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Cuadernos de Historia de la Salud Pública

Print version ISSN 0045-9178

Cuad Hist Salud Pública  no.97 Ciudad de la Habana Jan.-June 2005

 

Boticas

Entre las más conocidas de este período: San Feliú en calle Muralla. La de Sol y Habana "frente al paredón del convento de Sta. Clara". Zaporta en S. Ignacio y Obrapía. La Fidelidad en calle Jesús María. Del Espíritu Santo, Calle de Maloja. De Florencio Martínez en Ricla y calle nueva del Sto. Cristo. De Juan M. Márquez (1834) que suministraba las medicinas de la Casa de Beneficencia. De Francisco P. Suárez, Mercaderes. La Droguería de Obrapía 18, de San Feliú, que vendía entre otras cosas: aceite de laurel, de euforvia litiva, acetato de zinc, ácido bórico, ácido canfórico, acido gálico, etc. La de Pablo J. Domínguez, abierta en abril del 1835 en Amargura 89. De José Ma. León en Cuba 55. Almacén del Peñón, en extramuros, de José Beltrán Caridad. La de Pedro Garriga, del 1836. De Félix Llanes, la llamada "San Agustín" en Amargura 70. De Muralla 29 y la de "San Miguel" abierta en 1837. En ellas se despachaban las famosas píldoras de Ugarte, a base de subnitrato de bismuto, usadas contra la fiebre amarilla y en los casos de disentería; fueron condenadas por las autoridades médicas. Vendían además, lamoder de rosas contra la tos; Márquez preparó su magnesia calcinada que aún se vende; despachaban bragueros y otros aparatos y algunos libros e instrumentos de cirugía. Las sanguijuelas se vendían en las casas de los flebotomianos.

Operaciones quirúrgicas

La práctica de la cirugía se encontraba limitada a ciertas grandes operaciones de urgencia y a pequeñas intervenciones. Hernias estranguladas, cesáreas post mortem, amputaciones, tallas, litotomías, torsiones y ligaduras arteriales, tenotomías, cataratas y otras del ojo; de partos, amputación de la mama, etc. El instrumental era primitivo. Se embriagaba o narcotizaba al enfermo. Las arterias se ligaban con los filetes nerviosos y sus cabos se reunían formando un paquete. El torniquete se dejaba tanto tiempo que a veces causaba gangrena. No existían, ni en los hospitales, verdaderas salas de operaciones y se operaba con frecuencia en las casas particulares por estar menos infectadas que los hospitales. Las curaciones se hacían con hilas, vendajes de sábanas viejas y se utilizaban cordones, emplastos, ungüentos (amarillo, rojo, etc.), ceratos, esponjas y otros menjurjes. Siempre supuraban las heridas y con frecuencia se complicaban con podredumbre de hospital, tétanos, gangrenas, etc. El Dr. Nicolás J. Gutiérrez a su regreso de París introdujo las ideas de Velpeau.

El 11 de junio de 1818 el Dr. Juan Federico Niessen operó de catarata al Tte. de Navío D. Francisco Radillo, hizo la doble extracción con éxito, y en 1825 operó de los mismo con buen resultado a María Carvajal.-En 1819 el Dr. Tasso operó de hernia estrangulada, con asa intestinal gangrenada a Diego Remigio de Heredia, murió después de la operación. D. Tomás Montes de Oca, practicó la quelotomía por hernia estrangulada, en febrero de 1822 a un paciente que curó. De 1824 tenemos una rara observación médica del Dr. Antonio Miyaya "extrajo con los dedos, de la vagina de la negra gangá de 17 años, un gancho, de los que se usan para el pelo que le causaba dolor; dicha mujer había contraído una blenorragia sifilítica que le producía comezón, lo trató de ocultar y para aplacar la comezón se frotaba con el gancho hasta que un día se le escapó y clavó en la parte alta de la vagina; estuvo mejor como un año pero al volverle el dolor se lo dijo a su madre la que llamó al facultativo". La pieza del gancho con el depósito de sales que contenía se guardó en el Museo de Anatomía.--- En 1825 hizo Antonio Miyaya una segunda operación de hernia estrangulada con éxito.--- El 11 de octubre murió de fiebre amarilla Da. Casta Cire, esposa del Cap. Gral. D. Francisco Vives y en el momento de fallecer se le practicó la cesárea, se extrajo un feto de siete meses que nació vivo, se le administró el "agua del socorro" y murió al poco. Esta operación se realizó en la Quinta de Carraguao, casa del Padre Manuel Echevarría, un poco al noroeste de la esquina de Tejas, sobre una lometa, demolida hace pocos años.

La muerte de Da. Casta Cire ocurrió en 1825 y en el siguiente año-1826- practicó el Dr. Roberto Morrel, el 24 de mayo, la ligadura de la arteria poplítea interna, por herida, de una coz de caballo, a E. Pons. La operación fue presenciada por los facultativos Matías Lastra, N.O. Ron, Evaristo Toledo, Francisco Hernández y Manuel del Camino. Después de operado se dejó al enfermo en reposo y "se le dio cocimiento de cebada y cremor tártaro", se levantó el 20 de junio y el 15 de agosto estaba curado del todo. -En 1827 el Dr. Juan Gorman operó de catarata a Joaquín Estrada, de 44 años, en San Miguel 61. Este año se hizo la primera litotricia sin éxito. -En 1829 el Dr. Francisco Alonso Fernández, operó de hernia estrangulada gangrenada, en Guanabacoa, al octogenario coronel D. Manuel Alonso, que curó a los pocos días.--- En 1830, los Dres. Nicolás J. Gutiérrez y Rafael Blanco (de San Antonio de los Baños) empezaron a operar escirros y tumores encefaloideos del útero por vía vaginal. Gutiérrez hizo su primera rinoplastía a un médico, sin éxito.--- En 1837, el Dr. Diego J. Vázquez hizo varias operaciones sobre el músculo esterno-cleido- mastoideo. En 1838, estando El Dr. Antomarchi en Puerto Príncipe, y en octubre, operó en la sala del Carmen del Hospital a un individuo por aneurisma de la arteria poplítea, operó cataratas, pupilas artificiales, etc. Fontan hizo la litotricia a Antonio González, en abril. -Se hicieron los primeros embalsamamientos por F. Alonso Fdez, J.P. Carrillo, Gutiérrez, y Azcárate.

Más sobre boticas

En 1825 estaba la botica del Dr. Mendoza en la calle de O`Reilly esquina a Aguiar, "vende la historia de un feto muerto en el vientre donde estuvo retenido seis años"; el caso fue observado en Maracaibo, en 1816, por el Dr. José Fernández Cruzado. En 1826 y en la botica de San Juan de Dios "venden agua del pozo de Cantarranas". La botica de Rafael J. Martínez en Aguiar y Chacón. -En 1828, botica de Antonio Vidal, O`Reilly 119 "frente a la portería del convento de Sto. Domingo, vende la panacea de Sibarum, aprobada por el Real Protomedicato que sirve para escrófulas, tumores blancos, reumatismo". En 1828 la Botica Nueva en Muralla 29. En septiembre del año 1837 se concedió autorización para abrir botica a Juan Bta. Agripino Vals y a José Dgo. Rodríguez Varela. En agosto el facultativo Joaquín de Ayala demandó al farmacéutico Juan Sánchez Mederos "por no querer despachar sus recetas". La Junta Superior Gubernativa de Farmacia autorizó, en 7 de septiembre a D. Antonio Zerquera para establecer una farmacia.

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