ARTÍCULO ORIGINAL

La gestión de la información: Herramienta esencial para el desarrollo de habilidades en la comunidad estudiantil universitaria

Information management: An essential tool for skills development in the university student community

MSc. Amarilys Suárez Alfonso, Lic. Ivian Cruz Rodríguez, MSc. Yoendy Pérez Macías

Universidad de Cienfuegos. Cuba.

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RESUMEN

Las carreras de la Educación Superior cubana contemplan entre sus objetivos educativos que los estudiantes mantengan una sistemática actualización en el campo de la profesión, apoyándose en las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC). No obstante, persisten carencias en las habilidades que el estudiante debe dominar al respecto. Esta situación exige alternativas que solucionen la problemática, por lo que la presente investigación tiene como objetivo determinar los fundamentos teóricos para la gestión de la información y el conocimiento en estudiantes universitarios y de este modo contribuir a su desempeño como portadores de la identidad cultural durante la promoción y socialización de habilidades profesionales en las comunidades. La propuesta diseñada ofrece herramientas y métodos para realizar los análisis necesarios para la gestión de la información en el ámbito sociocultural, en la labor de marketing, en la promoción de la cultura y en los productos culturales.

Palabras clave: Gestión de la información, habilidades profesionales.

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ABSTRACT

University studies in Cuba include the systematic professional upgrade of future graduates among its educational objectives, taking as main bases the use of new information and communication technologies (ICT). However, there are gaps related to the skills that students must master in this regard. This situation demands the use of alternatives that could help providing a solution to it. This research is conducted to determine the theoretical foundations for the management of information and knowledge among university students, and to contribute to the university students´ performance as cultural identity bearers for the promotion and socialization of their professional skills in the communities. The proposal provides tools and methods designed to make the necessary analysis for information management development in the socio-cultural field, in marketing efforts, the promotion of culture, and in cultural products.

Keywords: Information management, professional skills.

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INTRODUCCIÓN

La información se ha considerado un recurso trascendental para la sociedad, como se manifiesta en las diversas civilizaciones y etapas históricas de la práctica sociocultural. Entre otras funciones, la información se utiliza para soportar un hecho, trasmitir conocimiento y comunicarse. En el contexto empresarial o desde el punto de vista de la administración, constituye un recurso decisivo que puede determinar el éxito de una organización siempre y cuando se gestione de manera eficiente.

Según Manso Rodríguez (2008, p.60), la gestión de la información es "el conjunto de las actividades que se realizan con el propósito de adquirir, procesar, almacenar y finalmente recuperar, de manera adecuada, la información que se produce o se recibe en una organización y que permite el desarrollo de su actividad".

Este término es reconocido actualmente además como gestión de la tecnología de información y gestión de recursos de información (Davenport, 2005). El desarrollo de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), conforma cambios estructurales, a nivel económico, laboral, social, educativo, político y configura la emergencia de una nueva forma de entender la cultura.

En la sociedad occidental se vendela información como un elemento accesible, que se puede poseer, que da poder, que da conocimiento. La información se ha convertido en un culto, en un mito, algo que otorga autoridad, ventajas, superioridad, dominio. Sin embargo, no se considera el carácter informativo de ser poseída o asimilada por el sujeto. Se ha producido un cambio en el concepto de la información.

La Educación Superior  en Cuba debe responder a la demanda de la información y la tecnología a partir de una estrecha relación dialéctica entre conocimientos científicos y artefactos tecnológicos que se refleje, entre otras cuestiones, en el contenido y forma de los currículos para la formación de profesionales como solución a los problemas políticos, económicos, sociales y culturales de la sociedad actual. Los objetivos de los centros informacionales deben partir de los propios objetivos de la educación, según los organismos en los que estos puedan estar inmersos. La biblioteca moderna debe ir hacia la búsqueda de nuevos procedimientos y medios para investigar. Por ello debe convertir en conocimiento y saber las informaciones que en dicho proceso encuentren.

El Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación (CRAI) es una apuesta emergente y estratégica de las universidades para concentrar y rentabilizar sus servicios de apoyo a la comunidad universitaria. Según Pinto (2009), el CRAI permite a los estudiantes participar en un proceso de aprendizaje activo, les ofrece información, los apoya en la investigación. Estimula la creatividad, promoviendo su autonomía con las diferentes fuentes de información. Ofrece la oportunidad de crear nuevos espacios para el aprendizaje y cambiar la cultura de los usuarios, formando hábitos y habilidades para toda la vida en los futuros profesionales. El CRAI de la Universidad de Cienfuegos es considerado hoy una entidad que se ajusta al modelo de biblioteca moderna que influye en los procesos socioculturales de los futuros profesionales.

La presente investigación aborda el tema gestión de la información y las acciones prácticas de un centro de información en la universidad para la formación integral de la comunidad estudiantil universitaria. En observaciones realizadas a diferentes clases, se pudo comprobar que, aunque se hace uso de la gestión de la información, se aprecian dificultades respecto al conocimiento y uso de las habilidades para gestionar la información, así como pocas habilidades en el dominio y uso de las TIC para aplicarlas a la gestión de la información.

Esta práctica ofrece herramientas y métodos para realizar los análisis necesarios que permitan la gestión de la información en el ámbito sociocultural, en la labor de marketing, en la promoción de la cultura y en los productos culturales. Es por ello que dicha investigación tiene como fin analizar los fundamentos teóricos para la gestión de la información y el conocimiento en estudiantes universitarios.

La investigación se desarrolla bajo el enfoque cualitativo porque involucra la recolección de datos con la utilización de técnicas que no pretenden medir ni asociar las mediciones con números (Grinell, 1997; En: Hernández Sampieri, Fernández-Collado & Baptista Lucio, (2010). Se emplea un estudio explicativo. La selección de los sujetos se apoya en el método no probabilístico (Hernández Sampieri, Fernández-Collado & Baptista Lucio, 2010) o método de selección deliberada e intencional, tal como lo tipifican Rodríguez, Gil & García (2004).


DESARROLLO

Para ahondar en los orígenes de la gestión de información, es importante remitirse a sus antecedentes, que se vislumbran en la década de los años ´60 del siglo XX, cuando surge la Information Science en los Estados Unidos. Su primera definición aparece en las conferencias celebradas en 1961 y 1962, en el Georgia Institute of Technology. Los estudios sobre este tema son hasta ahora diversos e innumerables. Uno de los más clásicos es el realizado por Borko (1968, pp.3-5), que ofrece definiciones medulares y guías para el progreso de la nueva ciencia. Este científico define la Information Science como una: "ciencia interdisciplinaria que investiga las propiedades y el comportamiento de la información, las fuerzas que gobiernan el flujo y el uso de la información, y las técnicas, manuales y mecánicas, del proceso informativo para su eficaz almacenamiento, recuperación y diseminación, que incluye un nivel teórico, de ciencia pura, junto a un nivel operativo de ciencia aplicada, en el que están presentes todas las disciplinas relacionadas con la Bibliotecología y la Ciencia de la Información: Archivística, Biblioteconomía y Documentación".

La gestión del recurso información se precisa en el siglo XXI, pero desde la década de los años 80 del siglo XX va imponiéndose como una actividad importante de la ciencia de la información. Según Faire-Wesseis (1997), se trata de una revolución basada en la información, porque los avances tecnológicos actuales permiten procesar, almacenar, recuperar y comunicar información en cualquiera de sus formas -voz, textos, imágenes- sin importar la distancia, el tiempo o su volumen. En esta década de los ´80 es cuando puede hablarse del surgimiento de una nueva disciplina en el ámbito de la información: la gestión de información, que replantea el mercado del trabajo del profesional de la información y demanda un profesional con responsabilidades en el diseño y desarrollo de los sistemas de información en las organizaciones.

El desarrollo de esta coyuntura, junto a la evolución de la ciencia de la información y el acelerado proceso de producción de información, crean condiciones reales y objetivas para que en los ´80 se asista a la aparición de la Information Management o gestión de información, considerada una nueva aplicación práctica de la Information Science y aunque posee elementos en común con el resto de las disciplinas afines, Bibliotecología, Documentación, Archivística, Biblioteconomía, no debe confundirse con ninguna de ellas.

La disciplina referida tiene su origen en los debates del Congreso Norteamericano, cuando se aprueba la Paper Work Reduction Act (1980) que responde a la necesidad de reducir los trámites burocráticos y el papeleo existente en la administración norteamericana. Apareció entonces la gerencia de recursos de información, cuyo propósito era "ofrecer mecanismos que permitieran a la organización, adquirir, producir y transmitir, al menor costo posible, datos e información con una calidad, exactitud y actualidad suficientes para servir a los objetivos de la organización".

Se manifiesta, a partir de este momento, que la información es un recurso importante para la consecución de los objetivos de cualquier organización y debe administrarse con criterios de economía y eficacia. Desde la gestión en la época industrial, a la que se aplica en la actualidad no existen grandes diferencias conceptuales, el significado de la palabra gestión sigue siendo el mismo, lo que ha cambiado es el contenido de lo gestionado. Según Ponjuán (1998), la gestión de información aparece como disciplina, producto de la evolución de las ciencias relativas a las actividades bibliotecarias, de información y de la dirección. Esta especialista del tema atesora una diversa bibliografía que se ha esparcido por instituciones científicas.

De acuerdo con Torricella Morales, Lee Tenorio & Carbonell De La Fé (2008), en la década de los años 90 del siglo XX fue un impulso para el fenómeno de la explosión de la información. Surge Internet con un caos de información sin precedentes, la industria editorial se democratiza a niveles antes insospechados; estadísticas recientes establecen que en Internet, existen más de 3 000 millones de páginas, con un ritmo aproximado de 7 millones de páginas nuevas cada día. El buscador más potente disponible en la red posibilita acceder al 40% de toda esa información, el alcance medio de los buscadores tradicionales es de apenas el 1% del total de páginas.

Esta situación, unida al progresivo desarrollo tecnológico, condiciona que muchas instituciones, en el aspecto informativo, presenten una excesiva centralización de la información y el flujo abundante de documentos impresos; sucede además que quienes necesitan la información no disponen de ella en el momento y espacio adecuados. El saludable desempeño de las organizaciones de hoy, inmersas en la sociedad de la información está, en gran medida, determinado por su capacidad para crear valor por medio de la solución de los retos que plantea el entorno, mediante la identificación y perfeccionamiento de los flujos de información útiles, que aportan valores a sus decisiones y quehaceres cotidianos, es decir, mediante la gestión de la información y el conocimiento.

Según Ponjuán (2003), la gestión de la información es el proceso mediante el cual se obtienen, despliegan o utilizan recursos básicos (económicos, físicos, humanos, materiales) para manejar información dentro y para la sociedad a la que sirve. Tiene como elemento básico, la gestión del ciclo de vida de este recurso y se desarrolla en cualquier organización. En particular, también se desarrolla en unidades especializadas que manejan este recurso en forma intensiva, llamadas unidades de información.

Observaciones no publicadas,White (1985), sintetiza su definición al expresar que es "la coordinación eficiente y eficaz de la información procedente de fuentes internas y externas. La gestión de la información aglutina los factores que en cualquier organización interactúan con diferentes actitudes, intereses y expectativas, para acceder y usar productos y servicios de la información y Rowley (1998), plantea que "el propósito de la gestión de información es promover la eficacia organizacional al elevar las potencialidades de la organización para cumplir con las demandas del ambiente interno y externo en condiciones tanto dinámicas como estables".

Para Fairer-Wessels (1997), la gestión de información es vista como la planificación, organización, dirección y control de la información dentro de un sistema abierto (por ejemplo la organización), gestionar la información integra en la organización un conjunto de instancias que la constituyen en función de hacer cumplir: cómo la información se adquiere, registra, almacena, distribuye y usa; cómo el personal designado maneja y hace llegar la información a los usuarios directos; cómo las personas usan la información, desarrollan habilidades informativas y se convierten en divulgadores de la misma. Mientras que Woodman (1998, p. 54), considera que "la gestión de información es todo lo que tiene que ver con obtener la información correcta, en la forma adecuada, para la persona indicada, al costo correcto, en el momento oportuno, en el lugar indicado, para tomar la acción precisa".

Los centros de información precisan crear e implementar tecnologías y sistemas informativos que apuesten por la comunicación y una información correcta, que incentiven a los usuarios a participar en la búsqueda y adquisición de nuevas informaciones para nuevos conocimientos. Según Solórzano (1999, p.211), se puede entender por gestión de información: "el conjunto de acciones proyectadas y ejecutadas -apoyadas en el sistema de información- para formalizar, estructurar e impulsar la aplicación del recurso información en aras de apoyar la productividad y, por tanto, hacer competitivo un negocio o una empresa en un entorno cada vez más basado en productos y servicios de información".

De modo general, estos autores coinciden en que la gestión de información proporciona el buen uso de la información en el momento deseado, permite elevar el nivel de desempeño de los profesionales de la información en el sistema de información. Por consiguiente, la gestión de información desempeña una importante función en estos procesos integrados en sistema y estructurados para el desarrollo de las acciones de una organización.

En esta investigación se asume el concepto de Manso Rodríguez (2008), acerca del objeto de estudio: la gestión de información es la planificación, organización y control de la información en una organización; una adecuada gestión de información posibilita transmitir y desarrollar conocimientos, entonces, la frase clave en una institución de la información es gestión de información. En el centro de la gestión de la información se encuentra la gestión de la documentación (la información que queda plasmada en documentos) y que pude ser de dos tipos:

Interna: hace referencia a aquella documentación generada o recibida por la organización en el ejercicio de sus funciones, es decir, son documentos que surgen de la actividad diaria de esa institución. En este grupo, se encuentra tanto la documentación típicamente administrativa: contabilidad, correspondencia; la documentación de gestión: informes, actas de reuniones, procedimientos de trabajo; la documentación técnica que refleja la propia actividad de la organización.

Externa: además de la documentación producida por la propia organización, esta y las personas que trabajan en ella necesitan, a menudo, consultar y manejar fuentes de información externas: libros, revistas, bases de datos (B.D), Internet pública; es aquella documentación que la organización produce de cara al público, para comunicarles hechos, actividades, acontecimientos, por ejemplo, las memorias, los catálogos de productos y servicios, la página web.

Además de la gestión de la documentación existe la gestión de información repartida en bases de datos corporativas y aplicaciones informáticas, que no se conceptúan como documentos, pero son una importante fuente de información registrada. La tendencia es a implantar sistemas que permitan que la información que tiene la organización y los individuos que la componen pueda ser compartida por todos. En este sentido, se está desarrollando la elaboración de mapas documentales y de conocimientos en los que se representa y da acceso de manera gráfica a toda la tipología documental producida o manejada en una organización, de modo que todos sepan qué hace el resto de los departamentos o personas de la misma. Este tipo de práctica, suele implantarse en un entorno de biblioteca virtual, con el fin de darle la máxima utilidad y accesibilidad.

La gestión sociocultural se realiza por programas que tienen como misión lograr la implementación de una serie de procesos que transforman los insumos en productos para generar impactos. Estos procesos se implementan en una estructura social y material; la interacción de los miembros de la estructura social genera una particular cultura y clima organizacionales. Junto con los procesos, los actores de la estructura cumplen una serie de roles funcionales que permiten articular las acciones para maximizar el logro de los objetivos perseguidos. El programa se encuentra insertado en un contexto, con el cual interactúa en mayor o menor grado. La interacción de los anteriores elementos (Gil, 2006) genera un modelo específico de organización y gestión en cada programa sociocultural.

La comunicación y la expresión en la gestión de la información desde la perspectiva sociocultural se expresa como una actividad de gestión y dentro de las políticas culturales de un área del conocimiento con contenidos, principios, objetivos y métodos. Muchos de ellos son aportados por otras ciencias sociales, dan cuerpo a una disciplina indispensable cuyo encargo social los implica en algunas de las múltiples aristas en que se manifiesta la cultura.

Por tanto, su proyección es una orientación consciente de planificación estratégica en función de programas y proyectos que satisfagan y legitimen demandas y acciones culturales de los agentes culturales que dichos proyectos y programas involucran. Estos agentes pueden ser instituciones, comunidades, organizaciones o grupos que interactúan en una estructura social que asume una política cultural dada. "La gestión sociocultural es una actividad para la acción, no se podrá revelar, sino como actividad, se asume, que la lógica y razón de su existencia están asignadas por el cambio, por el movimiento, entonces podremos compartir que debemos entenderla como un proceso, siempre inacabado, en el que el diálogo entre el pasado y el presente, entre lo propio y lo ajeno, entre el ser y el deber ser, estará orientado hacia la modelación y construcción de un futuro que ya vive entre nosotros". (Soler, 2006, p.26)

La gestión sociocultural, necesita de la aplicación de determinadas acciones para cada etapa (planificación, implementación, impacto) en función de los objetivos propuestos. Se hace necesario evaluar las estrategias definidas, así como los métodos y formas de implementarlas, para comparar los resultados logrados y trazar nuevas estrategias. Es muy común que existan contradicciones entre la política definida por los organismos competentes y la aplicación de la misma a los distintos niveles en el proceso de interrelación (Soler, 2006) entre los diferentes agentes socioculturales.

Para la gestión sociocultural, desde esta perspectiva sociocultural, es necesario tener en cuenta la misión y visión de la organización, preparación de los recursos humanos para asumirlo, funciones y tareas que demanda la aplicación de las acciones de gestión sociocultural, preparación de la población para asumir y analizar las formas de realización de la gestión, concientización de los cuadros, especialistas, trabajadores, de las necesarias integraciones para alcanzar los objetivos generales de la política (Coelho, 2008), tanto dentro como fuera del sistema.

Sobre la base de esta perspectiva, que defiende un nuevo modo de entender la relación entre ciencia y cultura, se expone una conceptualización más amplia de la gestión de la información que atienda a su dimensión social. Es decir, no solo los individuos pueden aprender a relacionarse con la ciencia y la tecnología a través de los distintos procesos y mecanismos de los que disponen, sino también las sociedades y sus instituciones. El objetivo básico de la gestión de información es organizar y poner en uso los recursos de información de la organización (tanto de origen externo como interno) para permitirle operar, aprender y adaptarse a los cambios del ambiente. Los actores principales en la gestión de información son los mismos profesionales de información, en unión estrecha con sus usuarios.

Procesos principales de la gestión de información: la identificación de las necesidades de información; la adquisición de las fuentes informativas, su organización y almacenamiento; el desarrollo de productos y servicios, su distribución y uso, que son también la base de la creación del conocimiento durante la existencia productiva de la organización, y por tanto, fundamento de la fase inicial de la gestión del conocimiento.

En la sociedad contemporánea actual tienen lugar profundas transformaciones motivadas fundamentalmente por los avances de la revolución científico-técnica, la consecuente explosión de conocimientos y el proceso de internacionalización de la economía devenido en globalización neoliberal. Estas transformaciones demandan de la universidad cambios sustanciales y oportunos si no quiere verse convertida en una institución obsoleta por no responder a las demandas sociales.

Nuevas exigencias y retos se presentan entonces a la universidad contemporánea, entre los que se citan: masificar el acceso garantizando  la calidad y la pertinencia; mejorar la retención y la eficiencia académica, así como la articulación de los estudios universitarios con los precedentes; competir en el mercado de producción y difusión de conocimientos, ante la pérdida de exclusividad en ese campo; desarrollar la investigación básica y aplicada; contribuir a una formación ciudadana, centrada en el aprendizaje y en valores; transformar los currículos; asimilar y desarrollar el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC); incorporar a la cultura universitaria la creatividad, la flexibilidad y la capacidad de adaptación. La respuesta de la universidad contemporánea a tales exigencias y retos ha sido conceptualizada como universidad del siglo XXI o nueva universidad.

La formación del pensamiento científico de los estudiantes en la universidad cubana forma parte del proceso formativo, lo cual debe lograrse durante el desarrollo de la carrera. Para que este objetivo se cumpla, el trabajo científico estudiantil debe iniciarse desde los primeros años, es decir, debe iniciarse en las disciplinas que se imparten en el ciclo básico; continuar en los ciclos, específico y del ejercicio de la profesión; culminar con la defensa de la tesis de diploma.

De acuerdo con la fundamentación de las diferentes carreras de la universidad, los primeros años deben estar encaminados a dotar a los estudiantes de las habilidades y herramientas necesarias para que puedan desarrollar un trabajo científico eficiente, que les permita obtener resultados científicos que se reflejen posteriormente en su trabajo de diploma, en presentaciones en eventos científicos a diferentes niveles y en las propuestas de solución presentada en sus prácticas laborales en las unidades docentes.

Como resultado de los nuevos imperativos, se hace necesario el desarrollo del pensamiento sobre gestión de la información en los centros de la Educación Superior. El fundamento básico de esta gestión es la definición de su rol dentro de la estrategia institucional, y sobre esa base, el establecimiento de los criterios de prioridad correspondientes, los mismos quedan establecidos en la trama institucional a través de su organización estructural. En la medida en que la estructura organizacional facilite la sincronía entre actores y acciones del proceso investigativo, se creará un entorno de conocimiento. Las instituciones universitarias deben diseñar sus propias estrategias organizativas y de tareas en respuesta a las necesidades de la sociedad en que están inmersas.

La gestión de la investigación en el contexto universitario constituye –si no la única- la forma más eficiente para el cumplimiento de las estrategias propuestas por las instituciones en la necesaria meta de alcanzar la pertinencia reclamada por la sociedad. Una universidad centrada en las necesidades sociales, que muestre caminos y soluciones a partir de sus capacidades y que repercuta en la calidad de vida, es la respuesta idónea de los países en aras del desarrollo.

La formación de los ciudadanos de un país es una de las tareas priorizadas de cualquier sociedad. Una nación moderna requiere que todos sus miembros posean un nivel cultural que le posibilite desarrollar una labor eficiente. Un país desarrollado o que aspire a serlo tiene que plantearse el objetivo de que todos sus miembros estén capacitados para ejecutar un determinado papel entre las múltiples funciones llevadas a cabo en el seno de dicha sociedad. Una sociedad es capaz, cuando todos o la mayoría de sus ciudadanos lo son; un individuo es capaz, cuando puede enfrentarse a los problemas que se le presentan en su puesto de trabajo y lo resuelve. Para que dicho individuo sea capaz requiere, que en el transcurso de su formación, haya desarrollado su pensamiento, su inteligencia.

Para desarrollar el pensamiento y su inteligencia el hombre tiene que adquirir educación que es el proceso y el resultado de formar en los hombres su espíritu: sentimientos, convicciones, voluntad, valores. La formación del hombre, tanto de su pensamiento como de sus sentimientos, para que sea eficiente, no se desarrolla espontáneamente, se ejecuta sobre bases científicas y con un carácter sistémico, este proceso ocurre en los diferentes niveles de enseñanza hasta llegar a la universidad, pero una universidad ajustada y atemperada con los nuevos tiempos.

A las unidades docentes se les concede la formación de los profesionales, el éxito en la eficiencia y eficacia a lograr depende de la calidad del proceso de enseñanza y aprendizaje, (Martínez, 2010), les corresponde:

·         La enseñanza - aprendizaje de los contenidos propios de la profesión, en sus tres dimensiones: conocimientos, habilidades y valores.

·         El desarrollo de los componentes de la dirección y la gestión.

·         La integración e interrelación de diferentes carreras en la solución de problemas socio - productivos y de los servicios.

·         La integración de diferentes disciplinas de una carrera en la solución de los problemas.

·         La formación de capacidades y convicciones a través de la solución de problemas reales, propios del modo de actuación del profesional.

·         Formación de una cultura de trabajo con un enfoque de integración disciplinar.

En dichas unidades se realiza práctica laboral investigativa, forma organizativa de participación activa de los estudiantes, docentes y profesionales de la producción y los servicios, interactúan entre sí y la comunidad (sociedad) durante la solución de los problemas reales, requiere del método científico investigativo propio del modo de actuación profesional, motiva el trabajo multidisciplinario y en equipos y desarrolla la independencia y creatividad. Es la forma fundamental de la ley relaciónuniversidad-sociedad y es común a los procesos universitarios fundamentales: docencia, investigación y extensión (Lazo, 1996).

El trabajo de la universidad junto a las unidades docentes constituye un factor esencial para elevar la efectividad de la formación socio profesional del estudiante universitario, la práctica laboral-investigativa desarrollada en las unidades docentes es la forma organizativa esencial para solucionar los problemas de la comunidad y de las propias instituciones laborales. La formación del estudiante en contacto directo con la práctica de su profesión a través de un modelo de formación centrado en el trabajo, obtiene como resultado un graduado universitario pertinente y con calidad, a la altura de las exigencias de la sociedad cubana.

La nueva universidad brinda oportunidades de situar los conocimientos al servicio de la solución de los problemas territoriales: implanta un nuevo representante colectivo, potencia la innovación, favorece la creación de competencias para la asimilación /creación de tecnologías y saberes de significación social, siempre vinculado con los demás sectores del territorio políticos, administrativos, educativos.

 

Los Centros de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación (CRAI) aglutinan en su entorno aquel conjunto de servicios y unidades de la universidad que tengan una relación directa con el apoyo a la docencia, el aprendizaje y la investigación. Facilitan la producción y difusión de la investigación científica. Suponen la evolución desde el clásico modelo de biblioteca como depósito y gestión de libros a un modelo integrado de información y servicios, dinámico y flexible. El CRAI ha de ser un laboratorio de producción de contenidos en el que los profesores puedan crear y experimentar sus materiales docentes y los estudiantes puedan elaborar presentaciones y trabajos.

 

El CRAI genera las necesidades potenciales de los usuarios en múltiples planos y aspectos, mientras que la biblioteca se concibe como un depósito o almacén de documentos a la espera de ser consultados. Es más que una biblioteca, que un servicio informático, es esencialmente un centro integrado de servicios, dinamizador del nuevo paradigma educativo, una puerta abierta al conocimiento, un espacio informal para el aprendizaje, un centro para la innovación y la formación a lo largo de la vida.

 

Según Pinto (2009, p.23), los CRAI son una apuesta emergente y estratégica de las universidades para concentrar y rentabilizar sus servicios de apoyo a la comunidad universitaria. Existen diferentes tipos:

·         Centralizado: todos los servicios en un único edificio.

·         Descentralizado: los servicios ubicados en diferentes edificios.

·         Mixtos: unos servicios en el mismo edificio, y otros fuera.

Todas las unidades y servicios que tienen relación con la docencia, aprendizaje e investigación forman parte del CRAI, entre ellos: biblioteca, salas de Alfabetización Informacional (ALFIN), editorial, creación de materiales didácticos. La información se gestiona a través de la Intranet de la universidad, biblioteca virtual, bases de datos (Remotas, Proyecto Peri), Internet, revistas referenciadas, documentos en soporte duro.

 

Ofrecen variados servicios como revisión de bibliografías, gestores de referencias bibliográficas, publicación en la biblioteca virtual, edición y reproducción de textos, creación de materiales didácticos, préstamo de documentos, red inalámbrica, reprografía, producción de materiales audiovisuales, gestión de bases de datos, ALFIN, préstamos de equipos multimedia, videoteca y servicio de traducción inglés y francés.

 

La gestión de información es un proceso estratégico que tiene lugar en una organización de cualquier tipo (incluidas las comunidades y otras entidades de carácter social). Es un proceso que abarca todos los procesos y actividades de esa organización por lo que tiene una estrecha relación con el sistema que lo rige y participan en él diferentes componentes y procesos que ocurren en un ambiente o contexto, donde, bajo el manto rector del proceso estratégico, se contemplan políticas de información que constituyen el marco regulatorio en el que se mueve el sistema de información, los contenidos constituyen la base fundamental objeto de gestión.

 

La gestión de la información permite que el estudiante se apropie de conocimientos y habilidades que debe utilizar en el contexto donde se desarrolla, mediante la asimilación y transmisión de la cultura. Por consiguiente, se considera la gestión de la información como práctica sociocultural del futuro profesional. En el proceso de formación el estudiante debe aprehender la acción social como un hecho dinámico, así como posibilitar un mejor entendimiento de los procesos subjetivos, a partir de que "el desarrollo de las prácticas socioculturales está radicalmente ligado al contexto, la cultura y el momento situacional en el que se producen los fenómenos, considerándose un proceso activo de aprehensión y transformación de la realidad desde el contacto directo con el campo objeto de estudio’’. (Gil, 2006, p.34)

 

El rol principal en las prácticas socioculturales lo desempeña el sujeto, que conformando el sistema de relaciones sociedad - escenario social - individuo, es actor por excelencia de dichas prácticas. Precisamente, el eje de la presente investigación se centra en el propio sujeto que constituye el fundamento en el análisis de las diferencias que se manifiestan en la realidad sociocultural.

 

En un sentido amplio es toda actividad de producción y recepción cultural. Teniendo en cuenta el sistema de conceptos derivados del estudio teórico sobre la identidad cultural del "Centro de Investigación para la Cultura Juan Marinello", en Cuba se puede afirmar que la práctica sociocultural es toda la actividad cultural e identitaria que realiza el hombre como sujeto de la cultura y/o como sujeto de identidad, capaz de generar un sistema de relaciones significativas a cualquier nivel de resolución y en todos los niveles de interacción, conformando, reproduciendo y/o produciendo (modificándolo) el contexto sociocultural tipificador de su comunidad. Es imposible estudiar estas prácticas socioculturales fuera del contexto donde tienen lugar, no se puede obviar que ellas van conformando y/ o transformando dicho contexto.

 

La gestión de la información asumida por la autora, según los criterios aportados por Ponjuán (2011), es una práctica sociocultural, considerada como un proceso que abarca todas las actividades presentes en el desempeño laboral de dicho profesional, en un ambiente o contexto determinado. Asimismo, debe relacionarse con las personas en las comunidades mediante el intercambio de información para lo que requiere de habilidades comunicativas y de gestión de la información para tener preparación previa en diferentes temáticas, de acuerdo con las necesidades, con empleo de información clasificada y recursos informáticos que permitan la promoción de la identidad cultural.

 

Por tanto, se entiende que la gestión de información abarca un conjunto de elementos y procesos vitales dentro de la gestión en diferentes dimensiones para el trabajo informacional en la institución u organización. Dentro de los procesos se considera la presencia de los flujos de información que representan el tránsito que sigue la información por los mejores caminos.

 

La gestión de la información ofrece herramientas y métodos para realizar los análisis necesarios que permitan la gestión de la información en el ámbito sociocultural, de forma general, y en la labor de marketing y promoción de la cultura y los productos culturales, de forma especial, siempre en el marco de lo más adecuado y en correspondencia con el perfil profesional de cada carrera universitaria.


CONCLUSIONES

La gestión de la información y el conocimiento contribuye al desarrollo de habilidades en la comunidad universitaria.

Se entiende que la gestión de información abarca un conjunto de elementos y procesos vitales dentro de la gestión en diferentes dimensiones para el trabajo informacional en la institución.

La gestión de la información ofrece herramientas y métodos a los estudiantes y profesores para el tratamiento de habilidades en las clases de las diferentes asignaturas, y garantiza que el estudiante desarrolle capacidades interpretativas y críticas, de comunicación, analíticas y sintéticas, de pensamiento sistemático.


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Recibido: Abril de 2015.

Aprobado: Junio de 2015.

MSc. Amarilys Suárez Alfonso

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