El Premio Anual Nacional de la Academia de Ciencias de Cuba (ACC), tiene como propósito reconocer las investigaciones con resultados científicos relevantes, su contribución al conocimiento nacional y universal y su impacto en la sociedad. Cuba necesita de sus científicos para continuar conectando el conocimiento con el desarrollo económico y social, lo que permitirá satisfacer las necesidades de su población.
La historia de nuestro país muestra, desde inicios del siglo xix y hasta la actualidad, el interés de los cubanos por desarrollar la ciencia nacional, a pesar de las complejidades de las diferentes épocas, en función del bien de la nación. Ejemplo de esto son algunos hechos y figuras importantes como Félix Varela y Morales, quien desterró de los estudios formadores de la juventud las ataduras que impedían el desarrollo de las ciencias y del conocimiento en Cuba, introdujo la física experimental sobre la base de métodos modernos y estableció el principio de hacer ciencia para crear conciencia y crear conciencia patriótica para hacer ciencia.
En 1861, un grupo de científicos e intelectuales cubanos fundaron la primera academia de ciencias surgida fuera del continente europeo, en ella se discutieron y se presentaron importantes contribuciones científicas de la época.
En la década del 1960, Fidel realizó un llamado a la juventud para formar una legión de hombres y mujeres necesarios para desarrollar el país en medio del proceso revolucionario cubano, así fue como en el año 1962 se creó la Academia de Ciencias de Cuba, continuadora de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana. En los años siguientes acontecieron importantes sucesos, entre los que se destacan, la fundación del Centro Nacional de Investigaciones Científicas en 1965, la creación del Polo Científico en 1992 y la fusión de un grupo de industrias biofarmacéuticas que dio lugar a la megaindustria BioCubaFarma en 2012.
En la actualidad, se desarrolla un proceso novedoso en el que la dirección del país creó el sistema de gestión de gobierno, basado en ciencia e innovación, que movilizó e integró a la comunidad científica en el desarrollo de las vacunas que facilitaron el control de la pandemia de la COVID-19. Se implementaron las políticas de la Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) desarrolladas por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), además se crearon los parques científicos tecnológicos, las empresas de alta tecnología, la creación de empresas de interfaz, y el sistema nacional de programas y proyectos, que definen un rumbo diferente para la ciencia cubana.
El potencial humano de Cuba y su capacidad de conectar el conocimiento con la economía es fundamental para enfrentar los desafíos actuales. Las investigaciones que durante más de 20 años han sido premiadas por la ACC lo demuestran. Desde el año 1999 hasta el 2022, la ACC ha recibido más de 4000 investigaciones para propuestas a premios, resultando galardonadas cerca del 50 %, con un incremento en la cantidad de trabajos evaluados en los últimos años.
En la convocatoria del año 2022, se recepcionaron 196 propuestas y resultaron premiadas 95 investigaciones, lo cual representa el 48,4 %. En este año hubo un crecimiento de un 14 % en relación al año anterior. Las secciones de Ciencias Biomédicas (CBM) y Ciencias Sociales y Humanísticas (CSH) fueron las que más propuestas y premios recibieron, mientras que la sección de Ciencias Agrarias y de la Pesca fue la que menos premios obtuvo.
Del total de autores, 72 son miembros de la ACC, de ellos 6 jóvenes asociados. Las provincias que obtuvieron más premios fueron La Habana (66), Villa Clara (8), Mayabeque (6), Camagüey (4) y Santiago de Cuba (4); mientras que Artemisa y Las Tunas no presentaron propuestas y Guantánamo no obtuvo premios.
Las instituciones ejecutoras más destacadas de la región occidental fueron la Universidad de La Habana (UH), Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría (CUJAE), Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), Centro de Inmunología Molecular (CIM).
De los 95 premios, el 37 % fueron realizados en colaboración con instituciones internacionales, cifra que muestra un incremento en comparación con años anteriores. De ellas, 86 entidades son de EE. UU., Europa y de América Latina, lo cual evidencia la solidez de estos estudios y del prestigio de la ciencia cubana.
Las principales causas de rechazo de las investigaciones están dadas principalmente por la insuficiente visibilidad de los resultados, por las pocas publicaciones y el bajo nivel de citaciones, además de no presentar evidencias de la participación en eventos, la insuficiente acreditación de la introducción de los resultados, la omisión de autores y la poca preparación de los expedientes en relación con las bases e instrucciones de la convocatoria del año en curso, entre otras causas.
Los premios nacionales muestran una evidencia de la ciencia de excelencia en Cuba, proceden de investigaciones de alto nivel científico donde convergen la multidisciplinariedad, la integración y la colaboración científica internacional. Alrededor del 80 % de los mismos son el resultado de temas de doctorados, como expresión de la formación del potencial científico humano joven. Muchos de los mismos son el resultado de investigaciones de las ciencias básicas combinadas con otras disciplinas. El incremento de la cantidad de propuestas cada año es una muestra del interés de los científicos cubanos de comunicar sus resultados para su difusión. Como reto fundamental queda lograr la introducción de los resultados a la práctica de algunas de estas investigaciones, principalmente las relacionadas con el tema de la producción de alimentos.
Evocar a la Patria en el presente es una necesidad inaplazable. En los tiempos actuales se necesita de los jóvenes porque con sus aportes, su vitalidad, su energía, su talento, su dedicación y consagración podremos superar cualquier obstáculo por complejo que parezca. La misión esencial de los jóvenes cubanos es utilizar a la ciencia y al pensamiento para la construcción de una sociedad cada vez mejor y superior. Recordemos esa definición de patria de nuestro apóstol, “Patria es fusión dulcísima y consoladora de amores y esperanzas, porque patria es humanidad”.
Las generaciones del presente y del futuro lograrán establecer una sociedad basada en el conocimiento, más inclusiva y humana. Cuba es tierna, y la define la extraordinaria diversidad cultural, la fortaleza y alegría contagiosa de su gente, alguien dijo que por nuestras venas corre fuego, por eso merece la patria, el esfuerzo de todos nosotros. Es esta la vía más objetiva de lograr el desarrollo del país, y con ello aumentar la productividad del trabajo, las exportaciones y disminuir las importaciones para incrementar la calidad de vida de la población. Un inmenso reto está en la introducción de las nuevas tecnologías relacionadas con la revolución industrial 4.0 del presente. Es por ello que la Academia de Ciencias de Cuba continúa desarrollando una función innovadora e incrementando su membresía nacional e internacional con el propósito de lograr la integración desde los diferentes espacios y así impulsar el desarrollo local, para garantizar la soberanía necesaria para enfrentar los retos del presente y del futuro.