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Revista Cubana de Estomatología

versión impresa ISSN 0034-7507versión On-line ISSN 1561-297X

Rev Cubana Estomatol v.40 n.1 Ciudad de La Habana ene.-abr. 2003

 

Hospital Provincial Clinicoquirúrgico Docente "Manuel Ascunce Domenech", Camagüey

Incidencia de las lesiones cutáneas malignas faciales

Dr. Jorge Luis Zequeira Peña,1 Dr. Oscar García-Roco Pérez2 y Dr. Miguel Arredondo López2

Resumen

Se realiza un estudio de las lesiones malignas de la piel facial en el Servicio de Cirugía Maxilofacial del Hospital "Manuel Ascunce Domenech" de Camagüey en los años 2000 y 2001. La información se obtuvo de 148 historias clínicas con el diagnóstico de lesiones malignas de la piel, de las cuales 42 correspondieron a lesiones de localización facial. La entidad que nos ocupa fue mayor en pacientes mayores de 50 años de edad, blancos, masculinos, con predominio en el tercio medio facial. Los principales tipos histológicos fueron: el carcinoma basocelular y el espinocelular, pero con mayor predominio en el primero. Se revisa el tema y se comparan nuestros resultados con los de otros autores.

DeCS: NEOPLASMAS FACIALES/diagnóstico; INCIDENCIA.

Los carcinomas baso y espinocelulares suelen agruparse conjuntamente, en lo referente al cáncer cutáneo, con excepción del melanoma. Ambos comparten el mismo origen en las células epidérmicas, así como muchas características comunes de epidemiología y carcinogénesis, aunque con diferencias significativas.1 Las terapéuticas son similares y el pronóstico de ambos es excelente en muchos casos.

Existen varias etiologías demostradas de cáncer cutáneo no melanoma, como son: a) carcinogénesis química; b) luz ultravioleta; c) radiaciones ionizantes y d) inmunosupresión.2,3

La incidencia anual de cáncer cutáneo no melanoma en los caucasianos de Estados Unidos, se estima actualmente en 165/100 000 habitantes. Esto se traduce aproximadamente en 300 000 casos de cáncer cutáneo cada año.4 Los costos económicos directos e indirectos expresados en dólares, fueron estimados en 150 millones en 1997.5 El porcentaje de curación del cáncer cutáneo sobrepasa el 95 % de los casos. El tiempo, el esfuerzo, el gasto y la deformidad alcanzan mayores proporciones.

El objetivo de este trabajo es conocer la incidencia de las lesiones malignas de la piel facial en el Servicio de Cirugía Maxilofacial de nuestro hospital y dar a conocer algunas características de tan importante afección en esta especialidad.

Métodos

Se realizó un estudio observacional descriptivo de los pacientes diagnosticados de cáncer de piel en el Hospital "Manuel Ascunce Domenech" de Camagüey, en el período del 1ro. de enero del 2000 al 31 de diciembre del 2001. De 148 enfermos con el diagnóstico histopatológico de cáncer con esta localización se tomaron como muestra 42, que correspondían a lesiones de la piel facial estudiados en nuestro servicios.

Se confeccionó un formulario en el cual se reflejaron todos los datos de interés, que incluían: tipo de lesión maligna, sexo, color de la piel, procedencia. Otras variables que relacionan el tipo de cáncer con la variable expuesta fueron: tiempo de evolución, lugar de la lesión y tamaño de esta. Los datos obtenidos se sometieron a análisis estadístico, se representaron en tablas y se compararon con la literatura nacional e internacional referente al tema.

Resultados

El material de nuestro trabajo está constituido por 42 casos, de los cuales 36 (85,7 %) eran portadores de carcinomas basocelulares y el resto, 6 (14,3 %) lo constituían carcinomas espinocelulares.

Como apreciamos en la tabla 1, el mayor número de enfermos se presentó, como era de suponer, en mayores de 57 años de edad (78,6 %), de los cuales el 66,7 % eran carcinomas basocelulares y el 11,9 % pertenecían a carcinomas espinocelulares. El carcinoma basocelular se presentó en ambos sexos con igual número de enfermos, 18 casos respectivamente (42,9 %); mientras que el carcinoma espinocelular, en 5 enfermos (11,9 %), fue más frecuente en el sexo masculino. La piel blanca en ambas neoplasias fue la más afectada con 83,3 %, y en el espinocelular con 14,3 %, lo que significó el 97,6 % del total de los casos. Estas neoplasias son más raras en la raza negra, como lo evidenciamos en este trabajo. La procedencia fue mayor en los pacientes de zonas urbanas en el tipo basocelular, con el 47,6 %, mientras que esta afección se reportó en el 38,2 % en enfermos de zonas rurales.

Tabla 1. Lesiones malignas de la piel facial

Variables
C. basocelular
C. espinocelular
No.
%
No.
%
Total
%
Edad
15-35
-
-
-
-
-
-
36-56
8
19,05
1
2,4
9
21,4
57 y más
28
66,7
5
11,9
33
78,6
Sexo
Masculino
18
42,9
5
11,9
23
54,7
Femenino
18
42,9
1
2,4
19
45,3
Raza
Blanca
35
83,3
6
14,3
41
97,6
Negra
1
2,4
-
-
1
2,4
Mestiza
-
-
-
-
-
-
Procedencia
Urbana
20
47,6
3
7,1
23
54,7
Rural
16
38,2
3
7,1
19
45,3

Fuente: expedientes clínicos. Departamento de Anatomía Patológica.

Se aprecia que estos tipos de neoplasias se detectan rápidamente, pues la mayoría se diagnosticaron antes del año; ente 1 y 6 meses fue diagnosticado el 45,3 % de los casos, y en más de 7 meses el 38 %. Llamamos indefinidos a aquellos pacientes (7 casos) a los que no se les pudo determinar el tiempo con exactitud, lo que representó el 16,7 % de los carcinomas basocelulares (tabla 2).

Tabla 2. Lesiones malignas de la piel facial y tiempo de evolución

Tiempo de evolución
C. basocelular
C. espinocelular
No.
%
No.
%
Total
%
1 a 6 meses
16
38,2
3
7,1
19
45,3
7 y más
13
30,9
3
7,1
16
38,0
Indefinido
7
16,7
-
-
7
16,7
Total
36
85,7
6
14,3
42
100

Fuente: expedientes clínicos. Departamento de Anatomía Patológica.

El lugar de la lesión fue más común en el tercio medio de la región facial (83,3 %). En el espinocelular se presentaron las lesiones en el tercio medio e inferior en el 7,1 %, respectivamente. Debemos señalar que 5 pacientes presentaron al mismo tiempo lesiones en región media e inferior (tabla 3).

Tabla 3. Lesiones malignas de la piel facial. Lugar de la lesión


Lugar de la lesión
C. basocelular
C. espinocelular
No.
%
No.
%
Total
%
Tercio superior
2
4,8
-
-
2
4,26
Tercio medio
35
83,3
3
7,1
38
80,85
Tercio inferior
4
9,6
3
7,1
7
14,89
Total
41
87,2
6
12,8
47
100

Fuente: expedientes clínicos. Departamento de Anatomía Patológica.

En la tabla 4 apreciamos que en 32 enfermos (76,1 %), la lesión siempre fue inferior a 2 cm en el carcinoma basocelular, mientras que la mayor cantidad de casos de carcinomas espinocelulares, 4 para el 9,6 %, se presentaron con un tamaño menor a 2 cm.

Tabla 4. Lesiones malignas de la piel facial. Tamaño de la lesión


Tamaño de la lesión
C. basocelular
C. espinocelular
No.
%
No.
%
Total
%
Menor o igual a 2 cm
32
76,1
4
9,6
36
85,7
Mayor a 2 cm
4
9,6
2
4,8
6
14,3
Total
36
85,7
6
14,3
42
100

Fuente: expedientes clínicos. Departamento de Anatomía Patológica.

Discusión

El carcinoma basocelular es la forma más común de cáncer cutáneo, representa al menos el 75 % de los casos en el sur de los Estados Unidos y más del 90 % de los casos en el Norte,6 como fue demostrado en este trabajo. Popking y otros7 señalan que la forma nodular o ulceronodular es la más frecuente y se observa mayormente en la piel de la cabeza y el cuello y sólo en el 10 % de los casos en otras regiones, como pudimos apreciar en nuestra serie. Nunca es sangrante, a menos que sufra traumatismos; la lesión es lisa, brillante y traslúcida, con presencia de telangiectasias e indolora. La forma superficial de carcinoma basocelular generalmente se encuentra en el tórax o en la espalda, por lo cual es más detectada por el dermatólogo.8 El otro tipo de carcinoma basocelular, que es muy raro, es el tipo morfeiforme, el cual no fue reportado en esta serie. Las metástasis, en cualquiera de sus formas, son extremadamente raras.1,2

El aspecto clínico del carcinoma espinocelular hace el diagnóstico más difícil que en el carcinoma basocelular.9 Son lesiones eritematosas, más o menos descamativas o costrosas, lo que puede confundirse con la psoriasis, eczema, infecciones y traumatismos.10 Se localizan expuestas a la luz solar como nariz, frente, labios, orejas,1 como fue evidenciado por nosotros. Las metástasis son más frecuentes. El carcinoma espinocelular nodular o ulceronodular a menudo se presenta como un tumor duro de color rojo, sobreelevado con respecto a la piel vecina.

Estos tumores son más frecuentes en la edad más avanzada de la vida, en el sexo masculino, y guardan relación con ciertas ocupaciones como: deshollinadores, los expuestos a la parafina, brea, alquitrán y a la luz ultravioleta, como los pescadores.11

Es más frecuente en los pacientes de piel blanca y raro en los de piel negra, dado por la pigmentación fisiológica en las personas con este color,1 lo cual se demostró en este trabajo. Los trabajos de Mc Donald9 y Scotto6 demostraron la existencia inequívoca de una relación inversa entre latitud y cáncer cutáneo no melanoma; la incidencia era 3 veces superior en Texas (latitud 32,8N) en relación con Iowa (latitud 42N).

Scotto y otros6 fueron los primeros en señalar que la disminución del ozono estratosférico podía aumentar este tipo de cáncer, lo cual puede tener importancia en el momento actual.12

Toews y otros13 señalaron el valor de las células de Langerhans de la epidermis, las cuales disminuyen por la acción de la luz ultravioleta. No apreciamos un aumento significativo de estos procesos en relación con la procedencia urbana y rural,1 ya que en esta investigación representaban prácticamente el mismo porcentaje.

En el pasado no era raro observar neoplasias que habían destruido gran parte de la cara del paciente. En la actualidad, casi todas estas lesiones se descubren y tratan cuando no han alcanzado aún 2 cm de diámetro,4 como fue apreciado por nosotros.

Como se pudo corroborar, los pacientes portadores de lesiones malignas de la cara acudieron a consulta antes de los 6 meses en el 45,3 %, dato este que evidencia el alto nivel de educación con respecto a la salud de nuestro país, que facilita la curabilidad definitiva de dichos pacientes por la prontitud en solicitar servicios médicos especializados.

Podemos concluir que de los expedientes clínicos revisados, una tercera parte pertenecieron a lesiones malignas de la piel facial; de los casos detectados con lesiones malignas de la piel facial, más de la mitad correspondieron a carcinomas basocelulares y el resto a carcinomas espinocelulares.

La mayor incidencia de estas lesiones se presentó en el sexo masculino, piel blanca, que sobrepasaron la quinta década de la vida. No hubo un predominio ostensible en cuanto a la procedencia. Predominaron las lesiones malignas en el tercio medio de la cara. La mayoría de las lesiones fueron menores de 2 centímetros de diámetro, lo que guarda relación con el tiempo de evolución.

Summary

A study of the malignant lesions of the facial skin treated at the Maxillofacial Surgery Service of "Manuel Ascunce Domenech" Hospital, in Camagüiey, from 2000 to 2001, was conducted. The information was obtained from 148 medical histories with the diagnosis of malignant skin lesions, of which 42 corresponded to lesions of facial localization. This entity mostly affected white, male patients over 50 with predominance in the facial medial third. The main histological types were the basal cell carcinoma and the spinocellular carcinoma, with predominance of the first. The topic was reviewed and our results were compared with those of other authors.

Subject headings: FACIAL NEOPLASMS/diagnosis; INCIDENCE.

Referencias bibliográficas

  1. Werschnik C, Wilhelm F. Spontaneous regression of an eyelid tumor. Klin Monatsbl Augenheilkd 2002;219(5):387-9.
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  3. Salasche S. Imiquimod 5 % cream: A new treatment option for basal cell carcinoma. Int J Dermatol 2002;41:16-20.
  4. Astockfleth E, Stency W. New treatment modalities for basal cell carcinoma. Recent Results Cancer Res 2002;160:259-68.
  5. Anderson A, Bradley R, Haas J. Economic and social measures of biologic and climatic change. Virginia: Natural Technical Information; 1995. p. 4-139.
  6. Scotto J, Kopf A, Urbach F. Non melanoma skin cancer among caucasians in four areas of the United States. Cancer 1994;54:1333-8.
  7. Popkin G, De Feo C. Basal center epithelioma. En: Andrade R, Gumport S, Popkin G, eds. Cancer of the skin, biology, diagnosis, management. Philadelphia: Ed. Suwnder; 1996. p. 821-44.
  8. O´Dell B, Jessen R, Becker R. Diminished immune response in sun-damager skin. Arch Dermatol 1990;116:559-61.
  9. Mc Donald E. Epidemiology of skin cancer, 1992. In neoplasms of the skin and malignant. Melanoma year book medicine publishers. Chicago, USA: [s.n..]; 1993. p- 27-42.
  10. Woerle B, Heckmann M, Konz B. Micrographia surgery of basal cells carcinomas of the head. Recent results. Cancer Res 2002;160:219-24.
  11. Pepitone M, Robinson JK, Canana C, Chittineni B, Fisher SG. Skin cancer awareness in suburban employees: A hispania perspective. J Am Acad Dermatol 2002;47(1):118-23.
  12. Buechner S, Wemli M, Bachmann F, Haar T, Erb P. Intralesinal interfron in basal cell carcinoma: how doest it work? Recent Results Cancer Res 2002;160:246-50.
  13. Toews G, Bergstresser P, Streilein J. Langer hans cells. Centinels of skin associated lymphoid tissue. J Invest Dermatol 1997;75:78-82.

Recibido: 11 de noviembre del 2002. Aprobado: 22 de enero del 2003.
Dr. Jorge Luis Zequeira Peña. Hospital Provincial Docente "Manuel Ascunce Domenech". Departamento de Cirugía Maxilofacial. Camagüey, Cuba.

1 Especialista de I Grado en Cirugía Maxilofacial. Instructor de la Facultad de Estomatología del ISCM-C.
2 Especialista de I Grado en Cirugía Maxilofacial.

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