Introducción
La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) dota a la empresa de una estructura de conocimientos altamente especializados en áreas y actividades específicas de gran importancia en la organización; esto abre la posibilidad de emplear nuevas estrategias de desarrollo, un uso adecuado de herramientas, estándares y normas que están a la par del funcionamiento de las organizaciones (Fernández et al., 2017). La RSE se ha convertido en una aliada estratégica en: el funcionamiento de las organizaciones, la responsabilidad con los colaboradores, la comunidad y el Estado, consolidando relaciones duraderas e instando a cada uno de sus actores a verse involucrado en las acciones que estas organizaciones llevan a cabo, entre otros aspectos reconocidos por la literatura científica.
La RSE constituye un importante ejercicio para alcanzar la evolución en las empresas, buscando que estas se renueven y maduren en el sector de mercado donde se desenvuelven. Esta práctica genera, a su vez, informes que ayudan a determinar normas, guías y metodologías para llevar la gestión interna y externa de las empresas (Duque Orozco et al., 2013). El desarrollo e importancia del capital humano dentro de la organización ha generado nuevas propuestas sobre RSE que busca exhortar a los colaboradores a una constante mejora en el ámbito laboral, familiar y comunitario, contribuyendo a una mejora local y global. La RSE es una innovadora forma de gestión en las organizaciones ya que relaciona la ética de la empresa con los entes a los cuales está relacionada, estableciendo metas compatibles al desarrollo sustentable y sostenible de la sociedad; buscando preservar recursos ambientales y culturales; pensando y considerando a las generaciones futuras; respetando su diversidad y promoviendo la reducción de la desigualdad social (Reficco & Marquina Feldman, 2015).
En el entorno corporativo, la RSE ha desarrollado una nueva filosofía empresarial ajustando los propósitos de las organizaciones donde la alta dirección debe enfocarse en mantener y consolidar la reputación de la empresa, sosteniendo temas de salud para los empleados, consumidores o clientes y la comunidad en general; esto, a su vez, con el objetivo de definir y marcar una clara competitividad empresarial (Duarte, 2015). Las organizaciones que se amparan en los principios de RSE desarrollan una alta competitividad empresarial, marcando los lineamientos y la filosofía entre su capital humano, buscando transmitir estabilidad, seguridad, compromiso y empoderamiento de cada una de sus actividades, aportando así a la sociedad colaboradores responsables y ciudadanos ejemplares en ética y valores.
Con el paso de los años, las empresas deben retroalimentar su competitividad para enfrentar nuevos y desafiantes retos, considerando factores de innovación, tecnología, flexibilidad productiva y calidad. La competitividad en las organizaciones y su interacción en el mercado depende de las decisiones que los responsables de las organizaciones lleguen a tomar, basándose en la experiencia, información precisa y de calidad (Luciani Toro & Navarro Silva, 2018).
Varias empresas en el Ecuador buscan, con esfuerzo, cumplir normativas y leyes de tratamiento ambiental y de inversión, indispensable para su buen funcionamiento, convirtiéndose en un factor esencial para que las empresas den énfasis a las dimensiones alcanzables; la inversión en asesoría para realizar y difundir RSE refleja mejores resultados financieros (Coba Molina et al., 2017). Los costos que implican la aplicación de prácticas de RSE son una limitante para invertir en programas o implementación de políticas. Esto lleva a que la RSE se convierta en un modelo de gestión que permita tomar decisiones acertadas sin afectar a sus colaboradores, entorno y comunidad (Naranjo Arango et al., 2018).
Las prácticas médicas en la salud, de por sí, deben ser correctas y éticas, siempre con la obligación de ser socialmente responsables con sus actores internos y externos; se debe considerar que la salud es un cometido de los gobiernos y es compartido por cada sector de la sociedad, determinando que esta es una responsabilidad ética de quienes participan en el sector (Ruiz de Chávez, 2016). El enfoque socialmente responsable de una institución de salud pública o privada se caracteriza por su capacidad de identificar problemas de salud, identificar las estrategias que solucionen estos y manifestar el impacto real que esto conlleva.
Una organización, que preste servicios de salud y que argumente que es socialmente responsable, debe estar en condiciones de presentar resultados transparentes a su evaluación de operaciones donde se evidencie que ningún grupo de interés es afectado de forma negativa (Gómez Perdomo, 2018).
Lo más conveniente en la RSE, en el campo de la salud, es: diseñar y ejecutar nuevos enfoques, nuevos criterios y nuevas acciones que garanticen su aplicación en la práctica de salud, la ciencia y la tecnología, principalmente buscando erradicar las barreras de acceso libre al sistema de salud (Morales-Guzmán-Barró, 2014). La relación de la salud y el ambiente desde el enfoque de la RSE es un tema incipiente, muy sensible y de gran debate en el contexto de la salud en el Ecuador, pues tratar esta temática conlleva asumir acciones, actitudes positivas y, sobretodo, responsables con el medioambiente y la salud comunitaria (Vásquez Fajardo et al., 2018).
En el Distrito Metropolitano de Quito se han adoptado nuevos enfoques de RSE en los ámbitos de salud, con énfasis y soporte en la aplicación de mejores y más limpias tecnologías en el sector, con el objetivo de disminuir o eliminar las alteraciones ambientales, interna y externamente y buscando generar beneficios para los actores y grupos humanos que se ven inmersos, en el marco de sus planes de desarrollo y crecimiento, considerando aspectos tanto culturales, éticos como ambientales (Terán Rosero et al., 2017).
El objetivo de la presente investigación es establecer las relaciones existentes entre RSE y competitividad en las clínicas de salud privadas, en el Distrito Metropolitano de Quito.
Materiales y métodos
La presente investigación es de tipo descriptiva-correlacional. Para el cumplimiento del objetivo, se emplearon métodos teóricos y empíricos. Se aplicaron los métodos histórico y sistémico a través del análisis y síntesis, partiendo de la revisión de documentos bibliográficos provenientes de bases de datos, académicas y científicas.
Desde el punto de vista empírico, la observación científica se realizó mediante una encuesta con nueve dimensiones que abarcaron indicadores de RSE y competitividad, medidos a través de 45 ítems, con el fin de describir, verificar y/o comparar su comportamiento, asociación y posible correlación adaptada, de la aplicada por Marín y Rubio (2008).
Para la medición de los resultados, se emplearon escalas tipo Likert de cinco puntos. La encuesta fue aplicada al gerente o administrador de cada clínica; para validar la factibilidad del instrumento, se realizó una prueba piloto al 10% de la muestra a través de Alfa Cronbach, obteniendo un valor de 0,948, lo que corroboró la validez del mismo.
Para el cálculo de la muestra, se aplicó la fórmula del método de estimación simple para el muestreo aleatorio (Calero, 2003). La población de clínicas de salud privadas, del Distrito Metropolitano de Quito, fue definida por su capacidad de atención ininterrumpida y atención y hospitalización continua, determinándose un total de 64 con base al censo del Ministerio de Salud Pública. El resto de los parámetros definidos fueron: nivel de significancia (á = 0,05); probabilidad (p=0,5); nivel de error (e=0,02). El tamaño de muestra calculado fue de 58 clínicas de salud privadas. La selección de las 58 clínicas, que garantizara la aleatoriedad en el estudio, se realizó utilizando una tabla de números aleatorios sobre la base de estudios y ensayos clínicos estadísticos, propuesta por Lazcano et al. (2004).
El índice general de RSE (IGRSE) y competitividad (IGC) en las clínicas privadas del Distrito Metropolitano de Quito se midió a través de las dimensiones y sus ítems respectivamente, planteados de RSE y competitividad, obteniendo el valor de cumplimiento para cada clínica y, en general, para la muestra determinada a través de la fórmula matemática para el cálculo del índice (1), a partir de Oliveira, Hernández y do Rocío (2016).
Donde:
I = índice general de cumplimiento
ΩD1 = peso de las dimensiones
VROD1 = valor asignado por el encuestado en la dimensión
VMP = valor ponderable más alto en la encuesta
Se aplicó el análisis factorial con la finalidad de definir la correlación existente entre las dimensiones de las variables, luego de calcular el coeficiente de correlación de Rho de Spearman entre variables, cálculo del determinante, KMO y Test de Esfericidad de Bartlett. El análisis factorial permitió generar constructos de las relaciones más importantes entre RSE y competitividad. Para el procesamiento de datos, se emplearon los programas Microsoft Excel e IBM SPSS Statistics 22.
Resultados y discusión
Índices de RSE y competitividad
En la tabla 1 se muestran los resultados estadísticos de índice general de cumplimiento de RSE y competitividad de las 58 clínicas de salud privadas analizadas.
RSE (IGRSE) | COMPETITIVIDAD (IGC) | |
Índice general | 0,7893 | 0,6589 |
Desviación estándar | 0,087 | 0,089 |
Xmin | 0,5747 | 0,4290 |
Xmax | 0,9787 | 0,8260 |
Fuente: Elaboración propia a partir de cálculos realizados
Como se observa, el índice general de cumplimiento de RSE es del 79%, el 98% es el índice más alto y el más bajo, el 58%. Por su parte, el índice de competitividad se fijó en cerca del 66%, con un valor mínimo del 43% y máximo de 8,6%. Se midió el grado dispersión o variabilidad de los índices de las variables, donde la RSE registra una desviación estándar de 0,087 y la competitividad 0,089; en ambos casos, los valores cercanos a cero denotan una baja dispersión de los datos.
Actualmente, la RSE es implementada por empresas para crecer económicamente y posicionarse socialmente en un contexto de competencia donde se debe reconocer el impacto en la toma de decisiones y actividades que cumplen sus empleados en la sociedad y medioambiente, buscando siempre comportamientos éticos y transparentes (Molero García, 2017).
Los índices de RSE, como un indicador innovador estratégico, marcan la capacidad competitiva que puede tener el sector con respecto al entorno y el medio en donde se desenvuelven sus recursos y relación estratégica con otras variables. Lau y Lukoki (2018), en cuanto a las relaciones estratégicas en la gestión empresarial, indican "…constituye la forma más general de entender el progreso de la actividad empresarial en un entorno impredecible y difícil, lo cual requiere la concentración en aquellos objetivos realizables y en los negocios, mercados y áreas para competir, de manera que se desarrolle la capacidad de responder con eficacia y eficiencia a las oportunidades favorables y a las amenazas o retos". Los resultados obtenidos demuestran niveles medio-altos, tanto de RSE como competitividad, en las clínicas de salud privadas de Quito.
Los índices generales de cumplimiento de RSE y competitividad, identificados zonalmente por la ubicación de las clínicas en la ciudad de Quito, se muestran en la tabla 2. La sectorización del sistema de salud en Quito ha sido delimitada por el Anuario de Estadística de Salud: Recursos y Actividades en base a su ubicación geográfica, perfil demográfico y entorno participativo de actores de la salud (INEC, 2014).
ÍNDICE DE RSE (IGRSE) | ÍNDICE DE COMPETITIVIDAD (IGC) | |
Norte | 0,7860 | 0,6560 |
Centro | 0,7929 | 0,6614 |
Sur | 0,8033 | 0,6692 |
Desviación estándar | 0,0087 | 0,0066 |
Fuente: Elaboración propia por análisis de resultados
En el norte de la ciudad, se evidencia un índice de RSE del 79%; en el centro de la urbe, un 79% y en el sur, un 80%. Mientras que, en el caso de la competitividad, en el norte de la ciudad, tiene un índice de competitividad del 66%, con datos similares en centro y sur. Como se observa, los valores de índices de RSE y competitividad son similares en los tres sectores de la ciudad, con un valor de desviación estándar en ambos casos, cercano a cero.
Análisis factorial de RSE y competitividad
Se calculó el coeficiente Rho de Spearman para las 45 variables incluidas en la encuesta, de las cuales se extrajeron 13 de las variables con la menor significancia, determinando las 32 variables con correlaciones significativas que permitieran continuar el análisis. El determinante calculado resultó ser un valor positivo diferente de cero, lo que indica que existen relaciones fuertes entre las variables.
Se calculó, además, el coeficiente de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO), determinándose un valor de 0,70, lo que es favorable en cuanto a la factibilidad de los componentes a establecerse con los constructos correspondientes.
Para determinar y corroborar la aplicación del análisis factorial, se aplicó, además, el Test de Esfericidad de Bartlett, con un valor de 0,00, lo que permite rechazar la hipótesis nula o inicial (H0), aceptando así la correlación entre las variables estudiadas.
En la tabla 3, se muestra la varianza calculada para las 32 variables o componentes.
Componente | Total | % de varianza | % acumulado |
---|---|---|---|
1 | 11,454 | 33,689 | 33,689 |
2 | 2,505 | 7,367 | 41,057 |
3 | 1,901 | 5,591 | 46,648 |
4 | 1,552 | 4,565 | 51,214 |
5 | 1,421 | 4,179 | 55,392 |
6 | 1,305 | 3,839 | 59,231 |
7 | 1,224 | 3,599 | 62,830 |
8 | 1,134 | 3,336 | 66,166 |
9 | 1,088 | 3,200 | 69,366 |
10 | 1,050 | 3,088 | 72,454 |
11 | ,891 | 2,622 | 75,076 |
12 | ,856 | 2,518 | 77,594 |
13 | ,841 | 2,475 | 80,069 |
14 | ,763 | 2,245 | 82,314 |
15 | ,669 | 1,968 | 84,282 |
16 | ,664 | 1,954 | 86,236 |
17 | ,590 | 1,736 | 87,972 |
18 | ,560 | 1,647 | 89,619 |
19 | ,453 | 1,333 | 90,952 |
20 | ,406 | 1,193 | 92,145 |
21 | ,377 | 1,110 | 93,255 |
22 | ,345 | 1,016 | 94,271 |
23 | ,315 | ,926 | 95,196 |
24 | ,287 | ,843 | 96,040 |
25 | ,257 | ,756 | 96,795 |
26 | ,234 | ,687 | 97,482 |
27 | ,210 | ,618 | 98,100 |
28 | ,160 | ,472 | 98,572 |
29 | ,140 | ,412 | 98,983 |
30 | ,105 | ,308 | 99,291 |
31 | ,095 | ,281 | 99,572 |
32 | ,069 | ,204 | 99,776 |
Fuente: Elaboración propia a partir de análisis estadístico
Como se observa, en los primeros 10 componentes, se alcanza aproximadamente el 70% de la varianza acumulada, lo que se ratifica a través del gráfico de sedimentación, notándose que son los mismos 10 componentes los que se ubican por encima del valor de 1 (Fig. 1).
El gráfico permite determinar, además, que a partir del componente seis mantienen una constante sin mayor diferencia, por ende, se toman los valores más altos y dispersos, lo que sugiere que en tres componentes existen las correlaciones más fuertes de RSE y competitividad, siendo este el número adecuado de constructos a generar.
Lo anterior se ratifica con la matriz de análisis de componentes que se muestra a continuación, donde se estudiaron seis constructos, determinándose que es en tres de ellos donde las varianzas son superiores a 0,7 y se establecen relaciones entre, al menos, cinco variables.
Componente | ||||||
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | |
RSE1.20 | 0,8 | 0,1 | 0,2 | 0,2 | 0,0 | -0,1 |
RSE1.16 | 0,7 | 0,2 | 0,2 | 0,2 | 0,0 | 0,0 |
RSE1.14 | 0,7 | 0,2 | 0,1 | 0,0 | 0,2 | 0,1 |
RSE1.19 | 0,7 | 0,3 | 0,0 | 0,0 | 0,1 | -0,1 |
RSE1.3 | 0,7 | 0,2 | 0,0 | 0,2 | -0,2 | -0,1 |
RSE1.15 | 0,7 | 0,0 | 0,0 | 0,1 | 0,0 | 0,1 |
C1.2 | 0,7 | 0,1 | 0,2 | 0,3 | 0,0 | 0,2 |
C1.19 | 0,6 | 0,5 | 0,1 | -0,1 | 0,1 | 0,1 |
RSE1.4 | 0,6 | 0,2 | 0,0 | 0,1 | 0,0 | 0,3 |
RSE1.24 | 0,6 | 0,3 | 0,3 | 0,0 | 0,1 | 0,1 |
RSE1.2 | 0,6 | 0,1 | 0,3 | -0,1 | -0,1 | -0,2 |
RSE1.5 | 0,6 | 0,2 | 0,3 | -0,1 | 0,0 | 0,2 |
RSE1.18 | 0,6 | 0,1 | 0,0 | 0,4 | 0,2 | -0,3 |
RSE1.17 | 0,6 | 0,2 | 0,1 | 0,4 | 0,2 | 0,1 |
RSE1.8 | 0,4 | 0,2 | 0,2 | 0,3 | 0,1 | 0,3 |
C1.17 | 0,1 | 0,7 | 0,0 | 0,1 | 0,1 | 0,0 |
C1.9 | 0,2 | 0,6 | 0,1 | 0,1 | 0,1 | 0,0 |
C1.7 | 0,1 | 0,6 | 0,1 | 0,3 | -0,2 | 0,1 |
C1.8 | 0,1 | 0,6 | 0,2 | 0,4 | -0,2 | 0,1 |
C1.15 | 0,4 | 0,6 | 0,2 | 0,1 | 0,1 | 0,0 |
C1.18 | 0,5 | 0,6 | 0,0 | -0,1 | 0,0 | 0,1 |
C1.14 | 0,2 | 0,5 | 0,1 | 0,0 | 0,4 | -0,2 |
C1.16 | 0,5 | 0,5 | -0,1 | 0,3 | 0,0 | 0,1 |
C1.13 | 0,4 | 0,5 | 0,3 | -0,1 | -0,3 | 0,1 |
C1.1 | 0,4 | 0,5 | 0,3 | 0,5 | 0,1 | -0,1 |
RSE1.21 | 0,3 | 0,5 | 0,3 | -0,1 | 0,0 | 0,1 |
C1.10 | 0,2 | 0,4 | 0,1 | 0,3 | -0,2 | 0,3 |
C1.4 | 0,3 | 0,1 | 0,7 | -0,1 | 0,0 | 0,2 |
RSE1.7 | 0,0 | 0,0 | 0,6 | 0,3 | 0,1 | 0,0 |
C1.6 | 0,1 | 0,1 | 0,6 | 0,4 | 0,0 | -0,1 |
C1.11 | 0,1 | 0,6 | 0,6 | 0,0 | 0,0 | 0,0 |
C1.3 | 0,2 | 0,1 | 0,6 | 0,2 | -0,1 | 0,1 |
C1.5 | 0,4 | 0,2 | 0,5 | 0,1 | -0,1 | 0,1 |
RSE1.1 | 0,1 | 0,2 | 0,5 | -0,1 | 0,3 | -0,3 |
RSE1.6 | 0,1 | 0,2 | 0,3 | -0,2 | 0,0 | 0,2 |
Fuente: Elaboración propia a partir de análisis estadístico
Con base en el análisis anterior, se genera la tabla de componentes o constructos que aparece a continuación:
Componente | Constructos | Ítems | Total |
---|---|---|---|
RC 1 | Niveles de RSE, participación activa en la comunidad | RSE1.20, RSE1.16, RSE1.14, RSE1.19, RSE1.3, RSE1.15, C1.2, C1.19, RSE1.4, RSE1.24, RSE1.2, RSE1.5, RSE1.18, RSE1.17, RSE1.8 | 15 |
RC 2 | Resultados internos, externos y estructura organizacional | C1.17, C1.9, C1.7, C1.8, C1.15, C1.18, C1.14, C1.16, C1.13, C1.1, RSE1.21, C1.10 | 12 |
RC 3 | Prácticas laborales e innovación | C1.4, RSE1.7, C1.6, C1.11, C1.3, C1.5, RSE1.1, RSE1.6 | 8 |
Fuente: Elaboración propia a partir de análisis estadístico
Cada constructo ha sido establecido con las preguntas o ítems con valores de correlación positiva que van desde 0,31 hasta 0,79, según consta en la matriz de componentes (Tabla 4). A partir de nueve dimensiones que evalúan la RSE y competitividad en las clínicas privadas de Quito, se han establecido los siguientes constructos:
El constructo RC1 corresponde a los ítems referentes a los niveles de RSE y la participación activa de las clínicas en la comunidad, lo que hace entender que la consideración, implementación y práctica de principios de RSE son fundamentales en el buen desempeño de las clínicas de salud privadas, pero, sobre todo, que las hace más competitivas, con una imagen más responsable y comprometida con los actores vinculados a la institución. Esta propuesta de cumplimiento de RSE parte desde la filosofía, misión y visión que plantea la clínica con sus colaboradores. La RSE, por sus diversas interpretaciones, condiciona su perspectiva o actuación; las acciones tomadas en desarrollo social y bienestar de las comunidades estructuran nuevos criterios de participación y prácticas responsables, buscando el desarrollo mancomunado de los pueblos (Mori Sánchez, 2009).
El constructo RC2 corresponde a la estructura organizacional y sus resultados internos y externos. Hoy en día, las organizaciones están inmersas en un entorno vertiginoso, para lo cual es necesario incorporar una estructura organizacional sólida con propuestas y procedimientos diferenciadores ante los cambios en el quehacer organizacional, buscando traducir estos cambios en crecimiento económico (Ferrer, 2016). Esta es una relación consecuente, pero de gran importancia en el desempeño de las instituciones privadas en el sector de la salud. Una clínica privada, con una estructura organizacional sólida, con funciones y procesos bien definidos, delinearán los resultados que se obtengan; si la clínica plantea y maneja una estructura sólida, sus resultados internos y externos se verán reflejados en un desarrollo orquestado y controlado, dando mayor posibilidad a ser un referente en el sector.
El constructo RC3 corresponde a la RSE en las prácticas laborales y la innovación. La investigación ha mostrado que una correcta implementación, control y gestión de prácticas laborales, hace a las clínicas más competitivas, pues, de la mano de la innovación, generan un valor diferente en el desarrollo de las actividades, buscando que la innovación sea una herramienta elemental de diferenciación en el mercado. Acceder a nuevas tecnologías, actividades simplificadas y eficaces, han delineado la competitividad de las clínicas entre sí, haciendo suponer que de este constructo depende también el segmento de clientes que cada una de estas instituciones acoge en su cartera de participación.
A modo de conclusión, se reconoce que las clínicas de salud privadas, en el Distrito Metropolitano de Quito, muestran un índice favorable en el cumplimiento de RSE, mientras que el índice de competitividad es menor que el de RSE; constatándose, además, que las clínicas con mayor índice de RSE también contemplan los índices más altos en competitividad con base a las correlaciones establecidas entre variables. Además, se demostró un comportamiento similar en los tres sectores de la ciudad (norte, centro y sur) en cuanto a los índices de RSE y competitividad.
La aplicación del análisis factorial permitió determinar tres componentes fundamentales en la relación entre RSE y competitividad en las clínicas privadas de Quito: niveles de RSE, con la participación activa en la comunidad; resultados internos y externos de estructura organizacional y prácticas laborales e innovación.
En cuanto a los niveles de la RSE y la participación activa en la comunidad, se concluye que existe un alto nivel de RSE en todos los indicadores ligados a la organización interna y su participación con la comunidad. Con respecto a los resultados internos y externos de estructura organizacional, se concluye que una sólida estructura organizacional puede consolidar una organización fuerte y flexible a las exigencias, obteniendo resultados para sus actores internos y externos. Las prácticas laborales e innovación son determinantes para lograr altos índices de competitividad.