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Revista Cubana de Pediatría

versión On-line ISSN 1561-3119

Rev Cubana Pediatr v.67 n.1 Ciudad de la Habana ene.-abr. 1995

 

Hospital Pediátrico Docente "William Soler"

Valor del electroencefalograma en la asfixia perinatal

Dr. Desiderio Pozo Lauzán1 y Dra. Ana Camejo Plasencia2
  1. Doctor en Ciencias Médicas. Profesor Auxiliar de Pediatría. Jefe del Servicio de Neuropediatría.
  2. Especialista de I Grado en Neonatología. Asistente de Pediatría.

RESUMEN

La obtención de un electroencefalograma en neonatos con asfixia permitió la detección de elementos subclínicos (eléctricos) que reflejan disfunción cerebral o no. El registro simultáneo del electroencefalograma, con otros parámetros (respiración, electromiograma de los músculos del mentón, motilidad ocular y corporal y electrocardiogramas), constituye lo que se denomina un registro poligráfico. Con este método fue posible identificar los diferentes estadios del ciclo vigilia-sueño (activo, tranquilo y las etapas transicionales) lo cual es fundamental para la categorización de los trazados normales y con anomalías. Se relacionaron diferentes hallazgos del electroencefalograma con el grado de asfixia y con la evolución de los pacientes (a largo plazo). Dichos resultados dieron respuesta a problemas de salud y de atención a los recién nacidos con asfixia y contribuyeron al tratamiento más adecuado a éstos al identificar elementos de disfunción encefálica y también en lo que se relaciona con criterios pronósticos.

Palabras clave: ASFIXIA NEONATAL; ELECTROENCEFALOGRAFIA.

INTRODUCCION

Los primero registros de la actividad eléctrica cerebral en neonatos a término normal se realizaron por Loomis, et al. en 19381 y por Hughes, et al. en 1951,2 sin embargo, no fue hasta la década del 60 en que la electroencefalografía neonatal fue mejor comprendida e interesó a un número mayor de investigadores después de la introducción del registro poligráfico. Este método consiste en el registro simultáneo de diferentes parámetros: actividad respiratoria (neumograma), actividad eléctrica cerebral (electroencefalograma [EEG]), actividad cardíaca (electrocardiograma) y la observación de la motilidad ocular y corporal. La motilidad ocular se puede registrar también con el electroeculograma.

La utilización de la poligrafía es indispensable para la identificación del ciclo vigilia-sueño. Como es obvio, en determinados pacientes sólo es posible obtener el EEG en pacientes muy graves, como por ejemplo en coma.

En junio de 1977 se introdujo en Cuba el estudio poligráfico en recién nacidos en el Hospital Pediátrico Docente "William Soler",3 con la colaboración del Servicio de Neonatología y en particular de los profesores Olimpo Moreno y Ana Camejo.

Debido a la alta mortalidad y a las secuelas que se observaron en neonatos, la asfixia sigue constituyendo uno de los principales problemas en neonatología en Cuba, a pesar de los grandes avances efectuados en su prevención. Todo lo anterior sirvió de motivación para la realización de este trabajo.

MATERIAL Y METODO

El grupo de pacientes de este estudio está constituido por 86 recién nacidos de término normal que padecieron asfixia, ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Pediátrico Docente "William Soler", en el período comprendido de enero de 1977 a diciembre de 1985.

Los criterios de asfixia fueron: puntaje de Apgar de 6 o menor, al minuto; signos de sufrimiento fetal agudo tales como: líquido amniótico teñido de meconio, bradicardia fetal, Dips II, valores gasométricos anormales y con necesidad de reanimación.

La asfixia se clasificó de acuerdo con el puntaje del test de Apgar al minuto: moderada (4 a 6), severa (0 a 3).

A cada neonato se le realizó EEG dentro de las primeras 24 horas de vida. El tiempo promedio de registro fue de 90 minutos. En la mayoría de los pacientes se obtuvieron registros poligráficos (de acuerdo con la experiencia del Hospital Port-Royal de París4).

Se tomó en consideración el primer EEG y se analizó la presencia o no de ataques convulsivos. Los denominados ataques sutiles no constituyeron motivo de consideración.

Los hallazgos del EEG se clasificaron de la siguiente manera:

  1. Norma: ausencia de figuras anormales; presencia del trazado "alternante" en el sueño tranquilo.
  2. Focal: presencia de anomalías localizadas en una región.
  3. Multifocal: presencia de anomalías en 2 o más localizaciones.
  4. Paroxístico: presencia de anomalías generalizadas constituidas por oleadas de grafoelementos de estructura y amplitud variables. Estas anomalías estaban separadas por períodos de inactividad o depresión de la actividad eléctrica cerebral.
  5. Inactivo: ausencia de actividad eléctrica cerebral.
A los neonatos se les siguió su evolución por un tiempo promedio de 12 años. La edad máxima fue de 16 años y la mínima de 7 años.

Los pacientes se evaluaron con exámenes neuropsicológicos de acuerdo con sus respectivas edades.

Se efectuaron estudios estadísticos según el estadígrafo X2.

RESULTADOS

La tabla 1 muestra que el 29,1 % de los trazados fue normal. y el 70,3 % anormal. El patrón anormal más frecuente fue el inactivo.

En la tabla 2 se relacionan los hallazgos del EEG con el grado de asfixia. Se observa que el 60 % de los neonatos con EEGs normales presentó asfixia moderada.

Todos los pacientes con trazado paroxístico tuvieron asfixia moderada. En 95,7 % de los pacientes con trazados inactivos la asfixia fue también severa.

Se evidenció una relación estadísticamente significativa entre los hallazgos del EEG y el grado de asfixia.

Al analizar los resultados de la tabla 3 y al aplicar el estadígrafo X2 se constató que no existe relación entre los hallazgos del EEG y la presencia de convulsiones.

La tabla 4 relaciona los hallazgos del EEG con los tipos de convulsiones. Se aplicó el test X2 y se demostró que los resultados no fueron significativos desde el punto de vista estadístico.

En la tabla 5 se observa que el 39,5 % de los neonatos se consideró normal en la evolución neuropsicológica; 29,1 % mostró secuelas y 31,4 % falleció.

Se relacionaron los hallazgos del EEG con la evolución clínica (tabla 6). Se destaca que la mayoría de los recién nacidos (84 %) en EEGs normales no presentó anormalidades en los exámenes neuropsicológicos y ninguno falleció; sin embargo, 50 % de los neonatos con trazado paroxístico mostró secuelas, la tercera parte falleció y 16,7 % se consideró normal en la evolución.

El 87 % de los neonatos con trazados inactivos falleció; 13 % mostró secuelas y ninguno fue normal.

Se aplicó el test X2 y se constató significación estadística en los resultados.

En la tabla 7 se relacionaron los hallazgos del EEG y las secuelas. Ningún paciente con EEG normal presentó retardo mental.

Los pacientes con trazados paroxísticos mostraron los 3 tipos de secuelas distribuidas de igual manera.

La única secuela observada en niños con trazados inactivos fue el retardo mental profundo (3 pacientes). En referencia con lo anteriormente dicho, la mayoría de los pacientes con este tipo de patrón, falleció.

DISCUSION

La presencia de ataques neonatales ha sido considerada un signo predictivo de daño cerebral.5

Desde la introducción del EEG neonatal1 se han publicado diferentes trabajos relacionados con el valor de este método para demostrar disfunción encefálica y también con evidente valor pronóstico.

Existen numerosos estudios electro-encefalográficos en neonatos con asfixia; sin embargo, la mayoría son descriptivos y no relacionan los hallazgos electroencefalográficos con el ulterior desarrollo neuropsicológico en seguimientos de largo tiempo.

En esta investigación se evolucionaron a los pacientes por un tiempo promedio de 12 años.

Los resultados mostraron diferentes patrones electroencefalográficos; no se constató relación estadísticamente significativa entre éstos y la presencia de convulsiones y el tipo de ataques.

Debido a lo expresado con anterioridad, se puede plantear que la identificación de un patrón EEG determinado, puede contribuir a la valoración de los neonatos con asfixia como complemento de los aspectos clínicos e imagenológicos; tiene valor cuando se analiza de forma independiente.

Resulta interesante señalar que en este estudio se encontró una relación estadísticamente significativa entre los hallazgos electroencefalográficos y el grado de asfixia; a mayor evidencia de las anomalías eléctricas se observó una asfixia más severa.

Varios autores han demostrado la utilidad del EEG para determinar el pronóstico en neonatos que han padecido de asfixia.5-10 (Pozo D. Neonatal convulsions: a clinical and EEG study [tesis doctoral]. Praga, República Checa, 1981: 77). Los resultados de este trabajo confirmaron lo anteriormente expuesto. Los neonatos con trazados inactivos y paroxísticos mostraron una evolución desfavorable.

Se debe enfatizar en el aspecto de la precocidad de la obtención del registro; mientras más temprano se efectúe el EEG mayor posibilidad habrá de detectar anomalías que pudieran pasar inadvertidas en días posteriores.

Cuando sea posible, se deberá complementar el trazado electroencefalógráfico con los demás parámetros que constituyen el denominado registro poligráfico; esto permitirá la identificación de los diferentes estadios del ciclo vigilia-sueño. La mayoría de las anomalías aparece en el sueño tranquilo (primera etapa de sueño en los neonatos).

AGRADECIMIENTO

Nuestro reconocimiento al licenciado Fidel Cathcart Roca del Centro de Cibernética aplicada a la Medicina (CECAM) por su contribución en el estudio estadístico.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

  1. Loomis AL, Newton HE, Carret H. Electrical potentials of the human brain. J Exp Psychol 1938;29:249-79.
  2. Hughes JG, Davies BC, Hill FS. Electroencephalography of newborn infants; studies on premature infants. Pediatrics 1951;7:707-12.
  3. Pozo D. Convulsiones neonatales. Rev Cubana Pediatr 1987;59:177-86.
  4. Pajot N. EEG recording technique in full-term and premature newborn infants. Am J EEG Techn 1974;14:1-11.
  5. Rose AL, Lombroso CT. Neonatal seizures state. Pediatrics 1970;45:1-11.
  6. Harris R, Tizard JPM. The EEF in neonatal convulsions. J Pediatr 1960;57:501-20.
  7. Dreyfus-Brisac C, Monod N. Electroclinical studies of status epilepticus and convulsions in the newborn. En: Kellaway P, Peterson I, eds. Neurological and electroencephalographic correlative studies in infancy. New York: Grune and Stratton, 1964:251-72.
  8. Nakajima K, Shirai T, Kobayashi Y. Prognosis of neonatal convulsions: correlative study with the EEG findings. Acta Neonatal Jpn 1976;12:218-24.
  9. Pozo D, Camejo A, Moreno O. The diagnostic and prognostic value of the electroencephalogram in perinatal asphyxia. OZ Klin Med 1990;45:1979-80.
  10. Legido A, Clancy RR, Berman PH. Neurologic outcome after electroencephalographically proven neonatal seizures. Pediatrics 1991;88:583-96.
Recibido: 21 de noviembre de 1994. Aprobado: 23 de noviembre de 1994.

Dr. Desiderio Pozo. Hospital Pediátrico Docente "William Soler"' Ave. San Francisco 10112, Altahabana, Ciudad de La Habana 10800, Cuba.

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