puede esperar que sea sencilla, donde se deben considerar tres campos de actuación: la relación educativa profesor-alumno, la gestión de las rutinas del aula y las tareas a realizar para el desarrollo efectivo de la vida escolar.4
Los antecedentes de la educación en el trabajo se sitúan en la tradición de: “… enseñar al pie de la cama del paciente” (bedside teaching) fundada por Sir William Osler (1849-1919); sin embargo, en Cuba los primeros atisbos datan de 1842 cuando se llevó a cabo la secularización de la Real y Pontificia Universidad de La Habana y con ella, la reforma del plan de estudio que había estado vigente durante 114 años. Esta reforma dio inicio a la enseñanza clínica al lado del enfermo durante los tres últimos años de la carrera, práctica que se ha perfeccionado a lo largo del tiempo hasta lograr su expresión actual en la educación en el trabajo.9
La Tabla 3 muestra los tipos de actividades docentes que los estudiantes y profesores consideran más apropiadas para estar mejor orientados en la autopreparación. Se constató que el 75,4 %, la mayoría de los estudiantes, considera que la educación en el trabajo es una de las formas de organización de la docencia donde más se apropian de los conocimientos de la asignatura; esto está en correspondencia con lo planteado por Rodríguez Fernández et al.10 en su investigación acerca de las dimensiones de la educación en el trabajo en la docencia médica cubana. Le siguen en orden de consideración, los seminarios y talleres como actividades donde es más efectiva la autopreparación con la consecuente adquisición de los conocimientos de la asignatura. Los profesores, por su parte, en su totalidad consideran la conferencia como la actividad docente idónea para la orientación de la autopreparación.
Acerca de la pregunta a los profesores sobre cómo orientar la autopreparación del estudiante para las conferencias, estos responden mediante la bibliografía básica y complementaria, respuesta que no satisface a los investigadores, pues basados en sus experiencias en la docencia, conocen otros recursos necesarios e importantes que no fueron mencionados por los profesores.
En la educación médica se enfatiza que la educación en el trabajo es una forma de organización del proceso enseñanza aprendizaje que permite a los estudiantes estar un mayor número de horas, durante toda la estancia, en el escenario de su futuro desempeño profesional y los profesores impartir sus actividades docentes, mientras asiste a las personas sanas o enfermas, lo que enriquece significativamente el aprendizaje de sus estudiantes. Lo anteriormente planteado refuerza la importancia de la educación en el trabajo como principal herramienta para la incorporación de conocimientos, habilidades y valores. Queda como insatisfacción el bajo porciento en las demás actividades de la enseñanza sobre las cuales se debe seguir trabajando.
Los resultados obtenidos permitieron realizar un diagnóstico de cómo marchaba la orientación de la autopreparación en la asignatura en Otorrinolaringología, lo que conllevó a la elaboración de acciones para mejorar la referida actividad en la asignatura.
Acciones metodológicas para la orientación de la autopreparación en la asignatura Otorrinolaringología en el quinto año de Medicina.
Fundamentación
La asignatura Otorrinolaringología se desarrolla en una estancia de tres semanas por lo que no todos los temas pueden impartirse con tiempo suficiente para que los estudiantes estén bien preparados para su evaluación final, por tal motivo es esencial una adecuada orientación de la autopreparacion para consolidar los contenidos durante la rotación y los estudiantes puedan alcanzar los objetivos propuestos para la asignatura.
Objetivo: contribuir al perfeccionamiento de la orientación de la autopreparación en la asignatura Otorrinolaringología en el quinto año de la carrera de Medicina.
Acciones para la planificación de la autopreparación de los estudiantes:
Organizar y controlar la asignatura mediante una correcta planificación de las actividades para las tres semanas de rotación.
Realizar un trabajo metodológico coherente, bien organizado y planificado que cumpla con los requerimientos de la asignatura, siguiendo las orientaciones de la Resolución 2 de 2018 y las emanadas de la facultad, teniendo en cuenta las peculiaridades de una rotación cada tres semanas, por lo que en cada una deben realizarse las diferentes actividades planificadas en el plan metodológico, fundamentalmente la realización de un colectivo de asignatura al terminar cada rotación para analizar los resultados docentes en la que culminó, trazar las proyecciones necesarias para la próxima y se discutan las calificaciones de los estudiantes en las diferentes formas organizativas de la enseñanza.
Incluir en la preparación de la asignatura las actividades de autopreparación de los estudiantes en cada una de las actividades incluidas en el P1. Se debe analizar el contenido de cada uno de los temas y seleccionar aquellos que por la experiencia de los profesores son deficitarios por el tiempo disponible.
Para los seminarios, el taller y clases prácticas se deben elaborar guías didácticas con la estructura metodológica correspondiente, para orientar previamente a los estudiantes sobre el método que se utilizará en cada actividad.
Mantener la motivación de los estudiantes hacia la asignatura buscando los casos más interesantes vistos en el servicio y que despierten el interés de los alumnos. Esto también debe estar reflejado en la preparación de las asignaturas.
Tener en cuenta las condiciones y el tiempo para resolver las actividades según el grado de dificultad. El colectivo de profesores debe siempre reunirse para determinar el grado de dificultad de las tareas a resolver y que estas trabajen las habilidades lógicas del pensamiento: comparar, definir, identificar, clasificar describir, explicar, interpretar, predecir, diagnosticar y tratar.
Tener en cuenta en la preparación de la asignatura que se debe colocar a los estudiantes frente a una nueva situación en las formas organizativas de la docencia: conferencias, seminarios, clases prácticas, taller y educación en el trabajo.
Las actividades se deben plantear de forma tal que el estudiante redescubra el contenido con la literatura disponible.
Enriquecer y actualizar la bibliografía en la asignatura mediante la elaboración por parte de los profesores de materiales de apoyo a la docencia actualizados y consensuados en los colectivos de asignatura.
Los especialistas valoraron la propuesta de acciones como pertinente, útil, factible y con una adecuada calidad según se observa en la Tabla 4:
CONCLUSIONES
Se elaboraron acciones metodológicas destinadas a orientar a los docentes y a profundizar en la orientación de la autopreparación de los estudiantes en la asignatura Otorrinolaringología de quinto año de Medicina. Fueron valoradas por especialistas como pertinentes, útiles, factibles, y se emitieron criterios positivos sobre la calidad general de la propuesta.