Introducción
La medicina tradicional, mediante plantas y sustancias de origen vegetal, ha demostrado resultados satisfactorios en la prevención y tratamiento de múltiples enfermedades (Ansaloni et al., 2010; Barrera y Kindelán, 2014; Bailon et al., 2015). Llegando a desarrollarse en la técnica avanzada como es la fitoterapia (Ansaloni et al., 2010). Además, ha demostrado eficacia en sanación energética, aplicándose en casos donde la medicina convencional ha sido limitada (Bailon et al., 2015; Castro, 2020). Asimismo, en varios lugares, ha llegado a desarrollarse como medicina alternativa (Bahiense et al., 2017). En la actualidad, existe complementariedad entre la medicina convencional y la tradicional (MSP, 2014).
En cuanto a medicina tradicional de Cañar, ha venido trascendiéndose desde tiempos remotos, donde la biodiversidad de plantas medicinales de la región, han sido los principales precursores (Ansaloni et al., 2010). De esta forma, por la necesidad de uso potencial, se ha vendido usando estas plantas bajo condiciones de recolección temporal y manejo sostenible (Aguaiza, 2014). Por lo tanto, los sanadores, terapeutas y habitantes de las zonas rurales de Cañar, desde hace siglos, han venido conservando y usando plantas de uso medicinal y aplicando saberes ancestrales para tratar enfermedades en beneficio de la salud pública (Bailon et al., 2015). Sin embargo, en la actualidad, los conocimientos ancestrales de esta medicina, se están perdiéndose cada vez más. Además, existe escasa documentación y desconocimiento de la población sobre las plantas de uso terapéutico en la región. Por otro lado, el uso y mal uso de plantas medicinales (Mora, 2008), condiciones ambientales extremas por los efectos del cambio climático, ampliación de fronteras agrícolas y destrucción de hábitat natural (Rivers et al., 2011), han intervenido al peligro de extinción de estas plantas (Mora, 2008). Por lo mismo, en el presente estudio, se planteó localizar y mapear plantas de interés medicinal en su entorno silvestre o natural y en huertos familiares, y realizar la georreferenciación. Además, realizar el análisis de suelo y vegetación dentro del área de estudio. Asimismo, identificar el contenido cultural y las propiedades terapéuticas. Por lo tanto, la documentación de plantas medicinales de la región, será útil para la preservación, conservación, propagación, y posteriormente, para múltiples aplicaciones.
Materiales Y Métodos
El área de estudio, fue en las comunidades rurales de la provincia de Cañar denominada TUCAYTA. TUCAYTA (Tukuy Cañar Ayllukunapa Tantanakuy), sus siglas en kichwa, es una organización indígena que abarca 14 comunidades y 4 cooperativas (Figura 1), con un área alrededor de 115 km2, a altitudes que van desde 2800 a 4000 msnm, y cuenta con 8305 habitantes aproximadamente (AMA, 2012).
Las plantas se identificaron con el código PMTC (Planta Medicinal TUCAYTA-Cañar), y se tomó puntos referenciales mediante coordenadas geodésicas WGS84 (World Geodetic System 1984) y cartesianas UTM (Universal Transversal Mercator), asignadas por la herramienta Mobile Topographer, que trabaja con GPS (Hill et al., 2019), el cual permitió la localización geográfica de las respectivas plantas dentro del área de estudio (Coronado et al., 2018). Asimismo, las plantas fueron debidamente fotografiadas. Además, se usó el equipo Qmini MP GPS (Global Positioning System) para confirmar los puntos. Para la georreferenciación, se usó Data Frame dxf con coordenadas UTM, asignadas por Mobile Topographer, y se usaron Shapefiles de Cañar y Ecuador, que permitieron mapear usando el software ArcGis 10.5 (Herbei et al., 2010). Además, se estableció correlación entre coordenadas y altitud mediante gráficos 3D, usando R Project (R Core Team, 2019). Asimismo, se realizó un análisis de imagen espectral y visual de vegetación y suelo mediante imágenes Landsat 8 (Zhao et al., 2019). Adicionalmente, se obtuvo información de terapeutas especializados, y se realizó una búsqueda bibliográfica de los benéficos que brindan las respectivas plantas.
RESULTADOS
Se localizaron un total de 87 plantas de uso terapéutico, identificados con nombre local y científico. Los cuales, han sido localizados usando Mobile Topographer y GPS, con el sistema de coordenadas geodésicas WGS84, empleando un patrón matemático de 3 dimensiones; latitud y longitud expresados en grados, minutos y segundos, y altitud en metros sobre el nivel del mar (msnm) (Tabla 1). Las plantas fueron localizadas a altitudes que van desde 2860 hasta 3832 msnm a temperaturas que van desde 2 a 16 °C. Un 80% de especies se localizaron entre las altitudes 3000 y 3500 msnm a temperaturas promedio de 14 °C, un 14 % a altitudes mayor a 3500 msnm a temperatura promedio de 2°C, y un 5% a altitudes menor a 3000 msnm a temperatura promedio de 16°C (Figura 2).
La georreferenciación, permitió ubicar plantas de interés en los siguientes lugares: Bosque Carbonería, comunidades Ayahuayco, Cuchucun, Shizho, San Rafael, Quilloac, Kirincay, y en los alrededores de la ciudad de Cañar, en un recorrido aproximado de 3,8 km (Figura 3). Por otro lado, mediante la combinación de bandas de imágenes Landsat 8, y la aplicación de la función aritmética de ArcGis 10.5, se pudo realizar el análisis de imagen espectral y visual de vegetación y suelo, donde se determinó zonas alteradas debido a diferentes causas dentro del área de estudio a una escala de 1:20 000 (Figura 4).
Las propiedades terapéuticas de las respectivas plantas, fueron obtenidas a partir de la información aportada de terapeutas entrevistados y de fuentes bibliográficas, encontrándose los principales usos y beneficios (Tabla 2).
Por otro lado, en las entrevistas a terapeutas, se obtuvo información relevante sobre los conocimientos ancestrales y el contenido cultural. Donde, varios terapeutas concuerdan y describen el gran valor de la naturaleza, mencionando que los Cañari o Kañari, originarios de la antigua nación Cañari, habitantes nativos de la actual provincia de Cañar, son una cultura noble, con un alto sentido de la libertad y dignidad humana, que han venido defendiendo algo que tiene un valor enorme. Y se plantea la pregunta ¿Qué es lo que defienden? Para ello, una vez ubicados en la cima del cerro Zhinzhuna, y al frente el majestuoso cerro Juidán, y atrás, el legendario cerro Buerán. Y entre estos macizos montañosos, se puede divisar la bella laguna de Patococha, que se divisa al sur de este paraíso, desde donde nacen arroyos que llegaran hasta las tierras de TUCAYTA. Asimismo, al otro extremo, al oeste, podemos divisar el majestuoso cerro Caucay y Altar, desde donde se percibe al fondo, riveras que llegarán a formar el río Cañar, y junto a los arroyos se divisa el bosque Carbonería; con árboles de miles de años de antigüedad. Y al frente, con dirección norte, se divisa el imponente Huallicanga, que rodera la cordillera constituyendo la hoya de Cañar; donde se asientan las ciudades Cañar y Tambo. Todos estos macizos montañosos, llegan a conformar el nudo del Azuay. Además, no es solo el paisaje terrenal mencionan, ya que en esta tierra habitan hombres y mujeres con una sabiduría ancestral y una forma de educación diferente hacia los jóvenes, de habitar la tierra insertos totalmente en el orden natural. Por tanto, los Cañari, no son reconocidos por un arte grandioso como pirámides o templos, más bien, forman parte de esta creación que se defiende con tanto ahínco. Por lo tanto, estas consideraciones, hacen únicas entre los pueblos originarios de América.
En este contexto, se sabe que, cuando los quechuas invadieron el actual Ecuador, la nación Cañari resistió incansablemente, y los incas sin poder ganar la batalla, lograron unir naciones a través de diálogos y lazos matrimoniales (Simbaina y Aguaiza 2020). Posteriormente, los caciques Cañari, fueron invitados a Cusco para enseñar su majestuosidad. Sin embargo, los Cañari, siempre estuvieron convencidos de que de ellos era lo mejor. Para entender aquello, se puede analizar el contenido de sabiduría de algunas palabras del antiguo idioma Cañari, como Huaqui “Hombre”, que resulta la unión de dos vocablos Hua derivado de Ahua “de arriba” y Qui derivado de Quilla “luna, resplandeciente, energía”, es decir, una energía que fue enviada desde arriba. Como dice el mito de creación Cañari, el hombre fue creado por la Diosa Quilla “Luna” de un espíritu del cielo. Asimismo, Zarza “Mujer”, también unión de dos vocablos Zar za, que significa “fertilidad” y está relacionado con la concepción, Zarza “diosa de la fertilidad”. También la palabra Juya “espíritu” que significa origen, algo que no se ve. Por tanto, el hombre en vida debe alcanzar el Juya o Juyay “amor”, es decir, llegar a la espiritualidad y entregar el amor antes de morir. También otro ejemplo es la palabra Juyayay “invocar al espíritu” o “grito de guerra”, que significa llamar al espíritu antes de entrar en batalla, es decir, frente al derramamiento de sangre y muerte, el hombre Cañari no deja la dignidad humana, Huyayay “con espíritu”. En este sentido, la cultura Cañari o Kañari, es única, modesta y justa, y vive con lo mínimo, pero con un modelo de sabiduría de como habitar la tierra, respetando, conservando y protegiendo a la madre naturaleza y a todos los seres que habitan en ella. Por lo tanto, para alcanzar estas instancias altas de sabiduría, el chuya mikuna “alimentación sana” y el sumak kawsay “el buen vivir” es fundamental (Aguaiza, 2014), donde, las plantas comestibles y medicinales juegan un papel primordial para la salud.
Discusiones
La biodiversidad de plantas de uso terapéutico dentro del área TUCAYTA fue amplia, donde los principales, han sido posibles identificarlas y localizarlas. Estudios previos, indican el uso de herramientas móviles con aplicaciones que facilitan localizar plantas medicinales (Coronado et al., 2018). La herramienta Mobile Topographer, permite gestionar coordenadas en tiempo real de grados decimales, o en grados, minutos y segundos, siendo usadas para sitiar puntos (Hill et al., 2019). Existe estudios similares en la silvicultura usando Mobile Topographer para ubicar plantas forestales, donde reportan, que las plantas sitiadas geográficamente con referencia al GPS de los satélites no exceden mayor error (Čehić, 2018). Por lo tanto, esta herramienta, permitió establecer puntos de referencia de las plantas medicinales, y posteriormente, realizar la georreferenciación dentro del área de interés. Por otro lado, el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS: United States Geological Survey), permite usar imágenes Landsat 8, que cubre el área de estudio a una escala promedio de 1:60 000 (Zhao et al., 2019). Por lo tanto, el análisis espectral y visual de vegetación y suelo con imágenes Landsat 8 (Herbei et al., 2010), permitió identificar zonas alteradas en el área de estudio, originadas mediante causas como explotaciones mineras, excavaciones de lastres mineros, ampliación de zonas urbanas, rellenos sanitarios, entre otras, constituyen factores de destrucción del hábitat natural, interviniendo al peligro de extinción de las especies vegetales.
En cuanto a las propiedades terapéuticas, varios estudios reportan hallazgos prometedores usando plantas medicinales para tratar y prevenir distintas enferemedades (Bahiense et al., 2017; Cedeño et al., 2019). En el reciente brote COVID-19, estas plantas han demostrado resultados alentadores, las especies más útiles con actividad antiviral y antiinflamatorias fueron Brassica oleracea, Eucalyptus globulus, Chuquiraga jussieui y Piper aduncum, que refuerzan el sistema inmunológico y contrarrestan al virus (Maldonado et al., 2020). Asimismo, evidencias científicas de laboratorio reportan resultados satisfactorios usando especies como Uncaria tomentosa y Zingiber officinale para contrarrestar al SARS-CoV-2 (Severe Acute Respiratory Syndrome Coronavirus 2) (Moncada-Mapelli y Salazar-Granara, 2020). Además, en estudios de acoplamiento molecular, se ha visto la eficacia de los compuestos bioactivos a base de plantas medicinales frente a SARS-CoV-2 (Adem et al., 2020). Otra planta, que ha demostrado ser efectiva a COVID-19, es Solanum dulcamara, aunque ha sido prohibida bajo la ORDEN SCO/190/2004 por ser venenosa (Barcia, 2020), se ha venido usando en dosis apropiadas. Por otro lado, los terapeutas locales, reportan técnicas medicinales como el temascal y baños de vapor combinadas con plantas medicinales (Castro, 2020), que consiste en la eliminación de toxinas, virus y bacterias por transpiración. Sin embargo, aún faltan evaluar el potencial medicinal de las respectivas plantas frente a múltiples enfermedades.
Conclusiones
Las herramientas GPS y Mobile Topographer, permitieron localizar plantas de interés medicinal mediante coordenadas para la respectiva ubicación geográfica. La identificación y ubicación de plantas medicinales, es la información fundamental requerida para la conservación, preservación, propagación, y posteriormente, aplicación medicinal.
Agradecimientos
Al terapeuta Kusikayo Cungachi, por brindar los saberes ancestrales de la medicina tradicional de Cañar. Al terapeuta Oso Tepahteh Hutse, por brindar conocimientos medicinales de nativos americanos.