Introducción
El IX Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), en 2019, marcó la necesidad de repensar la política cultural de la nación acorde al contexto actual. La banalización de la cultura, la guerra cultural y la influencia de la industria cultural en contra del llamado “eje del mal” fomentaron fuertes debates en torno a una evolución de pensamiento en el país. Al respecto, el presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez (2019), rememoró en el discurso de clausura del mencionado Congreso la visión del Comandante en Jefe sobre la importancia de la preservación de nuestra identidad:
(…) Fidel supo advertir el riesgo de perder nuestra mayor fortaleza: la unidad, la identidad, la cultura, con la avalancha colonizadora que avanzaba en los tiempos de la globalización, con el acceso masivo a las nuevas tecnologías, promovido por los mercaderes modernos, no para enriquecer sino para empobrecer la capacidad crítica y el pensamiento liberador.
En 1961, las reuniones de Fidel Castro Ruz con los intelectuales cubanos en la Biblioteca Nacional José Martí, marcaron la ruta crítica para el surgimiento de la UNEAC como vanguardia intelectual y artística de confrontación a los desafíos generados por la hegemonización de la cultura, embates que lidera Estados Unidos. Diez años más tarde, la Declaración del Primer Congreso Nacional de Educación y Cultura recoge en su documento oficial (1971):
Mediante el control de los medios de comunicación masiva ridiculizaron a nuestro pueblo, impusieron los esquemas del llamado “modo de vida americano” y desataron una campaña de embrutecimiento colectivo, a través de la colonización del gusto estético (…) El arte es un arma de la Revolución, un producto de la moral combativa de nuestro pueblo, un instrumento contra la penetración del enemigo. La cultura de una sociedad colectiva es una actividad de las masas, no el monopolio de una élite. La revolución libera al arte y la literatura de los férreos mecanismos de la oferta y la demanda de la sociedad burguesa. (pp. 147-154)
Tópicos en torno a la identidad cultural son prioridad nacional establecida. Su defensa, con la participación activa de los intelectuales, artistas e instituciones culturales, en un clima de unidad y libertad, ha cobrado difusión en las últimas décadas y ha sido objeto de debates, controversias y polémicas teóricas en distintas instancias, máxime cuando, además de ser receptora de matrices identitarias expandidas por la globalización, la cultura cubana se enfrenta a estereotipos establecidos por los propios medios de comunicación nacionales.
Una rápida mirada a nuestros espacios informativos muestra la escasez de un tratamiento periodístico certero y profundo al respecto, en un divorcio con la política de la dirección del país. Es común que cuando se habla de cultura en los medios de prensa se haga alusión a la sumatoria de las bellas artes, obviando frecuentemente la memoria histórica, las cuestiones étnicas, idiosincráticas y costumbristas. Cultura es arte, pero también es cualquier capacidad o hábito adquirido por el hombre como ser social. Es ante todo, el modo de vida de un pueblo, de un país.
Ante la problemática descrita, el presente artículo se acerca al Noticiero Cultural de la Televisión Cubana como uno de los espacios informativos especializados que prioriza en sus mensajes los rasgos que identifican culturalmente a la nación. Desde su fundación en 2014, el programa mantiene la premisa de respetar y visibilizar la cultura nacional y las jerarquías artísticas. La evidencia que demuestra esta afirmación se halla en el desarrollo de los temas, el lenguaje empleado, la alusión constante a la idiosincrasia del cubano, a los aspectos que influyen sobre su calidad de vida y a los valores y cualidades que nos caracterizan; además del uso de un discurso periodístico como la construcción o forma de expresión de identidades y de las auto-representaciones colectivas.
Por ello, luego de un breve recorrido por los antecedentes del Noticiero Cultural en el contexto cubano y como resultado de la triangulación de las diversas técnicas empleadas, indagamos en torno al tratamiento periodístico de la identidad cultural cubana en el espacio a partir de las características distintivas de su política editorial y agenda informativa; referimos los elementos vinculados a su estructura, infraestructura, dramaturgia y visualidad; e identificamos sus rutinas productivas y tipologías de géneros periodísticos empleados en su oferta comunicativa.
El presente trabajo es el resultado de un ejercicio de culminación de estudios de la carrera Periodismo, en la modalidad Portafolio Profesional, la cual se basa en la inserción prolongada de los estudiantes en los medios de comunicación, su vinculación directa en el proceso productivo y la reflexión en torno a las rutinas y prácticas comunicativas desarrolladas en el entorno laboral seleccionado.
En el caso que nos ocupa damos cuenta del vínculo establecido con el Noticiero Cultural desde octubre de 2019 hasta mayo de 2020. Como podrá suponerse, este fue un periodo complejo. La llegada a Cuba de la COVID-19, pandemia que ha puesto en pausa al mundo entero, frenó la vida e incluso la labor periodística se redujo al mínimo, con el personal imprescindible. No obstante, la perseverancia sorteó toda adversidad.
Métodos
Los resultados que se presentan responden a una investigación de corte cualitativo donde se emplean como técnicas metodológicas el análisis bibliográfico-documental, la observación participante, y la entrevista, en su modalidad semiestructurada y la triangulación.
El análisis bibliográfico-documental permitió el estudio de documentos normativos, investigaciones de referencia y conceptualizaciones referentes a la temática que conforma el objetivo general de este informe.
La observación participante, como método de recopilación de información social primaria mediante la percepción directa de los elementos del objeto estudiado, significativos para los objetivos de la investigación (Hernández Sampieri, 2004), permitió la inserción analítica en las actividades del medio, lo cual quedó recogido en una guía de observación para la recolección de datos.
Para la realización de este estudio el Noticiero Cultural (NC) brindó la posibilidad de ser parte del equipo de periodistas del espacio, estar presente en cada una de las fases de su proceso productivo: la selección de los temas, la gestión del material y el equipo de realización, la edición, transmisión y otras actividades que implican el intercambio con su personal.
La entrevista semiestructurada, por su parte, posibilitó el contacto con 9 miembros del equipo de realización del noticiero, entre los que figuran periodistas y guionistas (3), presentadora (1), camarógrafo (1), editor (1) y directivos del programa (3). Todos colaboraron con sus percepciones y experiencia.
Además, fue imprescindible dejar constancia de todas las actividades a través de un diario de campo que posibilitó, junto al registro de la realidad vida, la valoración detallada y autocrítica de más de 50 productos comunicativos desarrollados como parte del ejercicio de culminación de estudios.
El cruce dialéctico de toda la información obtenida y su contraste con la teoría fue posible gracias a la triangulación, lo que otorga el rigor científico a la investigación. De este modo, el artículo recoge las experiencias adquiridas a través del intercambio directo con el Noticiero Cultural.
Desarrollo
Cultura e informativos en televisión
A mediados del siglo XX surgió la televisión como un medio de comunicación innovador que unió en una sola pieza la imagen de la fotografía, el sonido de la radio y el texto de la prensa. Ha evolucionado a lo largo de estos años y, como todo órgano de prensa, forma parte de un proceso social complejo en el que se ha afianzado de como soporte comunicativo movilizador de comportamiento y generador de subjetividades, con un indiscutible impacto en las audiencias.
Los programas televisivos incluidos dentro del género informativo se han considerado durante años el reflejo de la actualidad y la realidad en la pantalla chica. Los noticiarios construyen un discurso a partir de hechos verídicos, donde los temas seleccionados se organizan y dan forma para construir la noticia. Su función social consiste en ofrecer varias veces al día la actualidad periodística de las jornadas, potenciando un discurso considerado emblemático y esencial dentro del conjunto de espacios de las distintas programaciones de los canales (Gordillo, 2009, pp. 42-49).
Como tendencia, en la sociedad contemporánea todo medio de prensa posee entre sus contenidos una sección fija de cultura. Cada canal televisivo acoge algún espacio para la actividad cultural, ya sea dedicado completamente a esta área o como sección de los espacios informativos.
En el caso de los programas informativos temáticos, los contenidos se refieren a un único sector general relacionado con la actualidad, como es la cultura para el Noticiero Cultural. Suele combinarse elementos formales de los noticiarios: secciones, diversidad de géneros periodísticos, presentadores. La producción del espacio puede tener recepción local o alcance nacional. Por lo general, se graban anteriormente a su emisión (Gordillo, 2009, p.45).
Existe además, cierta tendencia a desmarcar los géneros dentro del gremio. Prima el sincretismo y la innovación de las estructuras narrativas a partir de los modelos ya establecidos dando lugar a la unión, fundamentalmente, del género informativo con los demás géneros periodísticos.
Periodismo cultural y espacios informativos en Cuba
En el contexto cubano y según la sistematización realizada por la periodista Saily Pérez Gordillo (2015) en su ejercicio de culminación de estudios, varias investigaciones apuntan hacia un rezago del periodismo cultural, entre otros motivos, por contradicciones y perjuicios ocasionados en etapas anteriores a 1959, sobre todo en el ámbito televisivo:
(…) la experiencia del periodismo cultural en la televisión no ha corrido la misma suerte que han tenido las otras formas de producción cultural del medio - el de los dramatizados y otro tipo de programas-, o la misma experiencia que ha tenido en otros medios como la prensa plana (…) Una vez que el Periodismo encontró su vehículo de realización en el medio televisivo, la cultura no era considerada siempre como un área noticiable. Las informaciones culturales aparecían en los noticieros cuando se trataba de acontecimientos o eventos muy relevantes, aunque diluidas en el contenido del programa y sin un espacio fijo diario ni un presentador específico como ocurre hoy con los segmentos culturales. (p.10)
A partir del Triunfo de la Revolución cubana comenzó un proceso de “demonización” contra todo lo que oliera a burguesía, y esta había estado vinculada durante años con la llamada high culture. Así, nació espontáneamente un rechazo al elitismo cultural y todo lo que se le pareciera. Con el propio proceso revolucionario estos males se eliminaron al potenciar una política de rescate del patrimonio cultural aún vigente. Sin embargo, el acontecer cultural era abordado en los espacios informativos televisivos solamente cuando se convertían en eventos importantes, imposibles de rechazar. Las noticias culturales eran mezcladas con el resto de las informaciones y se carecía de acciones para dotar a las emisiones de segmentos especializados. Este rezago, presente aún, se debió en gran medida a que algunos directivos no la consideraban como trascendente, sino más bien como un alivio al resto de las noticias:
(…) en esencia la cultura es un componente, y así debería serlo de acuerdo al diseño de la agenda de este medio -SITVC-. Sin embargo, en la cabeza de los funcionarios del Sistema Informativo, la cultura es un mero estorbo, o sea, ellos no priorizan para nada la cultura, para ellos es un relleno. Cuando llega una información de primer nivel y hay que buscar espacio en el noticiero, lo primero que se pierde son las provincias, y después, la cultura (Alfonso Roque, 2015 citado en Pérez, 2015, p. 10)
Tradicionalmente en Cuba el Noticiero Nacional de Televisión (NTV) se estructuraba con un bloque de informaciones nacionales, otro de internacionales, un comentario internacional y otro deportivo. La cultura, como segmento independiente, tuvo que esperar hasta 1998, en las vísperas del Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) (Sexto, 2009, p. 67), cuando se cedió a los reclamos de las instituciones culturales para que se incluyera entre los contenidos del noticiero. Desde entonces, cada emisión del NTV empezó a tener una sección cultural, una deportiva, una nacional, otra internacional y los comentarios; además de la sección inalterable que suponen los espacios para pronóstico del tiempo.
Se creó entonces una Redacción Cultural conformada por un Jefe de Redacción y un gran número de reporteros y colaboradores desde todas las provincias del país que ejecutan el periodismo desde áreas temáticas. Cada uno de los corresponsales abarca un campo o manifestación artística, con música, literatura, danza, artes visuales y artes escénicas como las más potenciadas. Esa estructura se mantiene hasta hoy, aun con la integración de Canal Caribe a la rutina productiva.
Esos periodistas que conforman el Departamento de Reporteros de “las culturales” tributan con sus trabajos a las cuatro emisiones principales del Noticiero Nacional de Televisión con transmisión diaria: Buenos Días, que posee dos segmentos dedicados a la cultura; el Mediodía, con una duración de entre seis y doce minutos de culturales; el Estelar con un máximo de dos minutos para las artes y el Resumen 24 que por su brevedad no presenta culturales, pero sí incluye, a modo general, las informaciones más importantes de la jornada.
En el caso de las emisiones de fines de semana se encuentra el Sabatino, con sus respectivos ocho minutos de cultura a la 1 de la tarde y el Noticiero Dominical, que sale por primera vez al aire el 8 de marzo de 1992. En la actualidad este espacio cuenta con una hora de duración y de ella dedica media a un suplemento cultural, que “privilegia la esfera de la cultura como campo de creación artística de la nación principalmente” (Álvarez, 2014, p. 17).
A solicitud del Ministerio de Cultura, y con la condición de que debía contener un espacio de 15 minutos dedicados a la crítica cultural, surge en 2003 el informativo cultural Sitio del Arte, precisamente para suplir la falta de espacios para abordar los temas culturales. Sin embargo, seguía siendo necesario un programa que diera seguimiento constante al rico panorama cultural cubano.
Noticiero cultural de la televisión cubana. Características distintivas
El 7 de abril de 2014, días antes del VIII Congreso de la UNEAC, salió al aire la primera emisión del Noticiero Cultural (NC), un espacio informativo para satisfacer una demanda anhelada por años entre los artistas e intelectuales cubanos, que apuesta por reflejar la actualidad del arte y la literatura en Cuba y el resto del mundo. Con una frecuencia de inicio de tres emisiones a la semana, comenzó este proyecto del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), en conjunto con el Ministerio de Cultura y una estrecha vinculación con la UNEAC y la Asociación Hermanos Saíz (AHS).
Luis Morlote Rivas, presidente de la UNEAC y director general del espacio declaró en una entrevista personal realizada en el año 2017 que:
El volumen y la importancia de la información cultural ameritaban hacía tiempo un noticiero especializado. Era una demanda, durante años, de los escritores y artistas cubanos. Los periodistas de la redacción cultural del Sistema Informativo habían hecho varias propuestas. El Noticiero finalmente surgió por la suma de muchas voluntades. (...) Debatimos mucho, razonamos sobre lo que queríamos, y diseñamos una propuesta con la ayuda de profesionales muy calificados. Eso permitió que tuviéramos una propuesta integral, en la cual no solo ha sido importante la calidad de la información, sino también el modo en que se dice, el diseño, el cuidado de la imagen... Trabajamos para un pueblo culto que merece propuestas de calidad. Esa ha sido la intención del colectivo, aun cuando nos queda mucho por hacer. (Morlote, citado en Ricardo, 2017)
El surgimiento del NC trajo como resultado positivo la potenciación de un periodismo de calidad, fiel reflejo a la jerarquía artística, en aras de concientizar el respeto hacia la cultura que nos define. Pero, ¿quién define esa política cultural y establece las jerarquías artísticas?
Política editorial y agenda informativa
Como parte integrante del Sistema Informativo de la Televisión Cubana/Canal Caribe (SITVC/CC), el Noticiero Cultural posee la visión de producir y difundir imágenes y contenidos de calidad, con mayor inmediatez, interés, veracidad e intencionalidad, desde la perspectiva ideológica de la Revolución Cubana y la misión de elaborar piezas informativas de excelencia, con un estilo y lenguajes propios mediante la presentación de video-noticias de manera moderna, clara, ordenada, sencilla, creíble, humana y rigurosa. (Dirección General Canal Caribe, 2017, p.5)
La política editorial del Noticiero Cultural (NC) está marcada por definidas jerarquías artísticas en correspondencia con la política cultural del país. El Ministerio de Cultura es el principal responsable de establecer las prioridades de la agenda informativa a la que también tributa la Redacción Cultural (SITVC/CC). A partir de ahí se organizan coberturas y encargos informativos a sus periodistas en la capital y en las corresponsalías provinciales. (Morlote, 2014, citado en Trujillo, 2015, p.22).
Una de las fortalezas que posee el NC es la colaboración de escritores, artistas de reconocido prestigio; críticos, investigadores y periodistas especializados de otros medios. Como expresara su director, Luis Morlote Rivas, en una entrevista del año 2014: “Este medio tiene una carta de estilo que propicia una manera contemporánea de asumir el periodismo cultural, con intencionalidad, dinamismo y que observe las nuevas tendencias de la realización audiovisual” (en Trujillo, 2015, p. 22).
La política editorial del espacio, aun cuando opera en correspondencia con el sistema de normas y códigos por los cuales se rigen los realizadores del NC en función de construir la agenda informativa, se fusiona con las marcadas por el SITVC/CC. Ambos poseen los mismos principios y leyes, pues el NC funciona como un programa más dentro de este Sistema.
Se incluyen como valores noticias aquellos acontecimientos que poseen interés público e impacto sobre la nación: interés nacional e internacional. También se prioriza lo novedoso, lo inédito, la inmediatez de los acontecimientos y la originalidad de los trabajos. Otros criterios de noticias son la posible evolución del acontecimiento noticioso, su preminencia y la proximidad geográfica. (Dirección General Canal Caribe, 2017, pp. 8-9). Historias contadas por sus protagonistas, contextualizadas mediante el uso de fuentes oficiales, tradicionales, alternativas y desde las diferentes aristas de los hechos, son otras de las pautas establecidas con la finalidad de brindar información veraz y precisa con la mejor calidad técnica y expresiva posible; componentes que afianzan la credibilidad del periodismo realizado por el medio ante la sociedad.
Esta relación entre la política editorial y la agenda temática del medio se corresponde con el modo en que opera la generalidad de los medios nacionales:
En el contexto cubano, la política editorial es la traducción de la agenda del sistema político a la prensa para lo cual no tiene que existir un documento o modelo formal, sino que en la mayoría de los casos es resultado de la práctica, de la interacción constante entre ambos entes de poder (García Luis, 2013)
En el caso específico del NC, es el propio medio quien configura su agenda informativa cotidianamente. Con esta finalidad se trabaja en colaboración con la agenda de otros medios de comunicación del país, Ministerios, instituciones de la cultura o entidades públicas y las agencias de noticias. Para seleccionar los contenidos, el equipo de trabajo sigue de manera sistemática las orientaciones del Director General, Luis Morlote Rivas, así como las priorizadas por el Ministerio de Cultura. Guionistas, reporteros, corresponsales y colaboradores alimentaran constantemente las previsiones y la carpeta de contactos y son los principales garantes de la cobertura noticiosa. Esto los obliga a estar siempre al tanto de los acontecimientos noticiosos de provincia, país o región y mantener constantemente informado al Director General sobre su desarrollo.
En la práctica diaria la agenda queda reflejada en un listado de temas de actualidad a cubrir mediante la producción propia o ajena: un listado de piezas encargadas y/o disponibles. La agenda determina, en primer lugar, las coberturas que proporcionarán señal en vivo sobre determinados acontecimientos, e incluye las ofertas de los colaboradores que sean aceptadas (Canal Caribe, 2017, p.11).
Podemos concluir que el proceso de selección de la información configurara cada semana la agenda informativa, que es un elemento clave para la confección de las pautas a cubrir. En las emisiones, generalmente, resalta la parte de la cultura referida a lo artístico. En cada segmento se cubren, en su mayoría, informaciones relacionadas con las diferentes manifestaciones del arte, y se vela para que se establezca la concordancia con los valores noticas e intereses del medio.
Dramaturgia, visualidad y estructura
La identidad del empaque visual, sonoro y periodístico permite que cada uno de sus momentos sea fácilmente identificado por los espectadores. Esa visualidad ha sido alabada por la búsqueda constante de frescura en la realización audiovisual, así como el sello personal implantado por su presentadora habitual Indira Román.
La dramaturgia fue un elemento que llamó la atención desde el principio por la novedad de la propuesta audiovisual y modernidad de la puesta en pantalla. Al respecto, Odalys Torres, directora de emisión, señala que se tomaron como referencia, algunas tendencias contemporáneas de la presentación de noticias y se fusionaron con estilos más autóctonos, cuidando la concepción escenográfica, el vestuario, el diseño de infografía y la visualidad general (Torres, citado en Estrada, 2015).
El cuidado constante de detalles técnicos y el grado de especialización que se adquiere a partir de sus objetivos como noticiero, son otros de los atractivos que plantea la directora de emisión como aspectos fundamentales.
Nuestros presentadores, nuestros críticos e invitados apuestan por una espontaneidad que no está reñida con la seriedad de lo que se dice. Un noticiero es también un espectáculo; además de informar, debe entretener, promover propuestas atractivas. Tenemos asimismo un compromiso con el buen gusto, con el buen decir. Y por eso resulta esencial la calidad de nuestros guiones, que tributan a una estructura muy dinámica. (Torres, citado en Estrada, 2015)
La transmisión tiene una duración de 27 minutos, aunque en ocasiones excepcionales puede rondar la media hora. Cada una inicia con los Titulares de las noticias destacadas de la jornada (1 minuto), seguidos de la Presentación (1 minuto). Se dividen en tres bloques informativos de 7 minutos cada uno, donde se proyectan los trabajos periodísticos y se incluyen secciones especializadas que varían de acuerdo al día de la semana. Estas secciones se separan por Pausas de 1.30 minutos y concluyen con un Resumen/Despedida (1 minuto). El espacio realiza un recorrido por el acontecer cultural digital, dando prioridad a los diarios nacionales e incluye momentos de entrevistas y debates, este último considerado el hilo conductor de la temática. Desde él se ejecutan importantes aproximaciones a tópicos de relevancia para el quehacer artístico cubano.
Dentro de los bloques informativos aparecen las secciones que a continuación se caracterizan:
Contrapunteo: Es un espacio para polemizar sobre del acontecer cultural contemporáneo del país. Este segmento comienza cada lunes y da seguimiento al tema hasta el viernes con reportajes, entrevistas a críticos y otras voces autorizadas. Por otra parte, busca también la opinión del público a través de las redes sociales, correos electrónicos y vox populi. Cada viernes se realiza el cierre del tema con una voz editorial que da respuesta sobre el asunto en particular, y el encargado es Yuris Nórido.
En primera persona: La periodista Magda Resik es la responsable de este espacio de entrevistas. Esta sección se aleja del ámbito meramente informativo que apuesta por la variedad en su discurso cuestionador de la cultura cubana. Destacados intelectuales y artistas de todo el país (y foráneos también) han pasado por el set; así como jóvenes creadores cuyo arte emergente ronda el pensamiento cuestionador. El tiempo de duración es variable y posee una frecuencia de tres veces a la semana (lunes, miércoles y viernes).
Revista de Prensa: Segmento de información nacional e internacional a partir de la revisión de suplementos digitales de las publicaciones impresas y de sitios digitales culturales. Se apoya visualmente con imágenes emitidas por televisoras y publicaciones, o proveniente de los archivos.
Pausas: Son dos momentos de pausas destinadas a compromisos promocionales. Mayormente se transmiten spots donde se anuncian eventos de la agenda cultural actual o mensajes de bien público.
Antes de publicar los trabajos periodísticos estos son revisados y evaluados por la jefa de redacción, Conchy Pérez Fernández, en un proceso que deviene en retroalimentación y en el que, lejos de delimitar fronteras o censurarse ideas, se aportan elementos y herramientas imprescindibles para el trabajo periodístico cultural.
Otra característica de este espacio es que el reportero no entrega locutor en cámara para el guion. Se redacta una suerte de resumen con las ideas importantes de la cobertura y es el guionista (puesto que rota entre los periodistas de la redacción), quien amolda a los códigos del lenguaje del NC. El director general es quien busca el lugar idóneo dentro de las informaciones, por tanto, no se trata de introducciones solamente ordenas por importancia de información que son leídas por un locutor, sino de un pensamiento lógico y fluido que unido al carisma de la presentadora Indira Román, se vuelve más atractivo.
Infraestructura y rutinas productivas
El Noticiero Cultural cuenta con un equipo periodístico pequeño, conformado por cuatro reporteros (cinco contando a la diplomante) en la sede de La Habana. Su staff no es exclusivo y el grueso de las informaciones procede de los corresponsales en provincias. Esto trae como consecuencia que en ocasiones se reiteren los mismos reportes del SITVC/CC pero sin esta red sería imposible acceder a todas las provincias y abarcar el amplio espectro cultural de la nación.
La dinámica es rápida y bastante absorbente, así describe la rutina productiva del medio Roylan Pardo Cabrera, reportero y guionista del espacio, en una entrevista concedida al portal digital de la UNEAC.
Requiere de diálogo con los corresponsales en cada una de las provincias, su quehacer es imprescindible para lograr mostrar una imagen del país. Tener una buena comunicación con ellos contribuye a que el espacio logre su sentido, en ocasiones, algunos materiales refuerzan las ideas que se sostienen como puntos de vista en la sección de polémica. (Ricardo, 2017)
Por la organización que posee se carece de una especialización dentro de las bellas artes para los reporteros. Sin embargo, cada periodista tiene un sector específico que le resulta más afín para producir la mayor cantidad de noticias y una cobertura semanal, quizás dos. El flujo de coberturas es pobre, con algunas excepciones. Rara vez el noticiero hace salidas nocturnas o los fines de semana.
Otro elemento que atenta contra la inmediatez de las noticias es que aun cuando se transmite a las 6:30 p.m. por el Canal Cubavisión, el espacio se graba a las 2:00 p.m. Esto exige un proceso de planificación a cumplir al pie del detalle. Desde las 9.00 a.m. comienza la construcción del guion, a partir de las prioridades de la agenda informativa (noticias relacionadas con la dirección del Ministerio de Cultura, la UNEAC, la dirección del país, o alguna fecha relevante).
A partir de las 10.00 a.m. comienza el proceso de edición. Sólo se cuenta con un cubículo para editar, lo cual complejiza el proceso creativo. Entre la 1.00 p.m. y las 2.00 p.m. comienza la grabación del Noticiero. Otros espacios como Cubavisión Internacional y Canal Caribe replican la emisión como parte de su parrilla de programas.
Los equipos necesarios para dar cobertura a los eventos (cámara, sonido, iluminación y transporte), se solicitan los lunes. Ese mismo día se distribuye el plan para el resto de la semana. La mayoría de los trabajos se hacen de tarde y son transmitidos al otro día. En menor cuantía se realizan como parte de una agenda más planificada. En el caso de Contrapunteo, tiene horario habitual los miércoles a las 3:00 p.m.
Contrario a lo que podría esperarse, existe una pobre representación de los acontecimientos ocurridos en la capital. Además se ser la sede del ICRT, desde donde se gesta y transmite el NC, es precisamente La Habana la provincia con mayor flujo noticioso en materia de cultura. Esto constituye una debilidad de la Redacción.
A pesar de que potencia en todo momento la política cultural de la Revolución, aún no logra una mayor imbricación con aquellas expresiones culturales que van más hacia la definición antropológica y abarcan la identidad en un discurso más consciente. La dimensión de la identidad cubana en este campo es extensa y no siempre está relacionada con las bellas artes; sería importante ponderar también otras formas de concebir un hecho artístico para mostrar un país lleno de variedad, estilos y tradiciones.
Las condiciones infraestructurales constituyen una limitante. Presenta dificultades tecnológicas para la edición y redacción, lo que ha estado mediado por diferentes factores dentro de los que destacan que el equipo de producción existente es obsoleto. No soporta grandes horas de trabajo, se ralentiza, se reinicia; además, una sola especialista es la encargada de conformar los titulares, pausas, spots, gráficas y edición de cada uno de los audiovisuales a transmitir. Todo ello en el horario de 10.00 a.m. a 12.00 m.
Los recursos técnicos disponibles para las coberturas han mejorado considerablemente desde que se establecieron vínculos estrechos con la Dirección de Comunicación del Ministerio de Cultura. Actualmente, cuenta con cinco camarógrafos. Cada profesional tiene a su disposición una cámara digital Sony XDCAM que soporta el formato 4K. Pero es preferible grabar en Full HD o en 1080p para que el programa de edición empleado, Adobe Premier, obtenga un mejor aprovechamiento de la imagen. Parte del equipo también lo conforma un set de micrófono de cono, balita, luces, trípode, batería y tarjeta SD de memoria con 64 GB de espacio. Sólo se dispone de un carro para todas las salidas.
La redacción del NC cuenta con cuatro computadoras, la mayoría en buen estado. Tres de ellas están destinadas para el guionista principal de la emisión, la Jefa de redacción y el comentarista, pero se hace necesaria la actualización del patrimonio digital.
Una de las características que lo distingue es la unidad del colectivo, fundamental para trabajo en equipo. Ver a los periodistas, asistentes, editores, personal técnico y artístico involucrados en el proceso creativo demuestra el engranaje perfecto, lo que justifica que algunos llamen al Noticiero Cultural como una maquinaria de relojería.
Tipologías de géneros periodísticos empleados en la producción
Para el Noticiero Cultural, se debe tener en cuenta que el factor inmediatez tiene limitantes. Al ser un programa transmitido luego de la revista Buenos Días, el Noticiero del Mediodía y de la Revista En Tiempo Real, es necesario dar una visión más ampliada del acontecimiento y potenciar la visión crítica-cuestionadora, poniendo en manos del receptor los instrumentos requeridos para acercarse de manera más activa al proceso cultural. Este hecho se refleja en la parrilla informativa que sale al aire en cada transmisión de lunes a viernes.
Es por ello que el reportaje, como forma expresiva del periodismo que admite una mayor interpretación o visión personal, adquiere relevancia dentro del espacio, sólo antecedido en cuantía por la nota informativa. Resulta usual en el NC programar trabajos especiales cuando se acercan efemérides de relevancia por lo que es común la presencia de reportajes editados con días de antelación. Se evidencian en ellos un uso artístico de recursos como la música, o los efectos de edición. El reportaje que abre la sección Contrapunteo, por ejemplo, exige preparación, jerarquización, balance de opiniones y visión crítica. Es un espacio útil, necesario y enriquecedor para el panorama de la cultura cubana y sus creadores. Dentro del gremio se reconoce su calidad y su perfil creativo.
Como complemento de los reportajes que abren la sección Contrapunteo se emplea frecuentemente el vox populi. La recogida de declaraciones de la población se utiliza como medidor del impacto de la polémica tratada y como balance de opiniones entre institución y ciudadanos.
Cuantitativamente el peso productivo del espacio recae en la nota informativa, mediada por la disponibilidad de tiempo por emisión. La nota, considerada “la columna vertebral de cualquier órgano de prensa” (Calzadilla, 2005, p. 34), adopta rasgos en el medio audiovisual como la rapidez, concisión y claridad. Estas características unidas a la duración de la capacidad atencional del destinatario, provoca que no sea un género de mayor profundidad (Cebrián, 1992, p. 117). En el Noticiero Cultural las notas informativas parten generalmente de los intereses del medio y responden a su política editorial, correspondiendo con acontecimientos de la UNEAC, aperturas de exposiciones, presentaciones de libros, premiaciones y eventos.
La reseña, por su parte, está presente con el objetivo fundamental de proporcionar una información rápida, suficiente, «impresionista», del asunto en cuestión; en tanto, la entrevista es uno de los géneros más empleados, tanto en el estudio en secciones como En primera persona, para dialogar sobre temas de la cultura cubana, como de apoyo a otros momentos y trabajos del espacio.
La crónica, la crítica y el comentario están presentes dentro del NC pero en menor cuantía. La crónica se emplea como la narración o exposición caracterizada por un estilo literario, evocador, emotivo, que transmite impresiones personales del cronista sobre el hecho u objeto que trata. Generalmente se asocia a efemérides o situaciones de carga emotiva. La crítica cultural y el comentario, por su parte, se incluyen siempre desde la especialización periodística de sus realizadores. El espacio refuerza el valor de la crítica como función orientadora, por lo que considera determinante ofrecerle herramientas al público para que se acerque a las obras de una manera más activa y participativa, hecho que lo diferencia del resto de los programas especializados.
Por ejemplo, el cierre de Contrapunteo los viernes se hace desde el género editorial. El espacio concibe que un periodista de reconocido prestigio se encargue de su guion; por lo que Yuris Nórido es el especialista para ello. Nórido combina información, interpretación y opinión; utiliza datos para ubicar al espectador en el tema. La opinión personal del profesional, en concordancia con la posición del medio que lo transmite, también está latente.
En el periodo de realización del estudio la COVID-19 se insertó en las agendas de todos los medios de comunicación. En el NC se potenciaron como líneas de mensajes la necesidad de adoptar las medidas orientadas por el Ministerio de Salud Pública y el modo en que las diversas instituciones culturales nacionales apoyaron el enfrentamiento a la pandemia.
Conclusiones
La identidad, la cultura y la comunicación, constituyen una tríada fundamental para cualquier nación y sus procesos de desarrollo, que la definen, particularizan y la hacen única ante el mundo. En el caso cubano, los tópicos en torno a la identidad cultural son prioridad nacional establecida, fe de lo cual dan, desde las famosas Palabras a los Intelectuales de inicios de la Revolución (Castro, 1961), hasta el discurso del presidente Miguel Díaz-Canel en la clausura del IX Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), en 2019.
Para Cuba y el mundo en general, el periodismo cultural funciona como seña de identidad. Esta especialización periodística dentro de la prensa cubana debe ser capaz de contribuir con la formación de una identidad cultural consolidada en la sociedad donde se desarrolla, de manera que cada quien se identifique con su colectivo, con su país, y se sienta contenido.
El mejor periodismo cultural es aquel que refleja lealmente las problemáticas globales de una época, satisface demandas sociales concretas e interpreta dinámicamente la creatividad potencial del hombre y la sociedad (tal como se expresa en campos tan variados como las artes, las ideas, las letras, las creencias, etcétera), apelando para ello a un bagaje de información, un tono, un estilo y un enfoque adecuado a la materia tratada y a las características del público elegido.
El portafolio profesional, como ejercicio de culminación de estudios de la carrera Periodismo, permite a los estudiantes, adentrarse de forma activa en los procesos comunicativos, dominar con soltura los mecanismos establecidos para la realización de un ejercicio periodístico responsable y de calidad y poner en diálogo los aprendizajes teóricos adquiridos en la academia con la práctica profesional. En el caso particular de la presente investigación, de la mano del tutor del medio y del colectivo del Noticiero Cultural, fue posible alcanzar mayor conciencia de la dimensión real del concepto cultura, de sus alcances e implicaciones.
A través de la técnica observación participante, puede afirmarse que si bien el NC surgió para ser el principal portavoz de las dinámicas culturales de la nación, tiene como premisa transmitir noticias y brindar a sus espectadores información veraz y precisa, con la mejor calidad técnica y expresiva posible. Lograr la puesta en práctica de estos elementos constituye el reto diario del equipo de realización, quien hace lo mejor a su alcance para fomentar la credibilidad del periodismo cultural realizado actualmente en el país.
A quienes ejercen el oficio de comunicar desde la especialización les resulta difícil distinguir donde deja de difundirse cultura y cuando empieza a hacerse. El Noticiero Cultural, como medio de comunicación, ve en la cultura una herramienta articuladora de pensamiento crítico.
Cuando se abordan temas polémicos de las artes cubanas es imprescindible ser certeros con el criterio. No se trata solamente de informar, es una responsabilidad con el espectador que puede estar en desacuerdo con la postura del periodista o del noticiero.
Las funciones que otorga esta especialidad periodística elimina la concepción cerrada del periodismo cultural como la práctica encargada de la información, visibilidad y crítica de las producciones meramente artísticas. La observación participante permitió además constatar y desarrollar un tipo de propuesta narrativa cuya base está en la práctica periodística especializada, dedicada a divulgar e informar sobre los productos culturales del acontecer cubano pero que amplía a la vez el pensamiento en torno a la cultura, los procesos culturales, de formación de identidad, al patrimonio cultural tangible e intangible y la lectura e interpretación de la realidad desde una perspectiva cultural.
Al comparar la forma en que se comprende la cultura en los trabajos realizados para el Noticiero Cultural y el Sistema Informativo de la Televisión Cubana, es posible observar la existencia de dos vertientes del periodismo cultural: por un lado, uno de corte relacionado con las manifestaciones artísticas y, en menor medida, uno más abarcador coherente con el patrimonio histórico del pueblo, sus costumbres, tradiciones, diversidad, ideología, religión, etc.
Son visibles en nuestra prensa, alguna de los resquebrajamientos que lastran al periodismo cultural. Probablemente el hecho de cercenar este concepto e identificarlo solamente con las expresiones artísticas, los espectáculos, las promociones, ha llevado a que existe cierto menosprecio hacia el sector. Dentro del cuerpo de prensa lo consideran el segmento más festinado, frívolo, pero se obvia la importancia que tiene en la confirmación de una identidad, en la consolidación de un cuerpo artístico de la nación, y sobre todo en la articulación de un proyecto de país como el que estamos construyendo, donde los debates culturales debieran ser los primeros espacios de reflexión en la esfera pública. (Trujillo, 2015, p.13)
El proceso de vinculación al NC permitió poner en práctica las habilidades para abordar el oficio desde sus diversos géneros expresivos (información, reportaje, crónica, reseña, entrevista). Las funciones que otorga esta especialidad periodística elimina la concepción cerrada del periodismo cultural como la práctica encargada de la información, visibilidad y crítica de las producciones meramente artísticas. Formar parte de la concepción de cada emisión fue un proceso fascinante en el que se aprendió a separar los reportes referidos a las manifestaciones artísticas, lo culto y lo popular; así como el desarrollo del pensamiento en torno a la cultura; los procesos culturales, de formación de identidad, lo referido al patrimonio cultural tangible e intangible, y la lectura e interpretación de la realidad desde una perspectiva cultural.
Nuestra profesión cumple un papel fundamental en la responsabilidad que tiene cada país como dueño de su propia cultura, de mantenerla, y difundirla. Construir este Portafolio como el último paso para practicar de manera formal el periodismo ha sido la reafirmación de estar en el camino correcto. Aumentó los deseos de finalmente pertenecer al gremio de los que ejercen “el mejor oficio del mundo”.