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Revista Cubana de Medicina Tropical

versión On-line ISSN 0375-0760

Rev Cubana Med Trop vol.66 no.3 Ciudad de la Habana sep.-dic. 2014

 

ARTÍCULO ESPECIAL

 

Aeromicología y salud humana

 

Aeromycology and human health

 

 

Lic. Kenia C. Sánchez Espinosa, MSc. Michel Almaguer Chávez

Departamento de Microbiología y Virología. Facultad de Biología. Universidad de La Habana, Cuba.

 

 


RESUMEN

Introducción: la aeromicología estudia la variación temporal y espacial del contenido fúngico de la atmósfera, así como la influencia de los factores meteorológicos sobre dichas variaciones. En países tropicales como Cuba, la elevada temperatura y la humedad relativa favorecen el crecimiento de los hongos, así como la formación y liberación de sus esporas, las cuales pueden afectar la salud humana.
Objetivo: destacar el impacto de los estudios aeromicológicos para la salud humana.
Métodos: se realizó una revisión de la literatura científica sobre aspectos generales de la aeromicología, las principales especies fúngicas presentes en ambientes exteriores e interiores, su impacto en la salud humana y las medidas para disminuir el riesgo de afectación a la salud por dichos hongos.
Resultados: se expone información actualizada y valiosa sobre la aeromicología, útil para la prevención de enfermedades ocasionadas por hongos presentes en el aire. Además se destacan los estudios realizados en Cuba hasta la actualidad.
Conclusiones: la determinación ambiental de propágulos fúngicos así como sus variaciones estacionales es un parámetro relevante a evaluar dentro de la salud preventiva.

Palabras clave: Aeromicología, salud, hongos anemófilos, hongos del aire.


ABSTRACT

Introduction: aeromycology studies the time and space variation of the air fungal content, as well as the influence of weather factors on these variations. In tropical countries like Cuba, high temperatures and relative humidity favor fungal growth and the formation and release of its spores, which can have an impact on human health.
Objective: to highlight the impact of Aeromycology in the human health.
Methods: Scientific literature addressing the general aspects of aeromycology, the main indoor and outdoor fungal species, their impact on human health and the actions aimed at decreasing the risk for human health was reviewed.
Results: updated and valuable information on aeromycology was presented which can be used to prevent diseases caused by airborne fungi. Additionally, this review highlighted the studies conducted in Cuba up to the present.
Conclusions: the environmental determination of fungal propagules and their seasonal variations is a relevant parameter to be evaluated in preventive health care systems.

Key words: aeromycology, health, anemophilus fungi, airborne fungi.


 

 

INTRODUCCIÓN

De todos los microorganismos presentes en el aire, los hongos constituyen el grupo más representativo. La aeromicología estudia la variación temporal y espacial del contenido fúngico atmosférico, así como la influencia de los factores que afectan dichas variaciones.1 En países de clima tropical, como Cuba, las condiciones de temperatura y humedad relativa favorecen el crecimiento y la esporulación de estos microorganismos, por lo que sus esporas o fragmentos hifales pueden encontrarse en la atmósfera en elevadas concentraciones.2 Estos altos niveles pueden constituir un riesgo para la salud humana, ya que pueden causar alergias, infecciones o intoxicaciones. Además afectan a cultivos de importancia económica y causan biodeterioro de materiales, lo cual puede propiciar problemas de salud al personal que laboran con estos.3,4 Los estudios aeromicológicos permiten la interpretación y prevención de varios problemas de salud causados por los hongos que se dispersan a través del ecosistema aéreo.5

En Cuba la mayoría de los estudios aeromicológicos han sido realizados en interiores, fundamentalmente relacionados con la conservación del patrimonio o la salud ocupacional.6,7 Los escasos trabajos de exteriores han sido llevados a cabo en zonas urbanas y enfocados hacia la salud humana.3,8-10

Objetivo: destacar el impacto de los estudios aeromicológicos para la salud humana.

Generalidades de la Aeromicología

Hace más de doscientos años comenzaron los trabajos que propiciaron el surgimiento de la Aerobiología.11 Sin embargo no fue hasta 1930 que surgió el término Aerobiología, por los aportes científicos de Fred C. Meier. Esta ciencia incluyó los estudios sobre partículas biológicas que son transportadas pasivamente por el viento. Posteriormente Pathirane (1975) consideró el estudio de la liberación, retención, dispersión, deposición e incidencia atmosférica de polen, esporas y otros microorganismos aerovagantes.5 Actualmente se incluye también dentro de esta ciencia el estudio de las partículas y gases que pueden incidir sobre los organismos vivos. Atendiendo a la naturaleza de los bioaerosoles, se definen diferentes campos dentro de esta disciplina, siendo uno de ellos la Aeromicrobiología, que estudia los microorganismos transportados por el aire.12

Aunque la atmósfera no posee una microbiota autóctona, es un medio adecuado para la dispersión de muchos microorganismos.13 Los hongos representan uno de los grupos más diverso de los microorganismos de la atmósfera y alcanzan concentraciones elevadas en determinadas épocas del año.14 La rama de la Aeromicrobiología que estudia la variación temporal y espacial de esporas y propágulos fúngicos, así como la influencia de los factores que afectan dichas variaciones se le denomina Aeromicología.1

En las dos últimas décadas se han publicado numerosos trabajos aeromicológicos sobre la dinámica y diversidad de las esporas fúngicas, principalmente en Europa y América.15-17 Otras investigaciones han tratado sobre los métodos de recolección o procesamiento de las muestras aeromicológicas, o sobre estudios de predicción.18 En los países del norte de África se ha estudiado principalmente la representatividad fúngica y sus oscilaciones a lo largo del año, relacionándola con las variables meteorológicas.19,20 En el continente asiático se han realizado estudios de diversidad fúngica y su influencia sobre las enfermedades alérgicas.21,22 Destacan también los trabajos realizados en Australia sobre el contenido fúngico atmosférico y la elaboración de calendarios de esporas.23,24

Desde hace varios años existe una progresión constante en el desarrollo de la Aeromicología en países latinoamericanos, particularmente en Argentina,25 Brasil26 y México.16 En el área del Caribe destacan los estudios realizados en Barbados relacionados con la presencia de hongos aerotransportados con el polvo africano que cruza el Atlántico,27 y los realizados en Puerto Rico afines a la prevalencia de enfermedades alérgicas.28,29

Las investigaciones que estudian la micobiota atmosférica en zonas tropicales, especialmente en el Caribe, son escasas en comparación con las realizadas en países de clima templado. Sin embargo, en Cuba se han realizado varios estudios aeromicológicos, principalmente en ambientes interiores de bibliotecas, archivos, museos, edificios históricos, viviendas, oficinas y locales de almacenamiento.2,3,6 Los primeros trabajos de micología ambiental en exteriores se realizaron hace más de 50 años, orientados fundamentalmente a la identificación de hongos con potencialidades alergénicas.8,9 Sobresalen también algunos trabajos taxonómicos llevados a cabo en La Habana.30,2 Otros estudios realizados en Santa Clara identificaron gran cantidad de esporas mediante la utilización de portaobjetos con una sustancia adhesiva.10

Recientemente se ha introducido una nueva metodología volumétrica que permitió un monitoreo continuo en La Habana, combinado con una metodología volumétrica de viables.31 Esta investigación ha corroborado la prevalencia de Cladosporium en La Habana, así como la presencia de 30 géneros y 5 tipos esporales, de las cuales destaca la abundancia de esporas con potencialidades alergénicas como las basidiosporas de Coprinus y Ganoderma.32,33


Características generales de los hongos

Los hongos constituyen un grupo heterogéneo de organismos, eucariotas. Poseen pared celular y varios de sus componentes pueden ser alergénicos. Son heterótrofos y muchos son saprófitos o parásitos de plantas y animales. Su reproducción se realiza por fragmentación de las hifas o por medio de esporas (asexuales o sexuales). Además son cosmopolitas, aunque prevalecen en zonas húmedas.34

Los hongos pueden crecer sobre varios sustratos y su desarrollo está relacionado con las condiciones de temperatura, humedad, iluminación, ventilación, disponibilidad de nutrientes, pH y contaminación atmosférica.35

La temperatura es un factor esencial en el desarrollo fúngico. En este sentido Almaguer et al., 2013 comprobaron que para cepas de Bipolaris y Curvularia, aisladas del aire de un arrozal cubano, las temperaturas entre 20-35 ºC favorecieron el crecimiento vegetativo y la germinación de los conidios.36 Temperaturas que prevalecen gran parte del año en nuestro clima tropical. La humedad relativa también influye sobre la fisiología de los hongos. Valores del 70-80 % favorecen la liberación de muchas esporas fúngicas, aunque algunas especies de Aspergillus y Cladosporium no requieren valores tan elevados.2,14

Debido a su versatilidad fisiológica los hongos pueden utilizarse en varios procesos industriales. Sin embargo, pueden ejercer un impacto negativo en la agricultura, la salud humana y animal, así como contribuir al biodeterioro.6,7 Un gran número de especies de hongos causan micosis, y otra gran parte es reportada como patógenos de plantas.37,38 Algunos hongos pueden ser patógenos humanos oportunistas ya que se comportan como saprófitos y ante determinadas condiciones que les ofrece el hospedero, al disminuir su capacidad defensiva, pueden colonizar, infectar y producir enfermedad. Los hongos patógenos tienen varios factores de virulencia, los cuales le permiten adherirse, penetrar e interferir con las funciones celulares de su hospedero, determinando así el potencial y la magnitud de la infección.39,40


Dinámica fúngica en el aire exterior

La mayoría de los hongos que presentan estructuras de reproducción externas, utilizan las corrientes de aire para la liberación y dispersión de sus esporas.5 Varios estudios muestran el comportamiento de las esporas fúngicas en el ambiente exterior, en los cuales se describen diferencias en el comportamiento estacional para los distintos géneros, relacionadas con los factores ambientales característicos de cada región.15,36 Se ha planteado que la concentración fúngica atmosférica tiende a ser mayor en regiones templadas y tropicales que en latitudes altas y desiertos, donde la colonización fúngica está limitada por las condiciones climáticas adversas.41 La concentración de esporas en el aire puede variar dependiendo del tipo de vegetación, el microambiente local y la actividad humana entre menos de 200 a más de 2 millones/m3.42

En países de clima tropical durante la mayor parte de año la temperatura varía entre 25 ºC y 30 ºC, y la humedad relativa se mantiene por encima del 70 %. Estas condiciones favorecen el desarrollo fúngico y la formación y liberación de esporas.28

Numerosos autores han demostrado que los géneros Cladosporium, Aspergillus y Penicillium son los más comunes, y su concentración en el aire varía dependiendo de factores biológicos (el ritmo de esporulación diario y la disponibilidad del sustrato para el desarrollo del micelio), climáticos (temperatura, humedad y precipitación) o físicos (movimiento de la atmósfera, turbulencia y calentamiento).35 Las esporas de Cladosporium son las más abundantes en el exterior de la mayoría de las latitudes y en latitudes bajas de clima tropical, tienden a aparecer fuera del período estival.15,43

Las esporas de Aspergillus y Penicillium están ampliamente representadas en el aire.44 Aspergillus libera grandes cantidades de conidios al aire a partir de los conidióforos que se proyectan desde el micelio y debido a su pequeño tamaño pueden permanecer en suspensión en el ambiente durante un largo período de tiempo, aumentando la probabilidad de ser inhalados.2,45

En áreas tropicales, el género Curvularia contribuye notablemente a los valores de concentración de esporas del aire con máximos entre 4000–9000 esporas/m3, mientras que los conidios de Alternaria, aparecen en concentraciones medias diarias que pueden llegar hasta 150 esporas/m3.46

La mayoría de los estudios de hongos del aire en todo el mundo han sido realizados mayoritariamente en áreas urbanas.47 Sin embargo, en las zonas agrícolas suelen detectarse mayores concentraciones de propágulos fúngicos debido a la abundante vegetación y materia orgánica en descomposición y la propia actividad agrícola.13


Dinámica fúngica del aire interior de locales

El aire del interior de locales no está libre de propágulos fúngicos, ya que incluso en los ambientes limpios se registran concentraciones de esporas de 25 esporas/m3. Dichas esporas provienen del exterior y penetran a través de los sistemas de ventilación o son liberados por los hongos que crecen in situ sobre diversos sustratos.48 Aunque no existe una norma internacional que indique cuando un ambiente está contaminado o no, algunos autores sugieren que un ambiente puede considerarse contaminado si tiene más de 1000 esporas/m3.49

Los géneros fúngicos más abundantes en ambientes interiores son Cladosporium, Aspergillus y Penicillium. No obstante existen reportes de otros géneros fúngicos como Curvularia, Alternaria, Fusarium, Acremonium y Epicoccum.3,50 El predominio de uno u otro está dado por la región climática y las condiciones específicas de los locales, como la presencia de sustancias orgánicas, las condiciones microclimáticas de temperatura y humedad relativa, la ventilación y la microbiota predominante en el aire exterior.48,51 En un estudio realizado sobre la alergenicidad de A. fumigatus se constató que altas concentraciones de dióxido de carbono impactan en su capacidad de inducir alergias.52

En Cuba, caracterizada por un clima tropical, los registros de abundancia de géneros en ambientes interiores muestran diferencias en los distintos locales en relación con el tipo de material que acumule el mismo y el grado de contaminación que presenten los materiales. Así los géneros Aspergillus, Penicillium y Cladosporium son los más frecuentes en archivos fotográficos, mapotecas,49 almacenes soterrados6 e interiores de vivienda.53


La Aeromicología y la salud humana

Infecciones fúngicas

Los propágulos fúngicos presentes en el aire pueden ser inhalados y causar micosis sistémicas oportunistas y endémicas. Varias especies de los géneros Aspergillus y Fusarium, así como Cryptococcus neoformans sobresalen dentro de los agentes causales de las micosis sistémicas oportunistas.54

De todas las especies que comprende el género Aspergillus, unas 20 se reconocen como patógenas humanas. Destaca Aspergillus fumigatus, por el pequeño tamaño de sus conidios, que permite su aspiración y penetración al tracto respiratorio. Además su capacidad de crecer a 37 ºC y de adherirse a superficies epiteliales y posiblemente endoteliales, su gran tendencia a invadir los vasos sanguíneos y la producción de un gran número de productos extracelulares tóxicos para las células de los mamíferos (elastasa, restrictocina, fumigatoxina, entre otras).55,56

Se le denomina aspergilosis a la micosis exógena causada por este hongo que se caracteriza por la presencia de lesiones granulomatosas inflamatorias en la piel, oído externo, senos nasales, órbita, ojo y especialmente bronquios y pulmones. Son frecuentes en climas tropicales y subtropicales pero disminuyen en los climas fríos.57 Las formas de aspergilosis comúnmente vistas son las enfermedades pulmonares, de las cuales se pueden reconocer: el aspergiloma o aspergilosis intracavitaria, también conocida como bola fúngica o micetoma aspergilar y la aspergilosis invasiva, forma poco frecuente y de mal pronóstico.58 Las inmunodeficiencias presentes en enfermos neutropénicos, especialmente en pacientes leucémicos o transplantados de médula ósea, terapia corticoesteroide, quimioterapia citotóxica y SIDA son causas predisponentes que pueden provocar complicaciones.59

Diversas especies del género Fusarium causan infecciones en humanos (fusariosis) que pueden manifestarse de manera local o asociadas a dispositivos, localmente invasivas o diseminadas.60 Este es un género ubicuo, debido a su capacidad de crecer en una amplia gama de sustratos y a sus mecanismos eficientes para la dispersión. Se considera saprófito del suelo y tiene como puertas de entrada la piel, las uñas, la vía aérea, el sistema gastrointestinal y los ojos. Las especies reportadas con mayor frecuencia en dichas infecciones son: Fusarium solani, Fusarium oxysporum y Fusarium moniliforme.61

Dentro de las infecciones localmente invasivas se encuentran: la sinusitis, la neumonía y las lesiones en piel. La neumonía se presenta hasta en el 42 % de los pacientes con cualquier tipo de compromiso inmunitario mientras que la sinusitis solo en el 20 %.62 La fusariosis diseminada se presenta usualmente en pacientes con neoplasias malignas hematológicas, neutropenias prolongadas, inmunodeficiencias de células T, trasplantes hematopoyéticos y tratamientos con altas dosis de corticosteroides. Sin embargo, en pacientes infectados con VIH las infecciones por Fusarium spp, son raras.63

Cryptococcus neoformans vive como saprófito en la naturaleza, generalmente asociado a excremento de paloma, restos vegetales y frutas. Presumiblemente se adquiere por vía inhalatoria.64 Los principales factores de riesgo para infección por criptococo son el antecedente de infección por VIH, el uso de esteroides, la presencia de tumores sólidos o malignos, trasplantes, la diabetes mellitus, la cirrosis hepática y la falla renal crónica. En países con alta prevalencia de VIH/SIDA, la criptococosis es una de las causas más comunes de meningitis.65 La habilidad de favorecer el desarrollo y establecimiento de la enfermedad está dada por una serie de factores de virulencia; dentro de los que destaca la presencia de cápsula, la producción de melanina, ureasa, proteasas, lacasas así como la capacidad de adaptación, estabilidad térmica y la producción de manitol.40

Las micosis sistémicas endémicas son ocasionadas por Histoplasma capsulatum, Coccidioides spp., Paracoccidioides brasiliensis y Blastomyces dermatitidis y provocan una primoinfección pulmonar que sólo desarrolla enfermedad progresiva en un porcentaje muy bajo de los enfermos.57

La coccidioidomicosis (Coccidioides spp.) al igual que la histoplasmosis (Histoplasma capsulatum) son adquiridas por vía inhalatoria.66 La infección por Coccidioides spp es endémica en las zonas de clima y vegetación desérticos del Continente Americano, con alto contenido en sales y pH alcalino.67 La infección produce un espectro amplio de manifestaciones clínico-patológicas. La infección primaria es asintomática en aproximadamente el 60 % de los casos y las formas leves o moderadas representan el 39 %.68 Los casos diseminados representan cerca del 1 %, se encuentran con mayor frecuencia en mujeres embarazadas, pacientes con procesos neoplásicos, sometidos a trasplantes de órganos y aquellos con síndrome de inmunodeficiencia adquirida, con afección de órganos como meninges, piel, hueso, articulaciones, mediastino y ganglios linfáticos. También se ha descrito una asociación de la enfermedad diseminada en filipinos o en individuos de raza negra, pero no se ha visto predisposición racial.69

La histoplasmosis es la infección fúngica sistémica más prevalente en humanos y animales, afectando el sistema reticuloendotelial.70 Se inicia regularmente a nivel pulmonar y posteriormente puede diseminarse a diferentes órganos, principalmente en pacientes con alteraciones de la respuesta inmune celular.71 El hábitat de H. capsulatum en su forma micelial, son los suelos húmedos, ácidos y con alto contenido de nitrógeno, los excrementos de aves y murciélagos favorecen su crecimiento y esporulación. Las zonas de mayor endemicidad se localizan en regiones tropicales y subtropicales.72 En su forma parasitaria y virulenta (fase levaduriforme) habita de preferencia en microambientes intracelulares de hospederos mamíferos, incluyendo el ser humano.73 La transición de filamentoso a levadura es esencial para la virulencia y es controlado por el gen DRK1, el cual sintetiza la histidina quinasa, regulador del dimorfismo en H. capsulatum. En el dimorfismo de este hongo están involucrados aproximadamente 500 genes, asociados con la adquisición de nutrientes, termotolerancia, estructura celular, respuesta ante el estrés, etc.74

Enfermedades alérgicas

Además de causar infecciones, las esporas o fragmentos fúngicos también pueden producir una reacción alérgica debido a las proteínas o glicoproteínas que se encuentran en su pared. En este tipo de respuesta influye la concentración de esporas en el aire, que sean capaces de inducir sensibilización, pudiendo producir rinitis, asma bronquial o neumonitis.75 La severidad de este tipo de patología depende del tipo de hongo, de la zona de las vías respiratorias donde se depositen las esporas y de la susceptibilidad individual.76

Existen más de 80 géneros de hongos reportados como causantes de alergias del tracto respiratorio, entre los que se encuentran Aspergillus, Penicillium, Cladosporium, Alternaria, Helminthosporium, Epicoccum, Fusarium, Rhizopus y Mucor, destacando los cuatro primeros por su mayor importancia clínica.42

Las especies más frecuentemente identificadas en aislamientos clínicos del género Aspergillus son: Aspergillus fumigatus, A. flavus, A. niger, A. terreus y A. nidulans.77 Desde estos, A. fumigatus, tolera un amplio rango de temperaturas de crecimiento (12º-52 ºC) y causa cuadros de alergia (rinoconjuntivitis y asma), neumonitis por hipersensibilidad o alveolitis alérgicas extrínsecas y aspergilosis broncopulmonar alérgica, aunque en comparación con otras especies de este género se encuentra generalmente en concentraciones bajas en el aire.58,59

Según algunos autores, el 9,5 % de los pacientes con sospecha de alergia respiratoria están sensibilizados a Alternaria y/o Cladosporium. Aunque la concentración en el aire de Cladosporium es mayor, el número de individuos alérgicos a Alternaria es más elevado, ya que produce reacciones positivas más fuertes. Además se ha demostrado que existe una reactividad cruzada entre estos géneros, por lo que las elevadas concentraciones de Cladosporium potencian la respuesta inmunológica de aquellas personas sensibles a Alternaria.43 Las especies Alternaria alternata y Cladosporium herbarum son probablemente las más importantes desde el punto de vista alergológico.78

En un estudio realizado en Cuba por Díaz et al (2010) se evidenció sensibilización a aeroalérgenos de Penicillium, Cladosporium y Alternaria mediante pruebas cutáneas en escolares de 6-7 años de la provincia de Artemisa.79

Enfermedades causadas por micotoxinas de hongos del aire

En el aire se encuentran propágulos de varios hongos potencialmente micotoxigénicos, que pueden depositarse sobre diversos sustratos, crecer y producir dichas toxinas si las condiciones ambientales lo propician. Varias especies de los géneros Aspergillus, Penicillium y Fusarium tienen esta capacidad y pueden hallarse en el aire con elevada concentración gran parte del año.36

Las aflatoxinas son producidas principalmente por Aspergillus flavus y A. parasiticus, pero también por A. niger, A. ruber , Penicillium citrinum, P. frecuentans, P. variable y P. puberulum. Afectan la salud de los humanos, aunque no se conoce exactamente su nivel tóxico, especialmente la tipo B1.80 El riesgo para los humanos consiste en el consumo de productos vegetales contaminados o de bioproductos como huevos, hígado y leche. Estas micotoxinas ejercen efectos principalmente carcinogénicos, mutagénicos y teratogénicos. Además pueden ser inmunosupresores y alterar varios factores nutricionales, incluyendo cambios en minerales esenciales o en procesos energéticos.81

Los géneros Aspergillus y Penicillium, también producen ocratoxina A (OTA). Se pueden encontrar principalmente en cereales, tales como maíz, cebada, trigo y avena, aunque también han sido detectadas en granos de café y en vinos.82 La OTA presenta una alta afinidad por proteínas plasmáticas, esta unión es determinante en la persistencia de la toxina en la sangre y por lo tanto de su toxicidad que se manifiesta de forma crónica y aguda. Además se reconoce sus propiedades genotóxicas sugiriendo un posible efecto mutagénico a través de algún metabolito y/o radical libre.83

Las fumonisinas son producidas esencialmente por Fusarium moniliforme. Son consideradas potencialmente carcinógenicas ya que algunos estudios epidemiológicos indican una fuerte correlación entre el consumo de maíz contaminado con dichas toxinas y la incidencia de cáncer esofágico.84 Los principales síndromes que producen son: neurotóxicos (leucoencefalomelacia), nefrotóxicos, edema pulmonar y cerebral, hepatotóxicos y lesiones cardíacas.85

Actualmente las micotoxinas son objeto de interés mundial debido a las importantes pérdidas económicas que acarrean sus efectos sobre la productividad de los animales, el comercio nacional e internacional y la salud de las personas.


Medidas para disminuir el riesgo de afectación de la salud por hongos anemófilos

La información proporcionada por los estudios aeromicológicos facilita la implementación de medidas de control de la calidad del aire y el monitoreo de sus efectos. Las estrategias deben ajustarse dependiendo del tipo de ambiente (interior o exterior) en el que se desee reducir la contaminación por propágulos fúngicos.1

En ambientes exteriores controlar la liberación de las esporas de hongos es difícil, aunque su diversidad y concentración atmosférica diaria se puede conocer mediante métodos de predicción.5 La web del Punto de Información Aerobiológica (PIA) de la Universidad Autónoma de Barcelona (http://lap.uab.cat/aerobiologia/es) ofrece los viernes de cada semana los niveles estimados de esporas durante el próximo período de lunes a domingo así como la dinámica a lo largo del año de esporas alergénicas para algunas localidades españolas.86 Esta información puede ser usada por alergistas para efectuar un diagnóstico alergológico adecuado. Adicionalmente contribuye a tener extractos antigénicos óptimos de los hongos anemófilos, estandarizados y estables para tener resultados reproducibles, específicos y concordantes para las diferentes pruebas que se realicen: pruebas cutáneas, determinación de anticuerpos y pruebas de provocación en individuos atópicos.87

Además estas predicciones son utilizadas por agricultores para desarrollar un plan de prevención y control más específico sobre hongos toxigénicos, evitando a su vez que estas acciones conlleven a un excesivo uso de fungicidas.88 El momento preciso en que se aplique un fungicida brinda beneficios a la agricultura y mejora las condiciones de trabajo para los obreros disminuyendo la concentración de alérgenos y micotoxinas.89

En ambientes interiores la principal estrategia de prevención para los problemas de la calidad del aire se basa en eliminar las condiciones que promueven la colonización y desarrollo de los hongos. Normalmente el desarrollo ocurre en ambientes donde los niveles de humedad son elevados, situación que es comúnmente encontrada en áreas donde han ocurrido inundaciones o donde se propicie la condensación.90

Prevenir los posibles daños por hongos incluye la remoción de materiales contaminados, la limpieza periódica de los locales y modificar las condiciones ambientales, principalmente mediante el uso de sistemas de ventilación y deshumidificadores. Es importante señalar que el diseño de sistemas de ventilación con filtros y el adecuado mantenimiento de los mismos evita que los alérgenos entren al interior de los locales y mantienen un flujo de aire de calidad. Además se debe mantener la temperatura y la humedad relativa en los márgenes requeridos para evitar el crecimiento microbiano.91 Aunque se debe estar alerta, ya que se ha encontrado que los componentes de humidificación de estos sistemas pueden ser favorables para la proliferación y dispersión de hongos que pueden dañar los objetos de valor patrimonial y la salud humana.92

Otra medida que puede ser aplicada tanto en ambientes exteriores como interiores es reducir la emisión de aerosoles que contienen propágulos fúngicos mediante la eliminación de los focos emisores o la minimización de la generación de estos.93 Además, la aspersión de agua sobre las superficies generadoras de estos aerosoles, limita el desprendimiento de material particulado por arrastre de las corrientes de aire y la adhesión de las partículas a la superficie por las fuerzas de higroscópicas del agua. También se debe, en la medida de lo posible, evitar los movimientos mecánicos fuertes en el desarrollo de los procesos, que contribuyen a la generación de estos aerosoles.94

 

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Recibido: 1 de abril de 2014.
Aprobado: 25 de agosto de 2014.

 

 

Lic. Kenia C. Sánchez Espinosa. Calle 1ra entre Norte y Sur # 11120, Residencial Almendares, Boyeros. Correo electrónico:ksanchez@fbio.uh.cu

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