SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 número286Los marcadores conversacionales enfocadores de la alteridad en una muestra del español coloquial de La HabanaLas fórmulas rutinarias en el español coloquial de La Habana índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

  • Não possue artigos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO

Compartilhar


Universidad de La Habana

versão On-line ISSN 0253-9276

UH  no.286 La Habana july.-dez. 2018

 

ARTÍCULO ORIGINAL

 

 

Apuntes para un estudio de la ilocución y modalidad semánticas en notas de contracubierta de libros académicos universitarios

 


Handout on a Study of Ilocution and Semantic Modality in Back Cover Notes of University Academic Books

 

 


Daliana del Carmen Rodríguez Campos


Facultad de Artes y Letras, Universidad de La Habana, Cuba

 

 

 


RESUMEN
El estudio que presenta estas notas está orientado al análisis de las dimensiones ilocutiva y modal en una muestra de notas de contracubierta de libros académicos, como parte de un discurso editorial y científico, con dos finalidades: abrir las puertas del discurso académico al análisis semántico y ofrecer a editores y especialistas de la rama un algoritmo semántico-discursivo paradigmático en función de la producción de sentido textual eficiente en el libro académico.

PALABRAS CLAVE: matriz tridimensional, análisis del discurso, noesis, semiosis, autoorganización, pensamiento-lenguaje.

ABSTRACT
This paper is aimed at examining illocution and modality in a sample of notes written in back covers of academic books, as part of an editorial and scientific discourse, with two purposes. First, semantically analyzing academic discourse, and second, providing editors and other experts in this field with a paradigmatic semantic-discursive algorithm for senses of texts in academic books to be properly understood.

KEYWORDS: Three-dimensional matrix, Discourse analysis, Noesis, Semiosis, Self-organization, Language and thought.


 

 

 

Introducción
La gente no intercambia palabras, sino significados. En esta perspectiva, la interpretación intersubjetiva de la experiencia necesita un procedimiento retórico y una acción argumentativa para intercambiar estos significados e interactuar mediante el uso de la lengua. De acuerdo con Beaugrande y Dressler (1981, p. 35), mientras la lengua es un sistema virtual de opciones aún no en uso, el texto es un sistema actual donde estas opciones han sido elegidas desde los distintos repertorios y utilizadas en una estructura particular. Esta organización estructural es llamada por Halliday (1994) "constituency", parte del mecanismo por el cual los significados son puestos en efectividad.

Por consiguiente, toda situación comunicativa implica una situación argumentativa donde se negocian posiciones interpersonales y se construye una realidad a través de marcas formales, que implican modalizaciones (de certidumbre, de juicio, etc.), justificación de posiciones, presencia de argumentos colectivos (y genéricos), presencia o ausencia de argumentos fundados sobre los valores personales del hablante, funciones lógicas reemplazadas por conexiones sintácticas, conectores microestructurales entre oraciones, un orden macroestructural en el texto (el orden de una historia, etc.) y una función superestructural de acuerdo con el tipo de texto utilizado. En definitiva, se construye una realidad con un registro determinado, tanto en estructura constituyente como funcional.

En este panorama comunicativo, es necesario distinguir, de acuerdo con Stillar (1998), dos dimensiones diferentes de significado interpersonal: posicional y relacional. La primera, está asociada con el tema que se construye de forma oral o escrita, y tiene que ver con la expresión de las actitudes, intenciones y evaluaciones. La segunda, con los recursos lingüísticos que construyen las relaciones entre ambos interlocutores: hablante/escritor y oyente/lector.

Desarrollo
Las personas utilizan los recursos de modalidad de la lengua para negociar la verdad de las representaciones o para imponer verdades en aquellos sobre quienes tienen poder, y lo hacen de esta forma para llegar a una visión compartida de cómo es el mundo, a una concepción común de la realidad, que puede ser usada como base para el enjuiciamiento y la acción. Así, tal como ha descrito Halliday (1985), los recursos de modalidad de la lengua no solamente permiten asignar diferentes grados de verdad a una representación, sino que ellos permiten también la elección entre diferentes clases de verdad.

El concepto de modalización, como proceso, es un todo concebido como núcleo del proceso noético-semiótico, un conjunto de categorías semánticas del mismo rango, que de mayor a menor rango de actividad intelectiva son: la valoración, la lealtad, la certidumbre, el interés, el aprecio y la expresividad, presentadas todas en el primer acercamiento del Dr. Leandro Caballero a este tema orientado a la concepción de diccionarios ideográficos semánticos (DIS), y argumentadas in extenso por Galbán Pozo en su propuesta doctoral. Las seis categorías antes mencionadas abarcan en su concepto y práctica los enfoques lógicos, axiológicos y narratológicos, e integran elementos de la afectividad y de otros componentes impresivos directamente relacionados con la noesis.

En otros estudios posteriores, Losada (2011 y 2015) redimensiona estas categorías incorporándolas al análisis del discurso y enriquece el estudio con la descripción de la dimensión referencial. Para esta autora analizar la intencionalidad y el sentido textual desde la perspectiva de la lingüística cognitiva permite la decodificación de competencias.

La propuesta inicial de modalidad semántica de Caballero Díaz está concebida para analizar el componente semántico de un enunciado, que pone de manifiesto la presencia de un tipo socialmente reconocido de posición subjetiva del enunciador ante lo que comunica en el discurso. Esta modalidad puede ser expresada por medios léxicos u otros, puede incluso no manifestarse y, entonces, lo que se evidencia es la intención de ocultar la posición o el intento de lograrlo.
Según Losada (2015):

al hablar de una dimensión modal que se nuclea, con el sello individual del interpretante, en un rol social, reconocido como enunciador, se argumenta el espacio autoorganizativo que centra no solo la experiencia perceptual-individual e irrepetible de un sujeto, sino la del grupo social al que pertenece, con sus variables diafásicas, diastráticas y diatópicas, dado que pertenece a un segmento histórico determinado.

Así se define el "campo asociativo ilocutivo-modal" como el resultado de la conexión que se establece a través de un constituyente observable en la superficie del texto y que expresa los diferentes matices de sentido. Este campo añade elementos pragmáticos y socioculturales definibles en el contexto y puramente individuales.

Conceptos de partida
Nota de contracubierta
La nota de contracubierta es un resumen o sinopsis de la obra con carácter publicitario o divulgativo. Puede ser escrita por el autor o el editor y satisface un doble fin: familiarizar a los lectores con lo esencial del contenido y ayudar al autor a ver su libro con objetividad, por ello la crítica debe ser neutral y sustentada en argumentos sólidos. Constituye un sistema de signos de interacción socioverbal y es una categoría con estructura bilateral constituida por los interlocutores con todas las condiciones lingüísticas y suposiciones comunicativas influyentes y el contenido sociocultural comunicativo inducido por el par pragmático competencia-actuación. La nota de contracubierta parte del principio de heterogeneidad temática, los libros que se pueden publicar son de diversos y amplísimos temas, este aspecto depende de las políticas que adopte cada editorial, según sea la variedad de temas que trate, y en las cuales se especialice. Debe recoger lo esencial del contenido del texto, por lo general hace referencia a la importancia y actualidad del tema, a los aspectos trascendentales y únicos y cita fragmentos del contenido que merecen reconocimiento especial.

Para la redacción de una nota de contracubierta es importante la noción de focalización, como proceso mediante el cual el editor realza uno o varios segmentos de la secuencia para llamar la atención de su interlocutor; y los tópicos de perspectiva, con el fin de recoger el ángulo de visión o punto de vista desde el que se trata la interpretación del comentario y la existencia de la información completa o necesaria para comunicar los contenidos: claridad de la información en cuanto a capacidad de ser entendida por el público al que se dirige, expresada con suficiente progresión en el aporte de los datos, con un orden que permita su accesibilidad, un vocabulario asequible y acorde al registro y suficientes ejemplos o argumentos en favor del tema.

Mediante el conocimiento del factor social el autor de la nota debe valorar cuestiones relacionadas con la cortesía verbal y con la modificación de los recursos de mitigación y atenuación del contenido proposicional o la fuerza ilocutiva, el grado de confianza (asumido por el editor al establecer el diálogo simbólico con el lector), la extensión de la nota, el grado de dominio que el editor posea del contenido del libro, no solo de lo que en él se dice del tema en cuestión, sino de lo que como un investigador innato pueda reunir de la bibliografía complementaria consultada para elaborar un juicio de opinión acerca de lo escrito, el desenvolvimiento expresivo y una adecuada posición dialógica considerada como la razón sintáctico-funcional de mayor peso, pues es la categoría funcional que permite mayores interconexiones dentro del enunciado y de las características gramaticales que lo justifican.

La primera tarea linguística que debe cumplir la nota de contracubierta es la intencionalidad propositiva, como medio utilizado por el editor para llamar la atención del receptor potencial e inducirlo a la lectura del libro. Este criterio se atiene a lo planteado por Losada (2015) al considerar esta intencionalidad como la propuesta que realiza el editor y que puede detectarse mediante los rasgos ilocutivos-modales-referenciales que emergen del sistema subyacente y realizan su recorrido por los diferentes niveles de textualización, antes explicados, partiendo del texto nuclear (libro), pasando por la nota de contracubierta como núcleo paratextual y asentándose en el subtexto de esta última para la construcción de sentido.

La caracterización semántica de la nota de contracubierta se evidencia de la siguiente forma:

  • En la dimensión ilocutiva los índices pragmáticos están sustentados en la aceptación y dirigidos a la verificación para poder legitimar el contenido, las evaluaciones se manifiestan en índices calificativos, analíticos e intelectuales, apreciaciones categóricas, problémicas, impresivas y afectivas y jerarquizaciones ordenadoras y singularizadoras. Otros componentes dependen de la especificidad de la remisión a determinados rasgos referenciales del objeto focalizado (libro).
  • En la dimensión modal se activan las posiciones valorativas y de ponderación reflexiva que implique una recepción causa-consecuencia, las que representen una actitud calificativa y con un matiz manipulatorio; las posiciones de seguridad-seguro que, junto a las valorativas, propicien perspectivas de interés-interesado del receptor potencial.

Libro académico universitario
Se considera libro académico universitario cualquier texto escrito que, luego del proceso editorial, se pone en circulación como material de consulta de la comunidad científica. Produce y trasmite conocimientos sistemáticos y generalmente son el resultado de investigaciones con alto valor agregado. La información contenida tiene importancia económica y social. La redacción debe ser clara, precisa, objetiva y directa y debe escribirse, según las tendencias modernas de la escritura científica, en impersonal o primera persona singular. El lenguaje está asociado a la norma culta y utiliza una lexicografía especializada. El autor debe respetar la ética científica y los derechos de autor de las referencias utilizadas. Debe contener fichas bibliográficas con todos los elementos esenciales y estas referencias tener la mayor actualidad e impacto. El libro está dividido por capítulos y tomos que responden a áreas específicas del conocimiento según la temática. Presentan gran cantidad de notas aclaratorias y, aunque el principal destinatario es la comunidad científica, también puede ser consultado por cualquier profesional. Su diseño debe ser sobrio y preciso, y la comunicación derivada de este tiene que ser de doble vía, ya que el destinatario es perceptor de los mensajes, que son productos del diseño, ello implica un registro perceptivo y una conducta reactiva.

Su función social es servir de bibliografía básica y de consulta para la comunidad científica y estudiantes, así como la trasmisión del conocimiento acreditado en diversas materias y campos de estudios. Desde el punto de vista lingüístico las funciones fundamentales del libro académico son:

  • Metalingüística: se centra en el propio código de la lengua. Tiene como objetivo posibilitar al usuario el acceso a dicho código para explicar los hechos del lenguaje.
  • Referencial: permite brindar conocimientos, conceptos, información objetiva que, como se ha apuntado, es una de las características generales de la literatura académica. Da énfasis al factor contexto y parte de la acción del emisor.
  • Conativa: esta función está centrada en el receptor o destinatario, el autor del libro académico espera el inicio de una reacción que converja en una perlocución adecuada que incite al acto de lectura.

El autor se apropia del sistema de comunicación "libro" para intercambiar con sus receptores un conocimiento desde un saber de necesidad, a través de una percepción subjetiva y poniendo en práctica la relación sujeto-objeto focalizado-sujetos. El sistema lingüístico empleado presenta en su conjunto las condiciones necesarias para la producción de sentido.

Editor
El editor es un profesional preparado en los diferentes saberes y especializado en el código lingüístico; es persona física y moral que concibe una edición. Responsable del proceso de conversión de un texto al formato libro y de la aplicación de los criterios de corrección ortotipográfica. Un editor se define por la manera en que está ubicado en un flujo de contenido. Encargado, dentro del equipo editorial, de las sugerencias de criterios para la mejor comprensión de los contenidos, cambios relacionados con la escritura, aclaraciones y sugerencias sobre la extensión, propuestas relacionadas con la comprensión del texto o reformulaciones de los títulos y subtítulos. Propone y ejecuta parcialmente un escenario de socialización del texto en su función de gestor y difusor cultural, tiene en cuenta los intereses del autor y la política editorial del sello que socializa el libro según la idoneidad del encargo social.

En su papel de emisor, el editor debe conocer el contenido del texto para luego ofrecerlo al lector. Esta labor (que realiza al redactar las notas de contracubierta) se sostiene por el conocimiento de todos los rasgos semánticos que describen al objeto focalizado y las herramientas lingüísticas acordes a su intención propositiva. El editor debe ser la contrapartida del receptor del libro académico, compartiendo con él elementos pragmáticos de la intencionalidad, induciendo a la verificación al remitir al acto de lectura, aceptación/rechazo, en diversas ocasiones encubrimiento y posterior legitimación. Debe manifestar también índices evaluativos de calificación, analíticos e intelectuales, apreciaciones problémicas, categóricas e impresivas, afectivas y jerarquizaciones singularizadoras y ordenadoras. Dentro de su postura enunciativa debe fomentar las posiciones valorativas de bueno-aprobador y ponderador reflexivo y las posiciones de seguridad-seguro de la Unidad Constante de Sentido (UCS) de Determinación, incitando con ello a una manifestación de Interés (UCS) por parte del receptor. Debe fomentar los rasgos de saber de realidad y de saber de necesidad propios de la objetividad y cientificidad de la literatura que trabaja. Activa, en su competencia, la función de hacer-hacer, desde una postura manipulatoria que incide en la recepción, para el logro de una perlocución adecuada.

Estudio de las notas de contracubierta
Para este artículo se ha escogido una representación integrada por 6 notas de contracubierta que corresponden al catálogo de publicaciones de la Editorial UH, colección de Ciencias Sociales y Humanísticas y pertenecientes a las materias Geografía e Historia (2), Bellas Artes y Artes Decorativas (2) y Lenguas (2), con el ánimo de ejemplificar el estudio más extenso que se realiza para establecer posibles patrones de recurrencia de operaciones semiocognitivas ilocutivo-modales. La muestra seleccionada como material factológico se discretiza según las siguientes variables conceptuales:

Actante ilocutivo-modal: Entidad a través de la cual se realiza en unidades lingüísticas el contenido ilocutivo modal en las combinatorias seleccionadas de contenidos semánticos del enunciado. Tiene como características necesarias el rasgo más humano, poseer un instrumento y una gradación y puede presentar o no un carácter reflexivo y funcionar en el discurso como una interacción, una apropiación selectiva (noética), cuyo componente lingüístico se manifiesta en el discurso (semiosis) como expresión de una modalidad semántica: valorador, determinador, apreciador, interesado, expresivo, leal (Losada, 2011).

Objeto focalizado: Entidad textual sobre la cual el actante ilocutivo-modal ejerce una interrelación propioceptiva, agente, experientiva. Se describe cognitivamente a través de los rasgos constitutivos básicos de cantidad cualidad estado comportamiento tiempo espacio. Su imagen linguomental es el referente (Losada, 2011).

Unidad Constante de Sentido (UCS): Expresión de la dimensionalidad tridimensional discursiva del código lingüístico: Valoración, Lealtad, Determinación, Interés, Aprecio, Expresividad (Losada, 2011).
Operaciones semiocognitivas ilocutivas y modales: gama de rasgos semánticos ilocutivos y modales discretizados en la matriz de análisis tridimensional, necesarios de cada UCS, según las elecciones factibles del plan mental del emisor, en el que cada componente marca una ruta cognitiva que responde al desarrollo evolutivo del pensamiento y el lenguaje (Losada, 2015).

El análisis de la muestra seleccionada proporcionó datos constantes que permitieron definir los elementos destacables y recurrentes y la productividad de los rasgos semánticos generales de toda la muestra y según materias específicas. El estudio de la muestra representativa seleccionada para estos apuntes puede consultarse en la tabla 1.

Conclusiones
Como se puede observar en la tabla 1, se constata que las UCS más empleadas son la valoración, la certidumbre y el interés. Los índices discursivos ilocutivos más definidos son: aceptación, verificación, legitimación, calificativo, categórico, impresivo, afectivo, ordenadores y singularizadores; y los modales: valorador favorable-ponderador reflexivo, seguridad-seguro e interés-interesado. Estos índices ilocutivos y modales se corresponden con el papel que debe desempeñar el editor como emisor, dar todas las herramientas necesarias para que el lector se sienta atraído por el libro en cuestión y así lograr una recepción de sentido eficiente, por ello se debe incitar al destinatario en todo momento exponiendo el interés que supone para él la lectura del texto y los beneficios que esto traería a su actividad profesional y académica. Siguiendo estos preliminares algunas variantes de redacción de las notas de contracubierta pueden ser:

  • En toda nota de contracubierta debe aparecer el factor valorativo. Que los expertos en la materia, el autor, o el editor (convertido en este punto en una suerte de segundo autor por el grado de conocimiento y proyección que tiene sobre el libro en sí) emitan juicios de valor, ponderando o no reflexivamente sobre elementos trascendentales del contenido del libro, o mediante la operación cognitiva modal de valorador regular emitan juicios de valor con determinado grado de problematicidad en relación con áreas poco analizadas relacionadas con la temática del libro, siempre es una estrategia de redacción bien recibida por el receptor potencial.
  • Los grados de seguridad-seguro y categoricidad-categórico del enunciador le confieren a la nota de contracubierta la determinación que necesita el receptor para incursionar en el libro y quizás buscar más información complementaria.
  • La sinceridad-sincero, con un control de la manipulación que se ejerce sobre el receptor, siempre es válida para trazarle al lector el camino a seguir para investigar o simplemente para sugerirle temas interesantes y polémicos tratados en el texto nuclear y que pueden ser de beneficio para su formación académica.
  • Comentar motivaciones, tanto de los autores como del propio editor en relación con el libro, puede hacerse eco de expectativas del receptor, mostrar elementos trascendentales, personas que han motivado la escritura del texto por disímiles razones, a quienes se dedica, etc.
  • Utilizar un lenguaje elegante, expresiones finamente elaboradas, principalmente en las notas de los libros de las ciencias humanísticas, le confiere mayor propiedad.
  • Se puede lograr, además, otras combinaciones muy efectivas. En libros de humanidades, arte, literatura, pueden combinarse la valoración, el interés y la expresividad, y tejer un entramado donde, mediante juicios de valor, orientemos al lector sobre cuestiones básicas de interés a través de un lenguaje elegante. Otras operaciones cognitivas paralelas pueden ser la combinación de valoración, lealtad e interés, con el propósito de llamar la atención más que al núcleo de interés, a zonas que comienzan, con el propio texto, a explorarse por primera vez. Un espacio crítico en la nota puede lograr por sí solo captar la atención de los interesados.

 


REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
Beaugrande, R. y Dressler, W. (1981): Introduction to Text Linguistics, Longman, London, New York.

Caballero Díaz, L. (2014a). Semántica y diccionario, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana.

Caballero Díaz, L. (2014b): "Estrategia, modalidad e ilocución: tres conceptos de una semántica comunicativa", en Curbeira Cancela, A., Teorías lingüísticas: concepciones y corrientes, Editorial UH, Editorial Félix Varela, La Habana, pp. 231-235.

Caballero Díaz, L. (2014c): "Modalidades semánticas del lenguaje", en Curbeira Cancela, A., Teorías lingüísticas: concepciones y corrientes, Editorial UH, Editorial Félix Varela, La Habana, pp. 235-249.

Galbán Pozo, A. M. (2014): "Las macrocategorías semánticas modales de valoración, lealtad, certidumbre, interés, afectividad y expresividad", en Curbeira Cancela, A., Teorías lingüísticas: concepciones y corrientes, Editorial UH, Editorial Félix Varela, La Habana, pp. 281-297.

Halliday, M. A. K. (1994): Gramática funcional, Edward Arnold, Londres.

Lemke, J. L. (1992): "Interpersonal Meaning in Discourse: Value Orientations", en M. Davies y L. Ravelli (eds.), Advances in Systemic Linguistics: Recent Theory and Practice, Pinter Publishers, London.

Losada, M. (2011): La máscara del lenguaje. Intencionalidad y sentido, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana.

Losada, M. (2015): Entre la mente y el lenguaje. El árbol de carne, Editorial UH, La Habana.

Stillar, G. F. (1998): Analyzing Everyday Texts. Discourse, Rhetoric, and Social Perspectives, SAGE Publications, Londres.

 

 

 

RECIBIDO: 2/3/2017

ACEPTADO: 5/5/2017

 

 

 

Daliana del Carmen Rodríguez Campos, Facultad de Artes y Letras, Universidad de La Habana, Cuba. Correo electrónico: daliana@fayl.uh.cu

Creative Commons License Todo o conteúdo deste periódico, exceto onde está identificado, está licenciado sob uma Licença Creative Commons