SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.92 número2Concentraciones de los oligoelementos cobre y zinc en leche materna, de vaca y de cabra índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Revista Cubana de Pediatría

versión impresa ISSN 0034-7531versión On-line ISSN 1561-3119

Rev Cubana Pediatr vol.92 no.2 Ciudad de la Habana abr.-jun. 2020  Epub 15-Abr-2020

 

Editorial

Estado mundial de la infancia 2019

World´s state on children 2019

Lázaro Alfonso Novo1  * 
http://orcid.org/0000-0002-8153-5108

1Hospital Pediátrico Universitario “William Soler Ledea”. Departamento de Nutrición Clínica. La Habana, Cuba.

He sido convocado a realizar el Editorial de este segundo número del año 2020 de nuestra querida Revista Cubana de Pediatría y me llena de orgullo la tarea que trataré de cumplir con la calidad que requiere.

Pensando primero en qué tema abordar y que el mismo resultara del interés para la mayoría de los lectores, abrigué la idea de que debía ser un asunto general que para los pediatras nos hiciera reflexionar en el actual escenario de la niñez mundial.

Hace escasamente un mes fui invitado al Instituto de Higiene, Epidemiología y Microbiología (INHEM) a un importante encuentro entre profesionales de la medicina y en particular entre aquellos que nos dedicamos a la nutrición, donde se expondrían por parte de un alto funcionario de Unicef en Latinoamérica un documento titulado “Estado Mundial de la Infancia 2019”. Para mí y todos los que formábamos parte de un auditórium, resultó ser un encuentro de información actualizada entorno a la actual situación de la infancia a nivel global en el controvertido y muchas veces incomprensible momento en que vivimos.

Los resultados contenidos en el documento, expresados en esa mañana, versaron sobre temas muy significativos: niños, alimentos y nutrición, y crecer bien en un mundo en transformación. Me permito en pocos espacios enunciar una serie de ideas que resultaron impactantes para todos los presentes y es.muy oportuno que todos nuestros lectores las conozcan:

En un momento en que uno de cada tres niños no recibe la nutrición que necesita para crecer bien, El Estado Mundial de la Infancia 2019 examina la situación hoy en día de la malnutrición infantil. Cada vez más las comunidades se enfrentan a una triple carga de malnutrición: a pesar de los progresos, 143 millones de niños menores de 5 años siguen sufriendo retraso en el crecimiento y casi 50 millones de emaciación; cientos de millones de niños y mujeres sufren de hambre oculta, la carencia de vitaminas y minerales; y las tasas de sobrepeso están aumentando rápidamente.

Tomando como eje de estos comentarios la “triple carga de la malnutrición: la desnutrición, el hambre oculta y el sobrepeso” se hace necesario que mencione algunas cifras que para todos serán escalofriantes, pero sumamente confiables y certeras. Esta triple carga perjudica a los niños, los adolescentes y las mujeres, pero ¿de qué manera?, ¿cuantitativa y cualitativamente?

La desnutrición origina retraso en el crecimiento y emaciación y de manera más amplia podemos decir que a ellos les acompaña siempre la infección y la muerte, con altísimas tasas de mortalidad tanto en el menor de un año como en el niño menor de 5 años, parámetro este más ampliamente abordado por la OMS. Y como si fuera poco, también está acompañada por otra serie de condiciones alarmantes: cognición deficiente, falta de preparación para la escuela y un bajo rendimiento académico.

De igual manera el término hambre oculta: carencia de micronutrientes que también afectan el desarrollo y el crecimiento, engloba de forma inseparable una serie de elementos que se manifiestan por serias afectaciones de la inmunidad, una elevada morbilidad y por la muerte.

El sobrepeso (incluye la obesidad), problema ya conocido como la “epidemia del siglo xxi” y que llena los espacios de la promoción y prevención de salud en todos los países del mundo. Es imprescindible mencionar también la comorbilidad de padecimientos cardiovasculares, cerebrovasculares, infecciones y baja autoestima, así como también, pero a largo plazo, la temida diabetes mellitus y otros trastornos metabólicos que acompañan al sobrepeso y la obesidad.

Si estos nocivos fenómenos los acercamos solo al escenario de la mujer embarazada lograremos aproximarnos a otros tristes futuros de la madre y el niño.

Si de desnutrición hablamos nos bastaría considerar las complicaciones perinatales, la prematuridad, el bajo peso al nacer y las temidas enfermedades crónicas no trasmisibles que dominan el cuadro epidemiológico mundial en estos momentos. El hambre oculta entonces origina morbilidad y mortalidad materna, los defectos del tubo neural en el neonato y también la prematuridad y el bajo peso al nacer, con el esperado trastorno cognitivo en los recién nacidos.

El sobrepeso y la obesidad hacen presente la diabetes gestacional y la preeclamsia, las muchas veces irreconciliables complicaciones obstétricas que tanto daño causan a la madre y al niño y las que nunca faltan: las enfermedades crónicas no trasmisibles que amenazan de manera permanente el futuro de la vida.

Hay cifras que nos quitan el sueño y que requieren de las acciones conjuntas de las instancias internacionales y las políticas públicas en cada nación:

  • 143 millones de niños menores de 5 años sufren de retraso en el crecimiento.

  • Casi 50 millones de niños menores de 5 años sufren de emaciación.

  • 40 millones de niños menores de 5 años padecen sobrepeso y la sumatoria de estos tres elementos es que más de 1 de cada 3 niños no crece bien.

  • Más de 340 millones de niños sufren carencias de micronutrientes esenciales (vitaminas y minerales) y al menos 1 de cada 2 niños sufre de hambre oculta.

Algunas de estas cifras millonarias ya han sido mencionadas, pero las remarcamos para hacerlas más patentes.

Aspectos estadísticos referidos a extensiones geográficas nos permitiran conocer dónde están los niños que no crecen bien:

  • Asia meridional: 49,9 %

  • África oriental y meridional: 42,1 %

  • África occidental y central: 39,4 %

  • Oriente Medio y África del Norte: 32,4 %

  • Europa del Este y Asia Central: 22,5 %

  • Asia oriental y el Pacífico: 17,2 %

  • América Latina y el Caribe: 16,5 %

  • Norteamérica: 11,6 %

En este estudio de Unicef, se alude también a cómo se alimentan los niños pequeños (grupo de 6 a 23 meses de edad):

  • El 59 % de los niños de todo el mundo no reciben los nutrientes que tanto necesitan de los alimentos de origen animal.

  • El 44 % de los niños de todo el mundo no comen frutas ni vegetales.

  • Menos 1 de cada 3 niños cuenta con la alimentación diversificada que se recomienda diariamente.

  • Menos de 1 de cada 5 niños come alimentos de al menos 5 de los 8 grupos de alimentos.

Factor decisivo en torno a la alimentación de niños y jóvenes a nivel mundial es el programa “Hacer de la nutrición infantil una prioridad”, constituye el elemento vital en el entramado y bien complejo escenario geopolítico y social que vivimos actualmente. Sus componentes esenciales serían:

  1. Empoderar a las familias, niños y jóvenes para que exijan alimentos nutritivos.

  2. Impulsar a los proveedores de alimentos a tomar medidas a favor de los niños.

  3. Establecer un entorno de alimentación saludable para todos los niños.

  4. Movilizar los sistemas de apoyo para mejorar los resultados nutricionales de todos los niños (alimentos, salud, educación, agua y saneamiento y protección social).

  5. Recopilar, analizar y utilizar periódicamente datos y pruebas de buena calidad para orientar las acciones y supervisar los progresos.

Muchos son los retos que nos impone el presente en relación con el verdadero estado mundial de la infancia.

Los profesionales de la salud desde nuestros puestos de lucha por la salud infantil en el país y en el contexto mundial ( especialmente ginecoobstetras, neonatólogos y pediatras por estar más cercanos al cuidado materno e infantil( tenemos que cerrar filas para logar los mejores resultados en el crecimiento y el desarrollo de nuestros niños que a corto plazo serán los adultos que llevarán en sus espaldas el peso del futuro de nuestras naciones.

Ha quedado bien demostrado que las cifras que exhibe este estudio de Unicef no son nada alentadoras para la infancia mundial en lo que se refiere al estado nutricional y la triple carga de fenómenos que caracterizan el momento: desnutrición, retraso en el crecimiento y emaciación, hambre oculta (carencias de micronutrientes) y sobrepeso (incluyendo obesidad)

El Sistema Nacional de Salud cubano prioriza la niñez por encima de todo y protege la salud y la educación con carácter de total gratuidad a toda la población, ventaja que no dispone gran parte de los países latinoamericanos.

Los focos de tensión actuales en diversos lugares de nuestro continente amenazan brutalmente la alimentación de la infancia con las consecuentes situaciones de salud quede ella derivan.

Las bien reconocidas cifras de mortalidad infantil que exhibe Cuba, solo comparables con países de gran desarrollo, nos permiten ser conscientes de las realidades que viven naciones hermanas, pero alertamos, como pediatra dedicado a la nutrición, que no dejemos caer la calidad necesaria de la consulta de puericultura que proporciona entre otras importantes orientaciones a la familia, los consejos de la lactancia materna exclusiva en los primeros 4 a 6 meses, la alimentación complementaria comenzando en el segundo semestre de la vida del niño y el cumplimento de nuestras excelentes guías alimentarias del niño menor de 2 años y del niño mayor de 2 años.

Seamos el motor impulsor de este futuro y que nuestro pueblo siga contando con el apoyo sostenible de la salud por parte del Estado y que nuestros médicos cada vez estén más motivados por la importancia que tiene la nutrición en el binomio salud-enfermedad.

*Autor para la correspondencia: lanovo@infomed.sld.cu

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons