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Revista Cubana de Medicina

versión impresa ISSN 0034-7523versión On-line ISSN 1561-302X

Rev cubana med v.45 n.3 Ciudad de la Habana jul.-sep. 2006

 

Temas actualizados

Instituto de Gastroenterología

Neuropéptidos y Helicobacter pylori en la gastritis crónica

Dr. Felipe Piñol Jiménez1 y Dr. Manuel Paniagua Estévez2

Resumen

Actualmente, la infección por Helicobacter pylori de la mucosa gástrica está muy relacionada con las patologías gástricas (gastritis aguda, crónica, úlcera, cáncer y linfoma gástrico) las cuales obedecen a diversos mecanismos fisiopatológicos que según su intensidad y persistencia aparecen en los individuos infestados por dicho microorganismo. Dentro de los mecanismos propuestos que se encuentran alterados durante la infección están los mecanismos neuroinmunes del estómago, que pierden su acción reguladora y defensora de la mucosa, y agravan el daño iniciado por la bacteria, clínicamente traducido como síndrome dispéptico de tipo ulceroso de la gastritis. Se presentó una revisión actualizada de los fallos y presencia de las sustancias neuroinmunes que participan durante el proceso inflamatorio lo que facilitará a clínicos, gastroenterólogos y médicos generales, no solo buscar terapéuticas adecuadas para erradicar la bacteria, sino también dirigir sus acciones hacia la búsqueda de terapéuticas capaces de regular el sistema neuroinmune antes, durante y después de la infección, para lograr una regeneración hística adecuada, mejorar la capacidad funcional del estómago e impedir la evolución tórpida de la enfermedad, en el peor de los casos, una vez diagnosticada la infección por Helicobacter pylori.

Palabras clave: Neuropéptidos, Helicobacter pylori, gastritis crónica.

El aparato digestivo está inervado por el sistema nervioso central (SNC), el sistema nervioso periférico (SNP) y el sistema nervioso entérico (SNE). Este último constituye el tercer componente del sistema nervioso autónomo, organizado dentro de los plexos ganglionares y el plexo no ganglionar del aparato digestivo, e interconectado por sus fibras con las paredes gastrointestinal, hepatobiliar, pancreática y vascular.

En el tracto gastrointestinal, existen 2 plexos ganglionares: el denominado plexo mientérico o de Auerbach (ubicado entre las capas longitudinales y circular de la musculatura lisa) y el submucoso o de Meissner (situado en la submucosa). Ambos se caracterizan por poseer neuronas sensoriales y motoras, que conectadas sinápticamente por microcircuitos controlan la motilidad, el flujo sanguíneo, la secreción y la absorción del aparato digestivo.

El plexo no ganglionar está constituido por las diferentes fibras que conectan entre sí a las neuronas ubicadas en la capa subserosa, la muscular profunda y el plexo mucoso.

El sistema nervioso entérico se encuentra distribuido por todo el aparato digestivo desde el esófago hasta el canal anal, incluyendo el plexo intrínseco hepatobiliar y el pancreático, pero con discretas diferencias en relación con la densidad de población neuronal que lo compone.1,2

El hecho más relevante en el conocimiento del sistema nervioso entérico es el hallazgo de gran variedad de mensajeros químicos (péptidos y no péptidos) en las neuronas, que tienen un número importante de funciones reguladoras del aparato digestivo: actúan como transmisores directos, cotrasmisores de otros mediadores excitatorios o moduladores de la respuesta excitatoria determinada por otras sustancias neurotrasmisoras, e influyen en el metabolismo de la célula y producen en ella un efecto trófico (tabla).

Tabla. Mensajeros químicos del sistema nervioso entérico

Mensajero químico
Localización
Función
• No péptidos  
• Acetilcolina Plexo entérico Excitadora de las células musculares,
epiteliales, endocrinas y nerviosas
• GABA Plexo mientérico

Modulador de la liberación de trasmisores

• Óxido nítrico Plexo entérico

Inhibidor de células musculares
trasmisor neuronal, vasodilatador

• Noradrenalina Simpático

Vasoconstrictora, aumenta la proliferación celular

• Serotonina Neuronas mientéricas Excitadora neuronal
• Péptidos  
• Péptido liberador Plexo entérico

Mediador? de calcitonina

• Colecistoquinina
Plexo entérico

Coexcitadora

• Dynorphin Plexo entérico Coexcitador?
• Encefalina Plexo mientérico Inhibidora
• Galanan Plexo entérico Desconocida
• Péptido liberador Plexo mientérico

Excitador de las células G de gastrina

• Neuropéptido Y Plexo entérico

Inhibidor, cotrasmisor, modulador, vasoconstrictor

• Somastotina Plexo entérico Inhibidora de las células G
• Taquininas Neuronas mesentéricas

Cotrasmisora, vasodilatadora, excitadora de la secreción intestinal, aumenta la motilidad intestinal

• Péptido intestinal Plexo entérico

Excitador y cotrasmisor vasoactivo

Las razones que justifican la inclusión de los neuropéptidos en la patogénesis de la gastritis crónica asociada con Helicobacter pylori descansan en la existencia de diversos trastornos funcionales de la secreción clorohidropéptica, el vaciamiento y la motilidad gástricas, que se observan en los pacientes afectados.3-5

Asimismo, existe evidencia de la interacción entre el sistema nervioso entérico y las células inmunes que liberan los mediadores solubles de la inflamación.6,7
La traducción clínica de estos trastornos fisiológicos se expresa en los pacientes con el síndrome dispéptico funcional no ulceroso presente en las gastritis.8

Las neuronas situadas en el tejido gástrico, frente a la infección por Helicobacter pylori, liberan gran número de neuropéptidos con funciones determinadas sobre el tejido, que constituyen probables generadores de síntomas y trastornos de la función motora del tubo digestivo, lo cual refleja la alteración de los mecanismos que trasmiten la sensibilidad visceral desde los plexos neurales intramurales, por el vago y el simpático, hasta las áreas de percepción del sistema nervioso central.

Dentro del grupo de sustancias liberadas por las neuronas entéricas se destacan la taquinina o sustancia P, la bombesina, la colecistoquinina-8 (CCK-8), la somatostatina, entre otras, que actúan localmente como neurotrasmisoras y neuromoduladoras.9

Taquinina o sustancia P

Descrita en 1931, constituye el primer mediador de la inflamación neurogénica en determinados sistemas como el respiratorio, el gastrointestinal y la piel.10

La acción biológica de la sustancia P sobre el aparato digestivo está bien documentada. Se le clasifica como neurotrasmisora proinflamatoria. Induce vasodilatación, extravasación de plasma, incremento de la secreción exocrina y cambios de la motilidad intestinal. Actúa directamente sobre el sistema inmune al estimular la función quimiotáctica de los neutrófilos, la proliferación de linfocitos y la activación de macrófagos y monocitos. Todas estas funciones tienen un papel importante en la patogénesis de la inflamación gástrica, puesto que expresan la presencia de una disregulación entre el sistema nervioso entérico y el sistema inmune, lo cual contribuye a la amplificación de la respuesta inflamatoria.10,11

Experimentalmente, hay trabajos que señalan que la IL-1 es capaz de incrementar los niveles de sustancia P, lo que demuestra la interrelación del sistema inmune con el sistema nervioso entérico.6,12,13

Bombesina

Péptido liberador de gastrina, aislado por primera vez en animales por Esparmer y otros (1973). Se ha demostrado que tiene acciones biológicas potentes, incluyendo efectos secretores y motores en el aparato digestivo de los mamíferos. Mediante estudios de inmunorreactividad se pueden localizar grandes cantidades de bombesina en el estómago y el intestino delgado alto, al nivel de la fibra nerviosa fina.

La bombesina estimula la secreción de ácido clorhídrico al actuar sobre las células parietales, independientemente del pH del medio; también aumenta la secreción pancreática, la actividad mioeléctrica intestinal y la contractilidad del músculo liso.

Su relación con la infección por Helicobacter pylori se pone en evidencia por estudios que señalan que la hipergastrinemia asociada con Helicobacter pylori, es estimulada y creada por la acción de la bombesina, pues una vez erradicada la bacteria, los altos niveles de esta hormona vuelven a la normalidad. Esto explica la importancia de la bombesina en la infección por Helicobacter py!ori.13-15

Colecistoquinina-8 (CCK-8)

Hormona aislada originalmente por Jorpes y Mutt (1964), quienes mediante estudios de radioinmunovaloración la localizaron en las células de la mucosa del intestino delgado (duodeno yeyuno proximal) al igual que en el tejido cerebral.16
La CCK-8 posee acciones biológicas muy potentes sobre el aparato digestivo, en especial, en el segmento biliopancreático y además tiene varias acciones secretoras y motoras en el intestino como relajación del esfínter de Oddi, inhibición del vaciamiento gástrico y estimulación de la actividad motora.

Diversos trabajos señalan trastornos de la secreción acidopéptica asociados con la gastristis crónica por Helicobacter pylori. En sujetos normales con Helicobacter pylori negativo se sabe que la CCK-8 interviene en el control fisiológico de la secreción acidopéptica, pero su contribución al desorden secretor en los pacientes con Helicobacter pylori positivo es poco conocida. No obstante, algunos trabajos señalan que los niveles elevados de la CCK-8 en la gastritis por Helicobacter pylori contribuyen a la aparición de la hipergastrinemia y a los trastornos de la motilidad, y que una vez erradicada la bacteria, sus valores regresan a la normalidad. Estos hallazgos explican los síntomas dispépticos no ulcerosos observados en dichos pacientes.13,17-20

Somatostatlna

Constituye uno de los neuropéptidos más importantes en relación con la infección por Helicobacter pylori. Se localiza en el SNC (con mayor predominio en el hipotálamo) y el SNE. También se señala que al nivel del antro gástrico, en las células D, se halla en altas concentraciones, al igual que en los islotes de Langerhans del páncreas.

Las acciones de la somatostatina más reconocidas son la inhibición de las secreciones del estómago, el páncreas, el intestino delgado y el aparato biliar así como que altera los patrones de la actividad motora gastrointestinal.4

Durante la infección por Helicobacter pylori, los trastornos de la secreción acidopéptica son los más reportados, caracterizados por hipoacidez e hipergastrinemia. La fisiopatología de este trastorno ha sido poco estudiada, pero algunos trabajos resaltan la función de los neuropéptidos sobre dicha regulación, tal es el caso de la somatostatina, que actúa en el estómago sobre las células G e inhibe la liberación de gastrinas, frente a los cambios de pH, por lo cual se le considera como una hormona inhibidora de estas células.

Estudios realizados en pacientes con Helicobacter pylori positivo, han permitido determinar niveles bajos de somatostatina en sangre y tejido, al igual que baja densidad de las células D al nivel antral, con la consiguiente pérdida de la regulación de la secreción de gastrina acompañada de alteración de la motilidad gástrica. Todas estas alteraciones desaparecen una vez erradicada la Helicobacter pylori.3,17,21-24

En la actualidad, los hallazgos referidos involucran a los neuropéptidos en la patogenia de la infección por Helicobacter pylori.

Aunque algunas investigaciones en relación con la motilidad gastroduodenal y la secreción gástrica relacionada con la infección por Helicobacter pylori han ofrecido resultados contradictorios, consideramos que en determinadas condiciones fisiopatológicas, los neuropéptidos son generadores de síntomas en pacientes en los que se reconoce el síndrome dispéptico funcional no ulceroso de la gastritis.

En nuestros días se investiga el papel de otros neuropéptidos en los trastornos de motilidad y secreción durante la infección por Helicobacter pylori (neuropéptidos YY, neuropéptidos Y, galanina, secretoneurina) de los cuales aún no se ha reportado hecho alguno.4,25,26

Summary

Neuropeptides and Helicobacter pylori in chronic gastritis

Nowadays, the Helicobacter pylori infection of the gastric mucosa is closely related to the gastric pathologies (acute gastritis, chronic gastritis, ulcer, cancer and gastric lymphoma), which obey to different physiopathological mechanisms that according to their intensity and persistence appear in the individuals infected by this microorganism. Among the proposed mechanisms that are altered during the infection we find the neuroimmune mechanisms of the stomach that loss their regulating and defending action of the mucosa and aggravate the damage initiated by the bacterium that is clinically traduced as ulcerous-like dyspeptic syndrome of gastritis. An updated review of the failures and presence of the neuroimmune substance taking part in the inflammatory process was made. It will allow clinicians, gastroenterologists and general physcians not only to search therapeutics capable to regulate the neuroimmune system before, during and after the infection to attain an adequate histic regeneration, but to improve the functional capacity of the stomach and to prevent the torpid evolution of the disease, at worst, once the Helicobacter pylori infection is diagnosed.

Key words: Neuropeptides, Helicobacter pylori , chronic gastritis.

Referencias bibliográficas

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Recibido: 17 de noviembre de 2002. Aprobado: 27 de septiembre de 2005.
Dr. Felipe Piñol Jiménez. Instituto de Gastroenterología. Calle 25 No. 503 entre H e I, El Vedado, Ciudad de La Habana, Cuba. CP 10400.

1Especialista de II Grado en Gastroenetrología. Investigador Auxiliar.
2Doctor en Ciencias Médica. Profesor Titular.

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