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Revista Cubana de Pediatría

versión impresa ISSN 0034-7531versión On-line ISSN 1561-3119

Rev Cubana Pediatr v.77 n.3 Ciudad de la Habana jul.-dic. 2005

 

Temas de revisión

Facultad de Ciencias Médicas «Miguel Enríquez»

Bases moleculares de la Neuroinmunología (I). Barrera sangre-líquido cefalorraquídeo y síntesis intratecal de inmunoglobulinas

Dr. C. Alberto J. Dorta Contreras,1 Dra. Elena Noris García,2 Dra. Raisa Bu-Coifiú Fanego3 y Lic. Bárbara Padilla Docal4

 

RESUMEN

La Neuroinmunología surge como disciplina en las últimas décadas del pasado siglo, a partir del desarrollo de las ciencias matrices. Para comprender las bases moleculares de estas ciencias es necesario conocer los conceptos actuales de barrera hematoencefálica y síntesis intratecal de inmunoglobulinas. La barrera hematoencefálica es un equilibrio físico-químico de transporte bidireccional restringido, donde las moléculas se difunden de acuerdo con su masa molecular. Existen proteínas que se difunden de la sangre al líquido cefalorraquídeo y otras se sintetizan en éste. Las inmunoglobulinas se difunden hacia el líquido cefalorraquídeo y se sintetizan en él. Para discriminar la síntesis intratecal de éstas se emplean diversas fórmulas, entre las que se encuentran las de Link, Tourtellotte, Schuller y Reiber.

Palabras clave: Neuroinmunología, albúmina, líquido cefalorraquídeo, inmunoglobulinas, barrera hematoencefálica, síntesis intratecal.


La Neuroinmunología como disciplina derivada de sus ciencias matrices, la Neurología y la Inmunología, tiene su inicio en las últimas décadas del siglo XX.

Años atrás se consideraba que el cerebro era un órgano inmunológicamente privilegiado porque, por la limitación de los métodos que se empleaban, no existían evidencias acerca de la participación de los procesos inmunológicos en las enfermedades neurológicas.

Aunque esto ya no se plantea, sí es cierto que muchos componentes de la respuesta inmune en este órgano vital no se encuentran presentes a pesar de los avances logrados.1,2

Para evidenciar lo que sucede en el cerebro a nivel molecular, se ha recurrido al estudio del líquido cefalorraquídeo (LCR) y a través de éste se trata de llegar a un diagnóstico de certeza, junto con las técnicas imaginológicas, las cuales también contribuyen a estos fines.3,4

La mayoría de los estudios sobre la síntesis intratecal de inmunoglobulinas están realizados en adultos y por lo general no se vinculan con las epidemias.5-7 En los artículos de revisión más recientes aún no se aclara lo referido a la síntesis intratecal de inmunoglobulinas en los niños.5-8

Por otra parte también está sobreentendido en las revisiones y textos, que existía un patrón uniforme que engloba a todas las meningoencefalitis virales, aunque se excluían las herpéticas por considerarlas eventos particulares con su patrón respectivo.7-10

Esta revisión actualiza, entre otros elementos, los referidos a las edades pediátricas y del adulto y a las características peculiares de la respuesta intratecal en las meningoencefalitis virales.


BARRERA SANGRE-LCR PARA LAS PROTEÍNAS

Según el modelo de Felgenhauer,11 la barrera sangre-LCR es una de las tres barreras que componen la barrera hematoencefálica y, específicamente, la que existe entre la sangre circulante y el espacio del LCR.

El término de barrera se define como un sitio de transporte bidireccional restringido, pero no un sitio de exclusión total. Las estructuras anatómicas esenciales de la barrera hematoencefálica son el endotelio de arteriolas, los capilares y las vénulas. Las uniones estrechas sellan, donde existe, el espacio entre las células endoteliales, sin embargo aún así los constituyentes plasmáticos hidrofílicos más grandes pueden atravesarla en forma de vesículas pinocíticas. La intrincada red de la membrana basal es cruzada por difusión restringida en cualquier dirección y el espacio extracelular puede ser alcanzado por pinocitosis reversa.

La barrera sangre-LCR para proteínas representa un término funcional que incluye todos los procesos que permiten la concentración final proteica en el LCR lumbar, incluyendo la barrera sangre-cerebro, la difusión de proteínas al LCR a lo largo de su flujo y en particular, la velocidad de flujo del LCR.12-14

La barrera sangre-cerebro se refiere a la base morfológica para la difusión restringida de proteínas de la sangre al tejido cerebral, determinado en particular por la pared de los capilares cerebrales.

Todas las proteínas de la sangre atraviesan las paredes de los capilares cerebrales por difusión pasiva (difusión molecular) hacia el cerebro, el fluido extracelular y el líquido cefalorraquídeo. De acuerdo con las leyes de la difusión, las moléculas más grandes, como la IgM, se difunden más lentamente en el intercambio y subsecuentemente forman un gradiente de concentración sangre al LCR más amplio (3 000:1) que las moléculas más pequeñas como la IgG (500:1) o la albúmina (200:1).

Una concentración incrementada en sangre de una proteína sérica generalmente resulta en una concentración mayor en LCR, pero el gradiente permanece constante en equilibrio; por tanto, las variaciones en valores en LCR que son resultado directo de la variación individual en las concentraciones séricas pueden ser expresadas apropiadamente como razones LCR/suero (p. ej., para la albúmina con Qalbúmina = albúmina LCR/albúmina suero). Estas razones pueden ser entendidas biológicamente, como un gradiente de concentración total o, matemáticamente, como una concentración proteica en LCR adimensional normalizada, que es independiente de las variaciones sanguíneas.

La velocidad de flujo del LCR modula la concentración de moléculas. Por ejemplo, un decrecimiento de la velocidad de flujo en algunas enfermedades neurológicas resulta en el incremento de la concentración de las proteínas séricas en el LCR.

La Qalbúmina es ampliamente aceptada como marcador de la función de la barrera sangre – LCR,15 incluida la velocidad de flujo del LCR. Una concentración elevada de albúmina en LCR es siempre resultado de una disfunción en la barrera sangre-LCR, ya que la albúmina se origina exclusivamente en el hígado y de allí pasa al sistema sanguíneo.

Una velocidad de flujo (Q) reducida puede originarse como consecuencia de:

  • una velocidad de producción reducida;
  • una restricción del flujo en el espacio subaracnoideo;
  • un flujo bloqueado en la reabsorción del LCR hacia la sangre en las vellosidades aracnoideas.

En general, el incremento patológico de proteínas, por ejemplo IgG en LCR, puede ocurrir debido a la disfunción de la barrera sangre-LCR con un notable decrecimiento de la velocidad de flujo del LCR acompañado o no de síntesis intratecal.

En los niños menores de 4 meses se observa un incremento de los valores de razón albúmina (albúmina LCR/albúmina suero) debido a la inmadurez de las vellosidades aracnoideas, lo cual hace que la velocidad de reabsorción del LCR sea menor y por tanto aumente la concentración de proteínas en el LCR.


PRODUCCIÓN INTRATECAL DE INMUNOGLOBULINAS

Para discriminar entre la disfunción de la barrera y la síntesis intratecal, la razón IgG (QIgG) se compara con la razón albúmina.16-18

Como resultado de la difusión regular de las proteínas séricas hacia el líquido cefalorraquídeo a lo largo de su flujo por el espacio subaracnoideo, la concentración de proteínas derivadas de la sangre se incrementa de forma constante entre el líquido cefalorraquídeo ventricular y el de la zona lumbar.12 Esto es lo que se conoce como gradiente de concentración rostro-caudal, que para la albúmina es de 1:2,5.

Para confirmar la síntesis intratecal de inmunoglobulinas que se produce en respuesta a diversas enfermedades neurológicas, la comparación de las razones LCR/suero han sido realizadas con un enfoque lineal, como lo hace el índice IgG16 o por medio de la velocidad de síntesis de IgG de Tourtellotte.17

Se han descrito cerca de 20 fórmulas para evaluar la síntesis intratecal de inmunoglobulinas. Entre las ecuaciones que se derivan de la fórmula lineal de índice se encuentran además de la fórmula de Link y cols.,16 los índices IgA,19 IgM,20 IgE21 y de cadenas ligeras.22 Luego se reportaron los índices ampliados de Ohman,23,24 que no siguen una distribución lineal. También está la fórmula de Schuller.25 Existen algunos trabajos que hacen la comparación entre las diversas fórmulas descritas26-29 y donde la fórmula de Reiber H. (1980)30 y la de Reiber H. y Felgenhauer K.31 son las mejores.

Para uniformar los procedimientos se ha desarrollado, en colaboración con el Instituto Central de Investigación Digital (ICID), un software llamado Neuroinmunolab, que entre otras ventajas incluye las 20 fórmulas. Acoplados a los nefelómetros de último modelo aparecen también diversas fórmulas.

La relación entre QIgG y Qalbúmina es no lineal18,32,33 y se ha comprobado que la mejor relación numérica o gráfica es la línea de discriminación hiperbólica conocida como reibergrama.

 

Referencias bibliográficas

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Recibido: 11 de junio de 2005. Aprobado: 26 de julio de 2005.
Dr. C. Alberto J. Dorta Contreras. Laboratorio Central de Líquido Cefalorraquídeo (LABCEL). Apartado 10 049. CP 11000 Ciudad de La Habana.
Correo electrónico: adorta@infomed.sld.cu

1Licenciado en Bioquímica. Doctor en Ciencias de la Salud. Profesor Auxiliar. Investigador Auxiliar
2Especialista de II Grado en Inmunología. Investigadora Auxiliar.
3Especialista de I Grado en Pediatría. Aspirante a Investigador.
4Licenciada en Biología. Aspirante a Investigador.

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