Introducción
La evaluación del hábitat es un proceso en el que se califica el hábitat de una especie determinada a partir del conocimiento de sus necesidades y requerimientos. La evaluación cualitativa y cuantitativa del hábitat de una especie, que incluya los requerimientos básicos para cubrir sus necesidades, elementos como disponibilidad de alimento, agua y cobertura de protección, es prioritaria para la toma de decisiones en materia de manejo de las poblaciones silvestres y su conservación. Rojas, (2010)
El venado, como parte de su estrategia de alimentación, selecciona en cada uno de los biotopos, donde está presente, aquellas especies de plantas que le resultan más palatables, aun cuando puedan existir otros grupos de plantas que formen parte de su dieta y que puedan ser mayormente utilizadas durante períodos críticos, Barrera Salazar y otros., (2015). La misma planta puede variar su índice de selectividad alimentaria en las diferentes formaciones vegetales e incluso en las diferentes épocas del año. Lo anterior demuestra la capacidad del venado para resolver adecuadamente la variación estacional y espacial en la disponibilidad y calidad de las plantas. Plata y otros., (2011)
El trabajo estuvo dirigido a la determinación de la capacidad de carga (cantidad de animales, o unidad animal que un área determinada puede soportar de acuerdo con su capacidad forrajera por un tiempo determinado, Gallina, (2014) para el venado de cola blanca, a partir de la identificación de las plantas consumidas por este en cada formación y su evaluación; para ello, se realizaron estudios de densidad, cobertura y producción de biomasa. De este modo, fue posible obtener información acerca de la cantidad de venados que puede sostener el área durante la temporada poco lluviosa (de menos recursos) y temporada lluviosa (de mayor cantidad de recursos), sin que se deterioren las características del hábitat, lo que asegura de ese modo la productividad sostenible del área y, a la vez, la elaboración de medidas para aumentar la cantidad y calidad del recuso forrajero.
Materiales y métodos
Metodología
Para realizar la investigación se dividió la metodología en cuatro fases:
Fase de gabinete
Se efectuó una revisión de los métodos empleados por otros autores los cuales arrojan resultados más confiables en la evaluación de los parámetros de la vegetación, y que son considerados en este trabajo.
Se estableció el diseño de muestreo que fue realizado en cada una de las dos épocas extremas:
En la temporada poco lluviosa (menor producción de biomasa) durante el periodo de noviembre a abril.
En la temporada lluviosa (mayor producción de biomasa) desde mayo a octubre.
Se empleó un muestreo aleatorio estratificado con asignación Neyman, por la variación entre estratos. Los muestreos se llevaron a cabo con la técnica de cuadrantes centrados en un punto para árboles y con la técnica de cuadrados sobrepuestos de 4 x 4m. para los arbustos. Para herbáceas, cuadrados de 1 x 1 m.
Fase de campo
Los hábitats del bosque son compuestos de poblaciones de plantas, en los cuales estas son generalmente numerosas para inventariarlas completamente. Por tal situación, se dividió la población en cuatro subconjuntos, además, se delimitó cada tipo de vegetación de tal forma, que la variación dentro de los estratos fue mínima y entre estratos, mayor, lo que redujo su efecto en el tamaño de muestra, quedando de la siguiente manera. (Tabla 1)
Tipos de hábitats | Total de hectáreas | Total de parcelas a muestrear |
---|---|---|
Plantaciones de pino ( |
369,9 | 93 |
Bosque natural con asociación Pino-encino( |
65,0 | 18 |
Bosque natural semideciduo sobre suelo ácido(vegetación de galería) | 464,0 | 115 |
Bosque natural de pino ( |
865,1 | 218 |
Total | 1764.o | 444 |
Toma de datos de cobertura
Vegetación arbórea: en la toma de datos, se empleó el método de cuadrantes, centrados en un punto.
Para la definición de los estratos de las diferentes formaciones vegetales estudiadas, se siguió la metodología utilizada por Álvarez y Varona, (2006).
Sobre cada punto, se trazaron dos líneas en forma de cruz, quedando cuatro cuadrantes de 90º. Los cuadrantes se numeraron del uno al cuatro, registrándose en cada uno la especie arbórea más cercana al centro del cuadrante, la distancia entre la especie arbórea y el punto, el diámetro normal y el ancho de copa para el cálculo de la cobertura.
Se colectaron muestras botánicas debidamente registradas para su posterior identificación. Para ello, se utilizaron etiquetas de identificación, prensa y tijeras de podar.
Vegetación arbustiva
La cobertura de los arbustos se midió empleando el método de cuadrados sobrepuestos. El tamaño que se definió para este tipo de vegetación fue de 4 x 4 m., propuesto por Sutherland, (2006). La forma en que se aplicó este método es la siguiente: Utilizando de base el punto ubicado en el método anterior, se realizó hacia uno de los cuadrantes un cuadro de 4 x 4 m. para muestrear la vegetación arbustiva; el cuadrante elegido fue el mismo para todos los puntos y se definió previamente.
Se realizaron las mediciones de diámetro, altura, cobertura y se estimó (con el método Adelaide, propuesto por Reyes, (1989), la biomasa producida por cada individuo dentro de la parcela. Los datos se anotaron en los cuadros correspondientes. Se registraron las especies y se colectaron muestras botánicas.
Biomasa
Arbustos y lianas: Para la estimación de la biomasa, se utilizó el método de cuadrados de 4 x 4 m. y, empleando la metodología descrita por Reyes, (1989), se escogió, fuera del área de estudio, una rama de cada especie, utilizada por el venado para su alimentación, de modo tal que representaba en forma y densidad foliar a la presente, dentro del área de muestreo; a esta rama se le denominó «unidad de referencia». Recorriendo el área con la unidad de referencia, se estimaron cuántas unidades muestrales correspondían a esta y así se realizó con todos los arbustos dentro del área de 4x4 m. Se registraron los datos y se colectaron muestras botánicas.
Estas unidades muestrales se emplearon en cada punto de muestreo donde se encontraron estas especies y se repitió la metodología donde se hallaron especies arbustivas diferentes, correspondiéndole a cada especie encontrada su propia unidad de referencia. Cada unidad muestral se colocó en una bolsa de polietileno y fue sellada para evitar la deshidratación del material. Se etiquetó con los datos: línea, punto de muestreo y número de la especie correspondiente. López Téllez y otros., (2007)
Fase de laboratorio
En esta etapa, se determinó el peso verde (PV) de cada una de las unidades muestrales en el laboratorio de botánica de la Filial de Agronomía de Montaña y se empleó una balanza digital con una precisión en milésimas de gr. Se colocaron las muestras en bolsas de papel para conservar sus etiquetas con los datos de campo; se introdujeron a la estufa a una temperatura de 75º C. y se pesaban diariamente hasta que alcanzaran el peso seco constante; este fue alcanzado a los cuatro días de secado. Para determinar la biomasa de cada planta, se multiplicó el peso seco de su unidad de mano correspondiente, por el número total de unidades estimadas.
Análisis de información
Los datos obtenidos en campo se registraron en el programa Excel para su posterior análisis con el paquete estadístico (SPSS 20).
Una vez obtenidos los parámetros cuantitativos, el manejo para su correspondiente análisis se hizo mediante fórmulas matemáticas para la obtención de resultados.
Las fórmulas empleadas fueron las siguientes: (Ecuaciones 1, 2 y 3)
Cálculo de la capacidad de carga
Los resultados de producción de biomasa o materia seca (MS) por hectárea de las especies arbustivas y herbáceas se agruparon por tipo de vegetación y época de muestreo.
Los datos se evaluaron estadísticamente a través de un análisis de varianza para estimar si existe efecto significativo en la producción de biomasa por tipo de vegetación para cada época de muestreo.
Mediante el programa SPSS 20 las medias de la variable tipo de vegetación y su comparación con base en la prueba de Tukey a un nivel de significación de 5 % (á=0.005).
A la media calculada para la variable biomasa, se le multiplicó el área que ocupa cada tipo de vegetación para estimar la biomasa total producida por las especies arbustivas en cada época de muestreo. Bajo el mismo procedimiento descrito, se hicieron los cálculos para las especies herbáceas. Con estos datos y el valor de consumo de materia seca requerida por el venado (30 % del peso vivo medio) Rojas, (2010), la determinación de la capacidad de carga se hizo bajo la siguiente fórmula. (Ecuación 4) Granados y otros., (2014)
Resultados y discusión
Muestreo de la vegetación
En la tabla 2, se observa que en los estudios realizados en las parcelas se determinó que la composición de la dieta incluye un total de 18 plantas: de ellas, 10 son árboles (55,5 %) distribuidas en 7 familias; 6 son arbustos (33,3 %) pertenecientes también a 4 familias y 2 son lianas, ubicadas en una sola familia que representa un 11,1 % del total. Se observa también que consumieron diferentes partes de las plantas (hojas y brotes tiernos), lo cual coincide en gran medida con los resultados de autores, tales como Granados y otros., (2014). Estos investigadores señalan que, en estudios de campo realizados en Texas y México, los venados utilizaron mayormente hojas y brotes de las más diversas especies de plantas; por otra parte, Hernández, (2010) refiere que, en estudios realizados en diversas regiones de Cuba, los venados consumieron principalmente brotes, flores, frutos y tallos. En tanto, Mendoza, (2001) y Mandujano (2007), mencionan que las hojas, tallos, frutos y yemas constituyen, en conjunto, la dieta del venado cola blanca en el noroeste de México, aunque específicamente, según los resultados de este estudio, el venado cola blanca prefiere las hojas. (Tabla 2)
Especies utilizadas | Partes consumidas | ||||
---|---|---|---|---|---|
Árboles | Familia | hojas | brotes | tallos | |
|
X | X | - | ||
X | - | - | |||
X | X | - | |||
X | X | - | |||
|
X | - | - | ||
|
X | X | - | ||
Trichilia havanensis Jacq.(siguaraya) | X | - | - | ||
|
X | X | - | ||
|
X | X | - | ||
X | - | - | |||
Arbustos | - | ||||
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X | X | - | ||
|
X | X | - | ||
|
X | - | - | ||
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X | - | - | ||
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X | - | |||
|
X | - | - | ||
Lianas | - | - | |||
|
X | X | X | ||
|
X | X | X |
Análisis de la capacidad de carga
Producción de biomasa
La capacidad de carga para la temporada poco lluviosa y lluviosa fue estimada a partir de los rendimientos de materia seca por ha., además, se tuvo en cuenta la biomasa producida en las hojas de las especies encontradas, siendo esta la parte de la planta que el venado consume con más frecuencia por ser más suave y palatable y, además, por tener un alto valor nutricional, Moreno, (1991). Los resultados de producción de biomasa (kg ha-1) por grupos de vegetales durante la temporada lluviosa y poco lluviosa se muestran en la tabla 3. (Tabla 3)
Formación vegetal | Época lluviosa (kg) | Época poco lluviosa (kg) |
---|---|---|
Bosques de galería | 1360 | 340 |
Bosques de pino hembra | 720 | 215 |
Bosques de pino macho | 668 | 205 |
Formación pino encino | 550 | 178 |
Producción total por época | 3298 | 938 |
Producción total | 4236 | 1876 |
Biomasa disponible con un factor de utilización del 60 % | 2542 | 1126 |
La producción de biomasa de las especies utilizadas por el venado en la temporada poco lluviosa no presentó diferencia significativa entre tipos de vegetación, de acuerdo con la prueba de Tukey (á=0.05). Sin embargo, para la temporada de lluvias, se encontró una diferencia significativa del bosque de galería con respecto a las demás formaciones vegetales. En este tipo de bosque, se encontró una mayor producción de biomasa, lo que permite catalogar a este tipo de vegetación como una buena fuente de alimento para el venado durante las dos temporadas consideradas.
Para las especies utilizadas por el venado, el análisis de varianza con un nivel de confianza del 95 % (á=.05) señala que existe un efecto altamente significativo (á=.0001) entre la época de muestreo y la producción de biomasa; por ello, es importante considerar que la capacidad de carga será menor en la época de seca porque la producción de biomasa de las especies, mayormente preferidas por los venados, es reducida. Entre tipos de vegetación, también existe una diferencia estadística significativa (á=.0243). Esta diferencia refleja que la producción de biomasa, por las especies arbustivas, es más abundante en la temporada de lluvias y, por lo tanto, la disponibilidad de alimento es mayor, lo que provoca una diferencia significativa (á=.0247) conceptos ya planteados por Gallina y otros., (2014).
Para la temporada de lluvia, la producción de biomasa total, con un factor de utilización del 60 %, es de 2542 kg., lo que equivale a 6,9 kg., disponibles por día.
Existen reportes donde se establecen las cantidades de alimento que el venado requiere para su crecimiento y mantenimiento. Según resultados de investigaciones, estos deben ser: 1 litro de agua, y 2.5 kg. de forraje natural por día, por cada 50 kg. de peso vivo (pv). Weber y otros., (2006).
Capacidad de carga trófica
Para determinar la capacidad de carga trófica, se tomó lo planteado por Rojas, (2004), quien estipuló que la cantidad de materia seca consumida por el venado es de 2.5 kg. día-1; los resultados se muestran en la tabla 4.
Como demuestran los resultados resumidos en la tabla 4, los valores de la capacidad de carga varían por temporada. Semejantes resultados obtuvieron Villarreal y otros., (2011) en la Mixteca poblana en México, durante un estudio de conservación y manejo de esta especie y su hábitat, estas son operadas mediante el modelo tecnológico, denominado ganadería diversificada, que es un sistema agrosilvopastoril, que combina la explotación extensiva de bovinos para carne con el aprovechamiento sustentable (racional y sostenido) del venado cola blanca; otras especies de fauna silvestre y su hábitat, en la caza deportiva y el ecoturismo. (Tabla 4)
Vegetación | Época lluviosa | Época poco lluviosa |
---|---|---|
Galería | 1,8 | 0,7 |
Pino hembra | 0,9 | 0,3 |
Pino macho | 0,9 | 0,3 |
Pino encino | 0,7 | 0,2 |
Total del área | 4,3 | 1,2 |
Para la temporada lluviosa, la capacidad de carga trófica que soporta el área es de 4,3 venados, y se alimentan de grupos de vegetales (árboles, arbustos y lianas), distribuidos en los cuatro tipos de formaciones vegetales. Durante la temporada poco lluviosa, la materia seca disponible solo soporta 1,2 venados en alimentación; resultados mayores si se comparan con Rojas, (2004), quien determinó en la estación forestal experimental Zoquiapan, estado de México, en el parque «La Michilia» que, para la temporada de lluvia, la capacidad de carga que soportaba el área era de dos venados, alimentándose de grupos de vegetales (hierbas y arbustos), distribuidos en los tres tipos de vegetación y durante la temporada seca, la materia seca disponible solo soportaba un venado que se alimentaba durante 38 días. Otros autores han determinado que, en áreas con superpoblación de venados, es necesario el control de esta mediante la caza o la repoblación de áreas con especies altamente palatables, propias de la zona, Villarreal y otros., (2008) y Martínez Polanco, (2011).
La composición botánica de la dieta del venado cola blanca en el área de estudio estuvo integrada por un total de 18 especies de plantas, entre las que se incluyen árboles, arbustos y lianas, de las cuales utilizó mayormente hojas, brotes tiernos y flores.
El área de estudio es capaz de alimentar 4,3 venados por hectárea, en lluvia; durante la temporada poco lluviosa solo tolera 1,2 venados por hectárea ya que las estaciones del año presentan cambios considerables en la diversidad de especies de árboles, arbustos, lianas, pastos y la producción de biomasa seca