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Economía y Desarrollo

versión On-line ISSN 0252-8584

Econ. y Desarrollo vol.167  supl.1 La Habana  2023  Epub 14-Oct-2023

 

Artículo original

Educación emprendedora para niñas, niños y adolescentes. Experiencias y notas a debate

Entrepreneurial Education for Girls, Children and Adolescents. Experiences and Notes to Debate

0000-0003-0060-5571Daybel Pañellas Álvarez1    , 0000-0003-2284-8929Yasmira M. Calderón Ibargollín2  , 0000-0003-3805-3274Lisette Abadie Fiandor3 

1 Facultad de Psicología. Universidad de La Habana. Cuba.

2 Centro Loyola Reina. La Habana. Cuba.

3 Quinta de los Molinos. Oficina del Historiador de la Ciudad. La Habana. Cuba.

RESUMEN

El artículo propone mirar al emprendimiento en el ámbito educativo, dirigido a la población infantil y adolescente; con un fin que trasciende la creación de un negocio en sí, pues se enfoca en el encuentro con motivaciones que han de desarrollarse para contribuir al bienestar psicológico, al desarrollo humano y social, en tanto potencia el desarrollo de autonomía, creatividad, participación y la proactividad. Se exponen dos experiencias de proyectos con estas características, aunque con cualidades diferenciadas tantos de sus públicos, de los objetivos que se proponen como de su madurez.

Palabras-clave: adolescencia; educación; emprendimiento; niñez

ABSTRACT

The article proposes to look at entrepreneurship in the educational field; with children and adolescents as target; transcending the creation of a business itself, since it focuses on finding own-motivations that have to be developed to contribute to psychological well-being, human and social development, while promoting the development of autonomy, creativity, participation, proactivity. Two experiences of projects with these characteristics are exposed, although with differentiated qualities both of their audiences and of the objectives that are proposed.

Key words: adolescence; education; entrepreneurship; childhood

INTRODUCCIÓN

El uso de la palabra emprendimiento evoca, en las representaciones de una gran cantidad de cubanas y cubanos residentes en Cuba, la conexión con el sector privado y, casi por la misma razón, se asocia con dinero, altos ingresos, consumos. En general, ventajas de índole material. Ello también ha encontrado correlato en aspiraciones de adolescentes y jóvenes para quienes, por esta razón, el sector privado se presenta como una opción más atractiva que la estatal. En otros espacios sociales, incluida la Academia, es frecuente encontrar que se sataniza esta palabra y el rol que a ella se asocia: «empresarios(as), vuelta al capitalismo».

Sin embargo, también dan cuenta las investigaciones de las satisfacciones referidas a autoafirmación, autonomía, proactividad, sentido de compromiso y participación social que pueden derivarse de la actividad en el sector privado, especialmente en roles de empleadores (Bertoni, 2022; Calabuche y Pañellas, 2021; Pañellas, 2020). En el actual contexto de aprobación de mypimes, se verifica una jerarquización intragrupal en la que los dueños de negocios se autoperciben ocupando lugares cimeros (Jiménez, 2022). Si bien esto último pudiera leerse como prepotencia, no necesariamente tiene que serlo. Por otra parte, una gestión pública efectiva, que incluye el hacer de las ciencias sociales, puede utilizar esto a su favor, con la brújula de que no todo emprendimiento debe ser estatal ni económico.

Según el Diccionario etimológico de Chile (s/f), la palabra emprendimiento está formada con raíces latinas y significa: «acción y efecto de empezar una cosa difícil». Sus componentes léxicos son el prefijo in (hacia adentro), prehendere (atrapar), más el sufijo miento (medio, instrumento o resultado).

Inspiradas en esa significación, dado el valor del lenguaje para el pensamiento, y consecuentemente, para representaciones y acciones, defendiendo la justicia social como brújula de nuestro proyecto de país, la legitimación oficial de los emprendimientos privados, así como su capacidad de atracción; las autoras lo asumen como una oportunidad para, desde la educación, contribuir a un desarrollo vital saludable, que forme seres humanos proactivos, participativos, resolutivos e inclusivos. Estas defienden, además, la necesidad de la promoción del bienestar psicológico, entendido como el desarrollo de las capacidades y el crecimiento personal, donde el individuo muestra indicadores de funcionamiento positivo, es decir, que el funcionamiento humano óptimo es el que produce una mayor cantidad de emociones positivas o de placer, y no al revés (Ryff, 1989).

En las etapas de la niñez y la juventud, la personalidad se encuentra en procesos de formación, los niveles de elaboración y concientización respecto a procesos complejos como el bienestar dependen la etapa que se trate. Las vivencias de bienestar, satisfacción o placer en los pequeños son más espontáneas, inmediatas, proyectadas a su aquí y ahora, menos conscientes, estables, consistentes; no obstante, en todos los casos la Situación Social del Desarrollo (SSD) se coloca como mediadora; su análisis presupone el estudio de las condiciones externas donde se inserta la vida del niño, y el estudio de los procesos internos de este frente a esas condiciones de vida. De modo que el diagnóstico de la Situación Social del Desarrollo, según Bozhovich (1976): « […] constituye la tarea primordial, desde la que debe comenzarse el análisis de la peculiaridad cualitativa de un nivel de edad determinado, de las tendencias del desarrollo características del mismo y de las nuevas particularidades que surgen en el desarrollo del niño a finales de cada período» (p. 134).

En términos de bienestar psicológico, se identifican como dimensiones: la autoaceptación, determinada por el grado en que la persona se siente satisfecha con sus atributos personales; las relaciones positivas que son las relaciones de confianza con otros, se caracterizan porque la persona tiene la capacidad de amar; esta capacidad disminuye el estrés e incrementa el bienestar psicológico; el dominio del entorno, habilidad personal para hacer uso de los propios talentos e intereses, así como de las opciones que se vayan presentando. Es la participación activa en el medioambiente que permite funciones psicológicas positivas; crecimiento personal, que es el nivel en que la persona se encuentra abierta a nuevas experiencias, obtiene logros, se enfrenta a los retos que la vida presenta; propósito en la vida, cuando la persona establece objetivos, tiene sentido de dirección y una intencionalidad en la vida; funciona positivamente y todo esto contribuye al sentimiento de tener una orientación y un lugar en la vida; autonomía, referida a la autodeterminación, la independencia de la persona y la capacidad para regular su propia conducta.

Si bien es cierto que para emprender es importante conocer cómo concebir un proyecto, planificarlo, concretarlo en una secuencia lógica de procesos y actividades, nuestra experiencia profesional nos demuestra que también es vital estimular y mantener el bienestar psicológico. La educación emprendedora, como se concibe y se ve reflejada en las dos experiencias que se presentan, tiene entre sus propósitos primarios ayudar a autodescubrir, entrenar o potenciar competencias personales y estrategias que ayuden a emprender a partir de formar la capacidad de socializar, sostener relaciones empáticas y armoniosas, administrar, resolver conflictos, trabajar en equipo, tomar decisiones; así como de cooperar, tener autoconfianza, autonomía, ser resilientes y aprender de la experiencia.

De ahí que, intencionar una educación emprendedora en instituciones educativas o en otros espacios socializadores parece pertinente y necesario, aun cuando se sabe que el vínculo entre educación y emprendimiento ha sido puesto en tela de juicio por investigadores, pedagogos y profesionales afines. Algunos la consideran un fenómeno de la globalización, un intento de trasladar la responsabilidad de los estados a los individuos en temas de empleabilidad, justicia social, entre otros, enmascarando así problemas subyacentes de inequidad, exclusión, violencias, pobreza extrema, desempleo, y otros males sociales, políticos, económicos, ambientales (Azqueta y Naval, 2019; Paños, 2017). También se concibe en ocasiones como un apéndice dentro del curriculum, y no una cosmovisión integrada a la comprensión de los contenidos que se imparten habitualmente. Todo esto es posible, y ciertamente, incluso en nuestro país, puede resultar una cortina de humo. Más, la educación emprendedora en sí, no es la causa.

El artículo que se presenta tiene como objetivos: colocar otra mirada al emprendimiento en el país, tanto desde su concepción como de los públicos a los cuales se dirige; demostrar que es posible en nuestro país implementar muchos proyectos con una mirada emprendedora y de justicia social; invitar a actuales y futuros emprendedores a concebir productos y servicios que se fundamenten conscientemente en un disfrute desarrollador; invitar a educadores y educadoras a repensar las prácticas en las instituciones educativas. Para ello, se presentan brevemente referentes teóricos y se comparten dos experiencias de trabajo: una estatal, La Quinta de los Molinos; y una religiosa, el centro Loyola Reina.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE FOMENTAR ESTAS COMPETENCIAS?

Históricamente, la enseñanza formal le ha otorgado una especial atención al desarrollo de los procesos cognitivos, al entender la inteligencia especialmente como la lógica matemática y capacidades lingüísticas, y vincularlos especialmente con los contenidos académicos. En Cuba, particularmente:

[…] las familias tienen una mayor conciencia de su protagonismo en la preparación de las jóvenes generaciones, en parte por la insuficiencia de la escuela tradicional para desarrollar habilidades de emprendimiento. Los estilos educativos y diseños de enseñanza autocráticos y reproductivos que existen, no contribuyen al desarrollo de una habilidad emprendedora. (Pañellas y Echevarría, 2020, p. 6)

En general, se ha dejado a la saga la estimulación y potenciación del resto de las inteligencias, necesarias para el desarrollo de la vida social, cuestión que va cambiando en la medida en que la demanda de los llamados soft skills va aumentando.

Las inteligencias múltiples, entre ellas la inteligencia emocional, no son las más trabajadas ni estimuladas en las escuelas y, en ocasiones, las familias tampoco tienen un dominio adecuado de ellas (Shapiro, 1997). Para emprender un proyecto de cualquier índole es necesario autoconocerse, tener expectativas adecuadas, reconocer las propias fortalezas, pero también las áreas de mejora que otros puedan cubrir, establecer alianzas, por lo que el desarrollo de la inteligencia intrapersonal es vital.

Para iniciar, mantener y desarrollar un negocio se necesita ser resilientes, comunicarse de modo efectivo con los demás, tolerar los resultados fallidos de las expectativas, intentar nuevos modos de proceder, recrear esperanzas; en ello desempeña un importante papel la inteligencia emocional (Goleman, 2013).

Actividades específicas vinculadas a las artes -a las que mucho acuden las familias de niñas niños y adolescentes- tienen relación con los tipos de inteligencia: la fotografía con la inteligencia visual-espacial; la música, la danza y las composiciones literarias tienen una alta influencia de las inteligencias: musical, cinético corporal y lingüística.

Asimismo, cada vez urge más, ante cada decisión, ser conscientemente responsables con el medioambiente, dejando atrás la tendencia antropocéntrica que ha caracterizado por mucho tiempo la relación del ser humano con la naturaleza, por tanto, la estimulación de la inteligencia naturalista es también crucial para una vida sostenible- uno de los objetivos de la Agenda 2030.

¿Por qué en estos períodos etarios?

Se identifican aquí características de las etapas del niño escolar, en tanto, se defiende por las autoras la posibilidad de llevar a cabo una educación emprendedora en la escuela o a través de alianzas con ella, independientemente de la posibilidad de otros proyectos colaterales.

El estudio aparece como actividad fundamental en esta etapa, sobre la cual se va a producir el sistema de interrelaciones. El maestro desempeña un papel fundamental en el desarrollo de la personalidad; surge el pensamiento conceptual y el carácter voluntario y consciente de los procesos cognitivos; comienza a desarrollarse el interés cognoscitivo; la memoria, al realizarse en conexión y sobre la base del pensamiento, empieza a adquirir un carácter lógico. Cuando para el preescolar pensar significa recordar, para el escolar recordar, significa pensar (Bozhovich, 1976).

La actividad de juego se amplía y complejiza, continúa desarrollándose el juego de roles y aparece el juego de reglas, el cual influye en el sistema moral del niño en la medida en que implica la sujeción a determinadas normas; adquiere mayor estabilidad de la esfera motivacional, lo cual se expresa en la voluntariedad de la conducta escolar. El niño logra plantearse objetivos de forma consciente, por lo tanto, es más activo en el control de su conducta; aumenta la variedad y riqueza de las emociones, estas estarán vinculadas inicialmente al éxito escolar y después al lugar que ocupe en el grupo de coetáneos.

Se desarrollan sentimientos morales y sociales como el sentido del deber y la amistad; se forman cualidades morales como motivos estables de la conducta. Se desarrolla la autovaloración y el autocontrol, aunque aún son dependientes de criterios externos. Los ideales son concretos todavía. En esta etapa los niños tienen una capacidad de asombro y una imaginación que les permite soñar sin censura y creer que todo es posible. Cuidando sus expectativas, se les puede invitar a soñar, a crear y a organizarse brindándoles niveles de ayuda para «aterrizar» lo deseado. De este modo, refuerzan su autoestima, aprenden que, con organización, colaboración y entrega de su parte, pueden plantearse propósitos y cumplirlos (Domínguez, 2007).

Se incrementa la curiosidad, que se exacerba a partir de los siete años y uno de sus modos de expresión son los incontables ¿y… por qué? La misma pregunta puede servir como base para desarrollar su pensamiento crítico sobre su realidad o cuestiones de su interés. A diferencia de los adultos, los escolares tienen menos ideas preconcebidas, menos prejuicios, por tanto, menos que desaprender (Gómez et al., 2017).

A mediados de esta etapa, el niño comienza a interesarse por los resultados de sus acciones y, en la medida en que se hace consciente de sus progresos y de la utilidad de los conocimientos, continúan desarrollándose sus intereses. Ya en los grados terminales los intereses no se dirigen únicamente al conocimiento de determinados hechos, sus causas y las relaciones entre ellos, sino también hacia la solución de problemas, aspecto este que se consolida en la etapa de la adolescencia, mientras que en la juventud estos intereses inducen al sujeto al planteamiento de nuevos problemas (Domínguez, 2007).

La adolescencia, como etapa del desarrollo, ofrece otras oportunidades. Es posible brindarles el escenario para que, colaborativamente, descubran, critiquen, cuestionen y se lleguen a reconocer como parte de la problemática o contexto y se conviertan en parte de la solución. Se le confiere mucha importancia al grupo de coetáneos, obtener un lugar significativo en el grupo es algo con lo que los adolescentes lidian a diario (Domínguez, 2007).

El surgimiento del pensamiento operatorio formal, propio según el criterio de Piaget, es premisa imprescindible para que el sujeto logre alcanzar el nivel de la moral autónoma, de la autorregulación moral. El adolescente posee puntos de vista, juicios y opiniones de carácter moral, que presentan una relativa estabilidad e independencia de las influencias externas, pero al mismo tiempo, estas valoraciones morales aún no se han convertido en convicciones, por lo que pueden ser modificadas en determinados contextos, en especial, bajo la influencia de la opinión de los coetáneos. Gradualmente y en el proceso de comunicación con los otros, se produce la confrontación de sus ideas con las de otras personas y este empieza a comprender la fragilidad de sus puntos de vista. Surgen intereses profesionales sobre la base de los cognoscitivos, pero generalmente son inestables (Domínguez, 2007).

La imagen corporal y las cualidades, vinculadas a las relaciones interpersonales tienen un marcado peso en la autovaloración y en el sentido de autoestima. Por tanto, se integran las funciones subjetivo-valorativa y reguladora de la autovaloración (Domínguez, 2007).

Las características del desarrollo antes descritas propician al menos dos cuestiones fundamentales de distinto orden: aprovechar las particularidades de cada período para diversificar estrategias educativas y disfrutar el proceso de aprendizaje; y contar con bastantes certezas relativas a que las estimulaciones que se provean pueden ser muy nutritivas y contribuirán al desarrollo social de infantes y adolescentes.

Por otra parte, en Cuba los procesos de desigualdad social aumentan, así como su legitimación vivida, no obstante, con insatisfacción (Álvarez, 2021; Espina y Pañellas, 2022; Malagón, 2022; Peña, 2021; VV. AA., 2020). Si bien no se cuenta el porciento de población en situación de pobreza en este momento, las acciones del gobierno referidas a las condiciones de vulnerabilidad dan cuenta de que se coloca como una necesidad en el país.

En esta condición se encuentran, entre otras, personas con necesidades especiales y aquellas que proceden de comunidades y barrios marginados, familias con una funcionalidad no favorecedora de su adecuado desarrollo psicológico. En todos estos casos, sus realidades se encuentran subrepresentadas en sus materiales escolares, como los libros de textos, por solo citar un ejemplo. Igualmente, en los medios de comunicación pueden hallarse más representados, pero por lo general aparecen perpetuándose estereotipos y prejuicios que menoscaban su autoestima y les confirman que la salida del ciclo de pobreza, violencia, entre otros males, es casi imposible, o con alternativas muy reducidas. Ayudarles a ser conscientes de sus fortalezas e inteligencias, así como de sus áreas menos desarrolladas, aceptarlas, respetarlas y legitimarlas como valiosas, les coloca en un punto de partida de mayor confianza, de autovaloración más sólida y una mejor imagen y estima de sí y de los otros.

Cuando se analizan las problemáticas de los barrios, se constata que son claramente identificadas, sin embargo, contempladas, expresadas catártica o quejosamente, no desde un rol transformador. Resulta necesario potenciar el aprendizaje en un entorno socializador que provea otros intercambios tales como experiencias de prácticas socialmente útiles que les enseñen, amplíen su universo de motivaciones y empoderen, testimonios de personas que, partiendo de situaciones de desventajas múltiples, consiguieron crecer como ciudadanos dignos y lograr sus proyectos de vida.

Por tanto, tanto las características del desarrollo humano como las condiciones económicas y psicosociales de nuestro entorno -que erosionan el bienestar individual y colectivo, y la justicia social- se colocan como motivadoras para diseñar y desarrollar proyectos que se enfocan en el desarrollo pleno de los seres humanos.

LAS DOS EXPERIENCIAS

Quinta de los Molinos

La Quinta de los Molinos es una institución considerada como un Centro de Educación Ambiental por su alto valor patrimonial, natural, histórico y estético; constituye eje central de toda una gama de actividades destinadas a satisfacer las necesidades de públicos diversos. Promueve una cultura ambiental que tributa al crecimiento humano, al desarrollo integral de la personalidad y a la educación en emprendimiento en la población más joven. Su misión es la promoción de actitudes, valores y conductas responsables ante el cuidado y la conservación del medioambiente.

Con este fin, los proyectos Juntos por la inserción, Quinta por la inclusión social y Abriendo caminos para la inserción laboral, diseñan y realizan talleres cuyos beneficiarios son niños, niñas y adolescentes de escuelas primarias y secundarias aledañas a la Quinta de los Molinos; participantes en el programa Rutas y Andares: para descubrir en familia; personas en situación de discapacidad intelectual y sus familiares integrantes del proyecto Quinta por la inclusión social.

Luego de la pandemia y con la preparación de las condiciones para el paso a un nuevo modelo de gestión económica (mipyme), ha diversificado y ampliado el alcance de sus opciones para el sano disfrute del público infantil y sus familias. Durante este año 2022, ha otorgado una atención diferenciada a la promoción de espacios y emprendimientos amigables con la naturaleza y el bienestar psicológico infantil desde la educación en emprendimiento. Estos proyectos se caracterizan por:

  1. Juntos por la inserción: surgió en el año 2012. Participan alumnos de las Escuelas Especiales Adelaida Piñera y Mártires del Corinthya, los cuales se capacitan y adiestran en labores de jardinería, en la siembra y reproducción de plantas ornamentales y el mantenimiento del vivero de alta tecnología, dedicado a estos fines. El objetivo fundamental de este proyecto es desarrollar en ellos habilidades requeridas para su inserción en el ámbito laboral una vez terminada la escuela. Se les enseña según sus aptitudes y actitudes las tareas vinculadas al trabajo de las áreas de flora de la Quinta de los Molinos. Luego del período de prácticas se le evalúa su desempeño laboral de manera integral y se decide quienes pueden convertirse en trabajadores de esa institución. Este programa es coordinado previamente con los docentes de la institución escolar y el Ministerio del Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y de acuerdo al previo consentimiento de sus padres. Como resultado fundamental, hoy la institución cuenta con seis de estos jóvenes con discapacidad intelectual, que se desempeñan como jardineros.

  2. Quinta por la inclusión social: surgió en el año 2014, dentro del programa de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana. Participan adolescentes, jóvenes y adultos beneficiados con patologías diversas, entre ellas, síndrome de Down, retraso mental en sus diferentes niveles de severidad y algunos casos de autismo. Sus objetivos fundamentales son contribuir a su inclusión social después de culminada la etapa escolar, así como desarrollar habilidades, capacidades y valores que contribuyan a su autonomía, creatividad, autovalidismo y a su bienestar psicofísico de manera general.

  3. Para ello, se desarrollan once talleres grupales: psicoballet, jardinería, video-juegos, estimulación psicopedagógica, pintura, interacción con animales, música, autovalidismo, manualidades, gimnasia matutina y orientación familiar. En estos espacios son potenciadas habilidades como la creatividad, la capacidad de planificar las acciones y la resolución de problemas ante dificultades durante el proceso. Las actividades propuestas estimulan la atención, sensopercepción, memoria, pensamiento, imaginación y lenguaje. Potencian algunas habilidades sociales como la de seguir instrucciones, pedir ayuda, agradecer y reconocer emociones. Además, fomentan la autoestima al ser capaces de crear, con un sello personal, diferentes objetos y artesanías, por los que reciben reconocimiento de otras personas.

  4. Se ha conseguido desarrollar nuevas motivaciones, la estimulación de habilidades y capacidades, generar bienestar psicológico y acompañar los procesos educativos de familias que atraviesan complejas situaciones.

  5. Abriendo caminos para la inserción laboral: surgió a finales de 2017. Participan jóvenes con discapacidad intelectual. El objetivo principal es propiciar su inserción laboral mediante el entrenamiento laboral en diferentes puestos de trabajo que ofrece la Quinta de los Molinos (jardinería, auxiliar de servicio, recepción, auxiliar informático y operario del Mariposario). Estos talleres han propiciado el desarrollo de diferentes habilidades sociales, la autonomía y la capacidad de emprender sus propias labores. El desarrollo de sus procesos autovalorativos, fortalece la identidad personal y la autoestima, donde cada logro alcanzado, incrementa la capacidad de confiar en sus posibilidades de hacer e innovar.

  6. Como resultados concretos se obtuvo que once jóvenes con discapacidad intelectual (síndrome de Down, retraso mental leve y moderado) firmaran contrato laboral en las áreas de jardinería e informática; cinco de estos jóvenes lograron dominar el código de lectoescritura y habilidades de cálculo; estos resultados han atraído el interés de otros jóvenes y sus familiares, lo que ha posibilitado nuevas incorporaciones al proyecto.

A partir de junio de 2022 y a lo largo del verano se desarrollaron los eventos Ekofiesta de Sueños y Festival Zona Quinta. En estas ocasiones la institución abrió sus puertas a emprendimientos, proyectos comunitarios, de desarrollo local y trabajadores por cuenta propia, cuyos negocios se orientan a productos para la población infantil y también de las familias. Se vendieron juguetes, juegos didácticos, materiales escolares, objetos utilitarios y decorativos enfocados en el reciclaje, las materias primas autóctonas, la cosmética, la alimentación saludable, las manualidades ecológicas y la naturaleza. Entre ellos, el público participante ha podido encontrar objetos utilitarios, decorativos, de cosmética y plantas. La primera edición fue dedicada al inicio del verano, mientras que la segunda, al cierre; en ambas se realizaron actividades educativas y recreativas para el público infantil.

En una de sus últimas ediciones, por un emprendimiento sano, sostenibilidad ambiental y nutrición, a propósito del Día Mundial de la Alimentación, se coordinaron actividades junto a la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos. Posteriormente, se desarrolló otra propuesta dedicada al Año Internacional del Vidrio bajo el nombre de Reciclaton (reciclaje del vidrio y otros materiales), en conjunto con el proyecto de Tercer Paraíso y la Embajada de España.

En la primera semana de diciembre de 2022, tuvo lugar en el jardín el Festival Zona Quinta la actividad: Pensar en colores, dedicada al Día Internacional de la Discapacidad, el evento más grande y diverso que se ha realizado en la institución. Con más de mil participantes, representando a familias con personas en situación de diferentes discapacidades (intelectual, física, auditiva y visual), resultó ser un espacio que promovió la inclusión en las diferentes propuestas de ese día. Se desarrollaron actividades culturales y estaciones interactivas con los diversos públicos, dedicadas a la jardinería, la culinaria, los juegos didácticos, el trabajo con barro, el dibujo y los juegos tradicionales y deportivos.

Estos eventos han generado alianzas interinstitucionales y entre emprendimientos, que han sido trascendentales para la promoción y la implementación de propuestas que contribuyan al desarrollo sostenible y a prácticas ecoamigables que impulsan a las nuevas generaciones a emprender sus propios proyectos. La interacción directa con el público infantil y sus familias ha propiciado que los emprendedores muestren el proceso de creación de sus diferentes productos, además de promover su adecuado uso e importancia.

La evaluación de estos últimos proyectos aún no ha sido suficientemente sistematizada, no obstante, se considera clave la articulación lograda entre diferentes actores (emprendedores privados, empresas y Organizaciones no Gubernamentales (ONG) para que hayan podido llevarse a cabo e ir construyendo estrategias de sostenibilidad y desarrollo. Todos responden a la misión fundamental de la Quinta de los Molinos, en tanto combinan la economía circular, el desarrollo sostenible, la alimentación sana, el cuidado del cuerpo y la piel, la fabricación de juguetes, juegos didácticos, objetos útiles y decorativos, bisutería, todo con productos naturales y artesanales que introducen modos de hacer propios, propician la innovación, el reciclaje, la inclusión y la responsabilidad social.

Proyecto Loyola Reina

El Centro Loyola Reina (CLR) está comprendido dentro de una red de instituciones socioeducativas pertenecientes a la Compañía de Jesús en Cuba, de la iglesia Católica. Su misión es la formación integral y totalmente gratuita de las personas y sus familias desde la identidad ignaciana. Especialmente se dedica a los sectores más vulnerables; a la construcción del bienestar ciudadano y al fortalecimiento de un tejido social marcado por la convivencia en libertad, equidad y fraternidad, a través de la investigación, la educación y la acción social.

Entre los múltiples proyectos del centro se encuentra: Convivir acompañando a emprender a niños, niñas y adolescentes (NNA) de comunidades vulnerables (en su versión reducida: Convivir acompañando a emprender).

Es ejecutado por profesionales de la psicología, la pedagogía, la educación especial, la arquitectura y emprendedores, busca estimular en NNA del barrio Los Sitios de Centro Habana, las competencias innovación, capacidad de gestión, trabajo colaborativo y presentaciones efectivas, para que al final del taller puedan emprender algún proyecto que les sea significativo. Se enfatiza en que desarrollen emprendimientos más bien de corte social, no económicos, que tengan alguna relación con la contribución a la solución de problemas de su barrio, con los que se sientan identificados. Se insiste en relacionar el emprendimiento con la realización personal de servir a otros. El proyecto acoge la máxima ignaciana: «en todo amar y servir».

Se organiza en tres programas docentes, uno para niños de primer ciclo de enseñanza primaria, de seis a nueve años; otro para segundo ciclo de diez a doce años, y un tercero para secundaria básica que acompaña a adolescentes de trece a quince años. Cada programa consta de cuatro talleres vivenciales interconectados entre sí; de esta forma, el tránsito por ellos se concibe como un viaje:

  1. Conociéndonos y cuidándonos: en este taller se trabaja a profundidad el trabajo colaborativo, enfatizando la relación consigo mismo y con los otros, así como las fortalezas u otras inteligencias que sienten tienen más desarrolladas y las áreas en que necesitan ayuda

  2. Conectándonos con nuestra realidad: aquí se estimula la competencia innovación a través de la ejercitación del pensamiento crítico de los NNA, la empatía, la sensibilidad y mirada aguda a su entorno, elementos básicos para poder innovar.

  3. Soluciones creativas: está diseñado para potenciar la capacidad de gestión e innovación y trabajo colaborativo; se enfoca en la gestación, desarrollo e implementación del proyecto grupal o individual a ejecutar.

  4. Ampliando nuestras prácticas, habilidades e intereses: en este taller se enfatiza en las competencias presentaciones efectivas y la capacidad de gestión.

Aunque los programas siguen la misma lógica de talleres experienciales, los ejercicios a desarrollar, su nivel de profundización, el alcance de los objetivos y las evaluaciones, varían según los grupos etarios.

La combinación de estos cuatro talleres rectores prepara a los NNA para la concepción, gestión y desarrollo de proyectos individuales y colectivos que sean de su interés, elegidos por ellos libremente, para lo que reciben el apoyo de mentores, familiares y emprendedores. En este proceso de construcción de proyectos significativos individuales y colectivos en colaboración con los otros, todos los participantes (formadores y aprendices) se convierten en coconstructores unos de otros de su potencial. Con esta experiencia se apuesta por el uso de las fortalezas del individuo y la ampliación de su zona de aprendizaje y capacidad, al laborar con ayuda.

Además, se les equipa con una serie de habilidades y conocimientos útiles para la ampliación de su capacidad futura de empleo y su autonomía. Las temáticas están en función de las particularidades requeridas para la ejecución y difusión de los proyectos de su creación. Como resultados se obtuvieron las siguientes competencias:

  • Trabajo colaborativo: existe una percepción favorable del desarrollo de esta competencia por parte de los aprendices, mentores y familiares, respecto a la exhibición de una comunicación armoniosa de los NNA con sus iguales, mentores y familiares, empatía y ejercicio del ofrecimiento de retroalimentación, autoconocimiento e autoconfianza. Son capaces de contar las actividades que realizan en el centro y los aprendizajes que se derivan. Evalúan el trabajo de sus compañeros sin ofenderse, evidenciando diálogos empáticos y constructivos. Muestran curiosidad e interés por conocer a los otros y sobre los fenómenos de la naturaleza, especialmente.

  • Innovación: los NNA han propuesto soluciones creativas a los problemas socioambientales de su entorno. «Son capaces de realizar cosas nuevas a partir de objetos reciclados, transformar su espacio con su creatividad, pensar de una manera más ágil y responder de forma certera a circunstancias dadas que le permiten un buen desempeño en tareas cotidianas. Por ejemplo: reconocen haber resuelto de manera creativa la carencia de materiales para realizar los trabajos». El desarrollo del pensamiento crítico y la autocrítica también han sido ganancias, pues tanto los niños como las niñas «reconocen su responsabilidad y la de otros en la solución de esos problemas, como algunas de sus causas y consecuencias, lo expresan a través de dibujos, manualidades y la narración de historias y otras expresiones creativas». Por su parte, los adolescentes son conscientes de…

[…] cierta desorientación vocacional, el uso poco responsable del tiempo y las redes sociales. Como propuestas de solución se plantearon algunas estrategias de búsqueda de información, diálogo cercano a sus intereses profesionales, de autoconocimiento y autocuidado. Igualmente, propusieron la creación de un memorándum de recuerdos del proyecto, una idea de negocio a través del Canvas (plataforma de gestión de aprendizaje) y un centro de protección animal para mascotas […] La mayoría afirma que reconoce estos problemas después de haberse insertado en este proyecto (Centro Loyola Reina, 2022).

  • Capacidad de gestión: como expresión de la innovación y la capacidad de implementar ideas y sueños, se encuentran una serie de productos que lograron crear. Realizados por los niños y niñas se pueden mencionar la confección de rompecabezas, títeres, cuadros fotográficos y otras manualidades e innovaciones con recortes de tela y la reutilización de objetos en desuso, la creación y presentación de historietas que recogen las experiencias vividas durante la pandemia. En el grupo de adolescentes se ejecutaron:

Proyectos y/o estrategias de bienestar personal como es el caso del diseño y ejecución del Árbol de la vida, en el que pudieron hacer proyecciones personales y profesionales que se revirtieron en una mayor orientación vocacional y autoconocimiento; las agendas educativas para aprovechar el tiempo de autoestudio y de uso responsable en las redes sociales, así como otras de autocuidado y mejora de su calidad de vida […]. De manera general no todos los proyectos que diseñaron los aprendices fueron del todo implementados, pero sí contribuyeron a profundizar en sus motivaciones, actitudes y habilidades a través de la creación, el diseño y la imaginación. (Centro Loyola Reina, 2022).

  • Presentaciones efectivas: los aprendices tuvieron la oportunidad de presentar a sus iguales, personal de este centro y a familiares, sus propuestas y proyectos de modo creativo y con total libertad en diferentes espacios. Algunos ejemplos de estas presentaciones son la siembra de plantas, composición e interpretación de una canción para Loyola, de un poema al barrio de Los Sitios por parte de algunos niños con la ayuda de su familia, una tabla gimnástica diseñada y ejecutada por las propias aprendices, así como dibujos y exposición de temas históricos y medioambientales de su interés (Centro Loyola Reina, 2022).

  • Inteligencia emocional: aun cuando la inteligencia emocional no fue concebida en el proyecto como una competencia explícita a desarrollar, se observan avances en los aprendices en este sentido: niños, niñas y adolescentes muestran empatía y aceptación hacia los otros, lo que mejora sus relaciones personales con familia y compañeros, contribuyendo a la convivencia armónica y el diálogo fraterno. Igualmente, se evidencia un desarrollo del reconocimiento de sus emociones ante desafíos, aunque reconocen que aun en situaciones frustrantes les cuesta autorregular sus emociones, especialmente el enojo y la frustración les son difícil de manejar frente a los demás. Sí pueden determinar las causas de lo que les molesta y algunas estrategias para manejarlo. Las emociones que reconocen con mayor facilidad en los otros son el miedo, asombro y la alegría.

CONSIDERACIONES FINALES

Independientemente de perfiles personológicos que propenden a actitudes más o menos emprendedoras, educar en emprendimiento es posible. De emprender va el hacernos seres humanos, de nuestra capacidad para aprender, intentar, caernos, y sobretodo, levantarnos. Es esta dimensión de emprender la que acá se defiende, no se trata solo de desarrollar un negocio.

En el país se necesita capacidad para emprender y ella podrá desarrollarse, en la medida en que exista un ecosistema que lo posibilite, en el cual las instituciones desempeñan un papel fundamental y donde familia y escuela son parte de ello. Además, las alianzas interinstitucionales constituyen un factor clave en el proceso educativo.

Formar y potenciar competencias emprendedoras desde la niñez contribuye a una cosmovisión del mundo en la que resulta importante ser parte de soluciones y no de problemas. Los ambientes lúdicos de aprendizajes con cabida para la diversión, la libertad y la creatividad; usos de audiovisuales, música, expresión gráfica (dibujos, carteles) y corporal (dramatizaciones) han constituido herramientas de éxito para lograr estos fines.

Las experiencias aquí narradas distan de ser perfectas, pero han sido intentos comprometidos de potenciar bienestar. Han transcurrido como procesos con disímiles desafíos personales y profesionales para quienes las protagonizaron; y han atravesado barreras de conocimiento, de acceso a recursos y tecnologías en un contexto muy complejo. Se han nutrido de un constante trabajo en equipo, de alianzas profesionales, de retroalimentaciones diversas (de sus públicos, de la presentación en eventos, de autoridades). Han demostrado que educar para emprender es posible y necesario.

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Recibido: 13 de Enero de 2023; Aprobado: 20 de Enero de 2023

Autor para la correspondencia: daybel77@psico.uh.cu.

Las autoras declaran que no existen conflictos de intereses.

Daybel Pañellas Álvarez: concibió la idea y estructura del artículo. Confeccionó la introducción y las conclusiones. Realizó la revisión final del documento.

Yasmira M. Calderón Ibargollín: participó en la realización del desarrollo del artículo. Realizó la revisión del todo el documento.

Lisette Abadie Fiandor: participó en la realización del desarrollo del artículo. Realizó la revisión de todo el documento.

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