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Cuadernos de Historia de la Salud Pública

versión impresa ISSN 0045-9178

Cuad Hist Salud Pública  n.96 Ciudad de la Habana jul.-dic. 2004

 

Historia de la Medicina en Cuba siglos XVI a primera mitad del XVIII

Orígenes de la medicina. Antecedentes españoles

La historia señala que todo pueblo, desde la más remota antigüedad ha tenido su medicina. El período primitivo de la medicina ha sido oscuro en todas partes y en sus inicios el arte de curar estaba constituido por una reunión de nociones rudimentarias y también por los datos que arrojaba la tradición. La medicina primitiva era muy semejante en todos los países del mundo; era de carácter teúrgico y con tendencia a atribuir la enfermedad a las alteraciones de los humores del cuerpo. Los sacerdotes asociaban sus drogas a prácticas misteriosas que se acompañaban de ritual a las posibilidades humanas.

La cirugía, desde el principio se basó en el sentimiento de piedad para el que sufre. Las primeras intervenciones quirúrgicas se hicieron también por la necesidad de atender a los heridos de guerra y lesionados civiles. Los accidentes de la lucha por la vida, dislocaciones, fracturas, etc., obligaron al hombre primitivo a buscarle remedio, y por necesidad hubo de aprender a suturar heridas- lo que hacían con crin de caballo- reducir las luxaciones y colocar los miembros fracturados en aparatos especiales como tablillas de madera, canales de barro, etc. para obtener su consolidación. Algunas operaciones se hacían por motivos religiosos, como la circuncisión en el hombre y la infubilización en la mujer, y se acudía a la bebida alcohólica para adormecer a los pacientes que iban a ser operados.

La cuna de la medicina europea fue la India. Los himnos de Rig Veda fueron famosos. Para ellos la vida era un "soplo" que anima al cuerpo y la enfermedad la destrucción de la armonía corporal. Las leyes del Manú, daban consejos higiénicos. Creían en los cuatro elementos: aire, fuego, agua y tierra.

Entre los Iranios figuró Amchaspan, genio de la medicina. Aislaban a los leprosos y se ocuparon más de medidas de higiene.

Los Caldeos tenían una medicina empírica y sacerdotal. Creían en la influencia de los astros. En el libro Hammurabí 2 000 años antes de Cristo) citan operaciones.

Entre los egipcios estaba muy adelantada la medicina y de ellos aprendieron los griegos. Era religiosa, empírica y polifarmaca. Partidarios de la teoría humoral tenían buenos clínicos. Conocían muy bien el arte de embalsamar y los enfermos se exponían al público para que los transeúntes dieran remedios, y en los templos se anotaban éstos en libros especiales, con la sintomatología de cada enfermo y así componían verdaderas obras de clínica.

Los hebreos tenían menos conocimientos que los egipcios. La Biblia recomendaba limpieza, lavados y abluciones. Tuvieron las primeras parteras Schipha y Perlanen y comían preparados especiales. La medicina China era muy antigua. Daban sus médicos gran importancia al estudio del pulso y al aspecto de la lengua. Introdujeron el ruibarbo y el hierro. Usaban medicamentos repugnantes. Temían a la sangría y castigaban al médico cuando no curaba al enfermo.

Pero donde más adelantó la medicina de la antigüedad fue con los griegos que la aprendieron de los egipcios. Entre ellos figuró Quirón y su discípulo Esculapio, considerado como Dios y al que se atribuyeron grandes milagros. Sus más notables representantes fueron: Hipócrates y Galeno.

Hipócrates nació en Cos el año 460 a. Cristo, viajó mucho, vivió 80 años y fundó la famosa Escuela de Cos. Esta escuela fue primero racionalista, después dogmática. Seguían ciertas teorías o principios más o menos correctos. Rivalizó con la Escuela de Cnido. Hipócrates de gran talento y con gran poder de observación. Fue un maestro admirable. Expuso con claridad la teoría humoral y consideraba la enfermedad como originada por una condición especial del fluido animal. Observó el gran poder curativo de la naturaleza y sostuvo siempre que se debía seguir, respetar y no interrumpir con remedios religiosos. Usaba purgantes, evacuantes, sudoríficos, diuréticos y sangrías locales. Sus aforismos y pronósticos son maravillosos.

La Escuela de Cnido en la que se destacaron Urifon, Ctesias y Orispo, era empírica, no seguía teorías y se atenía sólo al resultado de la experiencia. Aunque expuesta al error el plan empírico se adaptaba mejor a la medicina primitiva. Como se dijo, esta escuela fue rival de la de Cos y superó a ésta en cirugía pues llegaron a operar el riñón supurante, evacuaban los derrames pleurales, hacían la trepanación y atendían a los partos.

Existieron otras escuelas como la Siciliana en la que se destacó el extraordinario Empédocles -504 años antes de Cristo- fundador de la teoría de los cuatro elementos, previó la doctrina de la formación del mundo por átomos, consideró la respiración como un fenómeno fisiológico y en una palabra, fue este genio el Laennec del siglo V. En la Escuela de Alejandría, también griega, se distinguieron como anatómicos: Herófilo, Erasistrato y Leónidas que llegó a extirpar el cáncer de la mama.

Los romanos, que produjeron tan grandes jurisconsultos, no dieron muchos médicos de gran reputación. Casi todos sus famosos médicos procedían de Grecia. Galeno -131 años antes de Cristo- nacido en Pérgamo, ejerció casi toda su vida en Roma. Estimaba, como Aristóteles que el "alma" regulaba las funciones del cuerpo. Demostró que las arterias contenían sangre, no aire, como creía Erasistrato. Su patología era humoral y estudió las discracias, la plétora y el neuma. Consideraba la fiebre como una pudridez. Admitía la influencia de los astros y las "crisis" en las enfermedades agudas. Sus diagnósticos y pronósticos se hicieron famosos. Se guiaba en parte por Hipócrates y en parte por Aristóteles, pero abusaba de los medicamentos. Sus obras fueron traducidas a todas las lenguas, y su autoridad se impuso de tal manera que sus doctrinas permanecieron inmutables por espacio de varios siglos. Celso, se distinguió como cirujano y fue llamado " Cicerón de los médicos" por la gran pureza de su estilo, la claridad y elegancia de la exposición. Asclepiades de Bitinia y su discípulo Tenisón fundaron la secta metodista: derivaban la enfermedad y su tratamiento de las nociones de los átomos y de los poros de Pitágoras y Epicuro.

La medicina , después de haber sido empírica y sacerdotal, después de haber alcanzado en la época del máximo esplendor del helenismo un lugar altísimo en la investigación científica, después de ser experimental y fisiológica en la gran escuela de Alejandría, de Sicilia y de Asia Menor, luego de haber asumido una parte importantísima en la política o higiene del Estado, se prepara nuevamente, en la época de la decadencia de la civilización, a ampararse a la sombra de la Iglesia, y llega a ser, bajo el influjo del Cristianismo dominador, medicina dogmática, cuyo primer artículo es la fe y su objeto esencial: la asistencia de los enfermos, considerado como obra de piedad divina y humana (Castiglioni).

En la Edad Media -siglo V al XV- se conservó la ciencia griega. Predominó la teoría humoral. La medicina no tuvo personalidad por lo que volvió a florecer la alquimia y la astrología. Se destacaron las escuelas Bizantinas, Arabe, de Salerno, de Montpellier, de Bolonia, de Padua y de París. En la escuela Bizantina se conservó la medicina griega y su más alto representante fue Pablo de Egina. La escuela árabe deformó, amplió y mejoró la obra de Galeno y tuvo como figuras principales a Rhazes, Avicena y Albucacis. La escuela de Salerno, galenista y filósofica, presenta a Roger, Constantino, "El Africano" y a Carmona. La escuela de Montpellier dio a Villanueva y a Chauliac, y las escuelas de Bolonia, Padua y de París, a Salicet, Lafranchi, Foligno, Angelata y Bostanaglia.

En esa época la medicina adelantó poco, dominaba la medicina galénica con las especulaciones de los astrólogos árabes y la filosofía de Aristóteles con discusiones de las escuelas. Los alquimistas preparaban una revolución sin saberlo. Se conocía el hierro, el cobre, la plata, el oro, el mercurio, etc.

Al empezar la edad moderna gran número de facultativos seguían las antiguas prácticas de Hipocrátes. Otros eran humoristas. Los de sentimientos más modernos siguieron a Paracelso, nacido en Zumel, Suiza, y llamado el "Lutero de la medicina" pues negaba la influencia de los humores, basaba la vida en la química y proclamaba que la ciencia debía fundarse en la observación y experimentación. La anatomía progresó notablemente. Floreció la medicina española y predominó la cirugía francesa con Ambrosio Paré.

Con estas ligeras nociones históricas de la medicina en general pasamos a tratar de la influencia española y de su medicina en la Isla de Cuba.

La península Ibérica se encuentra situada al suroeste de Europa, limita al norte con el mar Cantábrico y Francia, por el este con el mar Mediterráneo, por el sur con este mar y el Atlántico y por oeste con este mismo océano. País montañoso, de clima variado, desde el cálido en Málaga hasta el más frío en la meseta castelllana, se halla atravesado por grandes montaña, valles y ríos que dividen el suelo en distintas regiones, climas y temperamentos.

Los primitivos pobladores de Iberia fueron los celtas- que bajaron del norte- y los iberos- que penetraron por el mar del sur- y de la unión de ambos resultó el pueblo celtíbero. Después llegaron a sus costas colonias fenicias, griegas y cartaginesas. La cultura de estos pueblos no era la misma y estaban más atrasados los del interior. Como los egipcios, en muchos lugares ponían los enfermos en las puertas de las casas para que los transeúntes les indicasen remedios.

Dominados estos pueblos por los romanos, los nuevos huéspedes dieron mucha mayor cultura al país; introdujeron las termas y permitieron a las mujeres ejercer la medicina. M. A. Novatus, conocía muchas plantas medicamentosas. A. Musa, curó a Cesar Augusto en Tarragona. Columela, se distinguió como botánico. Se conocieron en España por esa época distintas formas de prescripción: polvos, colorios, etc. Y se usaba la resina de ciertos árboles como el muérdago, la verbena y la pulsátila. Se destacó Lucio Séneca, filósofo y botánico. Con la destrucción del Imperio Romano el progreso decayó. Los romanos, por su cultura dieron gran adelanto a Iberia pero dejaron la creencia en días faustos y aciagos y los augurios sobre la aparición de ciertas aves e insectos.

Siguieron a los romanos los vándalos, suevos y alanos, que fueron expulsados al poco tiempo por los visigodos, de origen germano, que llegaron a dominar todo el país. Crearon una monarquía fuerte- primero arriana y después católica- y consolidaron la unidad hispana. El saber romano se encerró en las iglesias y en los monasterios, sufriendo la medicina grave retroceso. Habiendo perdido los visigodos su antigua energía fueron vencidos por hombres llegados de Arabia y del norte de África. Esos germanos legaron al español su arrogancia política, su intransigencia y su creencia en brujas y espíritus.

Derrotado el último rey godo D. Rodrigo por el río Guadalete o lago de la Janda, Andalucía, en el año 709, se estableció una nueva y exótica raza en casi todo el territorio ibérico -salvo en algunos pocos rincones del norte- llevando consigo su gran civilización. Con los árabes y moros entraron los judíos que poseían amplios conocimientos de la ciencia.

Durante la dominación árabe -que duró cerca de 8 siglos- fue la España meridional la nación más culta de Europa. Se fundaron 70 bibliotecas públicas, entre ellas la de Córdoba, que llegó a ser la más rica del mundo. Con los árabes la medicina rayó a gran altura y entre sus médicos famosos se cuentan: Abul Casin Mosban, Abul Casis de Médina Sahara que escribió varios libros con dibujos de instrumentos; Aben Gaufit de Toledo, oculista; Abensoar, Aberroes, Solimán de Valencia, escribió una historia médica española: Mahomet Giel Ben de Granada, enciclopedista y León "El Africano".

En la ocupación árabe figuraron varios médicos hebreos como Maimónides Yaye e Isaac, éste último escribió la primera obra médica en romance. Tanto los médicos árabes como los judíos superaron a sus colegas cristianos. Muchos de los hebreos ejercieron entre los católicos, hasta la invasión de los almohades -africanos auxiliares de los árabes- en que pasaron a las regiones meridionales de Francia y de Italia y contribuyeron a dar fama a la escuela de Montpellier. Los judíos introdujeron los dos exámenes mayores equivalentes a Licenciado y Doctor. Los árabes dejaron en el carácter español, con su brillantez de imaginación y sus cualidades artísticas el individualismo exagerado, el exceso de susceptibilidad, el fatalismo y el caudillismo, rasgos heredados por los hispano-americanos.

En la lucha con los sarracenos, en el campo español o cristiano, figuraron los benedictinos de Francia con su medicina monacal. En 1066 fundó el gran guerrero cristiano, el Cid Campeador, el primer hospital, en Palencia. Por esa misma fecha empezaron a llegar a Toledo médicos de gran reputación. A fines del siglo XII, Portugal se hizo independiente, y el rey de Castilla, Alfonso VIII, creó la Universidad de Palencia, la primera de España, con profesores extranjeros. Alfonso IX fundó el hospital de Burgos -en 1612- y la Universidad de Salamanca, tres años después. Alfonso X ( El Sabio), estableció en 1255, una de las primeras Academias de Medicina del mundo. Cataluña, la región española menos impregnada de arabismo, dio tres grandes figuras médicas: Arnoldo de Villanoba, Raimundo Lulio y Raimundo de Sabunde. Se destacaron en otras regiones: Pedro Hispano, Juan de Valencia, Alfonso Chirino y Jaime Agramot, este último estudió la gran peste del año 1348.

Al empezar el siglo XV, España estaba dividida en los Reinos de Castilla y de Aragón. En el primero reinó el indolente Juan II bajo la regencia de D. Fernando de Antequera, llegado a la mayor edad fue dominado por D. Álvaro de Luna que lo hizo luchar contra los nobles y los moros. Su hijo y sucesor Enrique IV guerreó contra los nobles y reconoció como heredera a Da. Isabel que casó con el infante D. Fernando de Aragón en 1479.

En Aragón reinaron D. Fernando de Antequera que luchó contra los nobles. D. Alfonso V que guerreó en Italia y adquirió el reino de Nápoles. Al morir dejó a su hijo Fernando el reino de Nápoles y a su hermano D. Juan II, que ya reinaba en Navarra, en Sicilia, Cerdeña y Aragón. Este pasó casi todo su reinado sofocando rebeliones y al morir le sucedió su hijo Fernando II que al casarse con Da. Isabel de Castilla, en 1469, unió a esa región central con la de Aragón, Baleares, Cerdeña y Sicilia.

D. Fernando y Da. Isabel tuvieron que combatir a los partidarios de Da. Juana "La Beltraneja", hija de Enrique IV, que aspiraba al trono. Vencidos estos se dedicaron a abatir a la nobleza, establecieron el Tribunal de la Inquisición -creado por el Papa Inocencio III en 1209- para combatir a los herejes, moros, judíos, a los nobles y hasta el mismo clero. Crearon pues, la monarquía absoluta. Afirmados en el trono empezaron a guerrear contra los moros y tomaron sucesivamente a Málaga, Almería y Granada en 1492. Después expulsaron a los judíos y si bien establecieron la unidad religiosa, fue a expensas de la prosperidad material de la nación.

Hasta esta fecha habían ocurrido notables transformaciones sociales y políticas en gran parte de Europa. En España, como en Francia e Inglaterra, el trono se impuso a la nobleza y el llamado Estado Llano -formado por labradores, comerciantes, artesanos, etc-, dio origen a las Cortes. Decayó la escolástica y aparecieron los librepensadores. Se multiplicaron las universidades. Se desarrolló la literatura nacional. Los inmigrantes griegos hicieron que se extendiera la afición a su lenguaje con cierto abandono del latín. Se hicieron modificaciones en la escultura y pintura. Se desarrolló la industria, el comercio y adquirió gran importancia el puerto de Barcelona y después el de Cádiz. Se generalizó el empleo de la brújula. Guttenberg (1439) descubrió la imprenta y dio a la luz la primera obra impresa, La Vulgata, 1445, y el uso del papel de trapo contribuyó al desarrollo del nuevo arte. En la guerra se empezó a usar el mosquete, en 1432, y las bombas después.

Desde el punto de vista de la medicina española: se fundaron las universidades de Valencia y Barcelona, los primeros asilos para orates y la primera morbería o lazareto de Mallorca, el primero del mundo, contra la epidemia de 1441. Se crearon los médicos de Cámara para asistir a los Reyes y los primeros hospitales de campaña cuando el sitio de Granada. En 1490 se empezó a hacer la disección en amplia escala en Escuela de Medicina de Barcelona donde constaban los estudios de cuatro años. Se destacan en el campo de la medicina: Diego Cobo, Chirino de Guadalajara, Juan Villa (escribió Epidemia y Peste primera obra de medicina, impresa en España); Gutiérrez de Toledo, Pedro Pintor, Gaspar Torrella y otros.

Ocurrió en el extranjero la toma de Constantinopla por los turcos en 1453. Se imprimió en Maguncia, en 1462, un Calendario de la Sangría. La Pediatría de Baguellardo; el primer Diccionario Médico o Sinonimia de Cordo; la Cirugía de Saliceto; la primera ed. de Celso; la primera de Rhazes, en latín, etc. Ocurrieron epidemias de sudor miliar en Inglaterra, de viruela y sarampión en Alemania, pandemia europea de sífilis y otras "pestes". Shedel, describió la difteria o garrotillo. Se realizaron progresos en la edificación de los hospitales y los españoles introdujeron el tabaco en Europa.

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