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Revista Cubana de Medicina

versión impresa ISSN 0034-7523versión On-line ISSN 1561-302X

Rev cubana med v.34 n.1 Ciudad de la Habana ene.-abr. 1995

 

Hospital Provincial Docente "Carlos Manuel de Céspedes". Bayamo. Granma

Enfermedades malignas en el hospital provincial de Bayamo

Dr. Joel Berdú Saumel1 y Dr. Cosme Manuel Cand Huerta2

  1. Especialista de I Grado en Medicina Interna.
  2. Especialista de II Grado en Medicina Interna.

RESUMEN

Se realizó un estudio descriptivo donde se revisaron 2 334 protocolos de necropsias realizadas durante el período de 1987 a 1989, ambos años inclusive, para conocer la frecuencia y localización de los diferentes procesos neoplásicos malignos, así como su comportamiento según edad, sexo y sitios de metástasis. Se encontraron 255 fallecidos con diagnóstico confirmado de enfermedad maligna (10,9 %). El sexo masculino fue el más afectado, en tanto que el 84,4 % correspondió a mayores de 50 años de edad. Los órganos originales más afectados fueron pulmón y próstata en el hombre, mientras que en la mujer fueron pulmón y mama. El carcinoma afectó predominantemente a pulmón, mama y vejiga, el adenocarcinoma lo fue en próstata y estructuras del sistema digestivo. En sangre sobresalieron las lecucemias agudas y el linfoma de Hodgkin. Los sitios más frecuentemente metastizados fueron ganglios, hígado y pulmón.

Palabras clave: NEOPLASMAS/mortalidad; METASTASIS DEL NEOPLASMA.

INTRODUCCION

El cáncer es un problema social para toda la humanidad, se le calcula una tasa promedio mundial mínima de 150 casos nuevos por cada 100 mil habitantes, unos 6 millones de nuevos pacientes y una morbilidad que se incrementa con el desarrollo económico-industrial y una mayor esperanza de vida.1 Aunque el registro nacional del cáncer proporciona datos continuamente sobre incidencia y mortalidad, existe un subregistro de enfermedades malignas debido a que algunas diagnosticadas no se notifican y otras en donde el diagnóstico se hace post mortem, por ello, las cifras de mortalidad confirmadas patológicamente dan una idea más precisa. Basados en las razones anteriores, decidimos estudiar las localizaciones fundamentales según edad, sexo, tipo histológico y metástasis más frecuentes en el Hospital Provincial Docente "Carlos Manuel de Céspedes" de Bayamo, provincia Granma, pues ya existe una investigación similar, pero en el hospital "Celia Sánchez Manduley" de Manzanillo.

MATERIAL Y METODO

La investigación tuvo carácter descriptivo y retrospectivo. Revisamos todos los protocolos de necropsias del Departamento de Anatomía Patológica de nuestro hospital desde el primero de enero de 1987 al 31 de diciembre de 1989. Excluimos los fallecidos menores de 15 años de edad y seleccionamos todos los casos con diagnóstico macro y/o microscópico de una enfermedad maligna. Determinamos la frecuencia de las localizaciones anatómicas según la víscera primaria y no de acuerdo con la clasificación internacional de enfermedades, pues la primera es la forma más frecuente de información revisada.2-4 Dividimos las ubicaciones anatómicas según el sexo, excepto próstata y mama por ser estructuras casi privativas de hombres y mujeres, respectivamente. La catalogación histológica se basó en la clasificación bibliográfica más actualizada.5 Los intervalos de edades necesitaron ser pequeños (entre 5 y 10 años) pues normalmente se incrementa muy rápido la incidencia según los sitios neoplásicos y porque muchos procesos malignos se revelan por sus metástasis sin conocimiento del origen real.6 Las cifras absolutas y relativas se sometieron a significación estadística por técnica de chi cuadrado con un alfa de 0,05 y por medio de cálculo porcentual.

RESULTADOS Y DISCUSION

El 10,9 % del total de autopsias durante los 3 años estudiados incluyó un proceso neoplásico maligno (PNM). El número de fallecidos por esta causa fue descendiendo significativamente de año en año hasta llegar en el último al 7,3 %, como se comprueba al aplicar chi cuadrado y obtener una probabilidad de error tipo alfa muy baja (1,304 por 10 a la menos 3). Las razones pueden ser: real disminución de la frecuencia y mortalidad por PNM, cual aumento de la supervivencia7 y por último, lo más lógico, es la explicación de que los enfermos en etapa terminal fallecen en el hogar y los familiares se niegan al proceder autópsico hospitalario (tabla 1).

En la tabla 2 se evidencia la alta frecuencia del cáncer de pulmón en la casuística para ambos sexos (27 %) seguida del cáncer prostático (11 %) y las enfermedades hematológicas malignas (9 %). Casi dos tercios del total de casos fueron hombres, no tenemos ninguna explicación para este hecho. No obstante, sabemos que cada día aumentan las cifras del cáncer pulmonar masculino y se reducen las del cuello uterino, lo cual puede justificar la conducta de la mortalidad según el sexo. En cuanto al cáncer de mama (casi privativo del sexo femenino, como ocurre con el de próstata en el sexo opuesto), quedó relegado al noveno lugar mientras que el de útero y cuello uterino no aparecieron dentro de los primeros 12 lugares en frecuencia. El elevado número de decesos por PNM de próstata es nacional (la tasa de mortalidad de 18,8 en 1984 ascendió a 23,7 en 1988) y se explica por el envejecimiento poblacional y la tendencia a afectar sujetos mayores de 60 años en los cuales existe hipertrofia benigna, desequilibrio androestrogénico, tiempo de exposición a enfermedades venéreas y ciertos virus involucrados.8 Con respecto al cáncer de mama, se consideran algunos factores de riesgo como son: hábitos reproductivos, inicio de la cópula sexual, número de parejas, paridad, edad del primer parto y lactancia, se sabe que ocurre una conducta epidemiológica heterogénea entre las provincias occidentales y orientales.9

Granma en 1987 tenía el segundo lugar con la tasa más baja de mortalidad en el país, por detrás de Holguín, pero en 1988 llegó a alcanzar el quinto lugar. Quizás haya influido que el diagnóstico precoz por el pesquisaje masivo mamográfico no se aplicó en nuestra provincia en el período estudiado.10 Se destaca ahora que nuestro hospital no ofrece una proporción ponderable de personas con cáncer del cuello y cuerpo de útero, aunque se mantiene en el quinto lugar nacional. Actualmente, las neoplasias de cérvix son tal vez menos frecuentes que las del cuerpo al haberse reducido la multiparidad, ocurren menos lesiones locales y reparaciones adecuas, además del diagnóstico más precoz del tumor.

El cáncer pulmonar sigue siendo más proclive al sexo masculino lo que no sorprende pues al menos 28 países desarrollados lo tienen como un gran problema de salud.11 En el continente, Cuba exhibe cifras altas de muerte por dicha neoplasia con la primera causa para hombres y la segunda para mujeres,12 desgraciadamente porque al momento de la detección ya el 70 % tiene la enfermedad diseminada y con múltiples metástasis.13 Las mujeres padecen más degeneración maligna de la sangre así como tumores malignos del encéfalo. Nosotros hallamos las leucemias en el tercer lugar y a expensas de las mujeres, dato contrapuesto a lo revisado y por lo cual consideramos que su hallazgo sea casual.14 Tampoco definimos las características tumorales encefálicas de acuerdo con el sexo. Se señala que los procesos invasivos ectodérmicos afectan a los hombres y los meningiomas malignos a las mujeres.15 La tabla 3 expone la frecuencia de los PNM según los grupos etarios el de 70 a 79 años (77 casos) y el de 80 a 89 (56 casos) tuvieron 30,1 y 21,9 %, respectivamente. La frecuencia de los PNM va descendiendo según lo hace la edad lo cual apoya el criterio de que los PNM aumentan a partir de la quinta década de la vida y que solamente 3 tipos de tumores PNM, en este trabajo, pueden aparecer en edades más tempranas como algunas leucemias, linfomas y ciertos tipos de tumores del sistema nervioso central.16

Debe pensarse en la defensa inmunológica del paciente geriátrico y, tal vez, en su larga exposición a factores cancerígenos externos, cambios hormonales y a la pretendida latencia de las células anárquicas por períodos prolongados.17 Con respecto a las variedades histológicas, según el lugar primario del PNM, en el cáncer de pulmón hallamos al epidermoide, al adenocarcinoma y al de células pequeñas con 33,3, 23,2 y 18,9 %, según orden de aparición, resultaron raros el mesoteliona y el hemangioendoteliosarcoma.18 El adenocarcinoma prostático revalidó su incidencia. En sangre, de las leucemias crónicas, la linfoide con 30,4 % y la mieloide con 21,7 %, representaron el total de 52,1 % seguidos por las agudas y el mieloma múltiple. Ganglionarmente, predominó el Hodgkin, tanto de celularidad mixta (53,3 %) como el de predominio linfocítico (33,3 %), situación no compartida con los estudiosos del tema.19 El adenocarcinoma fue más frecuente en páncreas (66,7 %), intestino grueso (100 %) y estómago (63,6 %), todo lo cual era esperado. Entre los PNM del encéfalo predominó el astrocitoma con 75 % pues los astrocitos son la mayoría celular intraparenquimatosa del cerebro. El carcinoma de mama y el de vejiga se destacaron por tener numerosas células epiteliales suscepti-bles de degeneración maligna.

Al analizar la distribución de las metástasis según las adversas localizaciones tumorales primitivas (tabla 4), sabiendo de antemano que un mismo sujeto puede tener diferentes siembras en su economía, encontramos en el pulmón metástasis predominantes hacia ganglios, suprarrenales, hígado, cerebro y pulmón opuesto, a consecuencia de su extensa red linfática, su vascularización y la constante movilidad torácica.20 No hallamos siembras óseas porque el informe patológico no hace referencias a esas estructuras no incluidas en el protocolo anatómico. El resto de las entidades con su correspondiente predilección metastásica y su relación numérica, aparecen en el cuadro estadístico.

El encéfalo carece de poder invasivo por no tener drenaje linfático (sólo, precariamente, el líquido raquídeo), por ser rara la propagación hematógena y por la sobrevida tan limitada como para no facilitar el fenómeno de envíos fatídicos sistémicos.

CONCLUSIONES

  1. Los procesos malignos fueron el 10,9 % del total de muertes con autopsias desde 1987 a 1989.
  2. En orden decreciente, los órganos de origen más frecuentemente afectados fueron: pulmón, próstata, sangre, ganglios, páncreas, intestino grueso, encéfalo, estómago, mama y vejiga.
  3. Las edades más afectadas fueron de 70 a 79 y de 80 a 89 años. Los hombres casi duplicaron la frecuencia de enfermedad visceral maligna primaria.
  4. Predominaron las variedades epidermoide (pulmón), adenocarcinoma (próstata, páncreas, instestino grueso y estómago), el carcinoma en mama y vejiga, el astrocitoma en encéfalo y en la sangre, en ganglios, las leucosis y la enfermedad de Hodgking.
  5. Los órganos más metastizados por orden de importancia fueron: ganglios, hígado, pulmón, suprarrenales, riñón, bazo y encéfalo.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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Recibido: 27 de mayo de 1994. Aprobado: 17 de noviembre de 1994.

Dr. Joel Berdú Saumel. Hospital Provincial Docente "Carlos Manuel de Céspedes", Carretera Central Km 1, vía Santiago de Cuba, Bayamo, Granma.

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