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Humanidades Médicas

versão On-line ISSN 1727-8120

Rev Hum Med v.2 n.1 Ciudad de Camaguey jan.-abr. 2002

 

 

Cátedra

 

Estudios para una visión prospectiva de la Educación Superior.

Studies on a prospective vision of Higher Education.

 

Autores

 

Jorge L. Quintana Torres. Lic. en Filosofía. Profesor Asistente de la Universidad Médica de Camagüey "Carlos J. Finlay". Carretera Central Oeste, CP. 70100, AP 144, Camagüey, Cuba. E.Mail: cbr@finlay.cmw.sld.cu

Alberto Bujardón Mendoza. Lic. en Filosofía. Profesor Auxiliar de la Universidad Médica de Camagüey "Carlos J. Finlay".

María A. Acosta Valdés. Doctora en Medicina. Especialista de Primer Grado en Laboratorio Clínico. Hospital Pediátrico de Camagüey Eduardo Agramonte Piña.

 

Resumen

En el trabajo se muestran algunas consideraciones de autores extranjeros y nacionales sobre los retos de la educación en general y de la educación superior en particular, además se ofrecen los criterios de los autores con relación a la problemática.De acuerdo a las condiciones del mundo actual, de las diferencias abismales entre el norte desarrollado y los países del sur o subdesarrollados, el impacto de la ciencia y la tecnología, las exigencias de la producción y los servicios en el nuevo siglo, hace que la sociedad le imponga nuevas exigencias a la educación como subsistema. Así se investiga sobre el nuevo paradigma de la educación en el siglo XXI, de sus posibilidades reales de formar profesionales competentes para poder actuar en la nueva realidad, para ello, la Educación Superior tiene retos ineludibles, entre los que se destacan el financiamiento, la respuesta e interacción con el mundo empresarial, el intercambio internacional y la formación y fortalecimiento de valores humanos.

Palabras Clave: EDUCACIÓN SUPERIOR/ tendencias

Introducción

En el nuevo milenio, el siglo XXI se proyecta como un tiempo de grandes cambios en todos los ámbitos de la vida social y de la educación en particular.

Hoy, más que nunca, se le reclama a la educación y en especial a la Educación Superior, que asuma su papel de líder de los cambios esenciales en todas las áreas de su competencia. Sin embargo, el entorno externo no se perfila nada fácil, sobre todo en los países del Tercer Mundo, caracterizados por “consumir” prácticamente todo lo que le envían los países del norte. Concomitantemente, la deuda que agobia a dichos países, producto de la globalización capitalista y la historia de dependencia que esto acarrea, impacta de modo crónico en la incapacidad de sufragar gastos que reclama la educación orientada a la calidad, equidad y pertinencia.

No obstante, la colaboración y búsqueda de intercambio académico, la relación estrecha de los centros docentes con el mundo empresarial, la transformación de los planes y programas de estudio, en los que se diseña la imagen de un estudiantado con una posición activa, desarrolladora, hacen de los centros que promocionan la Educación Superior, entidades transformadoras de los escenarios en los que se insertan.

La preparación adecuada en ciencias como la Dirección de los Procesos sociales de los dirigentes nacionales y de cada institución, su claustro, investigadores y científicos permitirá también que la proyección se haga de manera correcta, adecuada, coherente, sistematizada y sistemática.

En nuestro trabajo abordamos de manera general algunas consideraciones sobre los retos de la Educación Superior en el nuevo siglo, se tratan de criterios extraídos de la literatura especializada concernientes al ámbito internacional y de autores nacionales y acompañados de nuestras valoraciones.

Al abordar cuestiones medulares de las instituciones académicas se reflexionó sobre algunas ideas de dirección estratégica, así como de las amenazas y oportunidades en el entorno externo, mientras que en el interno se evalúan las fortalezas y debilidades para enfrentar los retos del siglo XXI en el contexto de la Educación Superior.

Desarrollo

La década de los años 90 del pasado siglo testimonia la preocupación de políticos, de gobernantes, de especialistas y actores de la educación, respecto a los problemas que las estrategias educativas, en todas las naciones, debían resolver.

De allá a nuestros días, se ha venido hablando, en casi todos los discursos, en los forum internacionales, etc., de los “RETOS DE LA EDUCACION EN EL NUEVO MILENIO”. Inmensas razones les asistió y asiste a los que se ocupan de esos menesteres.

Pensando retrospectivamente, habría que señalar, los temas principales que presentaba la agenda de cambios en la educación en América Latina y el Caribe en el año 1996. “Tres grandes temas parecen concretar los mayores esfuerzos en lo que tiene que ver con los intentos de efectuar cambios estructurales en la Educación Superior de la región:

  • Financiamiento.
  • Relación con el sector productivo.
  • Incremento de la eficiencia, vía evaluación y acreditación.” (1) “.

Otro tanto refiere García Guadilla (1997) al apuntar: “Calidad, financiamiento, flexibilidad curricular, equidad, pertinencia, y eficiencia interna son las principales carencias”. (1)

En la Ciudad de La Habana se celebró en Julio de 1999 la IX Conferencia Iberoamericana de Educación, al repensar el texto de la declaración de dicha Conferencia, encontramos perfectamente identificados, por los Ministros de Educación, las nuevas misiones que tenían y tienen ante sí todas las instituciones educacionales, incluyendo las de la Educación Superior.

Por Ejemplo, el inciso 21 de dicha declaración promueve el deseo de modernizar la educación superior, para que se democratice y ofrezca respuestas adecuadas a los problemas de la sociedad. Del mismo modo ha de garantizar la evaluación institucional y la acreditación de carreras y programas que favorezcan la movilidad de técnicos, profesionales y científicos de modo que contribuyan a la integración regional.

El inciso 22 hace referencia a la investigación científica y el desarrollo técnico que debe alcanzarse producto de una Educación Superior eficiente. El inciso 23 prevé que los centros escolares deben convertirse en organizaciones participativas y abiertas a la interacción con el exterior. (2)

La pertinencia de la educación superior se alcanza en la medida en que se consolidan los vínculos entre las Escuelas Superiores, que por antonomasia son las Universidades, y los influjos que sobre estas ejerce todo el tejido social. Por tanto, cualquier análisis de los retos de la educación superior en el tercer milenio tiene como núcleo las actividades docentes, investigativas y extensionistas de las universidades, que a decir de Bock, están abandonando progresivamente la torre de marfil en que supuestamente se enclaustran.

Recuérdese que la Universidad constituye un centro promotor del desarrollo de la ciencia y de la cultura, este último concepto además de incluir todo lo concerniente a la formación científica y tecnológica de los futuros profesionales, habla de como “modela” ciudadanos conscientes, capaces de asumir sus responsabilidades individuales y sociales, comprometidos con la patria. Esta es la misión esencial de las universidades cubanas.

Así pues, este núcleo educacional ha de asumir una “… mayor participación en la interacción cultura- desarrollo de manera que la universidad asuma su doble función de mediación crítica y de servicio a las exigencias de la sociedad.” (1)

Pero el papel clave de la universidad, como reafirmación de la identidad cultural, consiste en establecer estrategias de acción contra la homogeneidad de una cultura “imperial”. Y erigirse en centro o empresa generadora de saber científico y tecnológico.

Al igual que Van Ginkel se considera que la Universidad dispondrá siempre de un espacio físico determinado que permita intercambios cara a cara de los miembros de las redes, redes que las nuevas tecnologías de la Información y Comunicación están delineando en el llamado espacio cibernético. Seguirá siendo punto focal entre las culturas de la enseñanza y las culturas del aprendizaje y en donde “se le pide” al estudiante construir su saber a partir de aquellas fuerzas diversas de información.

Diferentes autores reconocen los nuevos poderes y riesgos asociados a la expansión de los conocimientos y aluden la existencia de una sociedad global de conocimiento. El término es discutible y está siendo aceptado, desde el punto de vista sociológico, para “… describir el paso de una sociedad fundada sobre la producción de bienes materiales a una sociedad de la era de la información, donde el tratamiento…. Intercambio y producción de nuevos conocimientos predominarán… (esto obliga) a concebir las relaciones sociales, económicas, culturales y políticas a partir de una perspectiva de apertura sobre el mundo, en vez de un encierro dentro de las fronteras regionales.” (3)

Sin dudas este discurso es una variante positivista que concibe que la información por sí sola, es factor determinante en el proceso evolutivo de las sociedades humanas. (4)

Lo cierto es que muchas empresas obtienen grandes ventajas de esas fuentes de conocimiento, en el marco de lo que conceptualizan como sector cuaternario de la economía, generadora de servicios y fuentes de empleos que remueven puestos de trabajo y oficios tradicionales.

Al hablar del modelo pedagógico cubano, en el sentido de una estrategia estatal única para los asuntos de la Educación Superior, puede esgrimirse las pretensiones serias y justas de asumir los retos, que con la fuerza de regularidad se dan en todas las naciones.

Por parte del Ministerio de Educación Superior se aprecia un esfuerzo pronunciativo de regular los nexos de los centros de estudios con el mundo del trabajo y con la infraestructura que promueve el desarrollo científico tecnológico. Así, de este modo, se considera la educación superior como una inversión estatal a largo plazo, toda vez que en Cuba los servicios educacionales desde 1959 comenzaron a separase de la gestión privada de los colegios. ¡La educación dejó de ser un negocio al estilo de la empresa capitalista para convertirse en una conquista popular!.

¿Se está comportando la Universidad Cubana de hoy en el agente de cambio tal y como reclama la tendencia globalizadora del conocimiento científico y tecnológico?.

Sin dudas que las Universidades, Facultades Independientes y los Institutos de Enseñanza Superior han concientizado, dialécticamente, las transformaciones que hacia sus ambientes interiores, deben replantearse, para situar a la Educación Superior en lo más avanzado del cumplimiento de las tendencias universales del desarrollo cultural. Unas con una visión más clara que otras, es decir, trazándose metas y tareas objetivamente alcanzables. La tesis anterior requiere de una mirada que se detenga en las demandas que gravitan sobre la misión de las Universidades.

El paradigma de la universidad como centro intelectual de la producción y transmisión de conocimientos se creó desde la Edad Media y ha sido multiplicado por los canales de la socialización. Dicho paradigma entró en crisis cuando en Alemania; Wilhem Von Humboldt se hizo promotor de una Universidad dirigida, esencialmente, hacia las actividades investigativas de profesores y estudiantes, en aras de perfeccionar los conocimientos que la Universidad desarrolla. (1)

En ese sentido Arocena y Sutz apuntan que “la Universidad es una escuela pero una escuela única en su género. En ella no sólo se debe enseñar, el alumno debe participar en la investigación y llegar así a la formación científica decisiva para la vida.” Poseer la libertad de aprender” (1) Con Humboldt se produce lo que muchos especialistas han dado en llamar la primera revolución académica. En este contorno:

Las Universidades Cubanas, yendo por otros modelos teóricos, el martiano y el marxista, independientemente de que no hayan “descubierto” cuál es su misión, bajo las perspectivas de las tesis de dirección de los procesos formativos, han participado en calidad de actores de la “Primera Revolución Académica”.

Pero ya no sólo se habla de esa “revolución” sino que se está haciendo énfasis en el entramado de la “Segunda Revolución Académica”, que están experimentando las Universidades de mediados de los años 90 del siglo XX.

Lo cierto es que cuando los planeadores de las universidades se reúnen para cuestionarse:

  • ¿Quiénes somos.?
  • ¿ En qué negocio estamos?
  • ¿ A qué aspiramos?
  • ¿Cómo hacemos nuestra gestión para asumir los roles y vencer las amenazas del entorno? (5)

Se está pensando que la misión universitaria no puede estar a espalda de “esa segunda oleada de cambios académicos”. Al responder: ¿En qué negocio estamos?. Los líderes deben hacerlo con la mentalidad del empresario y ello significa que el currículo de la institución está diseñado, no sólo, para formar especialistas competentes, sino que cumpliendo con este requisito, toda las estructuras organizacionales de la Universidad debe responder a la generación de proyectos que impacten el desarrollo económico, social, tecnológico, medioambiental, es decir, que impacten positivamente la vida cultural de la comunidad. De suyo, al meditar sobre:

¿Quiénes somos? La respuesta será:”Somos una Universidad empresarial”. ¿Por qué uno de los hitos de la misión de una universidad ha de ser el de asumir valores de empresa?

Si el entorno se dinamiza ello conduce a que, de mantenerse inalterable los componentes curriculares de la formación de los profesionales, la actividad docente, la extensionista, la investigativa, etc., proveerá al entorno personas con conocimientos y habilidades de franca obsolescencia. En unos casos, el entorno se dinamiza porque la innovación tecnológica y el aprendizaje tecnológico brotan de la misma práctica económica y de los servicios al margen de los procesos de la escuela; así poseen por naturaleza, el escenario de las entidades productivas y de servicios investigativos de innumerables empresas.

También acaece el mecanismo inverso: la empresa necesita de la universidad; el asunto radica en que “…los sujetos mayoristas del entorno suelen tener una visión de futuro que alcanza a resolver sus problemas perentorios…pero pocas veces se apoyan en una planeación estratégica que defina prioridades a largo plazo…y no suelen estar al tanto de los adelantos más importantes del saber universal; ese está en manos de la universidad y por ello le corresponde…elevar el requerimiento del entorno para que esté a la altura…(de) el avance científico técnico” .(6-7)

El cumplimiento de este reto por parte de las universidades cubanas ha sido valorado en distintos forum, por ejemplo, se ha señalado que Cuba afronta una de las coyunturas más difíciles de su historia, debido a restricciones de recursos económicos y financieros, en un contexto internacional caracterizado por el ritmo acelerado de los cambios tecnológicos. En medio de los cuales se impulsa un audaz proceso de generación, adaptación y transferencia de nuevas tecnologías y los resultados más relevantes emergen a partir de las unidades docentes en diversas entidades productivas, para determinadas ramas y proyectos conjuntos de investigación y desarrollo” (8)

Pero de una manera más crítica se pronuncia Aguilera García, quien considera que la cultura organizacional de los centros universitarios nos confiere poco instinto empresarial, por lo general no existe una buena comunicación entre los centro de investigación y las empresas con la Universidad. Hablan distintos lenguajes, valoran el éxito de la gestión no del mismo modo, los mueven intereses y un pragmatismo asincrónico, es decir, los elementos de la cultura poseen notables diferencias. (6)

¿Qué planeación debe adoptarse para superar las barreras “culturales” que impiden la vinculación Universidad- Empresa, Empresa- Universidad?.

Se coincide con la propuesta en el orden de que hay que establecer una gestión tecnológica orientada a flexibilizar y agilizar las estructuras administrativas de las Universidades (Abello, 1992), creando vías para la comercialización (Marketing) de los resultados de investigación y desarrollo y promover la información recíproca entre las empresas y el sector académico. (7)

Al tratar de los componentes científico tecnológicos de la universidad como empresa, y adentrarnos en el contexto universitario cubano, se perciben notables distinciones entre el mundo académico rectorado por el Ministerio de Educación Superior y, por ejemplo, las universidades médicas, adscriptas al Ministerio de Salud Pública. En el primero, (MES) el potencial de capital intelectual en ciencia e innovación tecnológica y la infraestructura material para su desarrollo está insertado al propio escenario universitario. Ya se comporten como Unidades de Ciencia y Técnica, o como Centros de Investigación y Desarrollo, estas entidades están integradas a la vida académica y responden a las estrategias de los altos centros de estudio. En el segundo, (MINSAP) es casi una regularidad que la ciencia y tecnología de punta, y la industria científica, ni nacieron, ni están integradas a la academia.

Es el caso de centros científicos insignias de la medicina cubana, de los que en una referencia muy enumerativa pudiéramos mencionar: Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas, Centro de Inmunoensayos, Instituto de Ingeniería Genética y Biotecnología, Centro de Inmunología Molecular, entre otros muchos.

Aquí se percibe una evidente debilidad en el desarrollo estratégico de la Universidad médica. Pues la investigación universitaria se proyecta y “hace” como una especie de “ciencia menor”. Se orienta a “ …la mejor formación de docentes y estudiantes, a la recalificación permanente; es decir, una investigación cuyo principal "producto" es el investigador mismo. Pero ello es sólo una parte de la cuestión. De lo que se trata es que se necesita una investigación universitaria que aporte soluciones concretas a los problemas de salud, de impacto social y económico. Las necesidades de investigación del sistema de salud son horizontales, cubren todas las especialidades, todas las patologías, todos los factores de riesgo. Compartimos la siguiente visión:

“Puede un centro biotecnológico optar por la concentración, sobre un problema, sobre una tecnología. El sistema de salud no puede, al menos no en igual medida. Y esta necesidad de investigación científica e intercambio entre especialidades, que abarque todos los componentes de la gestión de salud y penetre todos los niveles del sistema, solamente puede satisfacerla la universidad médica.

Sería hoy una visión incompleta el concebir la universidad médica como una fuente de cuadros; es más que eso, es una fuente de soluciones. Soluciones que no terminen sólo en una tesis o una publicación, sino en su implementación práctica. Por la necesidad concreta de la investigación en el sistema de salud, y una vez más por la función docente, porque el resultado científico sin la introducción práctica es la mitad de la investigación y nunca sabrá cómo es de verdad la investigación científica aquel que no se involucra en la implementación de sus resultados”. (9)

EL FINANCIAMIENTO DE LAS UNIVERSIDADES: OTRO RETO QUE DEBEMOS AFRONTAR

Cuando se habló de la Educación superior en Cuba, como una alta prioridad estatal, se insinuó que el financiamiento de la misma corre a cuenta del Estado. De esta forma las universidades se han habituado a consumir recursos materiales y financieros, preferentemente, que a generar ingresos y recursos que le permitan autofinanciarse, y de hecho, proyectarse con una imagen de competitividad en los escenarios donde actúan las restantes entidades.

La capacidad de conseguir recursos ha pasado a ser clave, tanto por permitir hacer e influir sobre lo que se hace, como por el prestigio mismo derivado de la capacidad de conseguirlos, es decir, conseguir clientes ya no es una “actividad sospechosa” y juzgada como poco académica, cuantos más clientes “externos” tenga una universidad, mayor será su prestigio en términos sociales.

Allí, en los nexos con las empresas, las universidades encuentran la coyuntura favorable para solucionar la escasez de los recursos financieros provenientes del estado. TODA UNA FILOSOFIA DE MARKETING se requiere para cumplir cabalmente esta “nueva función”.

El examen de esta filosofía gerencial parte del criterio de considerar dos enfoques inherentes a la misma. Se reconoce pues, un enfoque estratégico del marketing y otro operativo. El primero se ocupa de establecer la vigilancia sobre lo que está aconteciendo en el entorno, los cambios, evolución del mercado de tecnologías, las transferencias, pedidos, necesidades y deseos de los clientes.

Mientras que en el enfoque operativo se concreta en la estrategia, resultante de crear (producir), vender, en dependencia a la distribución de precios y a la actividad comunicativa entre la oferta (universidad- socios empresariales) y la demanda(sociedad y clientes).

A continuación se ofrecen dos esquemas que acompañan a la lógica de la propuesta de un modelo para que la universidad concentre sus esfuerzos tecnocientíficos en el cliente:

PROCEDIMIENTOS DE LA GESTIÓN UNIVERSITARIA

ANTES

AHORA

Institución de capacidades

Requerimientos del cliente

Acciones de procesos

Acciones de procesos

Producto tecno - científico

Producto tecno - científico

 

La universidad debe asumir para asegurar su desarrollo esta nueva dimensión en el área del mercado, pero no puede deshacerse de su rol social en tanto ha de convertirse necesariamente en agente de cambio, en motor impulsor para dinamizar el desarrollo provocando altos impactos sobre la realidad que la rodea. (10)

Por otro lado, debemos prevenir y corregir las distorsiones inherentes a los mecanismos del mercado a fin de disminuir sus efectos negativos, además de tomar en cuenta su inevitable presencia que presupone riesgos y peligros en el plano económico, político, ideológico y social.

Sea ha señalado que los centros de educación superior en Cuba deben modificar su visión acerca del financiamiento y hablar hoy de autofinanciamiento para el desarrollo. Sin embargo, en la mayoría de los países del mundo, el autofinanciamiento es cuestión de vida o muerte para la existencia de la universidad, los estados cada vez reducen, por no decir, eliminan los presupuestos de las mismas.

Se une a lo antes planteado el poco empuje de la ciencia y la tecnología y la existencia de sistemas educativos que no se corresponden con las demandas de la sociedad en este nuevo siglo.

LOS SISTEMAS EDUCATIVOS Y SU COMPETENCIA COMO RETO PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR DEL NUEVO SIGLO

Varias de las cuestiones planteadas, ahora serán enfocadas desde la perspectiva de los sistemas educativos en las condiciones de una etapa nueva del desarrollo social, los obligados tiempos de la COMPETITIVIDAD

Es necesario definir el nuevo paradigma de la Educación, esto requiere de profundizar en el aspecto que constituye la razón de ser de los centros docentes: a la labor educativa, que lleva implícito un nuevo “contrato social” acerca de la educación.

Este nuevo paradigma exige el paso de los saberes a las competencias y sólo es posible en el cuestionamiento de los ejes básicos en el que descansa el actual modelo educativo, la literatura especializada reconoce los siguientes niveles:

  • Nivel político- ideológico.
  • Nivel técnico- pedagógico.
  • Nivel organizacional. (11)

El primer nivel hace referencia a las definiciones exógenas que expresan los requerimientos que hacen otros subsistemas al de educación y se expresa en fines y objetivos de la educación.

Hay un rango amplio de aceptación en la literatura científica en que el aporte esencial del sistema educativo a la sociedad como un todo, es la distribución amplia de las competencias socialmente válidas para participar en ella, incluyendo en la idea de competencia no sólo su dimensión cognitiva, sino también los procedimientos mentales, valores, actitudes, normas, y elementos conductuales que revierten sobre la realidad.

Las demandas educativas hechas por la sociedad al sistema de educación en el nivel político ideológico cubre:

  • El área cultural.
  • El área político institucional.
  • El área de la producción.

El sistema cultural demanda lo que podemos llamar la formación de la identidad nacional, formación y fortalecimiento de valores humanos que aseguren la continuidad de la sociedad.

El sistema político institucional demanda actitudes y formación de conductas básicas para funcionar dentro del modelo institucional y de distribución y ejercicio de poder que la sociedad ha definido como el adecuado, y el sistema productivo requiere de la formación de las capacidades y actitudes y conductas acordes con lo requiere el aparato productivo, y por otro, el aporte de Ciencia y Tecnología para el desarrollo. (11)

El nivel Técnico- pedagógico se refiere al propiamente educativo, este nivel a través de sus acciones, permite alcanzar los objetivos y fines delineados en el nivel político ideológico. Este nivel especifica cómo se organiza y qué atributos presenta el sistema educativo.

El sistema educativo se organiza en torno a tres grandes definiciones: qué se entiende por conocimiento, qué se entiende por aprendizaje y qué se entiende por contenido (Aguerrondo,1999). En estos elementos, ejes subyacentes o principios básicos, se define la estructura del sistema educativo, la redefinición de conocimiento, aprendizaje y contenido tiene como base las nuevas opciones del nivel político – ideológico.

El mismo está orientado hacia las necesidades sociales del siglo XXI, en la comprensión del conocimiento, incorporando el enfoque social de la ciencia, la tecnología y la investigación más desarrollo( I & D. El aprendizaje debe entenderse como resultado de la construcción activa del sujeto sobre el objeto de aprendizaje, un sujeto activo, desarrollador, generador de operaciones mentales y procedimientos prácticos que permitan seguir aprendiendo no sólo dentro del sistema educativo, sino también fuera de él. Mientras en el aspecto de contenido se requiere de actualización de los elementos conceptuales producto del avance de la ciencia en consonancia con las necesidades y los problemas, proyectándose hacia las actitudes y valores que entran en juego al aplicarlas en la nueva realidad. (11)

El nivel organizacional está en relación con la manera en que se definen las opciones técnico- pedagógicas, en ello va la definición de conocimiento, aprendizaje y contenido, la cultura institucional, la cantidad de alumnos por aula, la forma de distribuirlos para desarrollar el trabajo en grupos, etc.

En este sentido el paradigma educativo de nuestros días se refiere a la educación para todos, con calidad con equidad y más costo eficiente, esto según lo expresado reclama de las autoridades universitarias un tratamiento específico.

La Educación para Todos procede del viejo ideal, pero requiere de nuevas formulaciones, las condiciones actuales de desarrollo del conocimiento y la información exigen de cambios sustanciales en el paradigma contemporáneo, por ejemplo la relación entre la llamada educación a distancia con la interactiva apoyada por los N.T.I.

La cuestión no radica en más educación como señalan algunos autores(Aguerrondo,1999, Seibold,2000), nuestra opinión es que ante la avalancha de información condicionada por el desarrollo científico tecnológico, es necesario entrar en un proceso de jerarquización del conocimiento que esta sintonizado con el enfoque de la complejidad de los procesos cognoscitivos contemporáneos. Todo lo cual se genera e impacta, a la vez, las esferas de actuación de los profesionales que se están formando en los circuitos universitarios, y por supuesto, incide en el perfil de especialización y de postgrado.

La calidad de la educación es un problema muy debatido, es un fenómeno subjetivo que varia en época y contexto sociales. (12) En Cuba se ejercita en el concepto de “promoción limpia”, ligado al continuo perfeccionamiento de los planes de estudios de las carreras y orientado hacia un perfil ocupacional amplio, en donde el desarrollo de las habilidades profesionales y la formación teórica debidamente actualizada, en una relación muy estrecha con las exigencias de las prácticas productivas y de los servicios es primordial. (13)

Además, la Educación Superior Cubana tiene como objetivos lograr profesionales acorde a los principios y normas morales que reclaman nuestro proyecto social, capacitando al individuo para planear, trabajar y decidir en grupo, ubicar, acceder y usar mejor la información acumulada proveniente de los nuevos canales de la comunicación.

Se ha dejado claro, a lo largo de este trabajo, que para crecer en las arenas de la competitividad se requiere, además, del capital financiero y el tecnológico, del capital humano.

Una institución que prepara profesionales competentes y comprometidos culturalmente con su nación y que tiene acreditados sus postgrados y brinda asesoría para grados científicos, es un centro que bien puede acreditarse en el rango de excelencia ante la comunidad educacional científica y social.

Esta institución puede y debe a través de su trabajo lograr financiamiento y asegurar su desarrollo. Nuestras universidades e institutos superiores perfeccionan su educación continuada, satisfaciendo las necesidades de actualización, readaptación y especialización reclamados por el mundo empresarial. (13)

El perfeccionamiento del Sistema Educativo para responder a los retos que impone la sociedad a la educación engendra un fenómeno especial en nuestros días. Proveniente del siglo anterior y como consecuencia de esa globalización del capital financiero que profundiza el abismo entre el norte desarrollado y el sur subdesarrollado, la educación como subsistema social y la educación superior en particular tienen una tarea impostergable: La Educación en Valores Humanos.

En la concepción educativa se ha incorporado un término de uso muy reiterado, el de Proceso Formativo, en otro orden, en la literatura actual se le presta atención a la concepción de trabajo educativo directamente vinculado a las ideales sociales. Así se considera que el proceso formativo es la instrumentación en la práctica del proceso educativo.

Sí hoy hablamos de la necesidad del desarrollo de la universidad como centro de investigación + desarrollo, la educación de cada ciudadano no puede en el contexto social actual circunscribirse a saberes y destrezas, también hay que saber valorar, juzgar, etc.

En la Educación Superior Cubana se propugna el enfoque de la concepción integral del proceso formativo, que se fundamenta en las siguientes dimensiones:

1 DIMENSION CURRICULAR

Proceso socializador

Proceso ideopolítico.

Proceso ambientalista

Proceso de formación y fortalecimiento de valores humanos.

 
2 DIMENSION EXTENSIONISTA

Proceso socializador

Proceso ideopolítico.

Proceso ambientalista

Proceso de formación y fortalecimiento de valores humanos.

 
3 DIMENSION AMBIENTALISTA

Proceso socializador

Proceso ideopolítico.

Proceso ambientalista

Proceso de formación y fortalecimiento de valores humanos.

 
4 DIMENSION SOCIOPOLITICA

Proceso socializador

Proceso ideopolítico.

Proceso ambientalista

Proceso de formación y fortalecimiento de valores humanos.

 

Hay un proceso que sin ser visto como dimensión específica penetra en todas las que se han determinado, es decir, el proceso de formación y fortalecimiento de valores humanos. Por tanto, la Educación en Valores Humanos se convierte así, en nuestra opinión, en el eje conductor del sistema educativo en las Universidades.

La Educación en Valores Humanos definida como “proceso de formación de la personalidad capaz de asimilar la realidad natural y social en un sentido positivo y en pos del progreso humano, en otras palabras, educar, preparar, formar al individuo en función de la valoración positiva de la realidad en un sentido crítico y responsable, creador y transformador”, (14) es el reto más trascendental de la Educación en su sentido amplio y de la Educación en su sentido estrecho.

Pero la enseñanza de las ciencias no engendra en su plenitud la educación en valores humanos, por el contrario, el estilo de pensamiento científico- tecnológico positivista se aísla de la concepción política y ética, reconocida como una necesidad para el desarrollo pleno de los individuos. Los jalones del avance científico- tecnológico se presentan como resultado de genios aislados, al margen de las condiciones socioeconómicas, políticas y culturales de su época.

Si la categoría de valores humanos se obvia en el sistema educativo, podemos lograr egresar un profesional conocedor, diestro, pero deshumanizado y calculador, aislado de las necesidades sociales e individualista, entonces no cumplimos estrictamente el encargo social por lo que existe la Educación.

Al asumir el lugar de categoría rectora de la educación superior y del sistema educativo en general, entonces la dimensión curricular, extensionista, sociopolítica y ambientalista tienen y de hecho están penetradas por el proceso de formación y fortalecimiento de valores humanos.

Al final, sólo así, la Educación podrá ser para todos, de calidad, con equidad, menos costosa, crítica, flexible, democrática, tolerante, pertinente, eficiente, etc. Podrá enseñar y producir ciencia y tecnología para realizarse y lograr financiamiento, pero ante todo en bien de la humanidad.

Conclusiones

No existe ninguna receta para afrontar los retos que la sociedad presenta a la Educación en el siglo XXI, en otras palabras, hay un consenso internacional, organizado y sistematizado por la UNESCO, pero cada región y cada país lo diseña de acuerdo a sus condiciones socioeconómicas y político-culturales del entorno, esto les permitirá a través de su planificación estratégica descubrir sus escenarios de acción, determinar su visión, sus objetivos estratégicos y estrategias de acción que servirán de guía en cada uno de los sistemas que conforman el sistema social.

Sólo teniendo un conocimiento correcto a través de la formación en ciencias como Dirección de los Procesos Sociales, se puede delinear una política de desarrollo acertada. Y este es, a nuestro modo de ver, el mayor reto de cualquier país y en especial de la Educación Superior, para poder resolver aspectos referidos a la pertinencia, calidad y la internacionalización, a partir de la determinación de su filosofía y los valores humanos.

Cuba asume con toda seriedad los retos que en este nuevo siglo tiene planteada la Educación Superior acorde a los lineamientos que emanaron de la Conferencia Mundial sobre Educación Superior de la UNESCO en octubre de 1998.

De dicha convención internacional, emanaron una serie de artículos y disposiciones con las que nuestro país incluso ya ha cumplido, nos disponemos pues a perfeccionar y dedicarnos a las cuestiones más vulnerables que nos quedan.

En este sentido se deben tener presente las palabras del Señor Mayor Zaragoza, exdirector general de la UNESCO, cuando definía seis objetivos que, a su juicio debe perseguir la educación superior en el futuro inmediato:

  1. Formar ciudadanos responsables y comprometidos.
  2. Proporcionar los profesionales que la sociedad necesita.
  3. Desarrollar la investigación científica.
  4. Conservar y trasmitir la cultura
  5. Ser memoria del pasado y atalaya del futuro.
  6. Constituir una instancia crítica y neutral basada en el rigor y el mérito que ser vanguardia de la solidaridad intelectual y moral. (15)

Entonces se puede entender que la Universidad seguirá siendo una institución pertinente para la sociedad: por su afán desinteresado por el saber, su papel esencial en la educación y transmisión de valores para todas las generaciones por su participación en el progreso social defendiendo los postulados de justicia, libertad, equidad, democracia, tolerancia y de cooperación internacional.

Summary

This work presents some considerations of foreign and national authors on the challenges of education in general and of higher education in particular. It also offers the ideas of different authors in relation to the problem. According to the conditions of the current world, of the abysmal differences between the developed north and the countries of the south or underdeveloped, the impact of science and technology; the demands of production and services in the new century bring about that society imposes new demands to education as a subsystem. Consequently, the new paradigm of education in the XXI century is investigated, its real possibilities of forming competent professionals, able to confront the new reality. For all that has been said, Higher Education has unavoidable challenges, from which financing, and interaction with the managerial world, international exchange and the formation and invigoration of human values stand out.

Key words: EDUCATION HIGHER/trends

Recibido: 23/5/02 Aprobado: 30/6/02

Referencias bibliográficas

(1) Arocena R, Sutz J La universidad latinoamericana del futuro. México: Editora Unión de universidades de América Latina; 2001. p. 11, 55,-56,92.

(2) Documento IX Conferencia Iberoamérica sobre Educación Superior. La Habana; 1999. [en línea] Disponible en: http://www.campus-oei.org/administracion/documentos.htm

Consultado Marzo 15, 2002

(3) Crespo M. Las transformaciones de la Universidad en cara al Siglo XXI. En La Educación Superior en el siglo XXI. En dos tomos, Tomo I. Ediciones Cresal- UNESCO; 1997. p.131.

(4) Miranda A. Globalización y sistemas de información: Nuevos Paradigmas y nuevos desafíos. En: La Educación Superior en el siglo XXI. En dos tomos, Tomo II. Ediciones Cresal-UNESCO; 1997. p.1011.

(5) Fernández F, García N. Curso de Dirección de los Procesos Educativos, Maestría en Ciencias de la Educación Universidad de Camagüey; 2002.

(6) Aguilera García L. La articulación Universidad- Sociedad. Tesis para tratar el cambio de las universidades. Revista Educación Superior 2000; V (3): 54.

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