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Cuadernos de Historia de la Salud Pública

versión impresa ISSN 0045-9178

Cuad Hist Salud Pública  n.99 Ciudad de la Habana ene.-jun. 2006

 

Dr. Carlos Miguel T. de Céspedes Ortiz (1881-1955). Breves apuntes biográficos y genealógicos

Antes de la Guerra de los Diez Años (1868-1878) algunos bayameses adinerados emigraron, por cuestiones de negocios, hacia la región occidental del país. Entre ellos se encontraba un primo del licenciado Carlos Manuel de Céspedes y López del Castillo, futuro Padre de la Patria Cubana, el abogado Miguel de Céspedes y Barrero, quien se estableció en Matanzas.

El doctor Céspedes y Barrero casó en dicha ciudad con la señorita Matilde Coffigny, miembro de una de las familias más ilustres del lugar. De este matrimonio nació el doctor Miguel de Céspedes Coffigny, abogado como su padre, quien casó a su vez con la señorita Elsa Ortiz Coffigny, prima suya, hija de la señora María de los Ángeles Coffigny, hermana de Matilde y esposa del abogado bayames licenciado Carlos María Ortiz y Hernández, viejo amigo y coterráneo de los Céspedes.

Los Ortiz Coffigny dieron a Cuba importantes figuras de la medicina: el doctor Julio Ortiz Coffigny fue uno de los grandes obstetras de su época en el país; su hijo el doctor Julio Ortiz Pérez fue profesor de Obstetricia de la Universidad de La Hababa por más de treinta años; su hermano el doctor Octavio Ortiz Coffigny fue médico destacado y su sobrino el doctor Julio Ortiz Cano fue uno de los grandes de la cirugía en Cuba en su época y realizó la primera operación de apendicetomía con diagnóstico correcto.

Del matrimonio del doctor Miguel de Céspedes Coffigny y Elsa Ortiz Coffigny nació en Cárdenas, calle Ayllón, hoy Avenida Primera, No. 191, el 6 de agosto de 1881, el después famoso abogado y político Carlos Miguel Tranquilino de Céspedes y Ortiz Coffigny, quien fue bautizado con todos estos nombres en la iglesia de Término de San Carlos Borromeo de Matanzas, por el presbítero José Sáenz, teniente cura interino de dicha iglesia y fueron sus padrinos sus abuelos maternos don Carlos María Ortiz Hernández y Doña María de los Ángeles Coffigny.

Además de este hijo, del matrimonio Céspedes-Ortiz Coffigny nacieron otros dos: Octavio, abogado y Amelia, esta última casada con el señor Félix Gronlier Matéu, hombre de negocios.

Carlos Miguel T. de Céspedes realizó sus estudios primarios en los colegios de los profesores Valdés de León y Cipriano Valdés en Pinar del Río, donde residía la familia por ser el padre juez en ese Partido Judicial. Sus estudios de bachillerato los cursó en los colegios de los profesores Clemente Prado y Juan Clemente Zamora, en la ciudad de Santa Clara, donde el padre ocupaba igual cargo, graduándose de Bachiller en Artes o Filosofía en 1898 en el Instituto de Segunda Enseñanza de dicha ciudad, al que estaban incorporados los citados colegios.

En la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana ingresa en el curso 1898-1899, para estudiar la carrera de abogado, como era tradición en su familia. Se graduó de Doctor en Derecho Civil con la tesis “Estado actual del debate sobre las conclusiones de la antropología criminal” y se le expidió el título el 8 de julio de 1904. Integraron el tribunal de examen tres de las más grandes figuras del Derecho en Cuba de todos los tiempos, los doctores José Antolín del Cueto Pazos, José Antonio González Lanuza y Ricardo Dolz Arango.

Junto con esta carrera realizó los estudios para el Doctorado en Derecho Público y a pesar de que los había concluido en el curso 1901-1902, pagó los derechos del título treinta años después y se le expidió el mismo el 2 de marzo de 1932, no obstante estar en esos momentos clausurada la Universidad de La Habana.

Poco después de graduado funda un bufete con el doctor José Manuel Cortina García, más tarde famoso político, jurisconsulto, orador y escritor, a quienes se les unirá pocos años después el doctor Carlos Manuel de la Cruz Ugarte, conocido político y jurista. A dicho bufete, por razón de la letra inicial de los apellidos de sus socios se le llamará “de las tres C” y será de los más importantes de Cuba en todo el período republicano liberal burgués. Por ser los doctores Céspedes y Cortina dirigentes nacionales del Partido Liberal y el doctor de la Cruz del Conservador y alternativamente ocupar el gobierno estos dos partidos políticos, siempre el bufete estuvo en el poder.

Como obras realizadas por la empresa patrocinada por dicho bufete se cuentan, entre otras: el gran Boulevard de la Quinta Avenida, el Hipódromo de Marianao y el embellecimiento y urbanización de la playa de Marianao.

Los cargos políticos que desempeñó el doctor Céspedes durante su activa existencia fueron: Jefe de la Sección de Registros y Notariado de la Secretaría de Justicia (1910); letrado consultor de la Secretaría de Obras Públicas (1911); administrador de la Compañía de Dragado de los Puertos de Cuba (1912), este cargo fue de capital importancia para su futuro; Secretario de Obras Públicas (1925-1929); Secretario de Justicia (1929-1930); Secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes (1930-1932); Senador de la República por Camagüey (1932-1933); candidato a la Alcaldía de La Habana en 1946 (quedó en segundo lugar) y Senador de la República por Matanzas en dos ocasiones (1948-1952 y 1954-1955).

Cuando fue Secretario de Obras Públicas (1925-1929) en el gobierno del general Gerardo Machado Morales, a pesar de que este gobierno devino una sangrienta dictadura, la actividad constructiva del doctor Céspedes hizo que se le llamara “El Dinámico” y lo convirtió en uno de los políticos más populares de su época, popularidad que conservó durante toda su vida.

A sus iniciativas se debieron las construcciones de la Carretera Central; el Capitolio Nacional, con su famoso brillante como señal del inicio de la Carretera Central; la Avenida del Puerto; la transformación del Viejo Campo de Marte en Plaza de la Fraternidad; el Boulevard y Paseo del Prado; el Hotel Nacional; la gran Escalinata, la estatua del Alma Mater y los edificios de la Biblioteca Central, Aula Magna, Rectorado, Derecho, Ingeniería y Arquitectura y Física en la Universidad de La Habana, por todas estas obras dentro de su recinto, el alto centro de estudios le concedió el título de ingeniero Civil Honoris Causa, por votación secreta del Claustro; en el Aula Magna, el 21 de junio de 1929; el Hospital de Maternidad “Dr. Enrique Núñez” de La Habana; casi todos los grandes pabellones del Hospital “General Calixto García”; el “Presidio Modelo” de Isla de Pinos; el trazado urbanístico y algunos edificios públicos de Rancho Boyeros, entonces llamado General Machado; la Avenida de las Misiones; el Palacio de Justicia de Santa Clara; el Palacio Provincial de Santiago de Cuba; el grandioso parque a la entrada de Matanzas; hospitales, edificios escolares y muchos más.

A pesar de todas estas obras, a la caída del gobierno del general Machado el 12 de agosto de 1933, su casa en el exclusivo reparto Country Club fue asaltada, saqueada y destruida. Allí perdió entre muchas cosas de valor, su nutrida y selecta biblioteca. Esta residencia construida en estilo arquitectónico normando (de la región de Normandía, Francia) era de una gran belleza. Años más tarde donó sus restos y 1 000 metros cuadrados de terreno a la Iglesia Católica, regida entonces por Su Eminencia doctor Manuel Arteaga Betancourt, primer Cardenal cubano y segundo Arzobispo de La Habana y se construyó allí el templo del Corpus Christi, con sus famosos catorce murales en color sepia y figuras de tamaño natural del pintor vasco Cesar Hombrero Oñativia, que representan las estaciones de la pasión de Jesucristo y se estableció en ella una escuela gratuita para niños pobres. Todos los años, el 12 de agosto, se daba una misa en bien de Cuba y una lápida a la entrada de la sacristía, recuerda hasta nuestros días el triste suceso de su destrucción y se hace en ella un llamado a la cordura de los hombres para que hechos como ese no se repitan en nuestro país.

Otra de sus residencias, la nombrada “Villa Miramar”, entre las calles Calzada y 20, junto al Torreón de La Chorrera, en la desembocadura del río Almendares, donde vivía su señora madre, también fue saqueada y destruida. Esta, sin embargo, reconstruida por él a su regreso a Cuba en 1937, fue su residencia hasta el momento de su fallecimiento.

Fig. 9. Dr. Carlos Miguel T. de Céspedes Ortiz (1881-1955).

“Villa Miramar” era famosa por su belleza y por el buen gusto de todas sus construcciones. En sus terrenos aledaños o patios se levanta “La Mezquita”, hecha con azulejos traídos de “La Cartuja” de Sevilla, la que con su isla artificial “Koisima”, que en idioma japonés quiere decir “isla de amor”, constituyen lugares verdaderamente de ensueño. Allí tenía también su yate “Miramar” y su lancha de regatas “Cuba”, ganadora en varias competencias. Después de la Revolución “Villa Miramar” fue convertida en el Restaurant “1830”.

Era sin lugar a dudas el doctor Céspedes una de las personalidades más representativas de la alta sociedad burguesa cubana: presidió el Union Club y después ocupó su presidencia de honor, fue miembro destacado del Havana Yatch Club, del Vedado Tennis Club, del Club Miramar, del Country Club y otros. Miembro fundador del Colegio de Abogados de La Habana, ocupó su decanato en dos oportunidades (1927 y 1930) y se le declaró Colegiado de Honor.

En su vida privada fue el doctor Céspedes un hombre muy feliz. Casado con el gran amor de su vida, la señorita Margarita Johanet Montalvo, tuvieron tres hijas: Margarita, Martha y Diana de Céspedes Johanet.

Margarita casada con el médico, doctor Pablo Tabío y Arango, tuvieron cuatro descendientes, tres hembras y un varón: Margarita, Pablo, María Iliana y Patricia Tabío de Céspedes.

Martha casada con el abogado, doctor José Gaviria y Alonso, tuvieron también tres hembras y un varón: Martha, Beatriz, María Eugenia y José Miguel Gaviria de Céspedes.

Y Diana casada con el ingeniero Domingo Macías Diego, tuvieron dos varones y una hembra: Domingo Miguel, Carlos Miguel y Diana Margarita Macías de Céspedes.

El doctor Carlos Miguel T. de Céspedes que años antes había sido operado exitosamente de cáncer del colon por el Maestro de la Cirugía Cubana, doctor Ricardo Núñez Portuondo, su gran amigo, próximo a cumplir 74 años de edad, no pudo resistir la pérdida de su querida esposa, fallecida poco antes y murió en su residencia “Villa Miramar”, el 8 de junio de 1955, después de recibir la Bendición Papal y los Santos Sacramentos administrados por el reverendo padre Lorenzo Spiralli, de la Orden de Ermitaños de San Agustín S. A. y fundador de la Universidad Católica de Santo Tomás de Villanueva de La Habana. Lo atendieron durante su última enfermedad dos glorias de la medicina cubana los doctores Ricardo Núñez Portuondo y Pedro Castillo Martínez y como médico de cabecera el doctor Orlando Fernández Ferrer.

Sus últimas palabras pronunciadas, según versión periodística, fueron:

"Margarita no puedo estar separado de ti.
Después susurró: Ya voy a dormir el sueño eterno.
E inmediatamente expiró”.

Su cadáver fue expuesto junto a la base de la monumental Estatua de la República en el Salón de los Pasos Perdidos, del Capitolio Nacional, una de las obras que inmortalizaron su nombre en la historia de Cuba. Es bueno decir que el Capitolio Nacional, como obra arquitectónica, se debió a la capacidad creadora de dos grandes arquitectos cubanos, Félix Cabarrocas y Evelio Govantes y también colaboraron los arquitectos Eugenio Rayneri Piedra y Raúl Otero y el ingeniero José Sabi.

Al día siguiente era enterrado en su regio panteón familiar de mármol situado en la calle central, acera de la derecha, muy cerca de la gran entrada principal, en el Cementerio Cristóbal Colón de La Habana. Las palabras de despedida del duelo estuvieron a cargo del doctor Rafael Guas Inclán, Vicepresidente de la República, en nombre de la familia, del Colegio de Abogados de La Habana y del Partido Liberal y del doctor Radio Cremata Valdés, Senador de la República, en nombre del Gobierno de Cuba.

Bibliografía consultada

Delgado Fernández G. Céspedes y su linaje ilustre. Revista Cúspide. Melena del Sur. Octubre 15 de 1938. (Carlos Manuel de Céspedes y López del Castillo).

Desfila el pueblo por el Capitolio ante el ataúd de C. M de Céspedes. Periódico Excelsior. La Habana. Junio 9 de 1955.

Díaz Robaina R. En la muerte de Carlos Miguel de Céspedes. Periódico Información. La Habana. Junio 10 de 1955.

E. P. D. El Señor Carlos Miguel de Céspedes Ortiz. Diario de la Marina. La Habana. Junio 8 de 1955.

Guiral Moreno M. Carlos Miguel de Céspedes. Periódico El Mundo. La Habana. Junio 8 de 1955.

La muerte del Dr. C. M. de Céspedes. Presidió el sepelio el jefe del Estado. Periódico Información. La Habana. Junio 10 de 1955.

Martínez J.A. Carlos Miguel. Periódico El Mundo. La Habana. Junio 8 de 1955.

Partida de Baustismo de Carlos Miguel de Céspedes Ortiz. En: Universidad de La Habana. Archivo Histórico. Exped. Est. Antig. 1009.

Riera M. Cuba Política. 1899-1955. Imp. Modelo S. A. La Habana. 1955.

Universidad de La Habana. Archivo Histórico. Exped. Est. Antig. 1009.

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