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Revista Cubana de Pediatría
On-line version ISSN 1561-3119
Rev Cubana Pediatr vol.74 no.1 Ciudad de la Habana Jan.-Mar. 2002
Universidad de La Habana. Facultad de Ciencias Médicas Miguel Enríquez, Ciudad de La Habana
Antropometría en la evaluación nutricional de adolescentes del sexo femenino
Dra. Elena Cristina Vidaillet Calvo,1 Dra. Griselda Rodríguez Arias2 y Dr. Jorge Carnot Pereira3
Resumen
Se realizó un estudio antropométrico en 197 niñas de Ciudad de La Habana, según las normas del Programa Biológico Internacional. Se tomó peso, talla, pliegues cutáneos tricipital y subescapular, y dimensiones corporales. Los índices antropométricos fueron área grasa del brazo (AGB), índice energía/proteína (I E/P), el índice de masa corporal (IMC) y área muscular del brazo (AMB). Se clasificaron en canales percentilares según las Normas de Cuba para individuos hasta los 19 años. Se buscó el valor promedio, la desviación estándar y la mediana por edad, e indicadores para evaluar el estado nutricional de la muestra. Los datos se procesaron de forma automatizada y se aplicó la prueba de significación estadística. Se halló que la muestra en su mayoría se situó a la derecha de los percentiles 4 y 5 para todas las determinaciones y que el mayor tanto por ciento de obesidad fue el punto de corte de Amador.
DeCS: ANTROPOMETRIA/métodos; NUTRICION DEL ADOLESCENTE; FEMENINO.
La adolescencia es el tránsito de la niñez a la vida adulta, donde se producen numerosas y profundas modificaciones en el sujeto como ser biológico, social y en su integridad total.1 Es un estado de crecimiento y desarrollo acelerado donde la nutrición y la actividad física son factores importantes que tienen marcada influencia en este complejo proceso y el grado de adiposidad excesiva depende del equilibrio entre la ingestión y el gasto de energía.2 Wolanski señala que el mismo nivel de ingestión de nutrientes puede producir más de un estado nutricional y puntualiza la importancia de la actividad física y su influencia en las dimensiones corporales en general; cuando su intensidad es inferior a la ingestión energética se manifiesta claramente por un exceso de tejido adiposo, no siempre expresado por un exceso de peso ni en la relación de éste con la estatura.3
La apreciación cuantitativa de estos canbios se puede apreciar por diferentes métodos;4 con frecuencia ha sido valorada por el método antropométrico, el cual aporta considerable información sobre el estado nutricional individual y de la población y por consiguiente de su salud. Las dimenciones corporales puden ser comparadas con las normas interna-cionales, pero mejor aún con las normas nacionales, porque éstas reflejan en forma más apropiada la interacción de los factores genéticos y ambientales y por ende el criterio de referencia permite una evaluación más acertada.5
Las dimensiones corporales utilizadas con mayor frecuencia son: peso, talla y pliegues cutáneos, entre los indicadores de más uso el índice de masa corporal se propuso por el Comité Internacional de la Ciencia de la Nutrición en 1988, para definir el incremento del peso por encima de los niveles aceptables; este grupo de trabajo consideró además de la utilidad de las circunferencias para valorar el tipo de sobrepeso determinado por factores genéticos, lo cual es también importante para el diagnóstico de la distribución de la grasa corporal, porque permite identificar más facilmente a los individuos con riesgo de desarrollar complicaciones.6
El índice energía/proteína, indicador que relaciona la cantidad de tejido adiposo y de músculo en la región media del brazo, ofrece una información rápida y precisa acerca de la composición corporal del individuo7 en diferentes edades.8,9
A pesar de las conocidas limitaciones del método antropométrico, tales como la posibilidad de error interobservador, errores por presencia de edemas, y cuya confiabilidad depende además, del grado de entrenamiento en cada técnica, así como de la calidad de los equipos que se deben utilizar y otras condiciones del medio; este mismo por su factibilidad, aplicabilidad en cualquier parte, su bajo costo y no ser invasivo, ha demostrado utilidad práctica para la evaluación individual y de grupos, el seguimiento en el tiempo de los cambios sucesivos, en la vigilancia epidemiológica del estado nutricional y para promover acciones tendientes a prevenir y corregir posibles desviaciones al respecto.
Objetivos
General
Clasificar nutricionalmente a la muestra.
Específico
Determinar el indicador antropométrico más sensible para clasificar obesibidad en la muestra estudiada.
Métodos
La muestra estuvo constituida por 197 niñas, comprendidas entre 11,0 a 14,9 años de edad, a las cuales se les tomaron las siguientes mediciones por un personal bien entrenado para garantizar su confiabilidad: Peso, talla, circunferencia del brazo y pliegues cutáneos tricipital y subescapular, siguiendo el Programa Biológico Internacional.
Las mediciones se realizaron en el horario de la mañana, con ropa interior, sin medias ni calzado, previa evacuación de la vejiga urinaria y en ayunas. Las mediciones de la circunferencia y los pliegues se tomaron del lado izquierdo del cuerpo, previa marca, para señalar los puntos de referencia correspondientes.
Elaboración de los datos
Los datos obtenidos de las mediciones se agruparon por sexo y edad decimal. Todas las mediciones de peso y estatura se procesaron por las curvas de percentiles correspondientes al sexo y a la edad de las Normas Nacionales de Peso y Talla;10,11 se determinó el número y tanto por ciento de individuos ubicados en cada canal de crecimiento. El peso para la estatura se determinó al ubicar la talla real del individuo en las tablas de percentiles de peso para la talla, de la Investigación Nacional de Crecimiento y Desarrollo Físico de 1982,12 donde se hizo coincidir su peso real con los percentiles de peso para igual estatura; los datos se agruparon en canales percentiles.
Los valores de pliegues cutáneos obtenidos se procesaron por la metodología siguiente: se tomaron las curvas de percentiles de las normas nacionales y cada valor se ubicó en el canal correspondiente, según la edad.13
Área de grasa del brazo (AGB)14,15
Ésta se calculó según la fórmula siguiente:
AGB = AB AM
El área muscular del brazo (AMB) se determinó con la fórmula:
donde:
CB: circunferencia del brazo (en cm) y
PT: pliegue tricipical (en cm).
El área del brazo se determinó con la fórmula:
El AGB se clasificó en los canales de percentiles según los valores nacionales de referencia14,15
Indice de masa corporal (IMC):
El IMC se clasificó según los valores de referencia de la población cubana en los canales percentilares.16
Indice Energía/Proteína (I E/P)
Este índice se concibió como la razón entre el pliegue tricipital transformado (PTT) y el logaritmo de CMB.17,18
Los valores obtenidos se clasificaron en canales percentilares según la distribución propuesta por Martínez (Martínez E. Dimensiones e índices antropométricos, sus variaciones con el crecimiento y el tamaño de la estructura corporal en escolares y adolescentes cubanos [Trabajo para optar por el grado de Doctor en Ciencias Médicas], Ciudad de La Habana, 1992).
Canal percentilar:
- Canal 1: valor menor del percentil 3.
- Canal 2: valor igual o mayor al percentil 3 y menor del 10 percentil.
- Canal 3: valor igual o mayor al percentil 10 y menor que el percentil 25.
- Canal 4: valor igual o mayor al percentil 25 y menor que el percentil 50.
- Canal 5: valor igual o mayor al 50 percentil y menor del 75 percentil.
- Canal 6: valor igual o mayor al 75 percentil y menor del 90 percentil.
- Canal 7: valor igual o mayor al 90 percentil y menor del 97 percentil.
- Canal 8: valor igual o mayor del 97 percentil.
Criterios de clasificación de obesidad
El punto de corte para clasificar como obeso al sujeto se estableció en el valor igual o mayor al 97 percentil para los indicadores peso para la edad y peso para la talla. Para los restantes indicadores se estableció en el valor o mayor del percentil 90.
Para el I E/P también se utilizó el punto de corte propuesto por Amador y otros17,18 mayor a 1, 650 para las hembras.
Procesamiento estadístico
Los datos se procesaron inicialmente en Dbase III Plus, para la creación de una base de datos que posteriormente fue reprocesada de forma automatizada, por SPSS/PC y Epi Info, v.5, y se obtuvieron las medias, desviaciones estándar y las medianas de las dimensiones corporales y de los índices antropométricos calculados.
Las frecuencias de obesidad obtenidas por cada criterio empleado se compararon a través del sistema Microstat, Rel. 4.1.07, 1984, con la opción de comparación frecuencias para muestras independientes, donde se utilizó un nivel de significación de a = 0,05.
Resultados
Al analizar los valores medios por edad de las dimensiones corporales (tabla 1), se encuentra un incremento evidente a los 13,0 13, 9 años, (49,7 ± 8,86).
TABLA 1. Valores de las medias ± DS y medianas por edad de las dimensiones corporales medidas
Edad (años) | n | Peso (kg) | Talla (cm) | P. tricipital (mm) | P. subescapular (mm) |
11,0 - 11,9 | 16 | 44,8 ± 8,26 | 150 ± 5,86 | 14,6 ± 5,45 | 11,2 ± 4,49 |
(46,3) | (150,6) | (13,5) | (10,2) | ||
12,0 - 12,9 | 57 | 45,8 ± 8,89 | 153,5 ± 7,55 | 14,9 ± 5,14 | 11,7 ± 4,0 |
(45,4) | (152,8) | (14,0) | (11,4) | ||
13,0 - 13,9 | 58 | 49,7 ± 8,86 | 156,4 ± 5,95 | 16,7 ± 5,63 | 13,9 ± 5,75 |
(49,7) | (155,9) | (17,2) | (12,4) | ||
14,0 - 14,9 | 66 | 51,0 ± 7,6 | 157,1 ± 5,11 | 16,5 ± 5,46 | 14,2 ± 6,33 |
(50,1) | (156,2) | (15,5) | (12,5) |
Nota: Medianas entre paréntesis
Fuente: Datos obtenidos de la encuesta antropométrica realizada.
N = 197
Al observar la talla se ve, que el mayor aumento ocurrió a las edades de 11,0 a 13,9 años (2,9 cm por año) (tabla 1).
El pliegue cutáneo tricipital se comportó de forma muy similar en las edades de 11,0 - 11,9 y 12,0 - 12,9 años (14,6 ± 5,45 y 14,9 ± 5,14 mm respectivamente); entre los 13,0-13,9 años existió un incremento mayor (tabla 1).
El pliegue cutáneo subescapular, se comportó de forma muy similar en las edades de 11,0 11,9 y 12,0 12,9 años (11,2 ± 4,49 y 11,7 ± 4,03 mm), se observó un incremento muy evidente a la edad de 13 años (tabla 1).
Al observar los valores medios y las desviaciones estándar de los índices antropométricos (tabla 2), el IMC en las edades de 11,0 - 11,9 y 12,0-12,9 años tuvo poca variación (19,7 ± 3,16 y 19,3 ± 2,74 kg/m2 respectivamente), y se refleja un incremento muy ligero de 13,0 -14,9 años (20,3 ± 3,17 y 20,6 ± 2,48 kg/m2). En la distribución por canal percentilar correspondió el canal 6 a las edades de 11,12 y 13 años y el canal 5 a los 14 años.
Los valores medios para el área grasa del brazo (tabla 2) presentaron un incremento evidente a los 13,0 - 13,9 años, con valores medios de 18,4 ± 7,56 cm2 y una ligera disminución a los 14,0 - 14,9 años (17,9 ± 7,12 cm2) y estos quedaron ubicados en el canal percentilar 6.
TABLA 2. Valores de las medias ± DS y medianas por edad de los índices antropométricos (n = 197)
Edad (años) | n | IMC (kg/ m2) | AGB (cm2) | IE/P |
11,0 - 11,9 | 16 | 19,7 ± 3,16 | 15,1 ± 6,81 | 1,66 ± 0,13 |
(19,9) | (12,5) | (1,67) | ||
12,0 - 12,9 | 57 | 19,3 ± 2,74 | 15,8 ± 7,48 | 1,66 ± 0,12 |
(19,2) | (15,2) | (1,66) | ||
13,0 - 13,9 | 58 | 20,3 ± 3,17 | 18,4 ± 7,56 | 1,68 ± 0,13 |
(20,3) | (17,8) | (1,70) | ||
14,0 - 14,9 | 66 | 20,6 ± 2,48 | 17,9 ± 7,12 | 1,68 ± 0,13 |
(20,4) | (16,4) | (1,68) |
N = 197
Fuente: Datos obtenidos de la encuesta antropométrica realizada.
El IE/P mostró poca variación con la edad. Los valores medios del IE/P, al distribuirlos por canal percentilar según edad, se ubican en el canal 5 para todas las edades.
Al compararlos con los puntos de corte por sexo descritos por Amador,9,18 como criterio de obesidad, las medias obtenidas para este índice, de todos los grupos de edades, quedaron por encima de esos valores tomados como referencia ( > 1,650).
Todos estos valores caen en el canal 5 cuando se comparan con los valores de referencia utilizando la media del rango de edad.
Al observar la distribución en los canales percentilares de las dimensiones corporales y los índices antropométricos según las Normas Nacionales (tablas 3 y 4) el peso para la edad presentó una mayor frecuencia en el canal 6 (31,5 %). La muestra total se situó, en su mayoría, a partir del canal 5 (88,8 %).
TABLA 3. Distribución por canales percentilares de las dimensiones corporales y los índices antropométricos
(n = 197)
Peso/edad | Talla/edad | Peso/talla | P. tricipital | P. Subescap | AGB | IE/P | IMC | |||||||||
Canal | No. | % | No. | % | No. | % | No. | % | No. | % | No. | % | No. | % | No. | % |
1 | - | - | - | - | 6 | 3,0 | - | - | 1 | 0,5 | - | - | 1 | 0,5 | 2 | 1,0 |
2 | 1 | 0,5 | - | - | 9 | 4,6 | - | - | 3 | 1,5 | 3 | 1,5 | 10 | 5,1 | 2 | 1,0 |
3 | 1 | 0,5 | 9 | 4,5 | 29 | 14,7 | 7 | 3,5 | 12 | 6,1 | 5 | 2,5 | 7 | 3,6 | 8 | 4,1 |
4 | 20 | 10,1 | 27 | 13,7 | 50 | 25,4 | 22 | 11,2 | 18 | 9,1 | 22 | 11,2 | 34 | 17,3 | 43 | 21,8 |
5 | 50 | 25,4 | 60 | 30,4 | 59 | 29,9 | 43 | 21,8 | 58 | 29,4 | 41 | 20,8 | 52 | 26,4 | 46 | 23,4 |
6 | 62 | 31,5 | 47 | 23,8 | 27 | 13,7 | 54 | 27,4 | 69 | 35,0 | 50 | 25,4 | 55 | 27,9 | 59 | 29,9 |
7 | 46 | 23,3 | 31 | 15,7 | 13 | 6,6 | 50 | 25,4 | 23 | 11,7 | 48 | 24,4 | 25 | 12,6 | 27 | 13,7 |
8 | 17 | 8,6 | 23 | 11,7 | 4 | 2,0 | 21 | 10,7 | 13 | 6,7 | 28 | 14,2 | 13 | 6,6 | 10 | 5,1 |
Total | 97 | 100,0 | 197 | 100,0 | 197 | 100,0 | 197 | 100,0 | 197 | 100,0 | 197 | 100,0 | 197 | 100,0 | 197 | 100,0 |
N = 197
Fuente: Datos obtenidos de la encuesta antropométrica realizada.
TABLA 4. Porcentajes de individuos clasificados como obesos, de acuerdo con los diferentes indicadores antropométricos
(n = 197)
n = 197 | ||||
Indicadores | Criterio | No. | % | |
Peso/talla | ³ 97 per. | a | 4 | 2,0 |
Peso/edad | ³ 97 per. | b | 17 | 8,6 |
IMC | ³ 90 per. | c | 37 | 18,8 |
P. escapular | ³ 90 per. | c | 36 | 18,3 |
I E/P | ³ 90 per. | c | 38 | 19,2 |
P. tricipital | ³ 90 per. | d | 71 | 36,0 |
AGB | ³ 90 per. | d | 76 | 38,6 |
I E/P | ³ 1,650per. | e | 120 | 60,9 |
N = 197.
Nota: Las letras iguales indican que no hay diferencias estadísticamente significativas entre los indicadores.
Fuente: Datos obtenidos de la encuesta antropométrica realizada.
En la distribución precentilar de la talla para la edad, la mayoría de la muestra se distribuyó en los canales 5 (30,4 %), en el 6 (23,8 %), en el 7 (15,7 %), que representa el 69,9 % de la muestra total 11,7 % fue clasificado en el canal 8, el resto se distribuyó en los canales 3 y 4.
En el índice de peso para la talla, el mayor porcentaje correspondió al canal 5 (29,9 %), seguido del canal 4 con 25,4 %.
Los valores del pliegue tricipital y subescapular se distribuyeron en su mayoría, en los canales 5,6 y 7; ambos pliegues presentaron el mayor tanto por ciento en el canal 6.
En el índice de AGB el mayor número de niñas se encuentran ubicadas en el canal 6 (25,4 %), seguido del 7 y el 5 (24,4 y 20,8 % respectivamente).
Los valores del I E/P se distribuyeron en su mayoría en los canales 4,5 y 6 (17,3, 26,4 y 27,9 % respectivamente) con predominio en el canal 6.
El IMC presentó el mayor tanto por ciento en los canales 4, 5 y 6 (21,8, 23,4 y 29,9 % respectivamente) con predominio en el canal 6.
Los porcentajes de casos clasificados como obesos, de acuerdo con los diferentes indicadores antropométricos, se exponen en la figura. En este trabajo el mayor número de niñas clasificadas como obesas, se observaron en el AGB (38,6 %), seguidas del pliegue tricipital, donde clasificó el 36,1 % y del I E/P en el cual clasificó el 19,2 % del total de las niñas de la muestra; el indicador que menos tanto por ciento de obesidad mostró, fue el peso para la talla y el pliegue subescapular.
Fuente: Datos obtenidos de la encuesta antropométrica realizada
FIG. Porcentajes de individuos clasificados como obesos de acuerdo con los diferentes indicadores antropométricos
(n = 197).
Al clasificarlos por los puntos de corte de Amador para el I E/P18 se halló que el 60,9 % clasificó como obesas, seguido por el pliegue tricipital y el área grasa del brazo (tabla 4).
Discusión
El incremento del peso y la talla para la edad coinciden con los datos de la literatura médica revisada donde las medias y las medianas superan al percentil 50 de los valores de referencia,10 y a los valores reportados por Rodríguez en niños de un área rural en la provincia Granma (Evaluación nutricional de escolares en una zona rural montañosa, municipio Bartolomé Masó, provincia Granma [trabajo para optar por el título de Especialista de Primer grado en Nutrición e Higiene de los alimentos] Ciudad de La Habana, 1994).
En la distribución por percentiles el cuadro fue similar con predominio del comportamiento típico de la muestra, con cierta tendencia al sobrepeso y a la obesidad en algunos casos, valores similares a otros reportes.2,7 En otras edades estudios similares han reportado el 80 % de niñas obesas donde se utiliza como punto de corte el 90 percentil, según el criterio de Amador y otros autores.19
El comportamiento de la muestra estudiada es apreciado como el resultado de la interacción favorable entre factores genéticos y ambientales20,21 y a los cambios puberales tempranos en este sexo, tanto el peso para la edad como el peso para la talla, fueron pocos sensibles para el diagnóstico de obesidad, según el criterio establecido y el nivel de significación á= 0,05.
El peso para la talla describió como típica a la muestra y no fue sensible para el diagnóstico de obesidad, según el criterio establecido12 como expresión de la correspondencia en el crecimiento somático, tanto en masa corporal medida por el peso y en longitud medida por la talla.
En este estudio los valores de pliegues cutáneos fueron superiores a los que se comparan13 en todas las edades, donde se supera a otros autores.19,22 y en otros estudios en la Ciudad de La Habana los resultados fueron similares para 13 y 14 años.2,11
Nuestros valores se distribuyeron a la derecha del canal 4 con predominio del pliegue cutáneo tripicital, el cual se considera más influido por factores genéticos que por factores nutricionales, al contrario del pliegue subescapular que está más influido por estos últimos. Para ambos pliegues los valores medios aumentaron con la edad como expresión posiblemente de los cambios propios de la edad en este sexo. Sin embargo, para clasificar obesidad entre ambos pliegues hubo diferencias significativas para el a= 0,05, y quedó el pliegue tricipital como más sensible para el diagnóstico de obesidad. En este estudio los valores para pliegues subescapulares superan los reportados por otros autores.22
Pocos son los estudios que miden la grasa corporal usando valores absolutos del área grasa del brazo. La mayoría de la literatura médica revisada reporta las determinaciones del tanto por ciento de grasa corporal, el peso de grasa en kilogramos y los valores de los pliegues cutáneos.13
En nuestro estudio para el AGB, los valores aumentaron hasta los 13 años, con ligero descenso a los 14 años, y en la distribución por canales percentilares fue el índice que más niños clasificó por encima del canal.7
No podemos hacer comparaciones por no tener otros reportes para niñas. Este indicador se considera más útil para valorar las reservas energéticas, porque toma en consideración una mayor superficie corporal cubierta por grasa. En nuestro estudio, los valores superan el 50 percentil de las normas nacionales.14
La utilidad del AGB como expresión aislada de reservas energéticas, se refuerza al combinarla con otras variables como el IMC.16
Los valores encontrados para el pliegue cutáneo tricipital y el AGB clasificaron el mayor porcentaje de niñas obesas sin presentar diferencias significativas entre ambos, pero sí con otros índices de menor sensibilidad.
El IMC varió poco con la edad, pero aumentó con ésta y clasificó como típicos a la mayoría de las niñas, y como tal no fue muy sensible para el diagnóstico de obesidad, pero superó al peso para la edad con diferencias significativas para á= 0,05, y los valores medios superan el 50 percentil para la percentil para la edad y el sexo. Este índice por edad ha sido recomendado por la OMS para estimar la adiposidad.23
El uso de un conjunto de indicadores para medir el estado nutricional se ha recomendado, dado que algunos miden diferentes aspectos de los componentes del peso corporal total, como la masa magra y la masa grasa, sin tener en cuenta la masa ósea; se considera que la valoración debe contemplar más de una dimensión corporal de los individuos estudiados y además, la confiabilidad de los datos aumentaría dado las limitaciones conocidas de los diferentes métodos de evaluación.4,5,7,11,19,20
El I E/P aumentó con la edad y clasificó como típica a la muestra en la distribución por percentiles, donde se ubica la mayoría de las niñas entre percentiles, centrales. Sin embargo, el punto de corte de Amador clasificó el mayor porcentaje de niñas obesas, con diferencias significativas con todos los índices estudiados, lo que lo hace el más sensible para el diagnóstico de la obesidad. Los valores se distribuyeron alrededor de la medida por la poca dispersión dada por la desviación estándar pequeña. En otros estudios sí reportan descensos de este índice con la edad.24
Amador y otros determinaron la utilidad de este índice para clasificar como obesos a diferentes grupos de edades, cuyo punto de corte se corresponde con el 90 percentil de Canetti y otros;9,24 otros trabajos reportan hallazgos similares a los nuestros, aunque no son comparables porque estos estudios tienen otras características.
En este estudio la frecuencia de sujetos obesos se obtuvo por porcentajes de estos, que se ubicaron por encima de los puntos de corte de los valores de referencias de las Normas Nacionales en las dimensiones corporales medidas y los índices antropométricos evaluados y por el nivel de significación establecido a= 0,05 donde se encuentra que en la escala de percentiles el pliegue tricipital y el AGB fueron los más sensibles para clasificar obesidad y superados por el indicador antropométrico propuesto por amador y otros. El I E/P como el más sensible de los indicadores estudiados para el diagnóstico de obesidad y los menos sensibles para clasificar obesidad fueron el peso para la edad y el peso para la talla.
En conclusión podemos decir que la muestra estudiada resultó típica de acuerdo con las normas de referencia, de peso/edad y talla/edad.
Las medias y las medianas presentaron valores cercanos en todas las mediciones e índices, por grupos de edad. El peso/edad y el peso/talla mostraron diferencias significativas y fue el primero más sensible para detectar obesidad.
El indicador más sensible para el diagnóstico de obesidad fue el I E/P por el punto de corte de Amador.
El área grasa del brazo y el pliegue cutáneo tricipital, aportaron la mayor frecuencia de obesidad, en la distribución por canales percentilares.
Agradecimiento
A la compañera María del Carmen Noval Ara, por su colaboración en la confección del informe final.
Summary
An anthropometric study of 197 children from the City of Havana was conducted following the International Biological Programs standards. Weight, size, tricipital and subescapular falfolds and body dimensions values were taken. The anthropometric indexes were fatty area of the arm, energy/protein index, body mass index and muscle area of the arm. They were classified in percentiles according to Cuban standards for individuals aged up to 19 years. The average value, the standard deviation and median per age was estimated and also indicators for evaluating the nutritional status of the sample were found. Data were automatically processed and statistical significance test was applied. It was found that most of the sample was placed on the right of percentiles 4 and 5 for every estimation whereas the highest percentage of obesity was Amador´s cut point.
Subject headings: ANTHROPOMETRY/methods; ADOLESCENT NUTRITION; FEMALE.
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Recibido: 6 de abril del 2001. Aprobado: 22 de octubre del 2001.
Dra. Elena Cristina Vidaillet Calvo. Animas No. 572, bajos, entre Campanario y Perseverancia municipio Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba.
1 Especialista de I Grado en Nutrición Humana. Servicio de Endocrinología del Hospital Clinicoquirúrgico Miguel Enríquez. Diplomada en Salud Escolar.
2 Especialista de I Grado en Higiene Escolar. Jefa del Programa de Vigilancia Nutricional en la Unidad Municipal de Higiene y Epidemiología del municipio Playa.
3 Especialista de I Grado en Medicina Interna. Asistente. Vicedirector Docente del Hospital Miguel Enríquez.