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Revista Cubana de Medicina Militar

Print version ISSN 0138-6557On-line version ISSN 1561-3046

Rev Cub Med Mil vol.45 no.3 Ciudad de la Habana July.-Sept. 2016

 

REVISIÓN HISTÓRICA

 

El coronel José Lázaro Martín Marrero y su nexo con la medicina militar cubana

 

Colonel José Lázaro Martín Marrero and his link in Cuban military medicine

 

 

Jorge Eduardo Abreu Ugarte, Eulises Padilla Leonard, Jorge Delgado Calzado

Universidad de Ciencias Médicas de las FAR. La Habana. Cuba.

 

 


RESUMEN

Los orígenes de la medicina militar cubana se remontan a la incipiente participación de los médicos en las luchas por la independencia del colonialismo español. Una vez instaurada la República, algunos médicos del Ejército Libertador integraron los primeros núcleos de lo que sería el esbozo inicial de la sanidad militar de las fuerzas armadas en su etapa fundacional, con lo cual contribuyeron a su posterior desenvolvimiento. Para ampliar y profundizar en este tema, se presentan los resultados de una revisión bibliográfica dirigida al estudio de una de las personalidades de nuestra medicina militar. Se trata del coronel médico José Lázaro Martín Marrero, quien tuvo un papel relevante en la sanidad militar durante la guerra de independencia y más tarde participó en sucesos significativos vinculados con el ulterior desarrollo de la medicina militar en Cuba. Los resultados del presente trabajo permiten señalarlo como un nexo que relacionó diferentes generaciones de médicos militares.

Palabras clave: Martín Marrero; medicina militar; médico militar.


ABSTRACT

The origins of the Cuban military medicine are found in the early participation of the physicians in the fights by the independence from the Spanish colonialism. Once the Republic was established, some doctors of the Liberating Army integrated the first nuclei of what would be the initial draft of military health of the armed forces in its founding stage, which contributed to its subsequent development. To expand and deepen this topic, we present the results of a bibliographic review aimed at the study of one of the personalities of our military medicine. This is the doctor Colonel Jose Lazaro Martin Marrero, who played an important role in military health during the war of independence and later participated in significant events related to the further development of military medicine in Cuba. The results of the present study allow to point him out as a nexus that related different generations of military doctors.

Keyword: Martín Marrero; military medicine; military physician.


 

 

INTRODUCCIÓN

El surgimiento y ulterior desenvolvimiento de la Medicina Militar en Cuba tiene una estrecha relación con la incipiente participación de muchos médicos en las luchas por la independencia del país en diferentes épocas. Por lo que se corresponde ineludiblemente con el patriotismo de los cubanos que contribuyó al proceso de formación de la nacionalidad y la nación.

Con la Guerra de los Diez Años, iniciada con el alzamiento de Carlos Manuel de Céspedes, seguido por un grupo de patriotas el 10 de octubre de 1868 y la instauración de la República en Armas, comenzó la historia de la medicina militar cubana en el contexto de la organización y en la propia actuación en el aseguramiento médico de las acciones combativas del Ejército Libertador.1 En la Guerra del 95, gestada por José Martí 2 e iniciada el 24 de febrero de 1895, el constituido Cuerpo de Sanidad Militar fue integrado por muchos de los experimentados médicos patriotas de la Guerra del 68, donde alcanzó mayor organización y desarrollo.

Luego de la independización de Cuba del colonialismo español, y con la institución del ejército de la República la Sanidad Militar adquirió una dimensión propia. Su surgimiento y desarrollo estuvieron ligados a los de las fuerzas armadas en uno de los periodos más importantes y turbulentos de la historia de Cuba: el cese del colonialismo español, la intervención norteamericana y el nacimiento de la República.

Miembros de la Sanidad Militar del Ejército Libertador integraron los núcleos médico-militares de lo que serían los esbozos de las fuerzas armadas en su etapa fundacional, enmarcada aún en el periodo de la primera ocupación norteamericana. Médicos militares veteranos del ejército mambí, patriotas que pusieron sus conocimientos profesionales a disposición de la causa independentista prestando sus servicios en la atención a los combatientes en la manigua, principal campo de batalla durante la guerra de independencia, aportaron también sus experiencias al recién creado servicio de Sanidad Militar del ejército cubano.

Como otras instituciones en Cuba, la Sanidad Militar surge en una sociedad en la que prevalecieron el desánimo y la corrupción política, como describe Carlos Loveira y Chirino3 en su novela "Generales y doctores". En los inicios de la época republicana, la Sanidad Militar pasó por varias etapas marcadas por contradicciones internas, dadas por el papel del ejército en aquel contexto histórico y el de algunos médicos veteranos de la guerra asociados a esferas del poder militar y político, en un periodo caracterizado por una singular dinámica social, en la cual se instituía la nación cubana bajo la injerencia norteamericana.4

La institución armada, modelada según las características de la época, se transformó, a partir de 1933, en el instrumento de un sargento golpista5 y llegó a alcanzar el máximo antagonismo con la usurpación del gobierno por el propio caudillo, auto ascendido a general y auto nominado presidente en 1940 y por el golpe militar del 10 de marzo de 1952,6 momento en que el ejército expresó con mayor claridad sus deformaciones e incondicional sometimiento a las estructuras de un poder tiránico. 7

A partir del año 1956, con la expedición y el desembarco del yate Granma, comenzó un nuevo periodo en el que coinciden en tiempo y espacio la Sanidad Militar del ejército constitucional con los Servicios Médicos del Ejército Rebelde, hasta el triunfo de la Revolución en 1959, cuando se desarticula y desaparece el precario ejército y se constituyen las Fuerzas Armadas Revolucionarias y sus Servicios Médicos. Como consecuencia, se reestructuraron sus instituciones médicas de salud; entre estas, los hospitales militares a los diferentes niveles, para adecuarlos a los propósitos sociales de la Revolución.

Desde el inicio de las guerras independentistas del siglo XIX, en el transcurso del siglo XX y en la contemporaneidad, diferentes generaciones de médicos militares cubanos han contribuido al desarrollo de la medicina militar. Cada una ha tenido sus propias características en correspondencia con el contexto histórico, político, económico y social de su época. Además, han aportado conocimientos y experiencias que han servido de referencias y fundamentos para el desarrollo de la medicina militar en nuestro país.8

Los Servicios Médicos de las FAR tomaron las experiencias positivas de las anteriores etapas de la medicina militar cubana que, junto a nuevas concepciones, sirvieron de base para el desarrollo creciente en su desempeño en el aseguramiento médico a las tropas.9

Los reglamentos organizativos y de asistencia, las experiencias en la dirección, organización, planificación y ejecución del aseguramiento de diversas acciones de los combatientes dentro y fuera del país, en tiempo de paz, en la guerra y en otras condiciones de contingencia, la creación de diferentes instituciones militares de salud, los resultados de la actividad científica, investigativa y docente de los médicos militares han contribuido al desarrollo de los Servicios Médicos.9

En el presente artículo se presentan los resultados de un trabajo de revisión histórica que centró la atención en el coronel médico Martín Marrero, una de las personalidades de nuestra medicina militar que, desde el transcurso de las guerras de independencia contra el colonialismo español, tuvo un papel relevante en la Sanidad Militar en Cuba y posteriormente participó en hechos significativos en la medicina militar.

 

DESARROLLO

Vida y primeras acciones patrióticas

José Lázaro Martín Marrero Rodríguez nació el 17 de diciembre de 1859 en Santiago de las Vegas, allí cursó sus primeros estudios. Uno de sus más cercanos amigos fue Juan E. Delgado González, un destacado patriota que alcanzó el grado de coronel del ejército independentista y protagonizó la heroica proeza del rescate del cadáver del mayor general Antonio Maceo y el de su ayudante, capitán Francisco Gómez Toro y los salvaguardó con el poco conocido "Pacto del Silencio".10

Martín Marrero estudió Medicina en la Universidad de La Habana. En su etapa universitaria se vinculó con las perseverantes ideas independentistas a través de notables patriotas y con jóvenes comprometidos con la causa cubana. Concluyó los estudios en 1887 y trabajó como médico en su pueblo natal hasta 1890, en que se trasladó a Jagüey Grande donde ejerció la profesión.

En esta localidad matancera fue contactado por el también médico y patriota Pedro Betancourt, que lo envió a Estados Unidos para contactar con José Martí, quien lo designó delegado del Partido Revolucionario Cubano en esa localidad, con la misión de organizar la insurrección en la región.11 En esa ocasión, Martí le expresó al doctor Martín Marrero: "Los médicos son los más apropiados y, por lo tanto, serán los mejores delegados. Sus pasos en ninguna hora, ni en ninguna parte llaman la atención: siempre son bien recibidos. Todos les deben algo: unos la vida, otros dineros. El médico es quien mejor conoce los secretos de todos: por eso, esta será la revolución de los médicos".12 Esta aseveración se aviene con la ingente presencia de los galenos en la contienda del 1895, destacada por la historiografía médica republicana.13,14

El 24 de febrero de 1895, Martín Marrero cumplió la orden de iniciar la guerra y dirigió el alzamiento en la Finca "La Yuca". 11 Dos días después, enfrentó a los españoles en "Palmar Bonito". Este fue el primer combate en la región occidental del país y el cuarto en toda la isla. Más tarde, en condiciones muy adversas, se vio obligado a internarse en la Ciénaga de Zapata, donde fue detenido y deportado a España. Logró escapar y llegar a Francia, desde donde se trasladó a los Estados Unidos para reincorporarse a las fuerzas patrióticas.

Regresó a Cuba en la expedición del vapor "Bermuda", organizada por el coronel Emilio Núñez y con el mayor general Calixto García Iñiguez como jefe. Desembarcaron el 25 de marzo de 1896 cerca de Baracoa. En este viaje se vinculó con la generación de médicos de la "Guerra de los Diez Años", al compartir los riesgos con varios colegas patriotas, entre ellos el prestigioso médico: doctor Eusebio Hernández Pérez. Este último, combatió en las tres guerras por la independencia de Cuba y fue un reconocido hombre de ciencia. Legó una apreciable obra escrita en el campo de la Obstetricia y la Ginecología, en el que fue un excepcional profesor en la Universidad de la Habana.15 En la Sanidad Militar, alcanzó el grado militar de General de Brigada y tuvo, como médico, la responsabilidad de la atención personal de la familia del mayor general Antonio Maceo durante su exilio en Jamaica.16-18

Martín Marrero regresó a la guerra con el grado de Comandante y bajo las órdenes de Máximo Gómez, sirvió como médico militar de la Comandancia general. Por sus méritos, fue ascendido a Coronel en junio de 1897. Prestó servicios en la Sanidad Militar en la Primera División del Quinto Cuerpo y, más tarde, en el Cuartel General del Cuarto Cuerpo.19,20

Al terminar la guerra de independencia, fue designado por Gómez como Comandante Militar de Remedios, ocupó la ciudad al frente de las fuerzas libertadoras el 28 de diciembre de 1898 (fig. 1). Se licenció el 1ero de abril de 1899. Fue nombrado por las autoridades de ocupación alcalde en Yaguanas y ratificado por el voto popular.

En su condición de médico, trabajó para mejorar la atención de la salud y apoyó iniciativas locales encaminadas a este fin. Constituyó la Junta de Sanidad, que propició la construcción del primer hospital en esta localidad, inaugurado el 7 de septiembre de 1899. Ese año, junto a otros patriotas, participó en la exhumación de los restos del Mayor General Antonio Maceo y su ayudante Panchito Gómez Toro y el homenaje póstumo efectuado.10

Se incorporó al recién constituido Ejército nacional el 14 de enero del año 1903 y fue nombrado médico del Cuerpo de Artillería. Con el grado de Capitán ocupó el cargo de primer oficial de Sanidad en el hospital de "La Cabaña", sustituyendo al doctor Jorge Vega Lamar, que se había incorporado en abril de 1902. Es oportuno comentar que este último también prestó sus servicios como médico militar en el 4to. Cuerpo en el Ejército Libertador. Allí alcanzó el grado de Comandante y se registra como el primer médico militar en Cuba, luego de independizada del colonialismo español, al ingresar en la Sanidad Militar en 1902, donde sirvió con el grado de capitán en el 1er. Cuerpo de artillería hasta su renuncia en enero de 1903.

En 1904, el doctor Marrero fue transferido como director a una instalación recién construida, el Hospital Militar Nacional, ubicado cerca de La Cabaña. Tuvo como auxiliar al primer teniente Horacio Ferrer y Díaz, otro médico militar del Ejército Libertador que alcanzó el grado de Comandante y uno de los precursores de la medicina militar en Cuba, al incorporarse en 1904 al ejército, donde fue oftalmólogo, higienista y organizador. Contribuyó a la caída de la dictadura de Machado al promover la desobediencia del ejército, llegó al grado de Coronel médico y fue Secretario de Guerra y Marina del efímero gobierno de Carlos Manuel de Céspedes. El Hospital Militar Nacional recibía remisiones para ingreso y tratamiento de miembros de la Guardia Rural de todo el país, estando regulado por orden militar todo lo concerniente al traslado, recepción e ingreso de los enfermos.

En 1913, Martín Marrero, con el grado de Comandante, ocupó la Jefatura de Sanidad del ejército permanente.10 En este periodo se promovió la reconstrucción del Hospital General del Ejército (antiguo Hospital de Columbia utilizado por el ejército norteamericano durante la segunda intervención). Fueron sustituidos los barracones de madera por otros de mampostería, modernos y confortables, para prestar atención médica al personal del ejército permanente, de la guardia rural y de la Marina de Guerra nacional. Para esto, contó con el apoyo del Jefe del Estado Mayor del ejército, Mayor General José Martí y Zayas Bazán.

En 1915, mientras ocupaba el cargo de jefe de la Sección de Sanidad del Estado Mayor General del ejército, participó activamente en la comisión encargada de elaborar el proyecto para la construcción del nuevo Hospital General del Ejército, que se construiría en Marianao entre 1915 y 1925. Este consistió -según la técnica arquitectónica hospitalaria de la época- en algunos pabellones aislados. La instalación se reinauguró reconstruida y ampliada el 4 de septiembre de 1943.

En 1919 fue nombrado director del Hospital General del Ejército, periodo en que comenzó la docencia en esta institución. Se creó la escuela de sanitarios para la instrucción como enfermeros militares de alistados seleccionados. Esta unidad docente se incorporó a la Escuela Libre de Enfermeros adscripta a la Universidad de la Habana. En 1920 se confeccionaron e imprimieron en los talleres del ejército los siguientes manuales: "El sanitario como enfermero militar", "Higiene militar", "Primeros auxilios" y el de "Instrucción para el Servicio de Sanidad". Estos fueron los primeros textos oficiales de la escuela de sanitarios radicada en este hospital.

Martín Marrero alcanzó nuevamente el grado de Coronel, esta vez en el ejército constitucional. Siendo director del Hospital General del Ejército y de la Sanidad Militar promovió la superación profesional de los médicos militares en esta institución (fig. 2). Se iniciaron los cursos de perfeccionamiento para oficiales médicos, en los que recibían instrucción teórica y práctica de las más recientes adquisiciones de las ciencias médicas; así como de higiene militar, leyes y reglamentos militares, táctica de campaña y otros temas militares. Se creó una biblioteca ambulante con literatura médica-militar actualizada y se logró un acuerdo para enviar a escuelas médico-militares del extranjero, especialmente a los Estados Unidos, a oficiales de la Sanidad Militar para cursar estudios médicos especializados, ampliar su preparación profesional y la eficiencia en la atención a las tropas.

El doctor Martín Marrero fue una figura prominente de la guerra del 1895, cuyo pensamiento, personalidad y trayectoria consagrada a la independencia de Cuba no ha sido adecuadamente divulgada. Se destacó por su dedicación a la Medicina militar en diferentes momentos de nuestra historia y contribuyó de diversos modos a su desarrollo: brindó sus experiencias organizativas, favoreció la creación de un sistema de superación para los médicos militares y con su propia participación en el proyecto de construcción del Hospital General del Ejército.

Se retiró en 1926, decepcionado por la actuación represiva del ejército en algunos acontecimientos nacionales. No utilizó sus méritos en beneficio propio y terminó su vida dedicado modestamente a la Medicina en su pueblo natal. Falleció el 15 de diciembre de 1943, en Santiago de Las Vegas. Por sus relevantes méritos al servicio de la Patria Jagüey Grande lo nombró "Hijo Adoptivo" y Santiago de las Vegas "Hijo Distinguido".10

La participación de los médicos como miembros de la Sanidad militar en las guerras independentistas de 1868 y de 1895, en las que alcanzaron importantes rangos en el Ejército Libertador, coadyuvó al acopio de experiencias surgidas de sus funciones como jefes o como médicos militares. Esto favoreció la creación de una sanidad militar autóctona en el ejército cubano y su desenvolvimiento posterior sentó las bases para los Servicios Médicos en la Revolución.

El doctor Martín Marrero fue el primer director del Hospital General del Ejército, actual Hospital Militar Central "Doctor Carlos Juan Finlay" (fig. 3), institución insigne de los Servicios Médicos con una tradición histórica en la Medicina Militar que perpetúa su obra. Sus profesores ofrecen docencia en sus áreas asistenciales, clínicas y quirúrgicas, laboratorios y consultas. Constituye el principal escenario docente de la Universidad de Ciencias Médicas de las FAR, institución acreditada para la formación y la superación de las nuevas generaciones de médicos militares, educadas sobre principios éticos y patrióticos que ennoblecen la profesión,21-26 con una cultura investigativa, científica e innovadora,27,28 en correspondencia con el campo de acción de la Medicina militar contemporánea.29,30

Los resultados del presente trabajo permiten señalar al doctor Martín Marrero como un nexo que vincula a diferentes generaciones de médicos militares que pertenecieron a dos etapas bien demarcadas en nuestra historia: el periodo final del colonialismo español y el de la República. Se relacionó con médicos de la Guerra del 68 incorporados también a la Guerra del 95. En esta última, él mismo fue una de las personalidades relevantes de la Sanidad Militar. Se sitúa entre los precursores de la Medicina Militar y de la docencia médico militar en Cuba, en los inicios y primeras décadas de la República.

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Recibido: 30 de julio de 2016.
Aprobado: 30 de septiembre de 2016.

 

 

Jorge Eduardo Abreu Ugarte. Universidad de Ciencias Médicas de las FAR. La Habana, Cuba.
Correo electrónico: jabreu@infomed.sld.cu

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