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Revista Cubana de Medicina Militar

versión impresa ISSN 0138-6557versión On-line ISSN 1561-3046

Rev Cub Med Mil vol.49 no.1 Ciudad de la Habana ene.-mar. 2020  Epub 01-Mar-2020

 

Artículo de revisión histórica

Reflexiones sobre el pensamiento pedagógico de José Martí en la formación de las nuevas generaciones

Reflections on the pedagogical thought of José Marti in the formation of the new generations

Andrés Augusto Piloto Varona1  * 
http://orcid.org/0000-0001-6419-1449

1Universidad de Ciencias Médicas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. La Habana, Cuba.

RESUMEN

Este artículo pretende recopilar en la profusa pero dispersa obra pedagógica martiana, lo relativo a su enfoque sobre formación integral durante el ejercicio docente, en particular, desde la visión del trabajo educativo en clase. Se analizan los criterios de estudiosos del tema, pero dirigidos hacia los objetivos de este artículo, mediante la agrupación de ideas y acciones, que den sentido práctico al aprovechamiento de las potencialidades educativas en las clases y la mejora constante de la formación de los docentes. Inicialmente se presenta una sinopsis del trayecto corto pero intenso del Martí, maestro en el sentido directo del término. Luego, una mirada a la evolución y profundización en la asimilación, por los pensadores del ideario filosófico y pedagógico del Apóstol y en un tercer momento, se expresan algunos principios y direcciones que puedan desprenderse del análisis de su obra.

Palabras clave: José Martí; maestro; martiano; Apóstol, Cuba

ABSTRACT

This paper intends to compile in the profuse but scattered Marti pedagogical work, the relative to its focus on integral formation during the teaching exercise, in particular, from the vision of educational work in class. The criteria of students of the subject are analyzed, but intending them towards the objectives of this article, grouping ideas and actions that give practical sense to the exploitation of the educational potentialities in the classes and to the constant improvement of the teacher training. We begin by presenting a synopsis of the short but intense journey of the master Marti in the direct sense of the term. Then, a look at the evolution and deepening in the assimilation by our thinkers of the philosophical and pedagogical ideology of the Apostle and in a third moment we try to form an idea of the principles and directions that can be inferred from the analysis of his work.

Keywords: José Martí; teacher; martiano; Apostle, Cuba

INTRODUCCIÓN

Se enfoca la actividad docente-educativa desde el ideario martiano. La vida, la obra y el pensamiento de José Martí pueden ser tomados como riquísima fuente para temáticas de muy diversos asuntos, en la medida en que abarcan una inagotable variedad de aspectos.

Con razón se asevera que la grandeza de su estilo está en todo lo que produjo, desde los versos sencillos hasta el más entusiasta de sus discursos revolucionarios. Pero, igualmente, muchos reconocen que lo pedagógico, en cambio, se dispersa aquí y allá, para surgir en el lugar más inesperado. Pero su importancia es tal que su examen se justifica, no obstante ocultarse la mayoría de las veces, detrás de su labor literaria y de su ideario político.1

Mucho de lo que expuso Martí alcanza la visión de la educación en sentido amplio, sin embargo, en este artículo se tratan con miras más precisas, aquellos criterios que aborden la educación en su sentido estrecho y en particular, resaltar los elementos que encierran potenciales acciones que han sido definidos como "trabajo educativo en clase". Sus apreciaciones, de una increíble dialéctica, enlazan y mancomunan la labor de instrucción con la educación, como un principio hoy reconocido por todos los estudiosos de estas ciencias, pero para nada en vigor en la época martiana.

El proyecto educativo de Martí propone una perspectiva transformadora, en la que se incorpora la necesidad de un saber técnico, científico, estético, humanista, cívico. Trasciende a su época esa visión que apunta claramente a la formación integral del estudiante.

Su filosofía de la educación consolida un proyecto político preciso, que refleja los intereses teóricos y metodológicos del pensamiento liberal, ilustrado, así como emancipador y que llega a esta época como un legado de tremendo valor. Demostró una constante preocupación por la formación de las convicciones y sentimientos en el hombre por medio del proceso educativo.

"Siente la necesidad de usar métodos que contribuyan a desarrollar la inteligencia por la vía de la actividad y la moral , por la vía del ejemplo diario, enseñar lo útil y no lo ornamental, preguntar con el alma y responder con ella, he ahí el centro principal de sus concepciones, una enseñanza científica desde la primaria, ya que desde ese momento hay que cultivar los sentimientos de dignidad e independencia".1

Mucho interesa exaltar sus análisis que van hasta la célula misma del proceso docente educativo. Señala que "el desarrollo de la clase vive de la animación y el incidente", que la palabra debe ser "además de sólida e instructiva, galana, fácil" y lograr sobre todas las cosas "un intercambio de opiniones y una identificación entre el que explica y el que oye". Para Martí "se fijan más los conocimientos en tanto se les de una forma más amena".1

Acudir a Martí en busca del perfeccionamiento del desempeño profesoral es, como no decirlo, como acudir a Fidel, cuando expresa que:

"…en el pensamiento del Apóstol hay cosas tan fabulosas y tan bellas, que uno puede convertirse en marxista partiendo del pensamiento martiano"

.2

Desde el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, en los documentos rectores,3 se declara que tiene como fin, formar a las nuevas generaciones y a todo el pueblo en la concepción científica del mundo, logrando en toda su plenitud humana, las capacidades intelectuales, físicas y espirituales del individuo y fomentar en él elevados sentimientos y gustos estéticos, convertir los principios ideopolíticos y morales de la Revolución cubana, en convicciones personales y hábitos de conducta diaria.

La nueva constitución de la república, aprobada por la Asamblea Nacional y ratificada en el recién efectuado referendo, muestra el compromiso del país entero con sus contenidos, también deja perfectamente establecidos los derechos de todos los ciudadanos a la educación, la responsabilidad del Estado, su carácter gratuito, la imprescindible calidad para la formación integral, desde la primera infancia hasta la enseñanza universitaria de posgrado y obligatoria hasta vencer, como mínimo, la preparación general básica.4

Se conocen historias de varios docentes que desbordan las barreras de lo esperado por los alumnos, no en función de ahogarlos en conocimientos, muchas veces estériles, sino en cultivarles la sed de conocimientos, intrigarlos con una idea que desean hurgar más, armar una exposición hermosa u observar un porte y conducta que invita a ser reproducido sin necesidad de compulsión ni imitación. Los contenidos solamente, no son suficientes. Esa es la posibilidad de hacer del ejercicio docente un arte además de una ciencia.

Martí es inabarcable en su dimensión total, solo se tratarán asuntos, argumentos, visiones, todas de incuestionable factura, en las que el docente piense y luego haga pensar, enriqueciéndose y enriqueciendo. Solo algunos asuntos o temas serán abordados como muestra de lo que podría ser un esfuerzo mayor.

En el presente trabajo se identifican, en el pensamiento pedagógico martiano los elementos de la formación integral que él promovió y determinar su posible uso en esta época, desde la óptica de fortalecer su aprovechamiento en clases. Se hace una breve aproximación a la trayectoria docente del Apóstol, se analiza cómo su filosofía educacional fue tratada antes y después del triunfo de la Revolución cubana y se determinan referencias para confirmar direcciones útiles del trabajo educativo en clases.

DESARROLLO

Síntesis de la trayectoria docente del Apóstol

"Yo llegué meses hace a un pueblo hermoso: llegué pobre, desconocido y triste. Sin perturbar mi decoro, sin doblegar mi fiereza, el pueblo aquel, sincero, generoso, ha dado abrigo al peregrino humilde: lo hizo maestro, que es hacerlo creador"

.5

Resulta útil repasar brevemente la trayectoria de Martí, maestro y profesor en el sentido

"escolar"

de los términos. Son sus más importantes mentores: José de la Luz y Caballero, (al que no conoció), y Rafael María de Mendive, quien sembró en él las semillas de una vocación que nunca cesaría de crecer. José de la Luz, según propia confesión del Apóstol, le legó una lección fundamental: "Sentarse a hacer libros, que son cosa fácil, es imposible porque la inquietud intranquiliza y devora, y falta el tiempo para lo más difícil, que es hacer hombres".5

En este artículo se revisa la formación y trayectoria docente desde un abundante relato que aporta Rodríguez Ramírez.5 Cuenta que con las enseñanzas de Mendive, sintió Martí satisfechas todas las sensibilidades de su joven espíritu. También allí fue un poco maestro, y se ocupaba de la escuela durante las ausencias del director. Luego, en Guatemala fue profesor de literatura y composición en la Escuela Normal Central y de literatura alemana, francesa, inglesa e italiana en la universidad. Fue esta su más sistemática experiencia docente, antes de regresar, en septiembre de 1878 a La Habana, donde obtuvo una autorización provisional para ejercer el profesorado, en el colegio de primera y segunda enseñanza de Hernández y Plasencia. Un año después le es anulado el permiso docente.

En Venezuela, el Colegio de Santa María le encarga las clases de lengua y literatura francesa, mientras Guillermo T. Villegas, le cede aulas para que lo rodeasen los discípulos, que resultan atrapados por una especie de magia. Esto habría de concluir pronto, por decisión del presidente Guzmán Blanco, a quien le desagradaba este cubano apasionado que predicaba con tanta fuerza la libertad.

En Nueva York, sin abandonar las gestiones revolucionarias comienza la publicación de

"La edad de oro"

. Se convirtió en el motor de

"La liga de la instrucción"

, de Nueva York, para los obreros de color y pudo retornar a la docencia, como profesor de español en la Central High School. Desde allí, el 31 de enero de 1895, inicio el viaje sin regreso, que lo llevó a la inmortalidad en Boca de Dos Ríos, el 19 de mayo de 1895. Murió como siempre lo había deseado:

"… de cara al sol..."

.5)

El pensamiento filosófico y político Martí. Enfoques y trayectoria

Reyes Vega y otros, agrupan en su trabajo6) un conjunto de ideas y citas que ofrecen fuentes de análisis sobre el manejo del pensamiento filosófico y político de José Martí a lo largo del siglo XX. Ello permite apreciar cómo se ha conocido y divulgado su ideal.

Una vez constituida la república, emergen una diversidad de criterios, en correspondencia con los intereses de clases, fundamentalmente de la burguesía nacional, debilitada por la guerra de liberación. Al rescate de las ideas martianas se va conformando en la cultura nacional, como medio de resistencia ante la fuerte penetración del modelo norteamericano, que amenazaba con absorber el naciente sistema educacional cubano. En la escuela cubana nunca se dejaron de impartir conocimientos sobre la vida y obra de José Martí, aunque entonces el énfasis se hacía en la esfera artística literaria, no incluía en el análisis, toda su integralidad ética, estética y político-ideológica que lo acompañó durante toda su vida.

"La aparente imagen pálida, de quietud, de intelectual inteligente, de patriota contra España era la que proyectaba la escuela, pero con apego a la verdad en los círculos revolucionarios de la época no pudieron opacar su luz"

.6

Ese resurgir del legítimo pensamiento martiano, siempre encontró contradicciones de diversa índole, que conforman un proceso de acelerada maduración en las figuras más avanzadas de la época, quienes se acercaban cada vez más a la asimilación del pensamiento del maestro. Entre ellos, Diego Vicente Tejeda, Fermín Valdés Domínguez, Juan Gualberto Gómez, Julio Antonio Mella, Carlos Baliño, Enrique José Varona, y otros que, desarrollaron una labor divulgadora y educativa. Luego de 1960 destacan Marinello, Reinaldo Acosta, Pedro Deschamps y otros.

Medardo Vitier7 en una de las más tempranas obras sobre el pensamiento martiano, reclama una mirada más profunda, por encima de los límites de su poesía, oratoria e indiscutible genialidad política, Martí ya no es sólo poeta, orador y político, sino el portador de un pensamiento filosófico.

Es precisamente, Julio Antonio Mella8 quien mejor analiza en esos momentos las ideas básicas del héroe nacional. Allí demuestra la necesidad de interpretar el ideario martiano, en correspondencia con las necesidades históricas de los nuevos tiempos y expresa la urgencia de rescatar al verdadero Martí como instrumento para la lucha antiimperialista y para el logro de la justicia social e independencia nacional. Mella sienta las bases para una nueva comprensión del pensamiento martiano, que será punto de partida para los pensadores más progresistas y revolucionarios que le suceden.

También Reyes Vega,6 en el trabajo que antes, refiere que el primer historiador de la capital, Emilio Roig de Leuchsenring, saca a flote dentro del ideario martiano, su profundo antiimperialismo, que hasta esa fecha había sido apenas divulgado.

Fernando de Los Ríos, Jorge Mañach y Félix Lisazo, coinciden en apreciar que en la obra martiana no hay una reflexión definitivamente filosófica. Estas limitaciones en su interpretación no fueron extrañas en la época. No obstante, todos reconocen la influencia de varias filosofías en su pensamiento.

En la búsqueda de elementos para esta secuencia de redescubrimiento integral de la obra martiana, se comenta que Juan Marinello (uno de los ensayistas más importantes de la obra martiana), al triunfo de la Revolución aporta una metodología para el conocimiento de la obra del Apóstol, fundamentada en el marxismo, con la cual da una visión más integral del líder y pensador José Martí. Puede decirse que desde aquí, se inicia un nuevo camino en la construcción de la cultura filosófica nacional, que comenzará a revelar el verdadero contenido humanista del ideario martiano, donde "estética, ética, ciencia, filosofía y política giran sobre el ideal del hombre al que Martí aspiró, con lo cual aporta la clave interpretativa de la totalidad orgánica del pensamiento martiano, su humanismo".9

También Raúl Roa, expresó: "…Y visto ya en perspectiva, como hombre y como revolucionario, tiene muy pocos pares legítimos en la historia. Honrarlo, honra. Evocarlo, enaltece. Pero esta evocación y esta honra no pueden enmascararse en los senos recónditos de un culto abstracto. Ha de ser, tiene que ser, un culto vivo, pugnaz, beligerante.".10

En 1953 los atacantes al cuartel Moncada, proclaman no dejar morir el Apóstol en el año de su centenario. El programa del movimiento reproduce en su espíritu, los ideales emancipadores contenidos en los documentos del Partido Revolucionario Cubano y del Manifiesto de Montecristi.

El alegato La Historia me absolverá, constituye un documento martiano en su esencia, trascendental en esta etapa. Fidel Castro recurre en varias ocasiones al Apóstol y la interpretación que hace de la realidad cubana y sobre todo, la solución que propone al problema nacional, da muestra de la continuidad del ideario martiano en el proceso revolucionario cubano.

A finales de 1960 se manifiesta gran interés por acercar el pensamiento de José Martí en la filosofía marxista. En décadas siguientes esta intención toma cuerpo en las investigaciones sobre la base de la tradición más rica del pensamiento cubano con el marxismo. Estas investigaciones demuestran la existencia de una filosofía acorde con la cultura martiana. Así rezan las bases de la nueva constitución, martiana y fidelista, que es incuestionablemente una unidad y desarrollo del pensamiento más cubano y actual.

Principios y direcciones en el ideario pedagógico martiano

Cada tiempo exige instituciones y formas educativas que le sean adecuadas y esto ha de escribirlo claro el Apóstol con respecto a la educación superior: "Al mundo nuevo, corresponde la universidad nueva".11 Esta es la época en que se pueden cumplir a cabalidad los anhelos del maestro, que resultan ser contemporáneos.

En su cosmovisión pedagógica son relevantes sus análisis y valoraciones sobre el papel de la educación, las características de los diferentes niveles de enseñanza, el papel de las escuelas que existían en su época, el tipo de clase, las materias necesarias a estudiar por los alumnos, el papel del maestro en los diferentes espacios en que desarrollaba su actividad docente, así como la necesaria unidad entre la teoría y la práctica en el proceso de enseñanza - aprendizaje.

El vínculo entre el estudio y el trabajo, la importancia de la relación entre lo instructivo y lo educativo, el estímulo a la independencia cognoscitiva de los estudiantes, el cultivo de los nuevos conocimientos a través de la relación con la práctica educativa, el tipo de comunicación y la formación de valores en los alumnos, constituyen orientaciones precisas e indicadores para la formación de un modelo de educador.

¿Cuáles son las ideas más relevantes a las que se debe acudir en el ejercicio docente directo? El Apóstol sugiere que el maestro ha de establecer un discurso verídico, como única vía para acercarse a la ciencia en su proceso de educación. En uno de sus criterios esenciales, el Apóstol sentencia:

"Siéntese el maestro mano a mano con el discípulo, y el hombre mano a mano con su semejante, y aprenda en los paseos por la campiña el alma de la botánica, que no difiere de lo universal, y en sus plantas y animales caseros y en los fenómenos celestes confirme la identidad de lo creado…"

6

Martí concibe el proceso de educación como una unidad dialéctica entre teoría y práctica, donde la práctica representa el rasgo que puede llevar a los conocimientos y la definición de lo realmente útil. La práctica constituye fuente de imaginación, de creación y de formación de valores, lo cual se logra mediante una actividad educativa donde el maestro debe vincular los conocimientos teóricos a la vida práctica de sus alumnos, que puedan ver, tocar, utilizar y experimentar con los materiales que observan en su cotidianidad y que las clases respondan a las posibilidades y necesidades de sus alumnos, en correspondencia con lo autóctono de su país, de su región y de su historia.

Un principio general de la pedagogía martiana se puede consignar cuando dice que educar es preparar al hombre para la vida. La filosofía de la educación como un saber universal de los procesos y acciones educativas, están en la obra martiana expresados, en forma de críticas, elogios, consideraciones ocasionales, consejos sembrados y aseveraciones absolutas, que en forma de aforismos, revelan la esencia más profunda de su pensamiento filosófico educativo. Un esfuerzo integrador (no el único existente) de estas ideas, las ofrece Socarras Sánchez1 cuando presenta una agrupación funcional en tres principios, que se comentan a continuación:

  • Un primer principio particular, es el relativo a la unidad entre lo cognitivo y lo afectivo:

  • "…el pueblo más feliz es el que tenga mejor educados a sus hijos, en la instrucción del pensamiento y en la educación de sus sentimientos"

    ;

    "…un pueblo instruido será siempre un pueblo fuerte y libre..."

    ,

    "…la libertad y la inteligencia son la natural atmosfera del hombre"

    ;

    "…es criminal el divorcio entre la educación que se recibe en una época y la época, o decir que la educación tiene un deber ineludible con el hombre - no cumplirlo es crimen."; "…educar es preparar al hombre para la vida"

    .

  • Así revela esa unidad entre lo propiamente intelectual y lo afectivo, lo cual resume el concepto integral del hombre que se debe lograr en la sociedad.

  • Un segundo principio, particular de la filosofía martiana de la educación: la necesidad de educar la inteligencia a partir de la ciencia como algo natural, vinculado a la vida en función del desarrollo humano:

  • "…esta educación directa y sana; esta aplicación de la inteligencia a partir de la ciencia como algo natural, vinculado a la vida en función del desarrollo humano"

    ;

    "…ser culto es el único modo de ser libres"

    … (muestra el fenómeno educativo a través y como resultado de relaciones históricas, económicas, políticas y sociales del individuo).;

    "…la libertad y la inteligencia son la natural atmósfera del hombre…"

  • El tercer principio detalla lo que el quehacer educacional del maestro debe lograr:

  • "…un pueblo instruido ama al trabajo y sabe sacar provecho de él"

    .

    "…Quien quiera nación (…) ayude a establecer las cosas de su patria de manera que cada hombre pueda labrarse en su trabajo activo y aplicable a una situación personal independiente"

    ;

    "…al venir a la tierra, todo hombre tiene derecho a que se le eduque, y después en pago, el deber de contribuir a la educación de los demás"

    ;

    "…Que cada hombre aprenda a hacer algo de lo que necesitan los demás"

    ;

    "Las cualidades morales suben de precio cuando están realzadas por cualidades inteligentes…"

    , etc.

  • Además, como un elemento definitorio, considera la educación como un derecho humano, que conduce también a la solidaridad.

  • Sus criterios orientan absolutamente hacia la formación integral del hombre y la estrecha relación que debe tener la naturaleza del trabajo y la educación de los sentimientos.

    "…puesto que a vivir viene el hombre, la educación ha de prepararlo para la vida. En la escuela se ha de aprender el manejo de las fuerzas con las que en la vida se han de luchar"

    .

  • En cuanto a la formación integral martiana, expresó que en todo momento debía presentarse al educando la unidad dinámica que existe entre los conocimientos útiles, el desarrollo del pensamiento creador, la responsabilidad de actuar para transformar el medio natural y social que lo rodea y la formación de valores morales positivos en todo hombre virtuoso.

    "…Hay que ennoblecer las mentes, y aquietar las almas. Instruir es funesto, si no se enseña a la vez la sencillez, la armonía y la espiritualidad del mundo"

    .

    "…Educar es dar al hombre las llaves del mundo, que son la independencia y el amor, y prepararle las fuerzas para que lo recorra por sí, con el paso alegre de los hombres naturales y libres"

    .

  • Sigue Sánchez Socarras con otros argumentos vitales:1

  • Al precisar el fin de la educación reveló la dimensión política de esta.

    "…No parece natural que se saque a los jóvenes de nuestra tierra de América bajo el ala paterna, a correr calles, desamar la patria, y habituarse a vivir sin ella en la ajena, que no lo ama ni prohíja."

    "…La educación tiene un deber ineludible para con el hombre, no cumplirlo es crimen, conformarle a su tiempo- sin desviarlo de la grandiosa y final tendencia humana."

  • La enseñanza debe ser científica:

    "Que la enseñanza científica vaya, como la savia en los árboles, de la raíz al tope de la enseñanza pública. Que la enseñanza elemental sea ya elementalmente científica; que en vez de la historia de Josué, se enseñe la de la formación de la tierra."

  • La educación debe ser natural:

    "Esta educación natural, quisiéramos para todos los países nuevos de la América y en los campos como en ciudades, urge sustituir al conocimiento indirecto y estéril de los libros, el conocimiento directo y fecundo de la naturaleza."

  • Considera que la formación del hombre debe tener un carácter integral: Lograr en el estudiante la unidad dinámica entre los conocimientos útiles, el desarrollo del pensamiento creador, la responsabilidad de actuar para transformar el medio natural y social que lo rodea y la formación de valores morales.

  • Concibe el alcance de esos objetivos a partir de la relación dialéctica entre conocer, pensar, en el actuar y formar valores.

  • La esencia de la concepción educativa martiana, se afirmaba en el criterio que al enseñar al hombre a percibir estéticamente la naturaleza y la realidad social y a valorar las obras de arte, le daba a su vida una especial dimensión que lo haría más multifacético.

  • El propósito de Martí estaba encaminado a poner en un primer plano del proceso del aprendizaje el interés por elevar en el estudiante la cultura de las emociones, para así enriquecer, el mundo interior del hombre, y que este pudiera identificarse con los grandes problemas sociales y políticos a los cuales debía enfrentarse.

  • En el carácter integral de la enseñanza confería un papel primordial a la cultura física en la formación del hombre:

    "En estos tiempos de ansiedad de espíritu, urge fortalecer el cuerpo que ha de mantenerlo. A los niños, sobre todo, es preciso robustecer el cuerpo a medida que se le robustece el espíritu."

  • El valor educativo del trabajo en la pedagogía martiana, resulta de vital importancia para la formación del hombre, así como su sabia vinculación con el estudio. Al respecto el Comandante en Jefe12 refuerza estas posiciones martianas ante la educación con elementos como:

  • "…La aplicación del principio del estudio universal solo puede existir en la realidad en la medida en que se universalice también el trabajo. La aspiración de la educación universal solo es posible con la universalización del trabajo."

    "…Para nosotros, aparte de un principio de orden moral, de un principio de orden teórico es, además, una imperiosa necesidad material."

  • También en otro momento señala:

    "Al hombre lo hace su medio ambiente, al hombre lo hace su propia vida, su propia actividad, y aprendemos a respetar lo que crea el trabajo, creando. Enseñamos a respetar esos bienes, enseñándolo a crear esos bienes y no hay otro camino."

    13

  • Una visión actualizada de la necesidad de estas ideas martianas y fidelistas la aporta el actual presidente de los consejos de Estado y de ministros, cuando esclarece la unidad dialéctica de estas ideas:

    "Cuba desarrolla una educación superior universalizada que contribuye a la democratización del conocimiento."

    14) Es comprendido y apoyado su llamado a que las universidades se conviertan en fuente constante de acompañamiento de los esfuerzos de los territorios o sectores específicos del saber, para penetrar con la ciencia, la innovación y el aliento joven hacia metas superiores. Esa debe ser una misión de los docentes por mandato martiano, fidelista y actual.

  • Los principios pedagógicos del ideario martiano tienen como demandas fundamentales, lograr una educación integral, destinada a poner al hombre en su tiempo y modificar el medio que lo rodea. Establece vínculo directo entre lo que enseña y la práctica de sus contenidos, con una cultura política desde una visión científica.

  • La clase es la

    "célula"

    del trabajo educativo. El profesor puede y debe ser capaz de neutralizar influencias adversas y potenciar el aprovechamiento de elementos favorables al proceso docente - educativo, mediante la elevación de su preparación y cultura general.

La preparación profesional, pedagógica y cultural general de nuestros docentes es un elemento básico en la garantía de la calidad del proceso docente - educativo y en la formación integral. Estudiar mejor las potencialidades educativas de los contenidos y diseñar las formas de abordarlos, al lograr su sistemático perfeccionamiento.

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Recibido: 17 de Abril de 2019; Aprobado: 26 de Agosto de 2019

*Correspondencia. Correo electrónico: andres.piloto@infomed.sld.cu

El autor declara que no existen conflictos de intereses.

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