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Revista Cubana de Medicina Militar

versión impresa ISSN 0138-6557versión On-line ISSN 1561-3046

Rev Cub Med Mil v.38 n.2 Ciudad de la Habana abr.-jun. 2009

 

TRABAJOS DE REVISIÓN

 

Los desastres como fenómenos diferentes a la guerra

Disasters like different war phenomen

 

 

My. René Esteban Ventura VelázquezI; Tte. Cor. José Menéndez LópezII; My. Moreno Puebla Reynol ArturoI; Dr. Raúl Gil SánchezIII; Tte. Silvio Reyes PérezIV; Tte Cor. Cruz Minerva Turró MarmolV

IDoctor en Ciencias Médicas. Especialista de II Grado en Psiquiatría. Profesor e Investigador Auxiliar. Instituto Superior de Medicina Militar "Dr. Luis Díaz Soto". La Habana, Cuba.
IIDoctor en Ciencias. Especialista de II Grado en Medicina Interna. Profesor e Investigador Titular. Instituto Superior de Medicina Militar "Dr. Luis Díaz Soto". La Habana, Cuba.
IIIEspecialista de I Grado en Psiquiatría. Máster en Psiquiatría Comunitaria. Asistente. Instituto Superior de Medicina Militar "Dr. Luis Díaz Soto". La Habana, Cuba.
IVEspecialista de I Grado en Medicina Militar General Integral. Instituto Superior de Medicina Militar "Dr. Luis Díaz Soto". La Habana, Cuba.
VEspecialista de II Grado en Psiquiatría. Máster en Psiquiatría Comunitaria. Profesora Auxiliar. Instituto Superior de Medicina Militar "Dr. Luis Díaz Soto". La Habana, Cuba.

 

 


RESUMEN

Existen diferencias sustanciales entre la guerra y los desastres. A pesar de la amplia diversidad de conceptos de desastres, múltiples autores incluyen a la guerra dentro de los desastres. De manera similar ocurre con la clasificación de estos, basados en el supuesto de que las consecuencias para las comunidades humanas que la sufren son equivalentes. Se exponen una serie de aspectos que hacen diferente a las guerras y los desastres. Entre ellos se señala la finalidad de la guerra de causar el mayor daño posible a una determinada población o comunidad, y las diferencias del impacto sobre la salud física y mental, donde en la guerra está agravado por los obstáculos que las partes contendientes imponen para realizar las labores de atención a la salud. En esta además se crean las condiciones propicias para extender la violencia y perpetuarla. Se concluye que las diferencias entre la guerra y los desastres en relación con las causas y las consecuencias para la salud resultan mayores que las similitudes que ambos fenómenos presentan, por lo que son 2 situaciones que hay que estudiarlas por separado para no propiciar errores y confusión.

Palabras clave: Concepto y clasificación de desastres.


ABSTRACT

There are significant differences between the war and the disasters. Despite the broad diversity of criteria son disasters, many authors include the war within the category of disaster. The same occurs with its classification, based on supposing that consequences for human communities suffering it be equivalent. We present a series of features to distinguishing between a war and a disaster. Among them are included the purpose of a war that is to cause the greater damage possible in a determined population or community, and the impact differences on physical and mental health, where in the war is aggravated by obstacles imposed by the contending parts to make the health care tasks. In war the appropriate conditions to extend violence and to perpetuate it are created. We conclude that differences between a war and a disaster in relation with causes and consequences for health are greater than similarities presented by both phenomena, being two situations that must to be separately studied to avoid errors and confusion.

Key words: Feature and classification of disasters.


 

 

INTRODUCCIÓN

La guerra, como fenómeno social, ha sido ampliamente abordada en diferentes aspectos. Uno de ellos es el aseguramiento médico, tanto de los ejércitos contendientes, como de la población civil involucrada. En este aspecto se ha producido notables avances en los últimos años.

La guerra además de su contenido propiamente bélico y político abarca un amplio espectro de agresiones de toda índole, con el empleo de toda la tecnología disponible, lo que provoca trastornos psicosociales de diversa magnitud.1

Mucho se ha teorizado en estos temas prevaleciendo la idea de que en términos de salud se debe considerar a la guerra dentro de los desastres.1,2 Esta concepción no tiene en cuenta las diferencias existentes entre la guerra y los desastres. Este aspecto en particular es abordado en esta revisión.

El término desastre es un vocablo de uso amplio y común, incluso se emplea con frecuencia, al referirse a situaciones cotidianas, lo que puede crear confusión en algunos. Además en la literatura existe una amplia diversidad de definiciones de este.3-9 Cada autor al exponer sus trabajos pretende expresar un concepto propio. Estos van desde circunscribirse al significado etimológico de sus vocablos latinos des (contrario) y astre (estrella), es decir, un evento adverso producido por Dios, hasta los que intentan abarcar todas sus aristas, pretensión esta que no se ha logrado por la diversidad de aspectos que forman parte de este fenómeno.

La conformación de un concepto de desastre en el ámbito de la salud debe incluir lo siguiente:

1. Impacto de un fenómeno con capacidad potencial para ello.

2. Vulnerabilidad/afrontamiento.

3. Consecuencia para la salud.

4. Necesidades de ayuda exterior.

De esta manera se puede considerar que un desastre es aquel acontecimiento extraordinario, provocado por un fenómeno, con capacidad potencial para ello que por su origen puede ser: natural (metereológico, hidrológico, geodinámico, geotectónico), por la acción del hombre (de manera deliberada o no deliberada) o mixta (daño ecológico); que es propiciado por la conjugación de factores que hacen vulnerable a una comunidad, en la que se ve amenazada la vida de las personas, se producen muertes, lesiones, destrucción, pérdidas materiales, así como sufrimiento humano y que para su afrontamiento se requiere de la intervención o cooperación externa.

Visto de esta forma los desastres se pueden diferenciar de eventos como las emergencias que se dan en la vida cotidiana de una comunidad. Ya que no resultan ser acontecimientos extraordinarios, ni se requiere intervención externa.

De igual manera se debe hacer la distinción entre los desastres y la guerra.10

Los eventos meteorológicos, hidrológicos, geodinámicos y otros con frecuencia tienen lugar sin que lleguen a causar desastres. Tal como se expresa en la definición tienen la capacidad potencial para causar daño, pero pueden tener lugar sin que ese daño se produzca. La guerra ineludiblemente produce muertes, lesiones, destrucción, pérdidas materiales y gran sufrimiento humano. Es en este aspecto donde se acentúa la mayor diferencia.

Es indiscutible que las emergencias, los desastres y las guerras comparten aspectos comunes, aun siendo fenómenos distintos.

Algunos autores se refieren a la guerra, con un término más general, denominado emergencias humanitarias complejas, con el cual al enfatizar más en las consecuencias que en la causa, se disminuye la culpabilidad de los responsables.


CLASIFICACIÓN DE LOS DESASTRES

En la manera de clasificar a los desastres ocurre similar a lo expresado en relación con el concepto, donde como norma se incluye a la guerra dentro de los desastres causados por el hombre.

En Cuba, los desastres se clasifican de manera oficial por su origen en naturales, tecnológicos y sanitarios.11

Una manera de clasificar a los desastres, en la que se vincule la causa y la duración, es considerando su origen, en causados por fenómenos naturales, por el hombre o mixtos, con subtipos agrupados de acuerdo con el inicio de estos, que pueden ser súbitos o lentos.

La distinción entre los causados por fenómenos absolutamente naturales o absolutamente causados por el hombre, es la mayoría de las veces inoperante, por lo que su uso es más didáctico que práctico, por eso nos permitimos la atribución de plantear entre estas 2 causas una a la que se le llamó mixta. En esta clasificación la guerra suele ser incluida dentro de los desastres causados por el hombre de manera deliberada (escaques sombrados) (cuadro).

La historia de la humanidad y sus comunidades ha sido testigo de desastres, guerras y lapsos de tiempo de paz. Pero en la paz ocurren innumerables eventos cotidianos negativos como las emergencias y crisis que por su magnitud no llegan a constituir un desastre que rompen con la idílica tranquilidad. Además suceden eventos positivos en días festivos y otros que hacen que la vida de la comunidad no sea lineal y monótona. Esto es lo que se trata de reflejar en la figura.

Un grupo de aspectos hacen diferente a las guerras y los desastres. Los que se exponen a continuación:

· La guerra tiene la finalidad de causar el mayor daño posible a una determinada población o comunidad, lo que no solo contempla los aspectos físicos sino también los espirituales y culturales12 basados en un sustento político-ideológico. Los fenómenos que generan desastres, con frecuencia tienen lugar sin que se afecte población alguna, ya que su origen no guarda relación con necesidad de destrucción o muerte. Un fenómeno como los huracanes, cuando no transitan por zonas habitadas por el hombre, no provocan un desastre en lo que a la salud se refiere. De manera similar ocurre con las diferentes causas de desastre. Esta es una diferencia sustancial entre la guerra y los desastres.

En la guerra:

- El impacto sobre la salud física y mental está agravado por los obstáculos que las partes contendientes imponen para realizar las labores de atención a la salud.
- Se crean condiciones propicias para extender la violencia y perpetuarla con acciones de resistencia armada de diferente nivel de organización.13 Esta violencia es especialmente intensa contra la población femenina.14-16
- Las afectaciones a la salud mental ocurren tanto en quienes son objeto de actos de violencia, como en quienes las realizan17-20 y sus repercusiones pueden ser duraderas, al punto de transmitirse a otras generaciones (sentimientos de venganza y odio), y constituyen elementos perpetuadores de la violencia.21
- Las comunidades llegan a convertirse en víctimas, lo que dificulta su movilización en las funciones de reconstrucción, a diferencia de los damnificados en los desastres, que como norma asumen dicha reconstrucción de inmediato.
- Se crean condiciones propicias para que se violen los derechos humanos, que se perpetúan en el tiempo.22,23
- Las comunidades se llegan a desplazar en masa huyendo de la violencia, a diferencia de los desastres naturales en los que con frecuencia se prefiere permanecer en los propios lugares. El exilio suele ser prolongado e incluso permanente.24
- Se afecta o destruye la infraestructura productiva, las viviendas y las edificaciones de todo tipo.

Es decir, ni las causas de la guerra ni las consecuencias de esta para la salud y la comunidad, son equivalentes a los desastres. En relación con la causa, la finalidad de la guerra de producir daño marca la diferencia con los desastres. Con respecto a las consecuencias para la salud, en la guerra se hacen más difíciles las acciones de prevención y de mitigación al tener que realizar estas acciones, en situaciones particularmente complejas.

Es una ilusión considerar que la guerra se puede realizar de una manera circunscrita, en la que solo participen militares y los líderes políticos, sin afectar a la población civil. Se ha intentado por las potencias guerreristas de hoy que este mito sea difundido, pero la práctica ha demostrado todo lo contrario. Sin embargo la afirmación de que el despliegue y uso de la fuerza militar causa daño físico y psicológico, ha sido confirmada en múltiples ocasiones.25 Este mito está relacionado con conceptos como guerra inteligente, golpe preventivo, guerra limitada, conflictos de baja intensidad entre otros.

Se estima que desde el fin de la Segunda Guerra Mundial a la fecha se han producido más de 160 guerras, principalmente en países del tercer mundo y al interior de los países, al exacerbarse diferencias entre grupos por razones etnoculturales, generalmente promovidas de manera artificial por grupos de poder y se realizan con una amplia participación civil.26

Es indudable que la guerra y los desastres comparten muchos puntos de contacto, razón por la cual estas 2 condiciones se encuentran recogidas de manera única o paralela en múltiples documentos oficiales y académicos de Cuba y otros países.

En la Ley de Defensa Nacional, se regula en un texto legal único la forma en que se declara el estado de Guerra o la Guerra y el Estado de Emergencia ante la inminencia de desastres naturales, sus efectos y su terminación, así como la organización y funciones de los Consejos de Defensa a todos los niveles. De manera similar ocurre en los planes de preparación y actuación a los distintos niveles.27

En el campo de la salud mental muchas de las acciones a desarrollar en las etapas del ciclo de reducción de desastres son similares a las que hay que emplear en la guerra, con las adecuaciones lógicas a los escenarios específicos de los que se trate.

 

CONCLUSIÓN

Las diferencias entre la guerra y los desastres en relación con las causas y las consecuencias para la salud resultan mayores que las similitudes que ambos fenómenos presentan, por lo que son 2 situaciones que hay que estudiarlas por separado para no propiciar errores y confusión.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Galbán Liuba Y, Espíndola Artola A, Cardoso Hernández J, González Hidalgo T. La guerra como desastre. Sus consecuencias psicológicas. Rev Hum Med  [periódico en la Internet]. 2007  Dic [citado 2009  Abr  20];  7(3): Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1727 -81202007000300005&lng=es&nrm=iso

2. Bello Gutierrez B, Cruz Álvarez NM, Álvarez Sáez M, Chao Rojas F, García Gómez V. Medicina de desastres. La Habana: Ecimed; 2004. p. 38.

3. Benyakar M. Salud mental y desastres. Nuevos desafíos. Rev Neurol Neurocir Psiquiatr. 2002;35(1):Ene.-Mar.:3-25.

4. De Lisi LE. El desastre del Katrina y sus lecciones. World Psychiatry (Ed Esp). 2006;4:3-4.

5. Croc L, Doutheau C, Salham M. Les reaction emotionnelles dans les catastrophes. Encyclopedie medico chirurgicale. Paris: Edition techniques; 1987.

6. Cohen RE, Ahearn Jr FL. Manual de la atención de salud mental para victimas de desastres. México, DF: Harla; 1989.

7. Diccionario de la real academia española. Disponible en: http://www.rae.es/

8. Lorenzo Ruiz A. Gerencia de los desastres en Cuba. Disponible en: www.cardin.uwimona.edu.ym:1104

9. Poncelet JL, Caldos de Almeida JM. Protección de la salud mental en situaciones de desastres y emergencias. Serie Manuales y Guías sobre desastres, Nº 1. Organización Panamericana de la Salud. Washington DC: OPS; 2002. p. 1.

10. Valero Álamo S. Guerra vs. Desastres. Dos caras de una misma moneda. Disponible en: http://www.monografia.com

11. Castro Ruz R. Directiva No. 1 del vicepresidente del Consejo de Defensa Nacional. Para la planificación, organización y preparación del país para las situaciones de desastres. La Habana, 1ro de junio de 2005.

12. Buznego Rodríguez E. Fidel Castro Ruiz sobre temas militares (078). La Habana: Imprenta Central de las FAR; 1990.

13. Mousa F, Madi H. Impact of the humanitarian crisis in the occupied Palestinian territory on people and services. Gasa: United Nations Relief and Works Agency for Palestinian Refugees in the Near East (UNRWA); 2003.

14. Derechos Humanos y Paz: 300 000 niños son usados como soldados en 20 países del mundo. Disponible en: http://www.onunet.org.uy/print.php?sid=236 - 24k

15. Cardozo BL, Bilukha OO, Gotway CA, Wolfe MI, Gerber ML, Anderson M. Report from the CDC: mental health of women in postwar Afghanistan. J Womens Health (Larchmt). 2005 May;14(4):285-93.

16. Scholte WF, Olff M, Ventevogel P, de Vries GJ, Jansveld E, Cardozo BL, Crawford CA. Mental health symptoms following war and repression in eastern Afghanistan. JAMA. 2004 Aug 4;292(5):585-93.

17. Samper RE, Taft CT, King DW, King LA. Posttraumatic stress disorder symptoms and parenting satisfaction among a national sample of male Vietnam veterans. J Trauma Stress. 2004 Aug;17(4):311-5.

18. Investigación de la guerra del Golfo. Un informe para los veteranos. Disponible en: http://www.va.gov/gulfwar

19. Engel CC, Jaffer A, Adkins J, Riddle JR, Gibson R. Can we prevent a second `Gulf War syndrome'? Population-based healthcare for chronic idiopathic pain and fatigue after war. Adv Psychosom Med. 2004;25:102-22.

20. Kang HK, Natelson BH, Mahan CM, Lee KY, Murphy FM. Post-traumatic stress disorder and chronic fatigue syndrome-like illness among Gulf War veterans: a population-based survey of 30 000 veterans. Am J Epidemiol. 2003;157:141-8.

21. Srinivasa M, Rashari L. Consecuencias de la guerra sobre la salud mental: una breve revisión de los resultados de las investigaciones. WPA World Psychiatry (Ed. Exp). 2006;4:25-30.

22. Human Right Watch. Into harm's way: Forced return of displace people to Chechnya. Disponible en: http://hrw.org/report/2003/russia0103

23. Amowitz LL, Him G, Reis C. Human rights abuses and concerns about women's health and human rights in southern Iraq. JAMA. 2004;291:1505-6.

24. Noji, Eric K. Impacto de los desastres en la Salud Pública. Bogotá: Organización Panamericana de la Salud, OPS-OMS; 2000. p. 14.

25. Galea S, Wortman K. La salud de la población como argumento frente a la guerra. WPA World Psychiatry (Ed. Exp). 2006;4:31-2.

26. Fischer H, Klarman K, Oborocearu MJ. American war and military operations casualties: Lists and statistics. CRS Report for congress, Order code RL32492. Congressional Research Service. 2007.

27. Gaceta oficial. Ley Numero 75 de la Defensa Nacional. Disponible en: http://www.uh.cu/infogral/areasuh/defensa/ldn.htm

 

 

Recibido: 5 de enero de 2009.
Aprobado: 12 de febrero de 2009.

 

 

My. René Esteban Ventura Velásquez. Instituto Superior de Medicina Militar "Dr. Luis Díaz Soto". Ave Monumental y Carretera de Asilo. Habana del Este. La Habana, Cuba.

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