La integración de la tecnología digital, en cada paso del proceso educativo, se conoce como “transformación digital” en la educación superior. Cueva-Gaibor1 apunta que contar con infraestructura y recursos tecnológicos es una condición necesaria, pero no suficiente porque deberá ir acompañada de una verdadera y profunda transformación pedagógica: revisión del currículo enfocado en una formación por competencias más conectadas con el contexto, desarrollo de nuevas metodologías más experienciales y colaborativas, además de nuevos e innovadores recursos educativos.
Las competencias digitales se refieren a la capacidad de utilizar y comprender las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) de manera efectiva, lo que incluye habilidades para buscar, evaluar, utilizar y compartir información de manera crítica y ética.2,3
Los autores, a través de una investigación, han puesto en práctica un grupo de propuestas digitales con el empleo de herramientas gratuitas de la suite de Google y algunas otras con similares prestaciones que pudieran ser útiles a otros docentes.
Son varias las dimensiones asociadas a las competencias digitales. Las regularidades encontradas en la literatura permitieron identificar: la gestión información, la colaboración digital, el dominio de herramientas tecnológicas, solución creativa de problemas con el uso de las TIC y la creación de contenido digital.4 Existen múltiples herramientas para su implementación, el profesor o alumno no debe dominarlas todas, sino que debería familiarizarse con algunas, teniendo en cuenta que el dominio de una puede abrir puertas al conocimiento de las demás porque hay muchas invariantes entre ellas, lo que facilita su aprendizaje.
La formación con tecnología digital requiere la conformación de entornos virtuales de aprendizaje, integrados por múltiples espacios a donde se pueda dirigir el trabajo con las diferentes herramientas.5 De acuerdo con su experiencia, se pudiera iniciar con un grupo de WhatsApp. A pesar de ser una red social, bien administrada, es de gran utilidad en la interacción de la actividad docente.
La plataforma Moodle, otro de los componentes, es de gran ayuda para la implementación de cursos o módulos sobre temas que no se profundizan; en el caso de la Gastroenterología: la nutrición y la medicina natural y tradicional, incluyendo el propio desarrollo de las competencias digitales, para lo cual aún no hay exigencia curricular. Adicionalmente, permite la producción de objetos virtuales de aprendizaje (OVA).
Un blog aportaría un espacio de visibilidad y entrenamiento en relación con las publicaciones científicas, sin el rigor de la evaluación por pares de las revistas, ni la dilatación que todo el proceso conlleva.
En una página web se pudieran integrar varias habilidades del perfil de salida del residente mediante el uso de tecnología, por mencionar alguna: la administrativa. Cada residente puede tener como responsabilidad la actualización de diferentes bloques dentro de la página. La creación de este espacio requiere personal más calificado, debido a que lleva autorizaciones por Infomed, posicionamiento en un servidor y habilidades para trabajar en WordPress. Esto indica que, si se pretende un cambio de paradigma, los profesores más proactivos deberán trabajar de la mano de este personal, aún insuficiente o al menos, deficientemente distribuidos. La aplicación Google sites de la Suite de Google (WorkSpace) pudiera ser una alternativa en la conformación de este espacio, que los autores han encontrado su manejo más asequible.
WorkSpace posee un grupo de herramientas gratuitas en la llamada “nube”, interconectadas, a las cuales se accede con una cuenta de Gmail. Google Meet, una de ellas, permite hacer videollamadas a diferencia de las redes sociales, facilita presentar en vivo power point u otro material. Esto facilita realizar ciclos de conferencias, actualizaciones, discusiones de casos, seminarios con residentes de otras instituciones e incluso, seguir contando con el apoyo en la docencia de especialistas en misión o extranjeros graduados.6
Por otra parte, el uso de Google Drive, una herramienta subutilizada o desconocida para muchos, facilita el almacenamiento de 15 GB gratuitos en la nube, pero adicionalmente tiene programas similares a los de Microsoft Office que posibilitan el trabajo colaborativo. Google Doc, equivalente a Word, permite elaborar actualizaciones colaborativas de diferentes temas lo cual optimiza la gestión de información, tributando a materiales valiosos que son útiles a los residentes en su preparación para exámenes, o pueden aprovecharse colocándolos en otros espacios virtuales.7
La propia nube de Drive ha posibilitado crear una biblioteca virtual de la especialidad, favorece la implementación de metodologías activas como la Webquest. El empleo de Google Forms facilita la conformación de exámenes en línea y encuestas para el desarrollo de investigaciones.
La gestión de información se ha visto favorecida con aplicaciones de inteligencia artificial como Typeset, traductores en línea como Doctraslator o aplicaciones como ReadEra que facilita la lectura e intercambio de literatura científica.
Se ha propuesto y es factible con el uso también de Drive, la creación de registros electrónicos de procederes endoscópicos. Esto permite el desarrollo de otra de las dimensiones de las competencias digitales, como la solución creativa de problemas. Se recoge la información del paciente mediante un formulario digital y esta queda registrada automáticamente en una hoja de cálculo (Google Sheets) lo cual favorecería el cierre de información y la investigación.
Otro recurso por utilizar, la plataforma Canva, facilita adicionalmente elaborar modelos digitales de solicitud de procederes, métodos y tarjetas de presentación que, en cierta medida, aportan valor formal a una incipiente telemedicina.
Estas son algunas herramientas digitales cuya implementación pudieran causar un primer impacto en el entorno formativo de los residentes en Gastroenterología; su fácil manejo y la gratuidad romperían con la inamovilidad que produce el desconocimiento, ayudado por otras estrategias de los decisores de procesos.