INTRODUCCIÓN
La preeclampsia-eclampsia es una enfermedad de etiología desconocida en la que aparece un sustrato fisiopatológico de hipoxia tisular generalizada, particularmente en la microcirculación, con repercusión multisistémica que afecta, especialmente, al riñón, el hígado, los vasos sanguíneos y el sistema nervioso central1. La hipoxia, por otras razones (hipóxica, anémica), agravará más la situación de la paciente al incrementar el insulto a la microcirculación1,2.
El incremento de la esperanza de vida al nacer en muchos países de la región, y en particular en Cuba, conlleva a que las mujeres tengan un período cada vez mayor de su vida (un tercio o más), en etapa de posmenopausia, con síntomas que le ocasionan un «cambio» en su estado de salud en la edad mediana. La expectativa de vida actual para la mujer cubana es de 80,2 años3; se contabilizan casi un millón de mujeres en edad mediana en el país que, según Cabal Giner3. Alfonso Fraga las enmarca entre los 45 y 59 años de edad, con una media nacional de 51,8 años.
En el área del Caribe, la Organización Panamericana de la Salud ha planteado que se precisa realizar investigaciones que brinden un mayor número de detalles en lo referente a las mujeres climatéricas y menopáusicas, en relación con estas condiciones de vida4.
La edad de la menopausia resulta un indicador del nivel socioeconómico: en países desarrollados, como Suiza y Holanda, la edad mediana de menopausia está por encima de los 50 años5, mientras que en países subdesarrollados, incluida Cuba -donde es de 48 años-, está por debajo de esa edad3.
El antecedente de preeclampsia o hipertensión arterial en embarazos anteriores se convierte en un elemento importante en el riesgo cardiometabólico, por lo que se decidió realizar este estudio para identificar su repercusión en mujeres de edad mediana.
MÉTODO
Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo en el Hospital Gineco-Obstétrico Provincial Mariana Grajales de Santa Clara, Cuba, en el período comprendido entre enero de 2017 y julio de 2018, para identificar la repercusión de la preeclampsia en embarazos anteriores ocurridos en los últimos diez años, como factor de riesgo actual cuando estas mujeres se encuentran en edades medianas. Del total de mujeres con edades comprendidas entre los 45 y 59 años, pertenecientes a tres consultorios del Policlínico Docente Capitán Roberto Fleites de la ciudad de Santa Clara, Villa Clara, Cuba, se seleccionó una muestra de 76 mujeres por un método aleatorio simple a las que se les aplicó un instrumento en forma de encuesta donde se recogieron variables generales y específicas del estudio.
Criterios de inclusión
Pacientes en el rango de edad referido, que tuvieron embarazos en los últimos diez años (por lo que las edades se reducen en la muestra), y que estuvieran dispuestan a participar en la investigación, por lo que firmaron el consentimiento informado.
Criterios de exclusión
Pacientes con otras enfermedades asociadas que podrían falsear los resultados de la investigación, como demencia o alteraciones psiquiátricas.
Variables
Durante el estudio se evaluaron las siguientes variables:
Cualitativas: antecedentes de preeclampsia-eclampsia en embarazos previos, antecedentes de enfermedades crónicas no trasmisibles: hipertensión arterial crónica, diabetes mellitus, obesidad, enfermedades cardiovasculares; complicaciones cardiovasculares actuales y conocimiento de los factores de riesgo cardiovascular.
Cuantitativas: edad, peso, índice de masa corporal y número de gestaciones. Presión arterial en milímetros de mercurio, sistólica y diastólica. Perfil de lípidos, glucemia, medidas antropométricas circunferencia abdominal, circunferencia de cintura, e índice cintura/cadera.
Hipertensión arterial: Basada en el promedio de dos o más lecturas tomadas en cada una de dos o más visitas tras el escrutinio inicial, se estableció según los criterios del VII reporte de hipertensión arterial como recomiendan Infante Ricardo et al1.
Los diagnósticos de diabetes mellitus, dislipidemia y obesidad se basaron en las recomendaciones de importantes estudios nacionales e internacionales6-13. El de síndrome metabólico se estableció según los criterios de varios investigadores14-16, y el de infarto de miocardio fue solo por el antecedente referido por cada paciente, y confirmado por el informe de su médico de familia.
En la encuesta realizada se recogen antecedentes personales de cefaleas y cáncer de pulmón en una frecuencia dispersa y mínima que se decidió unificar como «otros» factores de riesgo.
Procedimientos y recolección de la información
Se recolectó la información a través de una fuente primaria directa, a través de la realización de entrevistas directas y de una encuesta para la vigilancia de factores de riesgo de enfermedades crónicas, las cuales contenían preguntas abiertas y cerradas.
El proceso de selección de la informacion se llevó a cabo en el período de un año. Se citaron todas las pacientes a un primer encuentro, donde se les explicó el objetivo y la metodología a seguir en la investigación, y se abordó de forma concisa los conceptos de síndrome metabólico y riesgo cardiovascular y metabólico, con todo lo que esto implica, para favorecer el esclarecimiento de algunos elementos conceptuales y hacer partícipe a las propias mujeres de la prevención del riesgo. A este grupo, previo consentimiento informado, se les aplicó una encuesta que contempló variables generales y particulares en relación con el riesgo cardiometabólico. Posterior a ello se les realizó, como parte del exámen físico general, la medición de algunos elementos antropométricos como: cintura abdominal, peso, talla y medición manual de la presión arterial con un manómetro de mercurio en tres tomas aleatorias, la primera en consulta y las otras, en actividades de terreno por el equipo básico de salud correspondiente.
En el pesquizaje de este grupo de riesgo se indicaron algunos complementarios que facilitaron el diagnóstico de síndrome metabólico y que incluyeron: glucemia, colesterol total, colesterol de las lipoproteínas de alta densidad (HDL) y triglicéridos.
Una vez realizado este primer momento de la investigación, se analizó cada caso individualmente en consultas programadas, para valorar resultados del exámen físico individual y los complementarios indicados.
Cuando alguna paciente necesitó interconsulta con medicina Interna u otra especialidad, por aparecer alguna alteración importante en el resultado de la pesquisa, se valoró cada caso en particular para favorecer un seguimiento individual y resolver la problemática de cada paciente. El encuentro, individual y colectivo, fue un momento ideal para la labor educativa en la temática del síndrome metabólico y el riesgo de la mujer en esta etapa de la vida, y facilitó la participación de las pacientes en el debate, donde fueron orientandas sobre dietas saludables, estilos de vidas sanos, prevención de enfermedades y otros elementos importantes para mujeres posmenopáusicas.
Toda la información recogida desde la primera encuesta se llevó a una base de datos que facilitó su computación y procesamiento estadístico, a través del SPSS versión 21.0. Como medida de resumen de la información se utilizó la distribución de frecuencias.
RESULTADOS
El antecedente de preeclampsia se muestra relacionado con otros factores de riesgo cardiometabólicos. Según los resultados de esta investigación el grupo de mujeres que tuvo preeclampsia presenta, además, otros factores de riesgo solos o relacionados en mayor frecuencia que el grupo donde no se recoge este antecedente durante la gestación. Las mujeres que presentan antecedentes de diabetes mellitus y dislipidemia indistintamente, como factores de riesgo aislados, tienen el antecedente de preeclampsia; por otra parte el 75% de las que solo tienen antecedentes de hipertensión arterial presentaron preeclampsia en la última década (Tabla 1). Del total de mujeres que tuvieron episodios de preeclampsia, el 76,4% muestran dos factores de riesgo relacionados: hipertensión y diabetes mellitus; mientras que el 66,6% tienen hipertensión con dislipidemia.
Al analizar la relación de tres factores de riesgo el comportamiento resultó similar porque la diabetes mellitus, hipertensión arterial e infarto de miocardio se presentó en una paciente que tiene antecedente de preeclampsia. Por otra parte, la hipertensión arterial y la diabetes mellitus junto con dislipidemia en el 62,5% de las 8 mujeres, manifestaron antecedentes de preeclampsia.
De forma general en la tabla 1 se demuestra la relación de la preeclampsia con estos importantes factores de riesgo cardiometabólicos.
La circunferencia abdominal es un método clínico muy fácil de determinar, que ha tenido detractores en relación a su influencia en el riesgo cardiovascular y metabólico, pero que indiscutiblemente constituye otro elemento a tener en cuenta, el cual puede estar influenciado por diferentes causas y resultar importante si se asocia a otros elementos a evaluar cuando se tratan estos enfoques de riesgo. En la muestra estudiada resulta interesante lo mostrado en la tabla 2 porque del total de mujeres evaluadas, se encontró que en las 5 de edad mediana que tienen la circunferencia abdominal menor de 88 cms, como punto de corte referido para evaluar el riesgo metabólico, ninguna refería antecedente de preeclampsia, ni resultaron obesas; mientras que el grupo de las 71 mujeres cuya circunferencia abdominal mostró valores mayores a 88 cm, se encontró que el 74,6% de ellas tuvieron antecedente de preeclampsia; el 80,3% resultó obesa y solamente el 28,2% no tenía otros factores de riesgo.
En este estudio, de las 55 mujeres en edad mediana (72,4%) que tuvieron cifras de tensión arterial superiores a 120/80 mmHg (Tabla 3), en dos o más tomas aleatorias 53 (96,4%), tienen antecedentes de preeclampsia para un VPP mayor de 95%
Por otra parte, el 100% de las 21 mujeres de edad mediana, a las que nunca se les constataron cifras de tensión arterial superiores a la media de 120/80 no presentaron antecedente de preeclampsia, con un VPN de 100%.
En el caso de la hipertensión arterial, el síndrome metabólico se relaciona significativamente (χ2=4,3; p=0,039), las que presentan este antecedente tienen aproximadamente 6 veces un riesgo mayor que las que no lo tienen.
La (Tabla 4) muestra que las mujeres con antecedentes de preeclampsia presentaron cifras elevadas de glucemia (13,1%), colesterol (5,2%) y triglicéridos. El síndrome metabólico se relaciona de manera muy significativa con la diabetes mellitus (χ2=10,4; p=0,001). Las mujeres de edad mediana con este antecedente tienen un riesgo aproximadamente siete veces mayor que las que no la presentan (RR=7,3).
Tabla 4 Exámenes complementarios asociados al síndrome metabólico en mujeres en edad mediana (n=76).
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La relación entre el síndrome metabólico y la dislipidemia no fue identificada como significativa (χ2=1,3; p=0,259).
Del total de mujeres de edad mediana estudiadas, 11 (14,5%) tienen síndrome metabólico, y de ellas, 9 (81,8%) tienen antecedentes de preeclampsia (Tabla 5). Esto tiene una relación estadística significativa con χ2=4,2; p=0,028.
DISCUSIÓN
La hipertensión arterial en un embarazo anterior puede provocar una enfermedad vascular subyacente no diagnosticada, aunque pocos casos se confirman histológicamente6. De cualquier forma, el haber tenido un trastorno hipertensivo en un embarazo predispone a padecerlo en uno siguiente; Castillo Hernández y colaboradores señalan que la preeclampsia tiene un 20% de recurrencia7.
Los resultados encontrados coinciden con los criterios planteados, donde los factores de riesgo no son excluyentes y la diversidad de estos en una población, incrementa el riesgo per se de preeclampsia- eclampsia8,9.
La antropometría ha demostrado ser un instrumento útil en el método clínico para el diagnóstico precoz de enfermedades crónicas no trasmisibles10; de igual manera sucede para la preeclampsia-eclampsia, el riesgo cardiovascular y del síndrome metabólico en esta población.
El índice de masa corporal (IMC) pregestacional tiene relación directa con la salud materna y fetal14,17, independientemente de la ganancia de peso en el embarazo13.
El índice cintura-cadera es una medida antropométrica específica para medir los niveles de grasa intraabdominal, el cual relaciona el perímetro de la cintura con el de la cadera (en cm) y en dependencia del resultado se estima si hay cierto riesgo cardiovascular15. Además, la circunferencia abdominal mayor de 88 cm es uno de los elementos que identifican también el síndrome metabólico16,18,19. En este estudio existe un número importante de mujeres con estas condiciones, lo que incrementa el enfoque de riesgo de enfermedades crónicas no trasmisibles.
La hipertensión arterial anterior se convierte en un factor de riesgo a considerar en mujeres de edad mediana, los resultados de este estudio coinciden con lo revisado por otros autores20-22.
CONCLUSIONES
El antecedente de preeclampsia tiene relación con factores de riesgo cardiometabolico como la obesidad, la hipertensión arterial, la dibetes mellitus y la dislipidemia, por lo que aumenta el riesgo cardiometabólico en estas pacientes en el período del climaterio comprendido entre los 45 y 59 años, reconocido como edad mediana.