INTRODUCCIÓN
Utilizar los pastos y los forrajes en su momento adecuado es una de las tareas que deben cumplir con rigor los ganaderos actuales para obtener buenas producciones, tanto en los animales, como en sus áreas explotadas. Este conocimiento, como todos los demás que se puedan considerar, contribuirá a un uso más eficiente de estos importantes recursos de los sistemas de producción animal (Santana et al., 2019).
En Venezuela al igual que otros países de clima tropical la producción de biomasa no es estable todo el año (Álvarez-Perdomo et al., 2017); por lo que, Oliveira et al. (2017) afirmaron que el Cenchrus purpureus constituye una opción para cubrir el desbalance estacional en las fincas por su rendimiento. Debido a la reciente introducción de variedades de este género en territorio venezolano y desconocimiento de su comportamiento, se ratifica la necesidad de evaluar el comportamiento agronómico del Cenchrus purpureus vc. Cuba OM-22 a diferentes edades de corte y su relación con elementos del clima, en condiciones de una región del estado Portuguesa.
MATERIALES Y MÉTODOS
Localidad, clima y suelo del área experimental: La investigación se realizó en la unidad “Simón Bolívar”, perteneciente a la Empresa Mixta Socialista Lácteos del Alba, ubicada en el sector Tucupido, municipio Guanare, estado de Portuguesa, República Bolivariana de Venezuela. Localizada a los 8º 56 19,78 de latitud norte y a los 69º 51 27,39 de longitud oeste a 165 msnm en la región centro occidental del país. El estudio se realizó durante los períodos lluvioso y poco lluvioso. El clima es subtropical húmedo, con una temperatura media anual de 28ºC y precipitaciones anuales que oscilan entre los 1400 y los 1900mm. El período lluvioso va de mayo a octubre, y el período poco lluvioso de diciembre a marzo. Noviembre y abril son meses de transición (Foghin-Pillin, 2002 y INE, 2011). En la Tabla (1) se observa el comportamiento de las variables climáticas durante el período experimental.
Período lluvioso | Período poco lluvioso | |||||
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Junio | Julio | Agosto | Diciembre | Enero | Febrero | |
T máx. (ºC) | 30,9 | 30,6 | 31,7 | 30,9 | 32,4 | 33,5 |
T media (ºC) | 26,6 | 26,3 | 25,9 | 26,7 | 27,5 | 28,2 |
T mín. (ºC) | 22,3 | 21,9 | 21,8 | 22,9 | 22,6 | 22,9 |
HR (%) | 92,3 | 91,6 | 90,8 | 85 | 74 | 71 |
PE (mm) | 227,2 | 230,4 | 231,9 | 63,7 | 8,9 | 3,6 |
Fuente: Estación Climatológica Aeropuerto Guanare, Portuguesa. T máx.: temperatura máxima; T media: temperatura media; T mín.: temperatura mínima; HR: humedad relativa; PE: precipitación.
Características del suelo
El suelo donde se realizó el experimento según Mancilla (2002) corresponde a la zona de Llanos Altos, producto de la formación de planicies de sedimentación, área con topografía plana. Los suelos clasificados dentro del orden Entisol (World Soil Resources Reports, 2006), son de textura arcillosa, con pendientes muy suaves. Presentan buen drenaje y fertilidad natural, baja alteración mineral y pocas pérdidas de bases. La composición química del suelo aparece en la Tabla 2.
pH | C.E (dS/m) | MO (%) | P (ppm) | K (ppm) | Ca (ppm) | Mg (ppm) | Text. | Arena (%) | Arcilla (%) | Limo (%) |
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5,6 | 0,05 | 2,18 | 2 | 30 | 418 | 83 | FA.a | 50,8 | 26,4 | 22,8 |
Fuente: Laboratorio de Análisis y Procesamiento de Suelo UNELLEZ-Guanare (2011).
C.E: Conductividad Eléctrica; MO: Materia Orgánica; P: Fosforo; K: Potasio; Mg: Magnesio; Text: Textura.
Características del material vegetal
El material vegetal evaluado fue el Cenchrus purpureus vc. Cuba OM-22, cultivo con buena actitud forrajera, el cual ingresó a la República Bolivariana de Venezuela a través del Convenio Cuba- Venezuela. Las semillas procedieron de fincas de la empresa Mixta Socialista Lácteos del ALBA, donde se encuentran los bancos de semilla certificada para su introducción, evaluación y extensión.
Tratamiento, diseño y análisis estadístico
Se empleó un diseño de bloques al azar, con cuatro tratamientos (las edades de rebrote 30, 45, 60 y 75 días) y cuatro repeticiones. Como unidad experimental se empleó la parcela de 20 m2. Para los análisis estadísticos se utilizó el paquete Statistica 10.0 (StatSoft, 2011), las medias se compararon por el test de comparaciones múltiples de Duncan (1955). Se establecieron matrices de correlaciones entre los indicadores agronómicos y las variables climáticas que caracterizaron a cada período experimental.
A partir de altos valores de correlación para los indicadores rendimiento, porcentaje de hojas y tallos se establecieron, además, ecuaciones de regresión lineal múltiples para estas variables en ambos períodos. Para la selección se consideró: altos coeficientes de determinación (R2) y nivel de significación de los parámetros (Hocking, 1976).
Procedimiento experimental
Se escogió un área en una zona llana y con buen drenaje superficial, a la que se le realizó la preparación del suelo de forma convencional en secano (aradura, cruce de grada y surca). Se plantó en el mes de mayo utilizando semilla agámica con cuatro meses de edad, picadas previamente en trozos de tres a cinco yemas las cuales fueron ubicadas en el fondo del surco a una profundidad de 20 cm y tapadas con 10 cm de suelo a una distancia entre surcos de 90 cm y entre plantas de 60 cm en parcelas de 20 m2 de área cosechable.
Cada parcela contó con cuatro repeticiones y se seleccionaron cinco plantas para cada edad de rebrote. Luego de un corte de establecimiento entre cinco y diez centímetros de altura sobre el nivel del suelo en el mes de junio comenzó la evaluación después de un año de establecidas. Inmediatamente después de realizar las mediciones se procedió al corte y pesaje del material de la parcela con una balanza de capacidad para 12 kg con una desviación de 0,1g para determinar el rendimiento de materia verde y seca, para ello se tuvo en cuenta el efecto de borde.
Mediciones a la planta
Se le determinó a cada planta la longitud y ancho (cm) de la cuarta hoja completamente abierta, longitud y diámetro del cuarto entrenudo con un pie de rey con una precisión de 0,05 mm, altura de la planta desde la base hasta el punto de ápice de la planta con una regla milimetrada, porcentaje de hojas y tallos (%) y área foliar (cm2) según la metodología descrita por (Herrera, García y Cruz, 2018).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los valores de los indicadores agronómicos para el período lluvioso (Tabla 3) reflejaron incrementos con la edad de forma general. Para el caso de la altura se observaron diferencias, con el mayor valor a los 75 d. El promedio alcanzado supera a los referido por Ledea et al. (2017) al evaluar variedades de Cenchrus en ecosistemas degradados y a los reportados por Duarte et al. (2018) en la variedad Roxo en Brazil. Por su parte, las hojas mostraron similar comportamiento, excepto a las edades de 45 y 60 d. La proporción de hojas y tallos reflejaron una relación mayor para los últimos a partir de los 45 d, acentuándose a medida que la planta envejece, proceso normal en la familia de las gramíneas.
Cabe destacar el aumento del área foliar con la edad, lo que ratifica la alta capacidad fotosintética de esta variedad, superior a la informada por Arango et al. (2017) al evaluar la variación morfológica del Cenchrus clandestinus en el trópico alto de Colombia.
Ledea et al. (2018) al evaluar tres variedades de Cenchrus purpureus obtenidas por cultivos de tejidos en condiciones edafoclimáticas del Valle del Cauto, región Oriental de Cuba, encontraron resultados similares para la longitud de hojas a los 60 y 75 días, lo que denota la respuesta morfológica del género Cenchrus a la incidencia de las radiaciones solares que caracterizan al cinturón tropical pero que se acentúan sobre el trópico principalmente.
La longitud de la hoja está estrechamente relacionada con las condiciones climáticas de la región donde se cultive el pasto (Sánchez-Santana et al., 2019), y dentro está el nivel de irradianza, intercepción luminosa, precipitaciones, temperatura y velocidad del viento, otras variables no climáticas que se relacionan con la fisiología del cultivo, y que también afectan la morfología de la hoja, como el área foliar.
Indicadores | Edad de rebrote, días | |||||
30 | 45 | 60 | 75 | EE± | P | |
AL, cm | 118,5a | 184,1b | 221,9c | 299,3d | 6,15 | 0,004 |
LH, cm | 55,8a | 89,3b | 90,0b | 101,6c | 1,73 | 0,006 |
AH, cm | 2,8a | 4,2b | 4,1b | 5,3c | 0,08 | 0,002 |
LE, cm | 3,3a | 8,8b | 9,7b | 13,3c | 0,34 | 0,005 |
DE, cm | 2,1a | 2,3a | 2,3a | 3.1b | 0,05 | 0,02 |
PH, % | 57,3a | 37,9b | 31,7c | 21,2d | 1,10 | 0,0001 |
PT, % | 42,7a | 62,1b | 68,3c | 78,8d | 1,10 | 0,0005 |
ÁF, cm2 | 156,6a | 375,3b | 368,3b | 541,7c | 12,67 | 0,004 |
AL: Altura; LH: Longitud de las Hojas; AH: Ancho de las Hojas; LE: Longitud del Entrenudo; DE: Diámetro del Entrenudo; PH: Porcentaje de Hojas; PT: Porcentaje de Tallos; ÁF: Área Foliar.
Los indicadores agronómicos en el período poco lluvioso (Tabla 4) se comportaron de manera similar al lluvioso, el porcentaje de hojas fue alto a los 30 d de rebrote (P<0,05), sin embargo, disminuyó considerablemente a medida que aumentó la edad con diferencias en todos los tratamientos, lo que está relacionado a mecanismos fisiológicos de respuesta que desarrolló la planta por la falta de humedad para el transporte de solutos y desarrollo de nuevas estructuras (Herrera, García y Cruz, 2018; Álvarez et al., 2019).
Indicadores | Edad de rebrote, días | |||||
30 | 45 | 60 | 75 | EE± | P | |
AL, cm | 83,5a | 112,3b | 151,3c | 117,3d | 3,69 | 0,003 |
LH, cm | 62,8a | 80,0b | 95,5c | 105,8d | 1,68 | 0,009 |
AH, cm | 2,9 | 2,9 | 3.9 | 3.8 | 0,06 | 0,1 |
LE, cm | 2,8a | 2,9a | 3,4a | 6,0b | 0,12 | 0,02 |
DE, cm | 1,6a | 2,2b | 2,1b | 2,4b | 0,04 | 0,03 |
PH, % | 69,1a | 46,7b | 39,7c | 24,9d | 1,55 | 0,0001 |
PT, % | 30,9a | 53,3b | 60,3c | 75,1d | 1,55 | 0,0002 |
ÁF, cm2 | 188,0a | 235,7a | 379,4b | 401,1c | 9,80 | 0,001 |
abcd Valores con diferentes superíndices en una misma fila difieren para P<0,05
AL: Altura; LH: Longitud de las Hojas; AH: Ancho de las Hojas; LE: Longitud del Entrenudo; DE: Diámetro del Entrenudo; PH: Porcentaje de Hojas; PT: Porcentaje de Tallos; ÁF: Área Foliar
Asimismo, Álvarez et al. (2019) encontraron resultados similares a los de esta investigación en el período poco lluvioso en el Valle del Cauto, Cuba. Sin embargo, algunos indicadores fueron inferiores para iguales edades de rebrote. Por otra parte, Reyes-Pérez et al. (2019) al evaluar la productividad y calidad en dos variedades de Cenchrus purpureus (Morado y Maralfalfa) en la zona de la Maná, Ecuador, obtuvieron que la mejor relación de hojas y tallo se estableció en las primeras edades de rebrote, al igual que en la presente investigación.
Al establecer la relación entre los indicadores del rendimiento, la edad y los factores climáticos (Tabla 5), se ajustaron ecuaciones de regresión lineal múltiples para el período lluvioso de todas las variables productivas con la edad, las temperaturas máximas y las precipitaciones con coeficientes R2 por encima de 0,96.
Mientras que, para el periodo poco lluvioso se ajustaron ecuaciones de regresión lineal múltiples entre el rendimiento (t MS ha-1) con la edad, la temperatura máxima y las precipitaciones (R2 0,99). Para el porcentaje de hojas y tallos se ajustaron con la edad las temperaturas media y máxima con valores de R2 superiores a 0,94.
Indicador | Ecuación | R2 |
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Período lluvioso | ||
Rendimiento (tMS/ha) | 505,37+0,62(±0,07)E-17,06(±1,65)Tmax+0,16(±0,006)PE | 0,99 |
Hojas (%) | 508,5-0,61(±0,07)E-14,66(±1,75)Tmax+0,04(±0,06)PE | 0,96 |
Tallos (%) | -408,5+0,61(±0,07)E+14,65(±1,75)Tmax-0,04(±0,07)PE | 0,96 |
Período Poco lluvioso | ||
Rendimiento (tMS/ha) | 122,91+0,67(±0,05)E-4,16(±0,43)Tmax-0,63(±0,17)PE | 0,99 |
Hojas (%) | 503,14-0,61(±0,06)E+13,34(±3,12)Tmax-33,24(±7,12)Tmed | 0,94 |
Tallos (%) | -464,06+0,62(±0,06)E-13,24(±3,13)Tmax+33,16(±3,14)Tmed | 0,96 |
P<0,001. E: edad; Tmax: temperatura máxima; PE: precipitaciones; Tmed: temperatura media; R2: Coeficiente de determinación.
En ambos períodos del año los parámetros fueron significativos. La variabilidad explicada por los modelos fue alta y similar, con coeficientes de determinación superiores a 90 %. Esto indica la precisión de los modelos propuestos para explicar el proceso biológico. Presentando mayor variabilidad (CME y EE±) en el período lluvioso con respecto al poco lluvioso para el rendimiento, comportamiento que obedece a que en el primero existe mayor humedad del suelo, lo que propicia que la planta exprese su mayor potencial productivo y acumule gran cantidad de biomasa (Martínez y González, 2017; Uvidia-Cabadiana et al., 2018 y Reyes-Pérez et al., 2019).
Por lo que Rojas y Guerra (2010) y Herrera et al. (2017) afirmaron que el crecimiento de los pastos puede ser descrito por medio de funciones matemáticas que predicen el desempeño de la altura y la producción de biomasa, estas permiten realizar evaluaciones y clasificar de forma sencilla la productividad de una especie en una zona determinada.
Al evaluar y predecir el comportamiento productivo de Cenchrus purpureus vc. king grass, con diferentes frecuencias de corte y niveles de fertilización nitrogenada, Márquez et al. (2007), encontraron que se ajustaron a un modelo de regresión no lineal mixto y otro de regresión categórica. En esta investigación el R2 explicó el 70,67 % de la variabilidad total del rendimiento, valor inferior al de este trabajo. Sin embargo, Ramírez (2010) al realizar la modelación del rendimiento de MS acumulada de variedades de Cenchrus y otras gramíneas, encontraron otros modelos de mejor ajuste.
Resulta importante destacar que Herrera, García y Cruz (2016; 2018) al evaluar el efecto de la frecuencia de corte y la fertilización nitrogenada en el comportamiento productivo en el pasto elefante y bermuda cruzada mediante regresiones lineales y cuadráticas, obtuvieron coeficientes de determinación que variaron entre 85 y 99 %, similares a los de este trabajo en los dos períodos evaluados.
La (Fig. 1) muestra la evolución de la producción de biomasa seca en función de la edad.
En el período lluvioso esta variedad experimentó mayor velocidad de crecimiento, expresada en mayor acumulación de biomasa, coincidente con la fase logarítmica del crecimiento de los pastos relacionado con un balance positivo entre la fotosíntesis y respiración, resultados similares a los encontrados por Herrera, García y Cruz (2016) y Reyes-Pérez et al. (2019). La menor productividad del forraje se observó en el período poco lluvioso, comportamiento determinado por las altas temperaturas, baja humedad del suelo y menor duración de los días que caracterizaron la etapa. No obstante, Ramírez (2010), en el Valle del Cauto, encontró similares resultados al estudiar cinco gramíneas de reciente introducción a diferentes edades de corte.
Las curvas de acumulación de forraje ayudan a la compresión y toma de decisiones para determinados cultivos en condiciones específicas (Cruz et al., 2017; Ray et al., 2018), para la variedad en estudio, el uso adecuado de ellas puede generar e implementar programas que ayuden a identificar parámetros de interés económico y productivo, aspectos que no deben ignorarse al momento de tomar una decisión con interés productivo.