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Revista Cubana de Oftalmología

versión On-line ISSN 1561-3070

Rev Cubana Oftalmol v.19 n.2 Ciudad de la Habana jul.-dic. 2006

 

Instituto de Medicina del Deporte

¿El Boxeo, es el deporte con mayor frecuencia de trauma ocular?

Agustín Fernández Sánchez1, Eddy Mesa Hernández 2 y Ana Amalia Benítez Guardiola3

Resumen

El trauma ocular lo constituye cualquier lesión causada en el ojo por factores externos que no se relacionan con enfermedades del paciente. Las causas más frecuentes encontradas, son los accidentes domésticos, laborales y la práctica deportiva. En el caso específico del boxeo, existe una polémica en la que algunos afirman que con la medicina moderna, las nuevas reglas de arbitraje y las novedosas técnicas de entrenamiento, este deporte es casi inofensivo al que lo practique. Otros afirman que los traumatismos repetitivos provocan lesiones cerebrales responsables de la decadencia neuropsicológica de un gran número de pugilistas. Se revisaron 24 trabajos internacionales y un nacional (el único publicado hasta el momento). Se refieren estudios comparativos entre varios deportes 20 (80%), entre los cuales se observa que 17 (85%) son deportes donde se refieren una gran cantidad de severos traumatismos oculares (football, hockey y squash); y se mantiene el boxeo en un lugar de baja incidencia con respecto a estos y a otros deportes. A partir de los resultados hasta ahora obtenidos, concluimos que el boxeo tiene una baja incidencia en la ocurrencia de traumatismos oculares.

Palabras clave: Boxeo, trauma ocular, deporte.

 El deporte se ha convertido en un fenómeno de amplia difusión social, no solo, como una alternativa cada día mas popular a practicar en el tiempo de ocio por un creciente número de deportistas aficionados, sino también, como acontecimiento informativo de amplia actualidad y demanda; es por eso, que se considera al deporte, el fenómeno social mas importante del siglo XX.

El comportamiento humano responde a una serie de estimulaciones tanto extremas como interna, entre las que destaca la estimulación de tipo visual. Sir Duke Elder , neuro-oftalmólogo inglés del siglo XIX refería que: “Somos criaturas altamente visuales”, y esto es así porque 80 % de la información externa que captamos diariamente se deriva de la percepción visual.1 En el deportista esta información se eleva hasta 85 % ya que su rendimiento está asociado al alcance máximo que el pueda lograr tanto físico, técnico como visualmente.2,3

La visión deportiva es una disciplina que se ocupa de las implicaciones entre el sistema visual y la práctica deportiva, lo que incluye aspectos tan diversos como el entrenamiento visual o las lesiones oculares derivadas de la práctica deportiva, y cuyo objetivo final es obtener el máximo rendimiento del sistema visual del deportista, con la máxima garantía de seguridad para el propio sistema.1

¿Qué se conoce como trauma ocular? El trauma ocular es cualquier lesión causada en el ojo por factores externos no relacionados con enfermedades del paciente. Las causas más frecuente encontradas, que lo provocan, son los accidentes domésticos, laborales y la practica deportiva.4 Ninguna actividad humana está exenta de riesgos y el deporte no queda fuera de esta afirmación.

En el caso específico del boxeo, existe una polémica en la que algunos afirman que con la medicina moderna, las nuevas reglas de arbitraje y las novedosas técnicas de entrenamiento, este deporte es casi inofensivo para el que lo practique.

Sería bueno referir que desde la publicación de este trabajo hasta hoy han pasado 17 años en los cuales se han introducidos nuevos cambios en beneficio de la salud de los atletas de este deporte como son: el uso obligatorio de cabecera tanto en entrenamiento como en competencia, aumento del peso de los guantes de competencia a 10 onzas para todas las divisiones, se cambió el relleno de los guantes -el de pelo de crin de caballo por el actual de esponja- y se disminuyó el tiempo real de duración de los asaltos y del combate que quedó definitivamente en 4 asaltos de 2 min cada uno, con uno de descanso entre ellos, con lo cual se disminuyó en un minuto el tiempo real del combate (de 9 a 8 minutos).

Los segundos afirman que los traumatismos repetitivos provocan las lesiones cerebrales responsables de la decadencia neuropsicológica de un gran número de pugilistas.5 Sin embargo, actualmente se mantiene la práctica del boxeo aficionado en 205 países que están asociados a la AIBA , y a pesar de la humanización que los medios de protección y los adelantos de la ciencia y la técnica aplicadas, han alcanzado para este deporte los púgiles son propensos a los traumatismos oculares, lo cual ocurre también en otras manifestaciones deportivas en las que se además se reporta, incluso, mayor presencia de casos con esos traumatismos.

En los deportes de juego con pelotas llama la atención que el que más lesione acarrea es el football esencialmente, en Europa. Evidentemente obedece a que es el deporte más practicado a nivel mundial por lo que se le reconoce como el deporte de las grandes multitudes, lo cual no lo exime de la preocupación que ha de tenerse para reducir esas lesiones. Capao Filipe6 en su estudio sobre lesiones oculares asociadas al football afirma: “Las lesiones oculares relacionadas con el fútbol son un importante problema de salud en Europa y probablemente en todo el mundo.'' Este fue un estudio retrospectivo en 163 casos de lesiones oculares relacionadas con el fútbol, entre abril de 1992 y marzo de 2000. Las lesiones más frecuentes fueron: trauma contundente en los párpados y de la órbita, e hifema, las hemorragias retinianas, hemorragia vítrea, uveítis, glaucoma, recesión angular y lesiones vítreorretinianas. El mecanismo más común del trauma fue el golpe con el balón (n = 129; 79,1 %).También observó que la mayoría de las lesiones ocurrieron cerca de la portería (60,1 %) y fueron causadas por un oponente. Su estudio mostró que 75,5 % de las lesiones oculares se consideraron severas. Uno de los resultados más sorprendentes fue que la edad, sexo, tipo de jugador, nivel de experiencia y posición de juego no se relacionaron con la severidad de la lesión ocular, a pesar de las diferencias inherentes.

En deportes de bate o stick encontramos la mayor ocurrencia de traumatismos oculares en el hockey sobre hielo donde, según Pashby7 alrededor de 70 % de los atletas habían tenido alguna lesión ocular durante su práctica y entre todos ellos se encontró que 15 % acabaron perdiendo la visión en el ojo afectado. En los deportes con raqueta , según Barrell8 el squash es el más peligroso por su incidencia en lesiones oculares, refieren Mac Ewen y Jones9 que tanto en Europa como en EE.UU. todos los deportes de raqueta aportan una elevada y significativa proporción de lesiones oculares.

En deportes de combate, el boxeo se contituye en el de mayor prevalencia; refiere Giovinazzo10 que en su estudio de 74 boxeadores se encontró 66 % de lesiones oculares y fue necesario un tratamiento en 58 % de ellos; se destacaron: los desgarros retinianos (24 %), las anormalidades del ángulo (19 %), las cataratas patológicas (19 %) y las lesiones maculares (8 %). Wedrich y otros autores en un estudio de lesiones oculares en 25 boxeadores aficionados asintomáticos encontraron hallazgos patológicos atribuibles a traumas contusos en 19 de ellos (76,0 %). Las lesiones encontradas fueron: lesiones de párpados (12 %), ligeras opacidades del cristalino (20 %), desprendimiento del vítreo posterior (12 %), cicatrices retiniana periféricas del tipo esclopetaria (60 %) y en 24 % se encontró desgarros retinianos o agujeros atróficos.11

En un estudio realizado por Schein12 en Boston, EE.UU., pudo apreciar la alta incidencia de lesiones oculares en la práctica deportiva, y que los deportes más afectados anualmente, eran el frontón y el béisbol con 7 000 y 1 000 casos respectivamente. Por otra parte la Consumer Product Safety Comissión, de EE.UU., estima que cada año se producen más de 1 300 000 traumatismos oculares, de los cuales cerca de 100 000 (7,7 %) son debidas a traumatismos deportivos, y que los deportes que más los ocasionan son el baloncesto, el béisbol y deportes de raqueta.13,14 Estos estudios no difieren mucho del realizado por el francés Perdriel , referido por Usón y Millares de Imperial,14 en el que los traumatismos oculares ocasionados en la práctica deportiva representan 7,5 % de la totalidad, y los deportes más afectados el tiro-caza, el football y el tenis (18 %, 17,5 % y 10 % respectivamente); el boxeo aparece en el séptimo lugar con un 4,2 %.

Según Mac Ewen15 y Montes y Bueno,16 la casuística de traumatismo oculares relacionados con el deporte no es muy elevada, se promedian valores cercanos 2,3 % en poblaciones normales, aunque no obstante la seriedad de la lesión producida durante la práctica de un deporte supera con creces la importancia de lesiones derivadas de otro tipo de actividades.

La frecuencia de aparición de lesiones relacionadas con el deporte, varía fundamentalmente en función del deporte practicado, el país donde se practique ese deporte (según el número de participantes), y también en función de la estación en la que se practique. El buen tiempo siempre acompaña al incremento de la práctica de deportes externos. Además, si añadimos a esto el incremento de la popularidad de ciertos deportes, los porcentajes de lesiones varían considerablemente con el tiempo. Estudios realizados en el Reino Unido revelan que a finales de los años sesenta del siglo XX las lesiones oculares derivadas del deporte atendidas en los hospitales presentaban alrededor de 4,2 %,17 a finales de los años setenta se incrementó hasta 7,0 %,18 a finales de los ochenta hasta 25,1 %19 y los últimos estudios realizados encontraron valores alrededor de 42,0 %.15 Todos estos datos han de hacernos reflexionar en torno a la dimensión que está alcanzando esta parte de la visión deportiva y en cuál debe ser nuestro papel en cuanto a las alteraciones oculares.

En Cuba, hasta el momento, solo se ha publicado el trabajo de Fernández Sánchez , Rodríguez y Mesa20 sobre trauma ocular en 71 boxeadores en el cual encontraron lesiones en párpados, conjuntiva y córnea, distribuidas de la siguiente manera: hematoma en párpados 5 (3,5 %), edema en párpados 4 (2,8 %), excoriación en párpados 1 (0,7 %), hiperemia conjuntival 4 (2,8 %), hemorragia subconjuntival 8 (5,6 %), excoriación corneal superficial 10 (7,0 %) y excoriación corneal profunda 3 (2,1 %); en total se presentaron 35 lesiones en 142 ojos examinados (24,6 % general). Por otro lado, en el estudio multicéntrico en Ciudad de La Habana sobre traumatismos oculares en 1992 de Llerena Rodríguez,21 en su trabajo para optar por el título de especialista de primer grado en oftalmología en 1996, hace referencia que de 531 pacientes estudiados en 26 de ellos el mecanismo de producción del trauma ocular fueron las actividades deportivas, sin precisar deporte, lo que equivale a 4,8 % del total.

Según estadísticas de la VINGER canadiense, desde el año 1977 hasta 1980, de 159 traumatismos oculares en deportes, correspondió: 40, 3 % a deportes con raqueta (squash y tenis), 19,5 % a hockey, 15,7 % a deportes de balón, 10,7 % a base-ball y 10 % a otros deportes. Se aprecia en este estudio que el boxeo no aparece referido entre los deportes con mayor ocurrencia del trauma ocular.

Las estadísticas de la Federación Francesa de Boxeo desde 1968 hasta 1988 plantea que solo hubo dos cataratas totales y 9 desprendimientos de retina.

El estudio realizado en la década de los años ochenta por Harada, Hirano, Ishii, Ichikawa , en la ciudad de Nagoya, Japón, en 164 casos de traumatismos oculares en la práctica deportiva, arrojó los siguientes resultados: baseball , con 76 casos (46,3 %), como el más afectado, seguidos del football, 21 caso (21, 3 %); tenis, 18 casos (11 %); basket, 5casos para (3 %); balonmano, 4 casos (2, 4 %); críquet, golf, ski, badminton y el rugby todos con 3 casos cada uno para 1,8 %; dodge- ball con 2 casos (1,2 %); boxeo, volleyball y yacht con 1 caso cada uno (0,6%) y por último 6 casos en otros deportes (3,6 %). Aquí podemos apreciar que el boxeo aparece en 12mo lugar con una ínfima cifra y porcentaje de casos reportados.22

Los daños en el ojo son cada vez más frecuentes entre los deportistas, especialmente en aquellas modalidades que implican en el movimiento rápido de algún objeto o en las que se utiliza un instrumento como una raqueta o stick . El mayor número de estas lesiones se registra en squash y hockey . Esta incidencia cada vez mayor ha llevado a plantear la necesidad de imponer la utilización de protecciones oculares entre quienes practican determinadas modalidades deportivas. Canadá, por ejemplo, obliga a todos los jugadores de squash a llevar gafas protectoras independientemente de su edad o su nivel de juego.

Según ha comentado Rafael Carpio , director médico de la Clínica Oftalmológica Real Visión, en un coloquio sobre deporte y visión celebrada en Madrid, “el squash es el deporte que entraña un mayor riesgo de sufrir lesiones oculares seguidos del hockey y el baloncesto. En general, existe peligro de sufrir daños en los ojos en todos aquellos deportes que implican el movimiento de un objeto a gran velocidad.

La probabilidad de que el deportista se vea afectado por un problema de este tipo aumenta a medida que disminuye el tamaño del móvil y aumenta su velocidad. En squash , la pelota puede alcanzar velocidades de hasta 180 km por horas. Asimismo, el uso de instrumentos como sticks en hockey , palos en golf, bates en baseball o raqueta en el tenis y badminton, también aumentan el riesgo de lesiones oculares.

Aunque pueda parecer que las lesiones oculares no son demasiado frecuentes, pueden producir daños bastante serios, como el estallido del globo ocular. Rodrigo Barrios, entrenador del equipo de baloncesto femenino C.B. Alcalá, ha señalado que “la única manera de prevenir las lesiones oculares es utilizando protecciones”.

El baloncesto es uno de los deportes en los que sería aconsejable el uso de las gafas protectoras. Cada año se producen en la NBA aproximadamente 50 lesiones oculares de gravedad. Un estudio realizado en Canadá reveló que antes de instaurar las actuales medidas de protección que tienen que seguir los jugadores de hockey sobre hielo, 70 % de los jugadores de este deporte había sufrido algún traumatismo ocular severo y 15 % de ellos había derivado en pérdida de visión, según informa Carpio.23

Las lesiones oftalmológicas relacionadas con la práctica de diferentes deportes representan un significativo peligro para la salud del ojo en todo el mundo, el béisbol y el baloncesto han estado implicados en la mayoría de las lesiones en EE.UU., el fútbol en los juegos de raqueta en Gran Bretaña.24

Según la Sociedad Nacional para la Prevención de la Ceguera, casi 40 000 lesiones oculares están relacionada con productos deportivos y de ocio, pero la cifra real bien podría elevarse a 100 000. En el grupo de personas de entre 5 y 14 años de edad, el béisbol es la principal causa de lesiones relacionadas con el deporte. En el grupo de edades comprendidas entre 15 y 24 años, el baloncesto es la causa más frecuente de lesiones oculares, que vienen provocadas por el contacto con dedos y codos.

Aproximadamente 1 entre 10 jugadores de basketball presenta una lesión ocular cada año. Cada año ocurren más de 40 000 lesiones en los ojos por causa de los deportes. Más de 90 % de estas lesiones pueden prevenirse. En general, el baloncesto y el béisbol causan la mayoría de las lesiones de ojos y a estos les siguen los deportes acuáticos y los que se practican con raqueta.25

Como deporte de contacto pleno que es, el boxeo tiene un potencial de peligro que no puede negarse ni obviarse; aunque comparativamente, no se encuentra dentro de los parámetros más extremos. Submarinismo, alpinismo, deportes de motor, hípica, tienen un potencial de peligro mayor propiciado por las magnitudes con las que se juega y por la imposibilidad de detención de la acción.

La aplicación de un reglamento estricto, una voluntad de prevención por parte de todas las partes actuantes (federativos, manager, entrenadores, púgiles), una buena metodología (aunando técnica y conocimientos médicos) y una búsqueda de igualdad (en peso, envergadura, nivel, edad) en los entrenamientos reducen los accidentes, alargan la vida deportiva, y fomentan un buen ambiente en los gimnasios.

Curiosamente, mucha gente que denigra la práctica del boxeo no reflexiona sobre los efectos de los remates de cabeza en el football, las entradas de un defensa, desde atrás, con una aceleración de 20 m en el rugby . Un codazo en la cara en un remate de baloncesto, los efectos de una caída en sprint o en bajada en ciclismo, o meramente todas las consecuencias a largo plazo de una carrera deportiva profesional en la mayoría de los deportes. Todos los deporte, en determinadas circunstancias acarrean riesgos (caerse de un andamio, sufrir un accidente de carretera o caerse en la ducha), lo importante es conocerlo y tomar medidas.

El boxeo no es un deporte violento, pero sí agresivo como lo es la vida en general; nacer ya es arriesgado, de hecho…terminas muriendo.

Conclusiones

  1. Los deportes que mayores traumatismos oculares acarrean son el football, hockey y el Squash.
  2. El boxeo tiene una incidencia baja en la ocurrencia de traumatismos oculares.

Summary

Is Boxing the sports of highest ocular injure frequency?

The ocular injure is any eye lesion caused by external factors that are not related to the patient`s disease. The most common causes are domestic, work accidents and sports practicing. In the particular case of boxing, there is a controversy in which some state that the modern medicine, the new refereeing rules and the novel training techniques, this sports is almost harmless to the individuals practicing it. Other people say that repeated traumas bring about brain injures responsible for neuropsychological decline of a great number of boxers. Twenty four international and one national (the only one so far published) papers were reviewed. Comparative studies among several sports 20 (80 %) are mentioned; it was observed that 17 (85 %) are sports where a great deal of severe ocular injures occur ( football, hockey and squash) ; however, boxing keeps low incidence if compared to these sports and others. According to the results achieved so gar, we may conclude that boxing has a low ocular injure incidence rate.

Key words: boxing, ocular injure, sports.

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Recibido: 12 de octubre de 2006. Aprobado: 18 de diciembre de 2006.
Dr. Agustín Fernández Sánchez. Calle 10 entre14 y 100. Reparto Embil, Boyeros, Ciudad de La Habana, Cuba.

1Especialista de I Grado en Medicina del Deporte.
2Especialista de I Grado en Oftalmología.
3 Licenciada.

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