INTRODUCCIÓN
La Buffalypso es una raza seleccionada en las islas Trinidad y Tobago para la producción de carne, a partir de una población de cruzamientos indiscriminados de cinco razas lecheras procedentes de la India: Murrah, Nili-Ravi, Jaffarabadi, Surti y Bhadawari (Bennett et al., 2007), no obstante, las que le dieron origen son altas productoras de leche en su país de origen (Aujla y Hussain, 2015; Rathod et al., 2018; Singh y Saini, 2020; Verma et al., 2017).
Los primeros animales (25 hembras y dos sementales), arribaron en el año 1983 desde Panamá, entre ese año y 1989 procedentes de Trinidad y Tobago se importaron 241 búfalas y 11 machos que se ubicaron en la empresa Los Naranjos, en el área de Majana, en la costa sur de la actual provincia Artemisa, de la zona occidental del país. Todos los animales carecían de control genealógico y productivo.
En 1986, con 745 animales totales, de ellas 82 búfalas, de las cuales hubo como promedio 79 en ordeño, y una producción de 93094 litros de leche, se comercializaban en el supermercado Centro de la capital habanera, cinco subproductos lácteos: yogur natural, yogur con sabor a limón, leche acidófila y leche gelificada con sabor a coco, de gran aceptación en la población.
A partir de 1989, se adquirieron los Carabaos, procedentes de Australia, posteriormente comenzaría un programa de cruzamiento, que dada las condiciones de tenencia de esos animales no tuvo control, de manera que los resultados de los Buffalypso puros son los que abarcan el período 1983-1992, de ahí que el objetivo sea informar acerca del comportamiento reproductivo, productivo y en la ceba de los Buffalypso en Cuba.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se dispuso de tres bases de datos. La primera contenía la información de las 625 bubillas nacidas en Cuba de 1983 a 1992, para conocer la edad y peso a la incorporación (EINC, PINC), la edad al primer parto en 404 de ellas (EPP) y el intervalo entre partos (IPP) en una muestra de 2222 nacimientos ocurridos en ese período, correspondientes a las búfalas importadas desde Panamá y Trinidad y Tobago y las bubillas cubanas (151, 1218 y 853 partos respectivamente), de esos nacimiento se utilizaron 2013 partos para conocer su distribución mensual. Se realizó un análisis de varianza con el procedimiento de modelos lineales (GLM) del paquete estadístico SAS (1995) para analizar el efecto del año y mes de nacimiento sobre EINC, PINC y EPP y el efecto de la procedencia, año y semestre de parto sobre el IPP. Con el objetivo de conocer la distribución de los partos por meses se utilizó el Proc Freq del SAS.
La segunda base contenía la información de 323 búfalas y 826 lactancias ocurridas desde 1983 hasta 1989 distribuidas según la procedencia en: Panamá (69), Trinidad y Tobago (579) y las nacidas en Cuba (178). Los rasgos estudiados fueron producción de leche a los 244, 305 días y total (L244, L305, LTOT), duración de la lactancia (DLAC), grasa en 305 días (G305) y total (GTOT). Se realizó un análisis de varianza con el procedimiento de modelos lineales (GLM) del paquete estadístico SAS (1995) para analizar el efecto de la procedencia, mes y año de parto sobre cada rasgo, además del número de lactancia para las cubanas. El cálculo de las correlaciones de Pearson y Spearman entre los rasgos reproductivos y productivos, se realizó mediante el procedimiento Proc Corr del SAS.
Para conocer el comportamiento de los machos de esta especie en ceba estabulada, se utilizaron los pesajes mensuales de 43 Buffalypso no castrados, a los que se les determinó el peso a la entrada y salida, así como la ganancia media diaria (GMD) durante el período. Se analizó el efecto del año de nacimiento sobre estos indicadores a partir del procedimiento de modelos lineales (GLM) del paquete estadístico SAS (1995).
Los animales se ubicaron en áreas costeras de la empresa Los Naranjos, el destete se efectuó a los 8 meses, la base alimentaria la constituyeron los pastos naturales, Paraná (Brachiaria mutica), Sacasebo (Paspalum notatum), Espartillo (Paspalum virgatum) y Caguazo (Sporobolus indicus), e introducidos Pangola común (Digitaria decumbens) y Bermuda de costa (Cynodon dactylon), en la época de seca se suplementaban con forraje de King grass (Pennisetum purpureum x Pennisetum typhoides).
Los búfalos estabulados en ceba, consumieron forraje de King grass (Pennisetum purpureum x Pennisetum typhoides), sales minerales y miel 3% a voluntad más 1,1 kg/animal/día de alimento concentrado.
A la llegada de las búfalas el ordeño era manual una vez al día con apoyo del bucerro, posteriormente pasó a ser mecánico en la lechería 505, muchas de las hembras nunca se habían ordeñado en sus países de origen.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Resultados reproductivos
La edad de incorporación a la reproducción fue de 20,8±1,8 meses con peso promedio de 369,2±5,7 kg (Tabla 1), los que pueden considerarse muy satisfactorios para la especie en las condiciones de crianza de Cuba y al inicio del programa.
Año de nacimiento | Incorporación a la reproducción | Edad al primer parto EPP±ES (días) | ||
Edad±ES (meses) | Peso±ES (kg) | |||
1983 | 18,2±1,5ac | 383,1±14,9ac | 914,6±121,3ª | |
1984 | 17,9±0,5a | 400,3±5,0ac | 923,4±45,2ª | |
1985 | 18,1±0,4a | 387,8±4,3ac | 1052,8±41,0b | |
1986 | 18,1±0,4a | 392,6±4,2ac | 1063,5±38,9b | |
1987 | 19,6±0,3ac | 369,4±3,5a | 1138,5±35,1b | |
1988 | 23,2±0,3b | 359,2±3,5ab | 1176,2±37,3bc | |
1989 | 22,8±0,3b | 373,9±3,8a | 1227,5±68,1c | |
1990 | 24,8±0,5b | 352,2±4,9b | 1146,0±154,8b |
Letras diferentes en la misma columna difieren significativamente (p<0,05)
Ambos parámetros fueron altamente influenciados (p<0,0001) por el año y mes de nacimiento. En el caso de la edad a la incorporación aumentó en las que nacieron a partir de 1988 y el peso disminuyó, como consecuencia del aumento del número de cabezas en el rebaño y la disminución de la oferta alimentaria. Con relación al mes de nacimiento, las bubillas que nacieron en los meses de enero y febrero presentaron las mejores edades y pesos a la incorporación.
La edad al primer parto fue de 1118,26±16,1 días (37 meses), similar al que encontraron en Colombia en hembras mestizas Buffalypso x Murrah, que según Dumar Ayala y Romero Ortíz (2014) fue de 36,7 meses.
El año de nacimiento de las bubillas en Cuba, influyó significativamente la EPP. En la Tabla 1 se aprecia que ese rasgo aumentó anualmente durante los años en estudio, consecuentemente con el aumento de la EINC y disminución del PINC que provocaron un aumento del período de servicio.
El IPP promedio fue de 401,9±9,4 días, las que parieron en el segundo semestre presentaron menor IPP (401,8±3,7 días) con relación a las que lo hicieron en el primer semestre (434,9±5,2 días), esta diferencia es altamente significativa (p<0,0001). En relación con la procedencia, las búfalas panameñas, trinitarias y cubanas exhibieron valores de 407,0±7,5; 410,4±3,9 y 437,8±4,7 respectivamente, estas últimas difirieron significativamente (p<0,001 y p<0,0001) de las importadas de ambos orígenes.
El intervalo entre partos promedio fue ligeramente superior al que encontraron en Cuba, en hembras mestizas de Buffalypso x Carabao, Ceró et al., (2017), quienes en rebaños de la provincia de Camagüey informaron 382,2 días, y a los de la lechería del Instituto de Ciencia Animal entre los años 2000 a 2006, cuyos valores estuvieron entre 365 y 380 días (Fundora, 2016).
En los partos que ocurrieron entre 1983 y 1990 la estacionalidad se manifestó, de estos 65,7% ocurrieron entre los meses de julio a octubre (Fig. 1), resultados que coinciden con los que obtuvieron en la zona oriental de Cuba, donde 76% ocurrieron entre los meses de junio-septiembre (Almaguer et al., 2015), en Panamá (De León-García et al., 2022) y en Venezuela (Nava-Trujillo et al., 2019).
Resultados productivos lecheros
Al realizar el análisis de varianza (Tabla 2) se obtuvo que la procedencia, Panamá, Trinidad y Tobago y Cuba, así como el número de lactancia, resultaron ser efectos significativos sobre L244 y L305 (p<0,05). Además, todos los rasgos estudiados fueron afectados significativamente por el año y el mes de parto (p<0,001) lo que coincide con Dangar y Vataliya (2018), en búfalas Jaffarabadi.
Efecto de la procedencia, año, mes de parto y número de lactancia | ||||||
L244 | L305 | LTOT | DLAC | G305 | GTOT | |
Procedencia | ns | * | ns | ns | ns | ns |
Año | ns | ** | *** | *** | *** | *** |
Mes | ns | ns | ** | *** | ns | ns |
NL | * | * | ns | ns | ns | ns |
R2 | 32,2 | 67,1 | 17,3 | 16,0 | 89,6 | 42,9 |
CV | 20,8 | 21,1 | 49,2 | 36,0 | 7,0 | 14,6 |
CME | 211,4 | 260,7 | 387,1 | 76,6 | 0,4 | 0,9 |
* (p<0,05); ** (p<0,001); ***(p<0,001)
Los coeficientes de variación de LTOT y DLAC fueron elevados (49,2% y 36,1%), como reflejo de la gran variabilidad existente en el rebaño, lo que indica que otros factores no controlados influyen sobre ellos.
La producción de leche media fue de 742,5±19,9 kg en 202,1±8,9 días de lactancia característica de animales bajo poca presión de selección, superior a la que informaron Rastogi y Rastogi (2005) en el rebaño trinitario que le dio origen al cubano, que resultó de 611,3 kg en 191,6 días de lactancia.
La producción de leche registrada en las primeras búfalas nacidas en Cuba fue de 786,6±19,6 kg en 212,2±8,7 días de lactancia. Los rasgos LTOT y L244 a través del número de lactancia experimentaron un aumento hacia el segundo parto y una disminución en el tercero (Tabla 3) mientras que L305 presentó su mínimo en el primer parto y el máximo en el tercero.
Los porcentajes de G305 y GTOT fueron 5,9%; 6,1%; 5,8% y 5,1%; 6.9%; 5,1%, para las panameñas, trinitarias y cubanas respectivamente, inferiores a los que refieren Rastogi y Rastogi (2005) para este genotipo.
Procedencia | L244±ES (kg) | L305±ES (kg) | LTOT±ES (kg) | DLAC±ES (días) |
Panamá* | 1070,6±68,9 | 1656,1±251,8 | 763,4±54,7 | 196,7±11,1 |
T. Tobago* | 984,3±42,6 | 1290,4±91,7 | 725,1±33,7 | 203,8±6,8 |
Cuba** | 880,1±50,9 | 1085,4±111,7 | 723,4±44,7 | 216,5±9,1 |
TOTAL | 1011,3±14,9 | 1286,1±17,5 | 742,5±19,9 | 202,1±8,9 |
Producción de leche según el número de lactancia de las Buffalypso nacidas en Cuba | ||||
NL1 | 881,8±66,2 | 1055,8±174,7 | 751,6±105,1 | 227,1±20,8 |
NL2 | 1057,3±88,3 | 1337,3±194,7 | 902,3±117,0 | 240,6±23,1 |
NL3 | 869,1±139,7 | 1345,1±280,4 | 724,6±149,2 | 221,6±29,5 |
* Se desconocía el número de lactancia; ** todas las lactancias ocurridas en Cuba.
Las correlaciones entre los rasgos reproductivos y productivos fueron discretas y no superaron las 0,23 unidades. El valor más elevado de correlación (0,80) se encontró entre la leche total y los días de lactancia (Tabla 4).
EINC | PINC | EPP | IPP | LTOT | DLAC | |
EINC | 1,00 | -0,20328 | 0,28599 | 0,20771 | -0,01568 | 0,03048 |
PINC | -0,26625 | 1,00 | -0,16628 | -0,08743 | 0,10962 | -0,04022 |
EPP | 0,40229 | -0,24478 | 1,00 | 0,16269 | -0,06937 | -0,22963 |
IPP | 0,23610 | -0,07283 | 0,11002 | 1,00 | 0,03824 | 0,16395 |
LTOT | -0,00697 | 0,12491 | -0,10383 | 0,02092 | 1,00 | 0,80403 |
DLAC | 0,05399 | -0,03825 | -0,27590 | 0,05158 | 0,81791 | 1,00 |
Resultados en la ceba estabulada
Se determinó la ganancia media diaria en una ceba estabulada, el período de prueba fue de 130 días, con edad media de entrada de 10,3 meses y pesos de 253,1±6,5 kg. Al finalizar el período de estabulación, con 14,6 meses promedio, el peso fue de 385,5±7,8 kg y la ganancia media diaria de 1,09±0,6 kg/día (Tabla 5).
Año de nacimiento | Edad inicial (meses) | Peso inicial (kg) | Edad final (meses) | Peso final (kg) | GMD (kg/día) |
1983 | 20,3 | 412,0±30,1 | 24,6 | 546,8±42,8 | 1,03±0,2 |
1984 | 9,3 | 255,6±9,8 | 13,6 | 388,5±13,8 | 1,02±0,1 |
TOTAL | 10,3 | 253,1±6,5 | 14,6 | 385,5±7,8 | 1,09±0,6 |
El grupo de animales que entraron con 9 meses de edad tuvieron la misma ganancia (1,02 kg/día), que los nacidos un año antes y alcanzaron un peso de 388,5±13,8 kg a los 13,6 meses. Estos resultados fueron altamente satisfactorios para la especie bajo las condiciones de ceba estabulada, e indicaron que en un período corto (4 meses), los machos Buffalypso pueden sacrificarse a edades muy tempranas (13 meses) con pesos que permiten ofrecer carne en calidad y cantidad suficiente para la dieta humana.
CONCLUSIONES
De acuerdo con los resultados hallados y si consideramos las condiciones ambientales, características del rebaño y el grado de conocimiento que existía sobre la especie, podemos concluir que la raza Buffalypso en cualquier ecosistema del contexto cubano es una opción válida para la producción de alimentos de alto valor nutritivo de consumo humano, no obstante su productividad se puede incrementar si se introducen mejoras en los sistemas de manejo, alimentación, selección, salud y capacitación técnica, lo que permitirá además, conocer con mayor precisión su potencial productivo y las causas que lo afectan.
En otro orden, con vistas al desarrollo exitoso de la especie, es imprescindible prever el crecimiento del rebaño, dado por la alta natalidad y baja mortalidad de los búfalos, para evitar el deterioro de los indicadores reproductivos y productivos, incrementar los índices de selección, así como organizar rebaños de cría para la producción de carne