SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.42 número4Las fiebres hemorrágicas víricas como síndromes paralelos índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Revista Cubana de Medicina Militar

versión impresa ISSN 0138-6557

Rev Cub Med Mil vol.42 no.4 Ciudad de la Habana sep.-dic. 2013

 

CARTA EL EDITOR

 

Joaquín Albarrán Domínguez, nombre que prestigia a Cuba, su pueblo, su obra y su historia

 

Joaquín Albarrán Domínguez, a name that brings honor to Cuba and the Cubans, their work and history

 

 

Dr. Rafael Pinilla González

Hospital Clínicoquirúrgico "Joaquín Albarrán Domínguez". La Habana, Cuba.

 

 

Recientemente, al revisar el artículo "Fibrosis retroperitoneal primaria" de Edgar Luis Morejón Palacios, Mireya Martínez Felipe, Sandra Rodríguez Hernández, Damaris María Guzmán Martínez, Félix Baez Sarría y Emilio Carlos Fors López, del Hospital Militar Central "Dr. Luis Díaz Soto" y publicado en la Revista Cubana de Medicina Militar, 2012;41(4), los autores señalan que la referida afección "fue descrita por el urólogo francés Albarrán, en el año 1905 y posteriormente en el año 1948 el médico inglés Ormond añade a la bibliografía la enfermedad en el Reino Unido y por tal motivo hoy se conoce también como enfermedad de Ormond".

Para nada empaño el valor del prestigioso profesional que describió tan acertadamente la entidad con mi comentario, pero busqué la cita bibliográfica que hacía referencia a este hecho histórico en el trabajo: Castro Iglesias N, Belhassen-García M, Velasco-Tirado V, Carpio-Pérez A, Inés-Revuelta S, Martín-Barba S, et al. Enfermedad de Ormond: experiencia de cinco casos. Reumatol Clin. 2010;6(4):199-202, y expresa lo citado anteriormente.

Revisé la cita bibliográfica que respalda esta información y aparece el trabajo Vaglio A, Salvarani C, Buzio C, Retroperitoneal fibrosis, Lancet. 2006;367:241-51.

Con igual enfoque, apareció en la búsqueda otro trabajo de Jones EA, Alexander MK, Idiopathic Retroperitoneal Fibrosis associated with an arteritis. Ann Rheum Dis. 1966;25:356, que otorga a Ormond la primacía del informe en lengua inglesa, quien señala el de Albarrán 43 años antes y acota el trabajo original que no pude encontrar: Albarrán, J. (1905). P. V. Ass. Franc Urol. 9. 511.

Encontré en un enlace de la Wikipedia en español,1 el epónimo síndrome de Albarrán-Ormond: fibrosis inflamatoria retroperitoneal; nombrado por el urólogo John Kelso Ormond (1886-1978), (me quedo con dudas si es norteamericano o inglés) cuando buscamos a Joaquín María Albarrán Domínguez.

Este insigne cubano nació en Sagua la Grande, Cuba, el 9 de mayo de 1860. Estudió la carrera de Medicina en Barcelona, y obtuvo el título en 1877. Posteriormente realizó su doctorado en Madrid. En 1878 viajó a París, donde entabló amistad con Louis Antoine Ranvier y Louis Ch. Malassez. Con ellos se formó como histólogo.

Se dice que fue Ranvier, convencido de sus condiciones excepcionales, quien lo persuade a no interrumpir su desarrollo, en momentos en que el panorama científico cubano además, era especialmente sombrío, le convenció para que se quedara en París.2 El joven siente que no tiene derecho a abandonar la ciencia, un camino en el cual también se cubre de gloria a la Patria.3 Se formó con Pasteur en bacteriología y microbiología.

El nombre de Joaquín Albarrán va unido al desarrollo de la especialidad urológica. Sus contribuciones en este terreno tienen una interesante base: supo unir tanto la perspectiva anatomoclínica como la fisiopatológica. Su formación clínica la realizó de forma especial con Jean-Casimir-Félix Guyón, quien en la constitución de la urología como especialidad1-4 jugó un papel tan destacado como el que desempeñó el alemán Max Nitze con la invención del cistoscopio.

Guyón dirigió el Hospital Necker, una clínica urológica en la que se formaron urólogos de todo el mundo. Allí Albarrán fue nombrado profesor agregado en 1892 y fue el discípulo que se convertiría en la principal figura de la disciplina durante los primeros años del siglo XX. En 1906 sucedió a Guyón como director de la Clínica de Urología del Hospital Necker.2,3

Incorporó igualmente a la especialidad la doctrina fisiopatológica, obtuvo un método original y muy eficaz para lograr el examen de las funciones renales. Lo expuso en una obra que es un clásico de la literatura urológica: "Exploration des fonctions rénales" (1905). Ideó una "uña" o "unglet" (uña de Albarrán) que se añadía al cistoscopio inventado por Nitze y permitía el cateterismo separado de los uréteres. Este fue el origen de los primeros trabajos sobre la capacidad funcional del riñón.3,4

De igual forma Albarrán pudo incorporar la técnica radiológica al diagnóstico de la litiasis renal. Tanto la mentalidad anatomoclínica como la fisiopatológica son evidentes en la obra que tituló Medicina operatoria, que se publicó en 1908, de gran influencia en el desarrollo de la urología posterior. El gran urólogo catalán Antonio Puigvert, expresaría de ellas: "… en la obra de Albarrán muchas de las ideas actuales, están allí más o menos esbozadas y definidas; en los fundamentos de sus tesis y en los resultados de sus investigaciones intuyó conceptos que constituyeron las piedras fundamentales del gran edificio inmediato de la urología actual".

Mereció los premios Godard (1893 y 1903) de la Academia de Ciencias de París; Tremblay (1897, 1899 y 1904) de la Academia de Medicina; Barbier (1897) de la Facultad de Medicina y se le condecoró como Oficial de la Legión de Honor por el Gobierno de Francia (1907). Fue miembro de mérito de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana, miembro de las Academias de Medicina y de Cirugía de París, de las Sociedades Anatómica y de Cirugía de París, vicepresidente de la Asociación Francesa de Urología y perteneció a numerosas academias y sociedades científicas de Europa y América.

Su extensa obra científica comprende la invención de 21 instrumentos, aparatos y piezas de técnica de cirugía urológica; los libros, todos publicados en París: "Estudio experimental de la retención de la orina" (1890); "Los microorganismos del cáncer" (1890); "Los tumores de la vejiga" (1892); "Enfermedades quirúrgicas del riñón y de la uretra" (1899); "Enfermedades de la próstata y estrechez de la uretra" (1900); "Los tumores del riñón" (1907); "Exploración de las funciones renales" (1905), su obra cumbre; "Nuevo procedimiento de nefrectomía subcapilar" (1905)4 y "Medicina operatoria de las vías urinarias" (1909), así como 334 monografías y artículos.3-5 Presidió el I Congreso Internacional de Urología celebrado en París en 1908 y participó en numerosos eventos científicos internacionales.3-5 Fue nominado en 1912 para el Premio Nobel de Medicina.1 Fue además el primer profesor hispano de Cirugía en Francia, así abrió las puertas para otros hispanos en esta época en que Francia estaba a la vanguardia de la investigación médica.

A la diabetes que venía padeciendo se añadiría una tuberculosis, adquirida en un accidente operatorio, al terminar una nefrectomía. Se vio obligado a apartarse definitivamente de sus responsabilidades profesionales en 1909, en plenitud de facultades y en la cima de su fama mundial. Albarrán permanece largas temporadas fuera de París, tratando inútilmente de recuperar su salud, solo el hablarle de Cuba lograba sustraerlo de su tristeza, referiría uno de sus discípulos más queridos. Al doctor Enrique Morado, amigo y testigo de sus últimos días, le hizo el encargo de que "remitieran a Sagua su toga, bonete y medalla de oro, para que allí los conservaran" (hoy, son parte del patrimonio del Museo Municipal).

Al doctor Tomás Hernández, amigo de su infancia, confió el mensaje de hacerle saber a sus coterráneos que "su último pensamiento sería para ellos".3 Murió muy joven, a la edad de 52 años, el 17 de enero 1912 en Paris.3,5 Fue enterrado en el cementerio de Neuilly-Sur-Seine.

Considerado como cubano, español y francés, acarició la gloria con la modestia, sencillez y humildad propia de los grandes hombres y demostró en su vida lo que un día dijo: "Seguiré llevando en mi cerebro el afán por la ciencia y en mi pecho el amor por mis compatriotas".

De la primera parte hay datos suficientes y de la segunda baste decir que el 8 de diciembre de 1894, en fecha próxima al comienzo de la Guerra del 95, José Martí escribió una carta en la que incluye a Albarrán entre "lo más valioso de nuestra gente en París".

En esa ciudad, la acción compleja de los patriotas cubanos, le confiere en el seno de la emigración un puesto de primer plano, no siempre bien reconocido. Albarrán es uno de sus miembros más dinámicos, prueba de ello es la circular escrita por el General Antonio Maceo en plena campaña invasora, la cual expresa: "…me complazco en participarle que el Comité de París acaba de organizarse en esta forma: presidente, el afamado doctor Joaquín Albarrán…".3

Albarrán declararía en la revista El Fígaro de La Habana, las frases que quedarían grabadas en el pedestal de la estatua que le erige su pueblo natal, en 1910: "Si los azares de la vida me han hecho adoptar por patria a la gran nación francesa, nunca olvido que soy cubano y siempre tenderán mis esfuerzos a hacerme digno de la patria en que nací".3

Comparto con ustedes estas líneas para poner en su verdadero sitio la realidad histórica y poder llamar con justicia a la fibrosis retroperitoneal primaria "enfermedad de Albarrán", y si los informes sajones quieren destacar el valor de Ormond por su trabajo en esta afección y divulgación en escenarios de la lengua inglesa, sería justo que su nombre suceda al de Albarrán.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Wikipedia. Joaquín Albarrán y Domínguez. [citado 18 Ene 2013]. Disponible en: http://es.wikipedia.org/wiki/Joaqu%C3%ADn_Albarr%C3%A1n_y_Dom%C3%ADnguez

2. Historia de la medicina. Joaquín Albarrán y Domínguez (1860-1912). [citado 18 Ene 2013]. Disponible en: http://www.historiadelamedicina.org/albarran.html

3. Fernández Arias M. Joaquín María Albarrán Domínguez (1860-1912), un cubano universal (Discurso pronunciado en la conmemoración del centenario de su desaparición física). Rev Haban Cienc Méd [Internet]. 2012 Mar [citado 18 Ene 2013];11(1):3-10. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1729-519X2012000100002&lng=es

4. Delgado García G. Joaquín Albarrán Domínguez (1860-1912). Revista de Ciencias Médicas La Habana [Internet] 2008 [citado 18 Ene 2013];14(2). Disponible en: http://www.cpicmha.sld.cu/hab/pdf/vol14_2_08/hab16208.pdf

5. Saa Vidal R. Joaquín M. Albarrán y Domínguez (1860-1912). Revista SILAC [Internet] 1995 [citado 18 Ene 2013];3(1):49-53. Disponible en: http://www.sld.cu/galerias/pdf/uvs/cirured/dr.joaquin_m_albarran_y_dominguez.pdf

 

 

Recibido: 2 de julio de 2013.
Aprobado: 30 de agosto de 2013.

 

 

Rafael Pinilla González. Hospital Clínicoquirúrgico "Joaquín Albarrán Domínguez". La Habana, Cuba.

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons