INTRODUCCIÓN
Desde tiempos muy remotos en los que el hombre comenzaba a desarrollar su órgano de trabajo más importante, la mano, se utilizaron los objetos cortantes para el trabajo y la defensa. Las lesiones provocadas por estos, eran tratadas con hierbas por los llamados brujos. Muchas lesiones se complicaban y ocasionaban la muerte.1,2
Con el pasar de los años, el hombre descubre el acero y comienza la construcción de las armas blancas, las cuales se utilizarían en las cacerías y las guerras; como resultado del uso de armas blancas, muchas personas morían o quedaban mutiladas, por las grandes lesiones que producen.1,2,3
El trauma es un problema de salud pública a nivel mundial, aún es la primera causa de mortalidad en la población entre 15 y 44 años. En los países latinoamericanos reviste mayor gravedad, pues la violencia, en especial la manifestada por lesiones por arma blanca, son la principal causa de muerte, lo cual las convierte en responsables, aproximadamente, del 25 % de todos los fallecimientos en los últimos años.3,4
En países desarrollados, el trauma de forma general, constituye la tercera causa de muerte de la población y la primera en las personas con edades comprendidas entre 1 y 40 años. Según datos de la Organización Mundial de Salud (OMS), algo más del 10 % de los fallecimientos en la población mundial se debe a esta causa.4
En Cuba, desde la época de los aborígenes, con la llegada de los colonos españoles, se utilizaron gran diversidad de armas blancas. Los mambises utilizaban los machetes como una de las más importantes en el combate; con este medio mutilaban e incapacitaban a las tropas enemigas.1,2,5
Actualmente Cuba,5) situado ante países como España6 donde estas lesiones son comunes fundamentalmente en asesinatos y homicidios, o países latinoamericanos como Venezuela, México y Colombia;7 no es un referente de violencia y vandalismo, pero se hace necesario el estudio de la problemática, pues en el quehacer médico no existen estudios, específicamente en la provincia Guantánamo, que engloben las lesiones por arma blanca en pacientes atendidos en el hospital provincial. El objetivo de este trabajo es caracterizar a pacientes mayores de 15 años, con lesiones por arma blanca.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo, transversal acerca de pacientes con lesiones con arma blanca, en el Hospital Provincial "Dr. Agostinho Neto", de Guantánamo, en el período de enero a marzo 2018.
De los 300 pacientes con lesiones por arma blanca atendidos en el periodo, fueron escogidos los datos de 88, quienes tenían historia clínica en el archivo del hospital, con los datos necesarios para el estudio.
Las variables utilizadas fueron: edad (agrupada en intervalos: 15 - 24, 25 - 34, 35 - 44, 45 - 54, 55 - 64); sexo; procedencia (urbana, rural); aliento etílico (si, no); localización anatómica (cráneo, cara, cuello, brazos, antebrazos, manos, tórax, abdomen, piernas); tipo de lesión (herida, fractura abierta, luxo-fractura); pronóstico médico legal (no grave que no requiere tratamiento médico, no grave que requiere tratamiento médico, grave con peligro inminente para la vida, grave con deformidad anatómica, funcional o psíquica); tipo de arma (cortante, corto-contundente, perforante, pérforo-cortante); estado al alta (vivo, fallecido).
Se utilizó el paquete estadístico SPSS v. 11.5, para determinar asociación entre las variables, mediante el uso del chi cuadrado (X2) de Pearson y la probable influencia, mediante el uso de las pruebas estadísticas Ganma y Phi para datos ordinales, con un nivel significación de p ≤ 0,05. Se determinó el riesgo de los pacientes a sufrir este tipo de lesiones, mediante el cálculo del Odds ratio (OR). Se utilizó un modelo de regresión lineal (R) para inferir la modificación de una variable con respecto a otra.
Desde el punto de vista ético, se mantuvo la confidencialidad de los datos y solo son divulgados los resultados del análisis del grupo.
RESULTADOS
El mayor número de pacientes estuvo entre la edades comprendidas de 25 a 34 años (34; 38,6 %), con un predominio del sexo masculino (52; 59,1 %) (OR = 3,4; p = 0,00). Al calcular el X2 se obtuvo que existió una fuerte correlación entre las variables resumidas en la tabla 1; la prueba estadística de Phi mostró que existía una relación negativa débil en cuanto a los resultados anteriormente propuestos, lo cual muestra que existe una tendencia a que el fenómeno disminuya con el aumento de la edad (tabla 1).
La mayor cantidad de pacientes se encontró en el grupo de edades de 25 a 34 años (n= 26; 29,5%). Al calcular X2 se obtuvo que existe una fuerte correlación entre las variables resumidas en esta tabla, la prueba estadística de Gamma arrojó que existía una relación negativa débil en cuanto a los resultados anteriormente propuestos, lo cual mostró que a mayor edad existe menor relación de estos actos, con el consumo de alcohol. Al realizarle una regresión lineal a los resultados, se estimó que el 80 % de las lesiones por arma blanca, se pudieran explicar en un modelo lineal que contenga el aliento etílico como una de sus variables (tabla 2).
Existió un predominio de las lesiones localizadas en la región torácica (n= 22; 25%) (tabla 3).
Localización anatómica | n | % |
---|---|---|
Tórax | 22 | 25,0 |
Cráneo | 21 | 23,9 |
Piernas | 14 | 15,9 |
Abdomen | 10 | 11,4 |
Brazos | 9 | 10,2 |
Antebrazos | 4 | 4,5 |
Cara | 3 | 3,4 |
Manos | 3 | 3,4 |
Cuello | 2 | 2,3 |
Total | 88 | 100,0 |
El pronóstico médico legal en este caso, arrojó que en la mayor cantidad de pacientes, hubo una lesión no grave, que requirió tratamiento médico (n= 58; 66 %), 13 (15 %) de los pacientes no requirió tratamiento médico, 12 (13 %) se ubicaron en la categoría de grave con peligro inminente para la vida y solo 5 (6 %) tuvieron una lesión grave con deformidad anatómica.
La mayor cantidad de lesionados recibieron heridas de instrumentos cortantes (n= 45; 51,1 %) (tabla 4).
Al hacer referencia al estado al alta, 87 pacientes (99 %) se encontraban vivos al alta.
DISCUSIÓN
En el presente estudio se muestra que la mayor cantidad de pacientes se encuentra en las edades entre 25 y 35 años y pertenecen al sexo masculino, esto concuerda con diferentes estudios realizados.4,7,8,9,10 En un estudio realizado por Santillán y otros4) acerca del homicidio por arma blanca en la morgue de Lima, refleja la relevancia del tema; estas lesiones se manifiestan en edades tempranas de la vida, en el sexo masculino, resultados con los coincide el presente trabajo.
La ingesta etílica constituye uno de los factores que propicia la aparición de este tipo de lesiones, diferentes investigaciones concuerdan con lo anteriormente planteado.11,12 En estudios realizados por López Abreu y otros13) acerca de la evaluación de criterios para laparotomía en lesiones abdominales por arma blanca, se muestra que la mayor cantidad de sujetos estudiados presentaban ingesta etílica o de otras sustancias.
Las localizaciones torácicas y craneanas fueron las de mayor cuantía, lo cual concuerda con la investigación realizada por García y otros.8 En un estudio acerca de causas de muerte en traumatizados graves, del Hospital "Dr. Carlos J. Finlay", se detalla esta ubicación como la principal y también en otros estudios en este contexto,11,14) con los cuales el investigador coincide.
Al hacer referencia al pronóstico médico legal, se analizaron los resultados y se observó que la mayor cantidad de pacientes tuvo una lesión no grave que requirió tratamiento médico; una menor cifra de pacientes no requirió tratamiento médico. Un estudio acerca de traumatismo torácico, de González y otros,15 coincide con los resultados de esta investigación. Los investigadores consideran que los resultados se deben fundamentalmente a la accesibilidad de los servicios de salud que presentan los pacientes citados en el estudio en cuestión.
Al analizar la distribución de pacientes según tipo de arma y lesiones, se destaca que el arma blanca más utilizada fue la cortante. Diferentes estudios concuerdan con los resultados expuestos,13,14,15 estos muestran que las armas cortantes son las que ocasionan mayor número de víctimas. Ejemplo de esto es la investigación desarrollada por Rondón y otros16 donde se observa un predominio de este tipo de arma blanca.
En el caso del estado al egreso, el mayor número de pacientes se encontraban vivos. Este es un resultado positivo, pues no existieron decesos por causa de las lesiones estudiadas. Estos resultados concuerdan con estudios realizados acerca de las heridas por arma blanca de Ibañes y otros.14 Otros estudios15,16,17 muestran resultados similares, debido que no reportan fallecidos. Sin embargo, en un estudio de Domínguez y otros18 no concuerda con lo expuesto, pues la mayoría de los pacientes estudiados, fallecieron.
Se concluye que los pacientes con lesiones por arma blanca en el Hospital Provincial "Dr. Agostinho Neto" tienen entre 25 y 35 años, del sexo masculino, con ingesta etílica; las lesiones están localizadas en tórax y cráneo, no graves y requieren tratamiento médico. Las armas más utilizadas fueron cortantes y todos los pacientes egresaron vivos.