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Revista Cubana de Cirugía
versão On-line ISSN 1561-2945
Rev Cubana Cir v.34 n.2 Ciudad de la Habana jul.-dez. 1995
Editorial
Autoría en artículos médicos
Los requisitos para aparecer como autor en artículos médicos, resultan sencillos, si al remitir a la revista el manuscrito, se aplicara lo universalmente establecido: a) escríbase el nombre de todos los autores en orden según el aporte de cada uno en la realización del trabajo, y en primer lugar el autor principal, b) no debe aparecer en la relación de autores, alguien que no haya participado en éste (Gore SM, Jones G, Thompson SG. Lancet 1992;349:188). El autor principal es ordinariamente el más calificado, el que concibió el problema y su solución y ha escrito, la mayor parte del manuscrito. Cuando se trate de 2 autores, con igual jerarquía que participan y publican con frecuencia, generalmente, se alterna la condición de autor principal y de autor corporativo o coautor.Antiguamente, para ser autor de una publicación científica en Biomedicina, se necesitaba ser experto en escritura médica y tener gran conocimiento del material objeto de la publicación.
Con el surgimiento de investigaciones donde participan muchos científicos, apareció la multiautoría, a veces con perjuicio de los autores que verdaderamente habían realizado la investigación (editorial de Lancet 1985;2:103).
En los últimos años, el número de autores por publicación, en revistas de Medicina, se ha visto incrementado cada vez más, para sobrepasar comparativamente a los autores que aparecen en revistas editadas en el campo de la Ingeniería o de las Ciencias Sociales. En algunas publicaciones extranjeras de prestigio como la revista Cancer Research, el 94,6 % de sus artículos aparecen con varios autores.
A partir de la década del 70, con vistas a promover en el campo de las ciencias médicas, el lema publicar o perecer, se extendió por varios países (Angell M, Ann Int Med 1986;104:259). La tendencia "inflamatoria" tanto en el número de publicaciones como en el de autores, invadió las revistas de Medicina y esta "blitzkgrieg" condujo a la aparición de fraudes (información intencionalmente errónea, hecha con premeditación) y plagios (copia de lo ajeno y después ofrecido como propio). En 1978 se introdujo inclusive el vocablo autoplagiarismo, es decir, publicar el mismo artículo en diferentes revistas olvidando las instrucciones de éstas (Vairsrob, JAMA 1978;239:437). Posteriormente esta fiebre publicitaria dio lugar a que autores y coautores comenzaran a pagar frente a los tribunales, sus fraudes y plagios y el lema publicar o perecer, se cambiara por el de publicar o perecer, o ambos (Relman AS. New Eng J Med 1983;308:1415).
Los criterios establecidos hoy día, para poder justificar la autoría, señalan que "aquéllos que no puedan aceptar la responsabilidad de defender el contenido del artículo, no pueden ser autores". De ello se infiere, que nadie, puede aceptar aparecer en una publicación a menos que haya participado verdaderamente en ella, o por lo menos, en la revisión de su contenido.
Ejemplos: Concibió inicialmente el estudio en los trabajos de investigación y en los informes de casos. Desarrolló el plan para llevar a cabo la escritura de los artículos de revisión y de la página editorial. Recopiló e interpretó la información para el mensaje del artículo que se envía a la revista, así como otras participaciones. En resumen "debe ser capaz de defender públicamente en la comunidad científica el contenido intelectual del artículo en que aparece como autor o coautor".
La inclusión de los jefes como autores por haber concebido la investigación: actualmente existe el consenso de que aportar ideas y consejos en forma concreta no constituye una razón para ser incluido en la relación de autores. De hecho, es obligación del jefe dar ideas y auxiliar en las numerosas encrucijadas y problemas que se presenten al realizar un trabajo científico, es parte de su oficio y de las funciones que le competen como tal.
También la inclusión de los jefes por cortesía, es otro hábito que se ha venido perdiendo. Ya hace más de 30 años, la revista suiza Acta Helvetica Paediatrica no aceptaba para publicar artículos donde aparecían incluidos los jefes por cortesía.
Los jefes con ética ni piden, ni aceptan que se les incluya como autores en publicaciones cuando no han tenido una participación sustancial en ellas (Pizi P. Rev Chil Cir 1990;42:87).
Dr. Juan Rodríguez-Loeches