Introducción
La Conferencia Mundial sobre la Educación Superior, celebrada en la sede de la UNESCO en Paris, en el acápite sobre la nueva dinámica de la educación superior y la investigación para el cambio social y el desarrollo, se expresaba en el segundo punto de su comunicado final: “La educación superior debería asumir el liderazgo social en materia de creación de conocimientos de alcance mundial para abordar retos mundiales, entre los que figuran la seguridad alimentaria, el cambio climático, la gestión del agua, el diálogo intercultural, las energías renovables y la salud pública” [1].
En Cuba, desde la visión de los autores de este trabajo, el enfoque en torno a la RSU se ha desarrollado de manera gradual, con poca integralidad y, más recientemente, ha propiciado la incorporación estudiantil en tareas de choque con una visión de mayor amplitud e implicación social del proceso en sí.
La prensa escrita informó el pasado año, acerca de las acciones de un grupo de estudiantes, realizadas en plena pandemia de covid-19 y publicaba: “…un grupo de jóvenes de la CUJAE, junto a estudiantes e ingenieros matanceros trabajan en el diseño de un modelo informático para la gestión del ingreso en hospitales y centros de aislamiento” [2].
Es apreciado que el énfasis en la formación profesional se ha encaminado, en primer lugar, a la docencia, la investigación y, en último término, hacia la extensión universitaria sin la organicidad que ellos requieren para tributar realmente al concepto de RSU. Sin embargo, la aparición de la pandemia del Covid-19 ha permitido direccionar la fuerza estudiantil, temporalmente inactiva por la suspensión del curso, en tareas de apoyo en centros de aislamiento, hospitales y atención a personas vulnerables en todo el país, direccionando la dimensión socioafectiva en ese sentido.
El propósito fundamental del presente trabajo es: Identificar las características y desempeños en torno a la RSU en la Universidad Tecnológica de La Habana “José Antonio Echeverría”, CUJAE, sustentada en las concepciones teóricas actuales acerca del tema y en las investigaciones realizadas por el Centro de Estudios para el Perfeccionamiento de la Educación Superior (CEPES) de la Universidad de La Habana.
Desarrollo
Análisis de los diferentes conceptos de Responsabilidad Social Universitaria
García, Reviño y Banda [3] entienden en el ámbito de la Responsabilidad Social Universitaria, que: “… El compromiso de las universidades con el desarrollo de la sociedad debe ser cualitativa y cuantitativamente superior cada día ya que dicho desarrollo es necesario enmarcarlo como un proceso de profundas transformaciones sociales, económicas científico, tecnológicas, políticas culturales y ambientales…”Estos autores aprecian esas transformaciones en tres dimensiones; a nivel territorial, nacional y mundial y lo condicionan a la formación del capital humano, que propicie el desarrollo armónico con sostenibilidad y pertinencia social.
De acuerdo con Vallaeys: “La Responsabilidad Social Universitaria exige, desde una visión holística, articular las diversas partes de la institución en un proyecto de promoción social de principios éticos y de desarrollo social equitativo y sostenible, para la producción y transmisión de saberes responsables y la formación de profesionales ciudadanos igualmente responsables” [4]. Según este concepto se trata de vincular el accionar de la institución de educación superior (IES) de forma integrada con los actores externos e impactar en el desarrollo de la comunidad en dirección hacia un compromiso ineludible de la universidad con el perfeccionamiento social.
Ello constituye hoy una necesidad importante para el desarrollo de la sociedad, es relevante y oportuno reconocer el papel transformador que debe primar en la gestión de la IES, no visto de forma fragmentada ni parcial, sino apreciado en toda su magnitud.
Especialistas en esta problemática resumen de manera acertada estas ideas cuando expresan: “La responsabilidad social es de la universidad misma, de su identidad, ya que todo el proceso educativo debe estar orientado a la formación ciudadana, de la cual se sigue todo sentido de responsabilidad en la sociedad” [5].
En el desarrollo y continuidad de tales empeños, hay que tener en cuenta tres aspectos fundamentales: la formación de una visión en los directivos de las IES que les permita apreciar en toda su magnitud la complejidad de la tarea que enfrentan, así como su responsabilidad en el cumplimiento del proyecto estratégico de la universidad; la necesidad de auto transformar su pensamiento y actuar para conducir después a la transformación de la institución en un “campus responsable” y transformar el accionar del resto de la comunidad universitaria que le permita ejercer el liderazgo ético y social que la sociedad requiere.
En la práctica los directivos, para actuar en consecuencia con lo que la sociedad necesita de la universidad, deberán adoptar el enfoque estratégico de la planificación. Almuiñas y Galarza aprecian que, a través de este enfoque:”... se concibe la universidad orientada hacia el entorno, siguiendo su rumbo cambiante…,hace énfasis en el futuro institucional y en su construcción desde el presente. No es un esfuerzo por reemplazar la intuición y el juicio de los directivos… para pensar de modo innovador y actuar estratégicamente con el futuro en mente. Así se ha convertido en un proceso integrante de un sistema de dirección más amplio denominado “dirección estratégica”[5].
La elevación de la calidad y pertinencia del proceso de enseñanza aprendizaje encauza la formación de los estudiantes universitarios hacia los postulados de la RSU, a través de una participación plena y activa del estudiante como ciudadano responsable en la ejecución y desarrollo de sus capacidades para ser capaz de llevar a cabo las transformaciones y metas que la sociedad demanda de ellos.
La participación en proyectos de investigación y de extensión universitaria en beneficio de las comunidades y en interés social, por parte de los estudiantes universitarios, además de involucrar a los actores universitarios, desarrolla en los estudiantes el pensamiento transformador, conservacionista y sustentable del medio ambiente, los vincula al cuidado y mejoramiento del entorno y contribuye eficazmente a esa formación ciudadana responsable. A los efectos del presente trabajo, se asume por los autores el concepto de RSU elaborado por el CEPES, dado su carácter integrador que contempla todos los aspectos señalados anteriormente. Este concepto, resume todo un proceso en sí, sumamente complejo y su enunciado expresa un nuevo hito enmarcado en un actuar comprometido con la sociedad, y se expresa como: “…el modo ético de actuar de las IES, en constante interacción con su entorno, implica la toma de conciencia de su misión ante los desafíos de la humanidad y se extiende al conjunto de sus procesos. Requiere el compromiso de la comunidad universitaria de auto-transformarse en función del desarrollo sostenible de la sociedad, las instituciones y sus actores” [6].
Dicho modo ético así apreciado es un movimiento de las instituciones de adentro hacia afuera que agrupa a los actores externos e internos en función del compromiso social.
La responsabilidad social universitaria en el caso Cubano
Se ha hecho notable en los últimos años, el incremento de la complejidad de los procesos universitarios en el área de Latinoamérica, fenómeno que ha prosperado a partir de una serie de tendencias emergentes, a pesar de la heterogeneidad de las IES en la región.
Cuba, como parte integrante del conglomerado de las naciones del área latinoamericana y caribeña es parte de ese movimiento regional y, aunque tiene la ventaja de poseer un sistema socialista basado en la justicia social, que brinda entre otras bondades atención a la salud y una enseñanza escolarizada gratuita a cada ciudadano en todos los niveles, no es ajena a estos desafíos.
La necesidad de lograr la pertinencia social y la efectividad de la educación superior cubana, es fundamentada en los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y La Revolución: “Actualizar los programas de formación e investigación de las universidades en función de las necesidades del desarrollo económico y social del país y las nuevas tecnologías, e incrementar la matrícula en carreras agropecuarias, pedagógicas, tecnológicas y de ciencias básicas afines” [7]
Las universidades cubanas, constituyen escenarios aglutinadores del capital humano que en buena medida posibilitan la investigación, la innovación y el desarrollo, vertidos hacia las instituciones, organizaciones y comunidades, para contribuir a resolver las necesidades del territorio y a elevar el nivel de vida de la sociedad.
Acerca de ello, han existido planteamientos concretos, en particular, lo referido al desarrollo de las habilidades investigativas en profesores noveles [16] y la contribución de la universidad al desarrollo de acciones precisas para el cuidado y protección del medio ambiente [17], ambos dentro del marco de la RSU.
Es oportuno señalar investigaciones relacionadas con la Responsabilidad Social Empresarial o Responsabilidad Social Corporativa [18], las cuales tienen puntos en común con la RSU, ya que, tanto en las relaciones universidad empresa, como en el propio encargo social de la universidad, se manifiestan en ella, funciones y atributos semejantes a los de una empresa, como lo son los proyectos universitarios, los sistemas de capacitación y formación en ciencia, tecnología e innovación.
Ámbito educativo. Papel del docente universitario en el ámbito de la RSU
A criterio de Garbizo, Ordaz y Lezcano [8] es apreciado el asunto, como: “… el rol de educador profesional del profesor universitario y su impacto en la educación de los futuros profesionales, posee características distintivas en relación con las transformaciones que acontecen en la sociedad cubana y particularmente en la institución universitaria, por lo que ahondar en esta problemática constituye una necesidad para perfeccionar esta importante labor. Por ello, de cada análisis que se realiza en torno al tema son múltiples las interrogantes que se generan:
¿Cómo concibe el profesor universitario su labor educativa en la universidad cubana actual?
¿Está preparado para cumplir estas exigencias? ¿Cómo armonizar su preparación integral y las cualidades que lo distingan como profesional y persona?”. Y, además, perciben que:” Estas y otras interrogantes son frecuentes en el contexto universitario, con una marcada expresión en los ámbitos familiar y social, lo cual requiere una mirada acuciosa a la preparación del profesor universitario para desarrollar la labor educativa y enfrentar la multiplicidad de exigencias que entraña su cumplimiento”.
En este escenario, donde el profesor se desempeña en sus nuevos roles, el estudiante, en el proceso de enseñanza-aprendizaje, debe ser activo e implicar en el proceso movilización de energía, esfuerzo intelectual e independencia; requerir especialmente de su atención y actividad cognoscitiva para alcanzar los objetivos.
En el caso del profesor universitario, se identifican tres funciones fundamentales según la óptica de la RSU: docente como educador, docente como investigador y docente como gestor y aún un empeño de mayor magnitud y participación. Vallaeys, citado por Vilela y Bastidas [9], asume la problemática como: “…Se desprende que la responsabilidad social universitaria exige que cada universidad articule sus miembros en un proyecto de promoción social de principios éticos, equitativos y sostenibles para la producción de conocimiento, debe comenzar por reconocer las fallas asociadas y realizar de forma holística su propio diagnóstico y reforma correspondiente”.
Dentro del contexto de la universidad y de manera transversal a cada uno de sus procesos sustantivos, el profesor irrumpe como figura relevante y compleja en sus relaciones a lo interno y a lo externo de su personalidad. Acerca de ello los autores ya citados expresan: “Es evidente, que el profesor universitario, es un profesional con una alta responsabilidad que es evaluada por la familia, la sociedad, los directivos y los estudiantes que expresan satisfacción o no con su proceso de formación, por lo que su preparación es una necesidad emergente para su desempeño profesional. No obstante, es una persona con necesidades, intereses motivaciones y proyectos de vida que demandan realización personal y profesional [8].
El profesor universitario cubano posee la condición de experto actualizado en una determinada área del conocimiento pero, al mismo tiempo, deberá constituir un modelo de actuación como persona moral, con principios éticos bien definidos, coherencia en los análisis, social y políticamente actualizado, y con una postura comprometida en defensa de la Revolución y los procesos y movimientos sociales progresistas en el área y el mundo. Es el profesional docente que necesitan hoy las IES.
Paralela a la función formativa del profesorado, emerge como segunda función la investigativa, dimensión que también se mueve al golpe de los cambios que ocurren en las instituciones: se vuelve común el fomento de la investigación competitiva, la creación de equipos integrados por especialistas multidisciplinares, miembros de diferentes universidades, comunidades científicas, países, etc.
La participación en proyectos y programas extensionistas de alcance nacional y local, avalados por investigaciones pertinentes y renovadoras, donde confluyan profesores, investigadores y estudiantes con cobertura para todos los actores, la promoción, producción y difusión del conocimiento científico de forma equitativa constituyen una necesidad en esta región del mundo, donde las brechas y diferencias sociales se hacen más evidentes cada día.
El profesor universitario en su papel de investigador socialmente responsable, enfrenta la tarea en dos dimensiones, una referida a su formación profesional continua que a su vez se ramifica en dos vertientes: la primera, vinculada a la investigación educativa que le permite constatar en la práctica con sus estudiantes las aplicaciones teóricas en la búsqueda de alternativas para resolver los problemas desde su desempeño en el aula y que es una manera importante de mejoramiento de la práctica profesional a partir de una reflexión crítica de su trabajo. La otra vertiente, no menos importante tiene que ver con la investigación del docente en el área del conocimiento de la cual es experto. Ello proporciona actualización de los conocimientos y de la marcha de la ciencia sin rupturas ni brechas notables.
Vallaeys por su parte, acentúa en el objetivo de desarrollar y enaltecer la investigación para el desarrollo y proponer estrategias entre las IES por medio de convenios con empresas y territorios cercanos a las instituciones con poco desarrollo económico y social, estrategias que desde hace algunos años se realizan en Cuba en la forma de proyectos de investigación [5]. En otros escenarios, Martínez Arellano en el Coloquio ACCES expresa: “La función del profesor y del investigador de construir y transmitir conocimiento con un sentido social, también permite considerar a éste como un bien social, facilitando su acceso al conocimiento universal y al conocimiento que produce la universidad” [10].
Una última función que se le plantea al docente universitario en el contexto de la RSU es su papel como gestor, o sea, que debe poseer aquellas competencias que le permitan la gestión eficiente de la enseñanza y de sus recursos en diversos ambientes y entornos de aprendizaje, asumido como las capacidades para adoptar los contextos más favorables al aprendizaje, desde seleccionar los métodos y medios de enseñanza más eficaces hasta aplicar la evaluación del aprendizaje entendido con una visión diferente a la tradicional, más integral y participativa. Estos presupuestos anuncian las necesidades de formación de profesionales que sean capaces de manejar la información y el conocimiento de manera que les permita en el menos tiempo posible, captar y seleccionar la información, capacitados para aprender y desaprender en diferentes contextos y aplicar los conocimientos a nuevas situaciones a lo largo de toda la vida, en beneficio de la sociedad.
Formación de la RSU en estudiantes universitarios
Uno de los trabajos del CEPES, en relación a la temática analizada, da a conocer que la formación integral del estudiante vinculado a la RSU es el núcleo de su formación profesional y entienden por ello: “…no se trata solo a la formación intelectual y técnica sino que se le da una importancia relevante a la formación cívica, ética, a la formación ciudadana. La universidad responsable debe preguntarse por el tipo de profesionales, ciudadanos y personas que forma y sobre la organización de la enseñanza para garantizar una formación socialmente responsable de sus estudiantes, que les permita llegar a ser líderes profesionales para el cambio social” [11].
Un artículo de Gallardo Vázquez, mueve a reflexión por lo interesante y promueve una escala para evaluar el grado de responsabilidad social obtenido en el contexto universitario desde un enfoque basado en competencias, formación y participación del estudiante, y declara como el objetivo de su investigación:”… la creación de una escala de medida de responsabilidad social orientada al estudiante universitario con un triple enfoque: competencias transversales trabajadas en el ámbito universitario en temas de RS y comportamiento ético, la formación recibida y la participación del estudiante en actividades de ese carácter [12].
Resultados
La CUJAE en el ámbito de la RSU
“La Revolución ha dado sentido a términos que no debemos abandonar en nuestra voluntad de enfrentar y transformar el contexto: defendamos la prestancia, el prestigio, la dicha, la decencia, los derechos, la calidad, la cultura del detalle, la belleza, la virtud, la honra, la dignidad y la verdad en todo lo que nos proponemos y hacemos” [13].
No es ajeno a los procesos sustantivos de la universidad el logro de tales empeños y constituye un acicate, hoy aún más que en ningún otro momento histórico, la vinculación de las universidades a la transformación de los escenarios en las comunidades y territorios del país.
El diagnóstico abarcó la etapa de 2017 a marzo del 2020, aunque la mirada sobre los problemas principales se focaliza antes de ese período, siendo interrumpido por la suspensión del curso 2019-2020 en marzo del 2020, en este espacio de tiempo, fueron percibidas las principales dificultades señaladas desde la visión de los autores.
La experiencia de los profesores, ambos en el escenario educativo de la Sede Central y las filiales universitarias de la CUJAE, con muchos años de experiencia en el proceso de enseñanza aprendizaje directo, después de ahondar en alguna medida en los fundamentos teóricos del aspecto estudiado, evidencia a través del diagnóstico realizado, que el énfasis fundamental en la docencia, se despliega sobre la base de un profesor orientador-guía- facilitador del aprendizaje de los estudiantes, gestor de la actividad docente, el liderazgo y sobre todo las competencias socioafectivas, vinculadas a los valores, actitudes, sentimientos, etc. para el logro de una docencia responsable y comprometida.
Por otra parte, es significativo mencionar el desarrollo de proyectos vinculantes universidad- territorios o impactos, más cercanos que en periodos anteriores, a las urgencias de la economía y la sociedad que en gran medida frenaron su actuación por efectos del aislamiento que impuso la pandemia por casi dos años.
En relación a estos aspectos, de acuerdo al paradigma del tema tratado en este trabajo y desde la perspectiva de los autores, se observan en la CUJAE, las siguientes fortalezas y debilidades:
Fortalezas
Se encuentra direccionada la formación humanista del estudiante en la carrera
Se transforma la amenaza de la Covid 19, en oportunidad para el desarrollo de habilidades socio-afectivas y humanistas en los estudiantes que despliegan una labor encomiable en las comunidades y centros hospitalarios en apoyo al personal de la salud
Presencia de un claustro mixto, con profesores de experiencia y profesores jóvenes que reciben esta influencia
Reconocimiento por parte de la dirección de la institución de la necesidad imperiosa de realizar trabajo educativo
Formación, en la práctica profesional, en organizaciones y entidades productivas, bajo el papel rector de la teoría
Se imparten programas de formación de profesores que contemplan el elemento socioafectivo
Se desarrollan proyectos de la propia CUJAE y con otras instituciones para beneficiar e impactar en los territorios
Alta participación de los estudiantes en tareas de impacto social y económico caracterizadas por aportar soluciones a problemas relacionados con su profesión
Aporte y desempeño de profesores en comisiones de trabajo temporal y grupos de expertos para la implementación de los lineamientos orientados a la actualización del Modelo Económico Cubano
Debilidades
Insuficiente motivación para la autopreparación del estudiante y el estudio sistemático
Limitada educación en habilidades socioafectivas y éticas desde el currículo
Exigua participación del claustro en la preparación para el desarrollo de habilidades socioafectivas y éticas a pesar de existir programas de formación
Grupos numerosos de estudiantes en mayoría, debido a la escasez de profesores lo cual limita el desarrollo de las relaciones socio-afectivas y la individualización del aprendizaje
Interrupción total de las actividades docentes presenciales en el periodo 2020-2021
El enfoque de muchos profesores no es el estudiante como centro del proceso
Aunque ha mejorado, aún se dificulta el acceso a la información científica actualizada por problemas de conectividad y limitaciones impuestas por el bloqueo de EE.UU
La tendencia de una enseñanza reproductiva, que considera al estudiante como un sujeto pasivo, aún se manifiesta en muchos profesores
Aunque los estudiantes participan en las Jornadas Científicas, aún es pobre o nula su participación en las filiales, proceso que se discontinuó por efectos de la pandemia en los últimos dos cursos
La mirada de la institución de educación superior en gran medida es hacia lo interno de sus procesos
Es insuficiente la mención al término RSU, en el Proyecto Estratégico, institucional, políticas, estrategias, objetivos, aunque se establecen objetivos y estrategias que tributan al concepto [14].
Como resultado del diagnóstico realizado, y en función de contribuir a la mejora continua de los procesos, la propia eficacia de la institución y su encargo social, de acuerdo a la visión de los autores, resulta conveniente realizar como contribución, la siguiente propuesta de acciones a ejecutar con miras a la alineación de la universidad con los principios de la RSU:
Fortalecer competencias socioafectivas en docentes y estudiantes
El trabajo metodológico de las asignaturas y disciplinas, deberá considerar acciones concretas para el desarrollo de habilidades profesionales, mediante la introducción de métodos propios de la profesión y técnicas grupales para la solución de problemas
Propiciar mayor participación de estudiantes, miembros de la comunidad y otros actores en proyectos e investigaciones de impacto social
Generar un ambiente de diálogo, negociación y comunicación que permita considerar, no solamente las necesidades de un determinado sector, sino también escuchar criterios que puedan ser valiosos a la hora de buscar las soluciones adecuadas a un problema del entrono académico o social
Apoyar a los estudiantes en la divulgación de sus resultados desde las Jornadas Científico Estudiantiles, hasta la participación en grandes eventos como el Fórum de Ciencia y Técnica
Propiciar que los trabajos de diploma y proyectos integradores sean el resultado de soluciones a problemas reales en empresas y entidades del territorio, que deben ser identificados por los estudiantes
Establecer mecanismos que permitan medir los alcances y comprobar los efectos de las acciones y medidas desarrolladas
Extender las acciones de capacitación en RSU a todos los actor
Se admite que, no obstante, los esfuerzos desplegados en el trabajo educativo en general en la CUJAE y en lo que a la educación socio afectiva y a otras áreas se refiere en particular, aun no se alcanzan resultados satisfactorios al nivel de los requerimientos de la sociedad, por ello urge perfeccionar el trabajo educativo y revertir el carácter formal de la participación estudiantil en las tareas de impacto, eliminar el conformismo y la falta de implicación personal.
Conclusiones
La CUJAE, deberá tomar conciencia y estructurar una política a largo plazo que permita ir escalando posiciones y logrando objetivos de manera natural y por todos los actores, donde el trabajo educativo en el desarrollo de una conciencia sea la base para ir cumpliendo metas en torno a la RSU.
La autoevaluación institucional de la CUJAE, revela que: “La unidad de acción de los factores del centro en torno a todas las tareas desarrolladas garantiza la capacidad de respuesta de la universidad para producir transformaciones en correspondencia con las demandas del entorno y la sociedad” [15].
La vinculación universidad-territorio en la solución de problemas acuciantes, de gran impacto social debe verse como un capítulo aparte como componente de la gestión universitaria y basarse en mayor medida, en diagnósticos eficaces y pertinentes, direccionados hacia los barrios y comunidades vulnerables.