INTRODUCCIÓN
La hipertensión arterial (HTA) es motivo de consulta frecuente en los servicios de salud y es una de las enfermedades más comunes que afectan la salud de los individuos adultos en todas partes del mundo 1. Representa por sí misma un síndrome, una enfermedad y también, un factor de riesgo establecido para otras enfermedades, fundamentalmente: cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca, enfermedad cerebro vascular, insuficiencia renal y también, enfermedad vascular periférica y de la retina 1,2.
Las enfermedades crónicas no trasmisibles constituyen en la actualidad la principal causa de muerte en todas las regiones del mundo, con excepción del áfrica subsahariana. De los 35 millones de muertes en el año 2015 por enfermedades crónicas no trasmisibles, el 80 % ocurrió en los países en vías de desarrollo 2-4. En los Estados Unidos de Norteamérica, el Centro Nacional de Salud y Nutrición (NHANES), tras una encuesta realizada entre los años 1999 y 2004, encontró una prevalencia de HTA del 60% en los encuestados entre 60 y 69 años de edad, la cual creció al 72% para aquellos entre 70 y 79 años, y al 77% para los mayores de 80 2. En ese país el número de personas afectadas por la HTA asciende a cerca de 50 millones 5 y se informan unas 60000 muertes anuales producidas directamente por la HTA 6. Además, el estudio INTERHEART encontró que la HTA es un factor de riesgo independiente de infarto agudo de miocardio entre personas de edad avanzada 6.
Cuba es un país en vías de desarrollo, con indicadores de salud similares a los de países desarrollados. Con una población de 11,6 millones de personas y un acelerado envejecimiento de su población, en el año 2020 se convertirá en el país más envejecido de América Latina. Se estima que en esa fecha los adultos mayores cubanos constituirán el 25% de la población total 7,8.
La prevención de la HTA es la medida sanitaria más importante, universal y menos costosa. El control de la tensión arterial (TA) es, por tanto, un reto para todos los países y debe constituir una prioridad de las instituciones de salud, la población y los gobiernos. La adecuada percepción del riesgo de padecer HTA obliga a ejecutar una estrategia poblacional con medidas de educación y promoción dirigidas a la disminución de la TA media y al control de otros factores de riesgo asociados, fundamentalmente: la falta del ejercicio físico, los niveles inadecuados de lípidos sanguíneos, la elevada ingesta de sal, el tabaquismo, el alcoholismo y la obesidad, lo que puede lograrse mediante acciones dirigidas a las modificaciones del estilo de vida. Por otra parte, es necesario una estrategia individual, para detectar y controlar a los individuos que, por estar expuestos a niveles elevados de uno o varios de los factores de riesgo mencionados, presentan HTA o tienen una alta probabilidad de padecerla 9,10.
En las últimas décadas ha existido un interés marcado en la búsqueda de datos relacionados con la epidemiología de la HTA 11-19, por esta razón se decidió realizar esta investigación con el objetivo de determinar la prevalencia de HTA, su fuerza de asociación con algunas variables epidemiológicas y del estilo de vida, y el riesgo atribuible poblacional porcentual de cada una de ellas, para contribuir así al cumplimiento del Programa de Prevención, Diagnóstico, Evaluación y Control de esta afección y a las proyecciones futuras del Ministerio de Salud Pública.
MÉTODO
Población y diseño del estudio
Se realizó una investigación epidemiológica observacional analítica, donde se seleccionaron, por un método aleatorio simple, 102 pacientes con HTA (casos), de los 915 mayores de 15 años atendidos en la consulta de cardiología del Hospital Provincial Docente Roberto Rodríguez Fernández de Morón, Ciego de Ávila, Cuba, durante el año 2017.
Con el fin de que a cada caso correspondiera un control pareado por las variables, sexo y grupo de edad, se escogieron, mediante muestreo aleatorio sistemático (tabla de números aleatorios), 102 pacientes (controles) sin HTA, ni otra enfermedad cardiovascular que precisara seguimiento por cardiología.
Variables
Se consideró HTA a la TA sistólica de 140 mmHg o más, o una TA diastólica de 90 mmHg o más, ambas cifras inclusive, según las recomendaciones de las guías nacionales 1 y extranjeras 5. Riesgo, a la medida que refleja la probabilidad de que se produzca un hecho o daño a la salud, enfermedad o muerte 20; y factor de riesgo, a la característica o circunstancia detectable en un individuo o grupo de personas y el ambiente, que se asocia con una probabilidad incrementada de desarrollar una enfermedad o desviación de la salud 20.
Se determinó la fuerza de asociación de las siguientes variables (independientes) con la HTA, considerada la variable dependiente:
Práctica de ejercicio físico: Tiempo de práctica, tipo y frecuencia del ejercicio físico. Se consideró como ninguna, frecuente o sistemática, en dependencia de la actividad física realizada, a 1) caminar menos de 100 metros al día, 2) entre 100-500 metros más otro tipo de ejercicio al menos una vez por semana y 3) a caminar diariamente más de 500 metros y realizar otro tipo de ejercicio físico por lo menos tres veces por semana.
Hábito de fumar: Cantidad de cigarrillos o tabacos diarios y tiempo de exposición.
Consumo de café: Cantidad de tazas de café consumidas diariamente y tiempo de exposición.
Consumo de alcohol: Cantidad consumida, frecuencia y tiempo de exposición. En los hombres debe limitarse a menos de 1 onza de etanol (20 ml) por día; en las mujeres y en las personas bajo peso, a menos de 15 ml por día. El equivalente diario puede ser: 12 onzas (350 ml) de cerveza o 5 onzas (150 ml) de vino o 2 onzas (50 ml) de ron 1,5,9.
Ingestión de sal: Cantidad consumida diariamente y tiempo de exposición. No debe superar los 6 gramos/día, el equivalente diario es 1 cucharadita de postre rasa 5,9.
Estado nutricional según el índice de masa corporal se realizó según las recomendaciones de Jiménez Acosta et al21. Los pacientes se clasificaron en bajo peso (≤18,5 kg/m2), normopeso (18,5 - 24,9 kg/m2), sobrepeso (25,0 - 29,9 kg/m2) y obeso (≥30 kg/m2).
Antecedentes patológicos personales de diabetes mellitus, tipo y tiempo de tratamiento.
Antecedentes patológicos familiares de HTA.
Procesamiento estadístico
La técnica de recolección de la información usada fue la encuesta, la cual se confeccionó de acuerdo a los objetivos propuestos en la investigación. El instrumento fue validado en un pilotaje realizado a 163 sujetos para comprobar su confiabilidad, previa confección del instructivo de llenado. La encuesta se aplicó en la consulta de Cardiología de la mencionada institución.
El procesamiento de los datos fue computacional, para lo cual se creó una base de datos en SPSS 15.0. Se aplicaron métodos de estadística descriptiva para realizar la distribución de frecuencia de los datos en la escala nominal y su interpretación; así como de estadística inferencial para probar la hipótesis. El análisis porcentual posibilitó el procesamiento cuantitativo de los datos que aportó el instrumento aplicado.
Se calcularon la tasa de prevalencia puntual, la razón de disparidad o de productos cruzados y el riesgo atribuible poblacional porcentual, según las recomendaciones de Lao et al22.
Los resultados se presentan a través de tablas de contingencia, estimándose el intervalo de confianza para un 95 % por el método de Haldane o de transformación logarítmica 22.
RESULTADOS
De los 915 de pacientes de 15 años o más que asistieron a la consulta de Cardiología en 2017, 102 son hipertensos, lo que representa una tasa de prevalencia puntual de 111,5 × 10³. La mitad (50%) son mujeres y predominaron, de forma general, el grupo de edad entre 45 a 59 años (47,6%) y el color blanco de piel (73,5%). Todos los casos y controles procedían del área urbana.
La tabla 1 muestra la disparidad de exposición entre casos y controles de acuerdo a la práctica de ejercicio físico en relación con la HTA, donde se observa una asociación causal mientras menores son el ejercicio realizado, el tiempo de práctica y el tipo de ejercicio. En cambio no muestran relación o constituyen factores protectores la actividad física sistemática, el tiempo prolongado de práctica y la mayor intensidad del ejercicio.
Algo similar ocurre con el hábito de fumar (Tabla 2, material suplementario cs06418-s2.pdf), pues mientras menores sean la cantidad de cigarrillos o tabacos consumidos al día, y el tiempo de exposición a ese nocivo hábito, mayor será la protección en relación con la HTA.
Con relación al consumo de café y alcohol (datos no tabulados), se encontró una asociación no significativa causal en dependencia de la cantidad, frecuencia y tiempo de exposición al factor. A menor café y alcohol consumidos existió menos probabilidad de padecer HTA.
También existe una asociación no significativa causal con la HTA entre los consumidores de sal en relación con los que no la consumen, así como con el tiempo prolongado de uso (Tabla 3, material suplementario cs06418-s3.pdf); pues a mayor cantidad y tiempo (en años) aumentan las probabilidades de padecer HTA.
Los pacientes con bajo peso (Tabla 4) tuvieron una asociación no significativa de protección con relación a la HTA (RD 0,88; IC 7,14-0,11); en cambio, en los sobrepesos (RD 2,09; IC 3,98-1,10) y obesos (RD 3,00; IC 7,60-1,18) la relación fue causal.
Los que padecen diabetes mellitus (RD 3,62; IC 8,34-1,57; p<0,05), independientemente a que sean insulinodependientes (RD 4,82; IC 20,38-1,14; p<0,05) o no (RD 3,21; IC 8,36-1,24; p<0,05), tienen más probabilidades de padecer HTA (Tabla 5). Esta probabilidad también aumenta mientras mayor sea el tiempo de evolución de la enfermedad. Algo similar ocurre con la hipercolesterolemia (datos no tabulados), porque padecerla tuvo una asociación significativa causal con la presencia de HTA (RD 2,83; IC 95% 6,19-1,29; p<0,05). También se encontró este tipo de asociación con el antecedente patológico familiar de HTA (RD 3,00; IC 95% 5,31-1,70; p<0,05) y la presencia de la enfermedad (Tabla 6).
En la tabla 7 se muestra la tasa de prevalencia y el riesgo atribuible poblacional porcentual de los factores de riesgo modificables, en el total de pacientes atendidos en consulta en el período señalado, donde el más prevalente fue la ingestión de sal (972,7 × 103; 31,77) seguido del consumo de café (535,5 × 103; 5,61), y el sedentarismo (316,9 × 103; 19,77). No se calculó el riesgo atribuible al hábito de fumar por haber mostrado asociación de protección con la HTA.
DISCUSIÓN
La tasa de prevalencia puntual de HTA calculada es inferior a las informadas por otros investigadores nacionales y extranjeros 8,22,23, e inferior también a los valores consignados por la comisión nacional de HTA del Ministerio de Salud Pública de la República de Cuba 21 para zonas urbanas (280 × 103), lo que demuestra que la dispensarización se realiza a expensas de la porción visible del iceberg epidemiológico, sin tener en cuenta la forma de manifestación de la enfermedad por debajo del horizonte clínico 21; además, en los casos estudiados no se incluyen los hipertensos con enfermedades asociadas que están dispensarizados en el grupo III, donde la enfermedad principal no es la HTA.
Debido al diseño de esta investigación y a la selección de los pacientes, nuestros resultados respecto al sexo, no coinciden con los publicados en otras investigaciones nacionales (Pérez Caballero et al24 y Dueñas et al25 en la provincia de Matanzas, y de la Noval et al26 en el municipio Plaza), quienes plantean que antes de los 45 años hay más hombres que mujeres hipertensas, no así después de esa edad, donde la frecuencia de HTA en el sexo femenino es mayor. De forma general se plantea que los hombres tienen una TA más elevada y una mayor frecuencia de HTA 27; pues, aunque en ambos sexos su frecuencia aumenta con la edad, aparece en etapas más tempranas en los hombres y más tardíamente en mujeres, sobre todo en el período posclimatérico 6.
La relación entre la TA y la edad está bien documentada y se reconoce que existe una fuerte asociación entre el envejecimiento y el incremento progresivo de sus cifras 17-19,24-31, lo que se explica por la disfunción endotelial hipertensiva añadida a la disfunción endotelial aterosclerótica que produce rigidez de los vasos 29; razón por la cual la prevalencia de HTA se incrementa con la edad, y se ha demostrado que después de los 50 años, alrededor del 50% de la población la padece 5,6,10,11. Otros autores plantean que el riesgo de desarrollar HTA después de los 55 años, en quienes han sido previamente normotensos, es de aproximadamente 90% 19,24.
La prevalencia de HTA en la población urbana es superior a la encontrada en la población rural 2-4. En Cuba afecta al 30 y al 15%, respectivamente 1,7-9, lo cual coincide con nuestros resultados. A diferencia del color de la piel que diverge de lo planteado por algunos investigadores que han encontrado mayor prevalencia de HTA en pacientes de piel negra 17, y una mayor tendencia a padecer la forma más grave de evolución de la enfermedad, con complicaciones vasculares y muerte 6,10. No obstante, nuestros resultados son similares a los publicados en otras investigaciones cubanas 8,26 y latinoamericanas 32,33.
Orduñez, por su parte, en varias de sus publicaciones ha encontrado que en Cuba, en 2005 34, predominaban los hipertensos con color blanco de piel; y en 2008 35 y 2013 36, no encontró diferencias significativas, por lo que asegura que blancos y negros tienen igual prevalencia de HTA. Además, plantea que la diferencia en la frecuencia de HTA entre blancos y negros es mucho menos marcada en Cuba que en los Estados Unidos, Bahamas y Puerto Rico 35.
En un intento por explicar estas diferencias raciales se han emitido varias hipótesis que involucran alteraciones genéticas, mayor hiperactividad vascular y sensibilidad a la sal, así como una actividad reducida de la bomba sodio-potasio ATPasa, anormalidades de los cotransportadores de sodio-potasio y sodio-litio, una baja actividad de sustancias vasodilatadoras endógenas, dietas con alto contenido de sal, tabaquismo y factores socioculturales 6.
La reducción del consumo de sal contribuye a disminuir la TA y la mortalidad por accidentes cerebrovasculares y enfermedad cardíaca isquémica 13.
Por otra parte, según investigaciones realizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se ha demostrado que el ejercicio físico tiene una acción rehabilitadora y preventiva en la HTA, la obesidad, la hiperlipidemia, la diabetes mellitus, el estrés, el cáncer, la osteoporosis, las enfermedades mentales, el envejecimiento, y las adicciones; sin embargo, la población hipertensa recurre más al uso de medicamentos antes que a una solución no farmacológica y determinante en el tratamiento de la enfermedad, como lo es la práctica de ejercicios físicos 12-14.
La actividad física aeróbica constituye uno de los principales pilares del tratamiento no farmacológico en pacientes hipertensos, los individuos hipertensos y sedentarios aumentan tres veces el riesgo de desarrollar un ataque cardíaco en relación con los hipertensos activos 11.
La OMS ha declarado al sedentarismo, enemigo público de la humanidad, el cual se asocia a enfermedades no transmisibles crónicas, siendo uno de los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares junto a la HTA, tabaco, sobrepeso, disturbios lipoproteicos, diabetes mellitus y desórdenes alimentarios 11,21,35. Para garantizar una adecuada calidad de vida, los hombres y las mujeres deben realizar un entrenamiento físico sistemático, a fin de combatir la inactividad y el sedentarismo ocasionados por la vida moderna.
El excesivo consumo de café (5 tazas o más de café por día) y de otros productos ricos en cafeína (té, refrescos de cola) puede provocar elevaciones agudas de la TA, por lo que se recomienda restringir su uso 37. Por otra parte, en pacientes hipertensos que consumen alcohol se debe intensificar la labor educativa pues la HTA per se y el alcoholismo se potencian 5.
La herencia tiene gran importancia como factor que predispone al desarrollo de HTA, pues el aumento de la TA se observa con mucha frecuencia en personas cuyos padres padecen de HTA 26-29.
Diversos estudios epidemiológicos corroboran la asociación entre HTA y diabetes mellitus 10,20,38, y otros muestran la frecuencia de hipertensos que son diabéticos y que sufren enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares 11-14,39. La HTA afecta al doble de la población diabética en comparación de la no diabética y su presencia se asocia con un aumento de la mortalidad por enfermedades coronarias, sobre todo en mujeres. La combinación de HTA y diabetes mellitus tiene importantes implicaciones clínicas, pues la primera contribuye al desarrollo y progresión de las complicaciones crónicas de la segunda 13-19,24.
Por todas estas razones es importante la caracterización epidemiológica de todos los pacientes hipertensos por el riesgo que tienen de padecer enfermedades cardiovasculares, con sus efectos deletéreos importantes, e invalidantes en muchos casos. Esta caracterización favorece dirigir la vigilancia sistemática sobre aquellos con factores de riesgo y estilos de vida poco saludables, para reducir la incidencia de enfermedad cardiovascular y, en los casos en que aparezca, hacer un diagnóstico precoz y aplicar al tratamiento oportuno. Para ello es indispensable una interrelación permanente entre todos los niveles de atención: primaria, secundaria y terciaria.
CONCLUSIONES
La tasa de prevalencia puntual de hipertensión arterial fue de 111.5 × 103. Predominaron los pacientes blancos, del grupo de edad entre 45 y 59 años, sin diferencias de sexo. El sobrepeso, la obesidad, el mayor consumo de sal, la poca o ninguna práctica de ejercicio físico, el consumo excesivo de café, el hábito de fumar, los antecedentes patológicos personales de diabetes mellitus, independientemente al tipo, y los antecedentes familiares de hipertensión arterial mostraron una asociación causal con la HTA y, por consiguiente, con el riesgo de padecer alguna de sus complicaciones, principalmente cardio-cerebrovasculares y renales.