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Revista Cubana de Cirugía

versión impresa ISSN 0034-7493versión On-line ISSN 1561-2945

Rev Cubana Cir v.36 n.2 Ciudad de la Habana Mayo-ago. 1997

 

Hospital Clinicoquirúrgico "Hermanos Ameijeiras". Servicio de Cirugía Plástica y Caumatología

Liposucción en el tratamiento de lipodistrofia abdominal

Dr. José Cairos Báez,1 Dra. Irasema Bezares Ramos2 y Dra. Carmen Pérez Nieves2
  1. Especialista de I Grado en Cirugía Reconstructiva y Quemados.
  2. Especialista de I Grado en Bioestadísticas.

RESUMEN

La lipodistrofia abdominal altera la estética corporal y para la mayoría ha surgido la posibilidad de resolver esta alteración mediante la liposucción, que desde su aparición ha experimentado múltiples modificaciones. Con el fin de evaluar los resultados de la aplicación de esta técnica en nuestro medio, seleccionamos una muestra de 85 pacientes con el diagnóstico de lipodistrofia abdominal ligera y moderada, a los cuales se les realizó dicha técnica y se evaluaron los resultados obtenidos. Se lograron resultados estéticos satisfactorios en un alto porcentaje de los pacientes (88,2 %) pocos fueron los insatisfactorios y ello debido fundamentalmente a complicaciones que aparecieron tardíamente. Los síntomas y signos posoperatorios fueron bien tolerados y desaparecieron antes de los 2 meses. Se concluye en que la liposucción contribuye a perfeccionar la estética corporal, con un mínimo de complicaciones, siempre y cuando se realice una selección adecuada de los pacientes y se aplique correctamente la técnica, evitándose la excesiva aspiración de grasa.

Descriptores DeCS: LIPODISTROFIA/cirugía; LIPECTOMIA/métodos; ABDOMEN/cirugía; RESULTADO DEL TRATAMIENTO; COMPLICACIONES POSTOPERATORIAS.

Los cirujanos plásticos se han debatido en los últimos 50 años entre las ventajas que representan las dermolipectomías y los inconvenientes de las cicatrices que quedan como secuelas de ellas, por lo que ha sido un fijo propósito, la búsqueda de métodos quirúrgicos que modifiquen el cuerpo humano con un mínimo de secuelas.

Fue a partir del legrado uterino que devino la idea en algunos cirujanos de retirar con las mismas legras la grasa subcutánea a través de pequeñas incisiones, y surge así por primera vez la técnica de liposucción* en los años 20 en París; sin embargo, el método cayó en desuso por un lamentable accidente y no es hasta 1964 en que nuevamente se retoma.1

* Liposucción: Lipo (littos), prefijo griego que significa grasa y succión del latin "suggere" que se refiere a: extraer agotar, secar una cosa, suministrar, proporcionar.

A través de los años se fue modificando la técnica por otros autores. En 1979 el diseño de la cánula del doctor Illouz contribuyó a la difusión y posterior perfeccionamiento de la técnica con un mínimo de riesgos y complicaciones y se aceptó internacionalmente.1-4

La liposucción tiene como fin conseguir una mejoría de la silueta corporal, con un mínimo de secuelas cicatrizales, aunque no mejora la calidad de la piel, ni es un método que debe emplearse para bajar de peso corporal. Se ha descrito la aplicación de esta técnica en cirugía estética de la región cervicofacial, braquial, glútea y trocantérea, en las mamas, muslos, rodillas, piernas y abdomen; con el propósito de remodelar áreas corporales que intervienen en el equilibrio estético.5,6 Se aplica además, en otros defectos no cosméticos como: enfermedad de Madelung o lipomatosis múltiples,7 ginecomastias, desgrasamiento de colgajos, etcétera, que aumentan el caudal de posibilidades del cirujano plástico actual.1

Por ser la liposucción una técnica muy demandada se ha convertido mundialmente en una labor de rutina para el cirujano plástico,8 es pues de nuestro interés evaluar los resultados de la aplicación de esta técnica en pacientes con deformidades abdominales causadas por la lipodistrofia y con fines estéticos. La liposucción abdominal constituye una nueva e interesante experiencia en Cuba, de la cual no se tienen evidencias de su contribución al perfeccionamiento de los avances científicos médicos en el bienestar del ser humano.

MÉTODOS

Se estudió una muestra de 85 pacientes con el diagnóstico de lipodistrofia abdominal, a los cuales se les realizó liposucción abdominal, en el período comprendido desde enero de 1992 hasta enero de 1995, en el Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Clinicoquirúrgico "Hermanos Ameijeiras" y que además cumplieran los siguientes criterios:

CRITERIOS DE INCLUSIÓN

! Pacientes de uno y otro sexos con el diagnóstico de lipodistrofia abdominal ligera y moderada.

! Exámenes complementarios dentro de límites normales (hemograma, glicemia, creatinina, serología, coagulograma, radiografía de tórax y electrocardiograma).

! Piel con buena calidad elástica, sin alteraciones dermatológicas, grasa subcutánea abdominal aumentada localmente, pared muscular abdominal con buen tono y sin signos de envejecimiento.2,9

! Test de inspección muscular de Illouz negativo.2

! Pinching test o test de pinzamiento por encima de 2 cm2.

CRITERIOS DE EXCLUSIÓN

! Enfermedades asociadas: diabetes mellitus, hipertensión arterial no controlada, discrasias sanguíneas, enfermedades degenerativas, pacientes con hernias, tumores abdominales, diástasis de los rectos abdominales, hiperelastosis de la piel (Ehlers Danlos).

! Abdómenes péndulos y/o con cicatrices múltiples.

Todos los pacientes seleccionados fueron valorados en consulta externa antes de la operación, donde se les sometió a un interrogatorio y examen físico minucioso, en el que se realizaron los tests de exploración de la pared abdominal2 y se realizó además una maniobra que consistió en medir el pliegue abdominal medio con un pie de Rey, lo que dio lugar a una escala de valores, que permitió clasificar el tipo de lipodistrofia en: ligera: 2,5 cm a 3,9 cm y moderada: 4 cm a 6,9 cm.

Se indicaron a los pacientes exámenes complementarios preoperatorios y la confección de la faja abdominal. La técnica anestésica utilizada fue la peridural.10

Se empleó un equipo de aspiración que consta de un motor con débito mínimo de 120 litros de aire por minuto y puede crear una presión hasta una atmósfera de vacío (760 mm de Hg), con 2 vasos de cristal estériles, conectados a un tramo de goma (equipo marca Lipectom VACUM). Las cánulas utilizadas son de aceroníquel, con una longitud de 25 a 50 cm y diámetro de 4 a 10 mm; la extremidad distal roma, con orificio(s) situada a 1,5 cm de la extremidad distal3 (figura 1).


FIGURA 1. Cánulas de liposucción de 4,6 y 8 mm de diámetro.

Existen 2 métodos para la realización de la liposucción, el método seco y el húmedo, en nuestro caso empleamos este último por ser considerado el más ventajoso, pues facilita la aspiración y permite, gracias a la adrenalina, la aspiración de una grasa amarilla pura que evita el sangramiento abundante.3

Primeramente infiltramos el espesor del panículo adiposo de toda el área que se iba a liposuccionar, con una solución compuesta por 500 cc de clorosodio al 0,9 % y media ámpula de epinefrina, y quedaba una concentración de 0,1 mcg/mL.

El área anatómica que se iba a liposuccionar era el abdomen. Las vías de abordaje se seleccionaron para cada caso particular, y quedaron situadas en zonas pocos visibles tales como: umbilical, periumbilical, púbica o espinas ilíacas anterosuperior. Se realizó incisión de 0,4 a 0,8 cm de diámetro y se introdujo la cánula. Se comenzó por la de mayor calibre y para terminar las de diámetro pequeño. El cirujano debe sostener el mango de la cánula con la mano derecha que va a actuar con movimientos de vaivén y con la mano izquierda toma el panículo adiposo en frente de la extremidad de la cánula o viceversa, y al apreciar la disminución del espesor de la masa grasa, se ejecuta el test de pinzamiento. Los orificios de la cánula se dirigen hacia la profundidad, se aspira la grasa reticular (más profunda), para evitar irregularidades y esta aspiración se hace en forma de abanico; se cambiará de túnel cuando aparezca sangre visible. El líquido aspirado se va recolectando en los vasos de cristal del equipo de aspiración (cada uno contiene lo aspirado de cada hemilado) y permite comparar la grasa aspirada de cada hemiabdomen y hacer una aspiración equitativa.1,2,8,11,12

Una vez terminada la aspiración, se sutura la incisión y posteriormente se coloca la faja abdominal. Cuando el paciente estuvo recuperado fue dado de alta puesto que es un acto quirúrgico ambulatorio.

Se le orientó a los pacientes tener puesta la faja constantemente hasta las 48 horas después de la intervención para garantizar la hemostasia por compresión; pasadas éstas, sólo retirarla para el aseo y usarla por 2 meses.

Los pacientes fueron evaluados en consulta a los 15, 30 y 60 días después de operados. En dichas evaluaciones se identificaron los resultados estéticos que fueron considerados de la siguiente forma:

! Bueno: pliegue cutáneo adiposo entre 1,5 y 2 cm, no irregularidades, no pliegues, no máculas hipercrómicas, no flacidez de la piel y simetría del abdomen.

! Regular: pliegues poco visibles y máculas hipercrómicas.

! Malo: pliegue cutáneo adiposo superior a 2 cm, irregularidades, pliegues visibles, máculas hipercrómicas y flacidez de la piel.

Se concebía como irregularidades cuando existía asimetría, fositas por defectos o depresiones, pequeñas localizaciones grasas, ondulaciones; todo esto interesando al tejido cutáneo adiposo. En cuanto a pliegues, se refiere al plegado o arrugas que involucren al tejido cutáneo solamente.

Se identificó la presencia de complicaciones aparecidas en el trans y posoperatorio. Las posoperatorias se identificaron cuando el paciente acudió a consulta por ese motivo o en los días establecidos de las evaluaciones, éstas se clasificaron en:

! Inmediatas: Antes del 5to. día de operado.

! Mediatas: Entre el 5to. y 8vo. día después de operado.

! Tardías: Después del 8vo. día de la intervención.

Los datos fueron procesados mediante los sistemas DBase III y Epiinfo Versión 5.01; el análisis de éstos fue descriptivo, y se expresaron los resultados en porcentajes. Para probar la relación entre variables cualitativas se compararon los porcentajes mediante la prueba de chi cuadrado.

RESULTADOS

De los 85 pacientes estudiados, 29 de ellos (34,1 %) presentaban una lipodistrofia ligera y 56 (65,9 %) lipodistrofia moderada. Prevalecieron los buenos resultados estéticos (88,2 % de los pacientes) sobre todo en la lipodistrofia ligera, donde 26 de ellos (89,6 %) obtuvieron este resultado (figuras 2 a 5). Los malos resultados (7 pacientes, el 8,2 %), se correspondieron con los que mostraron complicaciones y la mayoría de ellos4 se diagnosticaron previamente con lipodistrofia moderada; 6 pacientes que quedaron con irregularidades leves se lipoaspiraron con anestesia local posteriormente y lograron mejorar sus resultados, entre éstos un paciente presentó además pliegues supraumbilicales que no se resolvieron.


FIGURA 2. Vistas de frente (A) y lateral (B) de la paciente antes de la operación.


FIGURA 3. Vistas de frente (A) y lateral (B) de la paciente al mes de operada.

 

A los 15 días en que se evaluaron los pacientes, se registró en la mayoría de ellos, la presencia de varios signos clínicos (tabla 1), los más frecuentes fueron el edema, la fibrosis y la equímosis, éstos disminuyeron considerablemente en la segunda evaluación (a los 30 días) y ninguno existía a los 60 días en nuestros operados.

TABLA 1. Presencia de signos clínicos posoperatorios según tiempo de evaluación
 
Tiempo de evaluación
Signos 
A los 15 días
A los 30 días
A los 60 días
clínicos 
No.
%
No.
%
No.
%
Equímosis
74
87,0
4
4,7
0
0,0
Edema
83
97,6
7
8,2
0
0,0
Fibrosis
82
96,4
10
11,7
0
0,0
Total
85
100,0
85
100,0
85
100,0
Al 32,9 % de los pacientes se les aspiró menos de 800 cc de grasa, de ellos el mayor porcentaje fue operado por presentar lipodistrofia ligera (89,3 %); a más de la mitad de los pacientes (67,1 %) se les aspiró 800 cc o más y la mayoría de ellos (93,0 %) tenía previamente una lipodistrofia moderada. Quedó probado estadísticamente que existe una relación significativa entre las variables analizadas, lo que implica que la cantidad de grasa aspirada depende del tipo de lipodistrofia que presentan los pacientes.

De la totalidad de pacientes, 17 presentaron alguna complicación para el 20 %. Entre las transoperatorias, sólo 2 pacientes mostraron sangramiento, el cual fue yugulado con faja compresiva, éstos posteriormente evolucionaron sin secuelas de hematoma o fibrosis. Un paciente presentó excitación psicomotriz por el uso de ketamina endovenosa, al resultar insuficiente la anestesia regional utilizada, por lo que hubo que suspender el proceder quirúrgico, y se obtuvieron posteriormente malos resultados estéticos debido a irregularidades que quedaron, ya que no se pudo completar el proceder.

Las complicaciones posoperatorias inmediatas fueron solamente el hematoma en 3 pacientes (3,5 %) y el sangramiento en 2 (2,3 %), estos últimos coinciden con los 2 que presentaron sangramiento transoperatorio, que al retirarles la faja compresiva para examinarlos al cuarto día de operados se les constató un sangramiento ligero, que se resolvió con la compresión nuevamente.

La celulitis, vista solo en un paciente, fue la única complicación mediata reportada, ésta evolucionó posteriormente hacia un abceso que finalmente se resolvió. Las complicaciones tardías reportadas fueron las irregularidades (8,2 %), los pliegues (4,7 %) y el abceso antes mencionado, las 2 primeras resultaron ser las de mayor frecuencia entre todas las complicaciones (tabla 2).

TABLA 2. Complicaciones posoperatorias según tiempo de aparición
 
Tiempo de aparición
 
Inmediatas
Mediatas
Tardías
Complicación 
No.
%
No.
%
No.
%
Sangramiento
2
2,3
0
0,0
0
0,0
Hematoma
3
3,5
0
0,0
0
0,0
Celulitis
0
0,0
1
1,2
0
0,0
Abceso
0
0,0
0
0,0
1
1,2
Irregularidades
0
0,0
0
0,0
7
8,2
Pliegues
0
0,0
0
0,0
4
4,7
Total
85
100,0
85
100,0
85
100,0

DISCUSIÓN

A pesar de lo desagradable que resultó enfrentar la desilusión de algunas personas interesadas en operarse por esta técnica, el negarle esa posibilidad, indudablemente condujo a los resultados exitosos obtenidos.

Nuestros resultados contribuyen pues a apoyar los reportes de otros autores, quienes concluyen afirmando que para obtener buenos resultados estéticos es necesario realizar una selección cuidadosa de los pacientes, aplicar una técnica quirúrgica correcta y precisa, evitando los puntos débiles parietales, tales como hernias, eventraciones y cicatrices.3

El hecho de la aparición a corto plazo del edema, equímosis o la fibrosis con su paulatina desaparición total antes de los 3 meses, nos habla a favor de que no debe ser preocupante la presencia de estos signos clínicos molestos y poco estéticos, pues fue evidente en este estudio, que no llegan a ser secuelas que perduran. Coincidimos por tanto con otros autores, quienes incluso afirman que no se puede percibir el resultado definitivo hasta después de los 2 meses.3

Se plantea en la literatura médica que cuando se aspiran más de 1 500 cc de grasa se debe prever el uso de sangre para evitar la descompensación hemodinámica, así como la primacía del método húmedo.3,12,13 En ninguno de nuestros pacientes operados la cantidad de grasa extraída superó los 2 000 cc y coincidió en que no se encontraran signos y síntomas de descompensación hemodinámica; esto nos pone en alerta en relación con la selección adecuada de los pacientes, para la realización de este proceder quirúrgico. La ausencia de descompensación hemodinámica queda explicada también por el hecho de que siempre utilizamos el método húmedo que tiene la ventaja de facilitar la aspiración de grasa pura y disminuye el sangramiento.

A pesar de la baja frecuencia de sangramiento y complicaciones producto de la anestesia, reportada entre nuestros pacientes, ambos deben ser tenidos en cuenta siempre pues pueden ser fatales para la vida del paciente si no se corrigen a tiempo.

Se plantea que el hematoma puede verse a pesar de una asepsia rigurosa y la compresión inmediata, al igual que los pliegues, debido a la incapacidad de la piel para redistribuirse sobre el nuevo volumen subcutáneo y a la mala apreciación preoperatoria de las capacidades de retracción de la piel, también la presencia de irregularidades debido a una liposucción no homogénea que ha dejado islotes de grasa. Estas secuelas aparecen tardíamente, pues son enmascaradas primeramente por el edema.3 Esto nos alerta en el perfeccionamiento de la selección de los pacientes, así como la localización y magnitud de la lipoaspiración por parte del cirujano.

En nuestro estudio no se presentó una serie de complicaciones frecuentes en este tipo de proceder y que han sido descritas por otros autores, tal es el caso de la necrosis parcial de la piel, seromas y el embolismo graso posliposucción.6,14,15

La abdominoplastia por liposucción es un método eficaz que permite obtener en la mayoría de los pacientes resultados estéticos buenos, un mínimo de complicaciones y óptima satisfacción psicológica, cuando se realiza una selección de los casos y una técnica quirúrgica adecuada. La aparición precoz de equímosis, edema y fibrosis en casi la totalidad de los pacientes, no debe ser preocupante, pues estos signos clínicos desaparecen antes de los 2 meses.

Es muy importante que el cirujano plástico tenga siempre presente que el hecho de que la cantidad de grasa extraída está en dependencia del tipo de lipodistrofia, implica rechazar este proceder ante una lipodistrofia severa. Con ello no se efectuará una excesiva aspiración de grasa y se evitará la aparición de complicaciones hemodinámicas. A pesar de que nuestros resultados han sido muy alentadores, no debemos obviar que pueden aparecer tardíamente ciertas complicaciones locales que pueden implicar alteraciones estéticas.

SUMMARY

Abdominal lipodystrophy alters body esthetics and for the most people there is the possibility of solving this problem by liposuction which has been subjected to multiple modifications since it appeared for the first time. With the aim of assessing the results of the application of this technique, a sample of 85 patients diagnosed as having mild to moderate abdominal lipodystrophy was selected. Patients were surgically trated by this technique and results thus obtained were evaluated. Satisfactory esthetic results were attained in a great percentage of patients (88.2 %), and there were few non-satisfactory results due mainly to late complications. Postoperative signs and symptoms were well tolerated and they dissapeared before 2 months after the operation. It is concluded that liposuction may contribute to improve body esthetics with few complications provided that an adequate selection of patients is done with a correct application of this technique avoiding an excessive fat aspiration.

Subject headings: LIPODYSTROPHY/surgery; LIPECTOMY/methods; ABDOMEN/surgery; TREATMENT OUTCOME; POSTOPERATIVE COMPLICATIONS.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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  11. Gasparoti M. Liposucción superficial. Grabación magnética. 1991 (video).
  12. Meush R, Lillis PJ. Liposuction: the tumescent techique. Dermatol Nurs 1991;3(4):255-8.
  13. Dolsky RL. Blood loss during liposuction. Dermatol Clin 1990;8(3):463-8.
  14. Laub J. Fat embolism syndrome after liposuction: a case report and review of the literature. Ann Plast Surg 1990;25(1):48-52.
  15. Le-Louarn C. Partial subfacial abdominoplasty: our technique apropos of 36 cases. Ann Chir Plast Esthet 1992;37(5):547-52.
Recibido: 13 de febrero de 1997. Aprobado: 18 de marzo de 1997.

Dr. José Cairos Báez. Hospital Clinicoquirúrgico "Hermanos Ameijeiras". Belascoaín esquina a San Lázaro, municipio Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba.

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