La necesidad de buscar en la agricultura métodos más eficaces para el control de los fitófagos, donde se manejarán de manera coordinada y oportuna medidas agrotécnicas, fitosanitarias, entre otras, con la consecuente disminución de los insecticidas químicos, dio origen al manejo integrado de plagas (MIP) (Vivas, 2017).
En Cuba son varios los programas que se han desarrollado, por los altos beneficios económicos y sociales que aporta el MIP (Murguido y Elizondo, 2007); fundamentalmente en cultivos de importancia económica para el país. Es por ello que el presente trabajo tuvo como objetivo evaluar el efecto de medidas de manejo integrado sobre las plagas clave de los cultivos tabaco (Nicotiana tabacum L.), soya (Glycine max (L.) Merr.) y ajonjolí (Sesamum indicum L.).
El trabajo se realizó entre noviembre de 2014 a septiembre de 2019, en la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) “28 de octubre” y la Cooperativa de Créditos y Servicios “El Vaquerito”; sobre un suelo Pardo mullido medianamente lavado (Hernández et al., 2015). Se realizaron tres experimentos con los cultivos tabaco, soya y ajonjolí.
En el primer experimento se utilizó el policultivo tabaco (cultivar Habana 92), sorgo (cultivar CIAP - 6E - 95) y girasol (cultivar CIAP JE - 94). Con un diseño de bloques al azar con cinco réplicas. Se compararon tres tratamientos (T): T1:12 hileras de tabaco + 1 de sorgo + 1 de girasol, con aplicaciones de Bacillus thuringiensis Berliner; T2: Tabaco monocultivo con aplicaciones de insecticidas; T3: Control absoluto (sin aplicaciones). Para la evaluación de la incidencia de Chloridea virescens F. y sus enemigos naturales se utilizó la metodología descrita por CNSV (2005) y las actividades agrotécnicas del tabaco se realizaron según Espino et al. (2012).
En el caso de la soya se utilizaron dos tratamientos: T1- Siembra Directa (SD) (no se efectuó ninguna labor de preparación de suelos) y T2- Labranza Convencional (LC) (se realizaron las labores para la preparación de suelo). Se utilizó el cultivar de soya Incasoy - 27 en un diseño de Zade (Ivanob, 1976), con cinco réplicas con una distancia de siembra de 0,60 m x 0,05 m. Para determinar las plagas clave se evaluaron 25 plantas por tratamiento siguiendo la metodología (CNSV, 2005).
En el experimento de ajonjolí se utilizó un diseño de bloques al azar con dos tratamientos y cuatro réplicas. Se sembró el cultivar Acarigua blanco, con una distancia entre hileras de 0,60 m x 0,15 m (T1) y 0,80 m x 0,15 m (T2). Para evaluar las plagas clave del ajonjolí se marcaron cinco plantas por réplicas para un total de 20 por tratamiento (CNSV, 2005) y se realizaron conteos directos al momento de la evaluación.
Los datos para todos los experimentos fueron procesados estadísticamente después de comprobar los supuestos de homogenidad de varianza y normalidad, se aplicó la prueba de t-student y test múltiple de proporciones según correspondió con un nivel de confianza del 95 %.
Las poblaciones de C. virescens fueron inferiores donde se utilizó policultivo y B. thuringiensis, con diferencias significativas respecto al resto de los tratamientos (Tabla).
Tratamientos | Incidencia (%) | # de aplicaciones |
---|---|---|
Policultivo + Bt | 5,5 a | 9 |
Monocultivo + Insecticida Químico | 9,7 b | 9 |
Control | 23,7 c |
Porcentajes con letras no comunes en una misma columna difieren a p < 0,05 por test múltiple de proporciones
Leyenda: Bt - Bacillus thuringiensis
El efecto de las barreras de sorgo y girasol así como las aplicaciones de B. thuringiensis, lograron mantener las poblaciones larvarias por debajo del umbral económico, debido al incremento de la biodiversidad, con seis especies biorreguladoras de C. virescens; mientras que en el tratamiento monocultivo y aplicaciones de insecticidas químicos solo se registraron tres especies de enemigos naturales.
De esta forma se corrobora que el uso de policultivo en tabaco con aplicaciones de B. thuringiensis es una alternativa para el manejo integrado de C. virescens. Al respecto Barreto y Andrés (2018), señalaron que el policultivo incrementó los polinizadores y los biorreguladores de plagas agrícolas. En estos sistemas pueden persistir poblaciones de enemigos naturales más estables (Altieri y Nicholls, 2009), los cuales son importantes en la regulación de las poblaciones de insectos, en una gran variedad de cultivos (Gamboa y Morales, 2016).
Dentro de las principales plagas de la soya se observaron a Hedylepta indicata (F.), y a los pentatómidos Nezara viridula (L.), Piezodorus guildinii (Westw) y Euschistus bifibulus (P. de Beauvois) (Figura).
H. indicata causó afectaciones desde la fase fenológica V2 hasta R8, a partir de los 42 días comenzó la reinfestación del cultivo por la segunda generación de la especie y a los 70 días las poblaciones de insectos descendieron hasta desaparecer en el inicio de la madurez fisiológica. Respecto a los pentatómidos, los primeros adultos se detectaron a los 42 días en el tratamiento de LC (fase R1) y los máximos niveles poblacionales se alcanzaron en R4 (plenitud de legumbre) con diferencias significativas respecto al tratamiento de SD.
Una vez implementado el sistema de SD, hubo una disminución de las poblaciones de H. indicata y del complejo de pentatómidos, lo que estuvo dado por el establecimiento de los depredadores, que contribuyeron al equilibrio en el ecosistema. Los parasitoides son los enemigos naturales más importantes en la reducción de las poblaciones de pentatómidos (Guillot y Baudino, 2019). Vázquez (2014), expresó que las potencialidades del control biológico dependerán de los cambios que se logren en el diseño de los agroecosistemas, con enfoque conservacionista.
En el ajonjolí se determinaron como plagas clave a Sistena basalis (Duval), Diabrotica balteata (Le Corte), Macrolophus praeclarus (Distant) y Bemisia argentifolii (Bellows & Perring), en todos los casos los niveles poblacionales fueron inferiores en el tratamiento de 0,60 m entre hileras; en el caso de los defoliadores S. basalis y D. balteata, los picos poblacionales se registraron en la fase vegetativa (V9), entre los 42 y 56 días después de la germinación; M. praeclarus y B. argentifolii alcanzaron los mayores niveles poblacionales en la fase reproductiva (R1-R3), entre los 56 y 70 días.
El uso de policultivo en tabaco con aplicaciones de B. thuringiensis mantuvo los niveles poblacionales de C. virescens por debajo del umbral económico e incrementó los enemigos naturales; las poblaciones de las plagas clave en soya fueron inferiores en siembra directa con diferencias significativas respecto a la labranza convencional y los
niveles poblacionales de las plagas clave en ajonjolí fueron inferiores en el tratamiento de menor distancia entre hileras