La enfermedad por el virus del Ébola (EVE) o fiebre hemorrágica del Ébola (FHE), también conocida como ébola, es una enfermedad vírica aguda grave, transmitida al ser humano por animales salvajes, que se propaga en las poblaciones humanas por transmisión de persona a persona. Se asocia al contacto directo o indirecto con sangre o secreciones corporales. Afecta a personas y a primates (monos, gorilas y chimpancés).1,2,3,4,5
La EVE es causada por un virus de la familia Filoviridae, del género Ebola virus. El género tiene 5 especies: Ebola virus Bundibugyo (BDBV), Ebola virus Zaire (EBOV), Ebola virus Reston (RESTV), Ebola virus Sudan (SUDV), y Ébola virus Taï Forest (TAFV). Las especies BDBV, EBOV y SUDV se han asociado a grandes brotes de EVE en África, al contrario de las RESTV y TAFV.
Se desconoce el origen del virus del Ébola, pero las pruebas científicas apuntan a los murciélagos frugívoros (familia Pteropodidae). El periodo de incubación oscila entre 2 y 21 días.3,4,5
En fases avanzadas, se presentan signos de hemorragia en el 50 % de los casos, que causa la muerte a los pocos días. Los pacientes fallecen por fallo multiorgánico o choque séptico entre el día seis y el dieciséis de la enfermedad. La tasa de mortalidad es cercana al 90 %.4,5,6,7
En el año 2014 surge el mayor brote de esta cepa en la historia de la humanidad. Primero afectó a Guinea-Conakry y luego a Sierra Leona, Liberia y Nigeria. El 8 de agosto de 2014, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó la situación como "emergencia pública sanitaria internacional" y recomendó medidas para detener su transmisión en medio de la expectante preocupación mundial ante el riesgo de pandemia global. Entre ellas, pedía a los países donde se habían detectado afectados, que declarasen emergencia nacional y hacía una llamada a la solidaridad internacional.
La República de Cuba fue el primer país en responder al llamado de la OMS, además fue la nación con más personal de salud enviado a África occidental.1,8,9
En este trabajo, se trazó como objetivo de investigación, caracterizar clínica y epidemiológicamente a los pacientes diagnosticados con la enfermedad por el virus del Ébola en el centro de tratamiento de ébola en Sierra Leona.
MÉTODOS
Se realizó un estudio observacional, descriptivo y transversal donde se incluyeron 424 pacientes ingresados en el centro de tratamiento de ébola de Kerry Town en la República de Sierra Leona, África occidental, durante el período comprendido entre noviembre del 2014 y marzo 2015. Se llevó a cabo un estudio de serie de casos clínicos.
Fueron incluidos los pacientes con diagnóstico confirmado mediante la técnica de reacción en cadena a la polimerasa (PCR: Polymerase Chain Reaction - en inglés) para virus Ébola, asociado a los siguientes elementos clínicos: Inicio súbito de fiebre elevada o al menos tres de los siguientes síntomas: cefalea, vómitos, anorexia, diarreas, letargia, dolor abdominal, dolores musculares o articulares, dificultad para tragar, hipo o sangramientos inexplicables.
Las variables utilizadas fueron: grupo etario (< 1 año, 1-5, 6-15, 16-24, 25-34, 35-44, 45-54, 55-64, 65 y más), sexo letalidad por grupos etarios y letalidad según signos y síntomas. Se obtuvieron los datos de las historias clínicas y del libro de ingresos del centro de tratamiento de ébola, localizados en el departamento de estadística.
Para el análisis se empleó como unidad de medida el porcentaje. La información se obtuvo durante el brote de enfermedad por el virus del Ébola ocurrido en la República de Sierra Leona, África occidental.
Desde el punto de vista legal y ético, no hay restricciones para la publicación de los resultados; en el contrato de trabajo firmado con la OMS, se estableció que eran de uso limitado solo mientras no fuese declarado el cierre oficial del brote epidémico, ocurrido el 29 de diciembre de 2015. Los datos de pacientes individuales no son compartidos públicamente.
RESULTADOS
Como se observa en la tabla 1, el sexo se comporta de forma muy similar 49,5 % (masculino) y 50,5 % (femenino). El grupo de mayor incidencia fue el de 25 a 34 con un 25,9 %.
En la tabla 2 se observa que la letalidad es mayor en pacientes por encima de 65 años de edad, con un 44,4 %.
Grupo etario (en años) | Total de casos (n 424) | Fallecidos | |
---|---|---|---|
n | % (*) | ||
< 1 año | 4 | 1 | 25,0 |
1 a 5 años | 42 | 11 | 26,2 |
6 a 15 años | 61 | 16 | 26,2 |
16 a 24 años | 82 | 12 | 14,6 |
25 a 34 años | 110 | 41 | 37,3 |
35 a 44 años | 63 | 22 | 34,9 |
45 a 54 años | 37 | 13 | 35,1 |
55 a 64 años | 16 | 4 | 25,0 |
65 y más | 9 | 4 | 44,4 |
Total | 424 | 124 | 29,2 |
* El porcentaje se determina en relación al número individual de pacientes afectados.
De acuerdo con los datos reflejados en la tabla 3, la fiebre estuvo presente en el 61,8 % de los pacientes. El hipo fue el signo que más se vinculó a la mortalidad de los pacientes (88,6 %), seguido de la disfagia con un 73,7 %.
DISCUSIÓN
El brote de la EVE en el oeste de África ha sido el más grande y complejo registrado, desde la primera descripción de esta enfermedad en 1976. La mayoría de los casos humanos descritos en 2014, fueron resultado de la transmisión de persona a persona.2,3,5
El caso índice del brote del 2014 parece ser un niño de dos años de edad, que pudo haberse contagiado de manera directa a partir de un murciélago frugívoro, o bien por consumo de fruta previamente mordida por estos animales.6,7,8,9
En la actual investigación, la baja incidencia de pacientes mayores de 65 años de edad, se debe a corta esperanza de vida en ese país africano. No obstante, este grupo etario mostró el mayor porcentaje de letalidad, que pudiera corresponder con la comorbilidad asociada, propia de los cambios fisiológicos del envejecimiento.
El análisis por sexo muestra a los varones y las mujeres, son afectados de forma similar. Según datos de la OMS, en Guinea Conakry y Liberia, el grupo etario entre 15 y 44 años tiene cuatro veces más riesgo de enfermar en comparación con los menores de 15 años, y el riesgo es tres veces mayor en Sierra Leona. Mientras, los adultos mayores de 45 años tienen cinco veces más riesgo a ser afectados en Guinea Conakry y aproximadamente cuatro veces más en Liberia y Sierra Leona.3,10) Lo antes expuesto coincide con el presente estudio.
Para la brigada médica cubana11 en el centro de tratamiento de ébola de Coyah, en la República de Guinea, existió un discreto predominio de mujeres jóvenes afectadas, con un 53,28 %, resultados muy similares con respecto al actual estudio.
La OMS recomienda evitar el contacto físico estrecho con pacientes con EVE y utilizar guantes y equipos de protección personal adecuados. No deben descuidarse tampoco las medidas de protección a la hora de enterrar a las personas fallecidas, estas deben ser sepultadas de manera inmediata y en condiciones de seguridad.1,2,12 No existe riesgo de transmisión durante la incubación. Los síntomas más comunes presentados en los enfermos son la fiebre de inicio repentino, debilidad intensa, dolores musculares, cefalea de diferentes grados de magnitud, odinofagia seguido de vómitos, erupción cutánea y en fases avanzadas, deterioro de las funciones hepáticas, renal y hemorragias, tanto internas como externas. Elementos clínicos similares se reportan en la serie estudiada. No obstante, llama la atención que en otros reportes12,13,14 se hace alusión al hipo como parte del cortejo sintomático en algunos casos, pero no asociado a la mortalidad.
Varios estudios10,11,14 describen una mortalidad sin tratamiento médico entre el 60 y 90 %, como se apreció al inicio del brote en el centro de tratamiento. Una vez introducida la intervención terapéutica, se redujo al 32,2 %, muy por debajo de lo registrado hasta ese momento.
En relación con la letalidad, es necesario considerar con cautela las cifras, porque tanto los casos como las defunciones, están subnotificadas probablemente. La OMS informa que la mortalidad de los casos de EVE entre las semanas 36 y 43 estuvo por debajo del 60 %. De manera más precisa, la letalidad en pacientes hospitalizados en Guinea entre septiembre de 2014 y agosto de 2015, fue menor al 40 %, aunque el desenlace se desconoce en el 3 % de los casos. En Sierra Leona, la tasa de letalidad entre agosto de 2014 y mayo de 2015 fue también menos del 40 %,3) aunque mayor a la del centro estudiado.
De acuerdo con las investigaciones de Schieffelin14 y Ajelli,15) en los distritos sierraleoneses de Pujehun y Kenema, se muestran porcentajes de letalidad elevados, similares a los del presente estudio. La coincidencia anterior se justifica por los elevados niveles de mortalidad provocados por esta entidad nosológica desde su descubrimiento.
Los trabajadores sanitarios suponen un grupo de alto riesgo de infección. La OMS publicó el 21 de mayo de 2015 un informe preliminar, sobre las infecciones en trabajadores sanitarios en Guinea Conakry, Liberia y Sierra Leona, entre el 1 de enero de 2014 y el 31 de marzo de 2015, con 815 casos confirmados. A pesar de ser numerosa la delegación cubana solo existió un caso de contagio por la enfermedad en los tres países en los cuales se presentó el brote.
El 7 de noviembre de 2015 la OMS declaró interrumpida la transmisión de EVE. Sin embargo, el 14 de enero de 2016, tras 68 días de período de vigilancia intensificada, se notificó un resultado positivo para EVE en una muestra post mortem recogida de una mujer de 22 años de edad. A partir de este caso se ha producido un caso secundario entre sus contactos. Fue transferido al centro de tratamiento en Freetown, donde recibió tratamiento y sobrevivió.3
La OMS declaró el fin de la emergencia de salud pública de importancia internacional, el 29 de marzo de 2016, aunque mantiene la vigilancia en los países más afectados por la aparición de casos aislados. La OMS ha afirmado que las cifras reportadas "infravaloran ampliamente la magnitud del brote", porque pueden existir casos desconocidos en áreas remotas.16
Se concluye que la enfermedad no tuvo distinción significativa con el sexo. La mayor letalidad se presentó en las edades geriátricas. Los síntomas más frecuentes fueron la fiebre, diarrea y el decaimiento. El hipo fue el signo que más se presentó en los pacientes que fallecieron.