Introducción
En el proceso de investigación sobre la construcción del capital simbólico del arte cubano, en el entorno del mercado de arte, en no pocas ocasiones el autor se ha encontrado con serios vacíos de información. La ausencia de archivos especializados en la recopilación, catalogación y gestión de datos e información sobre aspectos del arte cubano, como son las exposiciones de arte en los circuitos de galerías en sentido general, o su comportamiento a lo largo de períodos históricos han sido algunas de las causas diagnosticadas como debilidades en la construcción del capital simbólico del arte cubano.
Ante esta situación surgieron las siguientes preguntas: ¿cómo desarrollar un proyecto de archivo de memoria sobre las exposiciones artes visuales en Cuba? En otros términos, ¿es posible crear archivos como contenedores de la memoria de una sociedad, con la emergencia de nuevas formas de la memoria, en especial, la memoria digital?
Es este un momento histórico donde la brecha entre lo viejo y lo nuevo se hace cada vez más corta e inmediata. Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han aparecido en el escenario cultural como las autopistas que sostienen esa velocidad de los cambios y nuevas transformaciones en el conocimiento (Villamizar, 2012). Sobre ellas deben desarrollarse cualquier proyecto que busque poner la información al alcance de todos.
Asumimos la memoria digital, como aquella que está en red, de proceso y electrónica (Villamizar, 2012), sostenida por las nuevas y eficaces herramientas tecnológicas que posibilitan una gestión mayor de datos, rapidez y democracia en el acceso a ellos. Compartimos el criterio de que no podemos afirmar de entrada que, mediante la emergencia de la memoria digital, superaremos los problemas de la memoria archivada.
Sobre esto el autor significa:
“Muchos profesionales, y casi la generalidad de los estudiantes, conciben el conjunto de herramientas (memoria digital) y su amplio espectro de transferibilidad como el remedio en materia de fuentes para sus investigaciones” (pág. 167)
Un antecedente necesario
En el año 2014 fue noticia en varios medios internacionales, la compra del “Archivo Veiga” por la CIFO Fundación, consorcio sin fines de lucro fundada en 2002 por Ella Fontanals-Cisneros y su emporio familiar. En la comunidad intelectual cubana e internacional que reconocían el valor histórico y patrimonial que contenía dicho archivo, primó la afirmación que no “existía precio para equiparar el valor de la obra de toda una vida” (Castillo, 2015).
El Archivo ahora denominado CIFO-VEIGAS recoge una parte importante de la historia del arte cubano. Contiene en su catálogo según el artículo de (Vicent, 2016) en el periódico El País, con motivo al traspaso de la propiedad del mismo, más de 20.000 expedientes individuales y 350.000 piezas desde mapas anteriores al descubrimiento de la isla por Cristóbal Colón, referencias a las primeras esculturas realizadas por los canteros y artesanos que viajaron en los barcos de los conquistadores, carteles de exposiciones de bosques embrujados por los espíritus africanos de Wifredo Lam, plegables de muestras colectivas rompedoras de la generación que en los ochenta cambió el modo de entender las artes en la isla, o incluso el archivo personal del pintor Servando Cabrera Moreno, que él mismo cedió antes de morir.
Esta recopilación por más de 45 años del investigador, editor y curador José Veigas Zamora (La Habana, 1944), durante el tiempo que permaneció público, contribuyó notablemente al conocimiento, investigación y divulgación de las artes visuales cubanas. Una fuente de información primaria en el cual al decir de su compilador: “Todo lo que tiene peso en el arte cubano, tiene peso en el archivo”, pues “el catálogo no sólo se refiere al arte cubano, sino a todo lo relativo al arte en Cuba”, por ello están incluidos en él también los famosos sorollas de La Habana u oleos de pintores europeos atesorados por las familias de la burguesía cubana, incluidos los Gómez Mena, el magnate azucarero Julio Lobo o parte de la colección Cintas, objeto de tantos litigios. El propio Veiga aún después de traspasada la propiedad continúa aportando documentos a la colección, en la que se incluyen recortes de prensa, libros, revistas, catálogos, fotografías, diapositivas y otros formatos.
En el propio artículo (Vicent, 2016), este amplía sobre el alcance del Archivo y su contribución a la construcción del valor simbólico del arte cubano: “El centro del archivo está en el siglo XX y específicamente los 70 y 80, incluyendo movimientos como el concretismo, olvidado por tantos”, explica la coleccionista, alma y soporte de la Fundación Cisneros-Fontanals (CIFO), en cuyo corazón está una de las mayores colecciones de arte geométrico y abstracto latinoamericano, compuesta por más de 3.000 piezas. El concretismo cubano, que tuvo sus orígenes en los cincuenta, funcionó como grupo activo sólo entre 1959 y 1961, englobando la actividad de una decena de artistas como Pedro Álvarez, Mario Carreño, Luis Martínez Pedro, Alberto Menocal, José Mijares, Pedro de Oraá, José Ángel Rosabal, Loló Soldevilla, Sandú Darié y Rafael Soriano. “Fue un grupo muy especial, pero incomprendido en una etapa porque se consideraba que era un arte poco comprometido (…).
Uno puede viajar a las raíces del siglo XVI en la obra de Juan Camargo, o un siglo después, en Santiago de Cuba, con Tadeo Chirino, volar desde allí a Landaluce (siglo XIX) y a las vanguardias del XX que en su momento supusieron las pinturas de Mariano, Portocarrero o las esculturas de Rita Longa. Además, uno puede encontrar fotografías del Primer Congreso del Partido Comunista, con Marx, Lenin, Engels y Martí presidiendo un estrado donde Fidel pronuncia un discurso, tomadas por Grandal, o catálogos de exposiciones colectivas que marcaron un antes y un después en el arte cubano como Volumen I (1981), en la que se ensancharon los horizontes del arte de la isla con performances, instalaciones, arte de proceso, neo-expresionismo posmoderno, manipulaciones fotográficas o arte numérico-serial que se alejaban de las representaciones realistas y de los cánones políticos.
“El arte cubano es de una riqueza increíble”, resume Cisneros (…)”
Entre los objetivos fundacionales del recién constituido Archivo CIFO VEIGAS, se encuentra de mantenerlo, digitalizarlo y alimentar una base de datos pública. Así como existió la voluntad política gubernamental de “facilitarle un lugar que tenga condiciones para albergar el archivo, una gran biblioteca de libros de arte y a la vez un espacio de exposiciones para traer a la isla a artistas que puedan enriquecer la visión de los creadores cubanos” (Vicent, 2016). A esto súmesele que,
“La idea de Ella Fontanals-Cisneros es dejar el archivo CIFO-Veigas en la isla “para que esté disponible para el pueblo cubano y los artistas e investigadores que necesiten consultarlo”. Pero no solo eso. Existe un proyecto de colaboración con el Museo de Bellas Artes de Houston de aportar todos los documentos que puedan ser útiles al ICAA, la gran base de datos del MFAH que contiene millones de documentos del Arte Latinoamericano y Latino de Siglo XX.” (Vicent, 2016)
No obstante, ya en el año 2022, aún muchas de estas ideas no han podido ser materializadas por circunstancias que responden a múltiples factores, lo cual ha dado al traste con el pobre acceso de los investigadores, artistas y demás interesados.
Una necesidad de información
La principal motivación para crear este archivo fue la escasez de referentes documentales que quedó a mediados de la década de los 2000 sobre las exposiciones y eventos de las artes visuales. Ante tal carencia, se hizo necesario crear un espacio virtual para reunir y organizar la información existente en los archivos personales del autor del presente texto, pero también para potenciar la investigación y generar nuevo material sobre estas prácticas artísticas, lo que hasta ese momento no se habían catalogado o sistematizado por las instituciones culturales de manera centralizada. Su propósito inicial: contribuir a la construcción del capital simbólico de los artistas y sus prácticas mediante la sistematización de una historia de las exposiciones de artes visuales en el panorama nacional.
Para eso fue imprescindible iniciar una intensa tarea de compilación y sistematización de la información preexistente. Desde el ámbito de la creación se organizaron y catalogaron, sobre todo, los materiales audiovisuales (vídeos y fotografías) de cada uno de los eventos que desde el 2017 habían sido registrados por el autor, además de textos de creación propia sobre cada uno de los eventos y colaboraciones de terceros de la crítica especializada (material teórico publicado previamente).
La propuesta de archivo virtual “Thecubanartobserver” (www.thecubanartobserver.com), es una herramienta digital de uso no académico creado en un inicio para documentar las exposiciones de artes visuales contemporáneas realizadas en La Habana y otras ciudades del país desde 2017. El archivo consta de material crítico y documental sobre artistas, obras y contextos de curaduría y exhibición. No se trata de un archivo exhaustivo, sino que pretende ser una propuesta historiográfica concreta definida por los intereses ligados al proyecto de investigación en opción a Doctor en Ciencias del Arte sobre la construcción del valor simbólico de los artistas cubanos por agentes del mercado de arte, en específico las galerías de arte nacionales e instituciones de la cultura.
Desarrollo
Conceptualización del proyecto
La línea metodológica y el proceso de trabajo que se lleva a cabo están determinados por el interés del autor, al ser un proyecto personal sin vínculos institucional directo, siendo gestionado directamente por este. Esta línea de trabajo se caracteriza por la investigación a través del seguimiento y el estudio de las diversas manifestaciones de las artes plásticas y su presencia en el circuito expositivo, desde un enfoque cultural amplio y una perspectiva inclusiva a todos los espacios, ya sean institucionales o privados con presencia en la actividad de exposición de las artes visuales. De igual forma, el concepto de “artes visuales” que se refleja en sus contenidos es abierto y heterogéneo, ya que incluye tipologías diversas de manifestaciones como pintura, grabado, escultura, performance, video-arte, dibujo, instalaciones y otros formatos.
Actualmente el archivo cuenta con colaboradores que aportan textos o materiales audiovisuales para contribuir a que no queden fuera los más diversos eventos a lo largo de la isla. Se trata, pudiera decirse, de un archivo colectivo, que crece y se amplía desde distintas partes la isla enriqueciéndose con la aportación de diferentes enfoques socioculturales sobre las artes visuales.
Es importante resaltar que el archivo no tiene un objetivo académico en la actualidad, aunque se espera que pueda ser uso docente y constituir a futuro una base para la investigación por estudiantes, investigadores, críticos y público interesado en general. Esto significaría que puede servir a futuro como herramienta teórica y práctica para profesores, investigadores, creadores, estudiantes e historiadores especializados en la materia. Gran parte de los materiales que podemos encontrar en él son fuentes directas que los investigadores podrán utilizar en sus trabajos. Por lo que se ha decidido compartir los datos e información de manera pública a través del archivo, empleando como un recurso divulgativo y promocional de las artes visuales, aunque en ocasiones pueda ser útil también en ese sentido académico.
Creación del sitio web Thecubanartobserver
Desde que se creó en el año 2017 y con su publicación en formato web, con el empleo de la plataforma WordPress, en el 2022, el archivo virtual “Thecubanartobserver” ha trabajado para convertirse en un centro de referencia en Cuba, y con proyección en el área de Latinoamérica y otros países. Esto se pretende lograr fundamentalmente a tres factores: la coincidencia del idioma para los países hispanohablantes, y el formato digital. Este formato facilita enormemente el acceso a la documentación desde cualquier parte del mundo, la consulta es ágil e inmediata. Y así lo demuestran las estadísticas de acceso, como se observa en la siguiente figura:
De no ser una herramienta digital, el acceso al material exigiría emplear muchos más recursos económicos y temporales (realizar viajes y largos desplazamientos, especialmente en el caso de contextos tan distanciados como España-Latinoamérica). Además, este formato permite conectar contextos diversos con características y necesidades distintas, lo que contribuye a generar intercambios socioculturales, artísticos y estéticos.
Actualmente el archivo registra cerca de 10,000 visitas de unos 4600 visitantes individuales (1250 promedio al mes) desde su puesta online, de las cuales cerca de 2281 proceden de Cuba y le siguen de cerca Estados Unidos, España, Irlanda, Canadá, y México. Las últimas incorporaciones de información sobre el mercado de arte y de subastas han suscitado un incipiente interés en su consulta desde países como China, Reino Unido, Suiza e India. Se encuentran suscritos 17 usuarios al boletín y publicaciones, como visualiza la siguiente figura:
La reseña y los datos como punto de partida
Las exposiciones de artes visuales, así como los elementos sobre el mercado de arte cubano van acompañadas generalmente de un trabajo de documentación. Esto se debe a su carácter efímero e inasible, de modo que es a través del documento (fotografía, vídeo, texto) como se pretende conservar una parte importante de la obra, capturar la memoria o reproducir la experiencia de alguna manera. La reseña que acompaña a cada exposición puede registrar aspectos diversos, totales, o parciales sobre el artista, su obra y el ecosistema alrededor de la muestra. Se documenta el resultado, pero en ocasiones también los procesos creativos previos. El texto en sí no puede devolvernos la experiencia que lo generó porque la experiencia es efímera e irrepetible, pero sí puede producir nuevas reflexiones y facilitar la comprensión crítica de la creación contemporánea. Por tanto, el documento es un potenciador de nuevos discursos vitales para la investigación y es también de gran utilidad para un análisis posterior de la obra, tanto en el plano teórico como en el de la creación.
El trabajo de documentación del archivo ha sido siempre complementario al de los proyectos de investigación. El archivo se creó y se ha ido ampliando gracias a estos proyectos, por un lado, asociados a la vinculación del autor a las industrias culturales y a los espacios expositivos. En estos años se han sucedido proyectos pensados para construir el archivo (uso de las redes sociales como Facebook e Instagram) y proyectos temáticos más centrados en el estudio de aspectos concretos del mercado de arte, pero siempre teniendo al archivo como soporte y como referencia para crear y compartir nuevos trabajos.
Pasamos a explicar algunos de estos proyectos porque conocerlos es entender gran parte del material que podemos encontrar en él, de cara a comprender mejor su enfoque historiográfico:
Los primeros proyectos tuvieron como objeto la recopilación, organización y generación de documentos, así como el análisis y la mejora de la interacción con la plataforma web. Entre ellos se encuentran:
Creación de un archivo audiovisual, sitio en las redes sociales (Facebook e Instagram). Se empezó a trabajar para poner en marcha el archivo virtual recopilando, organizando y digitalizando el material audiovisual del que se disponía (fotografía, audio y vídeo) sobre diversas exposiciones de arte realizadas en La Habana entre 2017 y 2022. Además, se realizaron registros propios sobre obras y los perfiles de los creadores.
El segundo tipo de proyectos son los de investigaciones temáticas que analizan aspectos concretos de la teoría sobre mercado de arte y que han contribuido a la generación de material en diversos formatos sobre nuevas prácticas. Estos proyectos son importantes porque con ellos se abren nuevas líneas de discusión que en el archivo se concretan.
Como continuación del estudio sobre el Mercado de Arte y en paralelo al análisis de las principales subastas y ferias de arte se inició un proyecto en 2022 para el estudio comparativo del comportamiento de la presencia de los artistas cubanos en estos eventos así de las obras. Para el estudio se utilizó una metodología de trabajo basada en el análisis de obras y contextos de comercialización específicos, registro de precios y su posterior recopilación en documentos.
En esta fase, se optó por una investigación mixta que incluía a las bases de datos internaciones como Artprice y otras páginas web. El objeto de estudio es la presencia de la obra de los artistas cubanos en el mercado de arte, lo que implicaba atender con especial interés la gestión de datos e información que se genera a lo largo de varios espacios de comercialización, como un proceso de investigación propia, vinculada a la tesis en opción al grado científico.
Recorrido por el archivo
Como ya se ha indicado, no se trata de un archivo absoluto, sino de un archivo crítico que reúne material referido a determinados temas, artistas y contextos. En términos cuantitativos, actualmente el archivo cuenta con registro sobre cerca de 410 exposiciones de artes visuales o eventos, 1000 artistas, 410 textos, fotos, vídeos y más con vínculos entre publicaciones de diversas redes sociales, y otras propuestas. Para acceder a estos documentos es posible utilizar dos modos de consulta: el primero se basa en un criterio de ordenación cronológica acorde con la historiografía clásica. En ella encontramos el material organizado en categorías (artistas, años, espacios expositivos, exposiciones, etc.). El segundo modo es una consulta temática a partir de conceptos (palabras clave) y temas (campos temáticos). Este tipo de consulta permite realizar distintos itinerarios no preestablecidos y localizar el material en función del tema o concepto que nos interese en lugar de la categoría. Los campos temáticos organizan en gran parte los documentos generados en los proyectos de investigación.
A su vez pueden incluir otros sub-campos para desarrollar cuestiones más específicas. Actualmente las líneas temáticas que están abiertas son:
Conclusiones
Internet favorece y enriquece la creación de estos espacios virtuales de memoria. El proyecto Thecubanartobserver, viene a proporcionar al público tanto nacional como internacional, vías alternativas a los tradicionales lugares de búsqueda documental, poniendo en sus manos materiales de muy difícil acceso debido a su carácter efímero en el tiempo. Consciente de ello, este espacio virtual se constituye a modo de archivo digital, con la correspondiente elaboración de estrategias de clasificación, organización y promoción de la información que ahí se deposita con el fin de preservarlas y facilitar uso.
Con el uso de las TIC, el proyecto viene a establecer vínculos, interacciones e intercambios a partir de las facilidades de acceso por su comunidad de usuarios. Demostrando ser una herramienta efectiva para la transferencia de ese capital simbólico hacia los artistas y los espacios físicos como son las galerías de arte. A su vez contribuye a la creación, conservación y divulgación de la memoria histórica de las artes visuales en este período.
La poca diversidad de iniciativas digitales o virtuales en el contexto cubano, salvo iniciativas individuales de artistas o espacios, evidencia la necesidad de fomentar proyectos como Thecubanartobserver para promover cambios en las políticas de memoria institucionales, así como se demuestra que las soluciones existentes hoy son insuficientes para salvaguardar ese patrimonio inmaterial -hechos- que se suscitan durante los períodos de tiempo de realización de estos eventos de artes visuales.
Este sitio web y la gestión digital que presupone, surge a partir de la necesidad de buscar alternativas para la recuperación de la memoria de los sitios galerísticos y expositivos, y constituir un lugar de memoria de ellos y de los artistas en general.