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Economía y Desarrollo

versión impresa ISSN ISSNversión On-line ISSN 0252-8584

Econ. y Desarrollo vol.152 no.2 La Habana jul.-dic. 2014

 

ARTÍCULO ORIGINAL


Arreglos productivos locales en Cuba. Propuesta para su desarrollo

 

Local Productive Arrangements in Cuba. A Proposal for their Development

 

 

Yulién Herrera Díaz

Facultad de Economía, Universidad de La Habana, Cuba.

 

 


RESUMEN

Especial atención merece para los procesos de desarrollo local la transformación de la base productiva a través de determinadas formas organizativas de la producción, mediante las cuales se articulan los actores pertinentes en función de un objetivo común. En el capitalismo desarrollado, estas formas se manifiestan como sistemas productivos locales, mientras en el capitalismo subdesarrollado, no es posible encontrar como generalidad encadenamientos suficientemente sólidos para ser clasificados como "sistemas", por lo que autores brasileños han clasificado como "arreglos" a las formas de organizar la producción local imperante en este grupo de países. El análisis desde la perspectiva marxista de ambas teorías, así como desde la dimensión local del modelo económico cubano, ha dado como resultado la caracterización y propuesta de transformación de los arreglos productivos locales cubanos, lo que complementa dicha teoría y contribuye a la construcción teórica y metodológica de la sociedad socialista en la actualidad.

PALABRAS CLAVES: economía regional / local, formas organizativas de la producción local, redes cooperadas de producción local, transición socialista.


ABSTRACT

Local development processes, the transformation of the productive base through definite production organizational forms, through which the corresponding actors are articulated following a common goal. In developed capitalism, such forms are manifested as local productive systems, while in the underdeveloped capitalism it is not possible to find as a pattern concatenations sufficiently solid to be classified as "systems"; that is why Brazilian authors have classified as "arrangements" the ways of organizing the prevailing local production in this group of countries. The analysis of both theories, from a Marxist perspective, as well as from the local dimension of the Cuban economic model, has brought about the characterization and proposal of transformation of Cuban local productive arrangements, which serves as a complement of such theory and contributes to the to the theoretical and methodological construction of socialist society at present.

KEYWORDS: regional/local economy, organizational forms of local production, local production cooperative networks, socialist transition.


 

 

INTRODUCCIÓN

El estudio de los antecedentes, los elementos conceptuales y las características esenciales de los sistemas productivos locales (SPL) (1) ha permitido valorar sus fundamentos teóricos y evolución, y para ello se ha tomado como referente la teoría marxista. De esta manera puede deducirse que las proposiciones acerca de los SPL son el resultado del contexto propio de las relaciones capitalistas de producción desarrolladas. La existencia de SPL en estas economías es resultado de un proceso lógico e histórico de desarrollo que ha creado las condiciones para ello. Esta dinámica evolutiva ha influido sobre todas las estructuras de la sociedad, entre ellas la espacial; de esta forma, el desarrollo se ha apoyado en la dimensión local a través de la reestructuración de la base socioeconómica.

El surgimiento y posterior conceptualización de los arreglos productivos locales (APL) (2) constituye una respuesta a las necesidades de desarrollo de las regiones más atrasadas. Entre ambas teorías existen similitudes, y su principal diferencia es "la debilidad de los vínculos entre los actores que convergen en la localidad", para el caso de los APL. En esta investigación consideramos a estos débiles vínculos entre actores como "arreglos" y no como "sistemas", dado que las condiciones de subdesarrollo no permiten, en general, la articulación espacial de los sistemas productivos.

La denominación de los APL no abandona el objetivo sistémico. Los defensores de esta teoría sostienen la necesidad de fortalecer los APL en aras de lograr que las estructuras se complejicen y se transformen en SPL, lo cual sería posible, siguiendo la lógica marxista, solo a partir de determinados niveles de desarrollo de las fuerzas productivas con que no cuentan los países periféricos en general.

Debe tenerse en cuenta que el mundo subdesarrollado posee características complejas y heterogéneas. Es oportuno recordar que, "objetivamente existe un conjunto numeroso de países en los que el tamaño (dimensión económica) resulta particularmente decisivo y es lo que los diferencia del resto de los países subdesarrollados" (Figueroa, 2009, p. 87). Para este tipo de países se torna mucho más complejo -debido a sus características especiales- avanzar en la consolidación de redes productivas fuertes donde converjan las estrategias de desarrollo nacional y local.

Por tanto, los APL constituyen un ajuste apropiado a las condiciones del subdesarrollo en tanto su conceptualización refleja realmente lo que acontece en condiciones de insuficiente desarrollo de las fuerzas productivas. De igual forma, esta teoría es contentiva de aportes en el plano cognitivo que pueden ser de utilidad para el desarrollo teórico y la construcción práctica de formas organizativas de la producción que se adecuen a las condiciones de la construcción socialista. Sin embargo, su proyección a futuro no cuestiona la existencia de las relaciones sociales de producción capitalistas y la desigualdad que estas encierran, y aporta conocimientos valiosos solamente al nivel de la descripción del fenómeno en su manifestación concreta.

La transición socialista en las condiciones actuales constituye un entorno que merece ser estudiado (3), dada la necesidad de la construcción de este modo de producción como única opción probable de hacer frente a los actuales patrones de acumulación del capital, y de salvar a la humanidad.

 

La organización de la producción local en el modelo económico cubano

La revisión del modelo de funcionamiento de la economía cubana revolucionaria ha puesto de manifiesto cómo sus contradicciones internas se reflejan en su extensión local. Debido a ello, la organización de la producción a este nivel se encuentra fuertemente influenciada por multiplicidad de actores e intereses que conforman dinámicas externas, ajenas a las necesidades locales.

Cuba, con fuerte influencia de los métodos de gestión soviéticos a pesar de las notables diferencias, se ha visto precisada -a partir de la crisis de los años noventa del siglo pasado-, a adoptar determinadas medidas que potencian el ámbito local. Sin embargo, aún se trabaja en la búsqueda de formas para organizar la producción "para" y "desde" la localidad en la cual persiste, hasta el momento, un tejido productivo eminentemente estatal y supramunicipal (4).

Existen a la par, emprendimientos productivos privados locales que se han ido extendiendo en redes productivas aún incipientes, al calor de la actualización del modelo económico cubano. Estos encadenamientos son débiles, esporádicos y coyunturales, y manifiestan el atraso de las fuerzas productivas, el cual atenta contra la posesión colectiva que implican estas formas, lo que acarrea una insuficiente identificación de los productores como partes del proceso de trabajo combinado social.

Las contradicciones propias de la construcción socialista en Cuba por más de cincuenta años han traído consigo la existencia de diferentes formas organizativas de la producción local, algunas de las cuales, a nuestro juicio, comparten características de los APL. Avanzar en el fortalecimiento de estas estructuras, en busca de formas más desarrolladas que respondan a los objetivos y métodos de gestión socialista, puede y debe contribuir a la teoría y prácticas del periodo de tránsito al socialismo en el país.

 

Caracterización de los arreglos productivos locales cubanos

El estudio de casos realizado en once municipios del país (5) ha permitido validar la presencia de los APL. El estado de la temática en Cuba se caracteriza por la heterogeneidad socioeconómica existente en los territorios y la existencia de pequeños productores, en ocasiones dispersos, cuya actividad resulta diversa y de complejidad variable (6). Estos microempresarios (7) y autoempleados forman parte de lo que en el país se conoce como trabajo por cuenta propia (TCP), pero para los fines de esta investigación debe diferenciárseles puesto que no todos los TCP realizan actividades productivas. Ellos forman parte de un conjunto multidimensional de actores que conviven en todos los municipios de la nación (aspecto que caracteriza la impronta del proceso revolucionario cubano), entre los que se encuentran las empresas estatales socialistas y otras formas de gestión no estatal como son las cooperativas. No obstante, las relaciones con otras organizaciones económicas se muestran débiles. Las conexiones con entidades cooperativas, solo en uno de los casos estudiados (minindustria Pascualín en la Habana Vieja), son claras. Sin embargo, en este caso el vínculo existente ha entorpecido el desarrollo del emprendimiento.

Por otra parte, las relaciones entre estas microempresas, y entre ellas y las empresas estatales (supramunicipales en su mayoría), son generalmente inexistentes, lo que demuestra la presencia de intereses contrapuestos. En caso de existir, estas conexiones no son siempre estables y legales (8), y además se reducen a aspectos específicos como los precios o los insumos (9). Una de las entidades económicas estatales con la que se mantienen más relaciones contractuales, es la Empresa de Producciones Varias, de subordinación provincial.

Estas situaciones ponen de manifiesto la no realización de la propiedad estatal, unida a una regulación social socialista de la economía que aún no logra la utilización óptima de los mecanismos de mercado, lo que contribuye a la existencia de este tipo de vínculos. Otra lectura se halla en que la cooperación, en general, se ha visto dificultada por las características del modelo económico, y existe aún un sesgo que la desestimula entre los diferentes tipos socioeconómicos.

Según los entrevistados (productores privados y estatales, funcionarios municipales, profesores universitarios e investigadores), todavía no existe una percepción adecuada del rol que pueden desempeñar en el futuro las redes productivas locales y, dentro de ellas, los microemprendimientos privados. Los productores privados consultados reconocen que este desconocimiento no solo es atribuible a los gobiernos municipales sino que parte de ellos también. Para profundizar en el presente aspecto, esta investigación pudo acceder a las estrategias de desarrollo de cuatro municipios y a las encuestas realizadas por funcionarios de la oficina de cooperación internacional del Consejo de la Administración Municipal (CAM) de la Habana Vieja a 18 actores locales de 17 municipios del país pertenecientes a la red Proyectos de Desarrollo Local del Centro de Desarrollo Local y Comunitario (PRODEL), durante el taller nacional celebrado en diciembre de 2012 y, luego, a los 22 representantes de 10 municipios de la provincia Mayabeque, asistentes a la IV edición del Diplomado en Administración Pública, del 14 de enero al 8 de marzo de 2013, en San José de las Lajas.

El análisis de ambas herramientas revela que se avanza en la estrategia de desarrollo cada vez más en municipios del país. A pesar de que están elaboradas, las estrategias tropiezan con determinadas limitaciones para su implementación, la más importante: la insuficiente integración entre los diferentes actores locales. Finalmente, no en todas las estrategias se le otorga el mismo papel al sector no estatal, a pesar de la elevada percepción sobre la iniciativa privada como dinamizadora de la actividad económica del territorio, entre los encuestados.

Acerca del financiamiento, se han identificado dentro de las situaciones más comunes, emprendimientos que han comenzado sin necesidad de financiamiento externo (10), otros que han contado con la ayuda de organizaciones internacionales u ONG en la modalidad de fondo perdido y, en menor medida, los que han pedido préstamos a bancos nacionales. Debe destacarse que en el caso cubano, las personas devenidas microempresarios no se corresponden, en general, con los sectores más vulnerables de la sociedad (Castillo, 2011).

Existen en estas actividades procesos de aprendizaje, de saber hacer, de tradiciones heredadas en los casos de negocios familiares, y se avanza en la capacitación por parte de las filiales universitarias municipales (FUM), de organizaciones municipales, así como de redes nacionales que operan en el país. Otro elemento a destacar radica en las formas de innovación tradicional que en estas labores tienen lugar, lo que demuestra que la innovación no tiene que ser exclusivamente producto de la investigación.

Si bien algunas de estas actividades productivas se repiten a lo largo y ancho del país, otras se caracterizan, al igual que en el caso brasileño, por concentraciones geográficas (debido a la existencia de determinada materia prima) con elevado grado de especialización sectorial sin coordinación con una empresa-ancla. Precisamente, debido a esta distribución primaria de recursos naturales, no siempre coincidente con la división político-administrativa, los pequeños productores privados se relacionan con clientes de otras demarcaciones, según aseguraron en las entrevistas realizadas.

A pequeña escala, estas microempresas y autoempleados impactan económica y socialmente las localidades donde se encuentran enclavadas y, en algunos casos, en las aledañas, mediante la creación de empleos, elevación de la calidad de vida de sus trabajadores y dueños, diversificación de la oferta de determinados productos, rescate de tradiciones y contribución (aunque con irregularidades) al país mediante los mecanismos establecidos.

En resumen, puede asegurarse que en Cuba funcionan los APL, pero aún son débiles, desorganizados, en ocasiones informales o ilegales, y son consecuencia de las características y de los modelos de gestión que han prevalecido en el país. Ha podido constatarse que tanto desde el punto de vista teórico como práctico, este es un concepto que refleja lo que acontece en las condiciones cubanas, a pesar de las diferencias en los modos de producción. Esto último repercute en las conexiones y formas de movimiento de desarrollo del concepto, que es donde debe diferenciarse del de la teoría original.

A partir de aquí se asume que lo importante no son los conceptos en sí mismos, sino el contexto de relaciones sociales de producción en el que surgen y se desarrollan, en íntima conexión con otros, lo cual reviste vital importancia para la construcción de la teoría socialista, dado que en la transición se conservan rasgos y contradicciones propias del capitalismo. Por lo tanto, como el grado de desarrollo del objeto de estudio de la economía política en el socialismo se encuentra todavía en formación, en este caso resulta pertinente resignificar el concepto de los APL para Cuba, como un primer paso para la construcción de organizaciones más desarrolladas, que se acompañen de una concepción propia que deberá irse construyendo paulatinamente.

 

Oportunidades de desarrollo de los arreglos productivos locales en Cuba

El avance en la organización de los APL cubanos cuenta con un contexto favorable, más ahora, a la luz de los Lineamientos... (2011). Dentro del proceso de actualización del modelo económicocubano, han venido ocurriendo una serie de transformaciones que resultan positivas para su evolución. Deben señalarse, además, un conjunto de acciones que con anterioridad al VI Congreso del PCC ya se venían desarrollando, así como determinados logros de la Revolución que podrían fortalecer este proceso.

Relacionado con el tema se encuentra el interés de que a partir de los
Lineamientos... se proponga un modelo de gestión económica que promueva las formas no estatales y la utilización más efectiva de las relaciones monetario-mercantiles (lineamiento 178), además de su coexistencia con la propiedad estatal en busca de mayores niveles de eficiencia (lineamiento 2). Además, en la actualidad se estudian las posibilidades de constituir cadenas productivas que puedan incluir la integración de las formas no estatales de gestión. También se ampliaron las normas para los pagos de las entidades estatales a particulares (instrucción 7), así como todas las entidades presupuestadas que tengan aprobado en su presupuesto gastos en CUC para determinados servicios (Murillo, 2012), como parte del cumplimiento del lineamiento 10.

Especial connotación adquiere el lineamiento 179, donde se recoge la intención de adecuar la legislación vigente, en correspondencia con las transformaciones en la base productiva; el 191, que se refiere a la integración de las pequeñas procesadoras de alimentos a nivel local con la gran industria; así como el 239, donde se visualiza la modificación del modelo de gestión de la industria local y se flexibiliza su operación para posibilitar el desarrollo de producciones artesanales y la fabricación de bienes de consumo en pequeñas series o a la medida.

De igual forma, estas directrices prevén que las entidades económicas en todas las formas de gestión cuenten con el marco regulatorio que propicie la introducción sistemática y acelerada de los resultados de la ciencia, la innovación y la tecnología en los procesos productivos (lineamiento 134), así como que la planificación abarque las formas de gestión no estatales y que la planificación territorial tenga en cuenta estas transformaciones (lineamiento 5). En el lineamiento 37 se recoge la necesidad de favorecer el desarrollo de minindustrias, aspecto que concuerda con la concepción de los arreglos. Lograr incrementos en los niveles y la diversidad de las producciones locales de materiales de construcción (lineamiento 233), así como contribuir a la repoblación gradual del campo (lineamiento 197), son otras de las posibles aristas en que los APL tienen posibilidades de éxito.

El lineamiento 20, acerca de la vinculación de los ingresos a los resultados que se obtengan, puede contribuir a la formación de las alianzas, ya que es una posible vía de elevar resultados y, por tanto, ingresos. Al objetivo de configurar asociaciones contribuye también el hecho de que las cooperativas mantienen relaciones contractuales con otras entidades económicas entre las que se encuentran las no estatales (lineamiento 27). Para la contratación económica, en general, se ha dictado el Decreto-Ley N.o 304 del 27 de diciembre de 2012.

Por su parte, los lineamientos 6 y 35 cuentan para su implementación con las experiencias de las nuevas provincias Artemisa y Mayabeque, cuyos municipios están siendo transformados por la separación de funciones estatales y empresariales así como con la de las funciones de la asamblea y administración municipales. El experimento podría enriquecerse con el fortalecimiento de los APL y estos a su vez, favorecerse con la situación prevista para el tejido empresarial en ambas provincias.

Acerca de la empresa estatal socialista, objetivo central del proceso de actualización, también se prevén cambios (lineamiento 4) que pueden beneficiar a los APL. Estas transformaciones incluyen un conjunto de flexibilizaciones que permitirán a esas empresas, sin dejar de cumplir sus obligaciones con el Estado, insertarse horizontalmente en el conjunto de la economía, tomar decisiones operativas y asumir actividades secundarias (Murillo, 2012).

También se trabaja para aumentar la autonomía, potestades y autosostenibilidad de la empresa estatal, con el objetivo de que tenga la posibilidad de capitalizarse por sí sola y logre un crecimiento de las utilidades que financie el posible incremento de los ingresos de los trabajadores (Murillo, 2012), así como una mejor gestión de cobros y pagos, aspecto que beneficiará la cooperación con otras formas de propiedad.

Acerca de los mercados de aprovisionamiento que vendan a precios mayoristas, sin subsidio al sistema empresarial, al presupuestado y, en particular, a las formas de gestión no estatal (lineamientos 9 y 217), se trabaja en precios razonablemente más bajos que los minoristas, a los que tendrían acceso en un primer momento las personas jurídicas, incluidas las cooperativas que se creen (Murillo, 2012).

Entre las acciones acometidas antes del proceso de actualización, resulta relevante la labor de la red Gestión Universitaria del Conocimiento y la Innovación para el Desarrollo (GUCID), mediante la cual cada vez un número mayor de municipios han elaborado su estrategia de desarrollo con el acompañamiento de la universidad. A esta acción ha estado contribuyendo en paralelo el Ministerio de Economía y Planificación (MEP) y su instituto de investigaciones con los planes de desarrollo integral. Por otra parte, entre los elementos creados a lo largo del periodo revolucionario, que favorecen los APL en Cuba a diferencia de otros países subdesarrollados, se encuentran la existencia de la fuerza de trabajo calificada, la presencia de infraestructura básica de servicios (salud pública, educación, cultura y deportes), el acceso a universidades y centros de investigación, así como la inexistencia, según Zaldívar et al. (2012), de las causas que en el mundo hacen que fracasen las microempresas (11).

En resumen, el entorno propio del país, distinguido por la búsqueda incesante del perfeccionamiento de las formas y métodos de gestión económica que sirvan de estímulo al desarrollo de las fuerzas productivas, tanto a nivel social como en las distintas esferas, ramas y tipos de producción, puede constituir un ambiente propicio para el desarrollo de los APL.

 

Estudio DAFO de los arreglos productivos locales cubanos

A partir de la caracterización y del estudio del ambiente favorable que se presenta para el desarrollo de los APL, se procede a la realización de un estudio de las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades (DAFO) de estas formas organizativas, por ser una herramienta de análisis estratégico que evalúa las amenazas y oportunidades del entorno, y las fortalezas y debilidades de la organización (12). La estrategia que se decide adoptar comprende un conjunto de acciones operativas que constituyen los pasos que deben darse hasta alcanzar la meta. Para ello, la información recopilada mediante el diagnóstico ejecutado (estudio de casos) ha sido contrastada con la opinión de los expertos (13). Como resultado, se han podido listar las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades que identifican la transformación de los APL cubanos.

Una vez definidas las variables anteriores, se utiliza el método de impactos cruzados, el cual tiene como objetivo analizar las interrelaciones existentes entre las variables clave identificadas para definir el problema estratégico. Los resultados del procesamiento de la matriz de impactos cruzados sitúan la mayor puntuación en el cuadrante II (73 puntos), correspondiente a la confrontación entre fortalezas y amenazas. De esta forma se determina que el objeto de estudio (APL cubanos) se encuentra en una posición "defensiva", lo que significa que debe protegerse de las amenazas y apoyarse en las fortalezas. La figura muestra este posicionamiento.

Fig 1. Posicionamiento de los APL cubanos

Se debe lograr, por tanto, que las fortalezas de mayor impacto atenúen las amenazas que afectan al sistema. Para ello, se consideraron los impactos individuales de las fortalezas, amenazas, oportunidades y debilidades. A partir de dichos resultados, se puede formular el problema estratégico que aqueja a los APL cubanos, como a continuación presentamos.

 

Problema estratégico

- De continuar con las debilidades:

  • existencia de microempresas que se declaran como negocios familiares y contratan empleados de forma indebida,
  • las articulaciones entre los agentes no son suficientemente desarrolladas como para ser caracterizadas como un sistema,
  • inexistencia de una adecuada coordinación de los grupos de microempresarios con una empresa ancla,
  • no visualización de las microempresas de la necesidad de organizarse en redes, y
  • realización de adquisiciones de insumos y materias primas por vías ilegales;

- en presencia de las amenazas:

  • presencia de inestabilidad en el acceso a materias primas e insumos y presencia de intermediarios entre productores y consumidores,
  • inexistencia de una estrategia clara por parte de los gobiernos locales hacia la consolidación de estas redes productivas,
  • inexistencia de políticas públicas flexibles y específicas formuladas de acuerdo con las características de cada arreglo, y
  • dificultades en la infraestructura material para el funcionamiento de
    las redes;

- aun contando con las fortalezas:

  • presencia de aglomeraciones territoriales de agentes económicos, políticos y sociales,
  • existencia de elementos tradicionales como la cooperación, e incluyen otros factores como procesos de aprendizaje, capacitación e innovación,
  • presencia de fuerza de trabajo calificada,
  • surgimiento de grupos de microempresarios, y
  • manifiestación de relaciones compra-venta con territorios cercanos;

- no podrán aprovecharse las oportunidades:

  • avance en la facilitación de la interrelación municipal,
  • existencia de un contexto institucional que propicia el surgimiento de los grupos de microempresarios y su coordinación con empresas ancla,
  • existencia de espacios de capacitación de la fuerza de trabajo, y
  • disponibilidad de fuentes externas de financiamiento para apoyar las iniciativas de desarrollo local.

 

Solución estratégica

Los APL cubanos deberán utilizar la presencia de aglomeraciones territoriales de agentes económicos, políticos y sociales; la existencia de elementos tradicionales como la cooperación, procesos de aprendizaje, capacitación e innovación; la presencia de fuerza de trabajo calificada; el surgimiento de grupos de microempresarios y las relaciones de compra-venta con territorios cercanos; todo ello con el fin de minimizar los efectos negativos de la inestabilidad en el acceso a materias primas e insumos y la presencia de intermediarios entre productores y consumidores; de la inexistencia de una estrategia clara por parte de los gobiernos locales hacia la consolidación de estas redes productivas; de la inexistencia de políticas públicas flexibles y específicas formuladas de acuerdo con las características de cada arreglo, y de las dificultades dadas en la infraestructura material para el funcionamiento de las redes.

Dicho análisis permite mostrar la necesidad de avanzar, mediante un conjunto de acciones, hacia un cuadrante "ofensivo" (que es el cuadrante más cercano en cuanto a puntuación), donde podría adoptarse una estrategia de crecimiento a partir de las ventajas propias. De no ser así, existe un peligro real de caer en el IV cuadrante, o sea, en una posición de "supervivencia", donde las fuerzas internas no serían suficientes para enfrentar las amenazas externas, situación mucho más difícil y no deseada para el objeto de estudio en cuestión, por cuanto atentaría contra las intenciones de complejizar las estructuras productivas locales incipientes con que cuenta hoy el país.

 

Acciones para la transformación

A partir del análisis anterior, se proponen un grupo de tareas para avanzar en la transformación de los APL hacia formas organizativas de la producción local más complejas dentro del modelo socio-económico cubano. Para ello y a los efectos de esta investigación, se ha construido el concepto siguiente de los APL para Cuba: concentración geográfica de actores diversos, conectados a partir de actividades económico-productivas específicas, representadas por variadas organizaciones económicas que, nacidas a consecuencia de necesidades y disponibilidad de recursos locales, tienen como objetivo fundamental la satisfacción de estas necesidades. Constituyen una forma de gestión social de la producción local adecuada a las condiciones del tránsito y liderada por los gobiernos municipales, mediante la cual se garantiza la organización, regulación y funcionamiento planificado del proceso de reproducción, y está encaminada a superar gradualmente el bajo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas materiales, a eliminar las desproporciones territoriales, a elevar la productividad del trabajo y a desarrollar la gestión del conocimiento.

Como acciones recomendamos: otorgar personalidad económica y jurídica a microempresarios; avanzar en la conceptualización y formalización de micro-empresas cubanas; propiciar el marco regulatorio adecuado a través de nexos y contratos económicos entre microempresarios y demás actores; promover estas interacciones en las estrategias de desarrollo municipal y nacional; planificar y controlar el funcionamiento de estas redes (formando parte de la reproducción del sistema socioeconómico local y nacional); formular políticas que reconozcan la diversidad y concebirlas con la flexibilidad necesaria para que puedan ser captadas y adaptadas a las idiosincrasias de cada lugar; incentivar el interés de los productores por la capacitación; fomentar transferencia de conocimientos, tecnologías y procesos de innovación; construir sistemas de transmisión de la información a nivel local; organizar los arreglos en función de actividades o empresas o sectores "ancla", y elaborar leyes y un ámbito de representación institucional que autorice y viabilice las relaciones con otros territorios.

 

CONCLUSIONES

El estudio de los SPL permite asegurar que ellos son el resultado de las relaciones capitalistas de producción desarrolladas; en ellos se configura una de las manifestaciones territoriales del ajuste del patrón de acumulación capitalista que tuvo lugar a finales del siglo pasado.

La teoría de los APL significa un ajuste apropiado a las condiciones del subdesarrollo, en tanto su conceptualización refleja condiciones de insuficiente desarrollo de las fuerzas productivas. Sin embargo, su proyección futura no cuestiona la existencia de relaciones sociales de producción capitalistas y la desigualdad que estas encierran.

El estudio de casos realizado en diferentes municipios cubanos, acerca de
las incipientes redes productivas locales existentes en ellos, da cuenta del funcionamiento de los APL. Sus características, así como el favorable contexto que crea la actualización del modelo económico, hacen que estos constituyan una forma organizativa de la producción en el territorio, que puede posibilitar su transformación y evolución en correspondencia con las características del país y los actuales objetivos de desarrollo.

La elaboración desde una perspectiva marxista de una propuesta para el desarrollo de los APL en Cuba se ha hecho teniendo en cuenta que estas puedan constituir una forma de gestión social de la producción local adecuada a las condiciones del tránsito, construida conscientemente, y que contribuyan a superar de forma gradual el bajo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas materiales, a eliminar las desproporciones territoriales, y a elevar la eficiencia y eficacia de la producción y el desarrollo de los procesos de innovación. Dicha propuesta complementa y enriquece la teoría de los APL y, a su vez, alienta la construcción teórica y metodológica de la sociedad socialista en las condiciones actuales.

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

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RECIBIDO: 1/3/2014

ACEPTADO: 17/3/2014

 

 

 

Yulién Herrera Díaz. Facultad de Economía, Universidad de La Habana, Cuba. Correo electrónico: yhdiaz@rect.uh.cu

 

NOTAS ACLARATORIAS

 

1. Algunos de los autores destacados en este tema son Becattini (1979), Garófoli (1991), Alburquerque (2001) y Boisier (2001).

2. Sobre los APL destacan los autores brasileños Lastres et al. (2005), y Cassiolato et al. (2011).

3. Por razones de espacio, no se expone en este trabajo la síntesis realizada de experiencias concretas de formas de organización de la producción local en la transición al socialismo, en la que se parte del criterio desarrollado en países que constituyen referente en la teoría y práctica socialistas, tales como la Unión Soviética, China, Venezuela y Cuba. Al respecto puede consultarse Herrera (2013).

4. La mayor parte de las instituciones que trabajan la temática en el país se han acogido a la escala municipal como la adecuada para incentivar el desarrollo local en Cuba. Al respecto, pueden consultarse a Guzón (2006), Pérez y Arguelles (2011). La investigación asumirá esta escala para el caso cubano, teniendo en cuenta que municipio y localidad no siempre coinciden.

5. Ellos son Habana Vieja, Aguada de Pasajeros, Placetas, Camajuaní, Florencia, Mayarí, La Palma, Martí, Yaguajay, Río Cauto y El Salvador.

6. Este tema depende de aspectos tales como la cantidad de productos a elaborar, de trabajadores y maquinarias empleadas, así como de acciones a realizar (unos se dedican solo a producir mientras que otros producen y comercializan).

7. Para profundizar en este tema deben consultarse los trabajos de la línea de investigación en gestión empresarial de la Facultad de Economía, de la Universidad de La Habana.

8. Estas ilegalidades son uno de los efectos negativos que traen las empresas nacionales para una localidad, según Pérez y Arguelles (2011).

9. El aún insuficiente mercado de aprovisionamiento, que venda a precios mayoristas a las formas de gestión no estatal, incide sobre este particular.

10. En el sentido de necesitar préstamos de entidades externas al negocio. También pueden suceder préstamos entre privados o financiamiento de personas fuera del país; ambos casos son difíciles de verificar. Para ampliar sobre este particular puede consultarse el trabajo de Castillo (2011).

11. Entre ellas pueden mencionarse las políticas neoliberales y el bajo nivel escolar de los microempresarios.

12. Sobre esta herramienta puede profundizarse en Menguzzato y Renau (1991).

13. Se ha seleccionado la muestra de manera intencional, por lo que técnicamente se considera una muestra no probabilística de expertos (Hernández, 2012). La integran especialistas y expertos en la temática, provenientes de seis provincias del país (Pinar del Río, La Habana, Mayabeque, Ciego de Ávila, Camagüey y Holguín). Este conjunto se divide en dos grupos: el que representa la combinación de la gestión práctica de aspectos del desarrollo local con la investigación y la enseñanza, y el integrado por individuos que se dedican solamente a la gestión práctica. Han sido escogidos profesores de las FUM del MES; profesores-investigadores que desde las sedes centrales y centros de investigación se dedican al tema; funcionarios implicados en la cooperación internacional; autoridades de los gobiernos municipales y provinciales; productores privados y empresarios estatales. La elección se ha realizado atendiendo a que fueran expertos que coordinen colectivos vinculados al tema, de modo que sus opiniones reflejen el sentir de agrupaciones. Para determinar su nivel de competencia, se utiliza el coeficiente de competencia de los expertos (K), el cual se obtiene a partir del coeficiente de conocimiento (Kc) y del coeficiente de argumentación (Ka), según la metodología para la determinación de la competencia de los expertos, del Comité Estatal para la Ciencia y la Técnica de la URSS (1971).


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