Introducción
El tutor es un profesional de educación que realiza tareas de orientación, que además de ocuparse de las actividades relacionadas con la enseñanza, se encarga de atender diversos aspectos que no quedan cuidados de forma suficiente dentro de las clases (Artigot, 1973). Es la persona clave en el proceso educativo del alumno, que de forma continuada sigue el curso evolutivo del estudiante, está en contacto con él, poniendo en práctica en cada momento la terapia aconsejada por los datos psicológicos y observaciones ambientales.
La actividad que realiza el tutor en el proceso docente educativo es lo que se conoce como acción tutorial. En relación con este término, Morales (2010), refiere que la acción tutorial constituye un proceso, enmarcado dentro de la orientación educativa, que complementa a la acción docente y que tiene como objetivo la atención a la diversidad de todo el alumnado.
Por su parte, Arnaiz & Isus (1995), plantean que “la acción tutorial es un proceso de ayuda y de orientación que lleva a cabo el profesor-tutor para contribuir al desarrollo integral del alumno”. Al hablar de acción tutorial en educación, lógicamente se deben tener en consideración una serie de factores en su entorno, entre ellos la calidad de los servicios que las instituciones educativas prestan a sus comunidades.
En este contexto González (2003), afirma que “calidad, significa hacer concretamente aquello que ha de hacerse. Es decir, atender las necesidades del usuario. La satisfacción del usuario es la clave para el éxito. Una institución educativa de calidad ha de ofertar, lo que sus usuarios necesitan: hacer bien aquello que se tiene que hacer”.
Por otro lado, de acuerdo con Monjas & González (1998), las habilidades sociales son las “conductas o destrezas sociales específicas requeridas para ejecutar competentemente una tarea de índole interpersonal. Implica un conjunto de comportamientos adquiridos y aprendidos y no un rasgo de personalidad. Son un conjunto de comportamientos interpersonales complejos que se ponen en juego en la interacción con otras personas”.
La habilidad social es la capacidad compleja para emitir conductas o patrones de respuestas que optimicen la influencia interpersonal y la resistencia a la influencia interpersonal no deseada. A juicio de los autores de este artículo las habilidades sociales son el conjunto de comportamientos eficaces en las relaciones interpersonales.
Lo cual significa que si se desarrollan estas habilidades se pueden conseguir satisfacciones en el ámbito de la familia, de las amistades y en las relaciones amorosas, e incluso ayudarán a la hora de conseguir trabajo y de defender posturas o planteamientos, puesto que los factores que determinan el comportamiento proceden de lo que se piensa y de lo que se siente por uno mismo y que influyen en la autoestima, que se presenta como sentimiento positivo dando lugar a actos que refuerzan gratos sentimientos; es un sentimiento que se expresa siempre con hechos. En una persona puede detectarse su autoestima por lo que hace y como lo hace.
Las habilidades sociales de los estudiantes a través de la acción orientadora que un docente realiza con uno o un grupo de estudiantes les ayuda en su maduración como persona, en su aprendizaje. Para ello el docente inclusive se involucra en su medio familiar de los estudiantes, todo ellos con la finalidad de mejorar su desarrollo integral (Ortega, 1994).
A nivel internacional el tema es investigado por autores como: Boronat, Castaño & Ruiz (2002); Serrano (2008), entre otros. En estos estudios se destaca que el tutor no debe en marcarse en un solo plan de acción, sino que este debe ser de una forma sistemática o periódica; y que, también, debe ser visto como un educador integral que logre que los estudiantes se sientan motivados por lo que aprenden y puedan llegar a graduarse con todos los conocimientos necesarios, para afrontar la vida laboral con profesionalidad.
En los documentos oficiales al docente que ejerce la acción de orientar y guiar a sus estudiantes, de acuerdo con León González, et al. (2020), se le denomina de diversas maneras: profesor guía, profesor asesor, profesor consejero y tutor.
Los tipos de tutorías analizados por Bertella, et al. (2017), citados por León González, et al. (2020), son: de materia, de tesis, profesional, académica y virtual. La tutoría es una actividad inherente a la función que realizan los docentes en las instituciones educativas, con el propósito de contribuir al desarrollo integral de sus estudiantes. En este proceso el tutor orienta a sus estudiantes acerca de las ventajas y desventajas de las posturas y decisiones a adoptar ante una situación. En este empeño la acción tutorial de cada docente debe ser atendiendo las necesidades educativas de cada estudiante. Para ello, la función del docente, mediador entre el ambiente y los estudiantes, no será solo de facilitador del aprendizaje; sino también un guía para el aprendizaje y el desarrollo integral.
Boza, et al. (2000, p. 61), señala dentro de las formas de acción tutorial las siguientes:
Orientación en los procesos de enseñanza -aprendizaje.
Orientación para la prevención y desarrollo.
Orientación profesional.
Orientación para la atención a la diversidad: necesidades educativas especiales.
Al proseguir analizando el tema es importante señalar que dentro de las teorías psicológicas que influyen en el aprendizaje y que explican la acción tutorial se encuentran los aportes de Piaget (1969); y Vigotsky (1979). La teoría de Piaget (1969), constituye el punto de partida de la concepción constructivista del aprendizaje plantea que el proceso enseñanza aprendizaje se dé en un ambiente creativo y de innovación. Desde este punto de vista, para que los estudiantes se desarrollen con autonomía e independencia y donde se espera que el docente promueva los cambios deseados para mejorar el aprendizaje.
El principal aporte de Vigotsky (1979), al tema es el concepto de Zona de Desarrollo Próximo) en el que se demuestra la relación que existe entre aprendizaje y desarrollo y donde se distinguen dos niveles: el nivel evolutivo real, lo que puede hacer el estudiante de manera independiente; y el evolutivo potencial, lo que puede hacer con la ayuda de otra más capaz.
Al analizarse la teoría de la escuela histórico cultural puede apreciarse que en sus preceptos se le otorgan valor al papel del sujeto en la participación activa, directa y comprometida de su propio crecimiento personal y social y a la influencia del contexto. Al respecto Leontiev (1981), sostiene que todas las cualidades psíquicas del hombre se desarrollan mediante la relación del sujeto con la realidad histórica-social-cultural.
Los autores de este artículo al reflexionar sobre el tema analizado, consideran que la acción tutorial es continua y para todos los alumnos; se extiende a lo largo de todas las etapas educativa hasta el nivel superior. En la acción tutorial están implicados: docentes, estudiantes, la familia y el contexto histórico, social y cultural; debe potenciar el tránsito progresivo de la dependencia a la independencia, así como el desarrollo de la capacidad de conocer, controlar, transformar creadoramente la realidad; realizar aprendizajes a lo largo de la vida, a partir del dominio de habilidades para aprender a aprender y la necesidad de una autoeducación constante.
Por otra parte, dentro de las habilidades sociales más importantes que pueden desarrollarse se encuentran: Autoestima, asertividad, comunicación y toma de decisiones. La autoestima, es el componente afectivo de sí mismo; reflejo de un sentimiento sobre su propia persona. Es la valoración que tenemos de nosotros mismos, la opinión y los sentimientos que cada uno tiene acerca de sí mismo, de los propios actos, de los propios valores, del nivel de confianza y seguridad que nos tenemos. Cuando se tiene poca autoestima se posee también muy escasa capacidad para tener éxito en el aprendizaje en las relaciones humanas y en cualquier otro orden de la vida.
Para una persona con poca autoestima las relaciones personales tienen gran importancia: busca en los demás el apoyo y la aprobación que no encuentra en sí mismo. La autoestima es opuesta a toda manifestación de autosuficiencia. Quien tiene autoestima vive virtudes de participación, lealtad, honestidad, responsabilidad; Camino a una educación integral y desarrollo personal equilibrado.
La autoestima contiene tres elementos: 1) cognitivo, determinado por ideas, opiniones, creencias, informaciones; 2) afectivo, que permite valorar lo positivo o negativo, agradable o desagradable que vemos en cada uno, también permite sentirse a gusto consigo mismo; y 3) conductual, determinado por las intenciones, decisiones y acciones como práctica de los factores anteriores.
La asertividad, expresa el respeto hacia uno mismo y hacia los demás, pero aclarando que ser asertivo no significa la ausencia de conflictos con otras personas, sino el saber gestionar los problemas cuando surgen. Ser asertivos es ser nosotros mismos y resultar convincentes sin incomodar a los demás, al menos no más de lo imprescindible.
La persona persuasiva, eficaz en su comunicación y que resulta agradable a sus interlocutores puede considerarse asertiva, no manifiesta actitudes pasivas ni agresivas. Las actitudes pasivas, reflejan incapacidad para expresar con libertad o que siente, su propia opinión. El individuo pasivo trata de evitar conflictos al precio que sea.; mientras que las agresivas, están relacionadas con los derechos de los demás por la defensa de los propios; se tiende a la dominación, a negar al otro la capacidad de defenderse, de responder equitativamente. Estas conductas agresivas pueden incluir desconsideraciones hacia el otro, insultos, amenazas y humillaciones e incluso ataques físicos; siempre estas personas son negativas.
La comunicación, es el proceso por el cual se recepciona y/o emite una información, es la base de una saludable relación entre las personas, por lo que debe ser clara y precisa, evitando una complejidad innecesaria en los mensajes transmitidos para que no afecte de modo negativo las relaciones interpersonales además a través de ella podemos expresar lo que sentimos, pensamos, necesitamos, lo que creemos. Todos los hombres y mujeres, sean niños, jóvenes o adultos tenemos este derecho y de no hacerlo puede llevar a un incremento del estrés, la ansiedad, originando problemas en el trabajo, en las relaciones sociales y familiares.
El poder tener una buena comunicación es el resultado de las habilidades aprendidas en la niñez, por la influencia positiva de los padres y educadores. Sin embargo, también puede desarrollarse mediante un entrenamiento.
La relación con los compañeros y compañeras representa, en opinión de muchos trabajadores, lo mejor del trabajo y la principal fuente de apoyo laboral. Esta relación se manifiesta desde formas donde prevalece la colaboración desinteresada a otras donde prima la competitividad, de los sentimientos de grupo al individualismo. Y todas ellas están moduladas por la comunicación.
La comunicación entre las personas es esencial en los diferentes ámbitos de la vida y, cómo no, en el laboral, porque con ella se opera el acceso e intercambio libre de información, la propia negociación de los desacuerdos y conflictos o la ayuda emocional en momentos difíciles o estresantes.
Existen diferentes modos y estilos de comunicación - entre las formas verbal y no verbal - y la elección de uno u otro para comunicarnos es una opción personal que se da en función de los objetivos que queramos conseguir en ese intercambio.
Después de todo, los buenos comunicadores tratan no sólo de transmitir información, sino de elaborar sus mensajes de forma que se cree y se mantenga una estima positiva. Por eso, la comunicación puede ser un “juego” multifuncional, unas veces cargado de emotividad, otras de agresividad o ingenio, y muchas veces insatisfactorio.
Por último, se tiene a la toma de decisiones, como un proceso de elección básica en el que un individuo escoge entre dos o más alternativas de solución frente a un determinado problema o situación; es la capacidad de poder elegir, tomando en cuenta las consecuencias y los beneficios que se pueden suscitar si se elige una de ellas; es por ello que se deben seguir los siguientes pasos: definir cuál es el problema, explorar las alternativas, considerar las consecuencias, determinar la mejor solución y evaluar el resultado.
Piñero & Rodríguez (1998), quienes postulan que la riqueza del contexto del estudiante (medida como nivel socioeconómico) tiene efectos positivos sobre el uno mismo. Este resultado confirma que la riqueza sociocultural del contexto (correlacionada con el nivel socioeconómico, mas no limitada a él) incide positivamente sobre el desempeño escolar de los estudiantes. Ello recalca la importancia de la responsabilidad compartida entre la familia, la comunidad y la escuela en el proceso educativo.
De lo anterior se puede establecer que la persona logrará su mejor desarrollo cuando considera aquellas variables personales y contextuales donde se manifiesta su comportamiento, ya sea en el ámbito social y del estudio, trabajo o de las relaciones sociales. Así, en el contexto educativo se ha hallado evidencia de la mejora cuando el estudiante se siente desarrollado, es decir, cuando confía en sus propias capacidades y tiene altas expectativas de sus habilidades sociales.
Actualmente en Perú existen insuficiencias relacionadas con la acción tutorial y su relación con las habilidades sociales, lo cal ha sido abordado por autores como: Murillo (2006); Núñez (2010); Flores (2012).
En el caso de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, de Perú, se ha observado que la acción tutorial no se toma como servicio de orientación, como una actividad organizada sistemática y profesionalmente brindada por los docentes en pro del estudiante. Esta necesita enfrentarse a las exigencias de la vida social; y para ello no solo necesita atributos académicos y culturales, sino también hacia la formación personal, enriqueciendo su persona con conocimientos, valores y actitudes.
En el artículo se reflexiona sobre la importancia que tiene la acción tutorial en el desarrollo profesional de los estudiantes de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, de Perú.
Materiales y métodos
Se utilizó una investigación cuantitativa porque trata de resolver los problemas buscando que cifrar con números los resultados sobre las estrategias de acción tutorial en su relación con las habilidades sociales. El método a utilizar es el método descriptivo, que permite estudiar el fenómeno en su estado actual y en su forma natural; por tanto, las posibilidades de tener un control directo sobre las variables de estudio son mínimas.
La población estuvo constituida por 1081 estudiantes de la Facultad de Tecnología de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle.
De la población de estudio se seleccionará una muestra representativa mediante la técnica de muestreo aleatorio. El tamaño de la muestra quedó constituido por 284 estudiantes.
La hipótesis general de investigación formulada es la siguiente: "La acción tutorial se relaciona significativamente con las habilidades sociales en los estudiantes de la facultad de Tecnología de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle”.
Las variables estudiadas son: Acción tutorial y Habilidades sociales. Las encuestas utilizadas analizan seis dimensiones: Primeras habilidades sociales, habilidades sociales avanzadas, Habilidades relacionadas con los sentimientos, Habilidades sociales alternativas, Habilidades para hacer frente al estrés y Habilidades de planificación.
Los datos obtenidos luego de la aplicación de las encuestas fueron procesados con el Paquete Estadístico SPSS 20.
Resultados y discusión
Los resultados del análisis psicométrico a que fue sometida la prueba de habilidades sociales, según los resultados del análisis de ítems, los 50 reactivos deben permanecer conformando la prueba en la escala asignadas por los autores.
Asimismo, los coeficientes Alfa de Cronbach alcanzados en las escalas oscilan entre 0.78 y 0.85, y un alfa de cronbach total de 0.82, lo cual indica que la escala es confiable.
Los resultados del Análisis Factorial Exploratorio de la prueba de habilidades sociales indican que está conformada por un solo factor que explica el 67,59% de la varianza total (Tabla 1).
El análisis comparativo de las Escalas de Habilidades sociales por sexo (Tabla 2) indica que no existe diferencias estadísticas significativas en caso alguno. Por lo que se debe señalar que, tanto los estudiantes varones como las mujeres, presentan valores similares en cada una de las sub escalas y en el total de la prueba.
Esto es, sin duda, un aporte del estudio que seguramente va a ser adecuadamente aprovechado por otros investigadores interesados en profundizar el estudio sobre las habilidades sociales.
En lo que se refiere a la hipótesis, los resultados confirman que ha sido aceptada; lo cual significa que ambas variables marchan juntas, por lo que hoy resulta de vital importancia desarrollar la acción tutorial y las habilidades sociales en nuestros estudiantes.
Estos resultados confirman las propuestas teóricas de Monjas & González (1998) y los resultados de las investigaciones Piñero & Rodríguez (1998), quienes postulan que la riqueza del contexto del estudiante (medida como nivel socioeconómico) tiene efectos positivos sobre el 87 uno mismo.
También la riqueza sociocultural del contexto (correlacionada con el nivel socioeconómico, mas no limitada a él) incide positivamente sobre el desempeño escolar de los estudiantes. Ello recalca la importancia de la responsabilidad compartida entre la familia, la comunidad y la escuela en el proceso educativo.
De lo anterior se puede establecer que la persona logrará su mejor desarrollo cuando considera aquellas variables personales y contextuales donde se manifiesta su comportamiento, ya sea en el ámbito social y del estudio, trabajo o de las relaciones sociales. Así, en el contexto educativo se ha hallado evidencia de la mejora cuando el estudiante se siente desarrollado, es decir, cuando confía en sus propias capacidades y tiene altas expectativas de sus habilidades sociales.
Conclusiones
De acuerdo a los resultados obtenidos existe una relación estadísticamente significativa entre la acción tutorial y las habilidades de planificación en los estudiantes de la facultad de Tecnología de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle.
El análisis comparativo de las Escalas de Habilidades sociales por sexo, nos indica que no existen diferencias estadísticas significativas.