INTRODUCCIÓN
El envejecimiento poblacional es un proceso que cobra auge en la actualidad y de una forma u otra influye en la dinámica de la sociedad. Dentro de sus principales causas está la disminución de la natalidad y la mortalidad.1) En Cuba, en el término de 31 años, el envejecimiento se habrá incrementado en 8,10 puntos porcentuales. Ciego de Ávila se encuentra dentro de las provincias más envejecidas.2
La senectud ocasiona progresivos e irreversibles cambios morfológicos y fisiológicos en el organismo. Los ancianos frágiles son más vulnerables y al tener más riesgo de dependencia, se dificulta el cuidado correcto de su piel, lo que puede traer consigo algún trastorno dermatológico.3,4
Existen efectos intrínsecos y extrínsecos en el proceso de envejecimiento de la piel, a nivel de la epidermis, ocurre la declinación de los melanocitos en aproximadamente un 15 % por década, y se duplica su densidad en áreas fotoexpuestas, hay además una reducción de las células de Langerhans; disminuye la sensibilidad y la inmunidad. En la dermis hay disminución del colágeno (1 % anual) y de los fibroblastos, con una afección progresiva del tejido elástico en la dermis papilar.5
“Existen dos tipos de envejecimiento cutáneo: El cronológico que se refiere a la alteración de la función de la piel que ocurre como un proceso fisiológico e inherente a todo ser humano” y el fotoenvejecimiento que se debe a la exposición a los rayos ultravioletas y ocasiona daño a nivel del ADN celular. Son múltiples las causas del proceso de envejecimiento de la piel, la xerosis, por ejemplo, debido a la “disminución en las concentraciones circulantes de estrógenos en mujeres, disminución en la cantidad de agua del estrato córneo y cambio en el contenido lipídico y de aminoácidos”. Se mencionan además otros factores que afectan la función y la integridad de la piel: las enfermedades crónicas, la polifarmacia, el estrés, los hábitos tóxicos, el estado socioeconómico, la higiene inadecuada y el estado nutricional. (6
El proceso de deterioro endógeno y exógeno en las células, influye sobre el envejecimiento cutáneo, seguido de la aparición de cambios degenerativos y metabólicos que hacen al paciente geriátrico más vulnerable a múltiples afecciones dermatológicas. Aunque la mayor parte de las dermatosis en este grupo no causan complicaciones fatales, por lo general son crónicas y afectan su calidad de vida.7) Se decide realizar este estudio, con el objetivo de definir las enfermedades cutáneas frecuentes en los pacientes geriátricos atendidos en consulta de dermatología.
MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional descriptiva transversal, en pacientes geriátricos que acudieron a la consulta de Dermatología en la Policlínica de Combatientes de Ciego de Ávila, en el periodo comprendido de enero a diciembre del 2019.
La serie estuvo constituida por 144 adultos mayores dispuestos a participar en el estudio, que tenían una o más enfermedades cutáneas y que no tuvieran antecedentes de enfermedades mentales que dificultaran la recolección de datos.
Las variables estudiadas fueron: edad (dividida para el análisis en grupos de 60 a 69 años, de 70 a 79 y de 80 a 89), sexo, color de piel (clasificada en blanca, negra y mestiza por apreciación visual directa), fototipos cutáneos (de acuerdo con los criterios de Fitzpatrick, quien los clasifica del I al VI, teniendo en cuenta el color de la piel y la capacidad de bronceado),8 afecciones dermatológicas (diagnosticadas mediante el método clínico), localización de las lesiones y morbilidades asociadas. Para el resumen de la información se utilizaron medidas estadísticas descriptivas como número y porcentaje.
Desde el punto de vista ético, los pacientes dieron su consentimiento verbal para participar en la investigación. Se mantiene la confidencialidad sobre los datos personales de los participantes.
RESULTADOS
Predominaron los adultos mayores entre 70 y 79 años (53,5 %), del sexo masculino para un 50,7 % (tabla 1).
En la tabla 2 se observa que la mayoría de los pacientes (63,9 %) tenía fototipo cutáneo III.
La frecuencia de las dermatosis fue variable. Las más frecuentes fueron la púrpura senil (34 %), queratosis seborreica (25 %) y las xerosis (21,5 %). Fueron más frecuentes en los ancianos de piel blanca (69,4 %) (tabla 3).
Las dermatosis localizadas en la cara fueron las más frecuentes (53,5 %), seguidas de las extremidades (17,4) (tabla 4).
Localización | n | % |
---|---|---|
Cuero cabelludo | 12 | 8,3 |
Cara | 77 | 53,5 |
Tronco | 30 | 20,8 |
Extremidades | 25 | 17,4 |
Total | 144 | 100 |
Padecían de afecciones del sistema osteomioarticular (SOMA) el 46,6 % de los pacientes, seguido por la hipertensión arterial (18,5 %), diabetes mellitus (12,6 %) y la cardiopatía isquémica (10 %) (tabla 5).
DISCUSIÓN
El diagnóstico oportuno de las dermatosis en los adultos mayores y los factores de riesgo vinculados a su aparición, permite el manejo precoz y adecuado de dichas afecciones, así como la reducción de las complicaciones y secuelas asociadas.
Se plantea que en la medida que aumenta la edad, el envejecimiento cutáneo aumenta el riesgo de lesiones en la piel que pueden ser benignas, premalignas o malignas.9
Rojas Caraballoy otros9) precisaron en su estudio que de modo más común, los pacientes presentaron edades entre 70 - 79 años (42,9 %) y fueron del sexo masculino (55,7 %), resultados que coinciden con los de este estudio.
De igual forma, en una investigación realizada en pacientes geriátricos en un servicio de medicina interna de la ciudad de México, de 100 pacientes 60 eran mujeres, el intervalo de edad de los pacientes fue de 65 a 101 años, con edad promedio de 78,1 años.6
La clasificación de los tipos de piel en relación a su reacción a la exposición solar conocida como la de Fitzpatrick, permite conocer la susceptibilidad de lesión dérmica por exposición a radiación ultravioleta. Existe relación entre los fototipos cutáneos, tiempo de exposición solar y la aparición de dermatosis.10) En un estudio efectuado en Pinar del Río, de las dermatosis presentes en los ancianos predominaron las que se corresponden con el fototipo cutáneo III (23,11 %), seguida de la tipo II (17,01 %) y V (16,58 %).11En el estudio de Rojas Caraballo y otros9) el mayor porcentaje de los pacientes tenía un fototipo cutáneo III (51,5 %). En la consulta de dermatología del Policlínico Docente “Octavio de la Concepción y la Pedraja”, Camajuaní, Villa Clara, se observó que la mayoría de los pacientes recibían exposición solar prolongada (61,40 %), durante cuatro o más horas diarias, con predominio del fototipo cutáneo III (48,75 %).12) Estos resultados coinciden con los de esta investigación.
“Las enfermedades dermatológicas no suelen ser mortales; sin embargo, contribuyen a afectar de manera importante la calidad de vida y requieren atención médica oportuna”.6
Pérez López y otros13) identificaron que la mayor frecuencia presentó queratosis actínica (83,3 %), seguida de la atrofia cutánea (68,6 %) y la púrpura senil (46,6 %).
En la literatura se reportan dentro de los adultos mayores, como dermatosis más frecuentes, la xerosis, púrpura senil, prurito y lentigo solar, mientras que las menos prevalentes son la urticaria y la psoriasis.14
Dentro de las afecciones dermatológicas presentadas en la investigación de Giniebra Marín y otros, se tuvo predominio de las ectoparasitosis (16,15 %) y las virosis cutáneas (14,95 %).11
Se plantea que las afecciones a nivel de la piel se presentan de manera más común en las áreas que se exponen de manera crónica a la luz solar, como el cuero cabelludo, cara, cuello, antebrazos y dorso de las manos.15
En la investigación realizada en pacientes ingresados en hogares de ancianos de Guantánamo, las dermatosis en los adultos mayores fueron más usuales a nivel de la cara (38,6 %).10) En el estudio de Molina Linares y otros, la mayor cantidad de las lesiones se localizaron en la región de la nariz (21,25 %); otras zonas afectadas fueron: las mejillas, el pabellón auricular, los labios y la frente.12
Las pluripatologías y polifarmacia suelen presentarse en los adultos mayores y por lo general, los problemas cutáneos no son los de mayor relevancia en la presentación clínica, además de que en un mismo paciente puede aparecer más de una afección dermatológica, de forma simultánea. Algunos autores señalan que por ser adultos mayores, estos pacientes presentan enfermedades concomitantes importantes, sobre todo las relacionadas con afecciones cardiovasculares y osteomusculares.16
En un trabajo de Pérez López y otros13) se comprobó que la hipertensión arterial fue la enfermedad más frecuente (60,3 %), seguida de la artrosis (49,0 %) y la diabetes mellitus (24,5 %).
La púrpura senil, queratosis seborreica y xerosis fueron las afecciones dermatológicas más frecuentes en los pacientes geriátricos estudiados. Predominaron los del sexo masculino, entre 70 a 79 años de edad, con fototipo cutáneo III, de piel blanca y lesiones limitadas a la cara.