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Revista Cubana de Farmacia

versión impresa ISSN 0034-7515versión On-line ISSN 1561-2988

Rev Cubana Farm v.36 n.3 Ciudad de la Habana sep.-dic. 2002

 

Escuela Nacional de la Salud Pública

Uso del meprobamato en el tratamiento de la hipertensión arterial. Consecuencias económicas

Anaí García Fariñas,1 Ana Teresa Fariñas Reinoso2 y Ana María Gálvez2

Resumen

Se caracterizó a la población hipertensa que consumía meprobamato como parte del tratamiento de la hipertensión arterial y se calculó el efecto económico para el individuo y la sociedad de esta inadecuada terapia. El universo estuvo compuesto por 27 pacientes mayores de 15 años de edad que consumían meprobamato como parte del tratamiento de la hipertensión. El 40,7 % de los pacientes que consumen meprobamato para la hipertensión, refirió propiedades terapéuticas no adecuadas como hipotensor. La imposibilidad de acceder al medicamento repercutió en la calidad de vida de los pacientes. El 51,8 % manifestó sentirse descontrolado cuando no tenía el medicamento. El costo de bolsillo mensual por pacientes osciló entre $ 1.60 y $ 40.00, en dependencia de la forma de adquisición. Como resultado de la investigación se pudo concluir que el uso inadecuado del meprobamato como hipotensor, ocasiona una fármaco-dependencia innecesaria y que unida a un aumento de la demanda productiva del medicamento en el ámbito industrial provoca que se destinen recursos hacia su producción que se le resta a otras opciones.

DeCS: MEPROBAMATO/uso terapéutico; HIPERTENSION/quimioterapia; COSTO DE ENFERMEDAD; GASTOS EN MEDICAMENTOS; HABITOS DE CONSUMO DE MEDICAMENTOS.

En la actualidad, donde urge la racionalización del uso de los recursos en todas las esferas económicas del país, la salud no queda fuera de ello y dentro de esta el uso racional de los medicamentos es hoy día una tarea prioritaria.

Por los innumerables efectos secundarios y reacciones adversas que poseen la mayoría de los medicamentos, los que se agudizan en tratamientos prolongados, es necesario realizar una buena selección de las estrategias terapéuticas, lo cual se concreta en su adecuada prescripción; para lo que se deben analizar ventajas y desventajas de todas las alternativas, sin olvidar las consideraciones económicas de cada una de ellas.1,2

Según el Programa Nacional de Prevención, Diagnóstico, Evaluación y Control de la Hipertensión Arterial, el tratamiento farmacológico debe establecerse en dependencia de la causa y el paciente, puede ser una monoterapia o combinación de los grupos farmacológicos siguientes: diuréticos, b-bloqueadores, a-bloqueadores, vasodilatadores, antagonistas del calcio, inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina II, bloqueadores de los receptores de angiotensina II.

Es conocido por los facultativos que la adherencia del paciente al tratamiento es fundamental para la estabilización de la situación de salud de este. Con esta justificación en algunos lugares de nuestro país se ha incorporado el meprobamato como adyuvante, en la terapia medicamentosa de la hipertensión arterial (HA).

El meprobamato fue el primer tranquilizante introducido en la terapia médica.3 Es utilizado con alta efectividad como relajante muscular en ortopedia. Sus efectos adversos más conocidos son la somnolencia y la creación de hábito, es este último el efecto adverso fundamental. En combinación con el alcohol o los hipnóticos provoca trastornos del rendimiento intelectual e imposibilidad de coordinación.4

Por muchos años en nuestro país se ha venido utilizando el meprobamato no solo como adyuvante de la terapia de la HA sino como su único elemento; esta mala indicación, unido al desconocimiento sobre su uso adecuado por parte de los pacientes, ha potenciado que entre la población hipertensa se creen hábitos de consumo del meprobamato sin causa justificada en muchas ocasiones. Esta situación motivó que se realizara el presente estudio para caracterizar la población hipertensa atendida por un médico de la familia de un municipio de la capital que utilizaba meprobamato como parte del tratamiento de la hipertensión arterial, así como calcular el efecto económico del mal uso de este medicamento para el individuo y para la sociedad.

Métodos

Estudio descriptivo transversal y estudio parcial de costos. El universo estuvo integrado por 27 pacientes del consultorio No. 82 del Policlínico “Aleida Fernández Chardiet” del municipio La Lisa, Ciudad de La Habana, mayores de 15 a de edad, hipertensos que consumían meprobamato para el tratamiento de la hipertensión. La información necesaria para estructurar el marco teórico del trabajo se obtuvo de la revisión bibliográfica sobre el tema. Se realizaron entrevistas semiestructuradas a los 27 pacientes hipertensos. Se realizó una entrevista abierta al médico de la familia. Las variables empleadas fueron: sexo, edad, tipo de hipertensión que padecían, conocimiento sobre la terapia y problemas en la adquisición del medicamento. Los datos necesarios para realizar una primera aproximación de los costos directos e indirectos de la producción, distribución y dispensación del meprobamato se obtuvieron a través de una entrevista no estructurada. Fueron entrevistados el especialista en costos de la Industria “Reinaldo Gutiérrez”, el administrador y jefe de distribución de la Empresa Provincial de Medicamento No. 5 de la Ciudad de La Habana, además de la licenciada y la administradora de la farmacia cita en 158 y 69, La Lisa.

Con los datos obtenidos de las entrevistas se confeccionaron registros de trabajo y tablas de salida. Las medidas de resumen utilizadas fueron: frecuencia acumulada y frecuencia absoluta.

Los resultados encontrados en las entrevistas no estructuradas se ubicaron en tablas de vaciamiento, y se agrupó la información según nivel jerárquico de las respuestas y principales categorías.

Resultados

Del consultorio seleccionado, se identificaron 27 pacientes hipertensos que consumían meprobamato como parte del tratamiento para la hipertensión, ellos representan el 9,81 % del total de pacientes visitados.

Estos 27 pacientes a su vez representan el 60 % del total de pacientes que consumían meprobamato por cualquier motivo; en los 18 pacientes restantes, que representan el 40 %, el consumo estuvo relacionado con otras causas como dolores musculares, para lograr sedación y artritis.

De los 27 hipertensos que consumían meprobamato, como parte del tratamiento para la hipertensión, 16 fueron hombres para el 59,2 % y 11 fueron mujeres para el 40,8 %.

El rango de edades osciló entre los 15 y los 89 a. El grupo de mayor frecuencia fue el de 50-59 a de edad, seguido por el de 40-49 a; esta distribución fue similar para el sexo femenino e invertida para el masculino. Estos 2 grupos de edades fueron los responsables del 55,5 % del total de los casos, con una frecuencia acumulada del 88,9 % a partir de los 40 a de edad. El 11,1 % tuvo menos de 24 a (tabla 1).

Tabla 1. Distribución de los pacientes que consumen meprobamato como parte del tratamiento de la hipertensión según sexo y grupos de edades

 
Sexo
Grupos
Femenino
Masculino
Total
de edades
No.
%
No.
%
No.
%
15-19
0
0
1
3,7
1
3,7
20-24
1
3,7
1
3,7
2
7,4
40-49
0
0
5
18,5
5
18,5
50-59
6
22,2
4
14,8
10
37
60-69
1
3,7
2
7,4
3
11,1
70-79
2
7,4
2
7,4
4
14,8
Más de 80
1
3,7
1
3,7
2
7,4
Total
11
40,7
16
59,1
27
100

 

Dentro de los hipertensos que consumían meprobamato, como parte del tratamiento para la hipertensión, 19 pacientes que representaron el 70,3 %, eran de piel blanca, los que predominaron por encima del resto de los grupos según el color de la piel.

El diagnóstico de certeza de hipertensión fue realizado por el médico de la familia en 11 de los pacientes para el 44 %. Igual porcentaje fue diagnosticado por el médico especialista en el hospital.

De los 27 hipertensos que consumían el meprobamato como parte del tratamiento para la hipertensión, 13 pacientes para el 52 %, desconocían el tipo de hipertensión que padecía.

Por otra parte, el 51,8 % reconoció las propiedades terapéuticas reales del meprobamato (relajante muscular, ansiolítico), mientras que el 40,7 refirió propiedades no adecuadas como hipotensor; este tipo de respuestas se encontró con más frecuencia en el sexo masculino. El 7,4 % desconocía por qué tomaba el meprobamato (tabla 2).

Tabla 2. Distribución de los pacientes que consumen meprobamato como parte del tratamiento de la hipertensión según conocimiento de las propiedades terapéuticas y sexo

 
Sexo
Conocimientos sobre la terapia
Femenino
Masculino
Total
 
No.
%
No.
%
No.
%
Adecuada
8
50
6
54,5
14
51,8
No adecuada
7
43,7
4
36,3
11
40,7
No sabe
1
6,25
1
9,09
2
7,4
Total
16
100
11
100
27
100

Al analizar si existían dificultades para su adquisición o no, el 22,2 % no presentó problemas, a diferencia del 77,7 %. Estos refirieron como principal causa, la ausencia del medicamento en el mercado (tabla 3).

Tabla 3. Distribución de los pacientes que consumen meprobamato como parte del tratamiento de la hipertensión según problemas de adquisición del medicamento y sexo

 
Sexo
Problemas en
Masculino
Femenino
Total
la adquisición
No.
%
No.
%
No.
%
Sin problemas
4
25
2
18,8
6
22,2
Con problemas
12
75
9
81,8
21
77,7
Total
16
100
11
100
27
100

 

El 51,8 % refirió sentirse descontrolado cuando no tenía el medicamento, lo cual se comportó similar para uno y otro sexos. Una sola paciente refirió que no necesitaba consumir el medicamento (tabla 4).

TabLa 4. Distribución de los pacientes hipertensos que consumen meprobamato como parte del tratamiento de la hipertensión según percepción de la tenencia del medicamento o no y sexo

 
Sexo
 
Masculino
Femenino
Total
Percepción
No.
%
No.
%
No.
%
Bien
4
25
4
36,3
8
29,6
Regular
4
25
0
0
4
14,8
Mal
8
50
6
54,5
14
51,8
No lo necesita
0
0
1
9,09
1
3,7
Total
16
100
11
100
27
100

 

En los 27 pacientes hipertensos estudiados, el rango de tabletas consumidas osciló entre ¼ de tableta y 3 tabletas diarias, con un consumo en un mes de 920 tabletas. Como promedio cada paciente compró en el mes aproximadamente 40 tabletas. Si se considera que el precio oficial del producto es $ 0,80 veinte tabletas, los 27 pacientes gastaron en un mes $ 36,8 y cada uno gastó como promedio $ 1,60.

De igual forma se puso en evidencia que debido a los problemas para la adquisición del medicamento la mayoría de los pacientes acudían al mercado subterráneo, donde la tableta vale $ 1.00. Considerando que en el último trimestre del año 1997 no hubo suministro de medicamento a la farmacia comunitaria correspondiente, entonces el gasto real de los 27 pacientes ascendió a $ 920.00 con un gasto promedio por paciente de $ 40.00.

Discusión

La distribución obtenida por grupos de edades fue similar a la referida por el anuario estadístico del MINSAP y la encuesta nacional de factores de riesgo, según refirió Mariano Bonet en el año 1997, donde se observó un aumento de los casos con hipertensión arterial a medida que aumenta la edad.5

La distribución según color de la piel fue similar a los resultados referidos en el análisis de la situación de salud del Policlínico “Aleida Fernández Cardiet” en el año 1997.

Como parte de la responsabilidad individual con su salud, los pacientes deben exigir y estar bien informados sobre todos los detalles de su enfermedad, según los objetivos, propósitos y directrices del Ministerio de Salud Pública en el año 1992, sin embargo, el estudio puso en evidencia que más del 50 % desconocía qué tipo de hipertensión padecía, lo cual atenta contra los cambios necesarios del estilo de vida del propio paciente.

Aun cuando se conoce la importancia de que los pacientes estén informados sobre el uso adecuado de los medicamentos, incluyendo sus propiedades, indicaciones y advertencias, para garantizar su uso racional y poder lograr la efectividad terapéutica deseada, en el trabajo se encontró que el 50 % de los pacientes desconocen las propiedades terapéuticas del meprobamato, lo que se corresponde con lo descrito por Yudith Saltorio en su trabajo “Estudios de hábitos de prescripción del meprobamato en 3 áreas de salud”, en el año 1996.

De igual forma se observó que más del 50 % de los pacientes hipertensos entrevistados refirió descontrol de su enfermedad en ausencia del meprobamato, poniéndose en evidencia la fármaco-dependencia descrita en la literatura luego de un uso prolongado del medicamento.4,5

Es meritorio señalar que un grupo de pacientes en ausencia del meprobamato lo sustituyeron por el diazepam, esto demuestra la posibilidad real de que con una educación al paciente se puede lograr la utilización de otras terapias para lograr la sedación.

Aun cuando los principales gastos son subsidiados estatalmente y el precio de venta del medicamento es barato, la imposibilidad de suplir las necesidades reales por parte de la industria, unido a los efectos característicos del medicamento en los pacientes, ha potenciado el incremento del mercado subterráneo, alternativa que promueve el uso irracional e irresponsable de los medicamentos, además de encarecer de forma notable el tratamiento; situación que pudiera verse disminuida si con una buena indicación del medicamento, disminuyera la demada y la producción pudiera cubrir mejor las necesidades reales de este.

Los problemas en la indicación del meprobamato se revierten en una fármaco-dependencia, lo que unido a las dificultades del abastecimiento de este, potencia el desarrollo del mercado subterráneo, lo cual afecta la economía individual de los pacientes y la sociedad. El inadecuado uso del meprobamato como hipotensor ocasiona un aumento de la demanda productiva del medicamento en el ámbito industrial, y provoca el destino de recursos a la producción de este que se le resta a otras opciones.

Summary

The hypertensive population taking meprobamate as part of the arterial hypertension treatment was characterized and the economic effect of this inadequate therapy for the individual and for the society was calculated. 27 patients over 15 that were treated with this drug were studied. 40.7 % of these patients referred to unappropriated therapeutic properties of this drug as hypotensive. The impossibility to have the drug influenced on the quality of life of the patients. 51.8 % felt uncontrolled when they could not take the drug. Every patient spent between $1.60 and $40.00 a month, depending on the way of acquisition. As a result of the research, it was concluded that the inadequate administration of meprobamate as a hypotensive agent brings about an unnecessary drug dependance that together with the increase of the production demand in the industrial setting, provoke the utilization of resources in its production and affect other options.

Subject headings: MEPROBAMATE/therapeutic use; HYPERTENSION/drug therapy; COST OF ILLNESS; EXPENDITURES; DRUGS USE HABITS.

Referencias bibliográficas

  1. Badías X, Robira J. Evaluación económica de medicamentos. Un instrumento para la toma de decisiones en la práctica clínica y política sanitaria. Madrid: Editorial Luzan;1994:29-41.
  2. Laporte JR. Principios de epidemiología del medicamento. 2 ed. Barcelona: Masson, Salvat; 1993:1-24.
  3. Kuschinsky G. Manual de farmacología. La Habana: Instituto Cubano del Libro, 1964:116,182 (Edición Revolucionaria).
  4. Cuba. Ministerio de Salud Pública. Guía terapéutica. La Habana: Editorial ORBE; 1981:439-40.
  5. Cuba. Ministerio de Salud Pública. Anuario estadístico. La Habana: Artes Gráficas; 1997:75.

Recibido: 6 de mayo de 2002. Aprobado: 12 de junio de 2002.
Lic. Anaí García Fariñas. Calle 156 No. 6922 entre 69 y 71, La Lisa, Ciudad de La Habana, Cuba. Email: anai@finlay.edu.cu

 

1 Licenciada en Farmacia. Centro de Investigación, Producción de Vacunas y Sueros. Instituto Finlay.
2 Máster en Ciencias. Escuela Nacional de la Salud Pública.

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