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Universidad de La Habana

On-line version ISSN 0253-9276

UH  no.283 La Habana July.-June 2017

 

RESEÑA

 

Pasaje a lo desconocido: las negociaciones secretas y la diplomacia encubierta entre Cuba y los Estados Unidos*

 

Looking to the Unkown: Secret Talks and Covert Diplomacy between Cuba and the United States

 

 

Jorge Hernández Martínez

Centro de Estudios Hemisféricos y sobre los Estados Unidos, Universidad de La Habana, Cuba.

* William M. LeoGrande y Peter Kornbluh (2015). Back Channel to Cuba. The Hidden History of the Negotiations between Washington and Havana. University of North Carolina Press, Chapel Hill, 568 p.

 

El conflicto entre Cuba y los Estados Unidos adquirió una atención renovada a partir del 17 de diciembre de 2014 (17-D), al anunciar los presidentes de ambos países, simultáneamente al mediodía, el restablecimiento de las relaciones bilaterales como parte de un proceso más amplio, progresivo y complejo, dirigido a su eventual normalización. Desde entonces, el creciente interés por el tema -no obstante a las múltiples miradas a lo largo de varias décadas en las latitudes más diversas y desde los más disímiles enfoques, tanto desde el pensamiento político como desde las ciencias sociales y la cobertura periodística-, se justifica por la significación de la nueva etapa que marca dicho conflicto. Sin embargo, aún este transita de la confrontación histórica, forma más notoria y conocida, a un escenario de intercambios y búsqueda de nuevos caminos, que requieren de cooperación y entendimiento mutuos.

Así, sin que la Revolución cubana abandonara principios estratégicos ni introdujera cambios a nivel discursivo o práctico, y como ratificación de la disposición reiterada por Raúl, en no pocas ocasiones, a tratar cualquier asunto con el gobierno norteamericano sobre la base de la igualdad de condiciones y del respeto a la soberanía nacional, comenzó un diálogo público que coronaría los dieciocho meses a través de los cuales se llevaron a cabo conversaciones secretas entre delegaciones cubanas y estadounidenses, con el apoyo del gobierno canadiense y del Papa Francisco, según se informó en las referidas alocuciones.

Estaría de más subrayar la responsabilidad que entraña tratar cualquiera de esas dimensiones, que con frecuencia acompañan a los procesos históricos en el ámbito de la política; marcos que no trascienden con inmediatez a la esfera pública por razones de maduración o de seguridad, sobre todo cuando tales contactos están encaminados a resolver puntos espinosos en beneficio de la diplomacia. Solo el transcurso del tiempo permite la desclasificación de documentos oficiales o la divulgación a través de la prensa de ciertos encuentros. Con frecuencia, se trata de procesos complicados, en medio de prejuicios, desencuentros e incomprensiones, que reclaman de mucha prudencia. En un caso como el de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos estos imperativos han sido, quizás, mayores en la medida que se trata de uno de los conflictos más prolongado e intenso, lo que obliga a que transcurran varias rondas de intercambios gubernamentales antes que puedan emanar nuevos avances, y en las que, por supuesto, no se descartan posibles estancamientos. En un contexto como ese, de tanta complejidad, se ubica la publicación del libro de William LeoGrande y Peter Kornbluh.

Back Channel to Cuba. The Hidden History of the Negotiations between

Washington and Havana, escrito y publicado con anterioridad al 17-D, es resultado de una acuciosa y rigurosa indagación basada en los recursos del periodismo investigativo, la historia oral apoyada en testimonios personales y el escrutinio de documentos oficiales desclasificados. En él se demuestra, de modo fehaciente, que en la trayectoria del conflicto entre Cuba y los Estados Unidos, conversaciones como las aludidas y negociaciones que no han trascendido a la luz pública con inmediatez, han estado presentes con cierta constancia. Sin lugar a dudas, como han reconocido los principales especialistas en el tema, se trata de un texto imprescindible en los estudios contemporáneos y podría afirmarse que hasta premonitorio, teniendo en cuenta el momento en que aparece su edición príncipe, septiembre de 2014. La ulterior publicación en español, por el Fondo de Cultura Económico, titulada Diplomacia encubierta con Cuba. Historia de las negociaciones secretas entre Washington y La Habana, con prólogo de Jorge I. Domínguez, tiene lugar bajo la resonancia de la nueva coyuntura en las relaciones bilaterales entre los dos países. Incluye una actualización de los acontecimientos y se extiende hasta después del encuentro entre los dos presidentes en la Cumbre de las Américas, efectuada en abril de 2015, en Panamá. Representa una excelente contribución al conocimiento del tema en Iberoamérica, no solo para los especialistas y estudiosos como ya se ha indicado, sino para los lectores interesados en sentido general.

Desde su aparición, Back Channel to Cuba. The Hidden History of the Negotiations between Washington and Havana ha recibido amplios comentarios en los medios culturales y académicos y continúa siendo objeto de reseñas en diversos soportes y medios de comunicación, lo que ha llevado a sus autores a participar en eventos que van desde el diálogo con estudiantes e intelectuales, hasta altos funcionarios. En poco tiempo es referenciado en artículos y ensayos de autores de varios países. Se trata de una obra extensa y meticulosa en la reconstrucción de importantísimos hechos históricos, cuidadosamente colocados en sus contextos, aislando lo especulativo.

No debe obviarse, empero, el hecho de que, como temprano reconocimiento al valor de la obra, en octubre de 2014 -o sea, dos meses antes del 17-D- el libro de LeoGrande y Kornbluh fue presentado en la sede de la UNEAC, apenas un mes después de su publicación en los Estados Unidos. La utilidad del texto en cuestión se vería acentuada, desde luego, por el proceso que se desata a partir del 17-D, cuya sensibilidad y relevancia para la sociedad cubana no puede ser mayor. Sucesos como el regreso a la patria de Gerardo, Ramón y Tony, la apertura de las Embajadas, la salida de Cuba de la lista (en la que nunca debió estar)de países patrocinadores del terrorismo, el intercambio sobre temas como los viajes, el comercio, el turismo, las comunicaciones, la visita de Obama, son de gran trascendencia, del mismo modo en que lo son la persistencia del bloqueo, la Ley de Ajuste Cubano, la base naval en Guantánamo, los programas de estímulo a la subversión interna y las trasmisiones televisivas y radiales que laceran la dignidad y la soberanía nacional.

No puede perderse de vista la estatura intelectual, la buena voluntad, el respeto a la Revolución cubana, ni la mirada crítica con la que examinan la política exterior norteamericana, sobre todo hacia Cuba de LeoGrande y Kornbluh. No obstante, en determinados aspectos, sus apreciaciones, como las que se plantean en el décimo capítulo titulado "Enemigos íntimos, posibles amigos", referidas a la contextualización del período más reciente en nuestro país, así como a las razones y motivaciones en el hacer del liderazgo histórico de la Revolución cubana, son susceptibles de polémica y discrepancia en el terreno del debate académico. Quizás la mejor ilustración de este punto de vista se halla en la relación con las lecciones del pasado y perspectivas para el futuro, según denominan los autores al epígrafe que las expone.

Entre los méritos que hacen a una obra descollante y garantizan la perdurabilidad de su legado, se encuentra la capacidad de generar contrapuntos y de estimular la discusión fecunda. Así, Piero Gleijeses, historiador e investigador de la política exterior norteamericana, quien posee algunas consideraciones sobre la proyección internacional de Cuba en su conflicto con los Estados Unidos, ha manifestado ciertas discrepancias en un artículo publicado en Cubadebate en febrero de 2015. "Mi desacuerdo con Kornbluh y LeoGrande en este punto -señala- de ninguna manera empaña el hecho de que Back Channel es un tour de force que mejora nuestra comprensión de la política de Estados Unidos hacia Cuba desde 1959".

Con una extensión de 568 páginas, estructurado mediante una introducción, diez capítulos, un epílogo, con una sección de notas y amplia bibliografía, acompañado de más de una veintena de fotografías inéditas, Back Channel to Cuba. The Hidden History of the Negotiations between Washington and Havana, expone, según lo explican sus autores, los frutos de una prolongada investigación desarrollada durante diez años, en los que con meticulosidad analítica y gran sentido de ética profesional, abordan la historia diplomática entre Cuba y los Estados luego del triunfo de la Revolución. Escrito con estilo ameno y pleno dominio del contexto en que se ubica cada una de las Administraciones norteamericanas, desde Kennedy hasta Obama, LeoGrande y Kornbluh atrapan al lector, lo involucran en la trama central de cada caso, de la cual siempre se desprenden varias subtramas. Tómese esta observación, si se quiere, como una advertencia sobre lo imperioso que resulta mantener la mayor atención posible en la lectura. Ningún detalle, ninguna frase, es prescindible.

Tanto las fechas, como las figuras implicadas en las situaciones que son objeto de análisis, sus nombres reales y secretos, las condiciones en que tienen lugar ciertas conversaciones, discusiones, negociaciones, encuentros y desencuentros, son datos indispensables. Los autores son muy precisos en la ponderación de los elementos que extraen de las fuentes, y proveen al lector del hilo conductor necesario para entrelazar decisiones, acontecimientos, comprender consenso y disensos. Con esas herramientas le siguen la pista a complejos procesos de toma de decisiones, como por ejemplo, los que condujeron a la formulación de acuerdos en temas de interés común, como la cooperación médica, la libertad de los llamados presos políticos, intercambios civiles, la migración, el narcotráfico, o el camino hacia el restablecimiento de relaciones.

Por consiguiente, se sitúa al lector en contacto con determinados signos que le permiten establecer comparaciones entre unas y otras etapas, pero sobre todo, mirar al presente con los conocimientos del pasado. En este sentido, resulta extraordinaria la vigencia de ciertas valoraciones. No pocas veces quien lee sentirá asombro ante la capacidad de discernimiento de LeoGrande y Kornbluh. Acúdase, por ejemplo, al análisis que realizan en el noveno capítulo, titulado "Obama: un nuevo comienzo". Lo allí expuesto evidencia la evolución de la postura del presidente norteamericano hacia el cambio de política con respecto a Cuba. Es conveniente tener presente la manera en que, hasta fecha cercana al 17-D, Obama insistía en lo imperioso que resultaba que Cuba diese pasos previos, que mostrasen su disposición a hacer concesiones, es decir, a aceptar las reglas de la democracia burguesa, el multipartidismo y la economía de mercado, como requisitos indispensables para que los Estados Unidos procedieran al cambio de su política:

A pesar de estar envuelto en una retórica de cambio el enfoque de Obama compartía dos premisas comunes con la política de los EUA a partir del fin de la Guerra Fría: 1) cualquier progreso significativo en las relaciones bilaterales solo sucedería si Cuba desmantelaba sus sistemas político y económico, y los sustituía por una democracia electoral multipartidista y una economía de libre mercado, y 2) incluso las medidas más pequeñas de parte de los Estados Unidos para reducir la tensión tendrían que encontrarse con medidas recíprocas de parte de Cuba. Según Obama, el objetivo de la política de los EUA no había de ser formulado como conflictivo, según sucedía en tiempos de George W. Bush, pero tampoco era fundamentalmente diferente. Al principio, el equipo de Obama esperaba seguir apoyando los principios de la democracia y los derechos humanos en Cuba sin dejar que esos compromisos fueran un obstáculo para mejorar las relaciones bilaterales. La eventual normalización de las relaciones y el levantamiento del embargo seguirían dependiendo de un cambio interno en Cuba (a menos que la ley Helms-Burton fuera derogada), pero podían hacerse muchas cosas antes que eso. Sin embargo, la insistencia de Obama en una reciprocidad quid pro quo, definida en términos de un cambio de política interna de Cuba, ataba cualquier progreso en las relaciones bilaterales directamente a las concesiones que el gobierno cubano menos quería hacer (LeoGrande y Kornbluh, 2015, p. 400).

Como suele suceder, la historia se ocupó de colocar las cosas en su sitio. Como se señalaba al comienzo, Cuba no hizo ninguna de esas concesiones. Obama reconoció que el cambio respondía al fracaso de la política de hostilidad aplicada durante cerca de sesenta años, si bien con ello se procuraba facilitar la llegada a la Isla de la democracia y la libertad basadas en los códigos de la cultura y el sistema político de los Estados Unidos. Raúl reiteró lo que había venido expresando desde años atrás: la disposición de Cuba a dialogar con los Estados Unidos sin menoscabo de su soberanía, exigiendo igualdad de condiciones. Habló de la posibilidad de mantener una convivencia civilizada y recordó todo lo que faltaba por hacer en el trayecto hacia una eventual normalización de las relaciones bilaterales. Esas mismas precisiones, unidas a las que Fidel manifestó en un mensaje en enero de 2015, fueron ratificadas por ambos líderes cubanos en la sesión final del VII Congreso del PCC, en abril de 2016.

En una entrevista que le realizara la periodista Rosa Miriam Elizalde a Peter Kornbluh en febrero de 2016, publicada en Cubadebate, la entrevistadora calificaba de paradigmática la visita de Carter a Cuba en el año 2002, viéndola a la luz del proceso en curso de restablecimiento de las relaciones bilaterales, y del trayecto de las negociaciones. Teniendo en cuenta que comenzando el año ya se hablaba de la visita de Obama a Cuba, las palabras de Kornbluh, en su respuesta, que hacen referencia al libro, resultan además muy sugerentes para aquilatar en toda su magnitud la perspectiva realista desde la cual han abordado un tema tan sensible y complejo:

Es el único precedente que tenemos para comparar con lo que está ocurriendo ahora. Ocurrió durante la administración de Bush. En nuestro libro, de LeoGrande y mío -Back Channel to Cuba. The Hidden History of the Negotiations between Washington and Havana- hay una descripción detallada de las negociaciones entre el equipo cubano y el de Carter para llegar a un punto de acuerdo: a dónde iba a llegar, cuántos días, dónde iba a hablar, con quién […] Carter tenía su agenda; los cubanos, la suya. Podríamos reconocer en esos detalles lo que está pasando ahora en las reuniones secretas entre el equipo de Raúl y el de Obama para arreglar esta visita tan importante. Esta es la trayectoria normal de una cumbre presidencial. Siempre hay tensiones, arreglos. En inglés decimos, back and forth, una ida y vuelta de los dos lados. Pero lo importante es que están haciendo esto y que Obama llegará a La Habana en marzo y que ambos Presidentes van a hablar privada y públicamente, y que hablará con el pueblo cubano al mismo tiempo. Va a tener un impacto en Washington, en La Habana y en el mundo. Dirá al mundo que la agresión estadounidense contra la Isla es algo del pasado y que tenemos, los dos países, un futuro muy diferente (Elizalde, 2016).

Como suele despedir su programa nocturno dominical un popular comentarista de la televisión cubana, si el lector retiene lo sucedido durante la visita de Obama y sus palabras, estará en condiciones de sacar sus propias conclusiones. No es objeto de estas páginas analizar el breve pero intenso paso del presidente estadounidense en el mes de marzo de 2016, su discurso -lo que trató, del modo en que lo hizo, lo que no trató- y la significación de ello en la coyuntura de Cuba, de América Latina y de los Estados Unidos, este último enfrascado en su proceso de elecciones presidenciales. Lo anterior confirma la lógica de la política norteamericana hacia nuestro país mediante la diplomacia encubierta, que con prolijidad caracterizan y explican LeoGrande y Kornbluh: una lógica marcada por el empeño en producir un cambio de régimen en Cuba.

Los arquitectos y ejecutores de la política exterior de los Estados Unidos hacia (contra) la Revolución cubana, han estado dispuestos (y están) a solucionar situaciones de crisis, diferendos espinosos, a reacomodar los métodos, a objetivar sus diagnósticos sobre las circunstancias internas y externas del país (y no se debe subestimar el cambio en los métodos, ya que en política es algo decisivo). Pero nunca abandonaron (y así lo demuestra la investigación de LeoGrande y Kornbluh) ni sus intereses nacionales ni las aspiraciones de instalar en Cuba un esquema apuntalado en valores como los de democracia, derechos humanos y libertad codificados por una lógica imperial que, hasta el momento, comprometen la soberanía de la nación cubana. Por supuesto, ello puede cambiar. Solo que la exhortación de Obama a "olvidar la historia" y a caminar como amigos requiere de ciertas transformaciones.

Casi al final de su obra LeoGrande y Kornbluh manifiestan:

Para terminar con la enemistad y desconfianza que han caracterizado las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba a partir de 1959, los responsables de las políticas en Washington tienen que aceptar que Cuba en el siglo xxi no será nunca más la isla dependiente y semisoberana del siglo xix y principios del xx. En ese sentido, la revolución de 1959 ha demostrado ser irreversible. Por su parte, los que trazan las políticas en La Habana necesitan confiar en que es posible llegar a una reconciliación con los Estados Unidos sin poner en riesgo la independencia nacional de Cuba, por cuyo afianzamiento emprendieron los cubanos una revolución (LeoGrande y Kornbluh, 2015, p. 417).

Cuando se examina esta consideración bajo el lente de lo antes expuesto, se comprende que es posible concordar plenamente con la primera parte de ella, pero no tanto con la última, tocante a la posibilidad de lo que llaman una reconciliación que no ponga en juego la independencia, la soberanía nacional.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ELIZALDE, ROSA MIRIAM (2016): "La visita de Obama dirá al mundo que hay un futuro diferente para Cuba y EEUU", Cubadebate, 25 de febrero, entrevista a Peter Kornbluh, <http://www.cubadebate.cu/noticias/2016/02/25/peter-kornbluh-la-visita-de-obama-dira-al-mundo-que-hay-un-futuro-diferente-para-cuba-y-eeuu-video/#.WI4NOXqubIU> [21/3/2016].

LEOGRANDE, WILLIAM M. Y PETER KORNBLUH (2015): Back Channel to Cuba. The Hidden History of the Negotiations between Washington and Havana, University of North Carolina Press, Chapel Hill.

 

Jorge Hernández Martínez. Centro de Estudios Hemisféricos y sobre los Estados Unidos, Universidad de La Habana, Cuba. Correo electrónico: jhernand@cehseu.uh.cu

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