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Cultivos Tropicales

versión impresa ISSN 0258-5936

cultrop vol.34 no.1 La Habana ene.-mar. 2013

 

Aplicación de un enfoque participativo para la definición y evaluación de metas en un proyecto innovativo agropecuario local

 

Implementation of a participatory approach to the definition and evaluation of an innovative project goals in local agriculture

 

 

Lydia Angarica,I Dr.C. Rodobaldo Ortiz Pérez,II Marguerite Misteli Schmid,III Dr. Francisco Guevara HernándezIV

IProfesora, Universidad Agraria de La Habana.
IIInvestigador Titular del departamento de Genética y Mejoramiento Vegetal, Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas, gaveta postal 1, San José de las Lajas, Mayabeque, Cuba, CP 32 700.
IIIAsesora Agencia Suiza para el Desarrollo.
IVFacultad de Ciencias Agronómicas, Universidad Autónoma de Chiapas. Mexico.

 

 


RESUMEN

En el proyecto Diseminación del Fitomejoramiento Participativo en Cuba (II Fase). Un Programa para fortalecer la innovación agropecuaria local (2007-2010), el equipo de monitoreo y sistematización desarrolló, junto a los ejecutores en los Centros Locales de Innovación Agropecuaria (CLIA) y la plataforma nacional, una metodología para el monitoreo y evaluación participativos, como instrumento para la planificación, el automonitoreo, la evaluación de impactos y la evaluación externa en los procesos de innovación agropecuaria. La base para tal empeño fue la definición y evaluación participativa de las metas realizadas en cada CLIA para alcanzar los resultados esperados. En el CLIA provincial de Pinar del Río este procedimiento permitió examinar la problemática local a partir de las perspectivas de los involucrados, concretar y ordenar sus aspiraciones en los procesos de innovación, facilitar la participación de mujeres y hombres identificando aspectos de interés y promover relaciones entre actores, reconociendo sus potencialidades internas en el diseño de estrategias para el desarrollo agropecuario de la localidad. Los resultados muestran la capacidad del CLIA para definir sus metas y jerarquizarlas en el corto, mediano y largo plazos; además, se ratifica que la incorporación de este procedimiento en la práctica de los proyectos, permite conocer las percepciones de la diversidad de actores que conforman los espacios locales, se identifican posibles alianzas y se armonizan intereses y resultados esperados en las estrategias de desarrollo con enfoque de género.

Palabras clave: evaluación, participación, sistematización, innovación.


ABSTRACT

The Spread of Participatory Plant Breeding project in Cuba (Phase II). Program to strengthen local agricultural innovation (2007-2010), the systematic monitoring equipment and systematization developed along the executors in local Agricultural Innovation Centers (CLIA) and the national platform a methodology for participatory monitoring and evaluation as a tool planning, self-monitoring, impact assessment and external evaluation in agricultural innovation processes. The basis for this effort was the definition and participatory assessment carried out in each CLIA goals to achieve the expected results. CLIA in Pinar del Río province this procedure allowed us to examine local issues from the perspectives of those involved, realize their aspirations and managing innovation processes, facilitate the participation of women and men identifying areas of concern and promote relations between actors recognize their inner potential in the design of strategies for agricultural development in the locality. The results show the ability of CLIA to define your goals and prioritize in the short, medium and long term, also confirming that the incorporation of this procedure in the practical project, allows to know the perceptions of the diversity of actors that make up the local areas, identify potential partnerships and harmonize interests and expected results in the development strategies with a gender perspective.

Key words: evaluation, participation, sistematization, innovation.


 

 

INTRODUCCIÓN

El enfoque del monitoreo y la evaluación en proyectos de desarrollo ha cambiado en las últimas décadas. Del control y dar cuentas sobre las actividades, se ha dirigido a identificar las mejores prácticas y lecciones aprendidas (1).

En los años 70 el monitoreo y la evaluación sirvieron, preferentemente, para justificar el dinero público de los países donantes frente a sus contribuyentes locales. Su carácter fue mayoritariamente definido por los donantes, orientado a resultados cuantificables y poco tomó en cuenta las necesidades y el contexto de los beneficiarios (2).

Al final de los 80 se verificó que los objetivos de proyectos o actividades solamente se alcanzan si hay cooperación y participación de los actores involucrados. Además surgió la necesidad de comprender los procesos y el contexto para arribar a conclusiones adecuadas en una situación específica desde una perspectiva sistémica y organizacional, y no solamente las actividades y los resultados (3).

La orientación de un sistema de monitoreo a efectos e impactos constituye un mecanismo eficaz para la observación, adaptación y mejoramiento constante de las acciones de un proyecto (4); así como en la documentación de sus cambios en el corto, mediano y largo plazos. Su base radica en la definición y evaluación de las metas, para precisar y detallar las acciones y productos que darán cumplimiento a los objetivos, con la activa participación de los involucrados. Los actores locales y las relaciones que entre ellos se establecen, constituyen un elemento fundamental en los niveles de implementación y el éxito de cualquier estrategia de desarrollo (5, 6, 7).

El objetivo de este trabajo es mostrar, a través de un estudio de caso, la utilidad de incorporar en la práctica de los proyectos la definición y evaluación participativa de las metas, para conocer las percepciones de la diversidad de actores que conforman los espacios locales, identificar posibles alianzas y armonizar intereses y resultados esperados en las estrategias de desarrollo con enfoque de género.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

En el proyecto Diseminación del Fitomejoramiento Participativo en Cuba (II Fase). Un programa para fortalecer la innovación agropecuaria local (2007-2010), el equipo de monitoreo y sistematización (MyS) desarrolló junto a los ejecutores en los Centros Locales de Innovación Agropecuaria (CLIA) y la plataforma nacional una metodología para el monitoreo y evaluación participativos, como instrumento para la planificación, el automonitoreo, la evaluación de impactos y la evaluación externa en los procesos de innovación agropecuaria. La base para tal empeño fue la definición y evaluación participativa de las metas con enfoque de género realizada en los CLIA para alcanzar los resultados esperados.
A partir del marco lógico el equipo de MyS sintetizó en un esquema la lógica de intervención del proyecto, significando la ubicación de los objetivos, resultados y actividades y su orientación a indicadores de efectos directos (cambios de actitud) y de productos y servicios (Figura 1).

Teniendo en cuenta que los cinco resultados a nivel operacional permiten fundamentar los cambios de actitud y demostrar el cumplimiento de los objetivos y del impacto, se seleccionaron como guía para que los actores locales definieran sus metas.

En el CLIA provincial de Pinar del Río participaron 17 actores locales, de los cuales ocho eran mujeres y nueve hombres. Para definir las metas el procedimiento fue el siguiente:

• Formación de grupos para trabajar cada resultado.

• Definición en cada grupo de las seis metas relevantes para su resultado.

• Presentación en plenaria para incluir criterios de los miembros de otros grupos.

• Votación y ponderación individual de las tres metas más importantes en cada resultado.

Para la votación se entregaron tres tarjetas de diferentes colores que representaban ponderaciones diferenciadas:

Cada participante (diferenciando a mujeres y hombres) seleccionó y jerarquizó las tres metas en cada resultado según su preferencia para un total de seis puntos por persona. En general se disponía de 51 votos (tres tarjetas x 17 participantes) con 102 puntos (seis puntos/persona x 17 personas) para cada resultado.

El criterio utilizado para seleccionar las tres metas más significativas en cada resultado y las seis más prioritarias a nivel del CLIA, fue liderar de forma simultánea la mayor cantidad de votos y puntos. Este mismo criterio se siguió para determinar las preferencias de género.

Finalmente para significar el peso que ocupan las seis metas más priorizadas en el CLIA se cuantificó su proporción porcentual del total de las metas (30= 6 metas X 5 resultados) y de la puntuación total para mujeres y hombres. Análisis similar fue realizado para resumir el comportamiento de la votación y los puntos en cada resultado a nivel del CLIA. En este último caso se consideró, por la mitad del valor tanto de los votos como su puntuación, a aquellas metas que mostraron relación con más de un resultado.

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Las metas definidas en cada resultado y su votación (Tabla I), hicieron visibles las preferencias en cada caso, asumiendo la relativa diferencia entre la participación de mujeres y hombres. Por ejemplo, para el resultado 1 ambos consideraron que las metas más importantes son: lograr apoyo institucional para los bancos locales de semilla (BLS); darle un enfoque sostenible a la conservación de la diversidad en la localidad y organizar grupos de experimentación campesina en la mejora genética de especies vegetales y animales.

Sin embargo, mientras las mujeres priorizaron con mayor puntuación todo lo relacionado con el apoyo institucional a los BLS, los hombres se inclinaron por concebir sosteniblemente la conservación de la diversidad; aunque ambas metas tienen puntos comunes de contacto.

Al analizar las metas definidas para cada resultado, el equipo de MyS constató que no siempre se correspondían con el área de actuación del mismo, influenciado en gran parte por la imprecisión en la definición de algunos resultados. Siendo así, elaboró una lista de chequeo con palabras clave de cada resultado que permitió esclarecer su contenido y facilitó distinguir la afiliación de cada meta (Tabla II).

Después de aplicada la lista de chequeo se obtuvo una agrupación revisada de las metas en la cual el 40 % quedó incluida en el resultado 1, igual proporción para los resultados 3 y 4 con un 20 % cada uno y el 17 % en el 2, representando así los resultados para los cuales el CLIA logró concebir acciones con mayor claridad. Solo una meta quedó contenida en el resultado 5 para un 3 % del total, corroborando la necesidad de la elaboración de un sistema de monitoreo y evaluación participativo capaz de crear habilidades en los actores para dar seguimiento a las acciones del proyecto y valorar sus posibles impactos en la localidad (Figura 2).



El reagrupe de las metas permitió, a su vez, visualizar con enfoque de género otros aspectos de interés como las tres metas más significativas en cada resultado y las seis metas más priorizadas a nivel del CLIA.

Las tres metas más significativas en cada resultado, según el comportamiento total de votos y puntos, son similares en al menos dos a las seleccionadas por mujeres y hombres, pero entre estos últimos las coincidencias no rebasan las dos metas por resultado y preferentemente no tienden a ocupar el mismo nivel de prioridad (Tabla III). Todo lo cual ratifica que mujeres y hombres tienen realidades, necesidades y percepciones diferentes al concebir la innovación agropecuaria en el contexto local.



Las seis metas más priorizadas en el CLIA Pinar del Río representan el 20 % del total pero reúnen el 33 % de la ponderación de los puntos para las mujeres y el 40 % en los hombres presentes en el taller. Cinco de ellas corresponden a los resultados 1 y 2, reflejando la gran importancia que poseen la diversidad y la capacitación para los participantes, sobre todo teniendo en cuenta que este CLIA tuvo como antecedentes el proyecto Fitomejoramiento Participativo (FP) como alternativa para la producción de semillas a nivel local (2001-2006).

De ahí que se demande apoyo institucional para los bancos locales de semilla fomentándose alianzas para su desarrollo, se considere hacer sostenible su conservación, así como socializar las experiencias y capacidades ya creadas por algunos campesinos (Tabla IV).

Existen datos que ratifican la relación favorable entre el aumento del rendimiento y la diversidad a nivel de finca y local (8); a su vez, al evaluar el impacto del FP en Cuba (9) y por un grupo de campesinos de varias provincias, estos le otorgaron un alto gradiente a la diversidad y la capacitación (10, 11), todo lo cual coincide con estos resultados. En consecuencia con este incremento obtenido en la producción, otra prioridad está relacionada con el establecimiento de vías para su comercialización.

Para las mujeres la primera prioridad es la capacitación, lo que confirma su disposición de integrarse más activamente en los procesos de innovación agropecuaria local. Los hombres coinciden con las mujeres, pero también le otorgan un peso significativo al incremento de la diversidad genética y tecnológica.

Una mirada a la ponderación total de votos y puntos para cada resultado ratificó que el componente diversidad cuenta con la preferencia ocupando más de la tercera parte, seguida en ese orden por la capacitación, reconocimiento, divulgación y en último lugar el monitoreo y la evaluación. Sin embargo, la agrupación de las metas en el resultado 1, atendiendo a las palabras clave según el listado de chequeo, evidencia que la lógica de las mujeres difiere de los hombres. Para ambos la ruta en este resultado debe iniciarse con el acceso a la diversidad, pero mientras las mujeres consideran que seguidamente deben obtenerse resultados concretos en la innovación agropecuaria local, los hombres se inclinan por la experimentación para lograr tales propósitos y finalmente uno y otro coinciden en el fortalecimiento de los centros de diseminación de la biodiversidad agrícola (CDBA) (Tabla V). Con el desarrollo del FP se inició una activa participación de la mujer en todas las actividades, siendo reconocidas por su contribución en la conservación y diseminación de la diversidad, su participación en los talleres y otras acciones de capacitación (12, 13, 14), todo lo cual muestra las diferencias en las percepciones que en ocasiones tienen en relación con los hombres, ahora expresadas en todo este proceso participativo de las metas para fortalecer la innovación agropecuaria local.

Se pretende comprender y potenciar el desarrollo local cubano (15), a partir de procesos de autoconocimiento que generen la concertación de estrategias territoriales, integrando a todos los sectores alrededor de un programa liderado por los gobiernos municipales, aprovechando las potencialidades del sistema del Poder Popular, y las que ofrecen las particularidades de cada localidad. Denominado también proceso endógeno pero que en muchos lugares adolece de una estrategia con sus prioridades, determinadas por el gobierno.

La certidumbre basada en la estabilidad del contexto ha sido la premisa dominante para la comunicación, la educación y la práctica científica. La mayoría de los gerentes se dedicaron únicamente a la gerencia de la eficiencia, y los comunicadores y educadores a la promoción de la eficiencia productiva, ya que no necesitaban preocuparse con la historia ni el contexto. Esto sucedió hasta que la invención de la estadística reveló que la certeza es un mito; podemos hablar apenas de probabilidad o, en muchos casos, sólo de posibilidad (16).

CONSIDERACIONES FINALES

• En el CLIA provincial de Pinar del Río los actores locales lograron definir con mayor claridad las metas para alcanzar los resultados 1, 3, 4 y 2 en este orden (diversidad, reconocimiento, divulgación y capacitación), lo cual muestra sus potencialidades en el corto plazo. En el resultado 5 (monitoreo y evaluación) solo quedó incluida una meta, evidenciando las carencias y necesidad de un sistema de monitoreo y evaluación para dar seguimiento a las acciones del proyecto y valorar sus posibles impactos.

• Las metas con mayor prioridad son la capacitación, el incremento de la diversidad genética y tecnológica, su conservación, la creación de bancos locales de semillas, para el que se demandan alianzas entre actores, y la comercialización de los productos de la innovación agropecuaria local. Esta última constituye una meta emergente que demuestra la utilidad de los procesos participativos en la construcción de propuestas a más largo plazo.

• Mujeres y hombres jerarquizan por igual las metas relacionadas con la capacitación y la divulgación. Aunque en el resto estas coincidencias no rebasan las dos metas ni ocupan el mismo nivel de prioridad, el CLIA expresa la intención de incorporar la dimensión de género manifiesta en la convocatoria de participantes al taller y su inclusión en al menos una meta en cada resultado.

• En los proyectos de innovación agropecuaria la definición y evaluación de las metas a la vez de examinar la problemática local a partir de las posibilidades de los involucrados, representa el punto de partida para definir indicadores de efectos directos (cambios de actitud) y de productos y servicios, que permiten fundamentar sus cambios y evaluar sus posibles impactos. Esta herramienta está llamada a armonizar intereses y resultados esperados en las estrategias de desarrollo, identificando posibles alianzas y ordenando sus aspiraciones con enfoque de género.

 

REFERENCIAS

1. Estrella, M.; Blauert, J.; Campilan, D.; Gaventa, J.; Gonsalves, J.; Guijt, I.; Johnson, D. y Ricafort, R. Learning from change: issues and experiences in participatory monitoring and evaluation participation in development series. Intermediate Technology Publications. London, United Kingdom. 2000. 274 p.

2. Misteli-Schmid, Marguerite; Angarica, L. y Ortiz, R. Manual de monitoreo y Evaluación del PIAL. [La Habana]: [Ediciones INCA], 2009, 117 p. ISBN: 959-7023-45-6.

3. Rodríguez, G.; Meléndez, N.; Velázquez, E. y Fuentes, M. C. Tomándole el pulso al género. Módulo 4 : sistemas de monitoreo y evaluación sensibles a género. [en línea] San José, Costa Rica: Master Litho S.A., 1999. Consultado: 2/1/09] ISBN 9968-786-15-2. Disponible en: <http://www.cinterfor.org.uy/public/spanish/region/ampro/cinterfor/temas/gender/em_ca_eq/mod/mat/ pulso_gen.pdf>

4. Paulus, I. Orientación a efectos e impactos en los proyectos y programas de Welthungerhilfe. Parte II. Orientación a efectos e Impactos-Paso a Paso. [en lí-nea] Bonn: Editora Deutsche Welthungerhilfe, 2008 [Consultado: 5-1-2009] Disponible en: <http://www.welthungerhilfe.de/fileadmin/media/pdf/ Fachkonzepte/Leitfaden_Wirkungsorientierung Teil_II_span.pdf>

5. Martin, L.; Ríos, H. y Ortiz, R. Fitomejoramiento Participativo ¿Quién enseña a quien? Libro Fitomejoramiento Participativo. Los Agricultores Mejoran Cultivos. Cáp. II. 2003, pag. 15-28. Ediciones INCA.

6. Guevara-Hernández, F.; Ortiz-Pérez, R. ; Ríos-Labrada, H.; Angarica-Ferrer, L. de la C.; Martín-Posada, L.; Plana-Ramos, D.; Crespo-Morales, A.; Barranco-Olivera, L. A.; Salguero-Rubio, Z.; Cánovas-García, I.; Alemán-Pérez, R. y Proveyer-Cervantes, C. 2011. Impactos en Cuba del programa de innovación agropecuaria. Aprendizaje a ciclo completo 2011. Editorial Feijóo, Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas. Santa Clara, Cuba, 97 ISBN 978-959-250-676-3

7. Weiss, Josephy; Wysocki, Robert. Dirección de Proyectos. Las 5 fases de su desarrollo. Addison-Weslwy Iberoamericana S.A. Wilgminton, Delaware, USA, 1994

8. Ortiz, R.; Ríos, H.; Ponce, M.; Gil, V.; Chaveco , O. y Valdés, R. J. Impacto del Fitomejoramiento Participativo Cubano. Cultivos Tropicales, vol. 28, no. 2, 2007, p. 79-86,

9. Almekinders, C. y Guevara, F. El entorno de FP y la vida de los agricultores. Estudio de la línea de base y cambios ocurridos entre 2000–2008 en los proyectos de Fitomejoramiento Participativo en Mesoamérica. CIPRES, Managua, Wageningen, Chiapas. 2008.

10. Ortiz, R.; Ríos, H. ; Márquez, M.; Ponce, M.; Gil, V.; Cancio, M.; Chaveco,O.; Rodríguez, Odile; Caballero, A. y Almekinders, Conny. Logros del fitomejoramiento participativo evaluado por los productores involucrados. Cultivos Tropicales, 2009, vol. 30, no.2, p. 106-112.

11. Ortiz, R.; Angarica, Lydia y Misteli, Marguerite. Diseño y evaluación participativa de efectos directos (cambios de actitud) en proyectos de innovación agropecuaria local. Cultivos Tropicales, 2010, vol. 31, no. 4, p. 12-19.

12. Guijt, M. «Sistemas de Monitoreo y Evolución sensibles a Género», Módulo 4. Unión nacional para la naturaleza (UICN). 1999, p. 8-14.

13. Abra, Adamo y Horvoka, Alice. Directrices para integrar el análisis por género en las investigaciones sobre biodiversidad. Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo, Canadá. 16 de julio, 1998.

14. Faxas, Yolanda y Gutiérrez, A. Desarrollo Organizacional 3. Genero y Desarrollo. Ediciones CIC- Desarrollo Sostenible, Cuba, Noviembre de 2004.

15. Pardillo Padrón, Bárbaro y Jiménez Valdés, Virginia. La universidad de montaña, en el proceso innovativo para el desarrollo local. Evento La gestión del conocimiento y el desarrollo local sostenible, Octubre de 2011, ISBN: 978 959 270 226 4.

16. Silva de Souza, José. La inseguridad de la «seguridad alimentaria». Descolonizar el «desarrollo» como meta universal para construir ‘sostenibilidad alimentaria’ en América Latina y Cuba. Programa de Apoyo Local a la Modernización Agropecuaria en Cuba – PALMA, Campina Grande, Paraíba; Brasil, 2011, p. 102.

 

Recibido: 6 de enero de 2011
Aceptado: 8 de junio de 2012

 

Lydia Angarica, profesora, Universidad Agraria de La Habanar. Email: ortiz@inca.edu.cu