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Revista Cubana de Medicina Tropical

versión On-line ISSN 1561-3054

Rev Cubana Med Trop v.52 n.1 Ciudad de la Habana ene.-abr. 2000

 

 Centenario de Pedro Kourí

En este primer número de la Revista Cubana de Medicina Tropical del 2000 queremos rendir homenaje en el año del centenario de su nacimiento al Profesor Pedro Kourí Esmeja, fundador de esta publicación y uno de los parasitólogos más prestigiosos de América y del mundo.

Más de un siglo ha pasado desde aquella mañana del último decenio del siglo xix, en que al dejar atrás la aldea de Hatchid en el Valle Sagrado del Líbano, una joven pareja con tres niños pequeños unió su destino al de otros tantos libaneses, al abordar un barco rumbo al continente americano.

Muchos fueron hasta el puerto de Trípoli a verlos zarpar. Unos, para desearles suerte en el largo viaje; otros, para dar en silencio el último adiós a la mujer más linda del pueblo, Nejhie Esmeja y Simón, la de los ojos color violeta.

Nadie sabe cuánto duró la travesía ni el día exacto en que por casualidad pisaron tierra cubana. Santiago Kourí y Bschara y su esposa María (Nejhie) habían puesto sus ojos en Norteamérica. Mas, quiso el azar que después de una estancia en Haití en compañía de sus tres primeros descendientes: Juan, Julia y Manuel, se establecieran allí.

No por largo tiempo radicaron en ese país. El nacimiento de cinco hijos más, Miguel, Pedro, María, Rosa y Margarita, hizo crecer la tenacidad de los Kourí, que decidieron marchar hacia Nueva York en busca de mejoras de vida.

A bordo de la nave uno de los niños no dejaba de llorar. El enrojecimiento de los ojos de Pedrito confundió a los médicos, que lo sometieron a cuarentena al creer que se trataba de una enfermedad infectocontagiosa. De nada sirvió explicarles que el pequeño lloraba por su miedo al mar y no porque estuviera enfermo.

- No puede irse. Si quieren váyanse ustedes, posteriormente le enviaremos al muchacho -le informaron.

Pedro Kourí Esmeja, el quinto hijo de esta familia libanesa, nacido en Haití el 21 de agosto de 1900, había cambiado sin saberlo el rumbo de su vida. En el puerto se encontraba un barco que iba hacia Santiago de Cuba y para viajar a la Isla no había tantos requisitos.

Es así como llega a Cuba, en los primeros años del siglo xx, la familia Kourí-Esmeja; conocida hoy en todo el mundo por el legado científico de dos de sus hijos: Juan B. Kourí y Pedro Kourí, el padre de la parasitología cubana.

Con los ahorros traídos del Líbano montaron rápidamente una tiendecita en el mercado del pueblo, en la que trabajaban con la ayuda del mayor de sus hijos. Como buenos comerciantes se dedicaban a la venta de ropas y joyas; y de esa forma lograron llevar una vida decorosa.

Muy poco tiempo después de llegar a Santiago de Cuba fallece Margarita. Su pérdida, unida a la de Luis -el niño que murió al nacer cuando estaban todavía en Haití- marcó sin dudas la vida de los Kourí que en lo adelante no hablaron más del viaje a los EE.UU., sino de trabajo mucho trabajo para costear los estudios de sus diez hijos, tres de ellos nacidos en Cuba.
 

Fig. 1. Santiago Kourí y María Esmeja en compañía de algunos de sus hijos, entre ellos Pedro Kourí pocos años después de

Fig. 1. Santiago Kourí y María Esmeja en compañía de algunos de sus hijos, entre ellos Pedro Kourí pocos años después de algunos de sus hijos, entre ellos Pedro Kourí pocos años después de su llegada a Cuba.

A diferencia de otros libaneses, que tal como era la costumbre aspiraban a tener hijos comerciantes y no médicos ni ingenieros, la familia Kourí respetó siempre la decisión de los suyos. Sus amigos los criticaban por permitirle a sus hijos alejarse del negocio; los maestros en cambio los detenían a mitad de camino para preguntarles por Juan o para felicitarlos porque Pedro desde que comenzó la primaria en el colegio de La Salle en Santiago de Cuba había sido siempre ¡el primer alumno de su curso!

Tranquilo y observador, desde su más temprana edad Pedro Kourí sintió siempre una insaciable sed de conocimientos, no sólo en el campo de la Medicina humana sino también en Veterinaria, Fisiología y Patología Vegetal.

Quienes lo conocieron lo recuerdan en el laboratorio, frente a un microscopio, trabajando siempre, actualizándose día a día en los conocimientos de su especialidad, organizando las tareas de mañana, desprendiéndose de todo cuanto aprendía en bien de la humanidad.

Su inteligencia y perfecta organización le permitieron ayudar a su familia sin abandonar sus estudios. Aún estando en el último año del Bachillerato, instala junto a otra compañera una Academia donde enseñaba Física, Química y Matemáticas. Los ingresos de este trabajo que a veces llegaban a doscientos pesos mensuales los entregaba a sus padres, cuyo negocio había decaído desde el momento en que Juan se fue para la Habana.

Con las más altas calificaciones se graduó de Bachiller en Ciencias y Letras en el Instituto de Segunda Enseñanza de Santiago de Cuba, y se le otorgó la plaza de ayudante graduado de Física, Química e Historia Natural. Un año después, en 1919 se trasladó a La Habana para comenzar la carrera de Medicina.

Sólo durante el primer año de su estancia en la Capital necesitó del dinero de sus padres. Sus premios, la redacción y venta de conferencias mimeografiadas de las distintas asignaturas y su trabajo como alumno interno en los hospitales "General Calixto García" y "Nuestra Señora de las Mercedes" le ayudaron a pagarse los estudios.

Fig. 2. Pedro Kourí. Estudiante de Medicina de la Universidad de La Habana.

Fig. 2. Pedro Kourí. Estudiante de Medicina de la Universidad de La Habana.

Seis años más tarde, el 10 de julio de 1925 volvió a ser nuevamente el primer expediente: 26 premios ordinarios, 2 extraordinarios y 31 sobresalientes, alumno eminente de la Universidad de La Habana. En octubre de ese mismo año gana por oposición el cargo de Ayudante Graduado en la recién creada Cátedra de Parasitología y Enfermedades Tropicales, que comenzaba a desarrollar su primer curso oficial para los estudiantes de Medicina.

Al asumir en 1934 la dirección de la cátedra de Parasitología puso todo su empeño en transformar una olvidada y aburrida asignatura en la más interesante de la carrera de Medicina, en el más digno ejemplo de docencia médica. Reorganizó todo el sistema de enseñanza; transformó las clases teóricas en sesiones con proyecciones de transparencias, películas; enfrentó al alumno con el parásito; organizó los distintos departamentos; creó el laboratorio clínico y la consulta externa de Parasitología; escribió, escribió mucho, todo cuanto investigaba lo publicaba.

El 23 de diciembre de 1929 contrajo matrimonio con Mercedes Flores, su inseparable compañera del laboratorio. De esta unión nacieron cuatro hijos varones: Pedro, Alberto, Gustavo y Juan.

El prestigio alcanzado por la cátedra de Parasitología, avalado por numerosos aportes relacionados con las enfermedades parasitarias existentes en Cuba, hizo que el 8 de diciembre de 1937 por acuerdo de la Junta de Gobierno se inaugurara en el Pabellón Domingo Cuba del Hospital "Calixto García", el Instituto de Medicina Tropical.

Con el apoyo de sus más cercanos colaboradores, los profesores José Basnuevo y Federico Sotolongo, creó una verdadera escuela de Parasitología reconocida por muchos años en este continente y en el mundo.
 

Fig. 3. Doctor Pedro Kourí. Profesor Extraordinario de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Habana.

 Fig. 3. Doctor Pedro Kourí. Profesor Extraordinario de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Habana.

 

Fig. 4. Doctor Pedro Kourí y colaboradores.

Fig. 4. Doctor Pedro Kourí y colaboradores.

Organizó laboratorios, el Museo de Parasitología Carlos J. Finlay, combinó la docencia y la investigación con el servicio asistencial, coordinó cursos de verano, cursos de posgrado e inició el intercambio científico con otras universidades del mundo.

Sus estudios sobre Fasciola hepatica, Amebiosis, Ascaris lumbricoides, por solo citar algunos; y el descubrimiento por primera vez en Cuba del parásito intestinal Inermicapsifer cubensis, le permitieron ocupar un lugar cimero entre los grandes parasitólogos.

Muere el 16 de octubre de 1964; dejando para la posteridad una fecunda obra de literatura médica y la continuidad de su trabajo en más de dos generaciones de científicos que hoy laboran en las modernas instalaciones del actual Instituto de Medicina Tropical, que desde 1979 lleva el nombre de "Pedro Kourí" en honor a su fundador.

Prof. Gustavo Kourí Flores y Lic. Aracelys Bedevia Santoyo
Instituto de Medicina Tropical "Pedro Kourí"
 

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