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Revista Cubana de Medicina Tropical

versión impresa ISSN 0375-0760versión On-line ISSN 1561-3054

Rev Cubana Med Trop v.47 n.1 Ciudad de la Habana ene.-jun. 1995

 

Revista Cubana de Medicina Tropical, enero-junio, 1995

Instituto de Medicina Tropical "Pedro Kourí"

Reactogenicidad de la vacuna Heberbiovac-HB a diferentes dosis

Dr. MANUEL DIAZ GONZALEZ,<1 Dr. OMAR NAVIA MOLINA,<2 Dr. JOSE R. BRAVO GONZALEZ,<3 Dr. PLACIDO PEDROSO FLAQUET1 y Enf. AMELIA URBINO LOPEZ<4

RESUMEN

Se midió la reactogenicidad luego de aplicar la vacuna recombinante Heberbiovac-HB contra el virus de la hepatitis B, derivada de células de levaduras, a las dosis de 10, 5 y 2,5 mg y esquema de 0, 1 y 6 meses a 3 grupos de niños de 6 a 9 años. La sintomatología general observada fue baja (12,2 %) en los 3 grupos (10,7; 13,5 y 12,3 % para 10, 5 y 2,5 mg, respectivamente); los síntomas y signos predominantes fueron la febrícula (7,0 %), el dolor local (3,1 %) y el eritema (1,2 %). No se encontraron diferencias significativas en la comparación entre los grupos y sexos. Se constató la aceptable reactogenicidad del inmumógeno, que lo hace recomendable para su uso en la protección contra el virus de la hepatitis B.

Palabras clave: HEPATITIS VIRAL HUMANA/prevención & control; VACUNAS CONTRA HEPATITIS B/administración & dosificación.

INTRODUCCION

La hepatitis B es un problema de salud que afecta a todas las regiones de la Tierra, se considera que existen 500 millones de portadores crónicos (aproximadamente el 5 % de la población mundial). Africa y Asia cuentan con cifras que oscilan entre el 10 y el 20 %, la zona norte de Africa presenta entre el 3 y el 5 %, mientras que América Latina oscila en cifras entre media y alta.1 La hepatitis crónica activa, la cirrosis hepática y el carcinoma primario de hígado se encuentran entre las primeras causas de muerte en Africa y Asia, más del 85 % de los cánceres ocurren en portado res crónicos del virus.1 Cuba se encuentra en el grupo de baja incidencia (como Europa Occidental y Norteamérica), alrededor del 1 %; otros trabajos reportan 0,6 % entre gestantes, 0,7 % en donantes de sangre2 y un llamativo 3,0 % en una comunidad estudiada en el año 1985.3 La letalidad en hospitalizados es de alrededor del 1 %.4

Recientemente la OMS ha recomendado el uso masivo de vacunas con el objetivo a largo plazo de eliminar esta enfermedad.5-7 Esto ha llevado a que se busquen medidas para prevenir esta afección, una de ellas es el desarrollo de vacunas.8-12 La primera generación de vacunas sólo estuvo disponible a principios de la pasada década.13

En el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana, Cuba, se ha logrado, con técnicas de biología molecular, la obtención de este antígeno mediante la tecnología del DNA recombinante. En 1989 se comienzan los ensayos clínicos de dicho preparado vacunal; se han efectuado estudios que prueban la baja reactogenicidad local, general y el elevado poder inmunogénico en grupos de voluntarios adultos jóvenes,14 ancianos, minusválidos e impedidos físicos y recién nacidos, hijos de madres positivas al antígeno de superficie del virus de la hepatitis B.

Existe consenso que la vía idónea es la intramuscular (IM), pues la intradérmica es más difícil de emplear y más reactogénica. Como sitio de la inyección se postula usar solamente el músculo deltoides en adultos y niños grandes, y la cara anterolateral del muslo en recién nacidos y niños pequeños.7,8,15,16.

En estudios anteriores de la vacuna cubana predominaron el dolor (estudio global 67,9%; vacuna purificada 33,3%), la impotencia funcional ( global 25,9 %; purificada 22,2 %), induración (global 18,5 %) y eritema (global 14,8 %); los síntomas generales fueron muy poco relevantes, la cefalea fue la de mayor frecuencia de aparición (purificada 11,0 %) .14

El presente estudio da a conocer el comporta miento reactogénico de la vacuna Heberbiovac-HB al aplicarse dosis de 2,5; 5 y 10 mg en 3 grupos de niños de 6 a 9 años y describe las reacciones generales y locales (dolor, fiebre, induración, eritema y cefalea) durante los 3 días posteriores a la aplicación de cada dosis de la vacuna.

MATERIAL Y METODO

El universo estuvo constituido por 120 escolares con edades entre 6 y 9 años, elegidos al azar, mediante una tabla de números aleatorios, divididos en 3 grupos de 40. Previa fijación del sexo, cada uno fue identificado con las letras A=10 mg, B= 5mg y C=2,5 mg. De ellos, las hembras forman el 52,9 % y los varones el 47,1.

Cada grupo recibió 3 dosis de acuerdo con el esquema de 0, 1 y 6 meses. La vía de administración fue la intramuscular (IM), en el músculo deltoides, tercio superior del brazo izquierdo; se utilizaron jeringuillas desechables de 1 mL, las cuales garantizaron la esterilidad y facilitaron su aplicación. En las primera y segunda dosis, se administró la vacuna a 117 niños, la tercera dosis se aplicó a 110 niños, el 94,0 % de los que iniciaron. Los vacunados fueron evaluados clínicamente por un médico que desconocía la dosis aplicada, una vez por día durante 3 días, a partir de las 24 horas posteriores a la inoculación; en cada una de las aplicaciones se tomó la temperatura axilar y se evaluaron el sitio de la inyección y la presencia de cualquier síntoma o signo que presentara el niño.

Los datos fueron organizados, tabulados y procesados en una computadora personal. Se crearon bases de datos en los programas. Dbase III, EpiInfo, TrueEpistat y QPRO. Para la comparación de los diferentes porcentajes de reactogenicidad se utilizó la prueba entre proporciones.

RESULTADOS

La evaluación clínica de los vacunados durante los 3 días posteriores fue, en la primera dosis, el 92,3 % el primer día y el 90,6 % el segundo y el tercer días. Después de la segunda aplicación, la observación fue realizada al 91,5; 86,3 y 81,2 % respectivamente, y luego de la tercera dosis se alcanzó el 90,9; 79,1 y 82,7 % (tabla 1).

En total fueron observadas 110 manifestaciones en las 901 evaluaciones clínicas realizadas, el 12,2 % de los niños observados tuvo algún tipo de síntoma o signo en alguna de las 3 dosis recibidas; en el grupo A (10 mg) en 10,7 % (31 observacio nes positivas en 289 realizadas), en el B (5 mg) el 13,5 % (42 de 311) y en el C (2,5 mg) el 12,3 % (37 de 301) (tabla 2).

La sintomatología decreció en general entre la primera y la tercera dosis, al igual que entre el primer y el tercer días de observación dentro de cada dosis. Según la dosis, el grupo A con el 18,6 % en la primera, desciende al 9,5 % en la segunda y termina en 3,3 %. El B inicia con 13,5 % y concluye con el 9,7 %, mientras que el grupo C, que en la primera dosis tuvo el 21,5 %, finaliza con el 4,4 % respectivamente, sin diferencias significativas entre grupos (p 0,05) (tabla 2).

El grupo A, el primer día, en la primera dosis, alcanzó el 57,5 % de observaciones positivas, mientras en la segunda dosis fue el 17,6 % y en la tercera disminuye al 3,1 %; en el grupo B este evento fue más estable ya que osciló entre 13,2; 25,0 y 18,2 %, respectivamente, y en el grupo C varió del 27,0 al 3,0 % (tabla 3).

De las 110 manifestaciones observadas, a la febrícula (temperatura entre 37 y 37,9 oC) correspondió (63 observaciones) el 57,2 % de todos los síntomas y signos detectados (110) y el 7,0 % del total de niños observados, la mayor frecuencia. Luego el dolor local, eritema, induración y discapacidad, por orden, como signos de mayor relevancia distribuidos en 44 eventos (40 %) de las observaciones positivas (110). El dolor representó el 25,5 % de todos los síntomas y signos encontrados y el 3,1 % de todas las observaciones realizadas, siendo el segundo día, en la segunda dosis, en el grupo B, la mayor ocurrencia de casos. El eritema con 11 (10,0 %), entre éstos representaron el 92,7 % de todas las observaciones positivas realizadas. Presentó induración únicamente el grupo B con 4 casos, 3,6 % del total de síntomas y signos observados (tabla 4).

Se detectó sólo 1 caso de fiebre en el grupo A el tercer día de la segunda dosis (1,0 % del total de los vacunados), la que puede no estar relacionada con la administración del inmunógeno.

Entre los grupos, el dolor fue observado en mayor número en el B (p 0,05), seguidos del C y finalmente el A; se encontró la mayor frecuencia en el sexo femenino, en proporción de 3:1, en particular el grupo B (tabla 5).

Esta vacuna no produjo efectos pirógenos ostensibles en los 3 grupos estudiados; sólo el grupo A el primer día (16 casos) muestra valores significativos (p < 0,01) (tabla 6).

DISCUSION

Según la literatura este tipo de vacuna es poco reactogénica en relación con otros preparados utilizados contra otras enfermedades, y la magnitud e intensidad de los síntomas y signos son escasos y tolerables; el presente estudio confirma tal calificación. Mc Mahon observó en Alaska, en 1992, que por vía subcutánea la mialgia, artralgia y rash alérgico eran los principales síntomas y signos.17

André,18,19 con Engerix B reporta que el número de síntomas en estas edades es mucho menor que en los adultos y en general en el 90 % de los niños vacunados no se presentan síntomas ni se observan reacciones adversas severas; nuestro estudio muestra un porcentaje global de 87,8 %. Milne en Nueva Zelanda, con la media de edad próxima a la de nuestros niños, con Engerix B, con 10 mg, donde el 68,4 % no presentan síntomas, especialmente en la primera dosis,19 obtuvo resultados similares a los nuestros.

También Lolekha en Tailandia, obtiene en la primera dosis resultados próximos al presente estudio utilizando la vacuna de Engerix B con 20 mg y niños de 2 a 4 años, con el 76 % sin síntomas en la primera dosis. Sin embargo, en este grupo de edad las referencias subjetivas (dolor) no son bien informadas.

En el presente estudio, en el grupo B y en la tercera dosis es donde se presentan resultados más desfavorables con el 78,5 % de ausencia de síntomas; sin embargo, prácticamente superior en un 50 % que la media del 42,2 % reportada por Mon en Corea (36,5 %) con la Engerix B en adultos jóvenes, y encima en casi un tercio del estudio realizado por Galván y Bravo 14 también en adultos con Heberbiovac HB después de purificada (62,5 %).

Los resultados más favorables en cuanto a la ausencia de síntomas para las 3 dosis se obtienen en el grupo B, de 5 mg, con el 86,5 %.

Los síntomas locales más frecuentemente reportados por los investigadores de la vacuna Engerix B en adultos sanos, son el dolor (entre el 25 y el 30 %), el eritema y la induración, muy similares a nuestro estudio, excepto la induración, pero con porcentajes menores. En relación con los síntomas generales, los síntomas subjetivos como la fatiga (15 %), cefalea, vértigos y náuseas reportan su presencia. En el presente estudio se encuentran con porcentajes menores (1 %) la cefalea y los mareos.

En los estudios en niños con la aplicación de Engerix B se reporta que el dolor define el 80 % de todas las manifestaciones recogidas y se le adjudica a la presencia de hidróxido de aluminio como adyuvante de la vacuna.18,19

La proporción de síntomas del primero al tercer días de cada dosis disminuyó, lo que confirma lo recogido en la literatura de que la primera dosis en la más reactogénica. En relación con el sexo, globalmente la presencia de síntomas fue mayor en el sexo femenino, pero no tuvo diferencias significativas (p 0,05).

CONCLUSIONES

  1. La reactogenicidad global del estudio arrojó el 12,2 % de síntomas y signos, entre los cuales la febrícula (7,0 %), el dolor local (3,1 %) y el eritema (2,1 %) ocupan los lugares más relevantes.
  2. La presencia de síntomas y signos según las dosis, disminuyó del 17,8 % en la primera al 5,8 % en la tercera dosis.
  3. A pesar de producirse diferencias en la reactogenicidad por grupos A (10,7 %), B (13,5 %) y C (12,3 %), no se evidencian variaciones estadísticamente significativas entre ellas.
  4. Con estos elementos podemos concluir que los tipos de síntomas y su frecuencia de presenta ción se encuentran muy por debajo de los rangos encontrados en otros estudios análogos.
  5. En general, se puede afirmar que la vacuna no provocó reacciones adversas severas y las detectadas fueron poco frecuentes, ligeras y bien toleradas, por lo que puede considerarse, de acuerdo con los resultados obtenidos, como poco reactogénica.

<1Especialista de I Grado en Epidemiología.
<2Máster en Epidemiología.
<3Especialista de II Grado en Bioestadística.
<4Enfermera Especializada.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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Recibido: 27 de septiembre de 1994. Aprobado: 5 de diciembre de 1994.

Dr. Manuel Díaz González. Instituto de Medicina Tropical "Pedro Kourí". Apartado 601, Marianao 13, Ciudad de La Habana, Cuba.

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