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Universidad de La Habana

On-line version ISSN 0253-9276

UH  no.278 La Habana July.-Dec. 2014

 

ARTÍCULO ORIGINAL

Apuntes sobre la política norteamericana hacia el Medio Oriente


Notes on North American Policy Towards the Middle East

 

 

 

Idalmis Brooks Beltrán

Colaboradora del Centro de Estudios Hemisféricos y Sobre Estados Unidos (CEHSEU), Universidad de La Habana, Cuba.


RESUMEN

La política norteamericana hacia el Medio Oriente se ha caracterizado en los últimos años por determinar qué actores y en qué medida participan de los recursos de petróleo y gas de la región. En este sentido, la definición de esta vasta área ha variado en dependencia de los intereses que se esconden detrás de enunciaciones que solo persiguen controlar una de las zonas del mundo más ricas energéticamente. Paralelo a esto, la región ha contado con la presencia de numerosos conflictos, alentados desde dentro y fuera de la misma. Sobre los tópicos enunciados, este artículo intenta desentrañar los móviles que están detrás del accionar norteamericano hacia la región.

 


PALABRAS CLAVE: petróleo y gas, conflicto, escenarios.


ABSTRACT

During the last years, North American policy towards the Middle East has been characterized by determining which actors play the role, and to what extent oil and gas resources in the region participate. In this sense, the definition of this wide area has changed, depending on the interests behind the statements whose only goal is to control one of the richest energetic zones. Parallel to the richness in the area, this has been marked by conflicts, encouraged from within and outside. The present article aims at unveiling the motivations behind the North American actions in the region.

 


KEYWORDS: oil and gas, conflict, scenario



 

 

Los países de África del Norte y Medio Oriente cuentan con fuentes hidrográficas importantes (Nilo, Eúfrates), las que constituyen recursos petroleros y energéticos por excelencia. Además, alberga un gran por ciento de la población mundial, que a diferencia de la del primer mundo, caracterizada por un envejecimiento paulatino, está compuesta por jóvenes ávidos de emplearse. En cuanto a su situación geográfica, es el encuentro de tres vastas zonas: África, Europa y Asia, lo que ha incidido en su importancia como vía comercial desde la Antigüedad.

Hacia esta área geográfica se han dirigido los intereses del G-8 y de Estados Unidos en particular, a través de la Iniciativa para un Nuevo Medio Oriente Ampliado y Norte de África. Esta iniciativa tuvo su antecedente teórico en las denominaciones de Medio Oriente Ampliado que se pusieron en boga en los círculos académicos norteamericanos de los años noventa; y más recientemente ha derivado, fundamentalmente luego de la Guerra del Líbano a mediados de julio de 2006, en lo que la Secretaria de Estado Condoleezza Rice llamó Nuevo Medio Oriente.

Históricamente, los intereses que han movido la política de los Estados Unidos hacia esa región han sido:

  • La ubicación en el terreno que concentra una parte considerable de los recursos energéticos del planeta.
  • El control hegemónico de acceso a los recursos naturales, que origina la dependencia hacia Estados Unidos de una serie de Estados que necesitan para su abastecimiento energético casi exclusivamente de esta región.

Cuando se revisan determinados documentos en los que puede extraerse el planeamiento estratégico de Washington, puede observarse el modo, medios, mecanismos y hasta pretextos que moverán los hilos de la diplomacia hacia la zona más volátil del planeta. Ejemplo de esto lo constituyen las Estrategias de Seguridad Nacional de los últimos años, en las que se argumenta, refuerza y/o justifica el accionar de la Casa Blanca hacia el Medio Oriente.

La Estrategia de Seguridad Nacional de 2006, por ejemplo, es emblemática en este sentido. En ella:

  • Se insistía en situar los golpes y atentados "terroristas" fundamentalmente en la región medioriental (Afganistán, Egipto, Indonesia, Irak, Israel, Jordania, Marruecos, Paquistán y Arabia Saudita).
  • Se insiste en sostener la idea de que algunos Estados, como Siria e Irán, siguen abrigando a terroristas en casa y patrocinan la actividad terrorista en el extranjero.
  • Se establecen las bases para el florecimiento del terrorismo -es en este apartado donde se sitúa al Islam como "factor" que posibilita la aparición de terroristas.
  • Se enfatiza en que lo relativo a la temática nuclear "solo" se resolverá "si" Irán decide cambiar su política nuclear, promocionar el aperturismo político y reformar su sistema social -estos son los verdaderos objetivos que persiguen con el país persa.
  • En lo concerniente a expansión económica, la prioridad para el Medio Oriente continuará siendo la apertura económica, acompañada de reformas políticas que lo posibiliten.

Lo cierto es que la región medioriental no ha dejado de tener un grado determinado de importancia en la política exterior norteamericana. Lo más difícil hoy son los retos que, de acuerdo a fuentes de ese propio país, representan las consecuencias de un desacertado accionar hacia esa área geográfica.
Obama proclamó una nueva política hacia la región apenas cien días después de iniciar su mandato. Su famoso discurso de El Cairo,(1) en junio de 2009, apuntaba a la resolución de los conflictos regionales mediante una nueva metodología: la recuperación del consenso, la superación de la desconfianza mutua, el desagrado por el uso de la fuerza y una visión comprensiva y respetuosa del sistema democrático.

Sin embargo, durante el año y medio siguiente, casi nada ocurrió. Su primer mandato terminó con un saldo negativo en lo relacionado con el Medio Oriente:

  • En el conflicto palestino-israelí no se registró avance alguno, sino todo lo contrario.
  • Israel, el aliado estratégico de Estados Unidos, renuente al cambio de ánimo en Washington, optó por atrincherarse en posiciones que llegaron a ser provocadoras, como la intensificación de la colonización en territorio palestino ocupado. Las relaciones entre Washington y Jerusalén se caracterizaron por ser muy tensas. La antipatía entre Obama y Netanyahu llegó a ser patente.

El estallido de las revueltas árabes fue un elemento que rompió con la "estrategia" o "ánimo" de Obama hacia la región. Obama tuvo que decidir si mantener el status quo que convenía a los intereses establecidos por Washington o ser coherente y respaldar un movimiento que, en cierto modo, se inspiraba en ideas similares a las desgranadas por él en su discurso de El Cairo. Al final, la evolución posterior de la asimilación por Washington del reacomodo de la correlación de fuerzas en el área no contentaron a nadie: los gobiernos aliados se sintieron "abandonados" por Washington y las fuerzas "renovadoras" no tuvieron un compromiso explícito de la Administración Obama, "consecuente" con lo proclamado en el discurso de El Cairo.(2)

Las críticas a la gestión de Obama han sido más fuertes aun hacia lo interno del país. En este sentido, llaman la atención las declaraciones contenidas, por ejemplo, en un artículo del diario The Hill, del mes de marzo. En este Javier Ortiz, miembro de la firma consultora para asuntos globales Crane and Crane, señaló que:

el presidente Barack Obama debilitó la credibilidad de Estados Unidos en el exterior y en particular su política hacia el Medio Oriente está llena de errores y fracasos.

Las proyecciones de la Casa Blanca hacia el Levante contribuyeron al caos en la región, a pesar de las promesas del mandatario de restaurar el prestigio del país en ultramar [agrega el texto firmado por el estratega republicano].

Siria está plagada por el extremismo violento, Israel siente que le dimos la espalda, Jordania implora que le ayudemos, Irak está a punto de caer en un estado de desesperación y Egipto espera por el liderazgo estadounidense.(3)

Este tipo de valoraciones se basan también en el escueto mensaje que en términos de política exterior ofreció el presidente de Estados Unidos en el pasado mes de enero, en su discurso a la nación.(4)

En ese discurso, el presidente no ofreció nuevas propuestas y pareció evitar algunos de los retos más difíciles. Sin embargo, sí se discutió el papel de Estados Unidos en el mundo, particularmente en el Medio Oriente, donde sus intereses se movieron, por orden de aparición -y al parecer de prioridad- hacia los siguientes temas:

  • Lograr un acuerdo nuclear con Irán: El acuerdo nuclear con Irán fue el foco fundamental de la política exterior de Obama en el discurso -el único al que le dedicó tiempo real-. En realidad, no anunció nada nuevo: dijo que un acuerdo nuclear tiene riesgos, pero es preferible a la guerra; que vetará nuevas sanciones porque estas anularían el acuerdo logrado; que todas las opciones -léase bombardeos- permanecen en la mesa; y que, para Irán, esto podría ser un importante primer paso hacia relaciones más felices con el mundo.
  • Al dedicarle cinco párrafos completos a este asunto, y priorizarlos por encima de otros temas de política exterior, Obama continúa estableciendo el acuerdo nuclear con Irán como una de las principales prioridades de su política exterior. El presidente norteamericano considera esto como una oportunidad para resolver uno de los retos principales de seguridad de nuestro tiempo sin los riesgos de la guerra.
  • Gestionar la salida de Afganistán: Este fue el tema predominante de la política exterior de Obama en el discurso de Estado de la Unión en el año 2013 y lo repitió en 2014, aunque con menos intensidad. No es un secreto que en lo concerniente a este foco "heredado" de su predecesor, Obama no ha logrado cambiarle el rumbo. Sus objetivos parecen dirigirse, al menos de momento, a presionar a los talibanes a aceptar algunos compromisos en un acuerdo de paz que parece cada vez más improbable. En términos políticos, la impopularidad de la guerra es bipartidista y casi todo el mundo está listo para la reducción de tropas que propone Obama.
  • Lograr el "cambio de régimen" en Siria: Convencido de que Estados Unidos es básicamente incapaz de afectar significativamente los resultados en ese país y lograr una política de "cambio de régimen", Obama solo ha podido "destacar" el "exitoso" papel de Washington en eliminar el arsenal de armas químicas sirio. Sin embargo, esto no descarta que continúe el apoyo de la Casa Blanca a la oposición siria, para lograr el fin último: la salida de Bachar al Assad del poder.
  • Ausencia de la alusión a las revueltas en el Mundo Árabe: uno de
    los principales temas de política exterior en discursos del Estado de la Unión previos ha sido alentar la "Primavera Árabe". Sin embargo, este proceso no tuvo un buen año en 2013, por lo que no es sorprendente que no se mencionara de nuevamente en este discurso. En este sentido, resultó más revelador que Obama no mencionara a Egipto en absoluto, incluso para expresar un deseo general de progreso democrático en ese país.
    Luego de este discurso, deben destacarse tres momentos de la "diplomacia" pública con respecto a la región:
  • 29 de enero: El Director Nacional de Inteligencia, James Clapper, presenta a la comisión senatorial una síntesis de las amenazas y subrayó que Siria se había convertido en un imán para los terroristas de todo el planeta; algunos de los cuales se estaban preparando para atacar a los Estados Unidos.
  • 1 de febrero: Conferencia de Seguridad de Munich. Kerry insistió en que lo más importante no era Siria sino la paz en Palestina.
  • 2 de febrero: Senadores norteamericanos se reúnen a puertas cerradas con Kerry, al margen de la Conferencia de Seguridad de Munich. Se reconoce el fracaso en Siria y se habla de entrega de armas letales a los rebeldes.

Esto nos lleva a preguntarnos: ¿cuáles son las prioridades de Estados Unidos en Medio Oriente? Al parecer serían las siguientes:

1. Favorecer los intereses de Israel -entre otros elementos, por la incidencia en la agenda interna.
2. "Solucionar" el tema palestino -aunque la mayoría de los analistas dudan que sea un objetivo posible y, en cualquier caso, es muy improbable que se logre en 2014. Sin embargo, John Kerry se esfuerza en conseguirlo.
3. Lograr un acuerdo nuclear medianamente duradero con Irán.
4. Acercar nuevamente los intereses de Arabia Saudita a los de la agenda regional de Washington.
5. Lograr el "cambio de régimen" en Siria. Para ello, no deben dejar de tener en cuenta un escenario de intensificación de la guerra en Siria.
6. Evitar la exportación del escenario sirio al Líbano.
7. Mantener cierto nivel de estabilidad en Irak, que permita el retiro del mayor número de efectivos posible. Hay que tener en cuenta que existe un resurgimiento de la violencia a los niveles de 2006 y 2007.

En medio de todo esto, no deben soslayarse los intereses de otras potencias con respecto a los recursos energéticos de la región medioriental, que abiertamente encontrarían los de Estados Unidos. Por solo citar un ejemplo, es emblemático lo relativo a los proyectos que para el transporte de gas tienen lugar en la región:


1. Proyecto Nabucco:

  • Es un proyecto para el transporte de gas. Se está construyendo un gasoducto que recoge el gas del Mar Muerto, pasa por Turquía -donde se almacenaría- y recorre siete países de la Unión Europea hasta llegar a Italia.
  • Este es el proyecto que hace que Turquía sea cada día un país más dependiente de la decisiones de Estados Unidos, pues el emplazamiento en su territorio de las instalaciones para el almacenamiento harían de Turquía la principal potencia energética y económica de Oriente Medio.
  • El proyecto pretendía conectar el gasoducto con Irán y de este modo unir al país persa al festín energético y a las ingentes cantidades de beneficios que supondría extraer su gas y unirlo a Nabucco; sin embargo, el gobierno iraní optó por firmar un protocolo con Irak y Siria con lo que se convirtió automáticamente en "terrorista" enemigo del mundo occidental.
  • Este hecho, sumado a la creciente influencia de Rusia en Medio Oriente, ha condenado el proyecto, que estaba previsto concluirse para 2014 y ya se ha retrasado hasta 2017.

2. Nord Stream y South Stream:

  • Proyecto ruso que cuenta con la participación económica y el apoyo de Alemania -recordar que tienen una importante participación en Gazprom.
  • El proyecto Nord Stream, ya concluido, conecta Alemania y Rusia a través del Mar Báltico y constituye la principal fuente de suministros energéticos hacia Europa -la empresa rusa Gazprom suministra el 41 % del consumo de gas europeo-. La principal fuente de gas natural para el gasoducto Nord Stream es el Campo de Yuzhno-Russkoye, en Rusia.
  • South Stream, proyecto que compite directamente con el proyecto Nabucco, tiene un recorrido similar. Este gasoducto parte de Rusia, se ramifica en Bulgaria, hacia el sur pasa por Grecia e Italia y hacia el norte por Serbia, Hungría, Austria y Eslovenia.
  • Con este proyecto, Moscú se asegura el abastecimiento energético de Europa por encima del proyecto norteamericano, gracias a unos mejores precios y a unas mejores alianzas en Medio Oriente. Además, ha conseguido acordar la venta de gas a países tan importantes como Inglaterra, Bélgica, Grecia e incluso Turquía y Francia.

Respecto a estos proyectos, es importante tener en cuenta que China tiene acuerdos económicos con Rusia relativos a la ampliación del South Stream hacia el mercado chino. Por supuesto, no tiene interés alguno en conectarse al inconcluso Nabucco, ya que energéticamente pasaría a depender de Estados Unidos.

Conclusiones

Teniendo en cuenta los elementos ofrecidos anteriormente, pudiéramos concluir parcialmente, acerca de la política norteamericana hacia la región medioriental, que:

1. Estados Unidos quiere mantenerse como primera potencia mundial y no tendrá reparos en realizar acciones de todo tipo para mantener el control de las materias primas en el mundo.
2. Habrá un mantenimiento de la lucha contra el terrorismo, con posibilidad de nuevos frentes de conflicto.
3. Washington no va a desinteresarse del Medio Oriente. Oficialmente, el Pentágono mantendrá sus 35 000 soldados y técnicos en la zona, pero intervendrán directamente en tres casos muy definidos:

  • Una amenaza vital a Israel.
  • Un cierre de la libre circulación marítima en el Canal de Suez o en el Estrecho de Ormuz.
  • Un atentado grave contra ciudadanos norteamericanos.

4. Con Rusia, es muy probable que Estados Unidos continúe gestionando las crisis más graves -como ocurrió en el caso del armamento químico de Siria.
5. Con Israel, Turquía e Irán, que son los Estados no árabes de la región con importancia y peso estratégico, se va a intentar por todos los medios lograr algún tipo de diálogo. Esto, aunque es algo difícil, no puede descartarse totalmente.
6. El gas posiciona a los actores en la actual política norteamericana hacia la región. Que el gas del cinturón conformado por Irán, Irak, Siria y el Líbano alimente el South Stream ruso, o al Nabucco norteamericano, determina dos escenarios a mediano plazo:
a) Si Irán une un futuro gasoducto al South Stream, que se conecte con Rusia a través del mar Caspio y hacia el oeste con Irak, Siria y el Líbano, para volver a unirse al South Stream a través del Mediterráneo, Rusia se encumbraría como principal potencia energética en gas natural del mundo, Gazprom crece y los países por los que pasa su gasoducto se verían enormemente beneficiados económicamente.
b) Si Estados Unidos consiguiera imponer sus intereses en Siria tendría influencia directa sobre el destino del gas de ese país y tal vez el del Líbano. Con el gas de ambos países se conectaría en Turquía con Nabucco, con Irán como último paso para conectar con los yacimientos del Mar Caspio. Por supuesto, Israel tendría el suministro asegurado gracias a su conexión con Nabucco y los beneficios económicos para los sionistas, gracias a la venta de gas a Europa, serían notables.

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

ÁLVAREZ OSSORIO, IGNACIO: El proceso de paz en Oriente Medio. Historia de un desencuentro, Agencia Española de Cooperación Internacional, Madrid, 1999.
FINDLEY, PAUL: Dishonest Broker: the U. S. Role in Israel and Palestine, American Educational Trust, Washington D. C., 1995.
GONZÁLEZ GÓMEZ, ROBERTO: Teoría de las relaciones políticas internacionales, Instituto Superior de Relaciones Internacionales, Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1990.
KENNAN, GEORGE F.: Memorias de un diplomático, Caralt, Barcelona, 1972.
OBAMA, BARACK: "Discurso sobre el Estado de la Unión", Red Voltaire, 29 de enero, 2014, en <http://www.voltairenet.org/article181938.html> [16/4/2014].
OBAMA, BARACK: "Discurso en El Cairo", 2009, en <http://www.abc.es/20090604/internacional-africa/discurso-obama-cairo-nuevo-200906041436.html> [21/4/2014].
ORTIZ, JAVIER: "U. S. Credibility Abroad Weakened by Obama's Confused Inaction", The Hill, March 16, 2014, en <http://thehill.com/blogs/congress-blog/foreign-policy/200869-us-credibility-abroad-weakened-by-obamas-confused-inaction> [10/4/2014].
SÁNCHEZ PORRO, REINALDO: Aproximaciones a la Historia del Medio Oriente, Editorial Félix Varela, La Habana, 2004.

 

 

 

RECIBIDO: 5/5/2014

ACEPTADO: 4/6/2014

 

 


Idalmis Brooks Beltrán. Colaboradora del Centro de Estudios Hemisféricos y Sobre Estados Unidos (CEHSEU), Universidad de La Habana, Cuba. Correo electrónico: caribe@pa.co.cu

NOTAS ACLARATORIAS


1. Barack Obama: Discurso en El Cairo.
2. Ídem.
3. Javier Ortiz: "US Credibility Abroad Weakened by Obama's Confused Inaction".
4. Barack Obama: "Discurso sobre el Estado de la Unión".


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