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Revista Cubana de Medicina Militar

versión impresa ISSN 0138-6557versión On-line ISSN 1561-3046

Rev Cub Med Mil v.33 n.3 Ciudad de la Habana jul.-sep. 2004

 

Trabajos de Revisión

Hospital Militar Central "Carlos J. Finlay"

Alcoholismo y sociedad, tendencias actuales

My. Eulalia García Gutiérrez,1 Lic. Gilda Lima Mompó,2 My. Laura Aldana Vilas,1 Dr. Pedro Casanova Carrillo3 y Dr. Vladimir Feliciano Álvarez4

Resumen

Se hizo una revisión bibliográfica con el objetivo de dar a conocer de forma más actualizada la repercusión nociva del consumo del alcohol para la salud, la familia y la sociedad, el cual está tan extendido ampliamente en el mundo y de ello nace una enfermedad, el alcoholismo, cuyas consecuencias tienen una incidencia biológica, psicológica y social, constituye la toxicomanía de mayor relevancia a escala mundial por su prevalencia y repercusión. Actualmente se ha propuesto el término de "síndrome de dependencia del alcohol" por el de alcoholismo. El alcohol, además de los numerosos problemas médicos que produce, es también una fuente de problemas sociales. El peligro del alcoholismo está presente por igual en todas las personas. La adolescencia es considerada un factor de riesgo, donde se pueden favorecer las conductas de consumo de alcohol, ya sea por la reafirmación de la independencia, la virilidad, la libertad en la toma de decisiones, la creencia de determinados mitos o la imitación a los adultos. El estrés, los factores genéticos y ambientales influyen significativamente en el alcoholismo en general y en la recaída alcohólica.

Palabras clave: alcoholismo, estrés, factores de riesgo, familia, problemas sociales, salud, síndrome de dependencia del alcohol.


Desde la más remota antigüedad se conocen los efectos nocivos del uso y abuso en el consumo de bebidas alcohólicas. El alcoholismo es una enfermedad crónica, progresiva y fatal, caracterizada por tolerancia y dependencia física y por cambios orgánicos patológicos. Existe predominio del sexo masculino de esta afección, aunque es cada vez mayor su adición por el sexo femenino y en jóvenes en general , se observa en más del 16 % de las personas mayores de 65 años y se reporta una alarmante incidencia mundial.1-6

A diferencia del café y el tabaco, el alcohol modifica la personalidad de quien lo consume en exceso y afecta de forma importante su conciencia. El peligro del alcoholismo está presente por igual en todas las personas, aunque el conocimiento de este tóxico puede contribuir a evitar que se caiga en sus redes. La adolescencia es una etapa difícil del desarrollo, donde se pueden favorecer las conductas de consumo de alcohol, ya sea por la reafirmación de la independencia, la virilidad, la libertad en la toma de decisiones, la creencia de determinados mitos o la imitación a los adultos.6

El alcoholismo es aceptado universalmente como uno los principales problemas de la salud pública en todo el mundo y representa una grave amenaza al bienestar y a la vida de la humanidad. Por esta razón, en la actualidad, muchos países dedican cuantiosos recursos financieros a su investigación. En la lucha contra esta adicción las instituciones estatales de salud, entre otras, y la población en general,cumplen una importante función para prevenir y controlar esta enfermedad. Por su importancia se consideró útil realizar una puesta al día sobre este tema para conocer las tendencias más actuales en su manejo y las cuestiones principales que atrae más la atención de los investigadores en estos años.

Breve recuento histórico y terminológico

El alcohol, del árabe alkuhi (esencia o espíritu) es la droga más consumida en el mundo. Su utilización por el hombre, en forma de brebaje, se supone que data de los albores de la humanidad. La ingestión inicial vinculada con actividades religiosas dio paso a su consumo colectivo. Desde entonces se distinguieron dos grandes categorías de consumidores, aquellos que beben dentro de las normas sociales de responsabilidad y los que, desafortunadamente pierden el control y se convierten en bebedores irresponsables.1-6

Las definiciones empleadas en la actualidad bajo el término alcoholismo, no se apartan de la que hizo Magnus Huss en 1849. Una de las aceptadas internacionalmente es la propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1976, con el término "síndrome de dependencia del alcohol (SDA)" descrito como un trastorno de conducta crónico, manifestado por un estado psíquico y físico, que conduce compulsivamente a ingestas excesivas de alcohol con respecto a las normas sociales y dietéticas de la comunidad, de manera repetida, continua o periódica con objeto de experimentar efectos psíquicos y que acaban interfiriendo en la salud y en las funciones económicas y sociales del bebedor.6-9

Esta concepción terminológica sirve de base, desde el punto de vista médico, a 2 sistemas diagnósticos empleados casi en paralelos; en Europa son más aceptados los de la OMS (Décima Edición de la Clasificación Internacional de Enfermedade-CIE-10-1982) mientras que en Norteamérica los plasmados en el Manual de Diagnóstico y Estadística (DSM IV 1994). La CIE-10 define el sistema de dependencia alcohólica como un trastorno, no una enfermedad, mientras que el DSM IV plantea que la dependencia a sustancias psicoactivas, extensivo al alcohol, es un patrón desadaptativo de consumo que conlleva a un deterioro o malestar clínicamente significativo. Los principales criterios empleados en ambas son: el excesivo consumo de alcohol, la repercusión física y psíquica que produce y los conflictos psicosociales, legales, laborales y familiares que crea.2,3,6 En el anexo 1 se exponen algunos de los criterios más empleados en el manejo de esta enfermedad. Para el pesquisaje masivo y clasificación de los alcohólicos se utilizan cuestionarios establecidos mundialmente (Cuestionarios de Identificaciones Diagnósticas (CID), el CAGE, entre otros) cuyos resultados se aproximan con bastante exactitud a la realidad. Una regla de oro que no debe ser jamás olvidada es que una vez establecido el comportamiento ante consumo dañino o dependencia, el objetivo de la intervención médica es lograr la abstinencia total definitiva, ya que una vez alcohólico, siempre se es alcohólico3, 6, 10-14 (anexos 2,3).

Es una enfermedad que causa dependencia y que se puede adquirir por varias vías. Se ha sugerido que resultan factores de riesgo de alcoholismo la soltería, los trastornos nerviosos, la subescolarización y sobre todo los conflictos matrimoniales y en las relaciones sociales. Se ha señalado entre las principales motivaciones del alcoholismo en este medio la influencia de amistades y familiares, ambiente festivo y problemas de la pareja o del entorno, sobre todo en la actividad laboral. Se atribuyen a la habituación alcohólica causas relacionadas con el estrés, que provocan alteraciones en la relación social, familiar y económica de los sujetos expuestos a este riesgo, asociado con trastornos de la personalidad, rechazo al medio, evasión de conflictos, inmadurez emocional.11-15

Por su gran importancia muchos países dedican cuantiosos recursos humanos y financieros al manejo de esta toxicomanía y en las investigaciones para dar solución a este mal. En Europa se estima su costo entre 2 y 3 % del producto nacional. En Estados Unidos se calcula que su significación económica está en los alrededores de los 100 billones de dólares anualmente. De un modo similar ocurre en España e Inglaterra.8

Alcoholismo y sociedad en la actualidad

El consumo excesivo de alcohol es una de las causas más frecuentes de transgresiones sociales como violaciones y riñas, práctica de sexo sin medios de protección, abandono familiar y laboral. Se vincula mundialmente con el 50 % de las muertes ocurridas en accidentes de tránsito y el 30 % de los homicidios y arrestos policiales. Reduce de 10 a 15 años la expectativa de vida y determina el 30 % de las admisiones psiquiátricas y el 8 % de los ingresos por psicosis. También se ha responsabilizado con casi la mitad de los condenados por faltas y delitos tan graves como asesinatos. En este medio se relaciona con la tercera parte de los hechos delictivos y violentos y entre el 20 y el 25 % de las muertes por accidentes.6, 9-16

Los alcohólicos tienen, como grupo social, uno de los porcentajes más altos de separación matrimonial y de divorcio. Sin embargo, en estudios realizados en el país se ha encontrado que alrededor de la mitad de las personas que ingieren bebidas alcohólicas logran mantener vínculo marital por mucho tiempo.9, 11-13

Muchos autores han estudiado la dinámica familiar en el hogar de procedencia del alcohólico y señalan su coincidencia con la llamada "crisis familiares no transitorias" (divorcio, enfermedades crónicas o muerte en uno o ambos padres, hostilidad excesiva, violencia doméstica, pérdida de la estimación hacia el bebedor, descuido de los hijos, situaciones judiciales, actos deshonrosos, malas relaciones interpersonales, entre otras). Esta situación se considera que condiciona un trastorno del aprendizaje en una población específica de niños que se ha denominado "niños con incapacidad para aprender" con inteligencia normal, que no presentan el perfil característico de retraso mental y en los que se invocan un déficit cognoscitivo específico para el aprendizaje.1,15-18 Los resultados de otros autores muestran que no existen diferencias significativas entre los controles y los niños de alcohólicos severos y antisociales o de alcohólicos deprimidos o de familia con historia positiva de alcoholismo. Por esta razón, concluyen que el desarrollo mental global no está asociado con el alcoholismo en los padres. Esto eleva la posibilidad de que los problemas posteriores en estas áreas puedan reflejar procesos cognitivos más específicos o el impacto de problemas conductuales y familiares entre esos niños.8, 15, 17

Salvo algunos países de cultura hindú o islámica donde el consumo de alcohol es menor como consecuencia de tradiciones o influencias religiosas, alrededor del 70 % de la población, por encima de los 15 años, ingiere alcohol en determinada cantidad, del 3 al 5 % son dependientes y, de ellos, el 10 % se convertirán en bebedores problemas en algún momento de su vida. Actualmente España ocupa el 4to lugar mundial en el consumo de alcohol después de Francia, Luxemburgo y Alemania. Cada español consume por término medio 108 litros de alcohol al año, casi el 4 % de la población española (1 600 000 personas) consume diariamente más de 100 g. Se considera que existe un incremento de consumo de alcohol de alrededor del 30 % en los países desarrollados durante los últimos 20 años, índice muy superior al esperado por el aumento de la población en esta etapa. En Cuba, el 45,2 % de la población mayor de 15 años consume bebidas alcohólicas, con un índice de prevalencia de alcoholismo entre el 7 y el 10 %, uno de lo más bajo en Latinoamérica, con predominio en edades comprendidas entre los 15 y 44 años. Se señala que en los últimos 15 años el consumo ha aumentado notablemente en nuestro país, que el 90,4 % de la población inicia la ingestión del tóxico antes de los 25 años y que la mayoría de los bebedores problema se encuentra entre 25 y 42 años. Se calcula que el alcoholismo puede incidir hasta en el 40 % en los ingresos de los servicios de urgencia y que el 2 % de los enfermos que ingresan en los servicios médicos hospitalarios sufren de una enfermedad causada o agravada por el abuso de alcohol.6, 11-13, 16

Alcoholismo, medio social, salud pública y desarrollo

El alcoholismo se encuentra entre las primeras causas de muerte en varios países como en España, en donde ocupa el tercer lugar. En los Estados Unidos ocupa el primer lugar de los fallecidos entre los 15 y 45 años de edad. El alcohol, en sus diversas presentaciones, ya sea de forma accidental o intencional, ocasiona una de las más importantes intoxicaciones actualmente, tanto por sus efectos como por el gran número de individuos afectados, ya sea en suicidios, consumidores esporádicos, alcohólicos crónicos o niños.19-21

Las serias complicaciones de los alcohólicos pueden evitarse con el tratamiento oportuno y adecuado. En el anexo 4 se exponen las principales afecciones que se asocian con esta toxicomanía. Es de señalar que a pesar de ser las afecciones digestivas las más mencionadas popularmente, las miopatías y las neuropatías periféricas son, sin embargo, secuelas más frecuentes.6, 9

El alcoholismo es un factor de riesgo de enorme importancia de intento o de suicidio consumado. En Cuba el suicidio se encuentra entre las 10 primeras causas de muerte. En diferentes publicaciones se plantea que en un porcentaje elevado (para algunos hasta el 80 %) de los alcohólicos presenta sintomatología depresiva. Se ha indicado tasas de suicidio 9,22 veces más altas entre los alcohólicos que en la población.6,13,19-22

Los problemas relacionados con el tratamiento del alcoholismo son complejos y difíciles, y rebasan el marco de nuestras pretensiones en este artículo, solo haremos una breve referencia a este importante aspecto. Los lineamientos generales de la lucha contra esta adicción están contemplados en el Programa Nacional de Prevención y Control del Alcoholismo y otras fármaco dependencias vigentes en el país, en donde se enfatiza sobre la necesidad de desarrollar acciones de prevención y promoción encaminadas a reducir los patrones de consumo alcohólico excesivo y sus consecuencias sanitarias y sociales, conjuntamente con el manejo multidisciplinario de estos enfermos, con la participación de todos los niveles de salud a partir del médico de la familia. En estudios realizados en el país se ha demostrado un bajo nivel de información de la población sobre algunos efectos nocivos del consumo excesivo e irresponsable de alcohol. El sistema de creencias sobre el alcohol y el alcoholismo muestra la presencia de diversos mitos que requieren un adecuado abordaje educativo, válido para toda la población con independencia de sus pautas de consumo de alcohol. La recaída alcohólica es un gran problema en el tratamiento del abuso del alcohol y del alcoholismo. El estrés, los factores genéticos y ambientales influyen significativamente en el alcoholismo en general y en la recaída alcohólica. En su mecanismo se ha invocado una disfunción de la neurotransmisión dopaminérgica central en que estímulos neutrales previos se pueden convertir en señales condicionales que activan la liberación de dopamina, con deseos gratificantes de beber. La lucha contra el alcoholismo requiere que las instituciones públicas y privadas en sus diversos niveles, aporten una respuesta en varios frentes que abarca la atención a alcohólicos y drogodependientes, a la represión del tráfico de drogas y a la formación de profesionales.20-23

Las investigaciones sobre el alcoholismo demandan grandes gastos. Sin embargo, en el país se realizan innumerables esfuerzos para el estudio y tratamiento de los pacientes alcohólicos. Es evidente la necesidad desarrollar acciones de prevención y promoción encaminadas a reducir los patrones de consumo alcohólico excesivo y sus consecuencias sanitarias y sociales, conjuntamente con el manejo multidisciplinario de estos enfermos, con la participación de todos los niveles de salud a partir del médico de la familia.

Anexo 1. Algunos aspectos conceptuales sobre alcoholismo

A. Tolerancia: adaptación cerebral a la presencia de altas concentraciones de alcohol.
B. Dependencia física: síntomas de abstinencia que ocurren cuando disminuye o cesa el consumo de alcohol.

  1. Que se sobrepase la norma de consumo habitual en un medio determinado. Es decir, que exista realmente un abuso del tóxico y que este abuso no sea transitorio, sino un patrón de comportamiento estable.
  2. Que se hayan producido daños tanto orgánico como psíquico y social.
  3. Que exista un nivel de esclavitud ante el tóxico que determine que el sujeto, a pesar de reconocer el efecto dañino por experiencia propia, no sea capaz de detener el consumo.

D. Etapas del alcoholismo

  1. Consumo de riesgo
    Cuando se cumple solamente el primer requisito, se dice que la persona presenta un consumo de riesgo (por el peligro de enfermar).
  2. Consumo dañino.
    Cuando se cumplen los requisitos primero y segundo.
  3. Dependencia

Si están presentes los 3 requisitos se habla de dependencia, y es en estas 2 últimas modalidades (consumo dañino y dependencia) cuando realmente se trata de una enfermedad, mientras que el consumo de riesgo constituye una etapa de tránsito hacia la afección.

Anexo 2. Cuestionario de problemas vinculados con el alcohol

  1. ¿Ha pensado alguna vez que debe dejar de beber?
  2. ¿Ha notado alguna vez que gasta más dinero del debido en beber?
  3. ¿Ha estado, alguna vez, un período sin beber para demostrarse que usted puede controlarse?
  4. ¿Ha usado alguna vez el alcohol para atenuar tensiones?
  5. ¿Alguien le ha molestado con críticas por usted beber?
  6. ¿Ha tenido alguna vez discusiones con familiares o amigos después de beber?
  7. ¿Ha tenido alguna vez riñas con familiares o amigos después de beber?
  8. ¿Ha tenido alguna vez problemas financieros debido al alcohol?
  9. ¿Ha tenido alguna vez problemas con la policía debido a ofensas determinadas por la embriaguez (ajenas a conducir embriagado)?
  10. ¿Ha tenido alguna vez problemas con la policía por manejar embriagado?
  11. ¿Ha tenido alguna vez problemas con la policía por alguna otra transgresión debido a la bebida?
  12. ¿Ha estado usted comprometido en algún accidente de tránsito como conductor o peatón?
  13. ¿Ha estado usted comprometido en otros accidentes en el hogar o en el trabajo relacionados con la bebida?
  14. ¿Ha tenido usted dificultades en el trabajo ocasionadas por la bebida?
  15. ¿Ha llegado alguna vez tarde al trabajo porque ha estado embriagado el día anterior?
  16. ¿Ha perdido alguna vez un día de trabajo como resultado de haberse embriagado el día anterior?
  17. ¿Ha perdido alguna vez su empleo debido a la bebida?
  18. ¿Ha recibido alguna vez orientaciones de su médico para que beba menos?
  19. ¿Ha tenido alguna vez problemas de salud debido a la bebida?
  20. ¿Le ha ocurrido alguna vez que después de beber no recuerda lo que hizo la noche anterior?
  21. ¿Ha notado alguna vez que cuando comienza a tomar no puede detenerse?
  22. ¿Después de beber ha notado alguna vez que sus manos tiemblan a la mañana siguiente?
  23. ¿Alguna vez ha tomado por la mañana para calmar sus nervios o eliminar la resaca después de haber bebido el día anterior?
  24. ¿Alguna vez ha escuchado o visto "cosas" debido a la bebida?
  25. ¿Ha tenido alguna vez tratamiento por alcoholismo?

De 4 a 5 preguntas afirmativas se puede considerar consumo peligroso el alcohol y se recomienda su disminución inmediata y la eliminación, de forma progresiva, del alcohol en su estilo de vida. Si el número de respuestas es mayor de 5, debe consultar a su médico, ya que existen posibilidades de que se encuentre en la etapa de consumo perjudicial de alcohol.

Anexo 3. Cuestionario de indicadores diagnósticos (CID) y CAGE

Cuestionario CID

  1. ¿Considera usted que su forma de beber está creándole dificultades en su salud, en su familia, en su trabajo o en sus relaciones con los vecinos?
  2. ¿Considera usted que tiene dificultades para controlarse cuando bebe?
  3. ¿Cuándo está más de 2 días sin beber aparecen malestares por falta de bebidas alcohólicas?
  4. ¿Se embriaga usted más de 1 vez al mes, o sea más de 12 veces al año?
  5. ¿Se ha despertado alguna vez y no recuerda lo ocurrido el día anterior mientras bebía?
  6. ¿Cree usted que bebe más de la cuenta?
  7. ¿Considera usted que debía recibir ayuda médica o tomar menos?

No. de respuestas positivas
Consumo social o bebedor social de 0 a 1
Consumo de riesgo de 2 a 3
Consumo perjudicial de 4 a 5
Dependencia alcohólica de 6 a 7

Cuestionario CAGE

¿Ha sentido alguna vez que debe beber menos?
¿Le ha molestado que la gente lo critique por su forma de beber?
¿Se ha sentido alguna vez mal o culpable por su forma de beber?
¿Alguna vez ha tomado un trago en la mañana para calmar los nervios, o eliminar molestias por haber bebido la noche anterior?
Número de respuestas positivas
Consumo social o bebedor social de 0 a 1
Consumo de riesgo 2
Consumo perjudicial 3
Dependencia alcohólica 4

Anexo 4. Principales complicaciones del alcoholismo

  1. Afectaciones neurológicas
    Neuropatía periférica distal, cefalea, temblores, convulsiones (sobre todo en personas predispuestas a la epilepsia), miopatía alcohólica aguda, degeneración cerebelosa, daño cortical difuso con demencia alcohólica, lesiones degenerativas del cerebro, médula espinal y nervios periféricos (en casos avanzados), falta de fuerza muscular, calambres y dolores en las piernas y los brazos, accidentes vasculares encefálicos. Intoxicación alcohólica aguda, síndrome de abstinencia, ambliopía alcohol-tabaco, pelagra, manifestaciones tóxico- metabólicas, enfermedad de Marchiafava-bignami, mielinosis central de la protuberancia.
  2. Efectos sobre el aparato digestivo y glándulas anexas
    Glositis, esofagitis, gastritis, diarreas, úlcera gastro-duodenal; várices esofágicas; cáncer gástrico, de la boca y del esófago; hepatitis, hígado graso, cirrosis hepática, pancreatitis aguda hemorrágica y pancreatitis crónica.
  3. Efectos sobre el aparato cardiovascular
    Aterosclerosis temprana, hipertensión arterial, infarto del miocardio, cardiomiopatías.
  4. Efectos sobre el aparato genitourinario
    Disfunción sexual, reducción de hormonas masculinas por la acción de alcohol sobre el testículo y la hipófisis, reducción de la entrada de sangre en los cuerpos cavernosos debido a la aterosclerosis temprana, deformidades del niño al nacer y graves trastornos de la inteligencia o la conducta en los casos menos severos (feto alcohólico). Trastornos vesicales. Cáncer de vejiga.
Trastornos psiquiátricos

Depresión con ideas y conducta suicidas, pesadillas, insomnio, celos enfermizos, alucinaciones auditivas y visuales, delirios de daño y persecución, alteraciones de conducta.

Otros efectos negativos sobre la salud

Tendencia a neoplasias, inmunosupresión de los alcohólicos sensible a la vitamina E, el síndrome alcohólico-fetal (retardo del crecimiento pre natal y posnatal, alteraciones del sistema nervioso central, fascies con característica y anomalía congénita diversa, trastorno del lenguaje y la conducta, labilidad emocional e impulsividad).

Summary

A bibliographic review was made aimed at making known in a more updated way, the harmful repercussion of alcohol ingestion for health, family and society. It is widely spread all over the world and a disease, alcoholism, is derived from it. Its consequences have a biological, psychological and social incidence and it is the most relevant toxicomany in the world due to its prevalence and impact. Nowadays, it has been proposed the use of the term alcohol dependance syndrome for alcoholism. Alcoholism, produces not only numeorus health problems, but social problems, too. The danger of alcoholism is present in all persons likewise. Adolescence is considered a risk factor, where the alcohol ingestion conducts may be favored due to the reaffirmation of independence, virility, the freedom in the decision-making process, the belief of certain myths, or the imitation of adults. Stress and the genetic and environmental factors influence significantly on alcoholism, in general, and on the alcoholic relapse.

Key words: alcoholism, stress, risk factors, family, social problems, health, alcohol dependance syndrom

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Recibido: 26 de marzo de 2004. Aprobado: 30 de abril de 2004.
My. Eulalia García Gutiérrez. Hospital Militar Central "Carlos J. Finlay". Ave. 114 y 31, Marianao, Ciudad de La Habana, Cuba.

1 Especialista I Grado en Psiquiatría. Investigadora.
2 Licenciada en Psicología Clínica. Investigadora del Departamento de Investigaciones
Básicas de Acupuntura.
3 Médico de Medicina General.
4 Especialista de I Grado en Medicina General.

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