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Revista Cubana de Pediatría

versión impresa ISSN 0034-7531versión On-line ISSN 1561-3119

Rev Cubana Pediatr vol.88 no.4 Ciudad de la Habana oct.-dic. 2016

 

Rev Cubana Pediatr. 2016;88(4)


EDITORIAL

 

Alerta en las Américas, infección por virus Zika

 

Alert in the Americas, Zika virus infection

 

 

Ileana Álvarez Lam

Servicio de Infectología. Hospital Pediátrico Universitario "William Soler''. La Habana, Cuba.

 

 


 

 

Una vez más la voluntad política de los gobiernos ha sido puesta a prueba. La emergencia del Zika en las Américas ha revolucionado las estrategias de salud a nivel regional y mundial.

Desde su aparición en los Montes Zika, Uganda, 1947, hasta la actualidad, la enfermedad por el virus Zika (ZIKV) ha dejado de ser una virosis más, para convertirse en una verdadera amenaza para la humanidad.

A partir de la primera alerta emitida por la OMS, una vez detectado el virus en el continente americano hasta nuestros días, muchas han sido las investigaciones realizadas que hoy nos permiten asegurar la transmisión del virus por otras vías no consideradas hasta entonces. Se ha documentado transmisión sexual, por transfusión sanguínea y transmisión vertical, lo cual ha complejizado aún más las estrategias para el control de la enfermedad.

La OPS/OMS han señalado en numerosas ocasiones que el escenario epidemiológico que han alcanzado las arbovirosis (dengue, Zika, chikungunya, fiebre amarilla, fiebre mayaro, fiebre del Nilo Occidental y encefalitis japonesa) en los dos últimos años ha obligado a perfeccionar el sistema de vigilancia de estas enfermedades, donde el laboratorio y las actividades de control de vectores juegan un papel protagónico.

El virus Zika, arbovirus de la familia Flaviviridae, fue descrito por primera vez en humanos en 1954 en Nigeria, posteriormente muchos brotes han sido reportados en África, Asia y Pacífico Occidental, sin embargo su entrada a las Américas abrió nuevas incógnitas a la enfermedad. El número de recién nacidos con microcefalia, el aumento en la notificación de casos con síndrome de Guillain-Barré en un momento en que el número de casos con Zika iba in crescendo, alertó sobre la necesidad de comprobar la asociación entre estos hallazgos y la enfermedad.

Luego de muchos debates científicos y con la colaboración de numerosas instituciones de investigación a nivel internacional, la OMS reconoció el papel del virus Zika como causa de microcefalia y otras malformaciones cerebrales en los recién nacidos, así como su asociación con otros trastornos neurológicos que complican la enfermedad. Evidentemente la infección por virus Zika, de una infección endémica transmitida por mosquitos, que causaba enfermedad leve en África y Asia, se ha convertido en una infección que provoca grandes brotes vinculados a trastornos neurológicos y microcefalia en las Américas.

La microcefalia y otras malformaciones fetales asociada al virus Zika han sido reportadas en Brasil, Cabo Verde, Colombia, Polinesia francesa, Martinica y Panamá, mientras que 13 países o territorios han informado un aumento de la incidencia del síndrome de Guillain-Barré asociado a esta infección.

En tal sentido, nuestro Ministerio de Salud, apoyado por la máxima dirección del país, establecieron los mecanismos necesarios para el fortalecimiento de los programas de vigilancia y control de este grupo de arbovirosis, incorporando todos los recursos de laboratorio necesarios para la detección de este nuevo virus, así como la capacitación del recurso humano para la pesquisa y diagnóstico clínico de la enfermedad.

Una vez establecida la relación entre el ZIKV y la presencia de microcefalia en recién nacidos de madres con esta enfermedad, la Dirección Nacional del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI), junto al Departamento Nacional de Genética Médica, diseñaron la estrategia para la vigilancia del síndrome congénito asociado a la infección por el virus del Zika en el país.

Es importante destacar que la percepción de riesgo que se tenga de estas enfermedades -que por demás carecen de tratamiento específico, que hasta el momento actual no son prevenibles por vacunas, y que pueden causar la muerte- constituye una de las herramientas fundamentales para su erradicación.

Zika, aunque con muchas más vías de transmisión, pertenece al grupo de los arbovirus, y por lo tanto, para un control eficaz de esta infección se hace necesaria la sostenibilidad de un programa de control de vectores, que mantenga los niveles de infestación de Aedes tan bajos, que no permitan la transmisión de la enfermedad.

Cuba, a nivel internacional, es uno de los pocos países que cuenta con un sistema de salud sólido, cohesionado, capaz de resistir devastadoras epidemias; fue capaz de enfrentar la epidemia de dengue en 1981 que causó la muerte a más de 100 niños inocentes, la pandemia de influenza H1N1 en 2009, ha sido partícipe en el control de la fiebre hemorrágica Ébola en el continente africano, y ha apoyado de forma incondicional con su contingente "Henry Reeve" ante los desastres naturales y epidemias que han azotado diversos países del mundo. Nuestro país, entonces, cuenta con la experiencia y recursos necesarios para terminar con éxito toda campaña emprendida. Se hace necesario lograr la cooperación del pueblo, su educación sanitaria, la disciplina social y el cumplimiento inquebrantable de las medidas higiénico-sanitarias, pilares que, junto a la voluntad política del Estado, harán posible el control de cualquier epidemia.

La infección por virus Zika, como enfermedad emergente en nuestro continente ha logrado la atención de todo el pueblo, más aún cuando afecta una parte muy sensible de nuestra población, como son las mujeres y los niños; sin embargo, es importante recordar que el virus dengue, otra de las arbovirosis con protagonismo mantenido durante estos años, también necesita de nuestra atención. El virus dengue -con todos sus serotipos- es capaz de provocar una enfermedad grave que lleve a la muerte en un corto período, si no se cuenta con un tratamiento intensivo y el personal calificado para su diagnóstico. Tampoco olvidar el brote actual de fiebre amarilla que azota Angola y que amenaza con diseminarse por todo el continente africano.

El éxito en la erradicación de las arbovirosis reside en la eliminación y control del vector. En América Aedes aegypti y Aedes albopictus son los responsables de la propagación de estas enfermedades. Sin Aedes no existe Zika, ni dengue, ni chikungunya, ni fiebre amarilla. Pensemos que las acciones de salud, por sí solas, no resolverán el problema, esta es una tarea de todos, en la que la labor intersectorial -sabiamente orientada- premiará nuestros esfuerzos.

 

 

Recibido: 13 de mayo de 2016.
Aprobado: 23 de mayo de 2016.

 

 

Ileana Álvarez Lam. Hospital Pediátrico Universitario "William Soler". Avenida San Francisco No. 10 112, municipio Boyeros. La Habana, Cuba. Correo electrónico: arlet@infomed.sld.cu

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