Introducción
El bambú es una poaceae leñosa, presente en las zonas tropicales y subtropicales, a menudo también en las templadas, que cuenta con más de 90 géneros y 1 500 especies, de las que solo se han domesticado hasta ahora unas 50; además de sus usos tradicionales en la construcción, la fabricación de muebles, la artesanía y la alimentación, el bambú es cada vez más aceptado como un sucedáneo de la madera rentable y amigable con el medioambiente. FAO, (2005)
Los bambúes son plantas económicas y ambientalmente importantes, que poseen multiplicidad de usos, con gran impacto económico, social, cultural, científico y ecológico; los antecedentes relacionados con su utilidad se remontan a la antigüedad y han formado parte del largo proceso evolutivo de muchas civilizaciones, sobre todo en Asia, África, América Tropical y parte de Europa. Morán, (2005)
Las especies que son destinadas al comercio obtienen generalmente su madurez de cuatro a cinco años y los brotes sucesivos cada dos años durante 120 años para ciertas especies e indefinidamente para otras.
El rendimiento del bambú constituye uno de los aspectos esenciales de su importancia económica; la misma está determinada en buena medida por el peso de los culmos y de las ramas; juegan un papel importante en la producción de biomasa, gracias a un aporte anual de 40,0 t.ha. -1 (25 %) de esta producción para regiones tropicales y 50 % en las regiones subtropicales, dotado de una gran capacidad de adaptación. Tistl, (2004) Este recurso forestal da origen a una gama de productos que ya sobrepasan los 5000 en todo el mundo; unos son desarrollados a pequeña escala, a veces con fines de autoconsumo y otros mediante procesos de transformación industrial llegan al mercado para usos masivos, con gran incidencia, de forma notable, en la economía de Asia, en particular en la República Popular China, y más del 90 % de dichos productos se relaciona con su biomasa aérea. Monge, (2004)
La biomasa de las especies de bambúes se han estimado por diferentes autores en función de la sumatoria de los pesos de rizomas, raíces, culmos, ramas y hojas, algunos de los cuales dependen directa o indirectamente de las magnitudes de sus indicadores dasométricas y de desarrollo; parte de esta biomasa, determina la cantidad de materia orgánica que esta especie incorpora a los suelos, lo que define su gran capacidad de restauración de ecosistemas degradados; de ahí la importancia de conocer las potencialidades de estas producciones en las localidades que disponen de este recurso.
Según Zehui, (2010), en el mundo existen 22,2 millones de ha., de bambúes, agrupadas en 88 géneros y 1 400 especies, distribuidas extensivamente en el trópico y subtrópico; el 88 % de ellos se concentra en 10 países de la región Asia-Pacífico y el sur de China, para totalizar 17 millones 760 mil ha., en esa región, donde sobresalen la India, Myanmar y Japón, con 9,6; 2,2 y 3,1 millones de ha. respectivamente, con 130; 90 y 230 especies en igual orden, que pertenecen a 24, 17 y 13 géneros.
Bambusa vulgaris es la especie de este género más naturalizada en Cuba, Catasús (1999), León, (1999). Por esa razón, aparece entre las especies priorizadas en las estrategias de plantaciones a escala comercial. Álvarez y otros., (2003)
La provincia Granma tiene distribuidas, en todo el patrimonio de la Empresa Agro Forestal, 875,1 ha., de bambúes, de los que aproximadamente el 95 % pertenece al género Bambusa y 857,6 ha. son de la especie Bambusa vulgaris que cumplen importantes roles productivos y ambientales, donde el control del desarrollo y proyección del aporte de su biomasa es indispensable. Mojena, (2013)
Dicha especie presta importantes servicios ambientales, sobre todo en la lucha contra la erosión de los suelos, la corrección de las cárcavas y en las zonas de protección de ríos y arroyos, recomendada para ser ubicada en las primeras hileras de dichas fajas. Herrero, (2003)
Además del uso intensivo de estas especies en Asia y África para diferentes aplicaciones, tienen potencialidades de empleo para las condiciones de Cuba como generador de energía, carbón vegetal y carbón activado entre otras aplicaciones. Guyat y Capote, (2003)
Según Cruz, (2009) los mayores reservorios de carbono reportados por el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) son la biomasa aérea que representa entre el 60-90 % del total, la cual coincide con los aportes que hacen también las especies de bambúes. De ahí la importancia de conocer las potencialidades de producción de biomasa aérea de las localidades donde crecen y se desarrollan estas especies, toda vez que la mayor parte de sus productos derivados dependen de esa biomasa y del comportamiento de los indicadores dasométricos que lo determinan.
El presente trabajo tuvo como objetivo: determinar las potencialidades de producción de biomasa aérea, generada por las plantaciones de Bambusa vulgaris en siete localidades de la provincia Granma, con línea base en las áreas existentes en la dinámica forestal del año 2012.
Materiales y métodos
Las investigaciones se realizaron en las Unidades Empresariales de Base Silvícolas (UEB), en las localidades: Bartolomé Masó, Bayamo, Buey Arriba, Cauto Cristo, Guisa, Manzanillo y Río Cauto, entre los años 2012-2016, en la Empresa Agroforestal Granma.
La especie empleada fue Bambusa vulgaris Schrader exWendland, clasificada por Catasús (1999); los indicadores de desarrollo se establecieron según la metodología de Betancourt, (2007); el levantamiento de las parcelas temporales se realizó siguiendo la metodología de Álvarez y otros., (2003).
La estructura de los plantones y la composición diamétrica, para el estudio del comportamiento por localidad, se realizó según Botero, (2006), López y otros., (2010) la misma fue comparada con la relación internacional de Wong, (1995) mediante la prueba Chi cuadrado. Dicha relación establece que una plantación adecuadamente manejada debe tener la siguiente estructura para los plantones: 15 % de brote, 30 % de culmos verdes, 40 % maduros y 15 % secos.
Los suelos predominantes en las áreas, objeto de estudio, son del tipo oscuro plástico, no gleyzados, aluviales y pardos sin carbonatos en las localidades de la cuenca del Cauto y pardo con carbonato en la cuenca de los ríos Yara y Buey, Dirección Provincial de Suelos y Fertilizantes, (2012); el comportamiento de las variables climáticas del área de influencia de las investigaciones en los últimos 10 años tuvo como fuente la red de estaciones hidrometeorológicas. Dirección Provincial de Recursos Hidráulicos, (2012)
Los indicadores dasométricos y su comportamiento se estudiaron según López y Velazco, (2009) y validados por un análisis de componentes principales, que resultaron ser: diámetro del culmo a 1,30 m. de la base, cantidad de entrenudos en la longitud comercial, longitud de entrenudos, peso del culmo, longitud comercial del culmo, espesor de la pared y rendimiento de biomasa. Los cálculos de rendimientos se rigieron por los criterios metodológicos de Londoño, (2006) y Cruz, (2009)
El análisis estadístico respondió a un ANOVA de clasificación simple sobre los indicadores dasométricos y la comparación múltiple de medias por Tukey, mediante el empleo del Paquete Estadístico IBM, SPSS, Statistic, versión 21.
Resultados y discusión
Los indicadores dasométricos de Bambusa vulgaris constituyen componentes directos del rendimiento de la biomasa aérea de esta especie; la tabla 1 recoge el comportamiento de estos atributos en las localidades objetos de estudios, donde se puede observar que existen diferencias significativas entre las localidades para los indicadores: diámetro del culmo, el peso, la longitud comercial y la longitud de entrenudos. No hubo diferencia significativa entre las localidades para el espesor de la pared y la cantidad de entrenudos.
Estas respuestas de los indicadores dasométricos son atribuibles al comportamiento de las variables climáticas con mayor significación en las localidades con mejor régimen de precipitación; las características más favorables de los suelos corresponden a las de mayor drenaje superficial e interno, así como la profundidad efectiva y la friabilidad. De ahí que los indicadores dasométricos hayan registrado los mayores valores en: Bartolomé Masó, Bayamo, Buey Arriba y Guisa, (Tabla 1); las magnitudes de estos indicadores están enmarcados dentro de los rangos reportados para la especie por Catasús, (1999), Londoño, (2006) y Zehui, (2010) y que son corroborados por Rondón, (2013) y difieren de Cordero, (2004) por diferencias de condiciones de sitio en las respectivas localidades empleadas por los autores antes citados.
Comportamientos semejantes de estos atributos son reportados por Cordero, (2010) en zonas tributarias del río Cuyaguateje en Pinar del Río, consideraciones a tener en cuenta en la planificación de los manejos silvícolas de la referida especie, con lo que se podrá contribuir a su desarrollo sostenible.
Localidades | Dc (cm) | Pc (kg) | Ep (cm) | LCc (m) | Cen (u) | Len (cm) |
---|---|---|---|---|---|---|
Bartolomé Masó | 9,3 ab | 27,9abc | 1,7 ns | 8,7 ab | 29 ns | 29,1ab |
Bayamo | 9,3 ab | 20,3 dc | 1,7 ns | 8,1 ab | 24 ns | 26,7 b |
Buey Arriba | 9,5 a | 25,1 bc | 1,8 ns | 9,1 a | 23 ns | 29,4 a |
Cauto Cristo | 7,5 c | 21,4 cd | 1,7 ns | 6,0 bc | 24 ns | 28,0 ab |
Guisa | 9,0 ab | 34,6 ab | 1,6 ns | 9,2 a | 30 ns | 28,3 ab |
Manzanillo | 8,3 ab | 27,2 acd | 1,6 ns | 7,3 abc | 27 ns | 27,6 ab |
Río Cauto | 8,9 ab | 36,5 a | 1,6 ns | 8,5 ab | 30 ns | 28,3 ab |
Media | 8,8 | 27,6 | 1,7 | 8,1 | 27 | 28,2 |
Ds | 0,6 | 3,9 | 0,3 | 0,9 | 3,9 | 2,2 |
Leyenda: Diámetro del culmo (Dc), Peso del culmo (Pc), Espesor de la pared del culmo (Ep), Longitud Comercial del culmo (LCc), Cantidad de entrenudos (Cen), Longitud de entrenudos (Len), Desviación estándar (Ds). Letras iguales en sentido vertical no difieren significativamente al 5 % de probabilidad de error.
La composición estructura de los plantones, expresada en función de los valores de las variables o indicadores de desarrollo: Brotes, culmos verdes, culmos maduros, y secos, se refleja en la tabla 2, donde se puede apreciar que cada localidad obedece a una estructura propia a tener en cuenta para el manejo de dicha especie en cada condición particular de sitio. (Tabla 2)
Localidad | Brotes (%) | Verdes (%) | Maduros (%) | Secos (%) | Total |
---|---|---|---|---|---|
Bartolomé Masó | 7 (15) | 19(41) | 16(35) | 4 (9) | 46 |
Bayamo | 7 (17) | 19(45) | 13(31) | 3 (7) | 42 |
Buey Arriba | 8 (15) | 21(40) | 17(33) | 6 (12) | 52 |
Cauto Cristo | 6 (18) | 17(52) | 10(30) | 0 (0) | 33 |
Guisa | 4 (9) | 17(39) | 19(43) | 4 (9) | 44 |
Manzanillo | 5 (13) | 17(45) | 14(37) | 2 (5) | 38 |
Río Cauto | 4 (13) | 12(38) | 13(40) | 3 (9) | 32 |
Total | 41 | 122 | 102 | 22 | 287 |
Al comparar las variables de desarrollo en nuestras localidades con la estructura internacional: 15 % de brotes, 30 % de culmos verdes, 40 % maduros y 15 % secos, reportado por Wong, (1995) citado por Cordero, (2010), el cual plantea que una plantación adecuadamente manejada debe coincidir o acercarse a dicha estructura. Como se puede observar, en sentido general, la estructura de Bambusa vulgaris se acerca a dicho reporte en la categoría de Brotes, llegando a promediar 14 % como relación a nivel de las siete localidades; en relación con el resto de las variables, los culmos verdes están por encima en 8 % y los maduros por debajo en 4 %, de donde se infiere que en cada región y localidad se debe estudiar y determinar una relación estructural para los plantones de la especie que se propone manejar ya que la prueba de Chi cuadrado dio diferencia significativa al 5 % de probabilidad de error para las localidades de Bayamo, Cauto Cristo y Manzanillo; el resto de las localidades no dieron diferencias significativas (ns), pero no se corresponden los manejos con la relación internacional. (Tabla 3)
Localidades | Brote (%) | Culmos verdes (%) | Culmos maduros (%) | Culmos secos (%) | Chi2 |
---|---|---|---|---|---|
Bartolomé Masó | 15 | 41 | 35 | 9 | 7,1 ns |
Bayamo | 17 | 45 | 31 | 7 | 14,1 * |
Buey Arriba | 15 | 40 | 33 | 12 | 5,2 ns |
Cauto Cristo | 18 | 52 | 30 | 0 | 34,3 * |
Guisa | 9 | 39 | 43 | 9 | 7,7 ns |
Manzanillo | 13 | 45 | 37 | 5 | 14,7 * |
Rio Cauto | 13 | 38 | 40 | 9 | 4,8 ns |
Relación provincial | 14 | 43 | 36 | 7 | 12,5 |
Relación internacional | 15 | 30 | 40 | 15 | ------ |
Valor calculado de Chi 2 con asterisco (*) en sentido vertical, dif.sig, y ns, no difieren significativamente al 5 % con la relación internacional.
En la tabla 4, se exponen las cifras correspondientes a las existencias de áreas en las localidades estudiadas según reportes de la dinámica forestal, donde se puede apreciar que las potencialidades de la especie están en relación directa no solo con el comportamiento favorable de los indicadores dasométricos, sino también con el valor de la superficie de bambú existente y bajo plan de manejo. (Tabla 4)
Localidades | Antes de 2009 | 2010-2011 | 2012 | Total |
---|---|---|---|---|
Bartolomé Masó | 135,0 | 61,0 | 20,0 | 216,0 |
Bayamo | 66,8 | 0,2 | 3,0 | 70,0 |
Buey Arriba | 11,6 | 7,4 | 10,0 | 29,0 |
Cauto Cristo | 7,4 | 37,5 | - | 44,9 |
Guisa | 4,0 | - | - | 4,0 |
Manzanillo | 94,0 | 18,0 | 10,0 | 122,0 |
Río Cauto | 55,0 | 50,0 | - | 105,0 |
Total | 373,8 | 174,1 | 43,0 | 590,9 |
Fuente: Dinámica forestal, Empresa Agroforestal Granma.
La producción total de biomasa aérea de Bambusa vulgaris se ha determinado en función del área bajo manejo en las localidades, y los rendimientos alcanzados, mediante el comportamiento de los indicadores dasométrico y de desarrollo como se puede apreciar en la tabla 5, determinaron que las mayores producciones y potencialidades se localizarán en: Bartolomé Masó, Manzanillo y Río Cauto y la producción total de biomasa fue de 62 849,3 t. en el citado periodo. (Tabla 5)
Localidades | Rendimiento (tha-1) | Área (ha) | Producción (t) |
---|---|---|---|
Bartolomé Masó | 102,1 | 216,0 | 22 053,6 |
Bayamo | 64,9 | 70,0 | 4543,0 |
Buey Arriba | 178,8 | 29,0 | 4949,7 |
Cauto Cristo | 102,7 | 44,9 | 4612,1 |
Guisa | 110,7 | 4,0 | 442,9 |
Manzanillo | 152,3 | 122,0 | 18 583,0 |
Rio Cauto | 73,0 | 105,0 | 7 665,0 |
Total | ----------- | 590,9 | 62 849,3 |
Los indicadores dasométricos que más aportaron al rendimiento y a la producción total de biomasa fueron: el diámetro de los culmos, el peso, la longitud comercial y la longitud de entrenudos de culmos verdes y maduros.
Cada localidad arrojó una composición estructural propia y específica, que sirve de base de cálculo para el manejo sostenible de la especie Bambusa vulgaris, la cual está directamente relacionada con la producción de biomasa, los rendimientos y sus componentes; la relación a nivel de las UEB resultó ser 14 % Brotes, 43 % verdes, 36 % maduros y 7 % secos, coincidiendo algunas de ellas con la relación internacional.
La producción de biomasa aérea total de las plantaciones establecidas en las siete localidades objetos de estudios, al final del año 2012, fue de 62 849,3 t.